21 d’ag. 2019

PAPA - AUDIENCIAS


Compartir”, la verdadera señal de que tu corazón se ha convertido – Catequesis completa

Poner en comunión”


( 21 agosto 2019).- “El vínculo con Cristo establece un vínculo entre hermanos que converge y se expresa también en la comunión de bienes materiales”, ha recordado el Papa Francisco esta mañana en la audiencia general.
La señal de que tu corazón se ha convertido es cuando la conversión llega a tus bolsillos, cuánto toca tu propio interés: allí es donde ves si uno es generoso con los demás, si uno ayuda a los más débiles, a los más pobres: cuando la conversión llega allí, asegúrate de que es una verdadera conversión”, ha reflexionado el Santo Padre.
Tras una pausa en las audiencia generales el pasado 14 de agosto, el Pontífice ha continuado hoy, 21 de agosto de 2019, el ciclo de catequesis sobre los Hechos de los Apóstoles. Como es habitual en el mes de agosto, la audiencia se ha celebrado en el aula Pablo VI, debido al intenso calor en Roma.

Catequesis del Papa Francisco
La comunidad cristiana nace del derramamiento sobreabundante del Espíritu Santo y crece gracias al fermento del compartir entre hermanos y hermanas en Cristo. Hay un dinamismo de solidaridad que construye la Iglesia como familia de Dios, donde la experiencia de la koinonia es central. ¿Qué quiere decir esta palabra rara? Es una palabra griega que significa “poner en comunión”, “compartir”, ser como una comunidad, no aislada. Esta es la experiencia de la primera comunidad cristiana, es decir, compartir, “compartir”, “comunicar, participar”, no aislarse.

En la Iglesia de sus orígenes, esta koinonia, esta comunidad se refiere sobre todo a la participación en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Por eso, cuando comulgamos decimos “nos comunicamos”, entramos en comunión con Jesús y desde esta comunión con Jesús llegamos a la comunión con nuestros hermanos y hermanas. Y esta comunión con el Cuerpo y la Sangre de Cristo que se realiza en la Santa Misa se traduce en unión fraterna, y por tanto también en lo que nos resulta más difícil: poner en común nuestros bienes y recoger dinero para la colecta en favor de la Iglesia Madre de Jerusalén (cf. Rom 12, 13; 2 Cor 8-9) y de las demás Iglesias.
Si queréis saber si sois buenos cristianos debéis orar, tratad de acercaros a la comunión, el sacramento de la reconciliación. Pero la señal de que tu corazón se ha convertido es cuando la conversión llega a tus bolsillos, cuánto toca tu propio interés: allí es donde ves si uno es generoso con los demás, si uno ayuda a los más débiles, a los más pobres: cuando la conversión llega allí, asegúrate de que es una verdadera conversión. Si se queda sólo en palabras, no es una buena conversión.
La vida eucarística, las oraciones, la predicación de los Apóstoles y la experiencia de comunión (cf. Hch 2,42) hacen de los creyentes una multitud de personas que tienen -dice el Libro de los Hechos de los Apóstoles- “un solo corazón y una sola alma” y que no consideran su propiedad como lo que poseen, sino que lo tienen todo en común (cf. Hch 4,32). Es un modelo de vida tan fuerte que nos ayuda a ser generosos y no mezquinos.
Por eso, “ninguno de ellos […] tenía necesidad, porque los que poseían -dice el Libro- campos o casas los vendían, traían el producto de lo que se había vendido y lo ponían a los pies de los apóstoles; luego se repartía a cada uno según su necesidad” (Hch 4,34-35). La Iglesia siempre ha tenido este gesto de cristianos que se despojaban de las cosas que tenían de más, de las cosas que no eran necesarias para dar a los necesitados. Y no sólo dinero, sino tiempo. ¡Cuántos cristianos –ustedes, por ejemplo, aquí en Italia–, cuántos cristianos hacen voluntariado! ¡Esto es hermoso! Es comunión, compartir mi tiempo con los demás, ayudar a los necesitados. Y así, el voluntariado, las obras de caridad, las visitas a los enfermos; se presta siempre a compartir con los demás, y no sólo buscar nuestro propio interés.
La comunidad, o koinonia, se convierte así en el nuevo modo de relación entre los discípulos del Señor. Los cristianos experimentan una nueva forma de estar entre ellos, de comportarse. Y es el modo cristiano adecuado, hasta el punto de que los paganos miraban a los cristianos y decían: “¡Mirad cómo se aman!”. El amor era el camino. Pero no el amor a las palabras, no el amor falso: el amor a las obras, a ayudarse unos a otros, el amor concreto, la concreción del amor.
El vínculo con Cristo establece un vínculo entre hermanos que converge y se expresa también en la comunión de bienes materiales. Sí, esta forma de estar juntos, este amor llega a tus bolsillos, llega incluso a despojarte del impedimento del dinero para dárselo a los demás, yendo en contra de tus propios intereses. Ser miembros del Cuerpo de Cristo hace que los creyentes sean corresponsables unos de otros. Ser creyentes en Jesús nos hace a todos corresponsables los unos de los otros. “Pero mira eso, el problema que tiene, no me importa, es asunto suyo”. No, entre los cristianos no podemos decir: “Pobre, tiene un problema en casa, está pasando por esta dificultad familiar”. Yo debo rezar, lo llevo conmigo, no soy indiferente. Esto es ser cristiano.Por eso los fuertes apoyan a los débiles (cf. Rom)y nadie experimenta la pobreza que humilla y desfigura la dignidad humana, porque viven esta comunidad: tener el corazón en común. Se aman el uno al otro. Esta es la señal: amor concreto.
Santiago, Pedro y Juan, que son los tres apóstoles como las “columnas” de la Iglesia de Jerusalén, establecen comunitariamente que Pablo y Bernabé evangelizan a los paganos mientras ellos evangelizan a los judíos, y simplemente piden a Pablo y Bernabé, una condición: no olvidar a los pobres, recordar a los pobres (cfr. Gal 2, 9-10). No sólo los pobres materiales, sino también los pobres espirituales, las personas que tienen problemas y necesitan nuestra cercanía. El cristiano siempre parte de sí mismo, de su propio corazón, y se acerca a los demás como Jesús se acercó a nosotros. Esta es la primera comunidad cristiana.
Un ejemplo concreto del compartir y de la comunión de bienes nos viene del testimonio de Bernabé: posee un campo y lo vende para entregarlo a los Apóstoles (cf. Hch 4, 36-37). Pero junto a su ejemplo positivo aparece otro tristemente negativo: Ananías y su esposa Saffira, vendieron un terreno, decidieron entregar sólo una parte a los Apóstoles y guardar la otra para sí mismos (cf. Hch 5,1-2). Este engaño rompe la cadena del compartir libre, sereno, desinteresado y las consecuencias son trágicas, fatales (Hch 5,5.10). El apóstol Pedro desenmascara la mala conducta de Ananías y de su esposa y le dice: “¿Por qué llenó Satanás tu corazón, para que mintieras al Espíritu Santo y guardaras una parte de las ganancias del campo? […] No habéis mentido a los hombres, sino a Dios” (Hch 5:3-4). Podríamos decir que Ananías mintió a Dios por una conciencia aislada, una conciencia hipócrita, es decir, por una pertenencia eclesial “negociada”, parcial y oportunista.
La hipocresía es el peor enemigo de esta comunidad cristiana, de este amor cristiano: fingir que nos amamos unos a otros, pero sólo buscando el propio interés. Fallar en la sinceridad de compartir, de hecho, o fallar en la sinceridad del amor, es cultivar la hipocresía, distanciarse de la verdad, volverse egoísta, apagar el fuego de la comunión y destinarse al frío de la muerte interior. Los que se comportan así pasan por la Iglesia como turistas. Hay muchos turistas en la Iglesia que están siempre de paso, pero nunca entran en la Iglesia: es el turismo espiritual el que les hace creer que son cristianos, mientras que sólo son turistas de las catacumbas.
No, no debemos ser turistas en la Iglesia, sino hermanos entre nosotros. Una vida basada sólo en el beneficio y el aprovechamiento de las situaciones en detrimento de los demás, inevitablemente causa la muerte interior. Y cuánta gente dice estar cerca de la Iglesia, ser amigos de los sacerdotes, obispos, buscando sólo su propio interés. ¡Estas son las hipocresías que destruyen a la Iglesia! El Señor –lo pido por todos nosotros– derrame sobre nosotros su Espíritu de ternura, que supera toda hipocresía y pone en circulación esa verdad que alimenta la solidaridad cristiana, que lejos de ser una actividad de asistencia social, es la expresión indispensable de la naturaleza de la Iglesia, la tierna madre de todos, especialmente de los más pobres.
22.08.19



Francisco se une al recuerdo de la trata de esclavos y de su abolición
En el Día Internacional de las víctimas



(23 agosto 2019).- “Todos hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios y tenemos la misma dignidad. Detengamos la esclavitud!” ha escrito el Papa Francisco en Twitter esta mañana, 23 de agosto de 2019, con motivo del Día Internacional del Recuerdo de la Trata de Esclavos, establecido por la Organización de Naciones Unidas.
La madrugada del 22 al 23 de agosto se conmemora el aniversario de la insurrección, en 1791, de los hombres y mujeres sometidos a la esclavitud en Santo Domingo, la parte occidental de la isla de La Española que, al proclamar su independencia, recuperó su nombre amerindio original: Haití.
Esta revuelta comporta una reivindicación universal de libertad, que va más allá de cualquier límite de tiempo y espacio. “Apela a toda la humanidad, sin distinción de origen ni de religión, y sigue resonando hoy con la misma fuerza”, propone la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Mediante el Día Internacional del Recuerdo de la Trata de Esclavos y de su Abolición, la UNESCO desea recordar la importancia fundamental de la transmisión de la historia para poner de relieve la lucha contra todas las formas de opresión y racismo que existen en la actualidad.
En el camino de la paz y la dignidad
El efecto expansivo que provocó la revuelta de 1791 ha marcado el curso de las luchas de liberación de los pueblos y de los movimientos de defensa de los derechos humanos y civiles desde hace más de 200 años. Cristaliza los desafíos, los conceptos y los principios que es imprescindible conocer en la lucha actual contra la esclavitud moderna y la trata de personas. “Creemos que la enseñanza de esta historia puede colocar a los ciudadanos de mañana en el camino de la paz y la dignidad”, indica la organización internacional.
La directora general de la UNESCO indica que este 23 de agosto se honra la memoria de los hombres y mujeres que, en 1791 en Santo Domingo, se  sublevaron y allanaron el camino para poner fin a la esclavitud y la deshumanización.
“A través de ellos –aclara– rendimos tributo a su memoria y a la de todas las demás víctimas de la esclavitud. (…) Para  extraer enseñanzas de esa historia, debemos poner al  descubierto ese sistema, deconstruir los mecanismos retóricos y pseudocientíficos utilizados para justificarlo y negarnos a aceptar cualquier concesión o apología que por sí misma conduzca a comprometer los principios. Esa lucidez es el requisito fundamental para la reconciliación de la memoria y la lucha contra todas las formas actuales de  esclavitud, que  siguen  afectando  a  millones  de  personas,  en  particular  a  mujeres y niños”.
24.08.19




Papa Francisco: “El amor es exigente siempre, requiere compromiso”

Palabras del Papa antes del Ángelus


( 25 agosto 2019).- “Para salvarse, es necesario amar a Dios y al prójimo, ¡y esto no es cómodo! Es una ‘puerta estrecha’ porque es exigente, el amor es exigente siempre, requiere compromiso, es decir, ‘esfuerzo’, es decir, la voluntad firme y decisiva para vivir según el Evangelio”, ha indicado el Papa Francisco.
El Santo Padre ha rezado el Ángelus este domingo, 25 de agosto de 2019, desde el balcón del Palacio Apostólico, dirigido a los visitantes y peregrinos que se encontraban en la plaza de San Pedro. Como de costumbre, el Pontífice ha comentado el Evangelio antes de rezar la oración.
***
Palabras del Papa Francisco
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
El Evangelio de hoy (cf. Lc 13, 22-30) nos presenta a Jesús, que pasa enseñando por ciudades y pueblos, en su camino hacia Jerusalén, donde sabe que debe morir en la cruz por la salvación de todos nosotros. En este contexto, se inserta la pregunta de tal persona, que se vuelve hacia él y le dice: “Señor, ¿son pocos los que son se salvan?” (v. 23).
La cuestión era debatida en aquel tiempo –cuantos se salvan, cuantos no…– y había diferentes maneras de interpretar las Escrituras al respecto, dependiendo de los textos que tomaran. Pero Jesús invierte la pregunta, –que se centra más en la cantidad, “¿son pocos?”– y en cambio, coloca la respuesta en el plano de la responsabilidad, invitándonos a hacer buen uso del tiempo presente. En efecto dice: Esfuércense por entrar por la puerta estrecha, porque muchos intentarán entrar pero no lo conseguirán.
Con estas palabras, Jesús deja claro que no se trata de una cuestión de número, ¡no hay un “número cerrado” en el Paraíso! Se trata de cruzar el pasaje derecho ahora mismo, y este pasaje derecho es para todos, pero es estrecho. Ese es el problema. Jesús no quiere engañarnos, diciendo: “Sí, estad tranquilos, es fácil, hay una bonita autopista y una gran puerta en la parte inferior…”. No nos dice eso. Nos habla de la puerta estrecha. Nos dice las cosas como son: el pasaje es estrecho.
¿En qué sentido? En el sentido de que para salvarse, es necesario amar a Dios y al prójimo, ¡y esto no es cómodo! Es una “puerta estrecha” porque es exigente, el amor es exigente siempre, requiere compromiso, es decir, “esfuerzo”, es decir, la voluntad firme y decisiva para vivir según el Evangelio. San Pablo lo llama “la buena batalla de la fe” (1 Tim 6, 12). Se necesita el esfuerzo de todos los días, de cada día, para amar a Dios y al prójimo.
Y, para explicarse mejor, Jesús narra una parábola. Hay un casero que representa al Señor. Su casa simboliza la vida eterna, es decir, la salvación. Y aquí vuelve la imagen de la puerta. Jesús dice: “Cuando el casero se levante y cierre la puerta, vosotros, que os habéis quedado fuera, empezaran a llamar a la puerta diciendo: “Señor, ábrenos”. Pero él les contestará: “No sé de dónde son”. (v. 25). Estas personas tratarán de hacerse reconocer, recordando al casero: “Comí contigo, bebí contigo… Escuché tus consejos, tus enseñanzas en público…”. (ver v. 26); “Yo estaba allí cuando diste esa conferencia…”. Pero el señor repetirá que no los conoce, y los llama “operadores de injusticia”. ¡Ese es el problema! El Señor nos reconocerá, no por nuestros títulos – “Pero mira, Señor, que yo pertenecía a esa asociación, que era amigo del monseñor del cardenal, del sacerdote…”. No, los títulos no cuentan, no cuentan. El Señor nos reconocerá sólo por una vida humilde y buena, una vida de fe que se traduce en las obras.
Para nosotros, los cristianos, esto significa que estamos llamados a instaurar una verdadera comunión con Jesús, orando, yendo a la Iglesia, acercándonos a los sacramentos, y alimentándonos con su Palabra. Esto nos mantiene en la fe, alimenta nuestra esperanza y reaviva la caridad y así con la gracia de Dios podemos y debemos gastar nuestra vida por el bien de nuestros hermanos, luchando contra toda forma de mal y de injusticia.
Que la Virgen María nos ayude. Ella pasó por la puerta estrecha, que es Jesús. Lo acogió con todo su corazón y lo siguió todos los días de su vida, aun cuando ella no comprendía, incluso cuando una espada atravesaba su alma. Por eso la invocamos como “Puerta del Cielo”: María, Puerta del Cielo; una puerta que sigue exactamente la forma de Jesús: la puerta del corazón de Dios, corazón exigente, pero abierto a todos nosotros.

Después  del  Àngelus


Queridos hermanos y hermanas:
Saludo a todos ustedes, romanos y peregrinos.
Saludo en particular a la comunidad del Pontificio Colegio Norteamericano, especialmente a los nuevos seminaristas recién llegados. Queridos seminaristas, los exhorto a un compromiso espiritual y a la fidelidad a Cristo, al Evangelio y al Magisterio de la Iglesia. Sin construir sobre estas columnas, será imposible edificar su vocación. Saludo a los jóvenes de Acción Católica de la diócesis de Bolonia; a los jóvenes de la Unidad Pastoral de Rovato, diócesis de Brescia; y a los de Ponte Nossa, en la diócesis de Bérgamo.
Estamos todos preocupados por los grandes incendios que se han desarrollado en el Amazonas. Recemos para que, con el compromiso de todos puedan ser domados lo antes posible. Ese pulmón de bosque es vital para nuestro planeta.
Veo que hay algunos de mis compatriotas argentinos, ¡los saludo bien!
Les deseo a todos un feliz domingo. Y por favor, no olvides rezar por mí. Que tengas un buen almuerzo y hasta la vista.
26.08.19




Católicos y valdenses: “Testimoniar a Jesús y su Evangelio de la caridad” 

Mensaje del Papa a las Iglesias Metodista y Valdense


(26 agosto 2019).- “Estamos llamados a continuar nuestro compromiso en el camino del conocimiento mutuo, la comprensión y la colaboración, a dar testimonio de Jesús y de su Evangelio de la caridad”, dice el Papa Francisco en su mensaje a las Iglesias metodista y evangelista valdense.
Escribió este mensaje de saludo con ocasión del Sínodo de las Iglesias metodista y valdense que se inauguró en Torre Pellice (Turín), Piamonte, Italia, el 25 de agosto de 2019, dijo la Santa Sede. El texto del mensaje anual fue escrito el 22 de agosto y se hizo público el domingo 25 de agosto de 2019.
El Papa dirige sus “cordiales saludos” a las Iglesias metodista y valdense, expresa su “cercanía fraterna” así como la de toda la Iglesia Católica.
Como seguidores de Cristo, escribe el Papa, podemos ofrecer respuestas comunes al sufrimiento que aflige a tanta gente, especialmente a los más pobres y débiles, y así promover la justicia y la paz”.
El Papa Francisco “ora” por todos los participantes del Sínodo “para que en estos días de encuentro, oración y reflexión” puedan “experimentar la experiencia viva del Espíritu Santo, que anima y fortalece el testimonio cristiano”.
Me uno a vosotros en vuestra oración para pedir al Señor que fortalezca también el espíritu ecuménico entre los cristianos y que fortalezca la comunión entre nuestras iglesias”, subraya el Papa.
El Pontífice concluye su mensaje expresando sus “mejores deseos” a la Asamblea sinodal de las Iglesias metodista y aldense e, “invocando la bendición del Señor”, pide a los participantes que oren por él.
27.08.19





Francisco invita los jóvenes paraguayos a “abrazarse a Jesucristo”

Clausura del Trienio de la Juventud

(27 agosto 2019).- El Papa Francisco ha animado a los jóvenes de Paraguay, en el contexto del Trienio de la Juventud, “a abrazarse a Jesucristo, que los ha llamado a ser sus amigos, para que permanezcan en Él y puedan dar muchos frutos”.
A través del cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, el Santo Padre ha enviado un mensaje a monseñor Pierre Laurent Jubinville, obispo de San Pedro, en Paraguay, y responsable de la Pastoral Juvenil de Paraguay, con ocasión de la conclusión del “Trienio de la Juventud”, celebrado bajo el lema «Abrazarse a Cristo Jesús»(Jn 15 1-17).
El Pontífice ha saludado cordialmente a los organizadores y participantes en el foro que concluyó el trienio dedicado a los jóvenes de Paraguay y los exhortó a “escuchar la voz del Señor que los envía individualmente y como comunidad a ser discípulos misioneros, testigos de la Buena Noticia de la Salvación entre los más pobres”.
Con estos deseos – escribe Parolin – y a la vez que ruega que recen por él y su servicio a la Iglesia Universal, Su Santidad los encomienda a la materna intercesión de la Bienaventurada Virgen María, Nuestra Señora de la Pura y Limpia Concepción de Caacupé, y les imparte con afecto la implorada Bendición Apostólica”.
Trienio de la Juventud
Con motivo del Trienio de la Juventud, se ha celebrado en Paraguay un foro juvenil con la participación de jóvenes de todas las diócesis del país, los días 24 y 25 agosto de 2019, con el objetivo principal de “inspirar, fortalecer y consolidar el compromiso social de los jóvenes, además de reflexionar el caminar del Trienio en la Iglesia por medio del encuentro de las experiencias pastorales”.
La iniciativa de los obispos surgió en el aniversario de la visita del Papa al país, con el objetivo de combatir la corrupción y la pobreza.
El Trienio de la Juventud fue presentado durante la Misa por el aniversario de la visita del Papa Francisco a Paraguay, el 10 de julio de 2016, en la Basílica de Caacupé, monseñor Ricardo Valenzuela, presentó este proyecto ante el cardenal Beniamino Stella.
28.08.19




Obedeced a Dios en vez de a los hombres” – Catequesis completa del Papa

Ciclo de los Hechos de los Apóstoles

(28 agosto 2019).- Pedro respondió ofreciendo una clave de la vida cristiana: “Obedeced a Dios en vez de a los hombres”. Esto significa escuchar a Dios “sin reservas, sin demoras, sin cálculos; adherirnos a Él para ser capaces de hacer una alianza con Él y con aquellos que encontramos en nuestro camino”, ha explicado el Papa Francisco.
En el discurso en lengua italiana, el Papa, continuando el ciclo de catequesis sobre los Hechos de los Apóstoles, se ha centrado en el tema: “‘Cuando Pedro pasaba…’ (Hch 5, 15). Pedro, principal testimonio del Resucitado”. (Libro bíblico: De los Hechos de los Apóstoles 5, 12.15-16).
En las heridas de los enfermos –asegura el Pontífice- “está siempre la presencia de Jesús, las heridas de Jesús. Ahí está Jesús llamándonos a cada uno de nosotros a cuidarlos, a apoyarlos, a sanarlos”. Así, ha narrado que la acción sanadora de Pedro despertó el odio y la envidia de los saduceos, que encarcelaron a los apóstoles y, conmocionados por su misteriosa liberación, les prohibieron enseñar, ante lo que Pedro dio la “respuesta cristiana”: “Yo obedezco a Dios en vez de a los hombres”.
Enfermos, privilegiados del anuncio del Reino
Lleno del Espíritu de su Señor –describe el Santo Padre– Pedro pasa y, sin que él haga nada, su sombra se convierte en “caricia” sanadora, en comunicación de salud, en efusión de la ternura del Resucitado que se inclina sobre los enfermos y restaura la vida, la salvación y la dignidad. De este modo, afirma, “Dios manifiesta su cercanía y hace de las heridas de sus hijos ‘el lugar teológico de su ternura'”.
En el capítulo 5 de los Hechos –relata el Papa– la Iglesia naciente se muestra como un “hospital de campo” que acoge las personas más débiles, es decir, a los enfermos. A ojos de los apóstoles, como a los ojos de los cristianos de todas las épocas, los enfermos “son destinatarios privilegiados del feliz anuncio del Reino, son hermanos en los que Cristo está presente de modo especial, para que todos nosotros los busquemos y los encontremos”, ha indicado.
Catequesis del Papa
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
La comunidad eclesial descrita en el Libro de los Hechos de los Apóstoles vive de tanta riqueza que el Señor pone a su disposición –¡el Señor es generoso!–, experimenta un crecimiento numérico y un gran entusiasmo, a pesar de los ataques externos. Para mostrarnos esta vitalidad, Lucas, en el libro de los Hechos de los Apóstoles, señala también lugares significativos, por ejemplo el pórtico de Salomón (cf. Hch 5,12), lugar de encuentro de los creyentes. El pórtico (stoà) es una galería abierta que sirve como refugio, pero también como lugar de encuentro y testimonio. Lucas, en efecto, insiste en los signos y prodigios que acompañan a la palabra de los Apóstoles y en el cuidado especial de los enfermos a los que se dedican.
En el capítulo 5 de los Hechos, la Iglesia naciente se muestra como un “hospital de campo” que acoge las personas más débiles, es decir, a los enfermos. Su sufrimiento atrae a los Apóstoles, que no poseen “ni plata ni oro” (Hch 3,6) -como dice Pedro al lisiado-, sino que son fuertes en el nombre de Jesús. A sus ojos, como a los ojos de los cristianos de todas las épocas, los enfermos son destinatarios privilegiados del feliz anuncio del Reino, son hermanos en los que Cristo está presente de modo especial, para que todos nosotros los busquemos y los encontremos (cf. Mt 25, 36.40). Los enfermos son privilegiados para la Iglesia, para el corazón sacerdotal, para todos los fieles. No hay que descartarlos, al contrario, hay que curarlos, cuidarlos: son el objeto de la preocupación cristiana.
Entre los apóstoles emerge Pedro, que tiene preeminencia en el grupo apostólico por el primado (cf. Mt 16, 18) y la misión recibida del Resucitado (cf. Jn 21, 15-17). Es él quien da luz verde a la predicación del kerigma el día de Pentecostés (cf. Hch 2, 14-41) y quien, en el Concilio de Jerusalén, desempeñará un papel principal (cf. Hch 15 y Gál 2, 1-10).
Pedro se acerca a las camillas y pasa entre los enfermos, como lo hizo Jesús, asumiendo enfermedades y dolencias (cf. Mt 8,17; Is 53,4). Y Pedro, el pescador de Galilea, pasa, pero deja que se manifieste otro: ¡que sea el Cristo vivo y obrero! El testigo, en efecto, es el que manifiesta a Cristo, tanto de palabra como en presencia del cuerpo, lo que le permite relacionarse y ser una extensión del Verbo hecho carne en la historia. Pedro es el que hace las obras del Maestro (cf. Jn 14,12): mirándolo con fe, se ve a Cristo mismo. Lleno del Espíritu de su Señor, Pedro pasa y, sin que él haga nada, su sombra se convierte en “caricia” sanadora, en comunicación de salud, en efusión de la ternura del Resucitado que se inclina sobre los enfermos y restaura la vida, la  salvación y la dignidad. De este modo, Dios manifiesta su cercanía y hace de las heridas de sus hijos “el lugar teológico de su ternura” (Homilía matutina, Santa Marta, 14.12.2017). En las heridas de los enfermos, en las enfermedades que impiden avanzar en la vida, está siempre la presencia de Jesús, las heridas de Jesús. Ahí está Jesús llamándonos a cada uno de nosotros a cuidarlos, a apoyarlos, a sanarlos. La acción sanadora de Pedro despertó el odio y la envidia de los saduceos, que encarcelaron a los apóstoles y, conmocionados por su misteriosa liberación, les prohibieron enseñar. Esta gente vio los milagros que los apóstoles no hicieron por arte de magia, sino en el nombre de Jesús; pero no quisieron aceptarlo y meterlo en la cárcel, los golpearon. Entonces fueron milagrosamente liberados, pero los corazones de los saduceos eran tan duros que no querían creer lo que veían. Pedro respondió ofreciendo una clave de la vida cristiana: “Obedeced a Dios en vez de a los hombres” (Hch 5,29), porque ellos -los tristes- le decían: “No tienes que seguir adelante con estas cosas, no tienes que curar” – “Yo obedezco a Dios ante los hombres”: es la gran respuesta cristiana.

Esto significa escuchar a Dios sin reservas, sin demoras, sin cálculos; adherirnos a Él para ser capaces de hacer una alianza con Él y con aquellos que encontramos en nuestro camino. Pidamos también al Espíritu Santo la fuerza para no asustarnos frente a aquellos que nos mandan que nos callemos, nos calumnien e incluso ataquen nuestras vidas. Pidámosle que nos fortalezca interiormente para estar seguros de la presencia amorosa y consoladora del Señor a nuestro lado.
29.08.19



1 d’ag. 2019

PAPA AGOST 2019


Vivir el Bautismo como “levadura social” – Videomensaje del Papa para el Congreso Misionero de Indonesia

El cristiano, siempre “hacia adelante”


(1 agosto 2019).- El Papa Francisco afirma que la mejor forma de vivir nuestro Bautismo es hacerlo como levadura: “levadura social, en la sociedad, para llevar adelante este mensaje de Jesús”.
El Pontífice ha enviado hoy, 1 de agosto de 2019, un videomensaje al Congreso Misionero Nacional de Indonesia, que se está celebrando en hotel Mercure Ancol de Yakart Yakarta, Indonesia, del 1 al 4 de agosto.
Difundidas hoy durante la ceremonia de apertura del Congreso Misionero Nacional de Indonesia en sus palabras, el Papa Francisco invita a pensar sobre el tema elegido para el citado encuentro: “Bautizado y enviado”.
Para él, al ser bautizados “recibimos el Espíritu Santo, que es un tesoro” , así como “el mensaje de Jesús, el Evangelio dentro de nosotros”. Y “cuando uno tiene algo bello y está entusiasmado, siente el impulso de llevarlo a cabo y dárselo a los demás”.
Por otra parte, el Obispo de Roma reitera que las palabras “bautizado y enviado“ han de ser el hilo conductor del Congreso.
El cristiano, siempre “hacia adelante”
El Papa Francisco pidió que nunca olvidemos que somos bautizados y enviados y que “el cristiano siempre camina hacia adelante”.
Según el Pontífice  la Biblia nos dice que “no somos personas que regresamos, no; somos gente que va hacia delante, siempre” y cuando alguna se dirige hacia atrás “no es cristiano”.
Y agrega que “el cristiano va hacia delante, y esto significa ‘enviado’: es el Espíritu Santo el que me insta a seguir adelante. Así, coraje, adelante, siempre adelante”.
Finalmente, termina su mensaje pidiendo que Nuestra Señora “os custodie y os invite a seguir adelante” y también demandando oraciones por él.

02.08.19





Ángelus: “Volved vuestros pensamientos a las cosas de allá arriba, no a las de la tierra”

Palabras del Papa antes de la oración mariana


(4 agosto 2019).- A las 12 del mediodía de hoy, el Santo Padre Francisco desde la ventana del estudio en el Palacio Apostólico Vaticano se dirige a los peregrinos y fieles reunidos en la Plaza San Pedro para recitar el Ángelus en este XVIII domingo del tiempo ordinario.
Palabras del Papa antes del Ángelus:
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
El Evangelio de hoy (cf. Lc 12, 13-21) se abre con la escena de una persona que se levanta en medio de la muchedumbre y le pide a Jesús que resuelva una cuestión legal sobre la herencia familiar. Pero en su respuesta él no aborda la pregunta, y nos insta a mantenernos alejados de la codicia, es decir, de la codicia de poseer. Para distraer a sus oyentes de esta búsqueda frenética de riquezas, Jesús cuenta la parábola del rico necio, que piensa que es feliz porque ha tenido la suerte de una cosecha excepcional y se siente seguro con los bienes que ha acumulado. Será agradable para ti leerlo hoy; está en el capítulo doce de San Lucas, versículo 13. Es una hermosa parábola que nos enseña mucho. La historia cobra vida cuando el contraste entre lo que el hombre rico planea para sí mismo y lo que Dios está planeando para él.
El rico pone ante su alma, es decir, ante sí mismo, tres consideraciones: los muchos bienes amontonado, los muchos años que estos bienes parecen asegurarle y en tercer lugar, la tranquilidad y el bienestar desenfrenados (ver v.19). Pero la palabra que Dios le dirige anula estos proyectos suyos. En lugar de los “muchos años”, Dios indica la inmediatez de “esta noche; esta noche morirás”; en lugar de “el disfrute del la vida” le presenta el “dar vida; darás vida a Dios”, con el consiguiente juicio. En cuanto a la realidad se refiere de los muchos bienes acumulados en los que los ricos tenía que basar todo, está cubierta por el sarcasmo de la pregunta: “¿Y lo que has acumulado, de quién será ?” (v.20). Pensemos en las luchas por herencias; muchas luchas familiares. Y tanta gente, todos conocemos alguna historia, que en la hora de la muerte comienzan a venir: los sobrinos, nietos, vienen a ver: “¿Qué es lo que me toca a mi, qué es lo que me toca a mi?. Es en esta oposición que el apodo de “necio” está justificado. Es un necio porque en la práctica ha negado a Dios, no ha llegado a un acuerdo con Él.
La conclusión de la parábola, formulada por el evangelista, es de singular eficacia: “Así es para los que acumula tesoros para sí mismo y no se enriquece con Dios” (v. 21). Es una advertencia que revela el horizonte hacia el que todos estamos llamados a mirar. Los bienes materiales son necesarios – ¡son bienes! -…pero son un medio para vivir honestamente y compartir con los más necesitados. Jesús hoy nos invita a considerar que las riquezas pueden encadenar el corazón y distraerlo del verdadero tesoro que está en los cielos. San Pablo nos lo recuerda también en la segunda lectura de hoy. Él dice: “Busca las cosas de allá arriba. …volved vuestros pensamientos a las cosas de allá arriba, no a las de la tierra” (Col 3, 1-2).
Esto – uno entiende – no significa estar alejado de la realidad, sino buscar las cosas que tienen una verdadero valor: la justicia, la solidaridad, la hospitalidad, la fraternidad, la paz, todo lo que constituye la verdadera dignidad del hombre. Se trata de luchar por una vida que no se realiza en el estilo mundano, sino según el estilo evangélico: amar a Dios con todo nuestro ser, y amar al prójimo como Jesús amó, es decir, en el servicio y en el don de sí mismo. La avaricia por los bienes, el deseo de tener bienes, no sacia el corazón, de hecho causa más hambre! La codicia es como esos buenos caramelos: tu tomas uno y dices: “¡Ah, qué bueno!”, y luego tomas otro; y después otro. Así es la codicia: no sacia nunca. ¡Ten cuidado! El amor así comprendido y vivido es la fuente de la verdadera felicidad, mientras que la búsqueda desmesurada de los bienes materiales y las riquezas es a menudo una fuente de inquietud, adversidad, de prevaricación, de guerra. Tantas guerras comienzan con la codicia.
Que la Virgen María nos ayude a no dejarnos fascinar por las seguridades que pasan, sino a ser cada día testigos creíbles de los valores eternos del Evangelio.


Palabras del Papa después de la oración mariana
Queridos hermanos y hermanas:
Estoy espiritualmente cerca de las víctimas de la violencia que ha ensangrentado a Texas, California y Ohio, EE. UU., afectando a personas indefensas en los últimos días. Los invito a unirse a mi oración por todos aquellos que han perdido la vida, por los heridos y sus seres queridos.
Dios te salve María …
Hace 160 años, murió el Santo Cura de Ars , un modelo de bondad y caridad para todos los sacerdotes. En este significativo aniversario, quería enviar una carta a los sacerdotes de todo el mundo, para alentarlos en la fidelidad a la misión a la que el Señor los ha llamado. Que el testimonio de este humilde y devoto párroco totalmente dedicado a su pueblo nos ayude a redescubrir la belleza y la importancia del sacerdocio ministerial en la sociedad contemporánea.
Los saludo a todos, romanos y peregrinos de diferentes países: familias, asociaciones y fieles.
Hoy, varios grupos de adolescentes y jóvenes están presentes. Los saludo con mucho cariño! Donde hay jóvenes, hay ruido y es una gracia. En particular, saludo a los equipos de baloncesto femenino de la Universidad Americana de Nuevo Mexico y Nebraska; el grupo de la Pastoral juvenil de Verona; a los jóvenes de Ponte di Brenta, Entratico, Cerese; a los seminaristas del Seminario Menor de Bérgamo.
Les deseo a todos un buen domingo. Por favor, no se olviden rezar por mí. ¡Buen apetito y adiós!
05.08.19





Ser “constructores activos de Europa” – El Papa Francisco a los ‘scouts’ europeos

Participantes en el encuentro ‘Euromoot’

(5 agosto 2019).- El Santo Padre pidió a los scouts europeos convertirse no solo en observadores, sino en “constructores activos de Europa”: constructores de sociedades reconciliadas e integradas, que den vida a una Europa renovada, no protectora de espacios sino generadora de encuentros”, publicó Vatican News.
El pasado sábado 3 de agosto, el Papa Francisco recibió en audiencia en el Aula Pablo VI a 5.000 jóvenes integrantes de la Unión internacional de los Guías y Scouts de Europa- Federación de Escultismo Europeo, que se encontraban en Roma con motivo del encuentro Euromoot, celebrado en Italia del 27 de julio al 3 de agosto.
Durante esos días, grupos de 30 a 50 jóvenes de 2 o 3 nacionalidades diferentes llegaron a Italia para marchar a través de algunas regiones italianas (Umbría, Abruzos, Toscana y Lacio), siguiendo los pasos de grandes santos como san Pablo, san Cirilo y Metodio, san Francisco de Asís, san Benito de Nursia o santa Catalina de Siena en itinerarios históricos como la Vía Francígena, el Camino de san Benito o el Camino de san Francisco. Finalmente, todos ellos se congregaron en Roma, donde se reunieron con el Pontífice.
Libertad en camino
Según indica Vatican News, durante su discurso, Francisco les agradeció su presencia después de haber atravesado un largo recorrido y expuso que, aunque sabía que están cansados del camino “de una cosa estoy seguro: que dentro se sienten más libres que antes. ¿Y qué nos dice esto? Que la libertad se conquista en camino, no se compra en el supermercado, no llega estando encerrados en una habitación con el celular (…)” .
Esto es, “la libertad llega en camino, paso a paso, junto a los demás, jamás solos”, expuso el Papa.
Cinco encuentros, cinco palabras
El Obispo de Roma rememoró que, efectivamente, en las etapas del camino que habían recorrido, los scouts se han encontrado con el ejemplo de “grandes santos”: Pablo de Tarso, Benito de Norcia, Cirilo y Metodio, Francisco de Asís, Catalina de Siena.
Así, puntualizó que estos santos no esperaron algo de la vida o de los demás, sino que confiaron en Dios y se arriesgaron, “se jugaron”; “dieron la vida, no la tuvieron para sí”.
Además, el Papa quiso dejarles cinco palabras procedentes del Evangelio, el cual definió como el “verdadero navegador para el camino de la vida”, motivo por el que les instó a llevarlo siempre con ellos. Estas cinco palabras de Jesús, dijo, son sencillas pero constituyen “un programa de vida”: “Den y se les dará”.
El Pontífice resaltó que hoy prevalece el “tener”, el “poseer lo que nos gusta” pero que esta postura no ofrece satisfacción, ya que “el corazón se entrena con el don”, este “es el punto de partida de Jesús: dar”.
Poner en juego la vida”
En consecuencia, animó a los participantes en el encuentro europeo a “poner en juego la vida”, a dar, que supone “levantarse del sofá, de las comodidades” y “dejar de soportar la vida y entrar en campo para regalar al mundo un poco de bien”.
Además insistió en no dejar la vida “en la mesita de noche”, y enfatizó que “Dios los acompaña y está de su parte para que den lo mejor”.
Confiarse a Jesús y darse a los demás
Francisco también les animó a confiarse en Jesús, ya que el Señor “no deja con las manos vacías, te libera de las falsas promesas de los consumismos para hacerte libre dentro”, es Él quien nos hace libres interiormente y nos concede aquello que nada más puede dar: la alegría de ser amado y de amar.
Por ello, el primer paso es dar,  lo cual él considera “el secreto de la vida”, una vida que solo se posee “donándola”. Y, de nuevo, animó a los presentes a “abrirse al otro , vivir para hacer el bien al otro, vivir la hermandad scout” porque al vivir así “les será dado”, tal y como indican las palabras del Evangelio.
Dar a la creación
En línea con su preocupación por el cuidado de la casa común, nuestro planeta, el Santo Padre declaró que ese “dar”, también puede aplicarse a la creación, la cual si seguimos explotando “nos dará una lección terrible”, pero si la cuidamos nos proporcionará una casa para el mañana.
Por otro lado, afirmó que la creación nos conecta con Dios y con los demás, es el ámbito social donde podemos encontramos con el prójimo y descubrirlo como un “hermano” con el que compartir la “casa común”.
Ciudadanos activos
Asimismo, motivó a los jóvenes scouts  a que preparasen “el camino del Señor dondequiera se encuentren”. Un camino, el de Dios, que es “fácil de reconocer”, que presenta “como sentido de marcha el don” y permite avanzar al mundo. Por el contrario, el camino del tener, de la posesión hace “volver atrás”, retroceder.
En definitiva, de acuerdo al medio vaticano, el Papa remarcó que “eligiendo el camino del don nos convertimos en ciudadanos activos”.
06.08.19







Un vistazo al cielo en la tierra” – Palabras del Papa en la fiesta de la Transfiguración

Celebrada hoy, 6 de agosto


(6 agosto 2019).- “En la Transfiguración Jesús nos muestra la gloria de la Resurrección: un vistazo al cielo en la tierra”, estas son las palabras del Papa Francisco expresadas hoy, 6 de agosto de 2019, a través de un tweet.
El 6 de agosto la Iglesia celebra la festividad de la Transfiguración del Señor, que rememora el momento en el que Jesús mostró su gloria a tres de sus apóstoles en el monte Tabor.
El relato del Evangelio
Efectivamente, según narra el Evangelio (Lc. 9, Mc. 6, Mt. 10), unas semanas antes de su pasión y muerte, Jesús subió a un monte a orar, llevando consigo a sus tres discípulos predilectos, Pedro, Santiago y Juan.
Mientras rezaba, su cuerpo se transfiguró: Sus vestidos se volvieron más blancos que la nieve,y su rostro más resplandeciente que el sol. Asimismo, se aparecieron Moisés y Elías y hablaron con Él acerca de lo que le iba a suceder próximamente en Jerusalén.
Entonces, Pedro exclamó: “Señor, si te parece, hacemos aquí tres campamentos, uno para Ti, otro para Moisés y otro para Elías”.
Pero enseguida les envolvió una nube y se oyó una voz del cielo que decía: “Este es mi Hijo muy amado, escuchadlo”.
En esta fiesta se conmemora, por tanto, un pasaje muy especial de la vida de Jesús en el que nos dejó un ejemplo sensible de la gloria que nos espera en el cielo.
La Transfiguración, mensaje de esperanza
Sobre este acontecimiento de la Transfiguración del Señor, Francisco resaltó en el Ángelus del 6 de agosto de 2017 que Dios “nos ofrece un mensaje de esperanza: estaremos también con él. Él nos invita a encontrar a Jesús, para estar al servicio de nuestros hermanos”.
Y añadió que “al término de la experiencia admirable de la Transfiguración, los discípulos descendieron de la montaña con los ojos y el corazón transfigurado por el encuentro con el Señor. Es el recorrido que podemos hacer nosotros también”. El descubrimiento de Jesús no es un fin en sí mismo, sino que induce a “descender de la montaña” con un vigor nuevo generado por la fuerza del Espíritu Santo, para decidir avanzar en la conversión personal auténtica y para dar testimonio constante de la caridad.
Con el fin de lograr esto último, el Santo Padre indicó el camino del desapego de las cosas del mundo y la oración: “Se trata de disponernos a la escucha atenta y orante de Cristo, Hijo bien amado del Padre, buscando los momentos íntimos de oración que permiten la acogida dócil y gozosa de la Palabra de Dios”.
07.08.19




Confiar en la “verdadera riqueza”, la relación con Cristo – Palabras del Papa en español

Ciclo de los Hechos de los Apóstoles


(7 agosto 2019).- “Pedro y Juan nos enseñan a no poner la confianza en los medios, que siempre serán útiles, sino en la verdadera riqueza que es la relación con Cristo resucitado”, ha apuntado el Papa Francisco.
Hoy, 7 de agosto de 2019, el Santo Padre, después de la pausa de julio, ha retomado las audiencias generales en el Aula Pablo VI.
Igualmente, ha reanudado el ciclo de catequesis en torno al libro de los Hechos de los Apóstoles, en concreto, el pasaje en el que un hombre paralítico que pedía limosna en la puerta del Templo se encuentra con Pedro y Juan.
Al ver al paralítico, relató el Papa, “los apóstoles lo miran y le piden que él a su vez los mire, creando así una relación, una relación de miradas, un encuentro real entre personas, que es donde a Dios le gusta manifestarse”. Después, Pedro le dijo: “No tengo plata ni oro, pero te doy lo que tengo: en el nombre de Jesucristo Nazareno, levántate y camina”, y, cogiéndole de la mano, levantó al paralítico.
Así, resaltó el Papa, “el mendigo no obtuvo dinero, sino que recibió el Nombre que salva: Jesús de Nazaret” y continuó diciendo “aquí también vemos el retrato de una Iglesia que mira al que está en dificultad para crear relaciones con significado, puentes de amistad y solidaridad”.
Se trata del rostro de una Iglesia “sin fronteras, que se siente madre de todos, y que vive el arte del acompañamiento que se caracteriza por la delicadeza que se acerca a la tierra sagrada del otro; así, nuestro caminar tendrá el ritmo sanador de la projimidad, con una mirada respetuosa y llena de compasión, y que al mismo tiempo sana, libera, alienta a madurar en la vida cristiana”, expuso el Pontífice.

La mano extendida para ayudar al otro a levantarse – Catequesis completa

Levántate y camina”
(7 agosto 2019).- “No olvidemos: la mano siempre extendida para ayudar al otro a levantarse; es la mano de Jesús la que a través de nuestra mano ayuda a los demás a levantarse”, ha pedido el Papa Francisco.
Hoy, 7 de agosto de 2019, el Santo Padre, ha retomado el ciclo de catequesis sobre los Hechos de los Apóstoles, centrando su reflexión en el tema: “¡En el nombre de Jesucristo, el Nazareno, levántate y camina! (Hechos 3:6). La invocación del Nombre que libera una presencia viva y activa” (Pasaje Bíblico: Hechos de los apóstoles 3:3-6).
Se trata del fragmento en el que Pedro y Juan se encuentran a un paralítico en la puerta del Templo y, en el nombre de Cristo y tomándole de la mano, le hacen levantarse, produciéndose así el primer relato de sanación en los Hechos de los Apóstoles.
El “arte del acompañamiento”
El Papa resaltó que en este encuentro, los apóstoles establecen una relación con esa persona, “porque así es el modo en el que a Dios le gusta manifestarse, en la relación, siempre en el diálogo, siempre en las apariciones, siempre con la inspiración del corazón: son las relaciones de Dios con nosotros; a través de un encuentro real entre las personas que solo puede ocurrir en el amor”.
Igualmente, el Papa subrayó el hecho de que el paralítico no recibió dinero de los apóstoles, sino el gesto de invocar el nombre de Jesús y prestarle su mano para ayudarle a levantarse. Así, habló del significado de esta actitud, que representa a una Iglesia que acompaña y toma la mano de todos “para levantar, no para condenar”.
Esto es, “el arte del acompañamiento”, que consiste en hacer lo mismo que los apóstoles con este hombre impedido: mirarlo, acercarse a él, levantarlo y curarlo, y que es lo mismo que hace Jesús con nosotros. En los malos momentos, Cristo nos dice “mírame: ¡estoy aquí!”, “tomemos la mano de Jesús y dejémonos levantar”, exhortó Francisco.
08.08.19




Francisco habla sobre el futuro de Europa, la situación migratoria y el sentido del Sínodo Amazónico

En una entrevista para ‘La Stampa’
(9 agosto 2019).- En una entrevista concedida a Domenico Agasso, periodista de La Stampa y coordinador de Vatican Insider, el Pontífice ha hablado de diversos temas: el futuro de Europa, el problema de los soberanismos y populismos, la situación de la migración, el sentido y finalidad del Sínodo de la Amazonía y la importancia de la región amazónica.
Europa
Al ser interrogado sobre su deseo de que Europa vuelva a ser “el sueño de los padres fundadores”, el Papa Francisco señaló que “Europa no puede y no debe deshacerse. Es una unidad histórica y cultural, además de geográfica” que, con los años, “se ha visto debilitada” y “hay que salvarla”.
Por otra parte, confesó que le gusta la idea de que Úrsula von der Leyen dirija la Comisión europea, ya que “una mujer puede ser adecuada para volver a poner en marcha la fuerza de los padres fundadores”.
En cuanto a los desafíos futuros a los que se enfrenta Europa, destacó que el más importante es el diálogo “entre las partes, entre los hombres. El mecanismo mental debe ser ‘primero Europa y luego cada uno de nosotros’. El ‘cada uno de nosotros’ no es secundario, es importante, pero cuenta más Europa. En la Unión Europea se debe hablar, discutir, conocer”.
Asimismo, el Papa resaltó que en ocasiones no existe diálogo, solo “monólogos de compromiso” y es necesaria también “la escucha”.
El peso de las identidades
Para establecer el diálogo, el Santo Padre afirmó que es preciso partir “desde la propia identidad”. Ante ello, el periodista le interpeló en torno al peso de dichas identidades en los países, sobre si la exageración en la defensa de las mismas no supone un riesgo de aislamiento y de caer en el extremismo.
Francisco explicó, poniendo como ejemplo el diálogo ecuménico, que cada uno debe partir, efectivamente, de su propia identidad -el “ser católico” en su caso-, pues esta “no es negociable, se integra”. Y agregó que el problema de la exageración es que dicha identidad se cierra.
De este modo, estima como decisivo el “abrirse al diálogo” desde la propia identidad “para recibir de las identidades de los demás algo más grande”, pues  “el todo es superior a las partes” y “la globalización, la unidad, no debe ser concebida como una esfera, sino como un poliedro: cada pueblo conserva la propia identidad en la unidad con los demás”.
Soberanismos y populismos
En sus declaraciones, el Papa definió el soberanismo como una actitud de aislamiento y confesó su preocupación por ciertos discursos que hoy se emiten y que recuerdan a los de Hitler.
Al mismo tiempo, añadió que el soberanismo es “cerrazón”: “Un país debe ser soberano, pero no cerrado. Hay que defender la soberanía, pero también hay que proteger y promover las relaciones con los demás países, con la Comunidad Europea” y concluyó que “el soberanismo es una exageración que siempre acaba mal: lleva a las guerras”.
Además, describió que el populismo lleva al soberanismo, al imponer al pueblo dicha actitud populista.
Migración
Con respecto a la situación de los migrantes el Obispo de Roma recordó que nunca se debe descuidar el derecho a la vida y aludió a la necesidad de luchar por que se acaben los problemas de guerra y hambre en Medio Oriente y África. Para detener los flujos migratorios, parte de la solución, puntualizó, pasa por resolver las causas de los mismos.
Ante la llegada de los migrantes, propone seguir los criterios de recibir, acompañar, promover e integrar e incita a los gobiernos a actuar “con prudencia”, a ”razonar” sobre la cantidad de emigrantes que se puedan acoger.
También plantea el diálogo entre los países para resolver los problemas de recepción, ya que hay naciones que “necesitan gente”, para la agricultura o ante emergencias. Y también se refirió a la “creatividad”, aplicada, por ejemplo, a la repoblación de zonas de Europa que están prácticamente vacías y que podrían reactivarse económicamente gracias a estas personas.
Sínodo de la Amazonía
El próximo Sínodo de la Amazonía para Francisco “Es ‘hijo’ de la Laudato si’”, que “no es una Encíclica verde, es una Encíclica social, que se basa en una realidad ‘verde’, la custodia de la Creación”.
Dado que el 29 de julio el hombre ya había consumido todos los recursos renovables para el año en curso, el Santo Padre considera que se trata de un Sínodo “de urgencia” y que, no obstante, “no es una reunión de científicos o de políticos”, sino que “nace de la Iglesia y tendrá misión y dimensión evangelizadoras”. Será un trabajo “guiado por el Espíritu Santo”.
Además, el Pontífice aclaró que la posibilidad de ordenar a viri probati a hombres ancianos y casados no será un tema principal, solo un punto más en el plan de trabajo: “Lo importante serán los ministerios de la evangelización y las diferentes maneras de evangelizar”.
Importancia de la Amazonía
La región amazónica es un lugar “representativo y decisivo” para el Papa, ya que “gran parte del oxígeno que respiramos llega desde allá”, comprende 9 naciones y presenta una rica biodiversidad animal y vegetal. Por todo ello, la deforestación de la zona “significa matar a la humanidad”.
La Amazonía se encuentra amenazada por “los intereses económicos y políticos de los sectores dominantes de la sociedad”, indicó. Frente a ello, los políticos deberían “eliminar los propios contubernios y corrupciones” y “asumir responsabilidades concretas”, como, por ejemplo, en el caso de las minas a cielo abierto que envenenan el agua y causan muchas enfermedades.
La pérdida de biodiversidad y la aparición de nuevas enfermedades constituyen dos de los grandes temores del Obispo de Roma, ya que evidencian “una dirección y una devastación de la naturaleza que podrían llevar a la muerte de la humanidad”.
Finalmente, Francisco mencionó los numerosos movimientos de jóvenes ecologistas, como el de Greta Thunberg, una muestra de la concienciación de la población con respecto a este tema.
10.08.19





Ángelus: Allí donde tengan su tesoro, tendrán también su corazón

Palabras del Papa antes de la oración mariana

(11 agosto 2019).- En este  XIX domingo del tiempo ordinario y festividad de Santa Clara de Asís, virgen y fundadora de las clarisas, el santo Padre se dirije a los peregrinos y visitantes reunidos en la Plaza De San Pedro en el rezo del Ángelus.
Palabras del Papa antes del Ángelus
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
En la página del Evangelio de hoy (cf. Lc 12, 32-48), Jesús llama a sus discípulos a la contínua vigilancia para captar el paso de Dios en su propia vida. E indica las formas de vivir bien esta vigilancia: “Estén preparados, con la cintura ceñida y las lámparas encendidas” (ver 35). En primer lugar “ceñida la cintura” una imagen que recuerda la actitud del peregrino, listo para emprender el camino. Se trata de no echar raíces en moradas confortables y tranquilizadoras, sino de abandonarse, estar abiertos con sencillez y confianza al paso de Dios en nuestra vida, a la voluntad de Dios, que nos guía hacia la próxima meta. Muchas veces el Señor nos acompaña de la mano para guiarnos, porque nosotros nos equivocamos en este camino tan difícil. En efecto, quien confía en Dios sabe bien que la vida de fe no es algo estático, sino dinámico. La vida de fe es una meta continua para dirigirse hacia etapas siempre nuevas, que el Señor mismo indica día tras día. Porque Él es el Señor de las sorpresas, el Señor de la novedad, de las verdaderas novedades.
Primero era “la cintura ceñida” y luego se nos pide que mantengamos “las lámparas encendidas”, para poder iluminar la oscuridad de la noche. Estamos invitados, es decir, a vivir una fe auténtica y madura, capaz de iluminar las muchas “noches” de la vida. Reconocemos que todos hemos tenido días que eran verdaderas noches espirituales. La lámpara de la fe requiere ser alimentada continuamente, con el encuentro de corazón a corazón con Jesús en la oración y en la escucha de su Palabra. Retomo algo que les he dicho muchas veces: lleven siempre un pequeño evangelio de bolsillo para leerlo, es un encuentro con Jesús, con la Palabra de Jesús. Esta lámpara nos ha sido confiada para el encuentro con Jesús con la oración y la Palabra, por lo tanto hace que nadie pueda retirarse íntimamente en la certeza de su propia salvación, desinteresándose de los demás. Es una fantasía creer que uno puede iluminarse dentro, no, es una fantasía. La verdadera fe abre el corazón al prójimo y lo estimula a la comunión concreta con sus hermanos, sobretodo con los mas necesitados.
Y Jesús, para hacerse comprender, para hacer comprender esta actitud, relata la parábola de los siervos que esperan el regreso del señor cuando vuelve de la boda (vv. 36-40), presentando así otro aspecto de la vigilancia: estar preparados para el encuentro final y definitivo con el Señor. Cada uno de nosotros se encontrará ese día en el día del encuentro, cada uno de nosotros tiene su propia fecha del encuentro definitivo. Dice el Señor:”Bienaventurados aquellos siervos a quienes el amo encontrará aún despiertos a su regreso; Y si, “viniendo en medio de la noche o antes del amanecer, los encuentra así, benditos son”. (vv. 37-38). Con estas palabras, el Señor nos recuerda que la vida es un camino hacia la eternidad; por lo tanto, somos llamado a hacer fructificar todos nuestros talentos, sin olvidar nunca que “no tenemos una ciudad estable aquí, sino que vamos en busca de la ciudad futura” (Heb 13, 14). En esta perspectiva, cada momento se vuelve precioso, por lo que es necesario vivir y actuar en esta tierra teniendo en tu corazón la nostalgia del cielo, los pies en la tierra, caminar sobre la tierra, trabajar en la tierra, hacer el bien en la tierra y con el corazón nostálgico del cielo.
Nosotros no podemos entender realmente en qué consiste esta alegría suprema, sin embargo Jesús hace que lo intuyamos con la similitud del Señor que encontrando todavía despiertos a los siervos a su regreso, dice Jesús: “se ceñirá sus vestiduras, los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo”. (v. 37). La felicidad eterna del paraíso se manifiesta de la siguiente manera: la situación se invertirá, y ya no serán más los siervos, es decir, nosotros, los que sirvamos a Dios, sino que Dios mismo se pondrá a nuestro servicio y esto lo hace Jesús desde ahora. Jesús reza por nosotros, Jesús nos mira y ora al Padre por nosotros, Jesús nos sirve ahora, es nuestro servidor y esta será la felicidad eterna. El pensamiento del encuentro final con el Padre, rico en misericordia, nos llena de esperanza, y nos estimula a comprometernos constante en nuestra santificación y en la construcción de un mundo más justo y fraterno.
Que la Virgen María, por su intercesión maternal, sostenga este compromiso nuestro.

 Palabras del Papa después del Ángelus
Mañana celebramos el 70 aniversario de los Convenios de Ginebra, importantes instrumentos jurídicos internacionales que imponen límites al uso de la fuerza y ​​están destinados a la protección de civiles y prisioneros en tiempo de guerra. Que este aniversario haga que los Estados sean cada vez más conscientes de la necesidad ineludible de proteger la vida y la dignidad de las víctimas de los conflictos armados. Todos están obligados a observar los límites impuestos por el derecho internacional humanitario, protegiendo a las poblaciones indefensas y las estructuras civiles, especialmente hospitales, escuelas, lugares de culto y campos de refugiados. Y no olvidemos que la guerra y el terrorismo son siempre una pérdida grave para toda la humanidad. Son la gran derrota humana.
Los saludo a todos, romanos y peregrinos de varios países: familias, grupos parroquiales, asociaciones. Muchos jóvenes también están presentes hoy. Os saludo con cariño! En particular, los adolescentes de Saccolongo y los de Creola; el grupo de ministerio juvenil de Verona; y los jóvenes de Cittadella.
Les deseo a todos un buen domingo. Por favor, no se olviden de rezar por mí. Buen apetito y adiós.
12.08.19





India: El Papa ora por las 190 víctimas mortales del monzón

Telegrama del Santo Padre

(12 agosto 2019).- El Papa Francisco envía sus “más sentidas condolencias” a los familiares de los 190 fallecidos y miles de heridos a causa de los monzones de los últimos días en Kerala, Karnataka, Maharashtra y Gujarat, ha comunicado la Oficina de Prensa de la Santa Sede, esta mañana, 12 de agosto de 2019.
El Santo Padre ha enviado un telegrama, firmado firmado por el Secretario de Estado Vaticano, cardenal Pietro Parolin, en el que se expresa que Francisco está “profundamente entristecido” por la “trágica pérdida de vidas” en la India.
En este sentido, “el Santo Padre garantiza sus oraciones por los esfuerzos de rescate en curso, y sobre la nación invoca de corazón las bendiciones divinas de la fuerza y la perseverancia”, se lee en su mensaje.
Según informa las autoridades locales, ya son 190 personas fallecidas y cerca de un millón fueron evacuados en India por las inundaciones provocadas por el monzón, que suele concentrar el 70% de las precipitaciones del año entre junio y septiembre.
Asimismo, en el estado de Assam, en el noreste de India, quedaron destruidas tras las fuertes lluvias que provocaron inundaciones mortales por cuenta de monzones el 13 de julio de 2019, indica Vatican News. Igualmente, cientos de carreteras continúan bajo el agua, las inundaciones han roto diques y amenazan a las comunidades más vulnerables.
13.08.19




No están solos”, recuerda el Papa a los genoveses un año después del derrumbe del puente Morandi

Mensaje del Santo Padre

(13 agoto 2019).- El Papa Francisco, en memoria del derrumbe del puente Morandi, en Génova, recuerda a sus ciudadanos que “no están solos” y asegura que los genoveses “son capaces de hacer grandes gestos de solidaridad, sé que se arremangan, que no se rinden, que saben estar al lado de los más necesitados”.
Un año después del derrumbe del puente Morandi, en Génova, el Papa Francisco ha escrito un mensaje a los genoveses, publicado en el periódico genovés Il Secolo XIX y en los otros periódicos del grupo Gedi News Network.
El Pontífice expresa su cercanía a los ciudadanos de la localidad italiana: “Quiero decirles que no los he olvidado, que he rezado y rezo por las víctimas, por sus familias, por los heridos, por los desplazados, por todos ustedes, por Génova”.
A pesar de no tener “respuestas preelaboradas” que darles, el Papa aconseja que “después de estas tragedias tenemos que llorar, callarnos, preguntarnos por la razón de la fragilidad de lo que construimos y, sobre todo, tenemos que orar”.
Presencia que nos acompaña 
Así, Francisco asegura que “La respuesta de Dios a nuestro dolor fue una cercanía, una presencia que nos acompaña, que no nos deja solos”, e indica que “Jesús se hizo igual que nosotros y por eso le tenemos a nuestro lado, para llorar con nosotros en los momentos más difíciles de nuestras vidas. Miremos a Él, confiémosle nuestras preguntas, nuestro dolor, nuestra ira”.
La comunidad cristiana, la Iglesia de Génova, está con ustedes y comparte sus sufrimientos y sus dificultades. Cuanto más conscientes somos de nuestra debilidad, de la precariedad de nuestra condición humana, más redescubrimos la belleza de las relaciones humanas, de los lazos que nos unen como familias, comunidades y sociedad civil”, les alienta el Santo Padre.
Puente Morandi
El 14 de agosto de 2018, el puente se desplomó causando 43 muertes y la evacuación de más de 600 familias. El 28 de junio de este año se demolieron las dos torres que aún se encontraban de pie tras el derrumbe parcial de la vía hace prácticamente un año. Alrededor de 3.400 personas fueron evacuadas antes de la detonación.
El puente Morandi –llamado así en homenaje al ingeniero que lo proyectó, Riccardo Morandi– medía 1.182 metros y se elevaba 45 metros sobre la carretera. Su construcción llevó cuatro años. Algunos lo conocían coloquialmente como puente de Brooklyn, por su gran parecido al de la ciudad de Nueva York.
Lo sustentaban tres pilares de cemento armado que alcanzaban los 90 metros. Se inauguró en 1967. Circulaban anualmente 25,5 millones de vehículos sobre el puente, y el tránsito se había incrementado un 40% en los últimos 30 años y se preveía un crecimiento de un 30% más en los próximos 30, según informa La Repubblica.
Sigue el mensaje completo del Papa Francisco a los genoveses, publicado este 13 de agosto de 2019 por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
***

Mensaje del Papa Francisco
Queridos hermanos y hermanas, queridos amigos.
Ha pasado casi un año del derrumbe del Puente Morandi, que provocó la muerte de 43 personas. Familias que partían o volvían de vacaciones, hombres y mujeres que estaban viajando por trabajo. Fue una herida infligida en el corazón de su ciudad, una tragedia para los que perdieron a sus familiares, una tragedia para los heridos, un acontecimiento espantoso para los que se vieron obligados a abandonar sus hogares viviendo como desplazados.
Quiero decirles que no los he olvidado, que he rezado y rezo por las víctimas, por sus familias, por los heridos, por los desplazados, por todos ustedes, por Génova. Frente a acontecimientos de este tipo, el dolor de las pérdidas sufridas es doloroso y no es fácil de aliviar, así como el sentimiento de no resignación ante una catástrofe que podría haberse evitado.
No tengo respuestas preelaboradas que darles, porque en ciertas situaciones nuestras pobres palabras humanas son inadecuadas. No tengo respuestas, porque después de estas tragedias tenemos que llorar, callarnos, preguntarnos por la razón de la fragilidad de lo que construimos y, sobre todo, tenemos que orar. Pero tengo un mensaje que brota de mi corazón como padre y como hermano, y que me gustaría transmitirles.
No dejen que las vicisitudes de la vida rompan los lazos que tejen su comunidad, borren la memoria de lo que ha hecho que su historia sea tan importante y significativa. Siempre pienso en el puerto cuando pienso en Génova. Pienso en el lugar donde partió mi padre. Pienso en el trabajo diario, en la obstinada voluntad y las esperanzas de los genoveses.
Hoy quiero decirles algo antes que nada: sepan que no están solos. Sepan que nunca está solos. Sepan que Dios nuestro Padre respondió a nuestro clamor y a nuestra pregunta no con palabras, sino con una presencia que nos acompaña, la de su Hijo. Jesús pasó ante nosotros por el sufrimiento y la muerte. Él tomó sobre sí todos nuestros sufrimientos. Fue despreciado, humillado, golpeado, clavado en la cruz y bárbaramente asesinado. La respuesta de Dios a nuestro dolor fue una cercanía, una presencia que nos acompaña, que no nos deja solos. Jesús se hizo igual que nosotros y por eso le tenemos a nuestro lado, para llorar con nosotros en los momentos más difíciles de nuestras vidas. Miremos a Él, confiémosle nuestras preguntas, nuestro dolor, nuestra ira.
Pero también me gustaría decirles que Jesús en la cruz no estaba solo. Debajo de ese andamio estaba su madre, María. Stabat Mater, María estaba bajo la cruz, compartiendo el sufrimiento de su Hijo. No estamos solos, tenemos una Madre que nos mira desde el Cielo con amor y está cerca de nosotros. Aferrémonos a ella y digámosle: “Mamá”, como hace un niño cuando tiene miedo y quiere que le consuelen y le tranquilicen. Cómo se tranquilizó el humilde campesino Benedetto Pareto, en 1490, en el monte Figogna, cuando vio a una Señora con un rostro hermoso y dulce, que se le presentó como la Madre de Jesús pidiendo la construcción de una capilla. Levanten los ojos a Nuestra Señora de la Guardia y confíen en su ayuda como Madre.
Somos hombres y mujeres llenos de defectos y debilidades, pero tenemos un Padre Misericordioso al que acudir, un Hijo Crucificado y Resucitado que camina con nosotros, el Espíritu Santo que nos asiste y nos acompaña. Tenemos una Madre en el Cielo que continúa poniendo su manto sobre nosotros sin abandonarnos jamás.
También quiero decirles que no están solos porque la comunidad cristiana, la Iglesia de Génova, está con ustedes y comparte sus sufrimientos y sus dificultades. Cuanto más conscientes somos de nuestra debilidad, de la precariedad de nuestra condición humana, más redescubrimos la belleza de las relaciones humanas, de los lazos que nos unen como familias, comunidades y sociedad civil. Sé que los genoveses son capaces de hacer grandes gestos de solidaridad, sé que se arremangan, que no se rinden, que saben estar al lado de los más necesitados.
Sé que también después de una gran tragedia que ha herido a su familia y a su ciudad, han sabido reaccionar, realzarse, mirar adelante. ¡No pierdan la esperanza, no se la dejen robar! Continúen apoyando a los más afectados. Rezo por ustedes, y ustedes, por favor, no se olviden de rezar por mí.
14.08.19


Ángelus: “Hoy María invita a levantar la mirada” – Solemnidad de la Asunción de la Virgen

Palabras del Papa antes del Ángelus




(16 agosto 2019).- “La fiesta de la Asunción de María es una llamada para todos nosotros, especialmente para cuantos están afligidos por dudas y tristezas, y viven con la mirada dirigida hacia abajo, en lugar de levantar la mirada”: son algunas de las palabras del Papa Francisco, antes de rezar el Ángelus el 15 agosto de 2019, con motivo de la solemnidad de la Asunción de la Virgen al Cielo.
A las 12 horas, el Pontífice se asomó al balcón del Palacio Apostólico, y dirigiéndose a los peregrinos que esperaban en la plaza de San Pedro, comentó el Evangelio y rezó la oración mariana.
Miremos hacia arriba”, exhortó el Santo Padre. “El Cielo está abierto, no despierta temor, ya no está distante, porque en el umbral del Cielo hay una Madre que nos espera, y es nuestra Madre. Nos ama, nos sonríe y nos socorre con cuidado, como toda madre quiere lo mejor para sus hijos”.
Francisco comentó los dos verbos de la oración de la Virgen: “Mi alma magnifica al Señor y mi espíritu se regocija en Dios, mi Salvador”. Los verbos “magnifica” y “exulta”.
Buscar cosas grandes”
Se exulta cuando sucede algo tan bello que no basta con regocijarse dentro en el alma, sino que se quiere expresar la felicidad con todo el cuerpo. Entonces se regocija. María exulta a causa de Dios, quien sabe si a nosotros nos ha sucedido exultar con el Señor. Exultamos por un resultado obtenido, por una bella noticia recibida, pero hoy María nos enseña a exultar en Dios. ¿Por qué? Porque Él hace grandes cosas”, explicó el Papa.
Asimismo, indicó: “A las grandes cosas se alude con el otro verbo. Magnificar. ‘Mi alma magnifica’. En efecto magnificar significa exaltar una realidad por su belleza, por su grandeza. María exalta la grandeza del Señor. Lo alaba diciendo que Él es verdaderamente grande. En la vida es importante buscar cosas grandes, de lo contrario uno se pierde detrás de tantas cosas pequeñas. María nos demuestra que si queremos que nuestra vida sea feliz, en primer lugar hay que poner a Dios porque solo Él es grande”.
***
Palabras del Papa Francisco
Queridos hermanos y hermanas:
¡Buenos días! En el Evangelio de hoy, Solemnidad de la Asunción de María Santísima, la Virgen Santa reza diciendo: “Mi alma magnifica al Señor y mi espíritu se regocija en Dios, mi Salvador”. Veamos los verbos de esta oración: Magnifica y exulta.
Se exulta cuando sucede algo tan bello que no basta con regocijarse dentro en el alma, sino que se quiere expresar la felicidad con todo el cuerpo. Entonces se regocija. María exulta a causa de Dios, quien sabe si a nosotros nos ha sucedido exultar con el Señor. Exultamos por un resultado obtenido, por una bella noticia recibida, pero hoy María nos enseña a exultar en Dios. ¿Por qué? Porque Él hace grandes cosas.
A las grandes cosas se alude con el otro verbo. Magnificar. “Mi alma magnifica”. En efecto magnificar significa exaltar una realidad por su belleza, por su grandeza. María exalta la grandeza del Señor. Lo alaba diciendo que Él es verdaderamente grande. En la vida es importante buscar cosas grandes, de lo contrario uno se pierde detrás de tantas cosas pequeñas. María nos demuestra que si queremos que nuestra vida sea feliz, en primer lugar hay que poner a Dios porque solo Él es grande.
Cuántas veces, en cambio, vivimos persiguiendo cosas de poca importancia: Prejuicios, rencores, rivalidades, envidias, bienes materiales superfluos, cuantas mezquindades en la vida. Nosotros conocemos esto. Hoy María invita a levantar la mirada, levantar la mirada a las grandes cosas que el Señor ha realizado en Ella. También en cada uno de nosotros el Señor hace tantas cosas grandes. Debemos reconocerlas y exultar, magnificar, por estas grandes cosas.
Porque son las grandes cosas que festejamos hoy: María es asunta al Cielo, pequeña y humilde, es la primera es recibir la más alta gloria. Ella, que es una criatura humana, una de nosotros, alcanza la eternidad en alma y cuerpo, y allí nos espera como una madre espera que sus hijos vuelvan a casa. En efecto, el pueblo de Dios la invoca como la Puerta al Cielo, nosotros estamos en camino, peregrinos a la Casa de allá arriba. Hoy miramos a María y vemos la meta. Vemos que una criatura ha sido asunta a la gloria de Jesucristo resucitado. Y esa criatura solo podría ser Ella: La Madre del Redentor.
Vemos que en el paraíso, junto a Cristo, el nuevo Adán, está también Ella, María, la nueva Eva. Y esto nos da consuelo y esperanza en nuestra peregrinación acá abajo. La fiesta de la Asunción de María es una llamada para todos nosotros, especialmente para cuantos están afligidos por dudas y tristezas, y viven con la mirada dirigida hacia abajo, en lugar de levantar la mirada.
Miremos hacia arriba. El Cielo está abierto, no despierta temor, ya no está distante, porque en el umbral del Cielo hay una Madre que nos espera, y es nuestra Madre. Nos ama, nos sonríe y nos socorre con cuidado, como toda madre quiere lo mejor para sus hijos. Y nos dice: “Ustedes son preciosos a los ojos de Dios, no están hechos para las satisfacciones del mundo, sino para las grandes alegrías del Cielo. Sí, porque Dios es alegría, no aburrimiento, Dios es alegría”.
Dejémonos llevar por la mano de la Virgen. Cada vez que tomamos el Rosario en nuestras manos y le rezamos, damos un paso adelante hacia la gran meta de la vida. Dejémonos atraer por la verdadera belleza, no nos dejemos absorber por las pequeñas cosas de la vida, sino escojamos la grandeza del Cielo, que la santa Virgen, Puerta del Cielo, nos ayude a mirar con confianza y alegría allá, donde está nuestra verdadera Casa, donde está Ella, que como Madre nos espera.
(Ángelus)

El Papa bendice 6.000 coronillas del Rosario para familias de Siria, víctimas de la guerra

En la fiesta de la Asunción de la Virgen

( 16 agosto 2019).- El Papa Francisco recibió ayer, 15 de agosto de 2019, a las 11:15 horas, en la residencia de Santa Marta, a una delegación de la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) y bendijo 6.000 coronillas del Rosario para familias de Siria que han sido víctimas de secuestros o asesinatos durante la guerra.
Como parte de la campaña de oración “Consuelen a mi pueblo”, promovida por la ACN con las Iglesias Católica y Ortodoxa de Siria, el 15 de septiembre serán distribuidas a los cristianos sirios de todas las denominaciones cuyos familiares fueron secuestrados o asesinados durante la guerra.
No es la primera vez que el Pontífice se une a una iniciativa de la fundación en beneficio de la atormentada población siria. El domingo 2 de diciembre de 2019, después del Ángelus, el Papa Francisco encendió una vela para unirse a la campaña de oración de la misma fundación “Velas por la Paz en Siria”.
Incluso al margen de la oración del Ángelus de ayer, solemnidad de la Asunción de la Virgen –15 de agosto–, el Santo Padre reiteró su cercanía al pueblo sirio y elogió la iniciativa ecuménica “Consolando a mi pueblo” de la ACN.
Hechos en Belén y Damasco
Los seis mil rosarios bendecidos por el Santo Padre fueron hechos por artesanos cristianos de Belén y Damasco y serán distribuidos en numerosas parroquias sirias el 15 de septiembre, con ocasión de la fiesta de los Siete Dolores de la Santísima Virgen María. Durante las celebraciones de la Misa y las diversas procesiones, los fieles rezarán por las personas asesinadas y sus familias.
Hay alrededor de 2.000 familias cristianas que perdieron a uno de sus seres queridos durante el conflicto, y 800 de los cristianos que fueron secuestrados. Junto con los rosarios, se distribuirán Biblias en árabe donadas por la AEC y cruces en madera de olivo de Tierra Santa donadas por la Iglesia Ortodoxa.
Ese mismo día, el Santo Padre volverá a participar en la iniciativa bendiciendo al final del Ángelus el icono de la “Virgen María de los Dolores, consoladora de los sirios” donado por la Iglesia Ortodoxa.
La delegación recibida esta mañana del Papa en Santa Marta incluyó al presidente ejecutivo internacional de la ACN, Thomas Heine-Geldern, y a los directores de algunas de las oficinas nacionales europeas de la fundación, incluyendo al director de la ACN-Italia, Alessandro Monteduro.
850 proyectos en beneficio del pueblo sirio
El Santo Padre ha apoyado nuestro compromiso con Siria y Oriente Medio en varias ocasiones. Su apoyo a esta nueva iniciativa nuestra es muy importante para nosotros y su cercanía es un gran consuelo para aquellos que han perdido a sus seres queridos en la guerra”, comentó Heine-Geldern, recordando también cómo desde el inicio del conflicto sirio la ACN ha financiado hasta 850 proyectos en beneficio del pueblo sirio por un total de más de 35 millones de euros, permitiendo a numerosas familias cristianas sirias permanecer en su tierra natal.
Pero la ayuda material no es suficiente -dice Thomas Heine-Geldern-, el pueblo sirio necesita apoyo espiritual y cercanía en la oración. Y este es precisamente el sentido de la iniciativa “Consolidar a mi pueblo”.
17.08.19







Ángelus: “El testimonio del Evangelio quema”

Palabras del Papa antes del Ángelus

(18 agosto 2019).- El Papa Francisco ha comentado el Evangelio de este domingo, 18 de agosto de 2019, al rezar el Ángelus: “Jesús revela a sus amigos y a nosotros su deseo más ardiente: Traer a la Tierra el fuego del amor del Padre, que ilumina la vida y a través del cual el hombre se salva”.
El Pontífice ha rezado la oración mariana este domingo, 18 de agosto de 2019, a las 12 horas, desde el balcón del Palacio Apostólico, frente a cientos de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro, en el Vaticano.
El testimonio del Evangelio quema”, ha anunciado Francisco. “Quema toda forma de particularismo y mantiene la caridad abierta a todos, con una sola preferencia: la de los más pobres y los excluidos”.
Palabras del Papa antes del Ángelus
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
En el pasaje del Evangelio de hoy, Jesús advierte a los discípulos que ha llegado el momento de la decisión. Su llegada al mundo, de hecho, coincide con el momento de las decisiones decisivas. La opción por el Evangelio no puede posponerse. Para comprender mejor su llamado, usa la imagen del fuego que Él mismo vino a traer a la Tierra. Y dice así: He venido a traer fuego a la Tierra y cuanto desearía que ya estuviera ardiendo. Estas palabras tienen el propósito de ayudar a los discípulos a abandonar toda actitud de pereza, apatía, indiferencia, y cierre, para recibir el fuego del amor de Dios. Ese amor que, como nos recuerda san Pablo: “ha sido derramada en nuestros corazones por el Espíritu Santo” (Rom 5, 5). Porque es el Espíritu Santo que nos hace amar a Dios y amar al prójimo. Y es el Espíritu Santo que todos tenemos dentro.
Jesús revela a sus amigos y a nosotros su deseo más ardiente: Traer a la Tierra el fuego del amor del Padre, que ilumina la vida y a través del cual el hombre se salva. Él nos llama a difundir este fuego en el mundo, gracias al cual seremos reconocidos como verdaderos discípulos. El fuego del amor encendido por Cristo en el mundo a través del Espíritu Santo es ilimitado, universal. Esto se ha visto desde los primeros días del cristianismo. El testimonio del Evangelio se ha extendido como un fuego beneficioso, superando todas las divisiones entre individuos, categorías sociales, pueblos y naciones. El testimonio del Evangelio quema. Quema toda forma de particularismo y mantiene la caridad abierta a todos, con una sola preferencia: la de los más pobres y los excluidos.
Adherirse al fuego del amor que nos Jesús trajo a la Tierra envuelve toda nuestra existencia y también requiere la voluntad de servir al prójimo. Adoración y la disponibilidad a servir al prójimo. La primera: Adorar a Dios, significa también aprender la oración, que normalmente olvidamos. Por eso invito también a todos a descubrir la belleza de la oración.
Y después la segunda disponibilidad a servir al prójimo. Pienso con admiración en tantas comunidades y grupos de jóvenes que incluso durante el verano se dedican a ese servicio a favor de los enfermos, los pobres y las personas con discapacidad para vivir de acuerdo con el espíritu del Evangelio es necesario que ante las nuevas necesidades que se avecinan en el mundo haya discípulos de Cristo que sepan responder con nuevas iniciativas de caridad. Así, el Evangelio se manifiesta verdaderamente con la adoración y servir al prójimo, el Evangelio se manifiesta verdaderamente como el fuego que salva, que cambia el mundo, a partir del cambio del corazón de cada uno.
Desde esta perspectiva, también podemos entender la otra afirmación de Jesús que se informa en el pasaje de hoy, que a primera vista puede desconcertar. “¿Piensan acaso que he venido a traer paz a la Tierra? No, os digo. He traído la división” (Lc 12, 51). Él vino a separar con fuego. ¿A separar qué? El bien del mal, lo correcto de lo injusto. En este sentido, llegó a dividir, a poner en crisis pero de manera saludable la vida de sus discípulos, rompiendo las ilusiones fáciles de aquellos que creen que pueden combinar la vida cristiana y la mundanidad. Vida cristiana y compromisos de todo tipo. Prácticas y actitudes religiosas contra el prójimo. Para combinar, algunos piensan, la verdadera religiosidad con prácticas supersticiosas: ¡cuántos cristianos autodenominados van al adivino o al adivino para ser leídos de la mano! Y esto es superstición, no de Dios. Se trata de no vivir hipócritamente, sino de estar dispuestos a pagar el precio por elecciones coherentes en la actitud que cada uno de nosotros tiene que tratar de buscar en la vida: la coherencia. Y pagar el precio de ser coherentes con el Evangelio, porque es bueno llamarnos cristianos pero sobre todo ser cristianos en situaciones concretas dando testimonio del Evangelio, que es esencialmente amor por Dios y por nuestros hermanos.
Que María Santísima nos ayude a dejar que el corazón sea purificado por el fuego, traído por Jesús para propagarlo con nuestra vida a través de decisiones decisivas y valientes.
(Ángelus)

Ángelus: Saludos del Papa a los peregrinos de Canadá, Portugal y Polonia

Después de la oración mariana
(18 agosto 2019).- El Pontífice ha dirigido al final del rezo del Ángelus este domingo, 18 de agosto de 2019, un saludo a los fieles presentes en la plaza de San Pedro.
Entre ellos, a los fieles romanos y peregrinos que llegados de Italia y de diferentes países. “En particular, saludo al grupo divino amor de Canadá, a los scouts de Rio de Loba en Portugal y los fieles polacos”, ha señalado el Papa.
A todos les deseo un feliz domingo. Por favor, no se olviden de rezar por mí. Feliz almuerzo y hasta la próxima”, ha pedido el Santo Padre, antes de retirarse del balcón del Palacio Apostólico, desde el que acostumbra a rezar el Ángelus.
El Papa ha comentado el Evangelio de hoy según Lucas 12, 49-53, en el que “Jesús revela a sus amigos y a nosotros su deseo más ardiente: Traer a la Tierra el fuego del amor del Padre, que ilumina la vida y a través del cual el hombre se salva”. Así, el Papa ha exhortado a “descubrir la belleza de la oración” y a “servir al prójimo”.
19.08.19


Encuentro de Rímini: “Mirar a Jesús nos prepara para mirar todo con ojos nuevos”

Mensaje del Papa Francisco


(19 agosto 2019).- Con ocasión de la 40ª edición del Encuentro de la Amistad entre los Pueblos, que se abrió el pasado 18 de agosto en Rímini con el tema “Tu nombre ha nacido de lo que has visto”, el Papa Francisco envió un mensaje al obispo de dicha diócesis, Mons. Francesco Lambiasi, a través del cardenal Secretario de Estado Pietro Parolin, el pasado 16 de agosto de 2019.
Mirar a Jesús purifica nuestra vista y nos prepara para mirar todo con ojos nuevos. Cuando se encuentran con Jesús, cuando miran al Hijo del Hombre, los pobres y los sencillos se encuentran a sí mismos, se sienten amados en lo más profundo por un Amor sin medida”, indica Francisco en el contexto del encuentro, titulado “Tu nombre ha nacido de lo que has visto”.
El Pontífice reflexiona: “¡Cuántas personas olvidadas necesitan urgentemente ver el rostro del Señor para volver a encontrarse a sí mismas! El hombre de hoy vive a menudo en la inseguridad, caminando como una tentadora, extraña a sí misma; parece no tener más consistencia, hasta el punto de dejarse aferrar fácilmente por el miedo. Pero entonces, ¿qué esperanza puede haber en este mundo? ¿Cómo puede el hombre encontrarse a sí mismo y volver a tener esperanza? No puede hacer esto sólo a través del razonamiento o la estrategia. He aquí el secreto de la vida, el que nos hace salir del anonimato: fijar la mirada en el rostro de Jesús y familiarizarnos con Él”.
También nosotros hemos sido mirados, elegidos, abrazados”, indica el Papa, haciendo referencia al profeta Ezequiel en la maravillosa alegoría de la historia de amor con su pueblo: “Fuiste hija de extraños, fuiste apartada; pero yo pasé, te limpié y te llevé conmigo” (cf. Ez 16). “Nosotros también éramos ‘extraños’, y el Señor vino, nos dio una identidad y un nombre”, recuerda el Santo Padre.
En una época en la que las personas son a menudo figuras anónimas sin rostro porque no tienen a nadie a quien mirar, la poesía de san Juan Pablo II nos recuerda que existimos porque estamos relacionados”.
Encuentro de Rímini
El Encuentro se celebra del 18 al 24 de agosto en la localidad italiana. Es convocado por el movimiento Comunión y Liberación, abierto a la participación de todos. La cultura en el Encuentro se expresa como una experiencia, originada en el deseo de descubrir la belleza de la realidad. Todo ello en los siete días del evento que a lo largo de los años se ha convertido en la fiesta cultural más popular del mundo.
A finales de los años 70, entre algunos amigos de Rímini, que comparten la experiencia cristiana, nació el deseo de encontrar, conocer y llevar a Rímini todo lo que es hermoso y bueno en la cultura de la época. Así nació el “Encuentro por la Amistad entre los Pueblos” en 1980:


Mensaje del Papa Francisco
Con ocasión del XL Encuentro de Amistad entre los Pueblos, me es grato enviarles a ustedes, a los organizadores, a los voluntarios y a todos los que participarán en él, los saludos y los mejores deseos del Sumo Pontífice.
El tema elegido este año está tomado de un poema de san Juan Pablo II, que hace referencia a la Verónica, que se abre paso entre la multitud para secar el rostro de Jesús en el camino de la cruz: “Tu nombre nació de lo que mirabas” (K. Wojtyła, “III. El nombre”, en Id, Todas las obras literarias, Milán 2001, 155). El Siervo de Dios Don Luigi Giussani comentaba este versículo poético de la siguiente manera: “Imaginemos la multitud, Cristo pasando con la cruz, y ella mirando a Cristo y abriendo un hueco en la multitud mirándolo a Él. Todo el mundo la mira. Ella que no tenía rostro, era una mujer como las demás, adquirió un nombre, es decir, rostro, personalidad en la historia, por lo que todavía la recordamos, por lo que miraba. Amar es afirmar al otro” (La convenienza umana della fede, Milán 2018, 159-160).
Fue mirado y luego fue visto; […] si no se le hubiera mirado, no se le habría visto” (San Agustín, Discursos, 174, 4.4), dice san Agustín de Zaqueo. Esta es la verdad que la Iglesia ha estado anunciando al hombre durante 2.000 años. Cristo nos amó, dio su vida por nosotros, por cada uno de nosotros.
para afirmar nuestro rostro único e irrepetible. Pero, ¿por qué es tan importante que hoy resuene de ¿Cuál es el problema con este anuncio? Porque muchos de nuestros contemporáneos caen bajo los golpes de las pruebas de la vida, y se encuentran solos y abandonados. Y a menudo son tratados como números en una estadística. Pensemos en las miles de personas huyen de la guerra y la pobreza todos los días: ante las cifras, son rostros, gente, nombres e historias. Nunca debemos olvidar esto, especialmente cuando la cultura de los residuos margina, discrimina y explota, amenazando la dignidad de la persona.
¡Cuántas personas olvidadas necesitan urgentemente ver el rostro del Señor para volver a encontrarse a sí mismas! El hombre de hoy vive a menudo en la inseguridad, caminando como una tentadora, extraña a sí misma; parece no tener más consistencia, hasta el punto de dejarse aferrar fácilmente por el miedo. Pero entonces, ¿qué esperanza puede haber en este mundo? ¿Cómo puede el hombre encontrarse a sí mismo y volver a tener esperanza? No puede hacer esto sólo a través del razonamiento o la estrategia. He aquí el secreto de la vida, el que nos hace salir del anonimato: fijar la mirada en el rostro de Jesús y familiarizarnos con Él. Mirar a Jesús purifica nuestra vista y nos prepara para mirar todo con ojos nuevos. Cuando se encuentran con Jesús, cuando miran al Hijo del Hombre, los pobres y los sencillos se encuentran a sí mismos, se sienten amados en lo más profundo por un Amor sin medida.
Pensemos en el momento en que el innombrado de I promessi sposi (Los prometidos) se encuentra frente al Cardenal Federigo que lo abraza: “El Innombrado, disolviéndose de ese abrazo, es
cubrió de nuevo sus ojos con una mano y, levantando juntos el rostro, exclamó: “Verdaderamente grande es Dios”. Dios es verdaderamente bueno, ahora me conozco a mí mismo” (A. Manzoni, 
I promessi sposi, Milán 2012, 481).
También nosotros hemos sido mirados, elegidos, abrazados, como nos recuerda el profeta Ezequiel en la maravillosa alegoría de la historia de amor con su pueblo: “Fuiste hija de extraños, fuiste apartada; pero yo pasé, te limpié y te llevé conmigo” (cf. Ez 16). Nosotros también éramos “extraños”, y el Señor vino, nos dio una identidad y un nombre.
En una época en la que las personas son a menudo figuras anónimas sin rostro porque no tienen a nadie a quien mirar, la poesía de san Juan Pablo II nos recuerda que existimos porque estamos relacionados. Al Papa Francisco le encanta subrayar esto refiriéndose al Evangelio de la vocación de Mateo: “Un día, como cualquier otro, mientras estaba sentado en la mesa de recaudación de impuestos, Jesús pasó y lo vio, se le acercó y le dijo: “Sígueme”. Y se puso de pie, lo siguió. Jesús lo miró. ¡Qué fuerza de amor tenía la mirada de Jesús para mover a Mateo como lo hizo él! ¡Qué fuerza deben tener esos ojos para levantarlo! Jesús se detuvo, no pasó de largo, lo miró sin prisa, lo miró en paz. Lo miró con ojos de misericordia; lo miró como nadie lo había mirado antes. Y esa mirada le abrió el corazón, lo liberó, lo sanó, le dio esperanza, una nueva vida”. (Homilía, Plaza de la Revolución, Holguín, Cuba, 21 Septiembre de 2015).
Esto es lo que hace que el cristiano sea una presencia en el mundo diferente de todos los demás, porque trae consigo el anuncio de que -sin saberlo- los hombres y mujeres de nuestro tiempo tienen más sed: Es entre nosotros Él quien es la esperanza de vida. Seremos “originales” si nuestro rostro es el espejo del rostro de Cristo resucitado. Y esto será posible si crecemos en la conciencia a la que Jesús invitó a sus discípulos, como en aquel tiempo después de enviarlos a la misión: “Los setenta y dos regresaron llenos de alegría” por los milagros que habían hecho; pero Jesús les dice: “Alegraos más bien porque vuestros nombres están escritos en el cielo” (cf. Lc 10,20-21). Este es el milagro de los milagros. Este es el origen de la alegría profunda que nada ni nadie puede quitarnos: nuestro nombre está escrito en el cielo, y no por nuestros méritos, sino por un don que cada uno de nosotros recibió por el Bautismo. Un regalo que estamos llamados a compartir con todos, sin excluir a nadie. Esto significa ser un discípulo misionero.
El Santo Padre Francisco espera que el Encuentro sea siempre un lugar acogedor, donde la gente pueda “fijar rostros”, experimentando su propia identidad inconfundible. Es la manera más bella de celebrar este aniversario, mirando hacia adelante sin nostalgia ni miedo, siempre sostenida por la presencia de Jesús, inmerso en su cuerpo que es la Iglesia. La memoria agradecida de estas cuatro décadas de duro trabajo y de creativa obra apostólica pueden suscitar nuevas energías, para el testimonio de fe abierto a los vastos horizontes de la emergencia contemporánea.
Su Santidad invoca la protección maternal de la Virgen María y envía de corazón la bendición apostólica a Vuestra Excelencia y a toda la comunidad de la Asamblea.
Añado mi deseo personal y el aprovecho la circunstancia para confirmar mis respetos.
20.08.19





El Barco Hospital Papa Francisco, “un hermoso gesto” para el Sínodo Amazónico

Mensaje del Papa Francisco

(20 agosto 2019).-  A través de un mensaje, difundido por la Archidiócesis de Belém do Para (Brasil), el Papa Francisco manifestó su alegría y agradecimiento ante la puesta en marcha del barco hospitalario que lleva su nombre y que definió como “un hermoso gesto concreto” con vistas al Sínodo para la Amazonía, que tendrá lugar en octubre de este año.
Se trata de un centro hospitalario fluvial ambulante destinado a atender a las poblaciones amazónicas sin acceso a servicios médicos.
En sus palabras, el Santo Padre apunta a la importancia del inicio de la actividad del Hospital Papa Francisco, que “tomará la Palabra de Dios y ofrecerá acceso a una mejor salud para las poblaciones más necesitadas, especialmente los pueblos indígenas y ribereños, que viven a lo largo de un tramo de 1.000 kilómetros en el río Amazonas”.
También resaltó que “este hospital fluvial es ante todo una respuesta al mandato del Señor, que sigue enviando a sus discípulos a anunciar el Reino de Dios y a curar a los enfermos (cf. Lc 9, 2). De hecho, Jesús ofrece a los hombres una vida abundante (cf. Jn 10,10). Y promover esta vida -que, en la Amazonía, ‘se refleja en su abundante biodiversidad y en sus culturas (…) una vida plena e integral, una vida que canta, un himno a la vida, como el canto de los ríos’ (Sínodo para la Amazonia, Instrumentum laboris, 11)”.
Al mismo tiempo, Francisco indica en su mensaje que la misión de este barco coincide con lo que los pueblos amazónicos describen como “buen vivir”, esto es: “vivir en armonía consigo mismo, con la naturaleza, con los seres humanos y con el ser supremo (Ibíd. 12)”.
Un hospital sobre el agua
Por otro lado, el Pontífice recuerda que la Iglesia está llamada a ser un “hospital de campaña”, que se traduce en la acogida del prójimo “sin distinción ni condiciones” y que con esta iniciativa “se presenta ahora también como un ‘hospital sobre el agua’”.
Además, “esta barca traerá consuelo espiritual y calma a las convulsiones de los hombres y mujeres necesitados, abandonados a su suerte”, subraya Francisco.
Finalmente, el Santo Padre manifestó su agradecimiento a “Mons. Bernardo Bahlmann, obispo de Óbidos, y a los Franciscanos de la Providencia por este hermoso signo de fe y solidaridad cristiana y, al poner a los médicos, voluntarios, bienhechores y, sobre todo, a las personas que serán atendidas por el barco hospitalario a los pies de Nuestra Señora de Nazaret, envío mi bendición apostólica a todos con todo mi corazón, pidiéndoles que oren por mí y por los buenos frutos del próximo Sínodo para la Amazonía”.
Historia del Barco Hospital Papa Francisco
Según informa la Arquidiócesis de Belém, donde tuvo lugar la inauguración de la embarcación el pasado 17 de agosto de 2019, el Barco Hospital Papa Francisco ha sido construido en Fortaleza, Ceará, Brasil, y, efectivamente, tiene el objetivo de ofrecer acceso a atención médica básica a las personas que viven cerca de los ríos.
La idea de este barco hospitalario surgió como resultado del estímulo del Papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud (2013). Durante la visita del Papa a un hospital de la Fraternidad de San Francisco en Río de Janeiro, este preguntó al fundador, el padre Francisco Belotti, si estaban presentes en la Amazonía. Ante su respuesta negativa, Francisco simplemente respondió: “Entonces debes ir”.
De este modo, Mons. Bernardo Bahlmann, junto con los otros religiosos de la Fraternidad, iniciaron la creación del consabido proyecto con la misión de atender a la población ribereña.
Equipo y servicios
El barco del Hospital Papa Francisco, que funcionó por primera vez el pasado domingo 18 de agosto, tiene 32 metros de eslora y contará con hasta 23 profesionales de la salud, con capacidad para hasta 30 tripulantes.
Cuenta con salas para los siguientes servicios médicos: rayos X, mamografía, ecocardiografía, pruebas de esfuerzo, quirófano, laboratorio de análisis, farmacia, sala de vacunación, consultorios médicos, consultorio oftalmológico y dental y camas de hospital.
Desde 1985, la Asociación y Fraternidad de San Francisco de Asís en la Providencia de Dios en Brasil realiza trabajos dirigidos a proporcionar servicios sanitarios básicos, a través de medios tales como clínicas ambulatorias, sala de urgencias, farmacias, albergues y comunidades terapéuticas. Tiene su sede en Jaci, Sao Paulo, y también está presente en Pará, Goiás, Paraná, Ceará y Río de Janeiro.
21.08.19