7 de febr. 2017

PAPA - QUARESMA



Mensaje del Papa por la Cuaresma 2017
Texto completo
El Papa indica la cuaresma como tiempo oportuno de conversión y recuerda la parábola de Lázaro
7 febrero 2017

Lazaro y el mendigo - El rico y Lázaro - Leandro Bassano - Venecia 1595

(Ciudad del Vaticano).- Publicamos a continuación el texto del mensaje del santo padre Francisco para la Cuaresma 2017, “La palabra es un don. El otro es un don”.
“Queridos hermanos y hermanas: La Cuaresma es un nuevo comienzo, un camino que nos lleva a un destino seguro: la Pascua de Resurrección, la victoria de Cristo sobre la muerte. Y en este tiempo recibimos siempre una fuerte llamada a la conversión: el cristiano está llamado a volver a Dios «de todo corazón» (Jl 2,12), a no contentarse con una vida mediocre, sino a crecer en la amistad con el Señor. Jesús es el amigo fiel que nunca nos abandona, porque incluso cuando pecamos espera pacientemente que volvamos a él y, con esta espera, manifiesta su voluntad de perdonar (cf. Homilía, 8 enero 2016).
La Cuaresma es un tiempo propicio para intensificar la vida del espíritu a través de los medios santos que la Iglesia nos ofrece: el ayuno, la oración y la limosna. En la base de todo está la Palabra de Dios, que en este tiempo se nos invita a escuchar y a meditar con mayor frecuencia. En concreto, quisiera centrarme aquí en la parábola del hombre rico y el pobre Lázaro (cf. Lc 16,19- 31).
Dejémonos guiar por este relato tan significativo, que nos da la clave para entender cómo hemos de comportarnos para alcanzar la verdadera felicidad y la vida eterna, exhortándonos a una sincera conversión.
1. El otro es un don La parábola comienza presentando a los dos personajes principales, pero el pobre es el que viene descrito con más detalle: él se encuentra en una situación desesperada y no tiene fuerza ni para levantarse, está echado a la puerta del rico y come las migajas que caen de su mesa, tiene llagas por todo el cuerpo y los perros vienen a lamérselas (cf. vv. 20-21).
El cuadro es sombrío, y el hombre degradado y humillado. La escena resulta aún más dramática si consideramos que el pobre se llama Lázaro: un nombre repleto de promesas, que significa literalmente «Dios ayuda». Este no es un personaje anónimo, tiene rasgos precisos y se presenta como alguien con una historia personal. Mientras que para el rico es como si fuera invisible, para nosotros es alguien conocido y casi familiar, tiene un rostro; y, como tal, es un don, un tesoro de valor incalculable, un ser querido, amado, recordado por Dios, aunque su condición concreta sea la de un desecho humano (cf. Homilía, 8 enero 2016). Lázaro nos enseña que el otro es un don.
La justa relación con las personas consiste en reconocer con gratitud su valor. Incluso el pobre en la puerta del rico, no es una carga molesta, sino una llamada a convertirse y a cambiar de vida. La primera invitación que nos hace esta parábola es la de abrir la puerta de nuestro corazón al otro, porque cada persona es un don, sea vecino nuestro o un pobre desconocido.
La Cuaresma es un tiempo propicio para abrir la puerta a cualquier necesitado y reconocer en él o en ella el rostro de Cristo. Cada uno de nosotros los encontramos en nuestro camino. Cada vida que encontramos es un don y merece acogida, respeto y amor. La Palabra de Dios nos ayuda a abrir los ojos para acoger la vida y amarla, sobre todo cuando es débil. Pero para hacer esto hay que tomar en serio también lo que el Evangelio nos revela acerca del hombre rico.
2. El pecado nos ciega La parábola es despiadada al mostrar las contradicciones en las que se encuentra el rico (cf. v. 19). Este personaje, al contrario que el pobre Lázaro, no tiene un nombre, se le califica sólo como «rico». Su opulencia se manifiesta en la ropa que viste, de un lujo exagerado. La púrpura, en efecto, era muy valiosa, más que la plata y el oro, y por eso estaba reservada a las divinidades (cf. Jr 10,9) y a los reyes (cf. Jc 8,26). La tela era de un lino especial que contribuía a dar al aspecto un carácter casi sagrado. Por tanto, la riqueza de este hombre es excesiva, también porque la exhibía de manera habitual todos los días: «Banqueteaba espléndidamente cada día» (v. 19).
En él se vislumbra de forma patente la corrupción del pecado, que se realiza en tres momentos sucesivos: el amor al dinero, la vanidad y la soberbia (cf. Homilía, 20 septiembre 2013). El apóstol Pablo dice que «la codicia es la raíz de todos los males» (1 Tm 6,10). Esta es la causa principal de la corrupción y fuente de envidias, pleitos y recelos. El dinero puede llegar a dominarnos hasta convertirse en un ídolo tiránico (cf. Exh. ap. Evangelii gaudium, 55).
En lugar de ser un instrumento a nuestro servicio para hacer el bien y ejercer la solidaridad con los demás, el dinero puede someternos, a nosotros y a todo el mundo, a una lógica egoísta que no deja lugar al amor e impide la paz. La parábola nos muestra cómo la codicia del rico lo hace vanidoso. Su personalidad se desarrolla en la apariencia, en hacer ver a los demás lo que él se puede permitir. Pero la apariencia esconde un vacío interior. Su vida está prisionera de la exterioridad, de la dimensión más superficial y efímera de la existencia (cf. ibíd., 62).
El peldaño más bajo de esta decadencia moral es la soberbia. El hombre rico se viste como si fuera un rey, simula las maneras de un dios, olvidando que es simplemente un mortal. Para el hombre corrompido por el amor a las riquezas, no existe otra cosa que el propio yo, y por eso las personas que están a su alrededor no merecen su atención.
El fruto del apego al dinero es una especie de ceguera: el rico no ve al pobre hambriento, llagado y postrado en su humillación. Cuando miramos a este personaje, se entiende por qué el Evangelio condena con tanta claridad el amor al dinero: «Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero» (Mt 6,24).
3. La Palabra es un don El Evangelio del rico y el pobre Lázaro nos ayuda a prepararnos bien para la Pascua que se acerca. La liturgia del Miércoles de Ceniza nos invita a vivir una experiencia semejante a la que el rico ha vivido de manera muy dramática. El sacerdote, mientras impone la ceniza en la cabeza, dice las siguientes palabras: «Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás». El rico y el pobre, en efecto, mueren, y la parte principal de la parábola se desarrolla en el más allá.
Los dos personajes descubren de repente que «sin nada vinimos al mundo, y sin nada nos iremos de él» (1 Tm 6,7). BOLLETTINO N. 0082 – 07.02.2017 13 También nuestra mirada se dirige al más allá, donde el rico mantiene un diálogo con Abraham, al que llama «padre» (Lc 16,24.27), demostrando que pertenece al pueblo de Dios.
Este aspecto hace que su vida sea todavía más contradictoria, ya que hasta ahora no se había dicho nada de su relación con Dios. En efecto, en su vida no había lugar para Dios, siendo él mismo su único dios. El rico sólo reconoce a Lázaro en medio de los tormentos de la otra vida, y quiere que sea el pobre quien le alivie su sufrimiento con un poco de agua.
Los gestos que se piden a Lázaro son semejantes a los que el rico hubiera tenido que hacer y nunca realizó. Abraham, sin embargo, le explica: «Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso encuentra aquí consuelo, mientras que tú padeces» (v. 25). En el más allá se restablece una cierta equidad y los males de la vida se equilibran con los bienes. La parábola se prolonga, y de esta manera su mensaje se dirige a todos los cristianos.
En efecto, el rico, cuyos hermanos todavía viven, pide a Abraham que les envíe a Lázaro para advertirles; pero Abraham le responde: «Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen» (v. 29). Y, frente a la objeción del rico, añade: «Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso ni aunque resucite un muerto» (v. 31). De esta manera se descubre el verdadero problema del rico: la raíz de sus males está en no prestar oído a la Palabra de Dios; esto es lo que le llevó a no amar ya a Dios y por tanto a despreciar al prójimo. La Palabra de Dios es una fuerza viva, capaz de suscitar la conversión del corazón de los hombres y orientar nuevamente a Dios.
Cerrar el corazón al don de Dios que habla tiene como efecto cerrar el corazón al don del hermano. Queridos hermanos y hermanas, la Cuaresma es el tiempo propicio para renovarse en el encuentro con Cristo vivo en su Palabra, en los sacramentos y en el prójimo. El Señor –que en los cuarenta días que pasó en el desierto venció los engaños del Tentador– nos muestra el camino a seguir.
Que el Espíritu Santo nos guie a realizar un verdadero camino de conversión, para redescubrir el don de la Palabra de Dios, ser purificados del pecado que nos ciega y servir a Cristo presente en los hermanos necesitados. Animo a todos los fieles a que manifiesten también esta renovación espiritual participando en las campañas de Cuaresma que muchas organizaciones de la Iglesia promueven en distintas partes del mundo para que aumente la cultura del encuentro en la única familia humana.
Oremos unos por otros para que, participando de la victoria de Cristo, sepamos abrir nuestras puertas a los débiles y a los pobres. Entonces viviremos y daremos un testimonio pleno de la alegría de la Pascua.
Vaticano, 18 de octubre de 2016 Fiesta de San Lucas Evangelista
FRANCISCO



En   Sta. Marta: con Satanás no se dialoga, sino se termina ‘desnudo’ como Adán y Eva
‘En la debilidad en la tentación pedir que nos dé el coraje de levantarnos e ir adelante’
10 febrero 2017
Detalle del Juicio final representado en la Capilla Sixtina - Michelangelo 

( Ciudad del Vaticano).- En la debilidad de las tentaciones que todos tenemos, la gracia de Jesús nos ayuda a no escondernos del Señor, sino a pedir perdón, a levantarnos e ir hacia adelante. Lo indicó el papa Francisco en la misa matutina que ha celebrado este viernes en la Casa Santa Marta en el Vaticano, al reflexionar sobre el diablo que tentó ha Adán y Eva, y también a Jesús.
“Con Satanás –aseguró Francisco– no se dialoga, porque se acaba en el pecado y en la corrupción”. El Pontífice parte de la primera lectura del Génesis y explica que el diablo “se hace ver con la forma de una serpiente”: con su astucia trata de engañar y es especialista en ésto porque “es el padre de la mentira”. Sabe por lo tanto “como estafar a la gente”.
Lo hace con Eva: la hace sentir bien y ‘dialogando’ paso a paso Satanás la lleva donde él quiere. Con Jesús en cambio el diablo “termina mal”, ya que Jesús responde con la Palabra de Dios, “porque con el diablo no se puede dialogar”, sino se acaba como Adán y Eva: desnudos.
“El diablo paga mal” porque “promete todo y nos deja desnudos”, porque son “tentaciones de vanidad, soberbia, avidez, avaricia…, tantas…”.
Y abordando el tema de la corrupción el Pontífice añade: en esto hay que pedir ayuda al Señor: “Muchos ‘peces gordos’ corruptos que hay en el mundo y de los cuales conocemos su vida a través de los diarios, quizás comenzaron con una pequeña cosa, como no ajustar bien la balanza: son 900 gramos pero parecen un kilo…”.
Por ello la Iglesia nos enseña a “no ser ingenuos”, a tener los “ojos abiertos”, a pedir ayuda al Señor, “porque por nosotros mismos no podemos”. Adan y Eva cuando caen se “esconden” del Señor, en cambio es necesaria la gracia de Jesús para “volver y pedir perdón”.
“En la tentación no se dialoga, se reza: ‘Ayúdame Señor, porque soy débil. No quiero esconderme de Ti’. Esto es coraje, esto es vencer”. Y Francisco concluye: “Si somos engañados por nuestra debilidad en la tentación que nos dé el coraje de levantarnos e ir adelante. Para esto ha venido Jesús”.
11.02.14











Angelus del papa Francisco del 12 de febrero de 2017
Texto completo – ‘Ser cristianos de corazón y no de fachada’
El Santo Padre explica tres mandamientos: homicidio, adulterio y el juramento
12 febrero 2017
 (Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco rezó este domingo la oración del ángelus desde su estudio que da a la plaza de San Pedro, donde miles de fieles y peregrinos le aguardaban. El Santo Padre ha profundizado sobre cómo hacer la voluntad de Dios, cumpliendo los mandamientos pero evitando el formalismo. En particular el homicidio, el adulterio y el juramento.
A continuación el texto completo:
“Queridos hermanos y hermanas ¡buenos días!
La liturgia de hoy nos presenta otra página del Discurso de la Montaña, que encontramos en el evangelio de Mateo. En este paso Jesús quiere ayudar a sus oyentes a realizar una nueva lectura de la ley mosaica.
Aquello que fue dicho en la Antigua Alianza no rea todo: Jesús vino para cumplir y promulgar de manera definitiva la ley de Dios. Él manifiesta la finalidad originaria y cumple los aspectos auténticos, y hace todo esto con su predicación y más aún ofreciéndose a sí mismo en la cruz.
Así Jesús enseña como hacer plenamente la voluntad de Dios y usa esta palabra: “justicia superior” respecto a los escribas y fariseos. Una Justicia animada por el amor, la caridad, la misericordia y por lo tanto capaz de realizar la sustancia de los mandamientos, evitando el riesgo del formalismo. El formalismo: esto puedo, esto no puedo; hasta aquí puedo, hasta aquí no puedo… No: mucho más, en particular en el Evangelio de hoy Jesús toma en consideración tres aspectos: el homicidio, el adulterio y el juramento.
Sobre el mandamiento “no matar”, Él afirma que se viola no solamente con el homicidio efectivo, sino también con comportamientos que ofenden la dignidad de la persona humana, incluidas las palabras injuriosas. Seguramente estas no tienen la misma gravedad y culpa del asesinato, pero se pone en la misma línea, porque tiene las mismas premisas y revelan la misma maldad.
Jesús nos invita a no establecer una lista que evalúa las ofensas, sino considerarlas a todas dañosas, porque movidas por el deseo de hacer mal al prójimo. Y Jesús da el ejemplo. Insultar: nosotros estamos acostumbrados a insultar, es como decir “buenos días”. Y esto está en la misma línea del asesinato. Quien insulta a un hermano, asesina en el propio corazón al hermano. ¡Por favor nunca insultar! No ganamos nada…
Y aporta otro precepto a la ley matrimonial. El adulterio era considerado una violación del derecho de propiedad del hombre sobre la mujer. Jesús en cambio va a la raíz del mal. Así como se llega al homicidio a través de las injurias y las ofensas, así se llega al adulterio a través de las intenciones de poseer a una mujer diversa de la propia esposa.
El adulterio, como el hurto, la corrupción y todos los pecados, son antes concebidos en nuestra intimidad, y una vez tomada en el corazón la decisión equivocada, se transforman en comportamiento concreto. Y Jesús dice: quien mira a una mujer que no es la propia con ánimo de posesión es un adúltero en su corazón, ha iniciado el camino hacia el adulterio. Pensemos un poco sobre esto: sobre los malos pensamientos que vienen en esta línea.
Jesús después, dice a sus discípulos que no juren, porque el juramento es signo de la inseguridad y de la doble cara con que se realizan las relaciones humanas. Se instrumentaliza la autoridad de Dios para dar garantías a nuestros asuntos humanos.
Más bien estamos llamados a instaurar entre nosotros, en nuestras familias y en nuestras comunidades un clima de limpidez y de confianza recíproca, para que podamos ser considerados sinceros sin recurrir a intervenciones superiores para ser creídos.
!La desconfianza y la sospecha recíproca amenazan siempre la serenidad¡ La Virgen María, mujer que escuchaba con docilidad y obedecía con alegría, nos ayude a acercarnos siempre más al evangelio, para ser cristianos no de fachada, sino de sustancia. Y esto es posible con la gracia del Espíritu Santo, que nos permite hacer todo con amor, y así cumplir plenamente la voluntad de Dios”.
Después de la oración del ángelus el Papa dirigió algunos saludos
“Queridos hermanos y hermanas, saludo a todos los peregrinos aquí presentes, a las familias, a los grupos parroquiales, a las asociaciones. En particular a los alumnos del Instituto “Carolina Coronado” de Almendralejo y a los fieles de Tarragona, en España. También a los grupos de Caltanissetta, Valgoglio, Ancona, Pesaro, Turín y Pisa.
A todos les deseo un buen domingo. No nos olvidemos: no insultar, no mirar con malos ojos, con ojos de poseer a la mujer del prójimo, y no jurar. Es tan simple.
Y por favor no se olviden de rezar por mi. ‘¡Buon pranzo‘ y ‘arrivederci!'”.
13.02.17






El Papa en Sta. Marta: para evangelizar sirve coraje, sin olvidar la humildad y la oración
En la fiesta de san Cirilo y Metodio, patronos de Europa
14 febrero 2017

Los santos Cirilo y Metodio

( Ciudad del Vaticano).- Las características que distinguen a los grandes heraldos que difundieron el cristianismo en el mundo son: coraje, humildad y oración. Lo indicó este martes el papa Francisco en la homilía de la misa diaria que celebró en la residencia Santa Marta, hoy inspirada a la liturgia de los santos Cirilo y Metodio, patronos de Europa y que hoy la Iglesia festeja.
Los santos Cirilo y Metodio fueron ‘sembradores de palabra’ además de ‘misioneros y verdaderos heraldos’ para formar al pueblo de Dios, hermanos intrépidos que fortalecieron a Europa, de quien son patronos.
El Santo Padre precisó que la primera característica del enviado que lleva la palabra de Dios es la “franqueza” que incluye “fuerza y coraje”. Vale a decir que la Palabra de Dios no es una propuesta más: “bueno, si te gusta…”. O una idea filosófica o moral buena, sino que debe ser propuesta con franqueza, con fuerza para que la Palabra penetre -como dijo Pablo- hasta los huesos.
Quien no tiene el coraje espiritual en el corazón es porque no está enamorado de Jesús, porque de allí viene el coraje. Se podrá decir alguna cosa moral, filantrópica, pero no se llevará la palabra de Dios. Porque “solo la Palabra de Dios proclamada con franqueza, con coraje es capaz de formar al pueblo de Dios”.
El Evangelio del día señala “Recen por lo tanto al Señor de la mies, para que envíe operarios a su mies”, o sea, indica el Papa, además del coraje es necesaria la oración.
“La palabra de Dios –prosigue Francisco– va proclamada junto a la oración. Siempre. Sin oración uno podrá hacer una hermosa conferencia, una bella lección: buena, buena, pero no es la Palabra de Dios”. Porque la oración hace que “el Señor riegue esta semilla para que brote”.
Una tercera condición señalada en el evangelio es que el Señor envía a los discípulos como corderos en medio a los lobos. O sea que “el verdadero predicador es aquel que es consciente de ser débil, que sabe no poder defenderse por sí mismo”. Y el Santo Padre cita a san Crisóstomo que reflexiona: ‘Si no vas como cordero, pero como lobo entre los lobos, el Señor no te protege, defiéndete solo”. Así recordó que supo de uno que “se vanagloriaba de predicar bien la Palabra de Dios y se sentía un lobo”. Y después de una hermosa predicación “fue a confesar y encontró a un ‘pez gordo’, a un gran pecador”. Este confesor “inició a llenarse de vanidad” y cuando le preguntó al pecador qué parte de sus palabras le habían tocado más, señalo: “Pasemos a otro tema”. Francisco indicó que no sabe si sea una historia verdadera, pero la cosa segura es que “se termina mal” si uno “se siente seguro de sí no como un cordero a quien el Señor defenderá”.
El Santo Padre concluyo su homilía invocando a los santos Cirilo y Metodio, para que nos ayuden para proclamar la palabra de Dios como hicieron ellos.
15.02.17



El Papa inicia los ritos de la Cuaresma – texto completo de la homilía en la basílica de Santa Sabina

La cuaresma es el tiempo de decir «no»; no, a la asfixia de una oración que nos tranquilice la conciencia”


(Roma, 1º marzo 2017).- El papa Francisco inició por la tarde de este miércoles de ceniza en la basílica de San Anselmo, los ritos de la cuaresma, vistiendo paramentos color violeta y con una ceremonia que comenzó con el canto en gregoriano.
En la basílica situada en la casa generalicia de los benedictinos, en el monte Aventino de Roma, estaban junto al Papa, cardenales, obispos, monjes benedictinos y padres dominicos con su hábito color blanco y negro. Todos se dirigieron en procesión penitencial hacia la iglesia de Santa Sabina a unos trescientos metros de allí, mientras se cantaban las letanías de todos los santos.
Ya en la basílica de Santa Sabina el Coro Pontificio de la Capilla Sixtina entonó el ‘Atende Domine et Miserere’, seguido por la santa misa. Después de la homilía el Santo Padre bendijo las cenizas, que a continuación impartió a los cardenales y a algunos monjes y fieles.
Texto de la homilia:
«Volved a mí de todo corazón… volved a mí» (Jl 2,12), es el clamor con el que el profeta Joel se dirige al pueblo en nombre del Señor; nadie podía sentirse excluido: llamad a los ancianos, reunid a los pequeños y a los niños de pecho y al recién casado (cf. v. 6).
Todo el Pueblo fiel es convocado para ponerse en marcha y adorar a su Dios que es «compasivo y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad» (v.13). También nosotros queremos hacernos eco de este llamado; queremos volver al corazón misericordioso del Padre.
En este tiempo de gracia que hoy comenzamos, fijamos una vez más nuestra mirada en su misericordia. La cuaresma es un camino: nos conduce a la victoria de la misericordia sobre todo aquello que busca aplastarnos o rebajarnos a cualquier cosa que no sea digna de un hijo de Dios.
La cuaresma es el camino de la esclavitud a la libertad, del sufrimiento a la alegría, de la muerte a la vida. El gesto de las cenizas, con el que nos ponemos en marcha, nos recuerda nuestra condición original: hemos sido tomados de la tierra, somos de barro.
Sí, pero barro en las manos amorosas de Dios que sopló su espíritu de vida sobre cada uno de nosotros y lo quiere seguir haciendo; quiere seguir dándonos ese aliento de vida que nos salva de otro tipo de aliento: la asfixia sofocante provocada por nuestros egoísmos; asfixia sofocante generada por mezquinas ambiciones y silenciosas indiferencias, asfixia que ahoga el espíritu, reduce el horizonte y anestesia el palpitar del corazón.
El aliento de la vida de Dios nos salva de esta asfixia que apaga nuestra fe, enfría nuestra caridad y cancela nuestra esperanza. Vivir la cuaresma es anhelar ese aliento de vida que nuestro Padre no deja de ofrecernos en el fango de nuestra historia.
El aliento de la vida de Dios nos libera de esa asfixia de la que muchas veces no somos conscientes y que, incluso, nos hemos acostumbrado a «normalizar», aunque sus signos se hacen sentir; y nos parece «normal» porque nos hemos acostumbrado a respirar un aire cargado de falta de esperanza, aire de tristeza y de resignación, aire sofocante de pánico y aversión.
Cuaresma es el tiempo para decir «no». No, a la asfixia del espíritu por la polución que provoca la indiferencia, la negligencia de pensar que la vida del otro no me pertenece por lo que intento banalizar la vida especialmente la de aquellos que cargan en su carne el peso de tanta superficialidad.
La cuaresma quiere decir «no» a la polución intoxicante de las palabras vacías y sin sentido, de la crítica burda y rápida, de los análisis simplistas que no logran abrazar la complejidad de los problemas humanos, especialmente los problemas de quienes más sufren. La cuaresma es el tiempo de decir «no»; no, a la asfixia de una oración que nos tranquilice la conciencia, de una limosna que nos deje satisfechos, de un ayuno que nos haga sentir que hemos cumplido.
Cuaresma es el tiempo de decir no a la asfixia que nace de intimismos excluyentes que quieren llegar a Dios saltándose las llagas de Cristo presentes en las llagas de sus hermanos: esas espiritualidades que reducen la fe a culturas de gueto y exclusión.
Cuaresma es tiempo de memoria, es el tiempo de pensar y preguntarnos: ¿Qué sería de nosotros si Dios nos hubiese cerrado las puertas? ¿Qué sería de nosotros sin su misericordia que no se ha cansado de perdonarnos y nos dio siempre una oportunidad para volver a empezar?


Cuaresma es el tiempo de preguntarnos: ¿Dónde estaríamos sin la ayuda de tantos rostros silenciosos que de mil maneras nos tendieron la mano y con acciones muy concretas nos devolvieron la esperanza y nos ayudaron a volver a empezar?
Cuaresma es el tiempo para volver a respirar, es el tiempo para abrir el corazón al aliento del único capaz de transformar nuestro barro en humanidad.
No es el tiempo de rasgar las vestiduras ante el mal que nos rodea sino de abrir espacio en nuestra vida para todo el bien que podemos generar, despojándonos de aquello que nos aísla, encierra y paraliza.
Cuaresma es el tiempo de la compasión para decir con el salmista: «Devuélvenos Señor la alegría de la salvación, afiánzanos con espíritu generoso para que con nuestra vida proclamemos tu alabanza»; y nuestro barro –por la fuerza de tu aliento de vida– se convierta en «barro enamorado».
02.03.17



El Obispo de Roma encuentra a sus sacerdotes: ‘formación constante y madurez en la fe’

No solo como formación meramente doctrinal, sino a través de los encuentros con el Señor durante la vida
(Roma, 2 de marzo de 2017).- El santo padre Francisco tuvo en la mañana de este jueves un encuentro con los sacerdotes de su diócesis, una cita anual en la catedral de Roma con motivo de la cuaresma.
El Papa confesó al inicio de la misma, siempre en la basílica de San Juan de Letrán, a 15 sacerdotes, y después leyó una meditación escrita de su puño y letra sobre “El progreso de la fe en la vida del sacerdote”, en la que indicó una serie de puntos necesarios en el camino de formación constante y de madurez en la fe.“Señor, aumenta nuestra fe, te lo pedimos también nosotros al inicio de esta meditación”, una fe que debe operar por medio de la caridad”.
Una fe que sea un camino de formación y maduración, sin interpretarlo como “formación meramente doctrinal”, sino a través de los encuentros con el Señor durante la vida”, encuentros que se custodian “come un tesoro nella memoria”. O sea “ese círculo virtuoso al que se refiere el Documento de Aparecida que acuñó la fórmula de discípulos misioneros”.
Señaló que es necesario crecer y perseverar en la fe hasta el final y para ello es indispensable la palabra de Dios. Porque se trata de una fe que debe actuar por medio de la caridad, ser sostenida por la esperanza y estar enraizada en la fe de la Iglesia: memoria, esperanza y discernimiento.
La memoria, lo dice el Catecismo, está enraizada en la fe de nuestros padres.  Hacer memoria de las gracias pasadas otorga a nuestra fe la solidez de la encarnación y la coloca dentro de una historia: la historia de la fe de nuestros padres. Así, nosotros, rodeados de una tal multitud de testigos, mirando hacia donde ellos miraban, ponemos nuestros ojos fijos en Jesús, que da origen a la fe y la lleva a cumplimiento.
La esperanza abre la fe a las sorpresas de Dios. “Nuestro Dios es siempre más grande de 

todo lo que podamos pensar e imaginar de Él, de lo que le pertenece y de su forma de actuar en la historia. La apertura de la esperanza confiere a nuestra fe frescura y horizonte”.
El discernimiento, vuelve operosa la fe por medio de la caridad, permitiendo dar un testimonio creíble. Además el kairos, es fundamentalmente rico de memoria y de esperanza, porque recordando con amor fija con lucidez la mirada en lo que lleva mejor a la Promesa. Y lo que mejor lleva está siempre en relación con la cruz, con ese despojarse de la voluntad, con el drama interior del “no como yo quiero, sino como Tú quieras”, que pone en las manos del Padre y hace que sea El quien guíe nuestra vida.
El Papa señaló la figura de San Pedro y recordó que el Señor le ‘pasó por el tamiz’ para que con su fe nos confirmase a todos nosotros que amamos a Cristo sin haberlo visto.
La fe de Simón Pedro tiene un carácter especial: es una fe que ha sido sometida a pruebas y con ella tiene la misión de confirmar y de consolidar la fe de sus hermanos, nuestra fe”.
La fe de Simón Pedro tiene momentos de grandeza, como cuando confiesa que Jesús es el Mesías, pero a estos momentos le siguen casi inmediatamente otros de gran fragilidad, como cuando quiere alejar al Señor de la Cruz o cuando se hunde sin remedio en el lago, por no hablar de cuando lo reniega tres veces.
a tentación está siempre presente en la vida de Simón Pedro, asegura Francisco. Y añade: Nos enseña, en primera persona, como progresa la fe confesando y dejándose poner a prueba. Y mostrando, además que incluso el pecado entra en el progreso de la fe. Pedro ha cometido uno de los peores pecados, ha renegado del Señor, y sin embargo lo hicieron Papa.
Es importante para un sacerdote saber insertar las propias intenciones y pecados en el ámbito de la oración de Jesús para que nuestra fe no decaiga sino que se acreciente y madure, sirviendo para reforzar, a su vez, la fe de los que le han sido confiados”.
Lo que ayuda en el crecimiento de la fe es tener juntos el pecado propio, el deseo del bien de los demás, la ayuda que recibimos y la que tenemos que dar nosotros”, indicó.
Y precisó: Hace falta unir las dos cosas: si reforzamos la fe de los demás lo hacemos como pecadores. Y cuando pecamos nos confesamos por aquello que somos, sacerdotes, subrayando que tenemos una responsabilidad hacia los demás, no somos como todos”.
Estas dos cosas se unen bien si ponemos delante a la gente, nuestras ovejas, especialmente los más pobres. Es lo que hace Jesús cuando pide a Simón Pedro si le ama, pero no le dice nada ni del dolor ni de la alegría que este amor le causa, hace que mire a sus hermanos de este manera: apacienta mis ovejas; confirma la fe de tus hermanos”.
Nuestros antepasados decían –recuerda el Pontífice– que la fe crece haciendo actos de fe. Y Simón Pedro es el ícono del hombre al que el Señor Jesús hace hacer en todo momento actos de fe.
Cuando Simón Pedro entiende esta dinámica, esta pedagogía del Señor, no pierde ocasión para discernir, en cada momento, cual acto de fe puede hacer . Y no se equivoca. Cuando Jesús actúa como su amo, dándole como nombre “Pedro”, Simón deja que lo haga. Su “así sea” es silencioso, como el de san José, y se demostrará real en el curso de su vida.
Cuando el Señor lo exalta y lo humilla, Simón Pedro no se mira a sí mismo, sino que está atento a aprender la lección de lo que viene del Padre y de lo que viene del diablo. Cuando el Señor lo regaña porque se ha enaltecido deja que lo corrija. Cuando el Señor bromea diciéndole que no tiene que fingir ante los recaudadores de impuestos, va a pescar con las monedas. Cuando el Señor lo humilla y le anuncia que renegará de El, es sincero diciendo lo que siente, como lo será cuando llora amargamente y cuando se deja perdonar.
Tantos momentos diferentes en su vida y sin embargo, una lección única: la del Señor que confirma su fe para que él confirme la de su pueblo. Pidamos también nosotros a Pedro –concluyó el Papa– que nos confirme en la fe para que nosotros podamos confirmar la de nuestros hermanos”.
03.03.17


El Papa en Sta. Marta: El verdadero ayuno es ayudar a los otros. ¿Le pagas a tu empleada según la ley?

Dar a conocer las buenas obras que hacemos es como cobrar un soborno


 Ciudad del Vaticano. 3 Mar. 2017).- De poco sirve el ayuno si uno es injusto, no rompe las cadenas injustas, no comparte el pan con los hambrientos, no da paga lo que indica la ley a los empleados o se da limosna “para hacerse ver”. Lo indicó este viernes el papa Francisco en la misa que celebró en la Casa Santa Marta en el Vaticano,
Basándose en la Primera lectura, en la que Dios reprende a los hipócritas que ayunan, se ocupan solo de sus negocios y oprimen trabajadores. Si de un lado hacen penitencia por el otro realizan injusticias con sus ‘negocios sucios’.
El ayuno es “el arrepentimiento que se nos pide en este tiempo de Cuaresma” y “del corazón que se siente pecador y sabe que es un pecador”. En cambio “el otro es el ayuno ‘hipócrita’ –una palabra usada mucho por Jesús– un ayuno para ser visto o sentirse bien, pero mientras tanto cometen injusticia, no están bien, explotan al pueblo.
-‘Pero yo soy bueno, voy a hacer una buena ofrenda para la Iglesia’.
-‘Más bien dime, ¿pagas lo justo a tus empleados del hogar? ¿a tus empleados les paga en negro? ¿O como manda la ley, de manera que puedan alimentar a sus hijos?'”.
El Papa Francisco narró una historia que ocurrió poco después de la Segunda Guerra Mundial al padre jesuita Pedro Arrupe, cuando era misionero en Japón. Un rico hombre de negocios le dio una donación por su actividad evangelizadora, pero llevó consigo a un fotógrafo y un periodista. El sobre contenía sólo 10 dólares. “Esto es lo mismo que hacemos cuando no pagamos lo justo a nuestra gente”, dijo.
Por eso, precisó el Pontífice, Jesús dijo: “Cuando rezas, que sea en secreto, cuando das limosna, no toquen trompeta, cuando ayunes, no estés triste ‘, es lo mismo que si dijese: ‘Por favor, cuando hagan un buen trabajo no tomen como soborno esta buena obra, es sólo para el Padre'”.
También nos ayudará a pensar lo que un hombre siente después de una cena que le costó 200 euros, por ejemplo, y yendo a casa ve a un hambriento, lo mira y sigue caminando. Nos hará bien en pensar en esto”.
04.03.17


Francisco al Congreso de música sacra: valorizar la tradición, saber ‘inculturar’, evitando la mediocridad

El Congreso internacional de música sacra, llevó por título: ‘Música e Iglesia: culto y cultura 50 años después del documento ‘Musicam sacram’
(Ciudad del Vaticano, 4 Mar. 2017).- La música sacra y el canto litúrgico tienen una tarea: “donarnos el sentido de la gloria de Dios, su belleza, su santidad que nos envuelve como una “nube luminosa”.
Lo indicó el papa Francisco este sábado en el Vaticano, en la audiencia que concedió a los participantes del Congreso internacional de música sacra, que llevó por título: ‘Música e Iglesia: culto y cultura 50 años después del documento Musicam sacram”.
El congreso fue organizado del 2 al 4 de marzo por el Consejo pontificio de la cultura, por la Congregación para al educación católica, en colaboración con el Consejo pontificio de música sacra, y del Instituto pontificio litúrgico del Ateneo de San Anselmo.
El Santo Padre recordó que el Concilio Vaticano II advirtió la dificultad de los fieles para participar en la liturgia, en su lenguaje y signos. Así fueron emanadas instrucciones, entre las cuales el documento Musicam Sacram.
La finalidad era la una participación más intensa de la asamblea de los fieles, y se señalaba que la verdadera solemnidad no dependía tanto de las formas ricas o del aparato y fausto, sino “del modo digno y religioso de la celebración”, respetando el religioso silencio y la musicalidad del lenguaje con la cual el Señor nos habla.
Señaló también a los presentes reunidos en la Sala Clementina, que se trata de “custodiar y valorizar el rico y multiforme patrimonio heredado del pasado, utilizándolo con equilibrio en el presente y evitando el riesgo de una visión nostálgica o ‘arqueológica’”. Por ello se invitó que la música sacra y el canto litúrgico sean “plenamente inculturados en los lenguajes artísticos y musicales actuales”.
El Papa reconoció entretanto que en esta tarea, aparecieron diversos problemáticas relacionadas con el lenguaje, las formas y los géneros musicales y que a veces prevaleció una cierta mediocridad, superficialidad y banalidad, en perjuicio de la belleza y de la intensidad de las celebraciones litúrgicas.
Invitó así a “promover una adecuada formación musical, también entre quienes se preparan para ser sacerdotes” y elogió la “reflexión sobre la formación estética y musical sea del clero que de los religiosos, como de los laicos empeñados en la vida pastoral, y más directamente en las scolae cantorum.
Porque “encarnar y traducir la Palabra de Dios en cantos, sonidos, armonías que hagan vibrar el corazón de nuestros contemporáneos, creando también un clima emotivo oportuno, que disponga a la fe y suscite la acogida y la plena participación al misterio que se celebra”. Es necesario, concluyó el Papa “que la asamblea litúrgica y el pueblo de Dios perciban y participen con todos los sentidos, físicos y espirituales al misterio de Dios”.
05.03.17


Francisco en el Ángelus: llevemos la Biblia con nosotros, como hacemos con nuestro teléfono móvil

El Santo Padre pide en este tiempo de cuaresma a “seguir las huellas de Jesús” y “familiarizarse con la Biblia”.


Ciudad del Vaticano.- El santo padre en sus palabras después de rezar la oración del ángelus, este domingo desde su estudio que da a la Plaza de San Pedro, invitó en este tiempo de cuaresma a “seguir las huellas de Jesús” y “familiarizarse con la Biblia”.
Durante los cuarenta días de la Cuaresma –dijo Francisco– como cristianos estamos invitados a seguir las huellas de Jesús y a hacer frente a la batalla espiritual contra el maligno con la fuerza de la Palabra de Dios. No con nuestra palabra: no sirve. La Palabra de Dios: aquella que tiene la fuerza para derrotar a Satanás”.
Añadió que “para ello hay que familiarizarse con la Biblia: leerla menudo, meditarla, asimilarla. La Biblia contiene la Palabra de Dios, que siempre es actual y eficaz”.
¿Qué pasaría si tratamos la Biblia como tratamos a nuestro teléfono móvil? Si la lleváramos siempre con nosotros, o al menos el pequeño Evangelio de bolsillo, ¿qué sucedería? Si nos volviéramos cuando nos la olvidamos: tú te olvidas el teléfono celular… “¡No lo tengo, vuelvo a buscarlo!”. Si la abriéramos varias veces al día; si leyéramos los mensajes de Dios contenidos en la Biblia como leemos los mensajes del teléfono… ¿qué sucedería?
Claramente –dijo el Pontífice– la comparación es paradójica, pero hace reflexionar. De hecho, si tuviéramos la Palabra de Dios siempre en el corazón, ninguna tentación podría alejarnos de Dios y ningún obstáculo podría desviarnos del camino del bien; sabríamos vencer las sugerencias cotidianas del mal que está en nosotros y fuera de nosotros; seríamos más capaces de vivir una vida resucitada según el Espíritu, acogiendo y amando a nuestros hermanos, especialmente a los más vulnerables y necesitados, y también a nuestros enemigos”.
ZENIT- Ciudad del Vaticano, 5 Mar. 2017).- El Santo Padre rezó este domingo en el que se alternó el son con la lluvia, el ángelus desde su estudio delante de la plaza de San Pedro.
A continuación el texto completo de sus palabras:
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

En este primer domingo de Cuaresma, el Evangelio nos introduce en el camino hacia la Pascua y nos muestra a Jesús que permanece durante cuarenta días en el desierto, sujeto a las tentaciones del diablo (cf. Mt 4,1-11).
Este episodio se coloca en un momento preciso de la vida de Jesús: inmediatamente después de su bautismo en el río Jordán y antes del ministerio público. Él acaba de recibir la investidura solemne: el Espíritu de Dios descendió sobre Él, el Padre del cielo lo declaró “Mi Hijo amado” (Mateo 3:17).
Jesús está ya listo para comenzar su misión; y porque tiene un enemigo declarado, es decir, Satanás, Él lo afronta de inmediato, “cuerpo a cuerpo”. El diablo hace presión sobre el título de “Hijo de Dios” para alejar a Jesús del cumplimiento de su misión: “Si eres Hijo de Dios …”, le repite tres veces(v 3.6), y le propone hacer gestos milagrosos, de hacer ‘el mago’, como convertir las piedras en pan para satisfacer su hambre, y saltar de los muros del templo haciéndose salvar por los ángeles. A estas dos tentaciones, sigue la tercera: adorarlo a él, el diablo, para tener el dominio sobre el mundo (cf. v. 9)”.
Mediante esta triple tentación, Satanás quiere desviar a Jesús del camino de la obediencia y la humillación – porque sabe que así, por este camino, el mal será derrotado – y llevarlo por el falso atajo del éxito y la gloria.
Pero las flechas venenosas del diablo son todas los “paradas” por Jesús con el escudo de la Palabra de Dios (vv. 4.7.10) que expresa la voluntad del Padre.
Jesús no dice alguna palabra propia: responde con la Palabra de Dios. Y así el Hijo, lleno de la fuerza del Espíritu Santo, sale victorioso del desierto”.
Durante los cuarenta días de la Cuaresma, como cristianos estamos invitados a seguir los pasos de Jesús y a hacer frente a la batalla espiritual contra el maligno con la fuerza de la Palabra de Dios. No con nuestra palabra: no sirve. La Palabra de Dios: aquella que tiene la fuerza para derrotar a Satanás. Para ello hay que familiarizarse con la Biblia: leerla menudo, meditarla, asimilarla.
La Biblia contiene la Palabra de Dios, que siempre es actual y eficaz. Alguien dijo: ¿qué pasaría si tratamos la Biblia como tratamos a nuestro teléfono móvil? Si la lleváramos siempre con nosotros, o al menos el pequeño Evangelio de bolsillo, ¿qué sucedería? Si nos volviéramos cuando nos la olvidamos: tú te olvidas el teléfono celular… “¡No lo tengo, vuelvo a buscarlo!”. Si la abriéramos varias veces al día; si leyéramos los mensajes de Dios contenidos en la Biblia como leemos los mensajes del teléfono… ¿qué sucedería?
Claramente la comparación es paradójica, pero hace reflexionar. De hecho, si tuviéramos la Palabra de Dios siempre en el corazón, ninguna tentación podría alejarnos de Dios y ningún obstáculo podría desviarnos del camino del bien;
sabríamos vencer las sugerencias diarias del mal que está en nosotros y fuera de nosotros; seríamos más capaces de vivir una vida resucitada según el Espíritu, recibiendo y amando a nuestros hermanos, especialmente a los más vulnerables y necesitados, y también a nuestros enemigos”.
Que la Virgen María, imagen perfecta de la obediencia a Dios y de la confianza incondicional a su voluntad, nos sostenga en nuestro camino cuaresmal, a fin de que nos pongamos en dócil escucha de la Palabra de Dios para hacer una verdadera conversión del corazón.
El Papa reza la oración del ángelus y después dice:
Queridos hermanos y hermanas, dirijo un cordial saludo a las familias, a los grupos parroquiales, a las asociaciones y a todos los peregrinos que llegaron de Italia y de diversos Países.
Saludó también a los fieles provenientes de las diócesis de Madrid, Córdoba y Varsovia, así como a los de Belluno y Mestre. Saludo a los jóvenes del decanato de Biaggio (Milán), y a los participantes el encuentro promovido por las Maestra Pías Filipinas.
Hace pocos días hemos iniciado la Cuaresma, que es el camino del Pueblo de Dios hacia la Pascua, un camino de conversión, de lucha contra el mal con el arma de la oración, del ayuno y de las obras de caridad.
Les deseo a todos que el camino cuaresmal sea rico de frutos; y les pido que se recuerden en sus oraciones de mí y de mis colaboradores de la Curia Romana, que esta tarde iniciaremos la semana de Ejercicios Espirituales. Gracias de corazón por esta oración que harán. Y por favor no se olviden, no se olviden: ¿Qué pasaría si tratáramos la Biblia como tratamos a nuestro teléfono celular?
Piensen en esto. ¡La Biblia siempre con nosotros, cerca de nosotros! Les deseo un buen domingo, ‘Buon pranzo e arrivederci’!
06.03.17

Meditaciones de cuaresma ante el Papa: ‘¿Escucho la voz del Señor, que habla con humildad?’

Los ejercicios en la casa Divin Maestro de Ariccia, durarán hasta el próximo viernes
6 MARZO 2017

Roma, 6 Mar. 2017).- La primera meditación de los ejercicios espirituales predicados por el padre Giulio Michelini ante el papa Francisco y sus colaboradores cercanos de la Curia romana, se realizó este lunes por la mañana.
Ayer domingo por la tarde en cambio, fue la introducción a los Ejercicios, los cuales durarán hasta el viernes por la mañan y que incluyen dos meditaciones cotidianas.
Lo informó la Radio Vaticano, precisando que en su predicación, el sacerdote franciscano invitó a las 74 personas presentes a plantearse algunos interrogantes sobre la propia vida espiritual.
Entre las cuales: “¿Escucho la voz del Señor, que habla de manera humilde, o pongo mis intereses personales antes del Reino de Dios? Jesús tomaba sus decisiones en la oración, no a través de sueños o magos, como en cambio hacía Alejandro Magno, de acuerdo a la narración de Plutarco”, dijo.
Así el padre Michelini exhortó a los presentes a preguntarse cómo ellos toman las decisiones importantes de la propia vida:¿Con qué criterio discierno? ¿Escucho la palabra de Dios que habla de manera humilde?
Jesús revela poco a poco su vocación y en su vida deja mucho espacio a los encuentros. Además en la tradición judía, con el final de la gran profecía, se consideraba que Dios seguía hablando de manera humilde: a través de los niños o de los locos. O con una comunicación similar al susurro de un viento suave como le sucedió a Elías en el monte Oreb.
Apoyándose en esto el padre Michelini hace otro llamado a la reflexión: “¿Tengo la humildad de escuchar a Pedro? ¿Tenemos la humildad de escucharnos los unos a los otros, evitando los prejuicios que tenemos, y con atención para recoger lo que Dios quiere decirnos a pesar de mis cierres? ¿Escucho la voz de los otros, quizás débil, o escucho solamente mi voz?
Entre las muchas reflexiones del fraile menor, también la de Hanna Arendt que indicaba la banalidad del mal, refiriéndose a como los jerarcas nazis hablaban de las atrocidades cumplidas por ellos, paragonando esto  a la brutalidad con la que se realizó el asesinato de Juan el Bautista por pedido de Herodías.
La última reflexión fue: “¿Me pregunto si tengo el coraje de ir hasta el fondo para seguir a Jesucristo, tomando en cuenta que esto significa cargar la cruz como él ha dicho, anunciando la resurrección, la alegría, pero también la prueba?: Si alguien quiere venir detrás de mi, reniegue a sí mismo, toma su cruz y me siga”.
07.03.17



El Papa realizó el segundo día de los ejercicios espirituales

Con la tercera y cuarta meditación realizada por el franciscano
(Roma).- El papa Francisco realizó este martes en la casa de retiros Divin Maestro, su segundo día de retiro. Situada a pocos kilómetros de Roma, en la zona de los llamados ‘Castelli Romani’, la estructura de los Paulinos está alojando al Santo Padre y a unos 70 de sus colaboradores cercanos de la Curia Romana.
El sacerdote franciscano, Giulio Michellini realizó ayer lunes por la tarde la segunda meditación: “Pan y cuerpo, vino y sangre”, Matteo, 26, 20-35) y hoy por la mañana : «Las últimas palabras de Jesús y el inicio de la pasíon» (Matteo, 26, 1-19).
Entre las invitaciones a reflexionar realizadas por el fraile menor, está la de la división de los cristianos: “Cómo es posible que nosotros cristianos que deberíamos encontrar la unidad justamente entorno a la cena, reproducimos como la Comunidad de Corinto, dinámicas divisorias”.
El predicador invitó también a preguntarnos “si somos conscientes de que Jesús  derramando su sangre ha realmente, con la propia vida y no solamente con las palabras, dicho y dado el perdón de Dios”.
En la meditación de este martes por la mañana, el franciscano profundizó la “dimensión teológica, antropológica y existencial del comer juntos”. Y analizó “las palabras de Jesús sobe el pan y sobre el cáliz”, indicando “también la traición de Judas y la profecía del abandono”.
Los ejercicios espirituales durarán hasta el viernes por la mañana.
08.03.17



Miércoles, tercer día de retiro del papa Francisco

Hoy las meditaciones se centran en el proceso romano, la esposa de Pilatos y los sueños de Dios
(Roma, 8 Mar. 2017). Este miércoles no hubo audiencia general en la plaza de San Pedro, debido a que el papa Francisco se encuentra participando a los ejercicios espirituales con motivo de la cuaresma, en la localidad de Ariccia, situada a unos 30 kilómetros de esta ciudad, en la casa de retiros Divino Maestro.
El retiro del Papa junto a unos 70 colaboradores de la Curia Romana, en la estructura de los Paulinos, inició el domingo 5 por la tarde con la introducción, en la que el sacerdote franciscano Giulio Michelini reflexionó sobre ‘La confesión de Pedro y el camino de Jesús hacia Jerusalén’.
El lunes fueron las dos primeras meditaciones, con el inicio de la Pasión, seguidas por otras dos el martes, sobre la oración en Getsemani, el arresto de Jesús y la traición de Judas. Y hoy se centran en el proceso romano, la esposa de Pilatos y los sueños de Dios.
El programa diario del retiro, inicia a las 7:30 de la mañana, con la santa misa. Una hora después es el desayuno, y a las 9:30 el fraile menor predica la primera meditación.
Después viene almuerzo a las 12:30, y el programa retoma a las 16, con la segunda meditación del día.
Por la tarde, a las 18:00 se cantan las vísperas, seguida por la adoración eucarística.
La jornada del retiro concluye después de la cena programada para las 19:30.
Por esta pausa de reflexión y plegaria, el Santo Padre pidió oraciones después de rezar el angelus el domingo pasado, y en un tweet. El retiro concluye este viernes 10, con la última meditación. 
 09.03.17


Penúltimo día de los Ejercicios espirituales del Papa

En la meditación sobre la Pasión de Jesús, el predicador propone también la experiencia de una pareja de esposos
- Los ejercicios espirituales que está realizando el papa Francisco junto a unos 70 colaboradores cercanos de la Curia Romana, entre cardenales, obispos y sacerdotes, llega hoy jueves a su penúltimo día. Mañana viernes, con la última meditación matutina concluirá esta semana iniciada el domingo 5 por la tarde en la casa de retiros Divín Maestro, situada en la localidad de Ariccia, en las inmediaciones de Castel Gandolfo.
El lunes fueron las dos primeras meditaciones, con el inicio de la Pasión, seguidas por otras dos el martes, sobre la oración en Getsemani, el arresto de Jesús y la traición de Judas. El miércoles se concentraron en el proceso romano, la esposa de Pilatos y los sueños de Dios y hoy jueves irrumpen con discreción las santas mujeres en la escena de la pasión.
El sacerdote franciscano, fray Giulio Michelini, quiso apoyar su meditación en la experiencia de una pareja de esposos, Mariateresa Zattoni e Gilberto Gillini, que describieron el perfil de la esposa de Poncio Pilatos y su intento fracasado de salvar a Jesús, cuando su marido se lava las manos.
El predicador que este jueves partió de la idea que “la muerte de Jesús es verdadera y no aparente”, señaló algunos pasos del Evangelio que son ‘incómodos’, como “el sentimiento de abandono de Jesús en la Cruz”, al punto de que quienes están debajo de la cruz “piensan que está llamando a Elías”. Con una serie de malentendidos sobre la relación de Jesús con sus apóstoles, debido a obstáculos humanos. E invita a preguntarse si por ‘cierres’ o por orgullo no entendemos a los otros, porque “no queremos entender”.
Y Michelini examinael sueño de la esposa de Pilatos, que vistos en conjunto podríamos llamarlos “sueños de Dios”, como el del inicio del Evangelio que les lleva a huir a Egipto, o el de los magos que entienden lo que deben hacer para evitar a Herodes, o el de la mujer de Pilatos. Sueños que llevan a preguntarnos, indicó el predicador: “¿Cuál es mi sueño? ¿Corresponde por lo que puedo entender al sueño de Dios por mi?
10.03.17


El Papa a ‘Teléfono amigo’: Escuchen al necesitado como Dios nos escucha cuando rezamos

Una tarea fundamental en un mundo en donde la comunicación es cada vez más virtual y menos real
 (Ciudad del Vaticano, 11 Mar. 2017).- A través del diálogo y la escucha podemos contribuir a la construcción de un mundo mejor, haciéndolo un lugar de acogida y de respeto, evitando así las divisiones y los conflictos”. Lo indicó el Papa Francisco este sábado por la mañana en el Vaticano, en la audiencia concedida a los integrantes del ‘Telefono Amico‘ (Teléfono amigo), el servicio de una asociación de voluntarios que cumple 50 años de actividad.
Teléfono amigo, ofrece desde 1967 un servicio gratuito durante todo el año, gracias a sus 700 voluntarios que “escuchan a quienes se encuentren en una situación de soledad, angustia, tristeza, rabia y malestar… y a quien sienta necesidad de compartir estas emociones con una voz amiga”, se lee en su web.
Así en la Sala Clementina el Papa les indicó que considera su servicio “importante, especialmente en el actual contexto social” donde existe “aislamiento y falta de diálogo” típico en las grandes ciudades, con “indiferencia difusa, comunicación cada vez más virtual y menos personal, carencia de valores sólidos sobre los cuales fundar la existencia, cultura del tener y del aparecer”.
Además, indicó el Papa, “el diálogo es expresión de la caridad” y a través del mismo “podemos aprender a no ver al otro como una amenaza, sino como un don de Dios”.
Claro, reconoció el Pontífice, “escuchar al otro requiere paciencia y atención”. Y solamente quien sabe callar sabe escuchar: escuchar a Dios, al hermano ya la hermana que necesitan ayuda, a un amigo o a un familiar”. Además Dios “es el ejemplo más excelente de escucha: cada vez que le rezamos”.


La actitud de escucha, de la cual Dios es modelo, nos impulsa a derribar los muros de las incomprensiones, a crear puentes de comunicación, superando el aislamiento y el encerrarse en el propio pequeño mundo” dijo.
El Papa concluyó sus palabras indicando: “cuento con vuestras oraciones” y les confió “a la protección de la Virgen María, mujer de silencio y escucha. La audiencia concluyó con la bendición apostólica.
12.03.17


La cruz no es “un objeto” sino “una llamada del amor” de Jesús

El papa invita a contemplar el crucifijo....traducción completa del ángelus





(Ciudad del Vaticano).- La cruz cristiana, no es “un objeto de la casa o un adorno para llevar” sino “un recordatorio del amor” de Jesús “el símbolo de la fe cristiana”, ha declarado el papa Francisco en el ángelus de este domingo 12 de marzo de 2017.
En la introducción mariana en presencia de unas 35.000 personas en la Plaza San Pedro, el Papa ha recomendado contemplar la imagen del crucifijo durante el tiempo de cuaresma: “Hagamos de manera que la cruz vaya marcando las etapas de nuestro itinerario de cuaresma para comprender cada vez más la gravedad del pecado y el valor del sacrificio con el cual el redentor nos ha salvado”.
Palabras del papa antes del ángelus
¡Queridos hermanos y hermanas, buenos días!
El evangelio de este segundo domingo de cuaresma, nos presenta el trozo de la Transfiguración de Jesús (cf. Mt. 17, 1-9). Toma Jesús consigo a sus apóstoles, Pedro, Santiago y Juan y les lleva aparte a un monte alto, allí se ve este fenómeno, el rostro de Jesús “brilla como el sol y sus vestidos se volvieron blanquísimos como la luz” (v.2), de tal manera el Señor hace resplandecer en su persona esta gloria divina que se podría acoger con la fe en su predicación y también en sus gestos milagrosos. Y la transfiguración se acompaña, sobre el monte, con la aparición de Moisés y Elias “que conversaban con El” (v.3). La luminosidad que caracteriza este evento extraordinario simboliza el desafío de iluminar los espíritus y corazones de los discípulos para que puedan comprender claramente quién essu Maestro. Y es una chispa de luz que se abre improvisadamente sobre el misterio de Jesús e ilumina toda su persona y toda su historia.

Desde ahora firmemente comprometido hacía Jerusalén  donde deberá sufrir la condenación a muerte por la crucifixión Jesús quiere preparar a los suyos para el escándalo de la cruz, demasiado fuerte para su fe, y al mismo tiempo anunciar con antelación su resurrección, que se manifiesta como el Mesías, el Hijo de Dios. Y Jesús les prepara para ese momento triste y (portador) de tanto sufrimiento. En efecto, Jesús  muestra unas expectativas diferentes a lo que imaginaron del Mesías, sobre cómo sería el Mesías; no es un rey poderoso y glorioso, sino un siervo humilde y desarmado, no es un señor de una gran riqueza signo de bendición, sino un hombre pobre que no tiene donde reclinar la cabeza, no un patriarca con una numerosa descendencia, sino como uno más, sin casa y sin nido. Es verdaderamente una revelación de Dios invertida y el signo más desconcertante de esta inversión escandalosa, es la cruz. Pero es a través de la cruz cómo Jesús va a llegar a la resurrección gloriosa, que será definitiva, no como esta transfiguración que ha durado un momento, un instante.
Jesús transfigurado en el monte Tabor, ha querido mostrar a sus discípulos su gloria, no para evitarles pasar por la cruz, sino para indicar a dónde conduce la cruz. Quien muere con Cristo con Cristo resucitará. La cruz es la puerta de la resurrección. Quién lucha con El, con El triunfará. Es el mensaje de la esperanza que la cruz de Jesús contiene, exhortando en la fuerza, en nuestra existencia.
La cruz cristiana no es un objeto de la casa o un ornamento para llevar, sino que la cruz 
cristiana es un recordatorio del amor con el cuál Jesús se ha sacrificado para salvar a la humanidad del mal y del pecado. En este tiempo de cuaresma, contemplemos con devoción la imagen del crucifijo: Jesús en la cruz marca las etapas de nuestro itinerario de cuaresma para comprender cada vez más la gravedad del pecado y el valor del sacrificio con el cuál el Redentor, nos ha salvado a todos.
La Virgen Santa, ha sabido contemplar , la gloria de Dios escondido en su humanidad. Que ella nos ayude a permanecer con El en la oración silenciosa, a dejarnos iluminar por su presencia, para llevar en nuestro corazón , a través de las más oscuras noches, un reflejo de su gloria. 
13.03.17


El papa Francisco elegido el 13 de marzo de 2013, en el signo de la misericordia

El programa que movió a los cardenales en el pre-cónclave
(Roma, 13 Mar. 2017).- Se cumplen este lunes, cuatro años desde que los cardenales reunidos en cónclave en la Capilla Sixtina, eligieron al cardenal Jorge Mario Bergoglio, SJ, arzobispo de Buenos Aires, como sucesor de Pedro. Una elección bajo el signo de la misericordia divina, de acuerdo a la clave de lectura programática que el Papa dio a su escudo episcopal, después pontificio. Una elección basada en un programa elegido por los cardenales electores impresionados por la intervención del cardenal argentino en el ‘pre-cónclave’. La elección de un Papa es la elección de Dios, y los cardenales en oración fueron así guiados en su voto por el pre-discernimiento antes del cónclave.
Estos primeros cuatro años del pontificado del papa Francisco han constituido una marcha del obispo y del pueblo de Dios en la oración, en la caridad, en la confianza, para construir un mundo de fraternidad bajo la mirada de la Virgen María.
El cardenal Jean-Louis di Vaissière en su reciente libro “François dans la tempête” (Francisco en la tempestad ) dice: “El papa argentino, perfectamente fiel al dogma, trae en la Iglesia aire fresca e intenta poner en acto todo lo que en el Concilio no ha sido plenamente actuado. Da el buen ejemplo más con los gestos que con las palabras, tiene un mensaje maravilloso de esperanza: el de una Iglesia empeñada por los pobres, en la lucha por la vida de más de siete mil millones de personas”.
El pre-conclave
Sabremos sucesivamente que en las asambleas generales antes del cónclave en la que participaron 161 cardenales entre electores y no electores, se hizo camino el nombre de Bergoglio después de un discurso que él realizó. El cardenal arzobispo hoy emérito de La Habana, Jaime Ortega, pidió después al cardenal Bergoglio si podía tener lo que había dicho. Bergoglio escribió así de puño y letra apuntes para su colega cubano, quien tras de su elección como Papa le pidió poder publicarlo.
Para el cardenal Ortega fue un discurso “magistral, perspicaz, atrayente y auténtico”, que reflejaba en cuatro puntos una evaluación de la situación de la Iglesia.
Coraje y celo por la evangelización: Bergoglio afirmaba que “la Iglesia tiene que salir de sí misma y buscar las periferias”, no solamente geográficas pero también humanas y existenciales, que es necesario ir a los más pequeños, acercando a las personas cuando manifiestan el pecado, el dolor, la injusticia y la ignorancia.
Las ‘enfermedades’ de la Iglesia cuando no evangeliza consisten en la autoreferencialidad, en el “narcisismo teológico”, lejos de la mirada del mundo y “pretendiendo tener a Jesucristo, sin salir afuera”.
Francisco pide discernir entre Iglesia evangelizadora, “la del ‘Dei Verbum religiose audiens et fidenter proclamans’ (la Iglesia que religiosamente escucha fielmente proclama la palabra de Dios”, y de otro lado “la Iglesia mundana que vive en sí, de sí misma y para sí”. Este discernimiento “tienen que iluminar los posibles cambios y reformas que es necesario realizar para la salvación de las almas”.
Último punto: “Pensando al próximo Papa: un hombre que, a través la contemplación de Jesucristo y la adoración de Jesucristo, ayude a la Iglesia a salir de sí misma hacia las periferias existenciales, que la ayude a ser la madre fecunda que vive de la dulce y confortante alegría de evangelizar”.
Este es el programa al cual se confiaron los electores que eligieron a Jorge Mario Bergoglio. Y esta reforma realizada bajo el signo de la misericordia, como demuestra también la sorpresa del Jubileo extraordinario, ha encontrado en él un padre espiritual: él ha querido de algún modo favorecer a la Iglesia y al mundo con su experiencia de misericordia que ha marcado su vocación y lo ha acompañado en la tempestades de la historia, haciendo parte de él como ancla de salvación.
Cada cristiano -la gente y especialmente los jóvenes, en vista del sínodo dedicado a ellos en el 2018- puede a su vez vivir la ‘misericordia’ todos los días. Y la unión entre misericordia y evangelización marca los viajes papales, incluido el próximo a Fátima, con motivo del centenario de las apariciones, en mayo próximo.
14.03.17