27 de set. 2016

PAPA "SANTA MARTA"







El Papa en Santa Marta: Una pastilla para dormir no ayuda en la desolación espiritual
En la homilía de este martes, el Santo Padre asegura que la oración es la clave para superar los momentos oscuros
27 septiembre 2016

El papa en Santa Marta 

 Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha reflexionado sobre la “desolación espiritual” en la homilía de este martes en la misa celebrada en Santa Marta, centrándose en la figura de Job. De este modo, el Santo Padre ha subrayado la importancia del silencio y de la oración para vencer los momentos de oscuridad. Además, en la ocasión de la memoria de San Vicente de Paul, Francisco ha ofrecido la misa por las hermanas vicentinas, las Hijas de la Caridad, que prestan servicio en Santa Marta.
“Job tenía problemas: había perdido todo”. Así, el Santo Padre ha desarrollado su homilía en relación con la Primera Lectura del día, que muestra a Job despojado de todo, incluso de sus hijos. Si siente perdido pero no maldice al Señor.
Tal y como ha precisado Francisco, Job vive una “desolación espiritual” y se desahoga delante de Dios. Es el deshago de un “hijo delante del padre”. Así lo hace también el profeta Jeremías que se deshaga con el Señor, pero nunca blasfeman.
En esta línea, el Pontífice ha explicado que “la desolación espiritual es algo que sucede a todos” y lo ha definido como “un estado del alma oscuro, sin esperanza, sospechoso, sin ganas de vivir, sin ver el final del túnel, con muchas agitaciones en el corazón y también en las ideas”. La desolación espiritual –ha añadido– nos hace sentir como si nosotros tuviéramos el alma aplastada: no logra, no logra, y también quiere vivir: ¡Mejor es la muerte! El Papa ha explicado que este es el desahogo de Job: “mejor morir que vivir así”. De este modo, el consejo que da Francisco es “entender cuándo nuestro espíritu está en este estado de tristeza ampliada, que casi no hay aliento”. Entender –ha añadido– qué sucede en nuestro corazón. Y esta es la pregunta que “tenemos que hacernos”: qué hay que hacer cuando vivimos estos momentos oscuros, por una tragedia familiar, una enfermedad, algo que me desanima.
Al respecto, el Santo Padre ha observado que algunos piensan en “tomar una pastilla para dormir” y alejarse “de los hechos”, o “tomar dos, tres, cuatros vasos”. Esto –ha advertido– no ayuda.
Y así ha explicado que la liturgia de hoy “nos hace ver qué hacer con esta desolación espiritual, cuando estamos tibios, desanimados, sin esperanza”. Es necesario rezar –ha dicho el Papa– rezar fuerte, como ha dicho Job: gritar día y noche hasta que Dios tienda su oído.
“Es una oración de llamar a la puerta, pero con fuerza”, ha exclamado. También ha precisado que el libro de Job habla del silencio de los amigos. Delante de una persona que sufre, ha subrayado el Papa, “las palabras pueden hacer daño”. Lo que cuenta es estar cerca, hacer sentir la cercanía, “pero no hacer discursos”.
Al respecto, Francisco ha indicado que “cuando una persona sufre, cuando una persona está en la desolación espiritual, se debe hablar lo menos posible y se debe ayudar con el silencio, la cercanía, las caricias, su oración delante del Padre”.
Primero, “en reconocer en nosotros los momentos de desolación espiritual, cuando estamos en la oscuridad, sin esperanza, y preguntarnos por qué”. Segundo, “en rezar al Señor como hoy la liturgia con este Salmo 87 nos enseña a rezar, en el momento de la oscuridad”. Y tercero “cuando yo me acerco a una persona que sufre, sea por enfermedad, de cualquier sufrimiento, pero que está precisamente en la desolación, silencio; pero silencio con mucho amor, cercanía, caricias. Y no hacer discursos que al final no ayudan y, también hacen daño”.
Para concluir la homilía, el Santo Padre ha invitado a rezar al Señor para que no dé tres gracias: la gracia de reconocer la desolación espiritual, la gracia de rezar cuando estemos sometidos a este estado de desolación espiritual y la gracia de saber acompañar a las personas que sufren momentos feos de tristeza y de desolación espiritual.
28.09.16



El Papa asegura que la Iglesia “no es solo para los buenos”
En la audiencia de este miércoles, el Santo Padre ha realizado un llamamiento al compromiso en la protección de los civiles en Siria
28 septiembre 2016
 Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha manifestado una vez más su cercanía a la población que sufre en Siria al finalizar la audiencia general de este miércoles.  El Santo Padre ha indicado que continúan llegando noticias dramáticas sobre la situación de la población de Aleppo, “a la que me siento unido en el sufrimiento, a través de la oración y la cercanía espiritual”.  A la vez que ha expresado “profundo dolor” y “viva preocupación” por lo que está sucediendo en esta golpeada ciudad, ha renovado el llamamiento a todos para “comprometerse con todas las fuerzas en la protección de los civiles, como obligación imperativa y urgente”. Además, ha apelado “a la conciencia de los responsables de los bombardeos que deberán rendir cuentas delante de Dios”.
Como cada semana, el Santo Padre ha celebrado la audiencia general en la plaza de San Pedro, en presencia de miles de personas venidas de todas las partes del mundo. A su llegada en el papamóvil, ha recorrido los pasillos de la plaza saludando y bendiciendo a los peregrinos.
La catequesis de esta semana la ha dedicado a reflexionar sobre el perdón, tomando como referencia las palabras de Jesús en la cruz y el ejemplo de los dos ladrones que le acompañaban. De este modo, el Santo Padre ha explicado que a Iglesia no es solamente para los buenos o los que parecen buenos o se creen buenos, “porque la Iglesia es misericordia”. 
En el resumen hecho en español ha indicado que “las palabras de Jesús en la cruz encuentran su culmen en el perdón”. El evangelista san Lucas –ha indicado–narra como los dos ladrones que fueron crucificados junto a Jesús se dirigen a Él con actitudes opuestas.
Francisco ha explicado que el primero, llevado por la angustia del hombre ante la muerte, “lo insulta y no comprende que, siendo el Mesías, pueda quedarse en la cruz”. Pero “es precisamente quedándose y muriendo en la cruz donde Cristo nos salva, dando testimonio de que la salvación de Dios puede llegar a todos los hombres hasta en las situaciones más extremas”, ha subrayado el Pontífice.
Por otro lado, ha aseverado que el segundo ladrón, movido por el temor del Señor, “reconoce su pecado”, y “confiesa su culpa con absoluta confianza en la infinita bondad y misericordia de Jesús”. Porque Jesús –ha añadido– está precisamente allí para estar cerca, para salir al encuentro de la necesidad que tiene todo hombre de no ser abandonado y le promete que hoy estará con Él en el paraíso.
Finalmente, el Santo Padre ha reconocido que de este modo, en la hora de la Cruz, “Jesús revela el cumplimiento de su misión de salvar a los pecadores”. Desde el inicio hasta el final de su vida, “Jesús se ha revelado Misericordia, encarnación definitiva e irrepetible del amor del Padre”.
A continuación, ha saludado a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica. Pidamos al Señor –ha invitado– por todos los que sufren por cualquier motivo o se sienten abandonados, para que “mirando al crucificado, puedan descubrir y sentir el consuelo y el perdón de Cristo, rostro de la misericordia del Padre”. En este momento, el Santo Padre ha saludado en especial a los peregrinos y fieles provenientes de México, país en donde la semana pasada fueron asesinados tres sacerdotes, y les ha invitado a cantar “La guadalupana” pidiendo por los “sufrimientos de este pueblo”. 
Para finalizar la audiencia, y tras los saludos en las distintas lenguas, el Santo Padre ha dedicado unas palabras a los enfermos, los jóvenes y los recién casados. Al recordar que ayer se celebró la memoria de san Vicente de Paúl, patrón de las asociaciones de caridad, Francisco ha pedido que “el ejemplo de caridad” de este santo, conduzca a los jóvenes a “realizar los proyectos de vuestro futuro con un alegre y desinteresado servicio al prójimo”. Del mismo modo ha pedido que ayude a los enfermos a “afrontar el sufrimiento con la mirada dirigida a Cristo”. Y a los recién casados “a construir una familia siempre abierta a los pobres y al don de la vida”.
29.09.16



El Papa sobre Siria e Irak: “El mal no tiene la última palabra”
El Santo Padre asegura que más allá de las ayudas humanitarias necesarias, lo que la población de Siria e Irak desea es la paz
29 septiembre 2016

 Ciudad del Vaticano).- Mirando a los tantísimos rostros que sufren, en Siria, en Irak y en los países cercanos y lejanos donde millones de refugiados están obligados a buscar refugio y protección, “la Iglesia ve el rostro de su Señor durante la Pasión”. Así lo ha indicado hoy el papa Francisco, en su encuentro en el Vaticano con los miembros de los organismos caritativos católicos que trabajan en el contexto de la crisis humanitaria en Siria, Irak y en los países limítrofes, reunidos en Roma para su quinto encuentro promovido por el Pontificio Consejo Cor Unum.
De este modo, el Santo Padre ha expresado su agradecimiento “por el apoyo atento y eficaz que la Iglesia está realizando para tratar de aliviar los sufrimientos de millones de víctimas de estos conflictos”.
Además, ha reconocido que más allá de las ayudas humanitarias necesarias, lo que la población de Siria e Irak desea “es la paz”. Por eso –ha añadido Francisco– no me canso de pedir a la comunidad internacional mayores y renovados esfuerzos para alcanzar la paz en todo Oriente Medio y pedir no mirar a otro lado.
“Poner fin al conflicto está también en las manos del hombre”, ha observado. Así, ha indicado que cada uno de nosotros “puede y debe” hacerse constructor de paz, “porque cada situación de violencia e injusticia es una herida en el cuerpo de toda la familia humana”.
El Pontífice ha indicado que su petición “se hace oración diaria a Dios” para inspirar las mentes y los corazones de los que tienen responsabilidades políticas, para que “sepan renunciar a los intereses parciales para alcanzar el bien más grande: la paz”.
Por otro lado, el Santo Padre también ha agradecido y alentando a las instancias internacionales, en particular a las Naciones Unidas, “por el trabajo de apoyo y mediación ante los diversos Gobiernos” para que se acuerde el final del conflicto y se ponga finalmente en el primer lugar el bien de las poblaciones indefensas.
Es un camino –ha explicado Francisco– que se debe recorrer juntos con paciencia y perseverancia, pero también con urgencia, y la Iglesia no dejará de seguir dando su contribución.
Además, el Santo Padre ha dedicado unas palabras a las comunidades cristianas de Oriente Medio, que sufren las consecuencias de la violencia y miran con temor al futuro. Por eso ha explicado que en medio de tanta oscuridad, estas Iglesias “sostienen en alto la lámpara de la fe, de la esperanza y de la caridad”. Ayudando con valentía y sin discriminación a los que sufren y trabajando por la paz y la coexistencia, “los cristianos mediorientales son hoy signo concreto de la misericordia de Dios”.
Asimismo, ha precisado que pasado un año del último encuentro se puede constatar “con gran tristeza” que a pesar de los muchos esfuerzos realizados en varios ambientes, “la lógica de las armas y de la opresión, los intereses oscuros y la violencia” continúan devastando estos países.
Y las consecuencias dramáticas de la crisis –ha asegurado– son ya visibles más allá de los confines de la región. El grave fenómeno migratorio es expresión de ello.
La violencia genera violencia, ha explicado Francisco, y tenemos la impresión de encontrarnos envueltos en una espiral de prepotencia y de inercia de la que no parece haber escapatoria.
En su discurso, el Pontífice ha observado que este mal que se apodera de la conciencia y la voluntad nos debe interrogar: “¿Por qué el hombre, también a costa de daños incalculables para las personas, el patrimonio y el medio ambiente, continúa persiguiendo prevaricaciones, venganzas y violencias?” Al respecto, el Santo Padre ha invitado a pensar en el reciente ataque contra un convoy humanitario de la ONU.
Por otro lado, ha reconocido que el trabajo de los presentes en esta audiencia, que representan a tantos trabajadores en este campo, comprometidos con la ayuda a las personas y el cuidado de la dignidad, “es realmente un reflejo de la misericordia de Dios” y “un signo de que el mal tiene un límite y que no tiene la última palabra”. Finalmente, ha asegurado que es un signo de gran esperanza, motivo por el cual él ha querido dar las gracias a tantas “personas anónimas”  que “rezan e interceden en silencio por las víctimas de los conflictos, sobre todo por los niños y los más débiles”.
30.09.16



El Papa inicia su viaje apostólico a Georgia
Es la segunda etapa de su viaje al Cáucaso
30 septiembre 2016



  Roma).- Este viernes 30 de septiembre, el papa Francisco partió a las 9,15 de la mañana desde el aeropuerto Leonardo Da Vinci, en Fiumicino, hacia Georgia, primera etapa apostólica de 40 horas antes de proseguir hacia Azerbaiyán. Se completa así la visita al Cáucaso, cuya primera parte realizó a Armenia a finales de junio pasado.
Poco antes pasó por la basílica de Santa María la Mayor, para encomendar a la Virgen María este viaje, como lo hace siempre antes de partir para una visita apostólica.
Para llegar a Georgia el vuelo papal deberá recorrer 2.668 kilómetros y allí estará hasta el sábado 1 de octubre. El domingo 2 volará a Azerbaiyán, con un vuelo que recorrerá 445 kilómetros. En este país permanecerá unas 10 horas.
Los objetivos del viaje en esta región donde el cristianismo echó raíces desde los primeros siglos de nuestra era, los indicó el mismo Francisco en una audiencia general: “por una parte, valorizar las antiguas raíces cristianas presentes en esas tierras, siempre con espíritu de diálogo con las otras religiones y culturas y, por otra, alentar las esperanzas y los senderos de la paz”.
El logo del viaje a Georgia representa una cruz estilizada, cuya forma recuerda la tradicional cruz de Santa Ninó (también conocida como Cristiana, Ninón o Ninny), quien fue la más grande evangelizadora de este país. Los colores amarillo y rojo evocan aquellos presentes en las banderas del Estado de la Ciudad del Vaticano y de Georgia.
Mientras que el lema de la visita ‘Pax Vobis’ está tomado del capítulo 20 del Evangelio de san Juan y ha sido reproducido en latín y georgiano. La elección del tema de la paz quiere subrayar la coincidencia del viaje del Papa con el Año Santo de la Misericordia y representa una llamada a la pacificación del mundo y de aquella región asiática en particular. Ver el programa completo del viaje
Después de su llegada a Georgia, se supo que en el avión el director de la Oficina de prensa, Greg Burke, recordó que el Papa había saludado recientemente a 400 periodistas uno a uno, por lo que les pedía comprensión porque no habría saludos y que la conferencia de prensa sería al retorno.
El Papa al tomar el micrófono saludó con un “Buenos días” y agradeció la compañía. Además dio la bienvenida al primer viaje del nuevo portavoz, Greg Burke. Y concluyó: “Gracias por la ayuda, gracias por vuestro trabajo. Este viaje será breve, gracias a Dios. En tres días volveremos a casa. Muchas gracias y les saludaré”.
01.10.16



Francisco a los ortodoxos: “Es mucho más lo que nos une de lo que nos divide”
Texto completo del mensaje del Santo Padre
1 octubre 2016

 Roma).- El segundo y último día del viaje apostólico en Georgia concluyó con una visita del Papa a la catedral ortodoxa patriarcal de Svetitskhoveli en Ktskheta, donde le esperaba el patriarca Elia II, primado de la Iglesia autocéfala ortodoxa georgiana. Ambos antes de entrar intercambiaron de manera claramente fraterna, algunas palabras.
Se disiparon así algunas voces que señalaban el hecho de que la Iglesia ortodoxa no había enviado una delegación oficial a la misa de la mañana en el estadio Meskhi de la capital. En la misa de todos modos se había registrado una importante participación de ortodoxos a nivel personal.
Ya en la catedral patriarcal situada a pocos kilómetros de la capital, el papa Francisco les agradeció a los ortodoxos la recepción y “el testimonio de fe que han dado” lo que “me ha hecho tanto bien”. Y recordó un salmo que dice: “Como es bello y dulce que los hermanos vivan juntos en armonía”.
El Pontífice uso una figura, el misterio de la túnica inconsútil, sin costuras, que representa esa unidad que viene desde lo alto, lamentando así las laceraciones que se registraron durante la historia. Y que a pesar de nuestros límites y diferencias históricas y culturales estamos llamados a ser uno en Cristo Jesús. Porque es mucho más lo que nos une de lo que nos divide.
Indicó que es un camino paciente, que es necesario cultivar la confianza en los demás y con humildad, sin miedo y sin desalentarse, sino más bien con la alegre certeza que la esperanza cristiana nos hace pregustar
E invitó a no desperdiciar las ocasiones de diálogo y llevar adelante el que ya existe, como el de la comisión mixta de ortodoxos y católicos. La ceremonia concluyó con un emotivo canto en aramaico, el idioma de Jesús.
Poco antes en el encuentro con los sacerdotes, seminaristas, religiosos, religiosas y consagrados el Papa señaló que debemos dejar a los teólogos que estudien las cosas abstractas de la fe, porque con un vecino, con una persona ortodoxa hay que ser abierto, ser un amigo, saludarla siempre.
Señaló que el proselitismo se vuelve un pecado con tra el ecumenismo, y que los ortodoxos son nuestros hermanos, hijos de Jesucristo y que fue por situaciones complejas que hemos quedado divididos. Porque creemos en el Padre, en el Hijo en el Espíritu Santo y en la Santa Madre de Dios. Invitó también a hacer obras de caridad juntos a ellos cuando se pueda. Este es el ecumenismo, dijo.

A continuación el texto con las palabras del Santo Padre
Santidad, Señor Primer Ministro, Distinguidas Autoridades e ilustres Miembros del Cuerpo Diplomático, Queridos Hermanos Obispos y Sacerdotes, Queridos hermanos y hermanas
Al concluir mi peregrinación en Georgia, doy gracias a Dios por tener un momento de recogimiento en este templo santo. Deseo también dar gracias de corazón aquí por la acogida recibida, por vuestro emotivo testimonio de fe, por el buen corazón de los georgianos. Me vienen a la mente, Santidad, las palabras del Salmo: «Ved qué dulzura, qué delicia, convivir los hermanos unidos. Es ungüento precioso en la cabeza» (Sal 133,1-2). Querido hermano, el Señor, que nos ha concedido la alegría de encontrarnos y de intercambiar el beso santo, rocíe sobre nosotros el ungüento perfumado de la concordia y derrame abundantes bendiciones sobre nuestro camino y el de este amado pueblo.
La lengua georgiana está llena de expresiones significativas que describen la fraternidad, la amistad y la cercanía entre las personas. Hay una, noble y genuina, que manifiesta la disponibilidad para reemplazar al otro, la voluntad de hacerse cargo de él, de decirle con la vida «me gustaría estar en tu lugar»: shen genatsvale. Compartir en la comunión de la oración y en la unión de las almas las alegrías y las angustias, llevando los unos las cargas de los otros (cf. Ga 6,2): que nuestro caminar juntos esté marcado por esta fraterna actitud cristiana.
Esta magnífica catedral, que alberga muchos tesoros de fe y de historia, nos invita a hacer memoria del pasado. Es muy importante, ya que «la caída del pueblo comienza allí, dónde termina la memoria del pasado» (I. Chavchavadze, El pueblo y la historia, en Iveria, 1888). La historia de Georgia es como un libro antiguo en el que cada página nos habla de testimonios santos y de valores cristianos, que han forjado el alma y la cultura del país. Este valioso libro narra, también gestas de gran apertura, acogida e integración. Son valores inestimables y siempre válidos, para esta tierra y para toda la región, tesoros que reflejan bien la identidad cristiana, la cual se mantiene cuando permanece bien fundamentada en la fe y al mismo tiempo está siempre abierta y disponible, nunca rígida o cerrada.
El mensaje cristiano —este lugar sagrado nos lo recuerda— fue durante siglos el pilar de la identidad georgiana: ha dado estabilidad en medio de tantas agitaciones, incluso cuando el destino del País ha sido abandonado por desgracia tantas veces amargamente a su propia suerte. Pero el Señor nunca ha abandonado a la amada tierra de Georgia, porque él es «fiel a sus palabras, bondadoso en todas sus acciones, sostiene a los que van a caer, endereza a los que ya se doblan» (Sal 145,13-14).
La tierna y compasiva cercanía del Señor está aquí representada de manera particular por el signo de la túnica sagrada. El misterio de la túnica «sin costura, tejida toda de una pieza de arriba abajo» (Jn 19,23), ha atraído la atención de los cristianos desde los comienzos. Un Padre antiguo, san Cipriano de Cartago, dijo que en la túnica indivisa de Jesús aparece ese «vínculo de concordia, que une inseparablemente», esa «unidad que viene de lo alto, es decir del cielo y del Padre, que no podía ser desgarrada de ninguna manera» (De catholicae Ecclesiae unitate, 7). La túnica sagrada, misterio de la unidad, nos exhorta a experimentar un gran dolor por las divisiones de los cristianos habidas a lo largo de la historia: son desgarros reales infligidos en la carne del Señor.
Al mismo tiempo, sin embargo, la «unidad que viene de lo alto», el amor de Cristo que nos ha reunido dándonos no solamente su túnica, sino también su propio cuerpo, nos impulsa a no conformarnos y a ofrecernos a nosotros mismos siguiendo su ejemplo (cf. Rm 12,1): nos animan al amor sincero y a la comprensión recíproca para recomponer las laceraciones, impulsados por un espíritu de límpida hermandad cristiana.
Todo esto requiere ciertamente un camino paciente, que hay que cultivar con confianza en los demás y con humildad, sin miedo y sin desalentarse, sino más bien con la alegre certeza que la esperanza cristiana nos hace pregustar. Ella nos anima a creer que se pueden remediar las contraposiciones y remover los obstáculos, nos invita a no renunciar nunca a las oportunidades de encuentro y de diálogo, así como a custodiar y mejorar juntos lo que ya existe. Pienso, por ejemplo, en el diálogo que se está desarrollando en la Comisión Mixta Internacional y en otras fecundas ocasiones de intercambio.
San Cipriano afirmaba también que la túnica de Cristo, «única, indivisible, toda de una sola pieza, indica la inseparable concordia de nuestro pueblo, de nosotros que nos hemos revestido de Cristo» (ibíd.). Aquellos que han sido bautizados en Cristo, dice el apóstol Pablo, se han revestido de Cristo (cf. Ga 3,27). Por lo tanto, a pesar de nuestros límites y más allá de cualquier distinción histórica y cultural, estamos llamados a ser «uno en Cristo Jesús» (Ga 3,28) y a no poner en primer lugar la discordia y las divisiones entre los bautizados, porque realmente es mucho más lo que nos une que lo que nos divide.
En esta Catedral Patriarcal muchos hermanos y hermanas reciben el bautismo, que en la lengua georgiana expresa muy bien la vida nueva recibida en Cristo, indicando una iluminación que da sentido a todo, porque conduce fuera de la oscuridad. En georgiano, incluso la palabra «educación» viene de la misma raíz y por lo tanto está estrechamente emparentada con el bautismo. La nobleza de la lengua induce así a pensar en la belleza de una vida cristiana que desde el comienzo es luminosa y se mantiene así si permanece en la luz del bien y rechaza la oscuridad del mal; si, manteniendo la fidelidad a las propias raíces, no cede a las cerrazones que ensombrecen la vida, sino que está siempre bien dispuesta a aceptar y aprender, a ser iluminada por todo aquello que es bello y verdadero.
Que las espléndidas riquezas de este pueblo sean conocidas y apreciadas; que podamos compartir cada vez más, para el enriquecimiento común, los tesoros que Dios da a cada uno, y nos ayudemos mutuamente a crecer en  el bien.Aseguro de corazón mi oración para que el Señor, que hace nuevas todas las cosas (cf. Ap 21,5), por la intercesión de los santos hermanos Apóstoles Pedro y Andrés, de los mártires y de todos los santos, aumente el amor entre los creyentes en Cristo y la búsqueda luminosa de todo aquello que nos pueda acercar, reconciliar y unir. Que la hermandad y la colaboración crezcan en todos los ámbitos; que la oración y el amor nos ayuden a acoger cada vez más el ardiente deseo del Señor para todos los que creen en él por la palabra de los Apóstoles: que todos sean «uno».
02.10.16



Francisco  en   el   encuentro  interreligioso pide que la sociedad no instrumentalice “el factor religioso”
El Santo Padre, en la mezquita de Bakú, recuerda que Dios “no puede ser invocado por intereses partidistas y fines egoístas”
2 octubre 2016

 Roma).- La visita de papa Francisco a Azerbaiyán ha concluido con el encuentro interreligiosos que se ha celebrado en la mezquita de Bakú. Un gran signo –ha definido el Papa– reunirse en amistad fraterna en este lugar de oración, un signo que manifiesta esa armonía que las religiones juntas pueden construir a partir de las relaciones personales y de la buena voluntad de los responsables.
Antes de celebrarse el encuentro, el Santo Padre se ha reunido en privado con el líder de los musulmanes del Cáucaso, Allahshukur Pashazadeh, después de visitar juntos la mezquita.
En su discurso, el Pontífice ha observado que de la concordia que existe entre las religiones se beneficia Azerbaiyán, “que se distingue por la acogida y la hospitalidad, dones que he podido experimentar en esta memorable jornada”.
Este encuentro –ha precisado Francisco– está también en continuidad con las muchas reuniones que tienen lugar en Bakú para promover el diálogo y la multiculturalidad. “Abriendo las puertas a la acogida y a la integración, se abren las puertas de los corazones de cada uno y las puertas de la esperanza para todos”, ha asegurado.  
La fraternidad y el intercambio son invocados y esperados “por quienes desean el bien común, y sobre todo agradan a Dios, compasivo y misericordioso, que quiere a los hijos e hijas de la única familia humana más unidos entre sí y siempre en diálogo”.
Asimismo, ha querido subrayar que “abrirse a los demás no empobrece, sino que más bien enriquece, porque ayuda a ser más humanos”. Es decir, “a reconocerse parte activa de un todo más grande y a interpretar la vida como un regalo para los otros”.
Las religiones, ha explicado el Papa, están llamadas a hacernos comprender que el centro del hombre está fuera de sí mismo, que tendemos hacia lo Alto infinito y hacia el otro que tenemos al lado. Por lo tanto, “la religión es una necesidad para el hombre, para realizar su fin, una brújula para orientarlo hacia el bien y alejarlo del mal, que está siempre al acecho en la puerta de su corazón”. Así, ha afirmado que “nosotros, como guías”, “tenemos una gran responsabilidad para ofrecer respuestas auténticas a la búsqueda del hombre, a menudo perdido en las vertiginosas paradojas de nuestro tiempo”.
Por otro lado, ha advertido de que la sociedad humana “debe vencer la tentación de instrumentalizar el factor religioso”. Las religiones –ha insistido– nunca han de ser manipuladas y nunca pueden favorecer conflictos y enfrentamientos.
Además, ha asegurado que toda sociedad civil tiene la tarea de apoyar la religión y para ello es necesario “garantizar una efectiva y auténtica libertad”. Sin utilizar ‘pegamentos’ artificiales que obliguen al hombre a creer, imponiéndole un determinado credo y privándolo de la libertad de elección ni han de entrar en las religiones los ‘clavos’ externos de los intereses mundanos, de la ambición de poder y de dinero.
Porque Dios “no puede ser invocado por intereses partidistas y fines egoístas, no puede justificar forma alguna de fundamentalismo, imperialismo o colonialismo”, ha añadido.
Por el otro lado, el Pontífice ha asegurado que la oración y el diálogo están profundamente relacionados entre sí, “nacen de la apertura del corazón y se inclinan hacia el bien de los otros, enriqueciéndose así y reforzándose mutuamente”.
Asimismo ha exhortado por una paz verdadera, duradera “animada por el valor de superar las barreras, de erradicar la pobreza y la injusticia, de denunciar y detener la proliferación de armas y las ganancias inicuas obtenidas sobre la piel de los otros”.
Al respecto ha insistido en que “no es tiempo de soluciones violentas y bruscas”, sino “la hora urgente de emprender procesos pacientes de reconciliación”.
Finalmente, el Santo Padre ha pedido que en esta querida región del Cáucaso, “las religiones sean vehículos activos para superar las tragedias del pasado y las tensiones de hoy”.
Al concluir el encuentro, el Santo Padre se dirige al aeropuerto para regresar a Roma.
03.10.16



El Papa: “A los homosexuales y transexuales hay que acompañarlos como lo haría Jesús”
El Santo Padre responde a las preguntas de los periodistas en el vuelo de regreso a Roma procedente de Azerbaiyán
3 octubre 2016
 Roma).- El matrimonio y el divorcio, la acogida de homosexuales, la teoría de género, la agenda del Santo Padre para el 2017 y las elecciones estadounidenses, son algunos de los temas abordados por el papa Francisco, como es habitual, respondiendo a las preguntas de los periodistas en el vuelo de regreso a Roma, procedentes de Bakú, capital de Azerbaiyán.
De este modo, respecto al viaje a su encuentro con el patriarca de Georgia indicó que se conmovió con él, “es un hombre de Dios”. De las cosas que “nos unen y nos separan”, el Santo Padre pide “no ponerse a discutir las cosas de doctrina” y como pueblo “rezar los unos por los otros” y “hacer cosas juntos”. El ecumenismo –subrayó– se debe hacer caminando juntos.
Y sobre el conflicto entre Armenia y Azerbaiyán, el Santo Padre precisó que “el único camino es el diálogo, el diálogo sincero sin cosas sobre la mesa, sincero, cara a cara, el negociar sinceramente” Y si no se puede llegar a esto –observó- se debe tener el coraje de ir a un tribunal internacional, ir a La Haya por ejemplo, y someterse al juicio internacional.
En relación con lo que dijo el Santo Padre sobre la guerra mundial contra el matrimonio, le preguntaron sobre la acogida a los divorciados recordó que Amoris Laetitia habla de cómo tratar estos casos, cómo tratar a las familias heridas y “ahí entra la misericordia”. En el capítulo 8 –señaló el Santo Padre– cuando vienen los problemas y cómo se resuelven, se resuelven con cuatros criterios, acoger a las familias heridas, acompañarlas, discernir cada caso e integrarlos, rehacer.
En relación con esto, sobre el acompañamiento a los homosexuales, el Pontífice indicó que ha acompañado “en mi vida como sacerdote, obispo y también como Papa” a personas con tendencia homosexual y también con prácticas homosexuales”. Por eso, recordó que “las personas se deben acompañar como las acompaña Jesús”. Por otro lado, quiso remarcar que “una cosa es que una persona tenga esta tendencia”, “e incluso que cambie de sexo” y otra cosa es “la hacer la enseñanza en la escuela en esta línea para cambiar la mentalidad”. A esto el Papa lo llama “colonizaciones ideológicas”. Asimismo, recordó que “cada caso se debe acoger, acompañar, estudiar, discernir e integrar. Esto es lo que haría Jesús hoy”.
Otro tema abordado fue el próximo consistorio para la creación de cardenales, el criterio sigue siendo el mismo, “me gusta que se vea en el Colegio Cardenalicio la universalidad de la Iglesia, no solo el centro europeo”. Y sobre la fecha indicó que será pronto, o finales de este año y primeros del que viene.
Sobre la visita a la zona de Italia que sufrió un terremoto a finales de agosto, explicó que todavía no ha decidido la fecha, que está decidiendo entre varias opciones. Y esta visita la hará privadamente “como sacerdote, como obispo, como Papa, pero solo, así quiero hacerlo, quiero sentir estar cerca a la gente”,
La agenda del Papa para el año que viene quedó bastante precisada. En 2017 el Santo Padre irá a Portugal, pero solo a Fátima. A India y Bangladesh es “casi seguro”. Y en África aún no hay lugar seguro, “todo depende del tiempo climático”. A Colombia, indicó una vez más, “quiero ir cuando todo esté blindado, es decir, cuando el plebiscito termine, cuando todo esté seguro, seguro, seguro”.  
¿Cuál es el candidato favorito del Santo Padre para recibir el Nobel de la Paz? Escoger entre tanta gente que hoy trabaja por la Paz es muy difícil, indicó. Asimismo precisó que quisiera que  a nivel internacional, hubiese un recuerdo, un reconocimiento, una declaración “sobre los niños, sobre los discapacitados, sobre los menores de edad, sobre los civiles muertos bajo las bombas”, porque esto es un pecado contra Jesucristo “porque la carne de esos niños, de esa gente enferma, los ancianos, lo indefensos es la carne de Cristo”.
A propósito de las elecciones estadounidenses, el Pontífice aconsejó “estudien bien la propuesta, oren y elijan en consciencia”.
04.10.16




Visita sorpresa del Papa a la población afectada por el terremoto en Italia
Entró en la ‘zona roja’ y visitó a los desplazados de Amatrice y por la tarde visitó a las otras poblaciones
4 octubre 2016


El papa Francisco en Amatrice 

Ciudad del Vaticano).- El santo padre Francisco visitó hoy martes por la mañana a la población de la zona más afectada por el por el terremoto del pasado 24 de agosto en el centro de Italia, donde murieron al menos 290 personas.
La visita inició en el pueblo de Amatrice, uno de los más golpeados. “Estoy aquí solamente para decirles que me siento cerca de ustedes. Sólo esto, cercanía y oración”. Añadió que si bien desde el primer momento “sentía la necesidad de venir”, entretanto “no quería causar molestias llegando antes”. Y refiriéndose a los que han fallecido en el terremoto añadió: “Recemos a la Virgen por ellos”.
Conversó con los bomberos quienes le explicaron la dinámica del terremoto; visitó también una estructura escolar, en la cual los niños le regalaron sus dibujos y encontró a algunas personas a quienes le reiteró su dolor y prometió sus oraciones.
Después de bendecir a los presentes, el Santo Padre rezó con ellos un Ave María y añadió: “Sigamos adelante, siempre hay futuro. Hay tantos seres queridos que nos han dejado, que han perecido aquí, bajo los escombros. Recemos a la Virgen por ellos, hagámoslo todos juntos. Miren siempre hacia delante. Adelante, valor, y ayudaros unos a otros. Se camina mejor en compañía, solos no se va. Adelante. Gracias”.
Acompañado por el obispo de Rieti, monseñor Domenico Pompili, el Papa saludó al alcalde Sergio Pirozzi, a las fuerzas del orden e ingresó custodiado por los bomberos en la ‘zona roja’ del pueblo, cerrada por motivos de seguridad.
“Acercándose lo más posible a los edificios derrumbados y rezó en silencio.  También saludó al jefe de la Comunicación de Emergencia del Cuerpo de bomberos con estas palabras :”Rezo para que no tengan que trabajar, el vuestro es un trabajo doloroso. Les doy las gracias por lo que hacen”. Y pidió a los miembros del Cuerpo que se hicieran una foto con él porque son “los que salvan a la gente”.
El Pontífice había indicado el domingo pasado regresando de Azerbaiyán, que deseaba realizar una visita a estas poblaciones, “privadamente, como sacerdote, como obispo y como Papa, pero solo, porque querría poder estar cerca de la gente”.
Así hoy, en la festividad de san Francisco de Asís, patrono de Italia, quien vivió en la zona de Italia Central, el Santo Padre quiso realizarla, cumpliendo con lo que había prometido semanas atrás en el ángelus cuando dijo: “Queridos hermanos apenas pueda espero ir a visitarles, para llevarles personalmente el consuelo de la fe”.
Dos horas más tarde fue al puesto de bomberos de Cittàreale, campo base de las zonas del terremoto, desde donde se desplazó a Accumoli, una de las ciudades más afectadas, en la que saludó a varias personas, entre ellas el alcalde, y en la Plaza de san Francisco rezó ante la iglesia del mismo nombre destruida por el terremoto. Desde allí prosiguió hasta Pescara del Tronto y se detuvo tres veces en la carretera para saludar a pequeños grupos de personas. Poco después de las 14 llegó a Arquata del Tronto. En ambas localidades estuvo acompañado por el obispo de Ascoli Piceno, Mons. Giovanni D’Ercole.
En Arquata del Tronto el Papa saludó a más de 100 personas con las que rezó y después visitó la escuela habilitada en tiendas de campaña. “Buenas tardes a todos. Quiero estar con vosotros en estos momentos y decirles que les llevo en mi corazón y que conozco, sí, conozco vuestros sufrimientos y vuestras angustias y se también que han muerto personas que querían y estoy con ustedes. Y por eso hoy he querido estar aquí”.
“Ahora –continuó– recemos al Señor para que les bendiga y recemos también por vuestros seres queridos que se han quedado..allí debajo y ahora están en el cielo. Ave María”.
Después de impartir la bendición el Papa instó nuevamente a los presentes a “tener valor y a seguir siempre adelante. Los tiempos cambiarán  y se podrá salir adelante”.
05.10.16



El Papa reza por las víctimas del huracán en Haití
El balance de muertos, todavía provisional, se ha elevado a casi 500
7 octubre 2016


Haiti dopo l'uragano Matthews
Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha mostrado su cercanía por las víctimas del huracán Matthews que ha golpeado Haití dejando centenares de víctimas. 
A través de un telegrama firmado por el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, enviado al Chibly Langlois, presidente de la Conferencia Episcopal de Haití, manifiesta la tristeza del Papa “tras saber que el paso del huracán Matthew por esa isla se ha cobrado muchas vidas y ha causado enormes daños”.
El Papa –prosigue el mensaje– se une a través de la oración a la pena de cuantos han perdido a sus seres queridos, les da su más sentido pésame y les asegura su cercanía en estas circunstancias dolorosas.
Asimismo, “encomienda a los difuntos a la misericordia de Dios” para que “los reciba en su luz”. Del mismo modo, el Pontífice asegura “su cercanía espiritual” y “su afecto” a los heridos y a todos aquellos que han perdido sus casas y sus bienes a causa de la catástrofe y “manifiesta su aprecio por la solidaridad demostrada en esta nueva prueba a la que se ve sometido el país”.
Finalmente, el Papa “confía a todos los haitianos a la protección materna de la Virgen del Perpetuo Socorro y les envía, como prenda de consuelo y esperanza, una bendición apostólica particular”.
El huracán Matthew ha golpeado a uno de los países más pobres de la tierra, que ya sufrió un devastador terremoto en 2010. El balance de muertos en el área sur de Haití, todavía provisional, se ha elevado este viernes a 478, según fuentes oficiales locales citadas por la agencia Reuters.
08.10.16




Francisco recuerda que “María nos permite comprender lo que significa ser discípulo de Cristo”
En la vigilia con ocasión del Jubileo mariano, el Santo Padre indica que “María expresa la riqueza de la misericordia divina, que va al encuentro de cada una de las necesidades cotidianas”
8 octubre 2016
Ciudad del Vaticano).- La oración del rosario es la síntesis de la historia de la misericordia de Dios que se transforma en historia de salvación para quienes se dejan plasmar por la gracia. Lo ha explicado esta tarde, en la plaza de San Pedro, el Santo Padre, al presidir la oración del Santo Rosario con ocasión del Jubileo Mariano, que se celebra en Roma del 7 al 9 de octubre, en el marco del Año de la Misericordia. Antes de la llegada del papa Francisco, los participantes han vivido un momento de oración, cantos y testimonios. Distintas advocaciones marianas de varios países del mundo han sido llevadas en procesión frente a la Basílica de San Pedro.
En su discurso, el Papa ha explicado que en la vigilia, rezando el rosario, se han recorrido los momentos fundamentales de la vida de Jesús, en compañía de María. La Resurrección “como signo del amor extremo del Padre que devuelve vida a todo y es anticipación de nuestra condición futura”. La Ascensión “como participación de la gloria del Padre, donde también nuestra humanidad encuentra un lugar privilegiado”. Pentecostés, “expresión de la misión de la Iglesia en la historia hasta el fin de los tiempos, bajo la guía del Espíritu Santo”. Además, en los dos últimos misterios se contempla a la Virgen María “en la gloria del Cielo, Ella que desde los primeros siglos ha sido invocada como Madre de la Misericordia”.
Los misterios que contemplamos –ha explicado el Pontífice– son gestos concretos en los que se desarrolla la actuación de Dios para con nosotros. Por medio de la plegaria y de la meditación de la vida de Jesucristo, “volvemos a ver su rostro misericordioso que sale al encuentro de todos en las diversas necesidades de la vida”, ha precisado. Así, ha asegurado que “María nos acompaña en este camino, indicando al Hijo que irradia la misericordia misma del Padre”. Ella, “la Madre que muestra el camino que estamos llamados a recorrer para ser verdaderos discípulos de Jesús”. Por otro lado, ha señalado que la oración del rosario “no nos aleja de las preocupaciones de la vida”; por el contrario, “nos pide encarnarnos en la historia de todos los días para saber reconocer en medio de nosotros los signos de la presencia de Cristo”. Al respecto, ha asegurado que cada vez que contemplamos un misterio de la vida de Cristo, “estamos invitados a comprender de qué modo Dios entra en nuestra vida”, para luego “acogerlo y seguirlo”.
El Papa ha recordado que “somos discípulos”, pero también “somos misioneros y portadores de Cristo allí donde Él nos pide estar presentes”. Por tanto, “no podemos encerrar el don de su presencia dentro de nosotros”, ha advertido el Papa. Por el contrario, “estamos llamados a hacer partícipes a todos de su amor, su ternura, su bondad y su misericordia”.
El Pontífice, ha recordado que María “nos permite comprender lo que significa ser discípulo de Cristo”. Ella fue “elegida desde siempre para ser la Madre, aprendió a ser discípula”.
Sin embargo, el Papa ha explicado que no basta sólo escuchar, que es sin duda el primer paso. Después lo que se ha escuchado “es necesario traducirlo en acciones concretas”. El discípulo, en efecto, “entrega su vida al servicio del Evangelio”.
Por otro lado, ha recordado que a lo largo de su vida, “María ha realizado lo que se pide a la Iglesia: hacer memoria perenne de Cristo”. En su fe, “vemos cómo abrir la puerta de nuestro corazón para obedecer a Dios”.  En su abnegación, “descubrimos cuánto debemos estar atentos a las necesidades de los demás”. En sus lágrimas, “encontramos la fuerza para consolar a cuantos sufren”. En cada uno de estos momentos, “María expresa la riqueza de la misericordia divina, que va al encuentro de cada una de las necesidades cotidianas”.
Para finalizar, el Papa ha invitado a invocar a la “Madre del cielo” con la oración más antigua con la que los cristianos se dirigen a Ella, “con la certeza de saber que somos socorridos por su misericordia maternal”. A continuación todos los presentes han rezado: “Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios; no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades; antes bien, líbranos siempre de todo peligro, Oh Virgen gloriosa y bendita”.
09.10.16




El Santo Padre anuncia un consistorio y creará 17 nuevos cardenales
Será el próximo 19 de noviembre, el día antes de la clausura del Año de la Misericordia
9 octubre 2016


Consistorio en el Palacio Apostólico 
Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco anunció este domingo después de la oración del ángelus que rezó en la Plaza de San Pedro, la convocación de un consistorio en el cual creará 17 nuevos cardenales, de los cuales 13 electores.
“Tengo la alegría de anunciar –señalo el papa Francisco en el día del Jubileo Mariano– que el sábado 19 de noviembre, en la vigilia de la clausura de la Puerta Santa de la Misericordia, tendré un consistorio para nombrar a 13 nuevos cardenales de los 5 continentes. Son originarios de 11 naciones expresa la universalidad de la Iglesia, que anuncia y da testimonio de la Buena Noticia de la misericordia de Dios en cada rincón de la tierra”.
La inserción de los nuevos cardenales en la diócesis de Roma, además manifiesta la relación inextinguible entre la Sede de Pedro y las Iglesias particulares difundidas por el mundo, explicó Francisco.
Y el Pontífice añadió otro particular: “El domingo 20 de noviembre, solemnidad de Cristo Rey, como conclusión del Año Santo de la Misericordia, celebraré la santa misa con los nuevos cardenales, con el Colegio de Cardenales, con los arzobispos, obispos y presbíteros”.
El Papa leyó a continuación los nombres de los cardenales:
1-    Mons. Mario Zenari, que permanece nuncio apostólico en la martirizada Siria (italiano).
2-    2- Mons. Dieudonné Nzapalainga, C.S.Sp., arzobispo de Bangui (República Centoafricana)
3- Mons. Carlos Osoro Sierra, arzobispo de Madrid (España).
4- Mons. Sergio da Rocha, arzobispo de Brasilia (Brasil).
5- Mons. Blase J. Cupich, arzobispo de Chicago (EE.UU).
6- Mons. Patrick D’Rozario, C.S.C., arzobispo de Dhaka (Bangladesh).
7- Mons. Baltazar Enrique Porras Cardozo, arzobispo de Mérida (Venezuela).
8- Mons. Jozef De Kesel, arzobispo di Malines-Bruxelles (Bélgica).
9- Mons. Maurice Piat, arzobispo di Port-Louis (Islas Mauricio).
10- Mons. Kevin Joseph Farrell, prefecto del dicasterio para Laicos, familia y vida (EE.UU)

11- Mons. Carlos Aguiar Retes, arzobispo de Tlalnepantla (México).
12- Mons. John Ribat, M.S.C., arzobispo de Port Moresby (Papua Nueva Guinea).

13- Mons. Joseph William Tobin, C.SS.R., arzobispo de Indianapolis (EE.UU).
El Papa señalo además, que a los miembros del Colegio Cardenalicio unirá dos arzobispos y un obispo emérito que se distinguieron en su servicio pastoral y a un presbítero que ha dado claro testimonio cristiano.
“Estos representan –aseguró el Pontífice– a tantos obispos y sacerdotes que en toda la Iglesia edifican al pueblo de Dios, anunciando el amor misericordioso del Señor, cuidando diariamente el rebaño del Señor y en la confesión de la fe”.
Ellos son:
1- Mons. Anthony Soter Fernández, arzobispo emérito de Kuala Lumpur (Malasia)
2- Mons. Renato Corti, arzobispo emérito de Novara (Italia)
3- Mons. Sebastian Koto Khoarai, O.M.I, obispo emérito de Mohale’s Hoek (Lesotho)
4- Reverendo Ernest Simoni, presbitero de la arquidiócesis de Shkodrë-Pult (Scutari – Albania).
El Santo Padre concluyó con una invitación: “Recemos por los nuevos cardenales, para que confirmando su adhesión a Cristo, sumo sacerdote misericordioso y fiel, me ayuden en mi ministerio como obispo de Roma y como “principio y fundamento perpetuo y visible de la unidad de la fe y de la comunión”.
10.10.16




Francisco invita a los palotinos a evangelizar a los pobres materiales y espirituales
Les recuerda que solo “una profunda conversión” permitirá “servir al prójimo en la caridad”
10 octubre 2016
 Ciudad del Vaticano).- El santo padre Francisco recibió este lunes en audiencia en el Vaticano, a los participantes del capítulo general de la Sociedad del Apostólado Católico, fundada por el sacerdote romano San Vincenzo Palloti (1795-1850), motivo por el cual son llamados Palotinos.
En 2011, la Sociedad contaba con unos 2379 miembros, de los cuales 1648 sacerdotes, y 384 casas, presentes en Alemania, Argentina, Australia, Brasil, Camerún, Costa de Marfil, Estados Unidos, India, Irlanda, Italia, Francia, Polonia, Ruanda, Suiza y Uruguay.
El Papa recordó que el carisma de san Vincenzo Palloti “es un don precioso del Espíritu Santo porque ha suscitado y suscita varias formas de vida apostólica e incentiva a los fieles a empeñarse activamente en el testimonio evangélico”.
Añadió que san Vincenzo fue un sacerdote que reconoció en Jesús la infinita misericordia del Padre idea “que toma un particular significado en nuestros tiempos”, porque como dice la bula del Jubileo de la Misericordia, esta virtud “es la fuerza que vence a todo, que llena los corazones de amor y que consuela con el perdón”.
Francisco les recordó a los participantes reunidos en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, cuál es la regla base de esta congregación: “la vida de nuestro Señor” para “imitarlo con humildad y confianza” lo que lleva a “una profunda conversión”. Y es esto lo que permitirá dijo el Papa, “servir al prójimo en la caridad”.
El Pontífice subrayó una idea que el fundador de los palotinos repetía: “La llamada a hacer apostolado no está reservada solamente a algunos, pero dirigida a todos” motivo por el cual les invitó a “obrar con nuevo ardor para despertar la fe y re-encender la caridad, especialmente entre los sectores más débiles de la población, pobres espiritualmente y materialmente”.
Les indicó que en esta misión cuentan “con el ejemplo de tantos hermanos, auténticos testimonios del Evangelio, que han dedicado su vida al servicio de los otros” y les confió que “también yo les conocí durante mi servicio pastoral en Argentina y de ellos conservo un grato recuerdo”.
Al concluir la audiencia el Santo Padre, les encomendó a la protección de María Santísima, a quien Vincenzo Palloti veneraba de manera especial como Reina de los Apóstoles y antes de saludarles personalmente, les impartió la bendición apostólica.
11.10.16




El Papa en Sta. Marta advierte sobre la religión “maquillada” y del “aparentar”
En la homilía de este martes, el Santo Padre recuerda que el bien hay que hacerlo con humildad, como lo hizo Jesús
11 octubre 2016
 Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco, en la homilía de este martes en la misa celebrada en Santa Marta, ha recordado que Jesús nos pide hacer el bien con humildad, evitando el aparentar, el “fingir” hacer algo. Asimismo, el Santo Padre ha advertido sobre la “religión de maquillaje” subrayando que el camino del Señor es el camino de la humildad.
La libertad cristiana viene de Jesús, “no de nuestras obras”. De este modo el papa Francisco ha desarrollado su homilía hablando la Carta de San Pablo a los Gálatas, y del Evangelio del día, donde Jesús reprende a un fariseo concentrado en las apariencias y no en la sustancia de la fe.
Jesús dijo al doctor de la ley que le había criticado por no haber hecho la ablución antes de la comida: “Vosotros, los fariseos, limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro rebosáis de robos y maldades”. Por eso, el Papa ha recordado que Jesús  repite esto muchas veces en el Evangelio a esta gente.
En esta misma línea, el Santo Padre ha señalado que en otro paso del Evangelio, Jesús pide rezar sin hacer ver, sin aparentar. Algunos tenían “la cara dura”, “no tenían vergüenza”: rezaban y daban limosna para hacerse admirar. Sin embargo, el Señor “muestra el camino de la humildad”.
Al respecto, el Pontífice ha querido recordar que lo que importa, dice Jesús, “es la libertad que nos ha dado la redención, el amor, la recreación del Padre”.
Asimismo, ha explicado que es esa libertad interna, esa libertad que hace el bien a escondidas, sin hacer sonar la trompeta porque el camino de la verdadera religión es el mismo camino de Jesús: la humildad, la humillación.
Este es el único camino para quitar de nosotros el egoísmo, la codicia, la soberbia, la vanidad, la mundanidad. Al contrario, “esta gente que Jesús reprende es gente que sigue la religión del maquillaje: de la apariencia, el aparecer, fingir ser pero dentro…”. Jesús –ha señalado el Papa– usa para esta gente una imagen muy fuerte: “Vosotros sois sepulcros blanqueados, bonitos por fuera pero por dentro llenos de huesos de muerto y podredumbre”.
Por otro lado, el Pontífice ha explicado que Jesús nos llama, nos invita a “hacer el bien con humildad”. Así, ha recordado que “tú puedes hacer todo el bien que quieras pero si no lo haces humildemente, como nos enseña Jesús, este bien no sirve, porque es un bien que nace de ti mismo, de tu seguridad, no de la redención que Jesús nos ha dado”.
La redención –ha precisado– viene por el camino de la humildad y de las humillaciones porque no se llega nunca a la humildad sin las humillaciones.
Y vemos a Jesús humillado en la Cruz. Por eso, finalmente ha invitado a pedir al Señor “no cansarse de ir por este camino, no cansarnos de rechazar esta religión del aparentar, del parecer, del fingir…”. E ir “silenciosamente haciendo el bien, gratuitamente como nosotros hemos recibido gratuitamente nuestra libertad interior”. Y que Él  –ha concluido– custodie esta libertad interior de todos nosotros.
12.10.16



El Papa pide un alto el fuego en Siria
Durante la catequesis de la audiencia general, el Santo Padre ha alentado a “unir los esfuerzos de forma amplia en la tutela de nuestra casa común, promoviendo una cultura de prevención”
12 octubre 2016
 Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha subrayado y reiterado su cercanía por todas las víctimas del conflicto deshumano en Siria. Al finalizar la audiencia general de este miércoles, el Santo Padre ha expresado que con “un cierto sentido de urgencia” renueva  su llamamiento, implorando, “con todas mis fuerzas”, a los responsables, para que “se prevea un inmediato alto el fuego”, “se imponga y respete al menos por el tiempo necesario para consentir la evacuación de los civiles, sobre todo de los niños” que están todavía atrapados “bajo crueles bombardeos”.  
El Santo Padre ha estado siempre muy atento al conflicto en Siria. Son muchas las ocasiones en las que ha manifestado su preocupación, mostrado su cercanía por las víctimas y pidiendo a la comunidad internacional que cumpla todos los esfuerzos necesarios para poner fin a este drama. Recientemente, se reunieron en el Vaticano unos 40 organismos de caridad católicos, así como representantes de los episcopados locales, de congregaciones religiosas que trabajan en Oriente Medio, y los nuncios apostólicos en Siria e Irak. Se trataba de la quinta reunión sobre la crisis humanitaria en Siria e Irak promovida por el Pontificio Consejo “Cor Unum”. La reunión, que se celebró el 29 de septiembre, inició con la audiencia del Santo Padre. En su discurso, el Pontífice aseguró que “el mal no tiene la última palabra”. 
Otro gesto significativo del Papa hacia este pueblo que sufre desde hace cinco años el drama de la guerra, ha sido el anuncio del pasado domingo, de que el nuncio en Siria, monseñor Mario Zenari, será creado cardenal el próximo 19 de noviembre.  El futuro cardenal, en declaraciones a Radio Vaticano, indicó que “esta púrpura a a Siria, a las víctimas de Siria, a todos aquellos que sufren por este terrible conflicto” Por lo tanto –precisó– la púrpura es para este gente, para los muchos niños que sufren, para la pobre gente que paga las consecuencias de este terrible conflicto.
En la audiencia de hoy, el Papa también ha recordado que este jueves, 13 de octubre, se celebra la Jornada internacional por la reducción de los desastres naturales, que este año propone el tema: “Reducir la mortalidad”. De hecho, ha señalado Francisco, “los desastres natural podrían ser evitados o al menos limitados” ya que sus efectos a menudo se deben a una falta del cuidado del ambiente por parte del hombre. Por tanto, el Santo Padre ha alentado a “unir los esfuerzos de forma amplia en la tutela de nuestra casa común, promoviendo una cultura de prevención” con la ayuda también de “los nuevos conocimientos, reduciendo los riesgos para las poblaciones más vulnerables”.
Un mensaje que el Papa profundizó en su encíclica Laudato si’, intentando despertar las conciencias para un mayor cuidado de la casa común.
13.10.16




Francisco pide “protección, integración y soluciones estables” al drama de los menores migrantes
El Papa reflexiona sobre “Emigrantes menores de edad, vulnerables y sin voz” en el mensaje para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado
13 octubre 2016

Niños migrantes cruzan la frontera 

Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha llamado la atención sobre la realidad de los emigrantes menores de edad, especialmente los que están solos, instando a todos a hacerse cargo de los niños, que se encuentran desprotegidos. Es el centro del mensaje publicado este jueves, para la 103ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, que se celebrará el domingo, 15 de enero 2017, con el título “Emigrantes menores de edad, vulnerables y sin voz”.
De este modo, el Papa recuerda que “la emigración no es un fenómeno limitado a algunas zonas del planeta”, sino que “afecta a todos los continentes” y “está adquiriendo cada vez más la dimensión de una dramática cuestión mundial”.
Asimismo, observa que no se trata sólo de personas “en busca de un trabajo digno o de condiciones de vida mejor”, sino también de personas “que se ven obligadas a abandonar sus casas con la esperanza de salvarse” y “encontrar en otros lugares paz y seguridad”. Al respecto indica que son principalmente los niños quienes más sufren “las graves consecuencias de la emigración”, casi siempre “causada por la violencia, la miseria y las condiciones ambientales”, factores a los que hay que añadir la globalización en sus aspectos negativos.
Por eso advierte que “la carrera desenfrenada” hacia un enriquecimiento rápido y fácil lleva consigo también “el aumento de lacras monstruosas como el tráfico de niños” y “la explotación y el abuso de menores”.
Tal y como recuerda el Papa, “todos los niños tienen derecho a jugar y a realizar actividades recreativas, tienen derecho en definitiva a ser niños”. Sin embargo, “los niños constituyen el grupo más vulnerable entre los emigrantes”, porque, “mientras se asoman a la vida, son invisibles y no tienen voz”.
Los niños emigrantes –asevera Francisco– acaban fácilmente en lo más bajo de la degradación humana, donde la ilegalidad y la violencia queman en un instante el futuro de muchos inocentes, mientras que la red de los abusos a los menores resulta difícil de romper.
El Santo Padre se pregunta en el mensaje cómo responder a esta realidad.  En primer lugar, propone ser conscientes de que “el fenómeno de la emigración no está separado de la historia de la salvación”. Este fenómeno es “un signo de los tiempos”, “un signo que habla de la acción providencial de Dios en la historia y en la comunidad humana con vistas a la comunión universal”. Sin ignorar los problemas ni los dramas y tragedias de la emigración, “la Iglesia anima a reconocer el plan de Dios, incluso en este fenómeno, con la certeza de que nadie es extranjero en la comunidad cristiana”.
También es necesario, indica Francisco, centrarse en la protección, la integración y en soluciones estables. Según explica el Pontífice en el mensaje, hay muchos factores que contribuyen a crear un estado de vulnerabilidad en los emigrantes, especialmente si son niños. Entre ellos señala, la indigencia y la falta de medios de supervivencia ―a lo que habría que añadir las expectativas irreales inducidas por los medios de comunicación―; el bajo nivel de alfabetización; el desconocimiento de las leyes, la cultura y, a menudo, de la lengua de los países de acogida.
Al respecto, el Papa asegura que el impulso más fuerte hacia la explotación y el abuso de los niños viene a causa de la demanda. Por eso, indica que si no se encuentra el modo de intervenir con mayor rigor y eficacia ante los explotadores, “no se podrán detener las numerosas formas de esclavitud de las que son víctimas los menores de edad”.
Además, el Santo Padre subraya que es necesario que los inmigrantes, precisamente por el bien de sus hijos, “cooperen cada vez más estrechamente con las comunidades que los acogen”. Es importante –añade– que se implemente una cooperación cada vez más eficaz y eficiente, basada tanto en el intercambio de información como en la intensificación de unas redes capaces que puedan asegurar intervenciones tempestivas y capilares.
En segundo lugar, el Papa señala que “es necesario trabajar por la integración de los niños y los jóvenes emigrantes”. En esta misma línea, el Santo Padre recuerda que la situación de los emigrantes menores de edad se agrava cuando se encuentran en situación irregular o cuando son captados por el crimen organizado. Y terminan con frecuencia en centros de detención. En esos casos –asegura– el derecho de los Estados a gestionar los flujos migratorios y a salvaguardar el bien común nacional se tiene que conjugar con “la obligación de resolver y regularizar la situación de los emigrantes menores de edad”, respetando su dignidad y tratando de responder a sus necesidades. Por eso sigue siendo crucial que se adopten procedimientos nacionales y planes de cooperación entre países “para eliminar las causas de la emigración forzada de los niños”.
En tercer y último lugar, el Papa hace un llamamiento “para que se busquen y adopten soluciones permanentes”. Asegurando que este asunto se debe afrontar desde la raíz, precisa que las guerras, la violación de los derechos humanos, la corrupción, la pobreza, los desequilibrios y desastres ambientales “son parte de las causas del problema”. Los niños –advierte– son los primeros en sufrirlas, padeciendo a veces torturas y castigos corporales, que se unen a las de tipo moral y psíquico, dejándoles a menudo huellas imborrables.
Afrontar en los países de origen las causas que provocan la emigración requiere “el compromiso de toda la Comunidad internacional” para “acabar con los conflictos y la violencia que obligan a las personas a huir”. Además, se requiere también “una visión de futuro”, que sepa proyectar “programas adecuados para las zonas afectadas por la inestabilidad” y “por las más graves injusticias”, para que a todos se les garantice el acceso a un desarrollo auténtico que promueva el bien de los niños y niñas, esperanza de la humanidad.





El Papa en Sta. Marta: ¿Soy como la levadura buena que hace crecer?
En la homilía de este viernes, el Santo Padre ha advertido sobre la hipocresía que invoca al Señor con los labios pero el corazón está lejos de Él
14 octubre 2016

Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco, en la homilía de Santa Marta de este viernes, ha recordar que para seguir al Señor es fundamental no engañarnos, no decir mentiras y así no caer en la hipocresía, esa “esquizofrenia espiritual que nos hace decir tantas cosas pero sin practicarlas”.
Ha recordado que en el Evangelio del día, Jesús invita a cuidarse de la “levadura de los fariseos”. Al respecto, ha explicado que existe “una levadura buena y una levadura mala”. La levadura que hace crecer el Reino de Dios y la levadura que hace solamente la apariencia en el Reino de Dios. La levadura –ha observado– hace crecer siempre; y hace crecer, cuando es buena, de forma consistente, sustanciosa y se convierte en pan bueno, pasta buena: crece bien. Pero la “levadura mala” no hace crecer bien.
A este punto, el Santo Padre ha querido contar una anécdota de infancia para explicarlo bien. “Yo recuerdo que para carnaval, cuando éramos niños, la abuela nos hacía galletas, y era una pasta muy sutil, sutil, sutil la que ella hacía. Después la echaba al aceite y esa pasta se hinchaba… y cuando empezábamos a comerla, estaba vacía”, ha recordado. Y la abuela les decía “estas son como las mentiras: parecen grandes, pero no tienen nada dentro, no hay nada de verdad, ahí; no hay nada de sustancia”.
Por eso, el Papa ha señalado que Jesús nos dice: “Estad atentos a la mala levadura, la de los fariseos”. ¿Y cuál es? Es la hipocresía, ha señalado Francisco.
Asimismo, ha añadido que la hipocresía es cuando se invoca al Señor con los labios pero el corazón está lejos de Él. Es una “división interna”. Se dice una cosa y se hace otra. Es –ha aclarado– una especie de esquizofrenia espiritual. Además, ha observado el Pontífice, el hipócrita es un simulador: parece bueno, cortés, pero detrás de sí tiene un puñal. Al respecto ha invitado a pensar en Herodes y la cortesía con la que recibió a los Magos. Y en el momento de la despedida les pide que le avisen dónde está ese niño para ir también a adorarlo, cuando en realidad lo que quería era matarlo. 
Jesús, hablando de estos doctores de la ley dice: “Estos dicen y no hacen”, que es otra forma de hipocresía. Al respecto, el Santo Padre ha explicado que es un “nominalismo existencial”, los que creen que diciendo las cosas está todo hecho. Las cosas se hacen, no solo se dicen, ha advertido Francisco.
Del mismo modo, ha reconocido que el hipócrita es un nominalista, cree que con el decir se hace todo. Después, el hipócrita “es incapaz de acusarse a sí mismo: nunca encuentra en sí una mancha, acusa a los otros”.
Por eso, el Santo Padre ha invitado a hacer un examen de conciencia para entender si crecemos con la levadura buena o la levadura mala preguntándonos: ¿Con qué espíritu hago las cosas? ¿Con qué espíritu rezo? ¿Con qué espíritu me dirijo a los otros? ¿Con el espíritu que construye? ¿O con el espíritu que divide? Importante — concluye el Papa– es no engañarse, no decir mentiras sino la verdad.
Al respecto, el Pontífice ha explicado que los niños cuando se confiesan nunca dicen mentiras, y no dicen cosas abstractas. “Los niños cuando están delante de Dios y delante de los otros, dicen cosas concretas” porque “tienen la levadura buena, la que hace crecer como crece el Reino de los Cielos”.
Finalmente, el Santo Padre ha pedido que el Señor dé a todos “el Espíritu Santo y la gracia de la lucidez de decirnos cuál es la levadura con la que crezco, cuál es la levadura con la que actúa”.
15.10.16