25 de juny 2016

PAPA.... ECUMÈNIC...



El Papa en el encuentro ecuménico asegura que solo el amor borra los prejuicios
Francisco concluye la segunda jornada del viaje a Armenia, recordando que la unidad no es un beneficio estratégico para buscar mutuos intereses
25 junio 2016

Papa Francisco y Karekin II 

 Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha concluido la segunda jornada de su viaje a Armenia con un encuentro ecuménico y oración por la paz en la plaza de la República de la capital, Ereván. En encuentro en el que el Santo Padre ha pedido que se retome el camino de reconciliación entre el pueblo armenio y el pueblo turco, y que la paz brote también en el Nagorno Karabaj, la zona de conflicto con Azerbaiyán.
El Pontífice, reflexionado sobre la unidad entre las Iglesias, ha recordado que en los años pasados, se han intensificado las visitas y los encuentros “entre nuestras Iglesias, siendo siempre muy cordiales y con frecuencia memorables”. Además, ha explicado que la unidad no es un beneficio estratégico para buscar mutuos intereses, “sino lo que Jesús nos pide y que depende de nosotros cumplir con buena voluntad y con todas las fuerzas, para realizar nuestra misión”, es decir, “ofrecer al mundo, con coherencia, el Evangelio”.
El encuentro se ha celebrado en armenio e italiano y después de la oración del Padre Nuestro, cada uno en su lengua, y las lecturas, también el Catholicós Karekin II, ha dirigido unas palabras a los presentes, invocando la paz y animando a la unidad.   Por su parte, el Papa ha asegurado que ha llegado a este país, el primero en abrazar la fe cristiana, como peregrino y para mostrarles el “afecto de vuestro hermano, es el abrazo fraterno de toda la Iglesia Católica, que os quiere y que está cerca de vosotros”.
El Santo Padre ha invitado a compartir con gran alegría los muchos pasos de un camino común que ya está muy avanzado, y mirar con confianza al día en que “estaremos unidos junto al altar del sacrificio de Cristo, en la plenitud de la comunión eucarística”.
En este trayecto, ha observado Francisco, preceden de forma particular los mártires, “nuestras estrellas en el cielo”, que “resplandecen sobre nosotros” e “indican el camino que nos falta por recorrer en la tierra hacia la comunión plena”.
A propósito de la unidad, el Papa ha indicado que “es hermoso estar aquí reunidos para rezar unos por otros, unos con otros”. Por eso ha precisado que es, sobre todo, el don de la oración el “que he venido a pediros esta tarde”. Solo el amor, ha indicado el Papa, borra los prejuicios y permite reconocer que la apertura al hermano purifica y mejora las propias convicciones.  Estamos llamados  –ha asegurado– a tener la valentía de dejar las convicciones rígidas y los intereses propios, en nombre del amor que se abaja y se da, en nombre del amor humilde. Y ha pedido seguir este camino con determinación y correr hacia la plena comunión. 
Por otro lado, reflexionando sobre la paz, el Papa ha dirigido su pensamiento a las poblaciones forzadas a abandonar todo, de modo particular en Oriente Medio, donde sufren violencia y persecución a causa del odio y de conflictos, fomentados siempre “por la plaga de la proliferación y del comercio de armas”, “por la tentación de recurrir a la fuerza” y “por la falta de respeto a la persona humana, especialmente a los débiles, a los pobres y a los que piden sólo una vida digna”.
A continuación, ha hablado nuevamente del “Gran Mal” que abatió a Armenia, asegurando que “este trágico misterio de iniquidad que vuestro pueblo ha experimentado en su carne, permanece impreso en la memoria y arde en el corazón”. Y recordar el sufrimiento de este pueblo, ha asegurado Francisco, no es solo oportuno, sino necesario. Y así pueda ser una advertencia “para que el mundo no caiga jamás en la espiral de horrores semejantes”.
Asimismo ha subrayado que las heridas que permanecen abiertas y que han sido producidas por el odio feroz e insensato, pueden “conformarse a las de Cristo resucitado”.  Y ha indicado que también el dolor más grande, transformado por el poder salvífico de la cruz, de la cual los Armenios son heraldos y testigos, “puede ser una semilla de paz para el futuro”.
El Pontífice ha invitado a todos a comprometerse para poner las bases de un futuro que no se deje absorber por la fuerza engañosa de la venganza. Un futuro, “donde no nos cansemos jamás de crear las condiciones por la paz”: un trabajo digno para todos, el cuidado de los más necesitados y la lucha sin tregua contra la corrupción, que tiene que ser erradicada.
Para finalizar el Santo Padre, saludando también a los armenios en la diáspora, les ha asegurado que todo el mundo necesita de su mensaje, presencia y testimonio más puro.
Antes del encuentro ecuménico, el Pontífice y el Catholicós visitaron la Catedral Armenia Apostólica “Yot Verk”. Allí fue recibido por el Catholicós y ambos entraron en procesión. En el interior de la Catedral había algunos obispos Armenio-Apostólicos y un pequeño grupo de discapacitados y refugiados sirios. Francisco y Karekin II se detuvieron en oración silenciosa frente al ícono mariano de las siete llagas y después veneraron el Crucifijo. Al final, el Papa impartió la bendición. A la salida, el Santo Padre recibió un regalo de una benefactora argentina y se dirigió a la Catedral de los Santos Mártires.
La Catedral Armenia Católica de los Santos Mártires de Gyumri, también está en la plaza Vartanants. A la entrada les estaban esperando el Ordinario para los Armenios Católicos de la Europa Oriental, el arzobispo Raphael François Minassian, y el párroco. En el interior de la Catedral había algunos benefactores de la Iglesia Armenio Católica. Después de la entrada en procesión y de la oración del Papa, el Catholicós impartió la bendición.
 26.06.16



Francisco y Karekin II piden abrir el corazón y las manos a las víctimas de la guerra y el terrorismo
El Santo Padre y el supremo patriarca y Catholicós de todos los armenios firman una declaración conjunta
26 junio 2016
Roma).- El papa Francisco y el supremo patriarca y Catholicós de todos los armenios, Karekin II, han firmado una declaración conjunta, en la tarde del domingo antes del último encuentro organizado en la visita a Armenia.
De este modo, ambos recuerdan que lamentablemente somos testigos de una inmensa tragedia que sucede delante de nuestros ojos. “Innumerables personas inocentes asesinadas, deportadas y obligadas a un doloroso e incierto exilio de continuos conflictos con base étnica, política y religiosa en Oriente Medio y otras partes del mundo”, advierten.
Al respecto, recuerdan que como consecuencia, minorías étnicas y religiosas se han convertido en el objetivos de persecuciones y de trato cruel, hasta el punto que tales sufrimientos “por motivo de pertenencia a una confesión religiosa” se han convertido en una realidad cotidiana”. Por eso reconocen que los mártires “pertenecen a todas las Iglesias y su sufrimiento constituye” un “ecumenismo de la sangre” que trasciende a las divisiones históricas entre los cristianos, llamando a todos a “promover la unidad visible de los discípulos de Cristo”.
El Papa y Karekin II rezan unidos por “un cambio en el corazones de todos los que cometen estos crímenes y en aquellos que están en condiciones de parar la violencia”. De este modo piden a los jefes de las naciones que “escuchen la petición de millones de seres humanos” que esperan con ansia “paz y justicia en el mundo” y piden “el respeto de sus derechos atribuidos por Dios, que necesitan urgentemente pan, no armas”.
En esta misma línea se lamentan que estamos asistiendo a una presentación de las religiones y los valores religiosos “de una forma fundamentalista” que es usada para justificar la difusión del odio, de la discriminación y la violencia”. Además, precisan que “el respeto por las diferentes religiones” es la condición necesaria “para la pacífica convivencia de distintas comunidades étnicas y religiosas”.
Como cristianos estamos llamados –reconocen– a buscar y desarrollar caminos de reconciliación y de paz. En concreto, expresan su esperanza por una solución pacífica en las cuestiones de Nagorno-Karabakh, zona de conflicto entre Armenia y Azerbaiyán.
El Pontífice y el Patriarca piden a los fieles de sus Iglesias “abrir el corazón y las manos a las víctimas de la guerra y del terrorismo, a los refugiados y sus familias”. Está en juego –advierten– el sentido mismo de nuestra humanidad, de nuestra solidaridad, compasión y generosidad, que puede ser expresado de forma apropiada “solamente mediante un inmediato y práctico uso de recursos”.
Por otro lado, se muestran también preocupados por la crisis de la familia en muchos países. Aseguran que la Iglesia Apostólica Armenia y la Iglesia Católica “comparten la misma visión de la familia, basada en el matrimonio, acto de gratuidad y de amor fiel entre un hombre y una mujer”.
En la declaración, confirman que a pesar de las persistentes divisiones entre cristianos, “hemos comprendido más claramente que lo que nos une es mucho más de lo que nos separa”. Hoy estamos convencidos –precisan– de la importancia crucial para desarrollar estas relaciones, emprendiendo una profunda y más decisiva colaboración no solo en campo teológico, sino también en la oración y en una activa cooperación a nivel de las comunidades locales, en la perspectiva de compartir una plena comunión y expresiones concretas de unidad.
Finalmente, Francisco y Karekin II exhortan a los fieles a “trabajar en armonía para promover en la sociedad los valores cristianos, que contribuyen eficazmente a la construcción de una civilización de justicia, de paz y de solidaridad humana”.
 27.06.16



El Papa: ‘Europa necesita creatividad y fecundidad’
El Santo Padre respondió a las preguntas de los periodistas en el avión de regreso en el avión
27 junio 2016
 Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha concluido este domingo el 14º viaje de su pontificado, tres días que le han llevado hasta Armenia, primer país que abrazó la fe cristiana. Después de tres días intensos de encuentros, el Santo Padre, en el vuelo de regreso a Roma, respondió a las preguntas que le hicieron los periodistas que le acompañan en el vuelo papal. Fueron muchos los temas abordados, desde temas de actualidad como el conflicto de Armenia y Azerbaiyán o el resultado del referéndum en Reino Unido. Y también se afrontaron temas de Iglesia, como del papa emérito, de la creación de la comisión de las mujeres diácono p de la importancia de pedir perdón a los homosexuales.

Brexit
A propósito de la salida del Reino Unido de la Unión Europea por el referéndum que votaron el pasado viernes, el Pontífice explicó que “hay un aire de división, no solo en Europa, en los mismos países”, poniendo como ejemplo Cataluña y Escocia. Por eso indicó que estas divisiones no es que sean peligrosas, pero hay que estudiarlas bien, y “antes de dar un paso adelante para una división, hablar bien entre nosotros y buscar soluciones viables”. Del mismo modo aseguró que hay que pensar otra forma de Unión Europea, “ser creativos”. Hoy las dos palabras claves para la Unión Europea son: “creatividad y fecundidad”.

Genocidio armenio

Le preguntaron al Papa por qué decidió añadir la palabra “genocidio” en el discurso en el Palacio Presidencial, palabra que no estaba escrita en el discurso original. De este modo, Francisco pudo explicar que en Argentina cuando se hablaba del exterminio armenio, siempre se usaba la palabra genocidio. “Yo no conocía otra”, aseguró.  Y fue cuando llegó a Roma que le dijeron que la palabra genocidio es “ofensiva” y que es mejor usar ‘Gran Mal’. Además explicó que también quería subrayar en el discurso que en este genocidio, como en los otros, “las grandes potencias internacionales miraban para otro lado”.

Papa emérito

El Santo Padre recordó que Benedicto XVI es papa emérito, “él dijo claramente ese 11 de febrero de 2013 que daba su dimisión a partir del 28 de febrero, que se retiraba a ayudar a la Iglesia con la oración”.
Del mismo modo, indicó que le fue a ver muchas veces, habla con él por teléfono, se escriben cartas. “Y muchas veces dije que es una gracia tener en casa al abuelo sabio. También se lo dije en la cara y él se ríe”, contó Francisco. También le agradeció haber abierto la puerta a los papas eméritos. “Y él, con coraje y con oración, y también con ciencia y con teología, decidió abrir esta puerta”, precisó el Pontífice asegurando que cree que “es bueno para la Iglesia”.

Concilio Pan-Ortodoxo

Tal y como indicó Francisco “se dio un paso hacia adelante, no con el 100%, pero un paso adelante”. Y manifestó que “el resultado es positivo, el solo hecho de que estas Iglesias se hayan reunido en nombre de la ortodoxia para mirarse a la cara, para rezar juntos y para hablar, es muy positivo”.

Conmemoración de los 50 años de la Reforma

El Papa viajará a Suecia en octubre para conmemorar este evento. Por eso, respondiendo a la pregunta del periodista indicó que las intenciones de Martín Lutero “no eran equivocadas, era un reformador”. Pero precisó que quizá algunos métodos “no eran los correctos”. Al respecto indicó que “debemos meternos en la historia de aquel tiempo, no es una historia fácil de comprender”.  

Pedir perdón a los homosexuales

Un periodista le dijo al Papa que hace unos días, el cardenal Marx en una conferencia en Dublín sobre la Iglesia del mundo moderno, dijo que la Iglesia católica debe pedir disculpas a la comunidad gay por haber marginado a estas personas. Por eso le preguntó al Papa qué pensaba al respecto, especialmente después de la tragedia sucedida en Orlando. De este modo, el Santo Padre subrayó lo que ya dijo en el primer viaje, lo que dice el catecismo de la Iglesia católica: “que no sean discriminados, que deben ser respetados, acompañados pastoralmente”.

Y aseguró que la Iglesia no solo debe pedir disculpas a la persona que es gay a la que se ha ofendido, “sino también pedir disculpas a los pobres también, a las mujeres explotadas, a los niños explotados en el trabajo. Debe pedir disculpas por haber bendecido tantas armas. La Iglesia debe pedir disculpas por no haberse comportado muchas veces”. Y cuando dice Iglesia, “digo los cristianos”. Porque –recordó el Papa–  la Iglesia es santa, los pecadores somos nosotros.  Pero también recordó que hay muchos santos, que “no se ven porque la santidad es pudorosa, se esconde”.

Comisión mujeres diácono

El Pontífice recordó que en los primeros años de la Iglesia, ciertamente existían estas mujeres que ayudaban al obispo y ayudaban en tres cosas: en el bautismo de las mujeres, porque era por inmersión; en la unción prebautismal de las mujeres, y tercero cuando una mujer iba al obispo porque el marido le pegaba, el obispo llamaba a una de estas diaconisas para controlar las marcas en el cuerpo.

Y el Papa dijo se puede estudiar y crear una comisión y ya ha pedido una lista de gente que pudiera formar parte de ella. Del mismo modo, aprovechó la ocasión para explicar que para él “la función de la mujer no es tan importante como el pensamiento de la mujer”. La mujer –precisó– piensa de otro modo que nosotros los hombres y no se puede tomar una decisión buena y justa sin escuchar a las mujeres. E insistió una vez más “es más importante el modo de comprender, de pensar y de ver de las mujeres que la funcionalidad de la mujer”.

Visita Azerbaiyán en septiembre

En Azerbaiyán –indicó el Papa– yo hablaré a los azeríes de la verdad, de lo que siento, de lo que he visto. También les animaré a ellos. Diré también –observó– que no hacer la paz por un pedacito de tierra, porque no es gran cosa, significa algo oscuro. “Esto se lo digo a todos, sea a los armenios, sea a los azeríes”, añadió.

Visita a Auschwitz en julio

Yo quisiera ir a ese lugar del horror sin discursos, sin gente, solamente los pocos necesarios, precisó el Santo Padre. “Pero sin saludar a este, a este, a este. Yo solo, entrar, rezar… Y que el Señor me dé la gracia de rezar”, concluyó. 
28.06.16



VOLVER A LEER EL EVANGELIO
Escrito por  Gerardo Villar
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No lo veo claro. Veo que hay una gran conmoción en el mundo cristiano ante las actitudes, palabras y hechos del papa. Pero, siendo sincero, lo que yo estoy palpando, es que no estamos avanzando gran cosa en la vivencia cristiana. La participación en las celebraciones, los grupos de catequesis de jóvenes y de adultos, el compartir y la justicia con los empobrecidos, no la veo crecer.
Es más, sigue su curso de decaimiento. Todos decimos “¡qué papa más majo!” pero ahí se queda todo. Estoy notando en nuestro país que las orientaciones episcopales y pastorales no avanzan en línea de evangelio.
Quiero señalar varias causas que a mi me parece que habría que trabajar:
1. Anuncio del evangelio. No estamos cambiando el lenguaje y seguimos repitiendo los mismos conceptos y con las misas expresiones de hace muchos siglos. Ante el cambio enorme cultural, a mi entender, se requiere un lenguaje distinto y una insistencia enorme en la vida y hechos de Jesús. En el credo de la misa y en la catequesis, afirmamos expresiones muy abstractas, conceptuales y no recordamos la vida de Jesús. Una primera labor, sería poner la vida y el misterio de Jesús con palabras castellanas que tengan incidencia y entren en nuestras vidas (¿qué dice hoy eso “de engendrado, no creado”?) ¿No sería bueno una labor de traducción a nuestros días? Y recordar más dichos y hechos de Jesús, no filosofía, menos teología y más palabras y dichos de Jesús.
2. Hemos imaginado a Dios muchas veces a nuestra manera. Así estamos todo el día intentando conquistarle, conseguir su ayuda. Precisamos el salto de vivir a Dios, en quien estamos, existimos y vivimos. Y nuestras oraciones que no sean solo pedir, sino acoger, celebrar, vivir, agradecer. Hablamos mucho en la misa y contemplamos poco. Hay poco silencio, poca contemplación del misterio y de la vida.
3. Se precisa una revisión de signos de poder que en otro momento decían algo de evangelio. Cambiarlo por formas de hoy día, sacadas del evangelio: la custodia, el palio, los estandartes, las ropas… Son signos de poder y mando de otros momentos. Hoy contrastan con el Evangelio. He puesto en los altares, carteles, tales como “presos refugiados”…
4. Todas las oraciones acaban pidiendo la vida eterna. Si ya Dios nos la da en Jesucristo, ¿no sería preferible llevar esa salvación a las realidades de hoy en los hermanos que sufren?
5. Los fieles responden generosamente siempre que se trata de mejorar el edificio del templo, comprar nueva s imágenes, poner nuevos adornos… ¿No podríamos caminar hacia emplear ese dinero en crear fuentes de vida para los empobrecidos?
6. Partimos en nuestras celebraciones de una cosmogonía judía, cielo arriba… ¿No es preciso cambiar ese lenguaje y descubrir a Dios en lo santo de cada persona y de cada cosa, porque Él está ahí presente?
7. Es precioso partir de que hoy muchas personas no son creyentes sino religiosas. Eso requiere transmitir, contagiar las Palabras, hechos, vida, muerte y resurrección de Jesús. Aprender a vivir el silencio y la presencia de Jesús.
En el evangelio Jesús provocaba con su palabra y sus hechos. Siento que hoy es preciso el escándalo como lo hacia Jesús y como impacta. Los paños calientes dulcifican pero no sanan.
No entro en multitud de acciones que requieren un cambio radical. Pero sí quiero remarcar la necesidad de implicación de los seglares. Necesitamos una iglesia construida y edificada por seglares, donde no sean simplemente miembros obedientes sino donde sean parte activa, deliberante y comprometida. Bonita ocasión tenemos con la escasez de sacerdotes. Es una oportunidad para ser una iglesia de todos-as.
Nuestras parroquias se van quedando solamente con personas mayores. Lo considero una llamada. No pasa nada. Purifiquemos nuestra fe. Pasemos de la religiosidad a una fe cristiana.
Todos admiramos los gestos, los hechos, los dichos del papa, pero si la base no cambiamos, nos quedamos en la admiración, en el aplauso, pero no llevamos nuestras vidas al evangelio.
Sueño con una iglesia en la que todas las personas leyésemos de nuevo el evangelio letra a letra y lo aplicásemos a nuestra vida. Eso sí que nos va a transformar.
Los actos masivos, las declaraciones no acaban de cambiarnos.

Gerardo Villar
29.06.16




El Papa reza por las víctimas del atentado en el aeropuerto de Estambul
El atentado lleva un saldo provisorio de 41 muertos y más de 200 heridos
29 junio 2016
Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco rezó este domingo durante la oración del ángelus en la Plaza de San Pedro, por las víctimas y los familiares del atentado terrorista perpetrado anoche en Turquía

“Queridos hermanos y hermanas, ayer por la noche en Estambul se cumplió un terrible ataque terrorista, que ha asesinado y herido a muchas personas”, dijo el Santo Padre a los miles de fieles y peregrinos que se encontraban  allí reunidos en el día de la fiesta de San Pedro y San Pablo.
“Recemos por las víctimas, por los familiares y por el querido pueblo turco” señaló el Papa, que realizó su sexto viaje internacional a dicho país del 28 al 30 de noviembre de 2014, visitando las ciudades de Ankara y Estambul.
Y concluyó deseando que “el Señor convierta los corazones de los violentos y mantenga nuestros pasos en el camino de la paz. Recemos todos en silencio…”. Y después de unos instantes recitó un Ave María.
Al menos 41 muertos y más de 200 heridos es el saldo del atentado en el aeropuerto internacional Ataturk de la ciudad turca de Estambul.
El presidente de Turquía, Recep Tayip Erdogan, dijo que el acto terrorista fue para hacer propaganda contra su país “usando la sangre y el dolor de gente inocente”.
Es sexto atentado importante del presente año en Turquía y de los anteriores, tres fueron reivindicados por separatistas kurdos y otros dos atribuidos al Estado Islámico. Este atentado no ha sido aún reivindicado.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, lamentó el ataque e hizo un llamado a intensificar los esfuerzos para combatir el extremismo violento. Más de 61 millones de personas utilizaron ese aeropuerto en 2015.
30.06.16





El Papa: ‘Las obras de misericordia no son teoría, sino testimonio concreto’
En la audiencia jubilar de este jueves, la última antes de la pausa estiva, el Santo Padre ha dado las gracias por su reciente viaje a Armenia
30 junio 2016
 Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha celebrado este jueves la audiencia jubilar, la última antes de la pausa estiva. De este modo, las audiencias generales se retomarán en el mes de agosto. Así, en la audiencia general de esta semana ha continuado con las catequesis sobre la misericordia y también ha reflexionado sobre su reciente viaje a Armenia. Como es habitual, a la llegada de Francisco a la plaza, la gran multitud allí reunida ha celebrado con alegría el poder verle de cerca. Desde el jeep descubierto, el Pontífice dada su bendición y mostraba su cariño y cercanía a los peregrinos allí reunidos.
En el resumen de la catequesis hecho en español, el Santo Padre ha indicado que “la misericordia no es una palabra abstracta, sino un estilo de vida”. Parafraseando las palabras del apóstol Santiago podemos decir: la misericordia sin obras está muerta por dentro, ha recordado.
Asimismo, ha señalado que “la vida diaria nos permite palpar tantas exigencias con relación a las personas más pobres y vulnerables”. Y ha señalado que “encontramos situaciones dramáticas de pobreza y parece que no nos afecta; todo continúa como si eso fuera normal”.
El Pontífice ha precisado que “quien ha experimentado la misericordia del Padre no puede permanecer indiferente ante las necesidades de los hermanos”.
Por otro lado, ha subrayado que las palabras de Jesús no admiten respuestas evasivas: tenía hambre y me has dado de comer; tenía sed y me has dado beber; estaba desnudo, enfermo, en la cárcel, era prófugo y me has asistido. “No se puede dar largas a una persona que tiene hambre: es necesario darle de comer. Las obras de misericordia no son teoría, sino testimonio concreto”, ha aseverado Francisco.
Finalmente, ha querido aprovechar la ocasión para agradecer su viaje a Armenia. El Papa ha dado las gracias al presidente de la República, al Catholicós Karekin II, al patriarca y a los obispos católicos y a todo el pueblo armenio “por acogerme como peregrino de fraternidad y de paz”. Asimismo, ha recordado que si Dios quiere, dentro de tres meses, viajará a Georgia y Azerbaiyán. “He decidido visitar estos países de la región del cáucaso para apreciar sus antiguas raíces cristianas y alentar la esperanza y los caminos de paz”, ha explicado.
A continuación ha saludado cordialmente a los peregrinos de lengua española, provenientes de España y Latinoamérica. Que María, Madre de Misericordia –ha deseado– nos ayude a dar espacio a la fantasía de la caridad para que el camino de la misericordia sea cada vez más concreto.
Después de los saludos en las distintas lenguas, ha dedicado unas palabras a los jóvenes, los enfermos y los recién casados. El Santo Padre ha recordado que hoy se celebra la memoria de los primeros mártires de la Iglesia de Roma y “rezamos por los que todavía pagan el caro precio de su pertenencia a la Iglesia de Cristo. Por ello, ha invitado a los jóvenes a que “la fe tenga espacio y de sentido a su vida”. A los enfermos ha exhortado a ofrecer su sufrimiento “para que los alejados encuentren el amor de Cristo”. Finalmente a los recién casados ha exhortado a ser “educadores de vida y modelos de fe” para sus hijos.


Texto completo de la catequesis del Papa en la audiencia jubilar del 30 de junio de 2016
El Papa advierte de que la gente que pasa por la vida, que va por la vida, sin notar las necesidades de los otros, sin ver tantas necesidades, espirituales y materiales, es gente que pasa sin vivir, es gente que no sirve a los otros

Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco, en la audiencia jubilar de este jueves, ha reflexionado sobre las obras de misericordia y su significado. Así, ha advertido sobre las ocasiones en las que pasamos delante de situaciones de pobreza dramática y no nos damos cuenta. Por eso ha reconocido que la misericordia no es una palabra abstracta, sino un estilo de vida. Por otro lado, ha dado las gracias por su reciente viaje a Armenia, recordando que dentro de tres meses volverá al Cáucaso para visitar Georgia y Azerbaiyán. 

Publicamos a continuación el texto completo de la audiencia jubilar.
Queridos hermanos y hermanas, buenos días.
¡Cuántas veces, durante estos primeros meses del Jubileo, hemos escuchado hablar de las obras de misericordia! Hoy el Señor nos invita a hacer un serio examen de conciencia. Está bien, de hecho, no olvidar nunca que la misericordia no es una palabra abstracta, sino un estilo de vida. Una cosa es hablar de misericordia, otra es vivir la misericordia. Una persona puede ser misericordiosa o puede ser no misericordiosa. Es un estilo de vida, yo elijo vivir como misericordioso o elijo vivir como no misericordioso. Una cosa es hablar de misericordia, otra es vivir la misericordia. Parafraseando las palabras de Santiago apóstol (cfr 2,14-17) podemos decir: la misericordia sin las obras está muerte en sí misma. ¡Es precisamente así! Lo que hace viva la misericordia es su constante dinamismo para ir al encuentro de los necesitados y a las necesidades de los que están en la penuria espiritual y material. La misericordia tiene ojos para ver, oídos para escuchar, manos para levantar…
La vida cotidiana nos permite tocar con la mano muchas exigencias que tienen que ver con las personas más pobres y más probadas. A nosotros se nos pide esa atención particular que nos lleva a darnos cuenta del estado de sufrimiento y necesidad en la que están tantos hermanos y hermanas. A veces pasamos delante de situaciones de pobreza dramática y parece que no nos tocan; todo continúa como si nada, en una indiferencia que al final hace hipócritas y, sin que nos demos cuenta, conduce a una forma de letargo espiritual que hace insensible el alma y estéril la vida. La gente que pasa por la vida, que va por la vida, sin notar las necesidades de los otros, sin ver tantas necesidades, espirituales y materiales, es gente que pasa sin vivir, es gente que no sirve a los otros. Y recordad bien: quien no vive para servir, no sirve para vivir.
¡Cuántos son los aspectos de la misericordia de Dios hacia nosotros! ¡De la misma manera, cuántos rostros se dirigen a nosotros para obtener misericordia! Quién ha experimentado en la propia vida la misericordia del Padre no puede permanecer insensible delante de las necesidades de los hermanos. La enseñanza de Jesús que hemos escuchado no consiente caminos de fuga: Tenía hambre y me has dado de comer; tenía sed y me has dado beber; estaba desnudo, enfermo, en la cárcel, era prófugo y me has asistido (cfr Mt 25,35-36). No se puede tergiversar delante de una persona que tiene hambre: es necesario darle de comer. Jesús nos dice esto. Las obras de misericordia no son temas teóricos, sino testimonios concretos. Obligan a remangarse para aliviar el sufrimiento.
A causa de los cambios de nuestro mundo globalizado, algunas pobrezas materiales y espirituales se han multiplicado: damos por tanto espacio a la fantasía de la caridad para concretar nuevas modalidades operativas. En este modo el camino de la misericordia se hará cada vez más concerta. A nosotros, por tanto, se nos pide que permanezcamos vigilante como centinelas, para que no suceda que, delante de las pobrezas producidas por la cultura del bienestar, la mirada de los cristianos se debilite y se haga incapaz de mirar a lo esencial. Mirar a lo esencial ¿qué significa? Mirar a Jesús en el hambriento, en el preso, en el enfermo, en el desnudo, en aquel que no tiene trabajo y debe mantener a una familia. Mirar a Jesús en estos hermanos y hermanas nuestros. Mirar a Jesús en aquel que está solo, triste, en aquel que se equivoca y necesita un consejo, en aquel que necesita hacer un camino en silencio para que se sienta en compañía. Estas son las obras que Jesús nos pide. Mirar a Jesús en ellos, en esta gente. ¿Por qué? Porque Jesús a mí, a todos nosotros, nos mira así.
Y ahora pasamos a otra cosa.
En los días pasados el Señor me ha concedido visitar Armenia, la primera nación que abrazó el cristianismo, a principios del siglo IV. Un pueblo que, a lo largo de su historia, ha testimoniado la fe cristiana con el martirio. Doy gracias a Dios por este viaje, y estoy vivamente agradecido al presidente de la República Armenia, el Catholicós Karekin II, al Patriarca y a los obispos católicos, y dentro del pueblo armenio por haberme acogido como peregrino de fraternidad y de paz.
Dentro de tres meses realizaré, si Dios quiere, otro viaje a Georgia y Azerbaiyán, otros dos países de la región caucásica. He acogido la invitación de visitar estos países por un doble motivo: por una parte la valoración de las antiguas raíces cristianas presentes en esas tierras –siempre en espíritu de diálogo con las otras religiones y culturas– y por la otra animar esperanza y sentimientos de paz. La historia nos enseña que el camino de la paz requiere una gran tenacidad y de pasos continuos, comenzando por esos pequeños y poco a poco haciéndoles crecer, yendo el uno al encuentro del otro. Precisamente por esto mi deseo es que todos y cada uno den la propia contribución para la paz y la reconciliación.
Como cristianos estamos llamados a reforzar entre nosotros la comunión fraterna, para dar testimonio al Evangelio de Cristo y para ser levadura de una sociedad más justa y solidaria. Por esto la visita ha sido compartida con el Supremo Patriarca de la Iglesia Apostólica Armenia, que me ha hospedado fraternalmente durante tres días en su casa.
Renuevo mi abrazo a los obispos, a los sacerdotes, a las religiosas y a los religiosos y a todos los fieles de Armenia. La Virgen María, nuestra Madre, les ayude a permanecer firmes en la fe, abiertos al encuentro y generoso en las obras de misericordia. Gracias. 
 01.07.16