“Compartir”,
la verdadera señal de que tu corazón se ha convertido –
Catequesis completa
“Poner
en comunión”
(
21 agosto 2019).- “El vínculo con Cristo establece un vínculo
entre hermanos que converge y se expresa también en la comunión de
bienes materiales”, ha recordado el Papa Francisco esta mañana en
la audiencia
general.
“La
señal de que tu corazón se ha convertido es cuando la conversión
llega a tus bolsillos, cuánto toca tu propio interés: allí es
donde ves si uno es generoso con los demás, si uno ayuda a los más
débiles, a los más pobres: cuando la conversión llega allí,
asegúrate de que es una verdadera conversión”, ha reflexionado el
Santo Padre.
Tras
una pausa en las audiencia generales el pasado 14 de agosto, el
Pontífice ha continuado hoy, 21 de agosto de 2019, el ciclo de
catequesis sobre los Hechos de los Apóstoles. Como es habitual en el
mes de agosto, la audiencia se ha celebrado en el aula Pablo VI,
debido al intenso calor en Roma.
Catequesis
del Papa Francisco
La
comunidad cristiana nace del derramamiento sobreabundante del
Espíritu Santo y crece gracias al fermento del compartir entre
hermanos y hermanas en Cristo. Hay un dinamismo de solidaridad que
construye la Iglesia como familia de Dios, donde la experiencia de
la koinonia es central. ¿Qué quiere decir
esta palabra rara? Es una palabra
griega que significa “poner en comunión”, “compartir”, ser
como una comunidad, no aislada. Esta es la experiencia de la primera
comunidad cristiana, es decir, compartir, “compartir”,
“comunicar, participar”, no aislarse.
En
la Iglesia de sus orígenes, esta koinonia,
esta comunidad se refiere sobre todo a la participación en el Cuerpo
y la Sangre de Cristo. Por eso, cuando comulgamos decimos “nos
comunicamos”, entramos en comunión con Jesús y desde esta
comunión con Jesús llegamos a la comunión con nuestros hermanos y
hermanas. Y esta comunión con el Cuerpo y la Sangre de Cristo que se
realiza en la Santa Misa se traduce en unión fraterna, y por tanto
también en lo que nos resulta más difícil: poner en común
nuestros bienes y recoger dinero para la colecta en favor de la
Iglesia Madre de Jerusalén (cf. Rom 12,
13; 2 Cor 8-9)
y de las demás Iglesias.
Si
queréis saber si sois buenos cristianos debéis orar, tratad de
acercaros a la comunión, el sacramento de la reconciliación. Pero
la señal de que tu corazón se ha convertido es cuando la conversión
llega a tus bolsillos, cuánto toca tu propio interés: allí es
donde ves si uno es generoso con los demás, si uno ayuda a los más
débiles, a los más pobres: cuando la conversión llega allí,
asegúrate de que es una verdadera conversión. Si se queda sólo en
palabras, no es una buena conversión.
La
vida eucarística, las oraciones, la predicación de los Apóstoles y
la experiencia de comunión (cf. Hch 2,42)
hacen de los creyentes una multitud de personas que tienen -dice el
Libro de los Hechos de los Apóstoles- “un solo corazón y una sola
alma” y que no consideran su propiedad como lo que poseen, sino que
lo tienen todo en común (cf. Hch 4,32).
Es un modelo de vida tan fuerte que nos ayuda a ser generosos y no
mezquinos.
Por
eso, “ninguno de ellos […] tenía necesidad, porque los que
poseían -dice el Libro- campos o casas los vendían, traían el
producto de lo que se había vendido y lo ponían a los pies de los
apóstoles; luego se repartía a cada uno según su necesidad”
(Hch 4,34-35).
La Iglesia siempre ha tenido este gesto de cristianos que se
despojaban de las cosas que tenían de más, de las cosas que no eran
necesarias para dar a los necesitados. Y no sólo dinero, sino tiempo. ¡Cuántos
cristianos –ustedes, por ejemplo, aquí en Italia–, cuántos
cristianos hacen voluntariado! ¡Esto es hermoso! Es comunión,
compartir mi tiempo con los demás, ayudar a los necesitados. Y así,
el voluntariado, las obras de caridad, las visitas a los enfermos; se
presta siempre a compartir con los demás, y no sólo buscar nuestro
propio interés.
La
comunidad, o koinonia,
se convierte así en el nuevo
modo de relación entre los discípulos del Señor.
Los cristianos experimentan una nueva forma de estar entre ellos, de
comportarse. Y es el modo cristiano adecuado, hasta el punto de que
los paganos miraban a los cristianos y decían: “¡Mirad cómo se
aman!”. El amor era el camino. Pero no el amor a las palabras, no
el amor falso: el amor a las obras, a ayudarse unos a otros, el amor
concreto, la concreción del amor.
El
vínculo con Cristo establece un vínculo entre hermanos que converge
y se expresa también en la comunión de bienes materiales. Sí, esta
forma de estar juntos, este amor llega a tus bolsillos, llega incluso
a despojarte del impedimento del dinero para dárselo a los demás,
yendo en contra de tus propios intereses. Ser miembros del Cuerpo de
Cristo hace que los creyentes sean corresponsables unos de otros. Ser
creyentes en Jesús nos hace a todos corresponsables los unos de los
otros. “Pero mira eso, el problema que tiene, no me importa,
es asunto suyo”. No, entre los cristianos no podemos decir: “Pobre,
tiene un problema en casa, está pasando por esta dificultad
familiar”. Yo debo rezar, lo llevo conmigo, no soy
indiferente. Esto es ser cristiano.Por eso los fuertes apoyan a los
débiles (cf. Rom)y
nadie experimenta la pobreza que humilla y desfigura la dignidad
humana, porque viven esta comunidad: tener el corazón en común. Se
aman el uno al otro. Esta es la señal: amor concreto.
Santiago,
Pedro y Juan, que son los tres apóstoles como las “columnas” de
la Iglesia de Jerusalén, establecen comunitariamente que Pablo y
Bernabé evangelizan a los paganos mientras ellos evangelizan a los
judíos, y simplemente piden a Pablo y Bernabé, una condición: no
olvidar a los pobres, recordar a los pobres (cfr. Gal 2,
9-10). No sólo los pobres materiales, sino también los pobres
espirituales, las personas que tienen problemas y necesitan nuestra
cercanía. El cristiano siempre parte de sí mismo, de su propio
corazón, y se acerca a los demás como Jesús se acercó a nosotros.
Esta es la primera comunidad cristiana.
Un
ejemplo concreto del compartir y de la comunión de bienes nos viene
del testimonio de Bernabé: posee un campo y lo vende para entregarlo
a los Apóstoles (cf. Hch 4,
36-37). Pero junto a su ejemplo positivo aparece otro tristemente
negativo: Ananías y su esposa Saffira, vendieron un terreno,
decidieron entregar sólo una parte a los Apóstoles y guardar la
otra para sí mismos (cf. Hch 5,1-2).
Este engaño rompe la cadena del compartir libre, sereno,
desinteresado y las consecuencias son trágicas, fatales
(Hch 5,5.10).
El apóstol Pedro desenmascara la mala conducta de Ananías y de
su esposa y le dice: “¿Por qué llenó Satanás tu corazón, para
que mintieras al Espíritu Santo y guardaras una parte de las
ganancias del campo? […] No habéis mentido a los hombres, sino a
Dios” (Hch 5:3-4).
Podríamos decir que Ananías mintió a Dios por una conciencia
aislada, una conciencia hipócrita, es decir, por una pertenencia
eclesial “negociada”, parcial y oportunista.
La
hipocresía es el peor enemigo de esta comunidad cristiana, de este
amor cristiano: fingir que nos amamos unos a otros, pero sólo
buscando el propio interés. Fallar en la sinceridad de compartir, de
hecho, o fallar en la sinceridad del amor, es cultivar la hipocresía, distanciarse
de la verdad, volverse egoísta, apagar el fuego de la comunión y
destinarse al frío de la muerte interior. Los que se comportan así
pasan por la Iglesia como turistas. Hay muchos turistas en la Iglesia
que están siempre de paso, pero nunca entran en la Iglesia: es el
turismo espiritual el que les hace creer que son cristianos, mientras
que sólo son turistas de las catacumbas.
No,
no debemos ser turistas en la Iglesia, sino hermanos entre nosotros.
Una vida basada sólo en el beneficio y el aprovechamiento de las
situaciones en detrimento de los demás, inevitablemente causa la
muerte interior. Y cuánta gente dice estar cerca de la Iglesia, ser
amigos de los sacerdotes, obispos, buscando sólo su propio interés.
¡Estas son las hipocresías que destruyen a la Iglesia! El Señor
–lo pido por todos nosotros– derrame sobre nosotros su Espíritu
de ternura, que supera toda hipocresía y pone en circulación esa
verdad que alimenta la solidaridad cristiana, que lejos de ser una
actividad de asistencia social, es la expresión indispensable de la
naturaleza de la Iglesia, la tierna madre de todos, especialmente de
los más pobres.
22.08.19
Francisco se une al recuerdo de la trata de esclavos y de su abolición En el Día Internacional de las víctimas
(23 agosto 2019).- “Todos hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios y tenemos la misma dignidad. Detengamos la esclavitud!” ha escrito el Papa Francisco en Twitter esta mañana, 23 de agosto de 2019, con motivo del Día Internacional del Recuerdo de la Trata de Esclavos, establecido por la Organización de Naciones Unidas.
La madrugada del 22 al 23 de agosto se conmemora el aniversario de la insurrección, en 1791, de los hombres y mujeres sometidos a la esclavitud en Santo Domingo, la parte occidental de la isla de La Española que, al proclamar su independencia, recuperó su nombre amerindio original: Haití.
Esta revuelta comporta una reivindicación universal de libertad, que va más allá de cualquier límite de tiempo y espacio. “Apela a toda la humanidad, sin distinción de origen ni de religión, y sigue resonando hoy con la misma fuerza”, propone la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Mediante el Día Internacional del Recuerdo de la Trata de Esclavos y de su Abolición, la UNESCO desea recordar la importancia fundamental de la transmisión de la historia para poner de relieve la lucha contra todas las formas de opresión y racismo que existen en la actualidad.
En el camino de la paz y la dignidad
El efecto expansivo que provocó la revuelta de 1791 ha marcado el curso de las luchas de liberación de los pueblos y de los movimientos de defensa de los derechos humanos y civiles desde hace más de 200 años. Cristaliza los desafíos, los conceptos y los principios que es imprescindible conocer en la lucha actual contra la esclavitud moderna y la trata de personas. “Creemos que la enseñanza de esta historia puede colocar a los ciudadanos de mañana en el camino de la paz y la dignidad”, indica la organización internacional.
La directora general de la UNESCO indica que este 23 de agosto se honra la memoria de los hombres y mujeres que, en 1791 en Santo Domingo, se sublevaron y allanaron el camino para poner fin a la esclavitud y la deshumanización.
“A través de ellos –aclara– rendimos tributo a su memoria y a la de todas las demás víctimas de la esclavitud. (…) Para extraer enseñanzas de esa historia, debemos poner al descubierto ese sistema, deconstruir los mecanismos retóricos y pseudocientíficos utilizados para justificarlo y negarnos a aceptar cualquier concesión o apología que por sí misma conduzca a comprometer los principios. Esa lucidez es el requisito fundamental para la reconciliación de la memoria y la lucha contra todas las formas actuales de esclavitud, que siguen afectando a millones de personas, en particular a mujeres y niños”.
24.08.19
Papa Francisco: “El
amor es exigente siempre, requiere compromiso”
Palabras del Papa antes del
Ángelus
(
25 agosto 2019).- “Para salvarse, es necesario amar a Dios y al
prójimo, ¡y esto no es cómodo! Es una ‘puerta estrecha’ porque
es exigente, el amor es exigente siempre, requiere compromiso, es
decir, ‘esfuerzo’, es decir, la voluntad firme y decisiva para
vivir según el Evangelio”, ha indicado el Papa Francisco.
El
Santo Padre ha rezado el Ángelus este domingo, 25 de agosto de 2019,
desde el balcón del Palacio Apostólico, dirigido a los visitantes y
peregrinos que se encontraban en la plaza de San Pedro. Como de
costumbre, el Pontífice ha comentado el Evangelio antes de rezar la
oración.
***
Palabras
del Papa Francisco
Queridos
hermanos y hermanas, ¡buenos días!
El
Evangelio de hoy (cf. Lc 13, 22-30) nos presenta a Jesús, que pasa
enseñando por ciudades y pueblos, en su camino hacia Jerusalén,
donde sabe que debe morir en la cruz por la salvación de todos
nosotros. En este contexto, se inserta la pregunta de tal
persona, que se vuelve hacia él y le dice: “Señor, ¿son pocos
los que son se salvan?” (v. 23).
La
cuestión era debatida en aquel tiempo –cuantos se salvan, cuantos
no…– y había diferentes maneras de interpretar las Escrituras al
respecto, dependiendo de los textos que tomaran. Pero Jesús invierte
la pregunta, –que se centra más en la cantidad, “¿son pocos?”–
y en cambio, coloca la respuesta en el plano de la
responsabilidad, invitándonos a hacer buen uso del tiempo
presente. En efecto dice: Esfuércense por entrar por la puerta
estrecha, porque muchos intentarán entrar pero no lo conseguirán.
Con
estas palabras, Jesús deja claro que no se trata de una cuestión de
número, ¡no hay un “número cerrado” en el Paraíso! Se trata
de cruzar el pasaje derecho ahora mismo, y este pasaje derecho es
para todos, pero es estrecho. Ese es el problema. Jesús no quiere
engañarnos, diciendo: “Sí, estad tranquilos, es fácil, hay una
bonita autopista y una gran puerta en la parte inferior…”. No nos
dice eso. Nos habla de la puerta estrecha. Nos dice las cosas como
son: el pasaje es estrecho.
¿En
qué sentido? En el sentido de que para salvarse, es necesario amar a
Dios y al prójimo, ¡y esto no es cómodo! Es una “puerta
estrecha” porque es exigente, el amor es exigente siempre, requiere
compromiso, es decir, “esfuerzo”, es decir, la voluntad firme y
decisiva para vivir según el Evangelio. San Pablo lo llama “la
buena batalla de la fe” (1 Tim 6, 12). Se necesita el esfuerzo de
todos los días, de cada día, para amar a Dios y al prójimo.
Y,
para explicarse mejor, Jesús narra una parábola. Hay un casero que
representa al Señor. Su casa simboliza la vida eterna, es decir, la
salvación. Y aquí vuelve la imagen de la puerta. Jesús dice:
“Cuando el casero se levante y cierre la puerta, vosotros, que os
habéis quedado fuera, empezaran a llamar a la puerta diciendo:
“Señor, ábrenos”. Pero él les contestará: “No sé de dónde
son”. (v. 25). Estas personas tratarán de hacerse reconocer,
recordando al casero: “Comí contigo, bebí contigo… Escuché tus
consejos, tus enseñanzas en público…”. (ver v. 26); “Yo
estaba allí cuando diste esa conferencia…”. Pero el señor
repetirá que no los conoce, y los llama “operadores de
injusticia”. ¡Ese es el problema! El Señor nos reconocerá, no
por nuestros títulos – “Pero mira, Señor, que yo pertenecía a
esa asociación, que era amigo del monseñor del cardenal, del
sacerdote…”. No, los títulos no cuentan, no cuentan. El Señor
nos reconocerá sólo por una vida humilde y buena, una vida de fe
que se traduce en las obras.
Para
nosotros, los cristianos, esto significa que estamos llamados a
instaurar una verdadera comunión con Jesús, orando, yendo a la
Iglesia, acercándonos a los sacramentos, y alimentándonos con su
Palabra. Esto nos mantiene en la fe, alimenta nuestra esperanza y
reaviva la caridad y así con la gracia de Dios podemos y debemos
gastar nuestra vida por el bien de nuestros hermanos, luchando contra
toda forma de mal y de injusticia.
Que
la Virgen María nos ayude. Ella pasó por la puerta estrecha, que es
Jesús. Lo acogió con todo su corazón y lo siguió todos los días
de su vida, aun cuando ella no comprendía, incluso cuando una espada
atravesaba su alma. Por eso la invocamos como “Puerta del Cielo”:
María, Puerta del Cielo; una puerta que sigue exactamente la forma
de Jesús: la puerta del corazón de Dios, corazón exigente, pero
abierto a todos nosotros.
Después del Àngelus
Queridos
hermanos y hermanas:
Saludo
a todos ustedes, romanos y peregrinos.
Saludo
en particular a la comunidad del Pontificio Colegio Norteamericano,
especialmente a los nuevos seminaristas recién llegados. Queridos
seminaristas, los exhorto a un compromiso espiritual y a la fidelidad
a Cristo, al Evangelio y al Magisterio de la Iglesia. Sin construir
sobre estas columnas, será imposible edificar su vocación. Saludo a
los jóvenes de Acción Católica de la diócesis de Bolonia; a los
jóvenes de la Unidad Pastoral de Rovato, diócesis de Brescia; y a
los de Ponte Nossa, en la diócesis de Bérgamo.
Estamos
todos preocupados por los grandes incendios que se han desarrollado
en el Amazonas. Recemos para que, con el compromiso de todos puedan
ser domados lo antes posible. Ese pulmón de bosque es vital para
nuestro planeta.
Veo
que hay algunos de mis compatriotas argentinos, ¡los saludo bien!
Les
deseo a todos un feliz domingo. Y por favor, no olvides rezar por mí.
Que tengas un buen almuerzo y hasta la vista.
26.08.19
Católicos y valdenses: “Testimoniar a Jesús y su Evangelio de la caridad”
Mensaje del
Papa a las Iglesias Metodista y Valdense
(26
agosto 2019).- “Estamos llamados a continuar nuestro compromiso en
el camino del conocimiento mutuo, la comprensión y la colaboración,
a dar testimonio de Jesús y de su Evangelio de la caridad”, dice
el Papa Francisco en su mensaje a las Iglesias metodista y
evangelista valdense.
Escribió
este mensaje de saludo con ocasión del Sínodo de las Iglesias
metodista y valdense que se inauguró en Torre Pellice (Turín),
Piamonte, Italia, el 25 de agosto de 2019, dijo la Santa Sede. El
texto del mensaje anual fue escrito el 22 de agosto y se hizo público
el domingo 25 de agosto de 2019.
El
Papa dirige sus “cordiales saludos” a las Iglesias metodista y
valdense, expresa su “cercanía fraterna” así como la de toda la
Iglesia Católica.
“Como
seguidores de Cristo, escribe el Papa, podemos ofrecer respuestas
comunes al sufrimiento que aflige a tanta gente, especialmente a los
más pobres y débiles, y así promover la justicia y la paz”.
El
Papa Francisco “ora” por todos los participantes del Sínodo
“para que en estos días de encuentro, oración y reflexión”
puedan “experimentar la experiencia viva del Espíritu Santo, que
anima y fortalece el testimonio cristiano”.
“Me
uno a vosotros en vuestra oración para pedir al Señor que
fortalezca también el espíritu ecuménico entre los cristianos y
que fortalezca la comunión entre nuestras iglesias”, subraya el
Papa.
El
Pontífice concluye su mensaje expresando sus “mejores deseos” a
la Asamblea sinodal de las Iglesias metodista y aldense e, “invocando
la bendición del Señor”, pide a los participantes que oren por
él.
27.08.19
Francisco
invita los jóvenes paraguayos a “abrazarse a Jesucristo”
Clausura
del Trienio de la Juventud
(27
agosto 2019).- El Papa Francisco ha animado a los jóvenes de
Paraguay, en el contexto del Trienio de la Juventud, “a
abrazarse a Jesucristo, que los ha llamado a ser sus amigos, para que
permanezcan en Él y puedan dar muchos frutos”.
A
través del cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del
Vaticano, el Santo Padre ha enviado un mensaje a monseñor Pierre
Laurent Jubinville, obispo de San Pedro, en Paraguay, y responsable
de la Pastoral Juvenil de Paraguay, con ocasión de la conclusión
del “Trienio de la Juventud”, celebrado bajo el lema «Abrazarse
a Cristo Jesús»(Jn 15 1-17).
El
Pontífice ha saludado cordialmente a los organizadores y
participantes en el foro que concluyó el trienio dedicado a los
jóvenes de Paraguay y los exhortó a “escuchar la voz del Señor
que los envía individualmente y como comunidad a ser discípulos
misioneros, testigos de la Buena Noticia de la Salvación entre los
más pobres”.
“Con
estos deseos – escribe Parolin – y a la vez que ruega que recen
por él y su servicio a la Iglesia Universal, Su Santidad los
encomienda a la materna intercesión de la Bienaventurada Virgen
María, Nuestra Señora de la Pura y Limpia Concepción de Caacupé,
y les imparte con afecto la implorada Bendición Apostólica”.
Trienio
de la Juventud
Con
motivo del Trienio de la Juventud, se ha celebrado en Paraguay
un foro juvenil con la participación de jóvenes de todas las
diócesis del país, los días 24 y 25 agosto de 2019, con el
objetivo principal de “inspirar, fortalecer y consolidar el
compromiso social de los jóvenes, además de reflexionar el caminar
del Trienio en la Iglesia por medio del encuentro de las experiencias
pastorales”.
La
iniciativa de los obispos surgió en el aniversario de la visita del
Papa al país, con el objetivo de combatir la corrupción y la
pobreza.
El
Trienio de la Juventud fue presentado durante la Misa por el
aniversario de la visita del Papa Francisco a Paraguay, el 10 de
julio de 2016, en la Basílica de Caacupé, monseñor Ricardo
Valenzuela, presentó este proyecto ante el cardenal Beniamino
Stella.
28.08.19
“Obedeced
a Dios en vez de a los hombres” – Catequesis completa del Papa
Ciclo
de los Hechos de los Apóstoles
(28
agosto 2019).- Pedro respondió ofreciendo una clave de la vida
cristiana: “Obedeced a Dios en vez de a los hombres”. Esto
significa escuchar a Dios “sin reservas, sin demoras, sin cálculos;
adherirnos a Él para ser capaces de hacer una alianza con Él y con
aquellos que encontramos en nuestro camino”, ha explicado el Papa
Francisco.
En
el discurso en lengua italiana, el Papa, continuando el ciclo de
catequesis sobre los Hechos de los Apóstoles, se ha centrado en el
tema: “‘Cuando Pedro pasaba…’ (Hch 5, 15). Pedro, principal
testimonio del Resucitado”. (Libro bíblico: De los Hechos de los
Apóstoles 5, 12.15-16).
En
las heridas de los enfermos –asegura el Pontífice- “está
siempre la presencia de Jesús, las heridas de Jesús. Ahí está
Jesús llamándonos a cada uno de nosotros a cuidarlos, a apoyarlos,
a sanarlos”. Así, ha narrado que la acción sanadora de Pedro
despertó el odio y la envidia de los saduceos, que encarcelaron a
los apóstoles y, conmocionados por su misteriosa liberación, les
prohibieron enseñar, ante lo que Pedro dio la “respuesta
cristiana”: “Yo obedezco a Dios en vez de a los hombres”.
Enfermos,
privilegiados del anuncio del Reino
Lleno
del Espíritu de su Señor –describe el Santo Padre– Pedro pasa
y, sin que él haga nada, su sombra se convierte en “caricia”
sanadora, en comunicación de salud, en efusión de la ternura del
Resucitado que se inclina sobre los enfermos y restaura la vida, la
salvación y la dignidad. De este modo, afirma, “Dios manifiesta su
cercanía y hace de las heridas de sus hijos ‘el lugar teológico
de su ternura'”.
En
el capítulo 5 de los Hechos –relata el Papa– la Iglesia naciente
se muestra como un “hospital de campo” que acoge las personas más
débiles, es decir, a los enfermos. A ojos de los apóstoles, como a
los ojos de los cristianos de todas las épocas, los enfermos “son
destinatarios privilegiados del feliz anuncio del Reino, son hermanos
en los que Cristo está presente de modo especial, para que todos
nosotros los busquemos y los encontremos”, ha indicado.
Catequesis
del Papa
Queridos
hermanos y hermanas, ¡buenos días!
La
comunidad eclesial descrita en el Libro de los Hechos de los
Apóstoles vive de tanta riqueza que el Señor pone a su disposición
–¡el Señor es generoso!–, experimenta un crecimiento
numérico y un gran entusiasmo, a pesar de los ataques externos. Para
mostrarnos esta vitalidad, Lucas, en el libro de los Hechos de los
Apóstoles, señala también lugares significativos, por ejemplo el
pórtico de Salomón (cf. Hch 5,12), lugar de encuentro de los
creyentes. El pórtico (stoà)
es una galería abierta que sirve como refugio, pero también como
lugar de encuentro y testimonio. Lucas, en efecto, insiste en
los signos y prodigios que acompañan a la palabra de los Apóstoles
y en el cuidado especial de los enfermos a los que se dedican.
En
el capítulo 5 de los Hechos, la Iglesia naciente se muestra como un
“hospital de campo” que acoge las personas más débiles, es
decir, a los enfermos. Su sufrimiento atrae a los Apóstoles, que no
poseen “ni plata ni oro” (Hch 3,6) -como dice Pedro al lisiado-,
sino que son fuertes en el nombre de Jesús. A sus ojos, como a
los ojos de los cristianos de todas las épocas, los enfermos son
destinatarios privilegiados del feliz anuncio del Reino, son hermanos
en los que Cristo está presente de modo especial, para que todos
nosotros los busquemos y los encontremos (cf. Mt 25, 36.40). Los
enfermos son privilegiados para la Iglesia, para el corazón
sacerdotal, para todos los fieles. No hay que descartarlos, al
contrario, hay que curarlos, cuidarlos: son el objeto de la
preocupación cristiana.
Entre
los apóstoles emerge Pedro, que tiene preeminencia en el grupo
apostólico por el primado (cf. Mt 16, 18) y la misión recibida del
Resucitado (cf. Jn 21, 15-17). Es él quien da luz verde a la
predicación del kerigma el
día de Pentecostés (cf. Hch 2, 14-41) y quien, en el Concilio de
Jerusalén, desempeñará un papel principal (cf. Hch 15 y Gál 2,
1-10).
Pedro
se acerca a las camillas y pasa entre los enfermos, como lo hizo
Jesús, asumiendo enfermedades y dolencias (cf. Mt 8,17; Is 53,4). Y
Pedro, el pescador de Galilea, pasa, pero deja que se manifieste
otro: ¡que sea el Cristo vivo y obrero! El testigo, en efecto, es el
que manifiesta a Cristo, tanto de palabra como en presencia del
cuerpo, lo que le permite relacionarse y ser una extensión del Verbo
hecho carne en la historia. Pedro es el que hace las obras del
Maestro (cf. Jn 14,12): mirándolo con fe, se ve a Cristo
mismo. Lleno del Espíritu de su Señor, Pedro pasa y, sin que
él haga nada, su sombra se convierte en “caricia” sanadora, en
comunicación de salud, en efusión de la ternura del Resucitado que
se inclina sobre los enfermos y restaura la vida, la salvación
y la dignidad. De este modo, Dios manifiesta su cercanía y hace de
las heridas de sus hijos “el lugar teológico de su ternura”
(Homilía
matutina,
Santa Marta, 14.12.2017). En las heridas de los enfermos, en las
enfermedades que impiden avanzar en la vida, está siempre la
presencia de Jesús, las heridas de Jesús. Ahí está Jesús
llamándonos a cada uno de nosotros a cuidarlos, a apoyarlos, a
sanarlos. La acción sanadora de Pedro despertó el odio y la envidia
de los saduceos, que encarcelaron a los apóstoles y, conmocionados
por su misteriosa liberación, les prohibieron enseñar. Esta
gente vio los milagros que los apóstoles no hicieron por arte de
magia, sino en el nombre de Jesús; pero no quisieron aceptarlo y
meterlo en la cárcel, los golpearon. Entonces fueron milagrosamente
liberados, pero los corazones de los saduceos eran tan duros que no
querían creer lo que veían. Pedro respondió ofreciendo una clave
de la vida cristiana: “Obedeced a Dios en vez de a los hombres”
(Hch 5,29), porque ellos -los tristes- le decían: “No tienes
que seguir adelante con estas cosas, no tienes que curar” – “Yo
obedezco a Dios ante los hombres”: es la gran respuesta cristiana.
Esto
significa escuchar a Dios sin reservas, sin demoras, sin cálculos;
adherirnos a Él para ser capaces de hacer una alianza con Él y con
aquellos que encontramos en nuestro camino. Pidamos también al
Espíritu Santo la fuerza para no asustarnos frente a aquellos que
nos mandan que nos callemos, nos calumnien e incluso ataquen nuestras
vidas. Pidámosle que nos fortalezca interiormente para estar seguros
de la presencia amorosa y consoladora del Señor a nuestro lado.
Vivir el Bautismo como “levadura social” – Videomensaje del Papa para el Congreso Misionero de Indonesia
El cristiano, siempre “hacia adelante”
(1 agosto 2019).- El Papa Francisco afirma que la mejor forma de vivir nuestro Bautismo es hacerlo como levadura: “levadura social, en la sociedad, para llevar adelante este mensaje de Jesús”.
El Pontífice ha enviado hoy, 1 de agosto de 2019, un videomensaje al Congreso Misionero Nacional de Indonesia, que se está celebrando en hotel Mercure Ancol de Yakart Yakarta, Indonesia, del 1 al 4 de agosto.
Difundidas hoy durante la ceremonia de apertura del Congreso Misionero Nacional de Indonesia en sus palabras, el Papa Francisco invita a pensar sobre el tema elegido para el citado encuentro: “Bautizado y enviado”.
Para él, al ser bautizados “recibimos el Espíritu Santo, que es un tesoro” , así como “el mensaje de Jesús, el Evangelio dentro de nosotros”. Y “cuando uno tiene algo bello y está entusiasmado, siente el impulso de llevarlo a cabo y dárselo a los demás”.
Por otra parte, el Obispo de Roma reitera que las palabras “bautizado y enviado“ han de ser el hilo conductor del Congreso.
El cristiano, siempre “hacia adelante”
El Papa Francisco pidió que nunca olvidemos que somos bautizados y enviados y que “el cristiano siempre camina hacia adelante”.
Según el Pontífice la Biblia nos dice que “no somos personas que regresamos, no; somos gente que va hacia delante, siempre” y cuando alguna se dirige hacia atrás “no es cristiano”.
Y agrega que “el cristiano va hacia delante, y esto significa ‘enviado’: es el Espíritu Santo el que me insta a seguir adelante. Así, coraje, adelante, siempre adelante”.
Finalmente, termina su mensaje pidiendo que Nuestra Señora “os custodie y os invite a seguir adelante” y también demandando oraciones por él.
02.08.19
Ángelus: “Volved
vuestros pensamientos a las cosas de allá arriba, no a las de la
tierra”
Palabras del Papa antes de la
oración mariana
(4
agosto 2019).- A las 12 del mediodía de hoy, el Santo Padre
Francisco desde la ventana del estudio en el Palacio Apostólico
Vaticano se dirige a los peregrinos y fieles reunidos en la Plaza San
Pedro para recitar el Ángelus en este XVIII domingo del tiempo
ordinario.
Palabras
del Papa antes del Ángelus:
Queridos
hermanos y hermanas, ¡buenos días!
El
Evangelio de hoy (cf. Lc 12, 13-21) se abre con la escena de una
persona que se levanta en medio de la muchedumbre y le pide a Jesús
que resuelva una cuestión legal sobre la herencia familiar. Pero en
su respuesta él no aborda la pregunta, y nos insta a mantenernos
alejados de la codicia, es decir, de la codicia de poseer. Para
distraer a sus oyentes de esta búsqueda frenética de riquezas,
Jesús cuenta la parábola del rico necio, que piensa que es feliz
porque ha tenido la suerte de una cosecha excepcional y se siente
seguro con los bienes que ha acumulado. Será agradable para ti
leerlo hoy; está en el capítulo doce de San Lucas, versículo 13.
Es una hermosa parábola que nos enseña mucho. La historia cobra
vida cuando el contraste entre lo que el hombre rico planea para sí
mismo y lo que Dios está planeando para él.
El
rico pone ante su alma, es decir, ante sí mismo, tres
consideraciones: los muchos bienes amontonado, los muchos años que
estos bienes parecen asegurarle y en tercer lugar, la tranquilidad y
el bienestar desenfrenados (ver v.19). Pero la palabra que Dios le
dirige anula estos proyectos suyos. En lugar de los “muchos años”,
Dios indica la inmediatez de “esta noche; esta noche morirás”;
en lugar de “el disfrute del la vida” le presenta el “dar vida;
darás vida a Dios”, con el consiguiente juicio. En cuanto a la
realidad se refiere de los muchos bienes acumulados en los que los
ricos tenía que basar todo, está cubierta por el sarcasmo de la
pregunta: “¿Y lo que has acumulado, de quién será ?” (v.20).
Pensemos en las luchas por herencias; muchas luchas familiares. Y
tanta gente, todos conocemos alguna historia, que en la hora de la
muerte comienzan a venir: los sobrinos, nietos, vienen a ver: “¿Qué
es lo que me toca a mi, qué es lo que me toca a mi?. Es en esta
oposición que el apodo de “necio” está justificado. Es un necio
porque en la práctica ha negado a Dios, no ha llegado a un acuerdo
con Él.
La
conclusión de la parábola, formulada por el evangelista, es de
singular eficacia: “Así es para los que acumula tesoros para sí
mismo y no se enriquece con Dios” (v. 21). Es una advertencia que
revela el horizonte hacia el que todos estamos llamados a mirar. Los
bienes materiales son necesarios – ¡son bienes! -…pero son un
medio para vivir honestamente y compartir con los más necesitados.
Jesús hoy nos invita a considerar que las riquezas pueden encadenar
el corazón y distraerlo del verdadero tesoro que está en los
cielos. San Pablo nos lo recuerda también en la segunda lectura de
hoy. Él dice: “Busca las cosas de allá arriba. …volved vuestros
pensamientos a las cosas de allá arriba, no a las de la tierra”
(Col 3, 1-2).
Esto
– uno entiende – no significa estar alejado de la realidad, sino
buscar las cosas que tienen una verdadero valor: la justicia, la
solidaridad, la hospitalidad, la fraternidad, la paz, todo lo que
constituye la verdadera dignidad del hombre. Se trata de luchar por
una vida que no se realiza en el estilo mundano, sino según el
estilo evangélico: amar a Dios con todo nuestro ser, y amar al
prójimo como Jesús amó, es decir, en el servicio y en el don de sí
mismo. La avaricia por los bienes, el deseo de tener bienes, no sacia
el corazón, de hecho causa más hambre! La codicia es como esos
buenos caramelos: tu tomas uno y dices: “¡Ah, qué bueno!”, y
luego tomas otro; y después otro. Así es la codicia: no sacia
nunca. ¡Ten cuidado! El amor así comprendido y vivido es la fuente
de la verdadera felicidad, mientras que la búsqueda desmesurada de
los bienes materiales y las riquezas es a menudo una fuente de
inquietud, adversidad, de prevaricación, de guerra. Tantas guerras
comienzan con la codicia.
Que
la Virgen María nos ayude a no dejarnos fascinar por las seguridades
que pasan, sino a ser cada día testigos creíbles de los valores
eternos del Evangelio.
Palabras
del Papa después de la oración mariana
Queridos
hermanos y hermanas:
Estoy
espiritualmente cerca de las víctimas de la violencia que ha
ensangrentado a Texas, California y Ohio, EE. UU., afectando a
personas indefensas en los últimos días. Los invito a unirse a mi
oración por todos aquellos que han perdido la vida, por los heridos
y sus seres queridos.
Dios
te salve María …
Hace
160 años, murió el Santo Cura de Ars , un modelo de bondad y
caridad para todos los sacerdotes. En este significativo aniversario,
quería enviar una carta a los sacerdotes de todo el mundo, para
alentarlos en la fidelidad a la misión a la que el Señor los ha
llamado. Que el testimonio de este humilde y devoto párroco
totalmente dedicado a su pueblo nos ayude a redescubrir la belleza y
la importancia del sacerdocio ministerial en la sociedad
contemporánea.
Los
saludo a todos, romanos y peregrinos de diferentes países: familias,
asociaciones y fieles.
Hoy,
varios grupos de adolescentes y jóvenes están presentes. Los
saludo con mucho cariño! Donde hay jóvenes, hay ruido y es una
gracia. En particular, saludo a los equipos de baloncesto
femenino de la Universidad Americana de Nuevo Mexico y Nebraska; el
grupo de la Pastoral juvenil de Verona; a los jóvenes de Ponte di
Brenta, Entratico, Cerese; a los seminaristas del Seminario Menor de
Bérgamo.
Les
deseo a todos un buen domingo. Por favor, no se olviden rezar
por mí. ¡Buen apetito y adiós!
05.08.19
Ser “constructores
activos de Europa” – El Papa Francisco a los ‘scouts’
europeos
Participantes en el encuentro
‘Euromoot’
(5
agosto 2019).- El Santo Padre pidió a los scouts europeos
convertirse no solo en observadores, sino en “constructores activos
de Europa”: “constructores
de sociedades reconciliadas e integradas, que den vida a una Europa
renovada, no protectora de espacios sino generadora de encuentros”,
publicó Vatican
News.
El
pasado sábado 3 de agosto, el Papa Francisco recibió en audiencia
en el Aula Pablo VI a 5.000 jóvenes integrantes de la Unión
internacional de los Guías y Scouts de Europa- Federación de
Escultismo Europeo, que se encontraban en Roma con motivo del
encuentro Euromoot,
celebrado en Italia del 27 de julio al 3 de agosto.
Durante
esos días, grupos de 30 a 50 jóvenes de 2 o 3 nacionalidades
diferentes llegaron a Italia para marchar a través de algunas
regiones italianas (Umbría, Abruzos, Toscana y Lacio), siguiendo los
pasos de grandes santos como san Pablo, san Cirilo y Metodio, san
Francisco de Asís, san Benito de Nursia o santa Catalina de Siena en
itinerarios históricos como la Vía Francígena, el Camino de san
Benito o el Camino de san Francisco. Finalmente, todos ellos se
congregaron en Roma, donde se reunieron con el Pontífice.
Libertad
en camino
Según
indica Vatican
News,
durante su discurso, Francisco les agradeció su presencia después
de haber atravesado un largo recorrido y expuso que, aunque sabía
que están cansados del camino “de una cosa estoy seguro: que
dentro se sienten más libres que antes. ¿Y qué nos dice esto? Que
la libertad se conquista en camino, no se compra en el supermercado,
no llega estando encerrados en una habitación con el celular (…)”
.
Esto
es, “la libertad llega en camino, paso a paso, junto a los demás,
jamás solos”, expuso el Papa.
Cinco
encuentros, cinco palabras
El
Obispo de Roma rememoró que, efectivamente, en las etapas del camino
que habían recorrido, los scouts se
han encontrado con el ejemplo de “grandes santos”: Pablo de
Tarso, Benito de Norcia, Cirilo y Metodio, Francisco de Asís,
Catalina de Siena.
Así,
puntualizó que estos santos no esperaron algo de la vida o de los
demás, sino que confiaron en Dios y se arriesgaron, “se jugaron”;
“dieron la vida, no la tuvieron para sí”.
Además,
el Papa quiso dejarles cinco palabras procedentes del Evangelio, el
cual definió como el “verdadero navegador para el camino de la
vida”, motivo por el que les instó a llevarlo siempre con ellos.
Estas cinco palabras de Jesús, dijo, son sencillas pero constituyen
“un programa de vida”: “Den y se les dará”.
El
Pontífice resaltó que hoy prevalece el “tener”, el “poseer lo
que nos gusta” pero que esta postura no ofrece satisfacción, ya
que “el corazón se entrena con el don”, este “es el punto de
partida de Jesús: dar”.
“Poner
en juego la vida”
En
consecuencia, animó a los participantes en el encuentro europeo a
“poner en juego la vida”, a dar, que supone “levantarse del
sofá, de las comodidades” y “dejar de soportar la vida y entrar
en campo para regalar al mundo un poco de bien”.
Además
insistió en no dejar la vida “en la mesita de noche”, y enfatizó
que “Dios los acompaña y está de su parte para que den lo mejor”.
Confiarse
a Jesús y darse a los demás
Francisco
también les animó a confiarse en Jesús, ya que el Señor “no
deja con las manos vacías, te libera de las falsas promesas de los
consumismos para hacerte libre dentro”, es Él quien nos hace
libres interiormente y nos concede aquello que nada más puede dar:
la alegría de ser amado y de amar.
Por
ello, el primer paso es dar, lo cual él considera “el
secreto de la vida”, una vida que solo se posee “donándola”.
Y, de nuevo, animó a los presentes a “abrirse al otro , vivir para
hacer el bien al otro, vivir la hermandad scout”
porque al vivir así “les será dado”, tal y como indican las
palabras del Evangelio.
Dar
a la creación
En
línea con su preocupación por el cuidado de la casa común, nuestro
planeta, el Santo Padre declaró que ese “dar”, también puede
aplicarse a la creación, la cual si seguimos explotando “nos dará
una lección terrible”, pero si la cuidamos nos proporcionará una
casa para el mañana.
Por
otro lado, afirmó que la creación nos conecta con Dios y con los
demás, es el ámbito social donde podemos encontramos con el prójimo
y descubrirlo como un “hermano” con el que compartir la “casa
común”.
Ciudadanos
activos
Asimismo,
motivó a los jóvenes scouts a
que preparasen “el camino del Señor dondequiera se encuentren”.
Un camino, el de Dios, que es “fácil de reconocer”, que presenta
“como sentido de marcha el don” y permite avanzar al mundo. Por
el contrario, el camino del tener, de la posesión hace “volver
atrás”, retroceder.
En
definitiva, de acuerdo al medio vaticano, el Papa remarcó que
“eligiendo el camino del don nos convertimos en ciudadanos
activos”.
06.08.19
“Un
vistazo al cielo en la tierra” – Palabras del Papa en la fiesta
de la Transfiguración
Celebrada hoy, 6 de agosto
(6
agosto 2019).- “En la Transfiguración Jesús nos muestra la gloria
de la Resurrección: un vistazo al cielo en la tierra”, estas son
las palabras del Papa Francisco expresadas hoy, 6 de agosto de 2019,
a través de un tweet.
El
6 de agosto la Iglesia celebra la festividad de la Transfiguración
del Señor, que rememora el momento en el que Jesús mostró su
gloria a tres de sus apóstoles en el monte Tabor.
El
relato del Evangelio
Efectivamente,
según narra el Evangelio (Lc. 9, Mc. 6, Mt. 10), unas semanas antes
de su pasión y muerte, Jesús subió a un monte a orar, llevando
consigo a sus tres discípulos predilectos, Pedro, Santiago y Juan.
Mientras
rezaba, su cuerpo se transfiguró: Sus vestidos se volvieron más
blancos que la nieve,y su rostro más resplandeciente que el sol.
Asimismo, se aparecieron Moisés y Elías y hablaron con Él acerca
de lo que le iba a suceder próximamente en Jerusalén.
Entonces,
Pedro exclamó: “Señor, si te parece, hacemos aquí tres
campamentos, uno para Ti, otro para Moisés y otro para Elías”.
Pero
enseguida les envolvió una nube y se oyó una voz del cielo que
decía: “Este es mi Hijo muy amado, escuchadlo”.
En
esta fiesta se conmemora, por tanto, un pasaje muy especial de la
vida de Jesús en el que nos dejó un ejemplo sensible de la gloria
que nos espera en el cielo.
La
Transfiguración, mensaje de esperanza
Sobre
este acontecimiento de la Transfiguración del Señor, Francisco
resaltó en el Ángelus
del 6 de agosto de 2017 que
Dios “nos ofrece un mensaje de esperanza: estaremos también con
él. Él nos invita a encontrar a Jesús, para estar al servicio
de nuestros hermanos”.
Y
añadió que “al término de la experiencia admirable de la
Transfiguración, los discípulos descendieron de la montaña con los
ojos y el corazón transfigurado por el encuentro con el Señor. Es
el recorrido que podemos hacer nosotros también”. El
descubrimiento de Jesús no es un fin en sí mismo, sino que induce a
“descender de la montaña” con un vigor nuevo generado por la
fuerza del Espíritu Santo, para decidir avanzar en la conversión
personal auténtica y para dar testimonio constante de la caridad.
Con
el fin de lograr esto último, el Santo Padre indicó el camino del
desapego de las cosas del mundo y la oración: “Se trata de
disponernos a la escucha atenta y orante de Cristo, Hijo bien amado
del Padre, buscando los momentos íntimos de oración que permiten
la acogida dócil y gozosa de la Palabra de Dios”.
07.08.19
Confiar en la “verdadera
riqueza”, la relación con Cristo – Palabras del Papa en español
Ciclo de los Hechos de los
Apóstoles
(7
agosto 2019).- “Pedro y Juan nos enseñan a no poner la confianza
en los medios, que siempre serán útiles, sino en la verdadera
riqueza que es la relación con Cristo resucitado”, ha apuntado el
Papa Francisco.
Hoy,
7 de agosto de 2019, el Santo Padre, después de la pausa de julio,
ha retomado las audiencias generales en el Aula Pablo VI.
Igualmente,
ha reanudado el ciclo de catequesis en
torno al libro de los Hechos de los Apóstoles, en concreto, el
pasaje en el que un hombre paralítico que pedía limosna en la
puerta del Templo se encuentra con Pedro y Juan.
Al
ver al paralítico, relató el Papa, “los apóstoles lo miran y le
piden que él a su vez los mire, creando así una relación, una
relación de miradas, un encuentro real entre personas, que es donde
a Dios le gusta manifestarse”. Después, Pedro le dijo: “No tengo
plata ni oro, pero te doy lo que tengo: en el nombre de Jesucristo
Nazareno, levántate y camina”, y, cogiéndole de la mano, levantó
al paralítico.
Así,
resaltó el Papa, “el mendigo no obtuvo dinero, sino que recibió
el Nombre que salva: Jesús de Nazaret” y continuó
diciendo “aquí también vemos el retrato de una Iglesia que
mira al que está en dificultad para crear relaciones con
significado, puentes de amistad y solidaridad”.
Se
trata del rostro de una Iglesia “sin fronteras, que se siente madre
de todos, y que vive el arte del acompañamiento que se caracteriza
por la delicadeza que se acerca a la tierra sagrada del otro; así,
nuestro caminar tendrá el ritmo sanador de la projimidad, con una
mirada respetuosa y llena de compasión, y que al mismo tiempo sana,
libera, alienta a madurar en la vida cristiana”, expuso el
Pontífice.
La
mano extendida para ayudar al otro a levantarse – Catequesis
completa
“Levántate
y camina”
(7
agosto 2019).- “No olvidemos: la mano siempre extendida para ayudar
al otro a levantarse; es la mano de Jesús la que a través de
nuestra mano ayuda a los demás a levantarse”, ha pedido el Papa
Francisco.
Hoy,
7 de agosto de 2019, el Santo Padre, ha retomado el ciclo de
catequesis sobre los Hechos de los Apóstoles, centrando su reflexión
en el tema: “¡En el nombre de Jesucristo, el Nazareno, levántate
y camina! (Hechos 3:6). La invocación del Nombre que libera una
presencia viva y activa” (Pasaje Bíblico: Hechos de los apóstoles
3:3-6).
Se
trata del fragmento en el que Pedro y Juan se encuentran a un
paralítico en la puerta del Templo y, en el nombre de Cristo y
tomándole de la mano, le hacen levantarse, produciéndose así el
primer relato de sanación en los Hechos de los Apóstoles.
El
“arte del acompañamiento”
El
Papa resaltó que en este encuentro, los apóstoles establecen una
relación con esa persona, “porque así es el modo en el que a Dios
le gusta manifestarse, en la relación, siempre en el diálogo,
siempre en las apariciones, siempre con la inspiración del corazón:
son las relaciones de Dios con nosotros; a través de un encuentro
real entre las personas que solo puede ocurrir en el amor”.
Igualmente,
el Papa subrayó el hecho de que el paralítico no recibió dinero de
los apóstoles, sino el gesto de invocar el nombre de Jesús y
prestarle su mano para ayudarle a levantarse. Así, habló del
significado de esta actitud, que representa a una Iglesia que
acompaña y toma la mano de todos “para levantar, no para
condenar”.
Esto
es, “el arte del acompañamiento”, que consiste en hacer lo mismo
que los apóstoles con este hombre impedido: mirarlo, acercarse a él,
levantarlo y curarlo, y que es lo mismo que hace Jesús con nosotros.
En los malos momentos, Cristo nos dice “mírame: ¡estoy aquí!”,
“tomemos la mano de Jesús y dejémonos levantar”, exhortó
Francisco.
08.08.19
Francisco habla sobre el
futuro de Europa, la situación migratoria y el sentido del Sínodo
Amazónico
En
una entrevista para ‘La Stampa’
(9
agosto 2019).- En una entrevista concedida a Domenico Agasso,
periodista de La
Stampa y
coordinador de Vatican
Insider,
el Pontífice ha hablado de diversos temas: el futuro de Europa, el
problema de los soberanismos y populismos, la situación de la
migración, el sentido y finalidad del Sínodo de la Amazonía y la
importancia de la región amazónica.
Europa
Al
ser interrogado sobre su deseo de que Europa vuelva a ser “el sueño
de los padres fundadores”, el Papa Francisco señaló que “Europa
no puede y no debe deshacerse. Es una unidad histórica y cultural,
además de geográfica” que, con los años, “se ha visto
debilitada” y “hay que salvarla”.
Por
otra parte, confesó que le gusta la idea de que Úrsula von der
Leyen dirija la Comisión europea, ya que “una mujer puede ser
adecuada para volver a poner en marcha la fuerza de los padres
fundadores”.
En
cuanto a los desafíos futuros a los que se enfrenta Europa, destacó
que el más importante es el diálogo “entre las partes, entre los
hombres. El mecanismo mental debe ser ‘primero Europa y luego cada
uno de nosotros’. El ‘cada uno de nosotros’ no es secundario,
es importante, pero cuenta más Europa. En la Unión Europea se debe
hablar, discutir, conocer”.
Asimismo,
el Papa resaltó que en ocasiones no existe diálogo, solo “monólogos
de compromiso” y es necesaria también “la escucha”.
El
peso de las identidades
Para
establecer el diálogo, el Santo Padre afirmó que es preciso partir
“desde la propia identidad”. Ante ello, el periodista le
interpeló en torno al peso de dichas identidades en los países,
sobre si la exageración en la defensa de las mismas no supone un
riesgo de aislamiento y de caer en el extremismo.
Francisco
explicó, poniendo como ejemplo el diálogo ecuménico, que cada uno
debe partir, efectivamente, de su propia identidad -el “ser
católico” en su caso-, pues esta “no es negociable, se integra”.
Y agregó que el problema de la exageración es que dicha identidad
se cierra.
De
este modo, estima como decisivo el “abrirse al diálogo” desde la
propia identidad “para recibir de las identidades de los demás
algo más grande”, pues “el todo es superior a las partes”
y “la globalización, la unidad, no debe ser concebida como una
esfera, sino como un poliedro: cada pueblo conserva la propia
identidad en la unidad con los demás”.
Soberanismos
y populismos
En
sus declaraciones, el Papa definió el soberanismo como una actitud
de aislamiento y confesó su preocupación por ciertos discursos que
hoy se emiten y que recuerdan a los de Hitler.
Al
mismo tiempo, añadió que el soberanismo es “cerrazón”: “Un
país debe ser soberano, pero no cerrado. Hay que defender la
soberanía, pero también hay que proteger y promover las relaciones
con los demás países, con la Comunidad Europea” y concluyó que
“el soberanismo es una exageración que siempre acaba mal: lleva a
las guerras”.
Además,
describió que el populismo lleva al soberanismo, al imponer al
pueblo dicha actitud populista.
Migración
Con
respecto a la situación de los migrantes el Obispo de Roma recordó
que nunca se debe descuidar el derecho a la vida y aludió a la
necesidad de luchar por que se acaben los problemas de guerra y
hambre en Medio Oriente y África. Para detener los flujos
migratorios, parte de la solución, puntualizó, pasa por resolver
las causas de los mismos.
Ante
la llegada de los migrantes, propone seguir los criterios de recibir,
acompañar, promover e integrar e incita a los gobiernos a actuar
“con prudencia”, a ”razonar” sobre la cantidad de emigrantes
que se puedan acoger.
También
plantea el diálogo entre los países para resolver los problemas de
recepción, ya que hay naciones que “necesitan gente”, para la
agricultura o ante emergencias. Y también se refirió a la
“creatividad”, aplicada, por ejemplo, a la repoblación de zonas
de Europa que están prácticamente vacías y que podrían
reactivarse económicamente gracias a estas personas.
Sínodo
de la Amazonía
El
próximo Sínodo de la Amazonía para Francisco “Es ‘hijo’ de
la Laudato si’”, que “no es una Encíclica verde, es una
Encíclica social, que se basa en una realidad ‘verde’, la
custodia de la Creación”.
Dado
que el 29 de julio el hombre ya había consumido todos los recursos
renovables para el año en curso, el Santo Padre considera que se
trata de un Sínodo “de urgencia” y que, no obstante, “no es
una reunión de científicos o de políticos”, sino que “nace de
la Iglesia y tendrá misión y dimensión evangelizadoras”. Será
un trabajo “guiado por el Espíritu Santo”.
Además,
el Pontífice aclaró que la posibilidad de ordenar a viri
probati a
hombres ancianos y casados no será un tema principal, solo un punto
más en el plan de trabajo: “Lo importante serán los ministerios
de la evangelización y las diferentes maneras de evangelizar”.
Importancia
de la Amazonía
La
región amazónica es un lugar “representativo y decisivo” para
el Papa, ya que “gran parte del oxígeno que respiramos llega desde
allá”, comprende 9 naciones y presenta una rica biodiversidad
animal y vegetal. Por todo ello, la deforestación de la zona
“significa matar a la humanidad”.
La
Amazonía se encuentra amenazada por “los intereses económicos y
políticos de los sectores dominantes de la sociedad”, indicó.
Frente a ello, los políticos deberían “eliminar los propios
contubernios y corrupciones” y “asumir responsabilidades
concretas”, como, por ejemplo, en el caso de las minas a cielo
abierto que envenenan el agua y causan muchas enfermedades.
La
pérdida de biodiversidad y la aparición de nuevas enfermedades
constituyen dos de los grandes temores del Obispo de Roma, ya que
evidencian “una dirección y una devastación de la naturaleza que
podrían llevar a la muerte de la humanidad”.
Finalmente,
Francisco mencionó los numerosos movimientos de jóvenes
ecologistas, como el de Greta Thunberg, una muestra de la
concienciación de la población con respecto a este tema.
10.08.19
Ángelus: Allí donde
tengan su tesoro, tendrán también su corazón
Palabras
del Papa antes de la oración mariana
(11
agosto 2019).- En este XIX domingo del tiempo ordinario y
festividad de Santa Clara de Asís, virgen y fundadora de las
clarisas, el santo Padre se dirije a los peregrinos y visitantes
reunidos en la Plaza De San Pedro en el rezo del Ángelus.
Palabras
del Papa antes del Ángelus
Queridos
hermanos y hermanas, ¡buenos días!
En
la página del Evangelio de hoy (cf. Lc 12, 32-48), Jesús llama a
sus discípulos a la contínua vigilancia para captar el paso de Dios
en su propia vida. E indica las formas de vivir bien esta vigilancia:
“Estén preparados, con la cintura ceñida y las lámparas
encendidas” (ver 35). En primer lugar “ceñida la cintura” una
imagen que recuerda la actitud del peregrino, listo para emprender el
camino. Se trata de no echar raíces en moradas confortables y
tranquilizadoras, sino de abandonarse, estar abiertos con sencillez y
confianza al paso de Dios en nuestra vida, a la voluntad de Dios, que
nos guía hacia la próxima meta. Muchas veces el Señor nos acompaña
de la mano para guiarnos, porque nosotros nos equivocamos en este
camino tan difícil. En efecto, quien confía en Dios sabe bien que
la vida de fe no es algo estático, sino dinámico. La vida de fe es
una meta continua para dirigirse hacia etapas siempre nuevas, que el
Señor mismo indica día tras día. Porque Él es el Señor de las
sorpresas, el Señor de la novedad, de las verdaderas novedades.
Primero
era “la cintura ceñida” y luego se nos pide que mantengamos “las
lámparas encendidas”, para poder iluminar la oscuridad de la
noche. Estamos invitados, es decir, a vivir una fe auténtica y
madura, capaz de iluminar las muchas “noches” de la vida.
Reconocemos que todos hemos tenido días que eran verdaderas noches
espirituales. La lámpara de la fe requiere ser alimentada
continuamente, con el encuentro de corazón a corazón con Jesús en
la oración y en la escucha de su Palabra. Retomo algo que les he
dicho muchas veces: lleven siempre un pequeño evangelio de bolsillo
para leerlo, es un encuentro con Jesús, con la Palabra de Jesús.
Esta lámpara nos ha sido confiada para el encuentro con Jesús con
la oración y la Palabra, por lo tanto hace que nadie pueda retirarse
íntimamente en la certeza de su propia salvación, desinteresándose
de los demás. Es una fantasía creer que uno puede iluminarse
dentro, no, es una fantasía. La verdadera fe abre el corazón al
prójimo y lo estimula a la comunión concreta con sus hermanos,
sobretodo con los mas necesitados.
Y
Jesús, para hacerse comprender, para hacer comprender esta actitud,
relata la parábola de los siervos que esperan el regreso del
señor cuando vuelve de la boda (vv. 36-40), presentando así otro
aspecto de la vigilancia: estar preparados para el encuentro final y
definitivo con el Señor. Cada uno de nosotros se encontrará ese día
en el día del encuentro, cada uno de nosotros tiene su propia fecha
del encuentro definitivo. Dice el Señor:”Bienaventurados aquellos
siervos a quienes el amo encontrará aún despiertos a su regreso; Y
si, “viniendo en medio de la noche o antes del amanecer, los
encuentra así, benditos son”. (vv. 37-38). Con estas palabras, el
Señor nos recuerda que la vida es un camino hacia la eternidad; por
lo tanto, somos llamado a hacer fructificar todos nuestros talentos,
sin olvidar nunca que “no tenemos una ciudad estable aquí, sino
que vamos en busca de la ciudad futura” (Heb 13, 14). En esta
perspectiva, cada momento se vuelve precioso, por lo que es necesario
vivir y actuar en esta tierra teniendo en tu corazón la nostalgia
del cielo, los pies en la tierra, caminar sobre la tierra, trabajar
en la tierra, hacer el bien en la tierra y con el corazón nostálgico
del cielo.
Nosotros
no podemos entender realmente en qué consiste esta alegría suprema,
sin embargo Jesús hace que lo intuyamos con la similitud del Señor
que encontrando todavía despiertos a los siervos a su regreso, dice
Jesús: “se ceñirá sus vestiduras, los hará sentar a la mesa y
los irá sirviendo”. (v. 37). La felicidad eterna del paraíso se
manifiesta de la siguiente manera: la situación se invertirá, y ya
no serán más los siervos, es decir, nosotros, los que sirvamos a
Dios, sino que Dios mismo se pondrá a nuestro servicio y esto
lo hace Jesús desde ahora. Jesús reza por nosotros, Jesús nos mira
y ora al Padre por nosotros, Jesús nos sirve ahora, es nuestro
servidor y esta será la felicidad eterna. El pensamiento del
encuentro final con el Padre, rico en misericordia, nos llena de
esperanza, y nos estimula a comprometernos constante en nuestra
santificación y en la construcción de un mundo más justo y
fraterno.
Que
la Virgen María, por su intercesión maternal, sostenga este
compromiso nuestro.
Palabras
del Papa después del Ángelus
Mañana
celebramos el 70 aniversario de los Convenios de Ginebra, importantes
instrumentos jurídicos internacionales que imponen límites al uso
de la fuerza y están destinados a la protección de civiles y
prisioneros en tiempo de guerra. Que este aniversario haga que
los Estados sean cada vez más conscientes de la necesidad ineludible
de proteger la vida y la dignidad de las víctimas de los conflictos
armados. Todos están obligados a observar los límites
impuestos por el derecho internacional humanitario, protegiendo a las
poblaciones indefensas y las estructuras civiles, especialmente
hospitales, escuelas, lugares de culto y campos de refugiados. Y
no olvidemos que la guerra y el terrorismo son siempre una pérdida
grave para toda la humanidad. Son la gran derrota humana.
Los
saludo a todos, romanos y peregrinos de varios países: familias,
grupos parroquiales, asociaciones. Muchos jóvenes también
están presentes hoy. Os saludo con cariño! En particular, los
adolescentes de Saccolongo y los de Creola; el grupo de
ministerio juvenil de Verona; y los jóvenes de Cittadella.
Les
deseo a todos un buen domingo. Por favor, no se olviden de rezar
por mí. Buen apetito y adiós.
12.08.19
India: El Papa ora por
las 190 víctimas mortales del monzón
Telegrama
del Santo Padre
(12
agosto 2019).- El Papa Francisco envía sus “más sentidas
condolencias” a los familiares de los 190 fallecidos y miles de
heridos a causa de los monzones de los últimos días en Kerala,
Karnataka, Maharashtra y Gujarat, ha comunicado la Oficina de Prensa
de la Santa Sede, esta mañana, 12 de agosto de 2019.
El
Santo Padre ha enviado un telegrama, firmado firmado por el
Secretario de Estado Vaticano, cardenal Pietro Parolin, en el que se
expresa que Francisco está “profundamente entristecido” por la
“trágica pérdida de vidas” en la India.
En
este sentido, “el Santo Padre garantiza sus oraciones por los
esfuerzos de rescate en curso, y sobre la nación invoca de corazón
las bendiciones divinas de la fuerza y la perseverancia”, se lee en
su mensaje.
Según
informa las autoridades locales, ya son 190 personas fallecidas
y cerca de un millón fueron evacuados en India por las
inundaciones provocadas por el monzón, que suele concentrar el 70%
de las precipitaciones del año entre junio y septiembre.
Asimismo,
en el estado de Assam, en el noreste de India, quedaron destruidas
tras las fuertes lluvias que provocaron inundaciones mortales por
cuenta de monzones el 13 de julio de 2019, indica Vatican
News.
Igualmente, cientos de carreteras continúan bajo el agua, las
inundaciones han roto diques y amenazan a las comunidades más
vulnerables.
13.08.19
“No
están solos”, recuerda el Papa a los genoveses un año después
del derrumbe del puente Morandi
Mensaje
del Santo Padre
(13
agoto 2019).- El Papa Francisco, en memoria del derrumbe del puente
Morandi, en Génova, recuerda a sus ciudadanos que “no están
solos” y asegura que los genoveses “son capaces de hacer
grandes gestos de solidaridad, sé que se arremangan, que no se
rinden, que saben estar al lado de los más necesitados”.
Un
año después del derrumbe del puente Morandi, en Génova, el Papa
Francisco ha escrito un mensaje a los genoveses, publicado en el
periódico genovés Il
Secolo XIX y
en los otros periódicos del grupo Gedi
News Network.
El
Pontífice expresa su cercanía a los ciudadanos de la localidad
italiana: “Quiero decirles que no los he olvidado, que he rezado y
rezo por las víctimas, por sus familias, por los heridos, por los
desplazados, por todos ustedes, por Génova”.
A
pesar de no tener “respuestas preelaboradas” que darles, el Papa
aconseja que “después de estas tragedias tenemos que llorar,
callarnos, preguntarnos por la razón de la fragilidad de lo que
construimos y, sobre todo, tenemos que orar”.
Presencia
que nos acompaña
Así,
Francisco asegura que “La respuesta de Dios a nuestro dolor fue una
cercanía, una presencia que nos acompaña, que no nos deja solos”,
e indica que “Jesús se hizo igual que nosotros y por eso le
tenemos a nuestro lado, para llorar con nosotros en los momentos más
difíciles de nuestras vidas. Miremos a Él, confiémosle nuestras
preguntas, nuestro dolor, nuestra ira”.
“La
comunidad cristiana, la Iglesia de Génova, está con ustedes y
comparte sus sufrimientos y sus dificultades. Cuanto más conscientes
somos de nuestra debilidad, de la precariedad de nuestra condición
humana, más redescubrimos la belleza de las relaciones humanas, de
los lazos que nos unen como familias, comunidades y sociedad civil”,
les alienta el Santo Padre.
Puente
Morandi
El
14 de agosto de 2018, el puente se desplomó causando 43 muertes y la
evacuación de más de 600 familias. El 28 de junio de este año se
demolieron las dos torres que aún se encontraban de pie tras el
derrumbe parcial de la vía hace prácticamente un año. Alrededor de
3.400 personas fueron evacuadas antes de la detonación.
El
puente Morandi –llamado así en homenaje al ingeniero que lo
proyectó, Riccardo Morandi– medía 1.182 metros y se elevaba 45
metros sobre la carretera. Su construcción llevó cuatro años.
Algunos lo conocían coloquialmente como puente de Brooklyn, por su
gran parecido al de la ciudad de Nueva York.
Lo
sustentaban tres pilares de cemento armado que alcanzaban los 90
metros. Se inauguró en 1967. Circulaban anualmente 25,5
millones de vehículos sobre el puente, y el tránsito se había
incrementado un 40% en los últimos 30 años y se preveía un
crecimiento de un 30% más en los próximos 30, según informa La
Repubblica.
Sigue
el mensaje completo del Papa Francisco a los genoveses, publicado
este 13 de agosto de 2019 por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
***
Mensaje
del Papa Francisco
Queridos
hermanos y hermanas, queridos amigos.
Ha
pasado casi un año del derrumbe del Puente Morandi, que provocó
la muerte de 43 personas. Familias que partían o volvían de
vacaciones, hombres y mujeres que estaban viajando por trabajo. Fue
una herida infligida en el corazón de su ciudad, una tragedia para
los que perdieron a sus familiares, una tragedia para los heridos, un
acontecimiento espantoso para los que se vieron obligados a abandonar
sus hogares viviendo como desplazados.
Quiero
decirles que no los he olvidado, que he rezado y rezo por las
víctimas, por sus familias, por los heridos, por los desplazados,
por todos ustedes, por Génova. Frente a acontecimientos de este
tipo, el dolor de las pérdidas sufridas es doloroso y no es fácil
de aliviar, así como el sentimiento de no resignación ante una
catástrofe que podría haberse evitado.
No
tengo respuestas preelaboradas que darles, porque en ciertas
situaciones nuestras pobres palabras humanas son inadecuadas. No
tengo respuestas, porque después de estas tragedias tenemos que
llorar, callarnos, preguntarnos por la razón de la fragilidad de lo
que construimos y, sobre todo, tenemos que orar. Pero tengo un
mensaje que brota de mi corazón como padre y como hermano, y que me
gustaría transmitirles.
No
dejen que las vicisitudes de la vida rompan los lazos que tejen
su comunidad, borren la memoria de lo que ha hecho que su historia
sea tan importante y significativa. Siempre pienso en el puerto
cuando pienso en Génova. Pienso en el lugar donde partió mi padre.
Pienso en el trabajo diario, en la obstinada voluntad y las
esperanzas de los genoveses.
Hoy
quiero decirles algo antes que nada: sepan que no están solos. Sepan
que nunca está solos. Sepan que Dios nuestro Padre respondió a
nuestro clamor y a nuestra pregunta no con palabras, sino con una
presencia que nos acompaña, la de su Hijo. Jesús pasó ante
nosotros por el sufrimiento y la muerte. Él tomó sobre sí todos
nuestros sufrimientos. Fue despreciado, humillado, golpeado, clavado
en la cruz y bárbaramente asesinado. La respuesta de Dios a nuestro
dolor fue una cercanía, una presencia que nos acompaña, que no nos
deja solos. Jesús se hizo igual que nosotros y por eso le tenemos a
nuestro lado, para llorar con nosotros en los momentos más difíciles
de nuestras vidas. Miremos a Él, confiémosle nuestras preguntas,
nuestro dolor, nuestra ira.
Pero
también me gustaría decirles que Jesús en la cruz no estaba solo.
Debajo de ese andamio estaba su madre, María. Stabat
Mater,
María estaba bajo la cruz, compartiendo el sufrimiento de su Hijo.
No estamos solos, tenemos una Madre que nos mira desde el Cielo con
amor y está cerca de nosotros. Aferrémonos a ella y digámosle:
“Mamá”, como hace un niño cuando tiene miedo y quiere que le
consuelen y le tranquilicen. Cómo se tranquilizó el humilde
campesino Benedetto Pareto, en 1490, en el monte Figogna, cuando vio
a una Señora con un rostro hermoso y dulce, que se le presentó como
la Madre de Jesús pidiendo la construcción de una capilla. Levanten
los ojos a Nuestra Señora de la Guardia y confíen en su ayuda como
Madre.
Somos
hombres y mujeres llenos de defectos y debilidades, pero tenemos un
Padre Misericordioso al que acudir, un Hijo Crucificado y Resucitado
que camina con nosotros, el Espíritu Santo que nos asiste y nos
acompaña. Tenemos una Madre en el Cielo que continúa poniendo su
manto sobre nosotros sin abandonarnos jamás.
También
quiero decirles que no están solos porque la comunidad cristiana, la
Iglesia de Génova, está con ustedes y comparte sus sufrimientos y
sus dificultades. Cuanto más conscientes somos de nuestra debilidad,
de la precariedad de nuestra condición humana, más
redescubrimos la belleza de las relaciones humanas, de los lazos que
nos unen como familias, comunidades y sociedad civil. Sé que los
genoveses son capaces de hacer grandes gestos de solidaridad, sé que
se arremangan, que no se rinden, que saben estar al lado de los más
necesitados.
Sé
que también después de una gran tragedia que ha herido a su familia
y a su ciudad, han sabido reaccionar, realzarse, mirar adelante. ¡No
pierdan la esperanza, no se la dejen robar! Continúen apoyando
a los más afectados. Rezo por ustedes, y ustedes, por favor, no se
olviden de rezar por mí.
14.08.19
Ángelus:
“Hoy María invita a levantar la mirada” – Solemnidad de la
Asunción de la Virgen
Palabras del Papa antes del
Ángelus
(16
agosto 2019).- “La fiesta de la Asunción de María es una llamada
para todos nosotros, especialmente para cuantos están afligidos por
dudas y tristezas, y viven con la mirada dirigida hacia abajo, en
lugar de levantar la mirada”: son algunas de las palabras del Papa
Francisco, antes de rezar el Ángelus el 15 agosto de 2019, con
motivo de la solemnidad de la Asunción de la Virgen al Cielo.
A
las 12 horas, el Pontífice se asomó al balcón del Palacio
Apostólico, y dirigiéndose a los peregrinos que esperaban en la
plaza de San Pedro, comentó el Evangelio y rezó la oración
mariana.
“Miremos
hacia arriba”, exhortó el Santo Padre. “El Cielo está abierto,
no despierta temor, ya no está distante, porque en el umbral del
Cielo hay una Madre que nos espera, y es nuestra Madre. Nos ama, nos
sonríe y nos socorre con cuidado, como toda madre quiere lo mejor
para sus hijos”.
Francisco
comentó los dos verbos de la oración de la Virgen: “Mi alma
magnifica al Señor y mi espíritu se regocija en Dios, mi Salvador”.
Los verbos “magnifica” y “exulta”.
“Buscar
cosas grandes”
“Se
exulta cuando sucede algo tan bello que no basta con regocijarse
dentro en el alma, sino que se quiere expresar la felicidad con todo
el cuerpo. Entonces se regocija. María exulta a causa de Dios, quien
sabe si a nosotros nos ha sucedido exultar con el Señor. Exultamos
por un resultado obtenido, por una bella noticia recibida, pero hoy
María nos enseña a exultar en Dios. ¿Por qué? Porque Él hace
grandes cosas”, explicó el Papa.
Asimismo,
indicó: “A las grandes cosas se alude con el otro verbo.
Magnificar. ‘Mi alma magnifica’. En efecto magnificar significa
exaltar una realidad por su belleza, por su grandeza. María exalta
la grandeza del Señor. Lo alaba diciendo que Él es verdaderamente
grande. En la vida es importante buscar cosas grandes, de lo
contrario uno se pierde detrás de tantas cosas pequeñas. María nos
demuestra que si queremos que nuestra vida sea feliz, en primer lugar
hay que poner a Dios porque solo Él es grande”.
***
Palabras
del Papa Francisco
Queridos
hermanos y hermanas:
¡Buenos
días! En el Evangelio de hoy, Solemnidad de la Asunción de María
Santísima, la Virgen Santa reza diciendo: “Mi alma magnifica al
Señor y mi espíritu se regocija en Dios, mi Salvador”. Veamos los
verbos de esta oración: Magnifica y exulta.
Se
exulta cuando sucede algo tan bello que no basta con regocijarse
dentro en el alma, sino que se quiere expresar la felicidad con todo
el cuerpo. Entonces se regocija. María exulta a causa de Dios, quien
sabe si a nosotros nos ha sucedido exultar con el Señor. Exultamos
por un resultado obtenido, por una bella noticia recibida, pero hoy
María nos enseña a exultar en Dios. ¿Por qué? Porque Él hace
grandes cosas.
A
las grandes cosas se alude con el otro verbo. Magnificar. “Mi alma
magnifica”. En efecto magnificar significa exaltar una realidad por
su belleza, por su grandeza. María exalta la grandeza del Señor. Lo
alaba diciendo que Él es verdaderamente grande. En la vida es
importante buscar cosas grandes, de lo contrario uno se pierde detrás
de tantas cosas pequeñas. María nos demuestra que si queremos que
nuestra vida sea feliz, en primer lugar hay que poner a Dios porque
solo Él es grande.
Cuántas
veces, en cambio, vivimos persiguiendo cosas de poca importancia:
Prejuicios, rencores, rivalidades, envidias, bienes materiales
superfluos, cuantas mezquindades en la vida. Nosotros conocemos
esto. Hoy María invita a levantar la mirada, levantar la mirada
a las grandes cosas que el Señor ha realizado en Ella. También en
cada uno de nosotros el Señor hace tantas cosas grandes. Debemos
reconocerlas y exultar, magnificar, por estas grandes cosas.
Porque
son las grandes cosas que festejamos hoy: María es asunta al Cielo,
pequeña y humilde, es la primera es recibir la más alta gloria.
Ella, que es una criatura humana, una de nosotros, alcanza la
eternidad en alma y cuerpo, y allí nos espera como una madre espera
que sus hijos vuelvan a casa. En efecto, el pueblo de Dios la invoca
como la Puerta al Cielo, nosotros estamos en camino, peregrinos a la
Casa de allá arriba. Hoy miramos a María y vemos la meta. Vemos que
una criatura ha sido asunta a la gloria de Jesucristo resucitado. Y
esa criatura solo podría ser Ella: La Madre del Redentor.
Vemos
que en el paraíso, junto a Cristo, el nuevo Adán, está también
Ella, María, la nueva Eva. Y esto nos da consuelo y esperanza en
nuestra peregrinación acá abajo. La fiesta de la Asunción de María
es una llamada para todos nosotros, especialmente para cuantos están
afligidos por dudas y tristezas, y viven con la mirada dirigida hacia
abajo, en lugar de levantar la mirada.
Miremos
hacia arriba. El Cielo está abierto, no despierta temor, ya no está
distante, porque en el umbral del Cielo hay una Madre que nos espera,
y es nuestra Madre. Nos ama, nos sonríe y nos socorre con cuidado,
como toda madre quiere lo mejor para sus hijos. Y nos dice: “Ustedes
son preciosos a los ojos de Dios, no están hechos para las
satisfacciones del mundo, sino para las grandes alegrías del Cielo.
Sí, porque Dios es alegría, no aburrimiento, Dios es alegría”.
Dejémonos
llevar por la mano de la Virgen. Cada vez que tomamos el Rosario en
nuestras manos y le rezamos, damos un paso adelante hacia la gran
meta de la vida. Dejémonos atraer por la verdadera belleza, no
nos dejemos absorber por las pequeñas cosas de la vida, sino
escojamos la grandeza del Cielo, que la santa Virgen, Puerta del
Cielo, nos ayude a mirar con confianza y alegría allá, donde está
nuestra verdadera Casa, donde está Ella, que como Madre nos espera.
(Ángelus)
El
Papa bendice 6.000 coronillas del Rosario para familias de Siria,
víctimas de la guerra
En
la fiesta de la Asunción de la Virgen
(
16 agosto 2019).- El Papa Francisco recibió ayer, 15 de agosto de
2019, a las 11:15 horas, en la residencia de Santa Marta, a una
delegación de la Fundación Pontificia Ayuda
a la Iglesia Necesitada (ACN)
y bendijo 6.000 coronillas del Rosario para familias de Siria que han
sido víctimas de secuestros o asesinatos durante la guerra.
Como
parte de la campaña de oración “Consuelen a mi pueblo”,
promovida por la ACN con las Iglesias Católica y Ortodoxa de Siria,
el 15 de septiembre serán distribuidas a los cristianos sirios de
todas las denominaciones cuyos familiares fueron secuestrados o
asesinados durante la guerra.
No
es la primera vez que el Pontífice se une a una iniciativa de la
fundación en beneficio de la atormentada población siria. El
domingo 2
de diciembre de 2019,
después del Ángelus, el Papa Francisco encendió una vela para
unirse a la campaña de oración de la misma fundación “Velas por
la Paz en Siria”.
Incluso
al margen de la oración
del Ángelus de ayer,
solemnidad de la Asunción de la Virgen –15 de agosto–, el Santo
Padre reiteró su cercanía al pueblo sirio y elogió la iniciativa
ecuménica “Consolando a mi pueblo” de la ACN.
Hechos
en Belén y Damasco
Los
seis mil rosarios bendecidos por el Santo Padre fueron hechos por
artesanos cristianos de Belén y Damasco y serán distribuidos en
numerosas parroquias sirias el 15 de septiembre, con ocasión de la
fiesta de los Siete Dolores de la Santísima Virgen María. Durante
las celebraciones de la Misa y las diversas procesiones, los fieles
rezarán por las personas asesinadas y sus familias.
Hay
alrededor de 2.000 familias cristianas que perdieron a uno de sus
seres queridos durante el conflicto, y 800 de los cristianos que
fueron secuestrados. Junto con los rosarios, se distribuirán Biblias
en árabe donadas por la AEC y cruces en madera de olivo de Tierra
Santa donadas por la Iglesia Ortodoxa.
Ese
mismo día, el Santo Padre volverá a participar en la iniciativa
bendiciendo al final del Ángelus el icono de la “Virgen María de
los Dolores, consoladora de los sirios” donado por la Iglesia
Ortodoxa.
La
delegación recibida esta mañana del Papa en Santa Marta incluyó al
presidente ejecutivo internacional de la ACN, Thomas Heine-Geldern, y
a los directores de algunas de las oficinas nacionales europeas de la
fundación, incluyendo al director de la ACN-Italia, Alessandro
Monteduro.
850
proyectos en beneficio del pueblo sirio
“El
Santo Padre ha apoyado nuestro compromiso con Siria y Oriente Medio
en varias ocasiones. Su apoyo a esta nueva iniciativa nuestra es muy
importante para nosotros y su cercanía es un gran consuelo para
aquellos que han perdido a sus seres queridos en la guerra”,
comentó Heine-Geldern, recordando también cómo desde el inicio del
conflicto sirio la ACN ha financiado hasta 850 proyectos en beneficio
del pueblo sirio por un total de más de 35 millones de euros,
permitiendo a numerosas familias cristianas sirias permanecer en su
tierra natal.
“Pero
la ayuda material no es suficiente -dice Thomas Heine-Geldern-, el
pueblo sirio necesita apoyo espiritual y cercanía en la oración. Y
este es precisamente el sentido de la iniciativa “Consolidar a mi
pueblo”.
17.08.19
Ángelus: “El
testimonio del Evangelio quema”
Palabras del Papa antes del
Ángelus
(18
agosto 2019).- El Papa Francisco ha comentado el Evangelio de este
domingo, 18 de agosto de 2019, al rezar el Ángelus: “Jesús revela
a sus amigos y a nosotros su deseo más ardiente: Traer a la Tierra
el fuego del amor del Padre, que ilumina la vida y a través del cual
el hombre se salva”.
El
Pontífice ha rezado la oración mariana este domingo, 18 de agosto
de 2019, a las 12 horas, desde el balcón del Palacio Apostólico,
frente a cientos de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro,
en el Vaticano.
“El
testimonio del Evangelio quema”, ha anunciado Francisco. “Quema
toda forma de particularismo y mantiene la caridad abierta a
todos, con una sola preferencia: la de los más pobres y los
excluidos”.
Palabras
del Papa antes del Ángelus
Queridos
hermanos y hermanas, ¡buenos días!
En
el pasaje del Evangelio de hoy, Jesús advierte a los discípulos que
ha llegado el momento de la decisión. Su llegada al mundo, de hecho,
coincide con el momento de las decisiones decisivas. La opción por
el Evangelio no puede posponerse. Para comprender mejor su llamado,
usa la imagen del fuego que Él mismo vino a traer a la Tierra. Y
dice así: He venido a traer fuego a la Tierra y cuanto desearía que
ya estuviera ardiendo. Estas palabras tienen el propósito de ayudar
a los discípulos a abandonar toda actitud de pereza, apatía,
indiferencia, y cierre, para recibir el fuego del amor de Dios. Ese
amor que, como nos recuerda san Pablo: “ha sido derramada en
nuestros corazones por el Espíritu Santo” (Rom 5, 5). Porque es el
Espíritu Santo que nos hace amar a Dios y amar al prójimo. Y es el
Espíritu Santo que todos tenemos dentro.
Jesús
revela a sus amigos y a nosotros su deseo más ardiente: Traer a la
Tierra el fuego del amor del Padre, que ilumina la vida y a través
del cual el hombre se salva. Él nos llama a difundir este fuego en
el mundo, gracias al cual seremos reconocidos como verdaderos
discípulos. El fuego del amor encendido por Cristo en el mundo a
través del Espíritu Santo es ilimitado, universal. Esto se ha visto
desde los primeros días del cristianismo. El testimonio del
Evangelio se ha extendido como un fuego beneficioso, superando todas
las divisiones entre individuos, categorías sociales, pueblos y
naciones. El testimonio del Evangelio quema. Quema toda forma de
particularismo y mantiene la caridad abierta a todos, con una sola
preferencia: la de los más pobres y los excluidos.
Adherirse
al fuego del amor que nos Jesús trajo a la Tierra envuelve toda
nuestra existencia y también requiere la voluntad de servir al
prójimo. Adoración y la disponibilidad a servir al prójimo. La
primera: Adorar a Dios, significa también aprender la oración, que
normalmente olvidamos. Por eso invito también a todos a descubrir la
belleza de la oración.
Y
después la segunda disponibilidad a servir al prójimo. Pienso con
admiración en tantas comunidades y grupos de jóvenes que incluso
durante el verano se dedican a ese servicio a favor de los enfermos,
los pobres y las personas con discapacidad para vivir de acuerdo con
el espíritu del Evangelio es necesario que ante las nuevas
necesidades que se avecinan en el mundo haya discípulos de Cristo
que sepan responder con nuevas iniciativas de caridad. Así, el
Evangelio se manifiesta verdaderamente con la adoración y servir al
prójimo, el Evangelio se manifiesta verdaderamente como el fuego que
salva, que cambia el mundo, a partir del cambio del corazón de cada
uno.
Desde
esta perspectiva, también podemos entender la otra afirmación de
Jesús que se informa en el pasaje de hoy, que a primera vista puede
desconcertar. “¿Piensan acaso que he venido a traer paz a la
Tierra? No, os digo. He traído la división” (Lc 12, 51). Él vino
a separar con fuego. ¿A separar qué? El bien del mal, lo correcto
de lo injusto. En este sentido, llegó a dividir, a poner en crisis
pero de manera saludable la vida de sus discípulos, rompiendo las
ilusiones fáciles de aquellos que creen que pueden combinar la vida
cristiana y la mundanidad. Vida cristiana y compromisos de todo tipo.
Prácticas y actitudes religiosas contra el prójimo. Para combinar,
algunos piensan, la verdadera religiosidad con prácticas
supersticiosas: ¡cuántos cristianos autodenominados van al adivino
o al adivino para ser leídos de la mano! Y esto es superstición, no
de Dios. Se trata de no vivir hipócritamente, sino de estar
dispuestos a pagar el precio por elecciones coherentes en la actitud
que cada uno de nosotros tiene que tratar de buscar en la vida: la
coherencia. Y pagar el precio de ser coherentes con el Evangelio,
porque es bueno llamarnos cristianos pero sobre todo ser cristianos
en situaciones concretas dando testimonio del Evangelio, que es
esencialmente amor por Dios y por nuestros hermanos.
Que
María Santísima nos ayude a dejar que el corazón sea purificado
por el fuego, traído por Jesús para propagarlo con nuestra vida a
través de decisiones decisivas y valientes.
(Ángelus)
Ángelus:
Saludos del Papa a los peregrinos de Canadá, Portugal y Polonia
Después
de la oración mariana
(18
agosto 2019).- El Pontífice ha dirigido al final del rezo
del Ángelus este
domingo, 18 de agosto de 2019, un saludo a los fieles presentes en la
plaza de San Pedro.
Entre
ellos, a los fieles romanos y peregrinos que llegados de Italia
y de diferentes países. “En particular, saludo al grupo divino
amor de Canadá, a los scouts de Rio de Loba en Portugal y los fieles
polacos”, ha señalado el Papa.
“A
todos les deseo un feliz domingo. Por favor, no se olviden de rezar
por mí. Feliz almuerzo y hasta la próxima”, ha pedido el Santo
Padre, antes de retirarse del balcón del Palacio Apostólico, desde
el que acostumbra a rezar el Ángelus.
El
Papa ha comentado el Evangelio de hoy según Lucas 12, 49-53, en el
que “Jesús revela a sus amigos y a nosotros su deseo más
ardiente: Traer a la Tierra el fuego del amor del Padre, que ilumina
la vida y a través del cual el hombre se salva”. Así, el Papa ha
exhortado a “descubrir la belleza de la oración” y a “servir
al prójimo”.
19.08.19
Encuentro de Rímini:
“Mirar a Jesús nos prepara para mirar todo con ojos nuevos”
Mensaje del Papa Francisco
(19
agosto 2019).- Con ocasión de la 40ª edición del Encuentro de la
Amistad entre los Pueblos, que se abrió el pasado 18 de agosto en
Rímini con el tema “Tu nombre ha nacido de lo que has visto”, el
Papa Francisco envió un mensaje al obispo de dicha diócesis, Mons.
Francesco Lambiasi, a través del cardenal Secretario de Estado
Pietro Parolin, el pasado 16 de agosto de 2019.
“Mirar
a Jesús purifica nuestra vista y nos prepara para mirar todo con
ojos nuevos. Cuando se encuentran con Jesús, cuando miran al Hijo
del Hombre, los pobres y los sencillos se encuentran a sí mismos, se
sienten amados en lo más profundo por un Amor sin medida”, indica
Francisco en el contexto del encuentro, titulado “Tu nombre ha
nacido de lo que has visto”.
El
Pontífice reflexiona: “¡Cuántas personas olvidadas necesitan
urgentemente ver el rostro del Señor para volver a encontrarse a sí
mismas! El hombre de hoy vive a menudo en la inseguridad, caminando
como una tentadora, extraña a sí misma; parece no tener más
consistencia, hasta el punto de dejarse aferrar fácilmente por
el miedo. Pero entonces, ¿qué esperanza puede haber en
este mundo? ¿Cómo puede el hombre encontrarse a sí mismo y volver
a tener esperanza? No puede hacer esto sólo a través del
razonamiento o la estrategia. He aquí el secreto de la vida, el que
nos hace salir del anonimato: fijar la mirada en el rostro de Jesús
y familiarizarnos con Él”.
“También
nosotros hemos sido mirados, elegidos, abrazados”, indica el Papa,
haciendo referencia al profeta Ezequiel en la maravillosa alegoría
de la historia de amor con su pueblo: “Fuiste hija de extraños,
fuiste apartada; pero yo pasé, te limpié y te llevé conmigo”
(cf. Ez 16). “Nosotros también éramos ‘extraños’, y el Señor
vino, nos dio una identidad y un nombre”, recuerda el Santo Padre.
“En
una época en la que las personas son a menudo figuras anónimas sin
rostro porque no tienen a nadie a quien mirar, la poesía de san Juan
Pablo II nos recuerda que existimos porque estamos relacionados”.
Encuentro
de Rímini
El
Encuentro se celebra del 18 al 24 de agosto en la localidad italiana.
Es convocado por el movimiento Comunión y Liberación, abierto a la
participación de todos. La cultura en el Encuentro se expresa como
una experiencia, originada en el deseo de descubrir la belleza de la
realidad. Todo ello en los siete días del evento que a lo largo de
los años se ha convertido en la fiesta cultural más popular del
mundo.
A finales
de los años 70, entre algunos amigos de Rímini, que comparten la
experiencia cristiana, nació el deseo de encontrar, conocer y llevar
a Rímini todo lo que es hermoso y bueno en la cultura de la época.
Así nació el “Encuentro por la Amistad entre los Pueblos” en
1980:
Mensaje
del Papa Francisco
Con
ocasión del XL Encuentro de Amistad entre los Pueblos, me es grato
enviarles a ustedes, a los organizadores, a los voluntarios y a todos
los que participarán en él, los saludos y los mejores deseos del
Sumo Pontífice.
El
tema elegido este año está tomado de un poema de san Juan Pablo II,
que hace referencia a la Verónica, que se abre paso entre la
multitud para secar el rostro de Jesús en el camino de la cruz: “Tu
nombre nació de lo que mirabas” (K. Wojtyła, “III. El nombre”,
en Id, Todas las obras literarias, Milán 2001, 155). El Siervo de
Dios Don Luigi Giussani comentaba este versículo poético de la
siguiente manera: “Imaginemos la multitud, Cristo pasando con la
cruz, y ella mirando a Cristo y abriendo un hueco en la multitud
mirándolo a Él. Todo el mundo la mira. Ella que no tenía rostro,
era una mujer como las demás, adquirió un nombre, es decir, rostro,
personalidad en la historia, por lo que todavía la recordamos, por
lo que miraba. Amar es afirmar al otro” (La
convenienza umana della fede,
Milán 2018, 159-160).
“Fue
mirado y luego fue visto; […] si no se le hubiera mirado, no se le
habría visto” (San Agustín, Discursos, 174, 4.4), dice san
Agustín de Zaqueo. Esta es la verdad que la Iglesia ha estado
anunciando al hombre durante 2.000 años. Cristo nos amó, dio su
vida por nosotros, por cada uno de nosotros. para afirmar nuestro
rostro único e irrepetible. Pero, ¿por qué es tan importante que
hoy resuene de ¿Cuál es el problema con este anuncio? Porque muchos
de nuestros contemporáneos caen bajo los golpes de las pruebas de la
vida, y se encuentran solos y abandonados. Y a menudo son tratados
como números en una estadística. Pensemos en las miles de personas
huyen de la guerra y la pobreza todos los días: ante las cifras, son
rostros, gente, nombres e historias. Nunca debemos olvidar esto,
especialmente cuando la cultura de los residuos margina, discrimina y
explota, amenazando la dignidad de la persona.
¡Cuántas
personas olvidadas necesitan urgentemente ver el rostro del Señor
para volver a encontrarse a sí mismas! El hombre de hoy vive a
menudo en la inseguridad, caminando como una tentadora, extraña a sí
misma; parece no tener más consistencia, hasta el punto de dejarse
aferrar fácilmente por el miedo. Pero entonces, ¿qué
esperanza puede haber en este mundo? ¿Cómo puede el hombre
encontrarse a sí mismo y volver a tener esperanza? No puede hacer
esto sólo a través del razonamiento o la estrategia. He aquí el
secreto de la vida, el que nos hace salir del anonimato: fijar la
mirada en el rostro de Jesús y familiarizarnos con Él. Mirar a
Jesús purifica nuestra vista y nos prepara para mirar todo con ojos
nuevos. Cuando se encuentran con Jesús, cuando miran al Hijo del
Hombre, los pobres y los sencillos se encuentran a sí mismos, se
sienten amados en lo más profundo por un Amor sin medida.
Pensemos
en el momento en que el innombrado de I
promessi sposi (Los
prometidos)
se encuentra frente al Cardenal Federigo que lo abraza: “El
Innombrado, disolviéndose de ese abrazo, es cubrió de nuevo sus
ojos con una mano y, levantando juntos el rostro, exclamó:
“Verdaderamente grande es Dios”. Dios es verdaderamente bueno,
ahora me conozco a mí mismo” (A. Manzoni, I
promessi sposi,
Milán 2012, 481).
También
nosotros hemos sido mirados, elegidos, abrazados, como nos recuerda
el profeta Ezequiel en la maravillosa alegoría de la historia de
amor con su pueblo: “Fuiste hija de extraños, fuiste apartada;
pero yo pasé, te limpié y te llevé conmigo” (cf. Ez 16).
Nosotros también éramos “extraños”, y el Señor vino, nos dio
una identidad y un nombre.
En
una época en la que las personas son a menudo figuras anónimas sin
rostro porque no tienen a nadie a quien mirar, la poesía de san Juan
Pablo II nos recuerda que existimos porque estamos relacionados. Al
Papa Francisco le encanta subrayar esto refiriéndose al Evangelio de
la vocación de Mateo: “Un día, como cualquier otro, mientras
estaba sentado en la mesa de recaudación de impuestos, Jesús pasó
y lo vio, se le acercó y le dijo: “Sígueme”. Y se puso de
pie, lo siguió. Jesús lo miró. ¡Qué fuerza de amor tenía la
mirada de Jesús para mover a Mateo como lo hizo él! ¡Qué fuerza
deben tener esos ojos para levantarlo! Jesús se detuvo, no pasó de
largo, lo miró sin prisa, lo miró en paz. Lo miró con ojos de
misericordia; lo miró como nadie lo había mirado antes. Y esa
mirada le abrió el corazón, lo liberó, lo sanó, le dio esperanza,
una nueva vida”. (Homilía, Plaza de la Revolución, Holguín,
Cuba, 21 Septiembre de 2015).
Esto
es lo que hace que el cristiano sea una presencia en el mundo
diferente de todos los demás, porque trae consigo el anuncio de que
-sin saberlo- los hombres y mujeres de nuestro tiempo tienen más
sed: Es entre nosotros Él quien es la esperanza de vida. Seremos
“originales” si nuestro rostro es el espejo del rostro de Cristo
resucitado. Y esto será posible si crecemos en la conciencia a la
que Jesús invitó a sus discípulos, como en aquel tiempo después
de enviarlos a la misión: “Los setenta y dos regresaron llenos de
alegría” por los milagros que habían hecho; pero Jesús les dice:
“Alegraos más bien porque vuestros nombres están escritos en el
cielo” (cf. Lc 10,20-21). Este es el milagro de los milagros. Este
es el origen de la alegría profunda que nada ni nadie puede
quitarnos: nuestro nombre está escrito en el cielo, y no por
nuestros méritos, sino por un don que cada uno de nosotros recibió
por el Bautismo. Un regalo que estamos llamados a compartir con
todos, sin excluir a nadie. Esto significa ser un discípulo
misionero.
El
Santo Padre Francisco espera que el Encuentro sea siempre un lugar
acogedor, donde la gente pueda “fijar rostros”, experimentando su
propia identidad inconfundible. Es la manera más bella de celebrar
este aniversario, mirando hacia adelante sin nostalgia ni miedo,
siempre sostenida por la presencia de Jesús, inmerso en su cuerpo
que es la Iglesia. La memoria agradecida de estas cuatro décadas de
duro trabajo y de creativa obra apostólica pueden suscitar nuevas
energías, para el testimonio de fe abierto a los vastos horizontes
de la emergencia contemporánea.
Su
Santidad invoca la protección maternal de la Virgen María y envía
de corazón la bendición apostólica a Vuestra Excelencia y a toda
la comunidad de la Asamblea.
Añado
mi deseo personal y el aprovecho la circunstancia para confirmar mis
respetos.
20.08.19
El Barco Hospital Papa
Francisco, “un hermoso gesto” para el Sínodo Amazónico
Mensaje
del Papa Francisco
(20
agosto 2019).- A través de un mensaje, difundido por la
Archidiócesis de Belém do Para (Brasil), el Papa Francisco
manifestó su alegría y agradecimiento ante la puesta en marcha del
barco hospitalario que lleva su nombre y que definió como “un
hermoso gesto concreto” con vistas al Sínodo para la Amazonía,
que tendrá lugar en octubre de este año.
Se
trata de un centro hospitalario fluvial ambulante destinado a atender
a las poblaciones amazónicas sin acceso a servicios médicos.
En
sus palabras, el Santo Padre apunta a la importancia del inicio de la
actividad del Hospital
Papa Francisco,
que “tomará la Palabra de Dios y ofrecerá acceso a una mejor
salud para las poblaciones más necesitadas, especialmente los
pueblos indígenas y ribereños, que viven a lo largo de un tramo de
1.000 kilómetros en el río Amazonas”.
También
resaltó que “este hospital fluvial es ante todo una respuesta al
mandato del Señor, que sigue enviando a sus discípulos a anunciar
el Reino de Dios y a curar a los enfermos (cf. Lc 9, 2). De hecho,
Jesús ofrece a los hombres una vida abundante (cf. Jn 10,10). Y
promover esta vida -que, en la Amazonía, ‘se refleja en su
abundante biodiversidad y en sus culturas (…) una vida plena e
integral, una vida que canta, un himno a la vida, como el canto de
los ríos’ (Sínodo para la Amazonia, Instrumentum
laboris,
11)”.
Al
mismo tiempo, Francisco indica en su mensaje que la misión de este
barco coincide con lo que los pueblos amazónicos describen como
“buen vivir”, esto es: “vivir en armonía consigo mismo, con la
naturaleza, con los seres humanos y con el ser supremo (Ibíd. 12)”.
Un
hospital sobre el agua
Por
otro lado, el Pontífice recuerda que la Iglesia está llamada a ser
un “hospital de campaña”, que se traduce en la acogida del
prójimo “sin distinción ni condiciones” y que con esta
iniciativa “se presenta ahora también como un ‘hospital sobre el
agua’”.
Además,
“esta barca traerá consuelo espiritual y calma a las convulsiones
de los hombres y mujeres necesitados, abandonados a su suerte”,
subraya Francisco.
Finalmente,
el Santo Padre manifestó su agradecimiento a “Mons. Bernardo
Bahlmann, obispo de Óbidos, y a los Franciscanos de la Providencia
por este hermoso signo de fe y solidaridad cristiana y, al poner a
los médicos, voluntarios, bienhechores y, sobre todo, a las personas
que serán atendidas por el barco hospitalario a los pies de Nuestra
Señora de Nazaret, envío mi bendición apostólica a todos con todo
mi corazón, pidiéndoles que oren por mí y por los buenos frutos
del próximo Sínodo para la Amazonía”.
Historia
del Barco Hospital Papa Francisco
Según
informa la Arquidiócesis de Belém, donde tuvo lugar la inauguración
de la embarcación el pasado 17 de agosto de 2019, el Barco Hospital
Papa Francisco ha sido construido en Fortaleza, Ceará, Brasil, y,
efectivamente, tiene el objetivo de ofrecer acceso a atención médica
básica a las personas que viven cerca de los ríos.
La
idea de este barco hospitalario surgió como resultado del estímulo
del Papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud (2013).
Durante la visita del Papa a un hospital de la Fraternidad de San
Francisco en Río de Janeiro, este preguntó al fundador, el padre
Francisco Belotti, si estaban presentes en la Amazonía. Ante su
respuesta negativa, Francisco simplemente respondió: “Entonces
debes ir”.
De
este modo, Mons. Bernardo Bahlmann, junto con los otros religiosos de
la Fraternidad, iniciaron la creación del consabido proyecto con la
misión de atender a la población ribereña.
Equipo
y servicios
El
barco del Hospital Papa Francisco, que funcionó por primera vez el
pasado domingo 18 de agosto, tiene 32 metros de eslora y contará con
hasta 23 profesionales de la salud, con capacidad para hasta 30
tripulantes.
Cuenta
con salas para los siguientes servicios médicos: rayos X,
mamografía, ecocardiografía, pruebas de esfuerzo, quirófano,
laboratorio de análisis, farmacia, sala de vacunación, consultorios
médicos, consultorio oftalmológico y dental y camas de hospital.
Desde
1985, la Asociación y Fraternidad de San Francisco de Asís en la
Providencia de Dios en Brasil realiza trabajos dirigidos a
proporcionar servicios sanitarios básicos, a través de medios tales
como clínicas ambulatorias, sala de urgencias, farmacias, albergues
y comunidades terapéuticas. Tiene su sede en Jaci, Sao Paulo, y
también está presente en Pará, Goiás, Paraná, Ceará y Río de
Janeiro.