19 de jul. 2013

PARLA FRANCESC











El santo padre destaca el papel de Pío XII como pastor en medio de su rebaño
Mensaje del papa Francisco en el 70ª aniversario del bombardeo a Roma
Por Redacción
CIUDAD DEL VATICANO, 19 de julio de 2013 (Zenit.org) - "Estoy unido espiritualmente a usted, a la comunidad de hermanos capuchinos y a cuantos se han reunido en la basílica de San Lorenzo extramuros para hacer memoria del violento bombardeo del 19 de julio de 1943", así comienza el mensaje que el papa Francisco ha enviado al cardenal Agostino Vallini, vicario general de la diócesis de Roma.
Con 70 años de distancia, recuerda el papa, "la conmemoración del evento particularmente dramático quiere ser ocasión de oración por todos los que desaparecieron y de renovada meditación entorno a la tremenda flagelación de la guerra, como también expresión de gratitud hacia el que fue padre atento y providente", refiriéndose a Pío XII. El cual, "en esos tiempos terribles, se hizo cercano a sus conciudadanos duramente golpeados". Señala del mismo modo, que el "papa Pacelli no dudó en correr, inmediatamente y sin escolta, entre las ruinas todavía humeantes del barrio de San Lorenzo, para ayudar y consolar a los que tenían miedo. Incluso en ese momento se mostró pastor que está en medio de su rebaño, especialmente en los momentos de prueba, dispuesto a compartir el sufrimiento de su pueblo".
El papa ha recordado a todos aquellos que "en un momento tan dramático, colaboraron al ofrecer ayuda moral y material, en la curación de las heridas del cuerpo y del alma y en el prestar asistencia a los sin techo". También ha hecho mención a monseñor Giovanni Battista Montini, el futuro Pablo VI, que acompañó a Pío XII en la visita al barrio devastado por las bombas.
Por eso, el santo padre destaca que el gesto de papa Pacelli es el signo de la obra incesante de la Santa Sede y de la Iglesia en sus diversas articulaciones, parroquias, institutos religiosos, e internados, para aliviar a la población.
 Recordando las palabras del papa Pío XII : "Nada está perdido con la paz, todo se puede perder con la guerra", afirma el papa Francisco que "la paz es un don de Dios que debe encontrar también hoy corazones disponibles a acogerlo y a obrar para ser constructores de reconciliación y de paz".
Para finalizar su mensaje, el obispo de Roma ha confiado a todos los habitantes del barrio de San Lorenzo, especialmente los ancianos, enfermos, personas que están solas y en dificultad, a la materna intercesión de María Salus Populi Romani.
19.07.13



CIUDAD DEL VATICANO, 21 de julio de 2013 (Zenit.org) - En el último Ángelus antes de comenzar el primer viaje apostólico internacional del santo padre, Francisco ha pedido a los presentes que recen por la Jornada Mundial de la Juventud.
Antes de la oración mariana, el papa ha reflexionado sobre el fragmento del Evangelio de Marta y María, hermanas de Lázaro. Ha explicado que aunque ambas ofrecen su acogida a Jesús lo hacen de manera diferente. "María se pone a los pies de Jesús, en escucha, Marta sin embargo se deja absorber por las cosas que prepara". Por eso Jesús recuerda a Marta que hay una sola cosa que necesitamos.
El santo padre ha señalado que no son dos actitudes que se contraponen, sino, al contrario "son dos aspectos ambos esenciales para nuestra vida cristiana. Aspectos que no van nunca separados, sino vividos en profunda unidad y armonía". A continuación ha explicado que "en un cristiano, las obras de servicio y de caridad no han sido nunca separadas de la fuente principal de cada una de nuestras acciones: la escucha de la Palabra del Señor, el estar - como María - a los pies de Jesús, en el comportamiento del discípulo".
Del mismo modo, el obispo de Roma ha recordado a los presentes que oración y acción están siempre profundamente unidas. "Una oración que no lleva a la acción concreta hacia el hermano pobre, enfermo, necesitado de ayuda, en dificultad, es una oración estéril e incompleta". Así mismo "cuando en el servicio eclesial se está atento solo al hacer, se da más peso a las cosas, a las funciones, a las estructuras, y se olvida de la centralidad de Cristo, no se reserva tiempo para el diálogo con Él en la oración, se corre el riesgo de servirse a sí mismo y no a Dios presente en el hermano necesitado", ha matizado el papa.
Para finalizar, después de la oración del Ángelus el papa ha saludado a los peregrinos presentes. Haciendo alusión a una pancarta que ha visto en la plaza que decía "Buen viaje", el papa Francisco ha pedido que "me acompañéis espiritualmente con la oración en el viaje que comenzaré mañana". Improvisando, ha señalado que ésta "puede llamarse la semana de la juventud, porque es precisamente la semana de la juventud". También ha insistido en que los verdaderos protagonistas serán los jóvenes, a los que ha invitado a que se pregunten "¿Señor, qué debo hacer en mi vida? ¿Cuál es el camino para mí?".
Antes de retirarse, el santo padre ha confiado a la intercesión de la beata Virgen María, "estas preguntas que se harán los jóvenes allí, y ésta que haréis hoy vosotros".  


CIUDAD DEL VATICANO, 21 de julio de 2013 (Zenit.org) - A las 12 de esta mañana el santo padre Francisco se ha asomado a la ventana del estudio del Palacio Apostólico Vaticano para recitar el Ángelus con los fieles y los peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro.
Publicamos a continuación sus palabras:
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
También en este domingo continúa la lectura del décimo capítulo del evangelista Lucas. El fragmento de hoy es el de Marta y María. ¿Quiénes son estas dos mujeres? Marta y María, hermanas de Lázaro, son parientes y fieles discípulos del Señor, que viven en Betania. San Lucas las describe de esta manera: María, a los pies de Jesús, "escuchaba su palabra", mientras Marta está muy ocupada con los quehaceres de la casa (cfr Lc 10, 39-40). Ambas ofrecen acogida al Señor que está de paso, pero lo hacen de forma diferente.  María se pone a los pies de Jesús, en escucha, Marta sin embargo se deja absorber por las cosas que debe preparar, y está tan ocupada que se dirige a Jesús diciendo: "Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayuda" (v. 40). Y Jesús le responde reprendiéndola con dulzura: "Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas, y sin embargo, pocas cosas, o más bien, una sola es necesaria" (v. 41).
¿Qué quiere decir Jesús? ¿Qué es esta sola cosa que necesitamos? Sobre todo es importante entender que aquí no se trata de la contraposición entre dos comportamientos: la escucha de la palabra del Señor, la contemplación y el servicio concreto al prójimo. No son dos comportamientos contrapuestos, sino, al contrario, son dos aspectos ambos esenciales para nuestra vida cristiana; aspectos que no van nunca separados, sino vividos en profunda unidad y armonía. Pero entonces ¿por qué Marta recibe reproche, aunque sea hecho con dulzura, de Jesús? Porque ha considerado esencial solo lo que estaba haciendo, estaba por tanto demasiado absorbida y preocupada por las cosas que "hacer". En un cristiano, las obras de servicio y de caridad no han sido nunca separadas de la fuente principal de cada una de nuestras acciones: la escucha de la Palabra del Señor, el estar - como María - a los pies de Jesús, en el comportamiento del discípulo. Y por eso Marta es reprendida.
También en nuestra vida cristiana, queridos hermanos y hermanas, oración y acción están siempre profundamente unidas. Una oración que no lleva a la acción concreta hacia el hermano pobre, enfermo, necesitado de ayuda, en dificultad, es una oración estéril e incompleta. Pero del mismo modo, cuando en el servicio eclesial se está atento solo al hacer, se da más peso a las cosas, a las funciones, a las estructuras, y se olvida de la centralidad de Cristo, no se reserva tiempo para el diálogo con Él en la oración, se corre el riesgo de servirse a sí mismo y no a Dios presente en el hermano necesitado. San Benito resumía el estilo de vida que indicaba a sus monjes en dos palabras: "ora et labora", reza y trabaja. Y de la contemplación, de una fuerte relación de amistad con el Señor que nace en nosotros la capacidad de vivir y de llevar al amor de Dios, su misericordia, su ternura hacia los otros. Y también nuestro trabajo con el hermano necesitado, nuestro trabajo de caridad y de obras de misericordia nos lleva al Señor, porque nosotros miramos precisamente al Señor en el hermano y la hermana necesitado.
Pidamos a la Virgen María, Madre de la escucha y del servicio, que nos enseñe a meditar en nuestro corazón la Palabra de su Hijo, a rezar con fidelidad, para estar siempre más atentos concretamente a las necesidades de los hermanos.
Tras la oración mariana el papa ha saludado a los presentes:
Saludo con afecto a todos los peregrinos presentes: familias, parroquias, asociaciones, movimientos y grupos. En particular saludo a los fieles de Florencia, Foggia y Villa Castelli, y los monaguillos de Conselve con los familiares. Veo escrito allí abajo "Buen viaje" ¡Gracias! Os pido que me acompañéis espiritualmente con la oración en el viaje que comenzaré mañana. Como sabéis, me dirijo a Río de Janeiro en Brasil, en ocasión de la 28ª Jornada Mundial de la Juventud. Habrá muchos jóvenes allí, de todas las partes del mundo, y creo que esta puede llamarse la semana de la juventud, porque es precisamente la semana de la juventud. Los protagonistas esta semana serán los jóvenes. Todos aquellos que vayan a Río quieren escuchar la voz de Jesús, escuchar a Jesús. ¿Señor, qué debo hacer en mi vida? ¿Cuál es el camino para mí? También los jóvenes que estáis en la plaza ¿hay jóvenes en la plaza? También vosotros, jóvenes que estáis en la plaza, haced la misma pregunta al Señor: Señor Jesús, ¿Qué tengo que hacer en mi vida? ¿Cuál es el camino para mí?
Confiemos a la intercesión de la beata Virgen María, tan amada y venerada en Brasil, estas preguntas que harán los jóvenes allí, y ésta que haréis hoy vosotros. Y que la Virgen nos ayude en esta nueva etapa del peregrinaje.
A todos vosotros os deseo un feliz domingo.
¡Buen almuerzo! ¡Hasta luego!
 21.07.13




Discurso  en  el Palacio   gobernativo  de  Guanabara
Señora Presidente,
Distinguidas Autoridades,
Hermanos y amigos:
En su amorosa providencia, Dios ha querido que el primer viaje internacional de mi pontificado me ofreciera la oportunidad de volver a la amada América Latina, concretamente a Brasil, nación que se precia de sus estrechos lazos con la Sede Apostólica y de sus profundos sentimientos de fe y amistad que siempre la han mantenido unida de una manera especial al Sucesor de Pedro. Doy gracias por esta benevolencia divina.
He aprendido que, para tener acceso al pueblo brasileño, hay que entrar por el portal de su inmenso corazón; permítanme, pues, que llame suavemente a esa puerta. Pido permiso para entrar y pasar esta semana con ustedes. No tengo oro ni plata, pero traigo conmigo lo más valioso que se me ha dado: Jesucristo. Vengo en su nombre para alimentar la llama de amor fraterno que arde en todo corazón; y deseo que llegue a todos y a cada uno mi saludo: «La paz de Cristo esté con ustedes».
Saludo con deferencia a la señora Presidenta y a los distinguidos miembros de su gobierno. Agradezco su generosa acogida y las palabras con las que han querido manifestar la alegría de los brasileños por mi presencia en su país. Saludo también al Señor Gobernador de este Estado, que amablemente nos acoge en el Palacio del Gobierno, y al alcalde de Río de Janeiro, así como a los miembros del Cuerpo Diplomático acreditados ante el gobierno brasileño, a las demás autoridades presentes y a todos los que han trabajado para hacer posible esta visita.
Quisiera decir unas palabras de afecto a mis hermanos obispos, a quienes incumbe la tarea de guiar a la grey de Dios en este inmenso país, y a sus queridas Iglesias particulares. Con esta visita, deseo continuar con la misión pastoral propia del Obispo de Roma de confirmar a sus hermanos en la fe en Cristo, alentarlos a dar testimonio de las razones de la esperanza que brota de él, y animarles a ofrecer a todos las riquezas inagotables de su amor.
Como es sabido, el principal motivo de mi presencia en Brasil va más allá de sus fronteras. En efecto, he venido para la Jornada Mundial de la Juventud. Para encontrarme con jóvenes venidos de todas las partes del mundo, atraídos por los brazos abiertos de Cristo Redentor. Quieren encontrar un refugio en su abrazo, justo cerca de su corazón, volver a escuchar su llamada clara y potente: «Vayan y hagan discípulos a todas las naciones».
Estos jóvenes provienen de diversos continentes, hablan idiomas diferentes, pertenecen a distintas culturas y, sin embargo, encuentran en Cristo las respuestas a sus más altas y comunes aspiraciones, y pueden saciar el hambre de una verdad clara y de un genuino amor que los una por encima de cualquier diferencia.
Cristo les ofrece espacio, sabiendo que no puede haber energía más poderosa que esa que brota del corazón de los jóvenes cuando son seducidos por la experiencia de la amistad con él. Cristo tiene confianza en los jóvenes y les confía el futuro de su propia misión: «Vayan y hagan discípulos»; vayan más allá de las fronteras de lo humanamente posible, y creen un mundo de hermanos y hermanas. Pero también los jóvenes tienen confianza en Cristo: no tienen miedo de arriesgar con él la única vida que tienen, porque saben que no serán defraudados.
Al comenzar mi visita a Brasil, soy muy consciente de que, dirigiéndome a los jóvenes, hablo también a sus familias, sus comunidades eclesiales y naciones de origen, a las sociedades en las que viven, a los hombres y mujeres de los que depende en gran medida el futuro de estas nuevas generaciones. Es común entre ustedes oír decir a los padres: «Los hijos son la pupila de nuestros ojos».
¡Qué hermosa es esta expresión de la sabiduría brasileña, que aplica a los jóvenes la imagen de la pupila de los ojos, la abertura por la que entra la luz en nosotros, regalándonos el milagro de la vista! ¿Qué sería de nosotros si no cuidáramos nuestros ojos? ¿Cómo podríamos avanzar? Mi esperanza es que, en esta semana, cada uno de nosotros se deje interpelar por esta pregunta provocadora.
La juventud es el ventanal por el que entra el futuro en el mundo y, por tanto, nos impone grandes retos. Nuestra generación se mostrará a la altura de la promesa que hay en cada joven cuando sepa ofrecerle espacio; tutelar las condiciones materiales y espirituales para su pleno desarrollo; darle una base sólida sobre la que pueda construir su vida; garantizarle seguridad y educación para que llegue a ser lo que puede ser; transmitirle valores duraderos por los que valga la pena vivir; asegurarle un horizonte trascendente para su sed de auténtica felicidad y su creatividad en el bien; dejarle en herencia un mundo que corresponda a la medida de la vida humana; despertar en él las mejores potencialidades para ser protagonista de su propio porvenir, y corresponsable del destino de todos.
Al concluir, ruego a todos la gentileza de la atención y, si es posible, la empatía necesaria para establecer un diálogo entre amigos. En este momento, los brazos del Papa se alargan para abrazar a toda la nación brasileña, en el complejo de su riqueza humana, cultural y religiosa. Que desde la Amazonia hasta la pampa, desde las regiones áridas al Pantanal, desde los pequeños pueblos hasta las metrópolis, nadie se sienta excluido del afecto del Papa. Pasado mañana, si Dios quiere, tengo la intención de recordar a todos ante Nuestra Señora de Aparecida, invocando su maternal protección sobre sus hogares y familias.
Y, ya desde ahora, los bendigo a todos. Gracias por la bienvenida.
22.07.13





ROMA, 23 de julio de 2013 (Zenit.org) - "Gracias. Gracias. Gracias a ustedes y a las autoridades por haberme dispensado una acogida tan cálida en tierra carioca". Con estas palabras el papa Francisco agradeció en twitter su llegada a Río de Janeiro para vivir la XVIII Jornda Mundial de la Juventud. Hoy en la residencia arzobispal de Sumaré, en donde se ecuentra alojado, prepara todo para mañana miércoles cuando irá al santuario de Nuestra Señora Aparecida.
El papa que partió ayer lunes por la mañana desde el aeropuerto de Fiumicino en Roma, sorprendió a todos al cargar un maletín negro en la mano, con algunas cosas de primera necesidad y para tener a mano el material necesario que le permitiera trabajar durante el viaje hacia su primera Jornada Mundial de la Juventud.
Durante el vuelo de 12 horas en el airbus A330 Alitalia “Giovanni Battista Tiepolo” que no tuvo ninguna modificación particular para acoger al santo padre, pues Francisco indicó que le bastaba una poltrona para descansar, el santo padre saludó personalmente a los 70 periodistas que le acompañaban rumbo a Río de Janeiro.  Y les comentó que "este primer viaje es precisamente para encontrar a los jóvenes, pero para encontrarlos no aislados de su vida, yo quisiera encontrarlos precisamente en su tejido social, en sociedad. Porque cuando aislamos a los jóvenes, hacemos una injusticia; les quitamos su pertenencia".
El papa Francisco además se mostró preocupado por el desempleo juvenil ya que "del trabajo viene la dignidad de la persona, de ganarse el pan".  También recordó que los jóvenes, junto con los ancianos, son el futuro del mundo,  "un pueblo tiene futuro si va adelante con los dos puntos: con los jóvenes, con la fuerza, porque lo llevan adelante; y con los ancianos porque ellos son los que dan la sabiduría de la vida". Incluso durante las conversaciones con los periodistas hubo ocasión de bromear.
La periodista mexicana Valentina Alazraki, saludó al papa en nombre de todos los periodistas, y le comentó al santo padre que quizá pensaba que el padre Lombardi le había llevado al recinto de los leones: "sabemos por sus amigos y colaboradore en Argentina que los periodistas no somos 'santos de su devoción'", dijo. Después de saludarles a todos, el santo padre afirmó: "¡Me quedo un poco como el profeta Daniel: un tanto triste, porque he visto que los leones no eran tan feroces!"
La emoción, la alegría y la acogida marcaron desde el primer momento la llegada del papa a Río de Janeiro. Tras los saludos oficiales el papa se subió no en la mercedes oficial, sino en un Fiat Idea gris, modelo fuera de producción, con la ventanilla bajada, saludando y bendiciendo a los peregrinos que se habían reunido en la calle. 
No faltaron algunso momentos de tensión, ya que el cortejo se equivocó de camino y pasó por calles en las que al no había vallas y la gente se agolpó en torno al coche del papa; él no dejó de sonreir y mostrarse feliz tal y como ha confirmado su secretario al padre Federico Lombardi.
Momentos difíciles para el personal de seguridad, que se vio obligado a rodear el coche e interrumpir la marcha en algunas ocasiones, para poder controlar a las cientos de personas que querían tocar y saludar al papa.
También ayer saltó la noticia de que el domingo la Policía Militarizada del estado de Sao Paolo detonó una bomba de fabricación casera que encontraron en un baño del Santuario de Aparecida, que el papa visitará este miércoles 24, por un deseo personal del mismo Francisco. En un comunicado distribuido por la PM afirmaron que "se trataba de un artefacto casero y de bajo potencial lesivo.
Al respecto el portavoz del Vaticano, señaló que "más que una bomba era un pequeño artefacto casero encontrado en un baño, que ciertamente no estaba unido a la persona decompetentes que trabajan por la seguridad de Francisco.
La intensa jornada finalizó con el acto de bienvenida en el Palacio de Guanabara, presidido por la presidenta Dilma Rousseff. En el discurso en portugués, el papa dio una clave de su visita: "No tengo oro ni plata, pero traigo conmigo lo más valioso que se me ha dado: Jesucristo", y recordó de esta manera que su principar labor es comunicar el Evangelio. Destacó también que  "Cristo tiene confianza en los jóvenes y les confía el futuro de su propia misión: «Vayan y hagan discípulos»" y añadió que "la juventud es el ventanal por el que entra el futuro en el mundo".
Hoy en el palacio situado en el monte Sumaré, está previsto un día sin visitas oficiales. Mañana por la mañana en helicóptero se dirigirá al santuario de Nuestra Señora Aparecida, después en el seminario "Bom Jesús" comerá con los obispos de la provincia y los seminaristas. Por la tarde, de regreso a Río, visitará el hospital San Francisco de Asís que se ocupa de personas con problemas de dependencia.
 23.07.13





Homilía   del   Papa   en el  Santuario de  Nuestra   Señora  APARECIDA
A continuación, publicamos la homilía del papa Francisco:
Venerados hermanos en el episcopado y en el sacerdocio,
Queridos hermanos y hermanas
¡Qué alegría venir a la casa de la Madre de todo brasileño, el Santuario de Nuestra Señora de Aparecida! Al día siguiente de mi elección como Obispo de Roma fui a la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma, con el fin de encomendar a la Virgen mi ministerio como Sucesor de Pedro. Hoy he querido venir aquí para pedir a María, nuestra Madre, el éxito de la Jornada Mundial de la Juventud, y poner a sus pies la vida del pueblo latinoamericano.
Quisiera ante todo decirles una cosa. En este santuario, donde hace seis años se celebró la V Conferencia General del Episcopado de América Latina y el Caribe, ha ocurrido algo muy hermoso, que he podido constatar personalmente: ver cómo los obispos —que trabajaban sobre el tema del encuentro con Cristo, el discipulado y la misión— se sentían alentados, acompañados y en cierto sentido inspirados por los miles de peregrinos que acudían cada día a confiar su vida a la Virgen: aquella Conferencia ha sido un gran momento de Iglesia. Y, en efecto, puede decirse que el Documento de Aparecida nació precisamente de esta urdimbre entre el trabajo de los Pastores y la fe sencilla de los peregrinos, bajo la protección materna de María. La Iglesia, cuando busca a Cristo, llama siempre a la casa de la Madre y le pide: «Muéstranos a Jesús». De ella se aprende el verdadero discipulado. He aquí por qué la Iglesia va en misión siguiendo siempre la estela de María.
Hoy, en vista de la Jornada Mundial de la Juventud que me ha traído a Brasil, también yo vengo a llamar a la puerta de la casa de María —que amó a Jesús y lo educó— para que nos ayude a todos nosotros, Pastores del Pueblo de Dios, padres y educadores, a transmitir a nuestros jóvenes los valores que los hagan artífices de una nación y de un mundo más justo, solidario y fraterno. Para ello, quisiera señalar tres sencillas actitudes, tres sencillas actitudes: mantener la esperanza, dejarse sorprender por Dios y vivir con alegría.
1. Mantener la esperanza. La Segunda Lectura de la Misa presenta una escena dramática: una mujer —figura de María y de la Iglesia— es perseguida por un dragón —el diablo— que quiere devorar a su hijo. Pero la escena no es de muerte sino de vida, porque Dios interviene y pone a salvo al niño (cf. Ap 12,13a-16.15-16a). Cuántas dificultades hay en la vida de cada uno, en nuestra gente, nuestras comunidades. Pero, por más grandes que parezcan, Dios nunca deja que nos hundamos. Ante el desaliento que podría haber en la vida, en quien trabaja en la evangelización o en aquellos que se esfuerzan por vivir la fe como padres y madres de familia, quisiera decirles con fuerza: Tengan siempre en el corazón esta certeza: Dios camina a su lado, en ningún momento los abandona. Nunca perdamos la esperanza. Jamás la apaguemos en nuestro corazón. El «dragón», el mal, existe en nuestra historia, pero no es el más fuerte. El más fuerte es Dios, y Dios es nuestra esperanza. Es cierto que hoy en día, todos un poco, y también nuestros jóvenes, sienten la sugestión de tantos ídolos que se ponen en el lugar de Dios y parecen dar esperanza: el dinero, el éxito, el poder, el placer. Con frecuencia se abre camino en el corazón de muchos una sensación de soledad y vacío, y lleva a la búsqueda de compensaciones, de estos ídolos pasajeros. Queridos hermanos y hermanas, seamos luces de esperanza. Tengamos una visión positiva de la realidad. Demos aliento a la generosidad que caracteriza a los jóvenes, ayudémoslos a ser protagonistas de la construcción de un mundo mejor: son un motor poderoso para la Iglesia y para la sociedad. Ellos no sólo necesitan cosas. Necesitan sobre todo que se les propongan esos valores inmateriales que son el corazón espiritual de un pueblo, la memoria de un pueblo. Casi los podemos leer en este santuario, que es parte de la memoria de Brasil: espiritualidad, generosidad, solidaridad, perseverancia, fraternidad, alegría; son valores que encuentran sus raíces más profundas en la fe cristiana.
2. La segunda actitud: dejarse sorprender por Dios. Quien es hombre, mujer de esperanza —la gran esperanza que nos da la fe— sabe que Dios actúa y nos sorprende también en medio de las dificultades. Y la historia de este santuario es un ejemplo: tres pescadores, tras una jornada baldía, sin lograr pesca en las aguas del Río Parnaíba, encuentran algo inesperado: una imagen de Nuestra Señora de la Concepción. ¿Quién podría haber imaginado que el lugar de una pesca infructuosa se convertiría en el lugar donde todos los brasileños pueden sentirse hijos de la misma Madre? Dios nunca deja de sorprender, como con el vino nuevo del Evangelio que acabamos de escuchar. Dios guarda lo mejor para nosotros. Pero pide que nos dejemos sorprender por su amor, que acojamos sus sorpresas. Confiemos en Dios. Alejados de él, el vino de la alegría, el vino de la esperanza, se agota. Si nos acercamos a él, si permanecemos con él, lo que parece agua fría, lo que es dificultad, lo que es pecado, se transforma en vino nuevo de amistad con él.
3. La tercera actitud: vivir con alegría. Queridos amigos, si caminamos en la esperanza, dejándonos sorprender por el vino nuevo que nos ofrece Jesús, ya hay alegría en nuestro corazón y no podemos dejar de ser testigos de esta alegría. El cristiano es alegre, nunca triste. Dios nos acompaña. Tenemos una Madre que intercede siempre por la vida de sus hijos, por nosotros, como la reina Esther en la Primera Lectura (cf. Est 5,3). Jesús nos ha mostrado que el rostro de Dios es el de un Padre que nos ama. El pecado y la muerte han sido vencidos. El cristiano no puede ser pesimista. No tiene el aspecto de quien parece estar de luto perpetuo. Si estamos verdaderamente enamorados de Cristo y sentimos cuánto nos ama, nuestro corazón se «inflamará» de tanta alegría que contagiará a cuantos viven a nuestro alrededor. Como decía Benedicto XVI, aquí en este Santuario: «El discípulo sabe que sin Cristo no hay luz, no hay esperanza, no hay amor, no hay futuro» (Discurso Inaugural de la V Conferencia general del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, Aparecida, 13 de mayo 2007: Insegnamenti III/1 [2007], p. 861).
Queridos amigos, hemos venido a llamar a la puerta de la casa de María. Ella nos ha abierto, nos ha hecho entrar y nos muestra a su Hijo. Ahora ella nos pide: «Hagan todo lo que él les diga» (Jn 2,5). Sí, Madre nuestra, nos comprometemos a hacer lo que Jesús nos diga. Y lo haremos con esperanza, confiados en las sorpresas de Dios y llenos de alegría.
Que así sea.
24.07.13





Encuentro  con   los  desfavorecidos
ROMA, 25 de julio de 2013 (Zenit.org) - Hoy el santo padre fue a encontrarse con las periferias a las que tantas veces hace referencia. La visita a la Comunidad de Varginha ha protagonizado uno de los momentos más emocionantes hasta ahora en esta semana de la juventud. Al llegar le han regalado un collar de flores que se ha puesto mientras iba saludando a los primeros fieles que se ha encontrado.
El papa llegó acompañado por el padre Marcio Queiroz, párroco de la comunidad, del vicario parroquial y de la superiora de los Misioneras de la Caridad. No es la primera vez que un representante de la Iglesia visita esta comunidad. En 1972, la Madre Teresa de Calcuta visitó el lugar, y desde entonces, la zona cuenta con el trabajo de esta congregación religiosa, que trabaja en la evangelización de los niños y el apoyo a las familias.
Al llegar, el santo padre ha visitado la iglesia de san Jerónimo Emiliani, considerado patrón universal de los huérfanos y los jóvenes abandonados. Allí el papa ha bendecido el altar y a continuación ha regalado un cáliz a la parroquia. 
Y a pie se ha dirigido hasta el campo de fútbol, donde le esperaba una gran multitud emocionada y entusiasmada. Nada más salir de la parroquia, un grupo de niños le ha entregado una bufanda del equipo de fútbol San Lorenzo, lo que ha provocado una gran sonrisa por parte del papa. Ha continuado su camino saludando y bendiciendo sin preocuparse demasiado de la lluvia. Se ha detenido en casa de una familia, en la que ha pasado unos minutos en total intimidad, sin fotógrafos y sin cámaras.
Ya en el escenario que le habían preparado en el campo de fútbol, un joven le dirigió un saludo al papa, hablando sobre la difícil situación que se vive en las favelas y de la fortaleza de las personas que allí viven por salir adelante. Ha señalado que "en la vida, Dios está siempre presente y fortalece a su pueblo en la presencia de un nuevo amanecer".
Discurso del santo padre
El santo padre ha comenzado su discurso mostrando su cercanía con los brasileños diciendo que "habría querido llamar a cada puerta, decirles «buenos días»". Ha comentado la acogida que sintió desde el primer día de su visita y ha añadido que "cuando somos generosos en acoger a una persona y compartimos algo con ella —algo de comer, un lugar en nuestra casa, nuestro tiempo— no nos hacemos más pobres, sino que nos enriquecemos".
Fueron contundentes sus palabras sobre la solidaridad: "Y el pueblo brasileño, especialmente las personas más sencillas, pueden dar al mundo una valiosa lección de solidaridad, esta palabra solidaridad es a menudo olvidada u omitida, porque es incómoda, parece casi una palabrota".
E hizo un llamado a los poderes públicos y a los que tienen más recursos: "que no se cansen de trabajar por un mundo más justo y más solidario". Muy claro también ha sido el santo padre al recordar que "ningún esfuerzo de «pacificación» será duradero, ni habrá armonía y felicidad para una sociedad que ignora, que margina y abandona en la periferia una parte de sí misma". Añadió que "la medida de la grandeza de una sociedad está determinada por la forma en que trata a quien está más necesitado, a quien no tiene más que su pobreza".
Haciendo mención al número 395 del documento de Aparecida, aseguró que la Iglesia "desea ofrecer su colaboración a toda iniciativa que pueda significar un verdadero desarrollo de cada hombre y de todo el hombre". Es más "no hay una verdadera promoción del bien común, ni un verdadero desarrollo del hombre, cuando se ignoran los pilares fundamentales que sostienen una nación, sus bienes inmateriales", entre los que ha indicado la vida, la familia, la salud, la educación integral y la seguridad.
Para finalizar su discurso, el papa Francisco se ha dirigido especialmente a los jóvenes y les ha animado: "queridos jóvenes, ustedes tienen una especial sensibilidad ante la injusticia, pero a menudo se sienten defraudados por los casos de corrupción, por las personas que, en lugar de buscar el bien común, persiguen su propio interés. A ustedes y a todos les repito: nunca se desanimen, no pierdan la confianza, no dejen que la esperanza se apague. La realidad puede cambiar, el hombre puede cambiar".
La favela de Varginha
Esta favela se encuentra en Manguinhos, en la zona norte de Río. La población de esta zona es de aproximadamente a 45 mil habitantes y está formada por 13 comunidades.
La zona sufrió la producción de las industrias de la región, en los años 80, y hoy en día, viven en Varginha poco más de 1.150 personas (cifras no oficiales dicen que 2.500 habitantes). El área tiene una historia de violencia, crimen y narcotráfico. Antes de ser pacificada por el gobierno en 2012, era conocida como "la franja de Gaza", por las guerras entre bandas rivales de narcotraficantes.
Con esta visita a la comunidad, el papa Francisco repitió el acto del beato Juan Pablo II, quien en 1980 visitó la comunidad de Vidigal en la zona sur de Río.
 25.07.13





RíO DE JANEIRO, 26 de julio de 2013 (Zenit.org) - "Agua en los ojos" del papa en su visita a la capilla de la favela. Es uno de los detalles que el padre Federico Lombardi reveló ayer en el briefing para los periodistas en el Centro Internacional de prensa de Copacabana. La jornada del día de ayer comenzó con una misa bastante importante del papa con todos los seminaristas de Río y con los formadores. En total eran 300 personas. El papa en una bella homilía sobre las lecturas del día habló del tesoro en vasos de barro, aplicado a la vida de los seminaristas y los sacerdotes. Aconsejó a los seminaristas, que están hechos de barro; confesarse bien y hacer oración y adoración.
Sobre otro de los momentos importantes de la jornada de ayer, la visita a Varginha, destacó dos cosas: "durante la visita a la capilla había agua en los ojos del papa". "Después, fue a la pequeña casa de la familia, 4 metros por 5. Había más de 20 personas que vivían allí. Eran de todas las edades. Pusieron en los brazos del papa todos los niños pequeños que había. Han rezado un Padrenuestro y un Ave María juntos. Fue un momento de gran espiritualidad", explicó Lombardi.  Destacó también otro momento significativo, cuando el papa se detuvo delante de una iglesia evangélica y rezó con los fieles que estaban en la puerta, señalando "que fue un momento de ecumenismo muy espontáneo".
Por la tarde, en el encuentro con los jóvenes en Copacabana, el portavoz del Vaticano confirmó que había cerca de un millón de personas.
También comentó que el papa había sido informado que la organización había decidido cambiar de lugar la Vigilia y la Misa de Envío del domingo y celebrarlo en Copacabana en vez de en el Campus Fidei, como estaba previsto. El papa ha dicho que si la organización había visto que no era prudente, él estaba de acuerdo.
Hoy el papa se encontrará con encarcelados, es un encuentro muy pequeño que no se verá por televisión, solo habrán cinco personas. "Ha querido él mismo este encuentro con algunos jóvenes reclusos", explicó Lombardi. También esta mañana, el papa confesará a varios jóvenes, tal y como hizo Benedicto XVI en la JMJ de Madrid. Lombardi recordó que Francisco, desde que es papa ya ha confesado una vez, el día que visitó la parroquia de los santos Isabel y Zacarías. Hoy el papa comerá con doce jóvenes, dos por cada continente y dos de Brasil.
El padre Márcio, párroco de la favela, recordó las palabras del papa cuando le dio el cáliz que regaló a la parroquia: "cuando celebre la eucaristía, coloque los dolores de este pueblo, mis dolores y los dolores de Cristo". "Esas palabras fueron más fuertes que el objeto en sí", señaló el párroco.  
El padre Márcio contó a los periodistas presentes en el Centro Internacional de prensa cómo vivió la visita del papa a la favela. Momentos emotivos y alegres, de celebración. El santo padre se interesó por la vida de este lugar y por las personas, preguntándole al párroco datos sobre la comunidad.
 26.07.13





El via crucis del Papa en Copacabana
"Con la cruz, Jesús se une al silencio de las víctimas de la violencia que ya no pueden gritar"
Via crucis en Copacabana: "Jesús con su cruz recorre nuestras calles y carga con nuestros miedos"
El Papa denuncia la corrupción política y la "incoherencia" de los eclesiásticos
José Manuel Vidal, 26 de julio de 2013 a las 22:40
Jesús se une a todas las personas que sufren hambre en un mundo que cada día tira toneladas de alimentós.
L
(José Manuel Vidal, Rio de Janeiro).- Tras un paseo de más de una hora ante el delirio de la multitud congregada en Copacabana, Francisco llegó al estrado, para presidir el Via crucis. La cruz de Cristo en la playa del hedonismo. La cruz a los pies de los grandes hoteles de Rio. La pasión y la vía dolorosa, que preside a lo lejos el gran Cristo de Rio, el Corcovado. Porque no hay cristianismo sin cruz. Los creyentes siguen a un Rey crucificado.

En un escenario pop y moderno, con luces de neón, para el espectáculo de la fe. Con cantos modernos y cantantes que entonces sus cánticos a Dios y a Cristo.
Tras saludar a algunos cardenales presentes, entre ellos al de Madrid, Rouco Varela, el Papa radiante se transforma y se concentra en la oración. Y su rostro se torna orante.
Y los propiso fieles responden al recogimiento del papa. Ya no hay gritos, comienza el via Crucis.
UNgrupo de jóvenes, con cintas blanca sy amarillas (colores del Vaticano, cogen la cruz de la JMJ y comienza la procesión. Precedida por decenas de monaguillos con sus incensarios. Por detrás 36 oficiales de la Marina brasileña. El Papa, concentrado, sigue la cruz con la mirada.
Primera estación: Pilatos, en su palacio se lava las manos.
Segunda estación, en un palco en forma de pavimento del palacio de Pilato, con el letrero: "Ecce Homo".Personas con pequeñas cruces. "Quiero completar tu sacrificio en mi vida. Llevaré tus palabras en mi corazón".
Tercera estación: En el escenario, un elevador trae un Cristo que cae por primera vez. Un Cristo que parece una estatua, pero es humano.Denuncian a los caídos en la dependencia del crack. "Enséñanos a ser buenos samaritanos y a levantar a los caídos a la vera del camimo".
Cuarta estación: Jesús encuentra a su madre, entre un grupo de 10 mujeres con sus hijos en brazos. Una actriz representa a María. La defensa de la vida y del amor de las madres.
Quinta estación: El Cirineo, en un escenario en form ade relicario, rodeado de niños vestidos de ángeles. UN seminarista relata su vocación: "Sígueme". "Enséñame a ser un buen pastor".
Sexta estación: La Verónica. Enu n altar con un candelabro de 7 brazos judío, entran 25 mujeres que representan otras tantas Verónicas. Una consagrada denuncia las "víctimas de la cultura de la muerte: parados, excluidos, minorías...Haznos enjugar sus lágrimas".
Séptima estación: Segunda caída, representada por uns trabajadores que abren un contenedor. que desvela un Cristo que cae por segunda vez. Una pareja joven: Piden un amor auténtico.
Octava estación: Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén, escenificada por un grupo de mujeres de diversas rofesiones actuales, cada una de ellas con una planta.
Novena estación: Tercera caída. Entre varios discapacitados en sillas de ruedas. "Fuerzas para no volver a caer"
Décima estación: Jesús es despojado de sus vestiduras. Con un actor que representa a Jesús cpon el torso ensangrentado. Alertan de los peligros de las redes sociales y de Internet y evangelizar el continente digital.
Undécima estación: Jesús clavado en la cruz. Un Cristo surge ante una quincena de hombres encorvatados."Tu cruz unió el cielo y la tierra"
Duodécima estación: Jesús muere en la cruz, entre un grupo de 20 enfermeros con sillas de ruedas y camillas.
Decimotercera estación: El descendimiento. Escenificado ocn grande sgotas de sangre y, en medio, una imagen de La Piedad. "Enséñame a descrucificar a mis hermanos, que mi testimonio sea un silencioso grito de amor y de solidaridad"
Decimocuarta estación: Jesús es sepultado. El cortejo sube por la rampa de acceso, formando un panel humano al lado del Papa.
UN grupo de jóvenes realiza diversas peticiones en diferentes lenguas. Entre otras, que pase la secularización, que se supere la injusticia y la violencia.
La conclusión del Papa
Con una oración y con un discurso:
"El via crucis, momento fuerte de la JMJ"
"La cruz recorrió todos los continentes"
"Tres preguntas: ¿Qué han dejado en la cruz? ¿Qué dejó la cruz en cada uno de ustedes? ¿Qué nos enseña esta cruz para la vida?"
"Jesús con su cruz recorre nuestras calles y carga con nuestros miedos"
"Con la cruz, Jesús se une al silencio de las víctimas de la violencia que ya no pueden gritar"
"El caso de los 242 jóvenes víctimas del incendio en Santa María a principios de este año"
"Jesús se une a todos los que sufren hambre en un mundo que tira cada día toneladas de alimentos"
"Jesús está junto a tantas madres y padres que sufren al ver a sus hijos en la drogas"
"Jesús se une a quine es perseguido por su religión, por sus ideas o por el color de su piel"
"Junto a tantos jóvenes que han perdido su confianza en las instituciones politicas, en la Iglesia e incluso en Dios por la incoherencia de los ministros del Evangelio"
¿Qué ha dejado la cruz en cada uno de nosotros?
"Deja el bien de la certeza del amor fiel de Dios por nosotros"
"En la cruz de Cristo está todo el amor de Dios y su inmensa misericordia"
"Fiémonos de Jesús, confiemos en él, porque Él nunca defrauda a nadie"
"Transformó la Cruz en símbolo de victoria"
"El primer nombre de Brasil fue Tierra de Santa Cruz"
"La cruz nos invita a salir de nosotros mismos y tenderles las manos"
"¿Cómo quién quieres ser? ¿Como Pilatos que se lava las manos? ¿Sos de los que se lavan as manos? ¿O sos como el Cireneo, que ayuda a Jesús?"
Vía Crucis con los jóvenes en el paseo marítimo de Copacabana (Río de Janeiro, 26 de julio de 2013)
Texto íntegro
Queridísimos jóvenes
Hemos venido hoy aquí para acompañar a Jesús a lo largo de su camino de dolor y de amor, el camino de la Cruz, que es uno de los momentos fuertes de la Jornada Mundial de la Juventud.
Al concluir el Año Santo de la Redención, el beato Juan Pablo II quiso confiarles a ustedes, jóvenes, la Cruz diciéndoles: "Llévenla por el mundo como signo del amor de Jesús a la humanidad, y anuncien a todos que sólo en Cristo muerto y resucitado hay salvación y redención" (Palabras al entregar la cruz del Año Santo a los jóvenes, 22 de abril de 1984: Insegnamenti VII,1 (1984), 1105). Desde entonces, la Cruz ha recorrido todos los continentes y ha atravesado los más variados mundos de la existencia humana, quedando como impregnada de las situaciones vitales de tantos jóvenes que la han visto y la han llevado. Nadie puede tocar la Cruz de Jesús sin dejar en ella algo de sí mismo y sin llevar consigo algo de la cruz de Jesús a la propia vida. Esta tarde, acompañando al Señor, me gustaría que resonasen en sus corazones tres preguntas: ¿Qué han dejado ustedes en la Cruz, queridos jóvenes de Brasil, en estos dos años en los que ha recorrido su inmenso país? Y ¿qué ha dejado la Cruz en cada uno de ustedes? Y, finalmente, ¿qué nos enseña para nuestra vida esta Cruz?
1. Una antigua tradición de la Iglesia de Roma cuenta que el apóstol Pedro, saliendo de la ciudad para huir de la persecución de Nerón, vio que Jesús caminaba en dirección contraria y enseguida le preguntó: "Señor, ¿adónde vas?". La respuesta de Jesús fue: "Voy a Roma para ser crucificado de nuevo". En aquel momento, Pedro comprendió que tenía que seguir al Señor con valentía, hasta el final, pero entendió sobre todo que nunca estaba solo en el camino; con él estaba siempre aquel Jesús que lo había amado hasta morir en la Cruz. Miren, Jesús con su Cruz recorre nuestras calles para cargar con nuestros miedos, nuestros problemas, nuestros sufrimientos, también los más profundos. Con la Cruz, Jesús se une al silencio de las víctimas de la violencia, que no pueden ya gritar, sobre todo los inocentes y los indefensos; con ella, Jesús se une a las familias que se encuentran en dificultad, que lloran la pérdida de sus hijos, o que sufren al verlos víctimas de paraísos artificiales como la droga; con ella, Jesús se une a todas las personas que sufren hambre en un mundo que cada día tira toneladas de alimentos; con ella, Jesús se une a quien es perseguido por su religión, por sus ideas, o simplemente por el color de su piel; en ella, Jesús se une a tantos jóvenes que han perdido su confianza en las instituciones políticas porque ven egoísmo y corrupción, o que han perdido su fe en la Iglesia, e incluso en Dios, por la incoherencia de los cristianos y de los ministros del Evangelio. En la Cruz de Cristo está el sufrimiento, el pecado del hombre, también el nuestro, y Él acoge todo con los brazos abiertos, carga sobre su espalda nuestras cruces y nos dice: ¡Ánimo! No la llevas tú solo. Yo la llevo contigo y yo he vencido a la muerte y he venido a darte esperanza, a darte vida (cf. Jn 3,16).
2. Y así podemos responder a la segunda pregunta: ¿Qué ha dejado la Cruz en los que la han visto, en los que la han tocado? ¿Qué deja en cada uno de nosotros? Deja un bien que nadie más nos puede dar: la certeza del amor indefectible de Dios por nosotros. Un amor tan grande que entra en nuestro pecado y lo perdona, entra en nuestro sufrimiento y nos da fuerza para sobrellevarlo, entra también en la muerte para vencerla y salvarnos. En la Cruz de Cristo está todo el amor de Dios, su inmensa misericordia. Y es un amor del que podemos fiarnos, en el que podemos creer. Queridos jóvenes, fiémonos de Jesús, confiemos totalmente en Él (cf. Lumen fidei, 16). Sólo en Cristo muerto y resucitado encontramos salvación y redención. Con Él, el mal, el sufrimiento y la muerte no tienen la última palabra, porque Él nos da esperanza y vida: ha transformado la Cruz de instrumento de odio, de derrota, de muerte, en signo de amor, de victoria y de vida.
El primer nombre de Brasil fue precisamente "Terra de Santa Cruz". La Cruz de Cristo fue plantada no sólo en la playa hace más de cinco siglos, sino también en la historia, en el corazón y en la vida del pueblo brasileño, y en muchos otros. A Cristo que sufre lo sentimos cercano, uno de nosotros que comparte nuestro camino hasta el final. No hay en nuestra vida cruz, pequeña o grande, que el Señor no comparta con nosotros.
3. Pero la Cruz nos invita también a dejarnos contagiar por este amor, nos enseña así a mirar siempre al otro con misericordia y amor, sobre todo a quien sufre, a quien tiene necesidad de ayuda, a quien espera una palabra, un gesto, y a salir de nosotros mismos para ir a su encuentro y tenderles la mano. Muchos rostros han acompañado a Jesús en su camino al Calvario: Pilato, el Cireneo, María, las mujeres... También nosotros podemos ser para los demás como Pilato, que no tiene la valentía de ir contracorriente para salvar la vida de Jesús y se lava las manos.
Queridos amigos, la Cruz de Cristo nos enseña a ser como el Cireneo, que ayuda a Jesús a llevar aquel madero pesado, como María y las otras mujeres, que no tienen miedo de acompañar a Jesús hasta el final, con amor, con ternura. Y tú, ¿como quién eres? ¿Como Pilato, como el Cireneo, como María?
Queridos jóvenes, llevemos nuestras alegrías, nuestros sufrimientos, nuestros fracasos a la Cruz de Cristo; encontraremos un Corazón abierto que nos comprende, nos perdona, nos ama y nos pide llevar este mismo amor a nuestra vida, amar a cada hermano o hermana nuestra con ese mismo amor. Que así sea.
27.07.13







El Papa, en la misa de  la catedral de Rio
"Les pido de todo corazón la paciencia de escuchar a los jóvenes"
Francisco a los eclesiásticos: "Salid, ponéos en marcha, sed callejeros de la fe"
"Nuestra vocación es servir a Cristo en los pobres, como dice Madre Teresa"
José Manuel Vidal, 27 de julio de 2013 a las 13:44
En muchos ambientes se ha abierto paso lamentablemente una cultura de la exclusión, una «cultura del descarte». No hay lugar para el anciano ni para el hijo no deseado.egalo del Papa a la catedral
(José Manuel Vidal, Rio de Janeiro).- En su penúltimo dia en Rio, Francisco se reunió a rezar con los suyos. Cardenales, obispos, frailes, monjas y seminaristas abarrotaron la catedral de San Sebastián de Rio en forma de pirámide maya, consagrada en 1979. Y el Papa lanza a los eclesiásticos a ser "callejeros de la fe", tener paciencia con los jóvenes y "servir a los pobres". amén de luchar por la "cultura del encuentro" frente a la "cultura de la exclusión" que se impone hoy.

Aunque sigue lloviendo y hace frío en Rio (lleva así toda la semana), Francisco hace salir el sol y la alegría con su simple presencia. Contagia ilusión.
En el interior de la catedral se palpa la emoción ante la presencia del Papa. Hasta los obispos se agolpan a su alrededor, para saludarlo.Todos quieren tocar al Papa, que sonrié y gasta bromas a sus prelados.
La catedral enorme y redonda en su base es un homenaje a los pueblos indígenas del Brasil, a los que los misioneros trajeron la fe. Está presidida por un enorme Cristo y grandes vidrieras de colores.
Como canto de entrada, el himno de la JMJ, entonado con fuerza y emoción. Y el Papa, que ha dejado su sonrisa y entra ya con rostro de concentración religiosa. Un cambio claramente perceptible en su cara.
El arzobispo de Rio, Orani Tempesta, le da la bienvenida: 655 obispos, 8.000 sacerdotes, 9.000 religiosas, amén de los seminaristas y de lso diáconos. "Hombres y mujeres que, dejándolo todo, han seguido a Cristo".
"Queremos ser, al mismo tiempo, maestros y discípulos" y "con Pedro, asumir la misión que nos fue confiada".
El prelado recuerda Aparecida y da las gracias al Papa por su presencia en la JMJ. "Queremos oír al Papa Francisco" y que "nos confirme en la fe y en la construcción del Reino de justicia, paz y fraternidad".
La celebración de la eucaristía
Tras eñ Kyrie y el gloria en latín, las lecturas de la Palabra. La primera, de los Hechos de los Apóstoles. El Evangelio de Marcos, el episodio en que Cristo envía a sus discípulos a ir por el mundo entero a anunciar el Evangelio.
La homilía del Papa
Toma un vaso de agua antes de comenzar su predicación, se dirige al ambón y, alí, de pié, comienza su predicación:
"Que las naciones te glorifiquen, Señor"
Y pasa al español: "Queremos anunciar el Evangelio a nuestros jóvenes"
"Tres aspectos de nuestra vocación: llamados por Dios, llamados a anunciar el Evangelio, y llamados a promover la cultura del encuentro"
Llamados por Dios
"Un obispo, un sacerdote, una religiosa no puede ser un desmomoriado"
"Pidamos la gracia de ser memoriosos de esa primera llamada"
"Lo que asegura el fruto es ser fiel a Jesús"
"Contemplarlo, adorarlo y abrazar a Jesús"
"Abrazarlo en las personas más necesitadas"
"Nuestra vocación es servir a Cristo en los pobres, como dice Madre Teresa"
"Por favor, no lo borremos de nuestra vida a Jesús"
Llamados a anunciar el Evangelio
"Ayudar a los jóvenes a que arda en su corazón el deseo de ser misioneros"
"Dios quiere que seamos misioneros donde Él nos ponga, donde estamos"
"Lo primero que hay que evangelizar es la casa, el ambiente de estudio, de trabajo, la familia y los amimgos"
"Pongámosle la oreja a los jóvenes, con su mismo libreto...Les pido de todo corazón la paciencia de escuchar, perder el tiempo con ellos".
"Sembrra cuesta y cansa"
"Ayudar a los jóvenes a redescubrir la alegría de la fe"
"Salir, ponerse en marcha, ser callejeros de la fe"
"No podemos quedarnos enclaustrados en nuestra parroquia: salir, enviar"
"Salir por la puerta para buscar y encontrar"
"Pastoral de las periferias, de los alejados, de los que no suelen frecuentar las parroquias. Ellos son los invitados principales"
Llamados a promover la cultura del encuentro
"Reina la cultura de la exclusión y del descarte: no hay lugar para el anciano ni para el hijo no deseado"
"Dos dogmas de las relaciones humanas: eficiencia y pragmatismo"
"Tengan el valor de ir contracorriente de esta cultura eficientista y de la exclusión"
"Esconden la palabra solidaridad en esta cultura"
"Los quiero obsesionados en este sentido, sin ser presuntuosos"
"Hemos sido llamados por Dios con nombres y apellidos"
"Salir al encuentro de las periferias, que tienen sed de Dios y no tienen quien se lo anuncie"
Santa Misa con los obispos de la XXVIII JMJ y con los sacerdotes, religiosos y seminaristas en la catedral de San Sebastián (Río de Janeiro, 27 de julio de 2013).
Texto íntegro
Queridos hermanos en Cristo,
Al ver esta catedral llena de obispos, sacerdotes, seminaristas, religiosos y religiosas de todo el mundo, pienso en las palabras del Salmo de la misa de hoy: «Oh Dios, que te alaben los pueblos» (Sal 66). Sí, estamos aquí para alabar al Señor, y lo hacemos reafirmando nuestra voluntad de ser instrumentos suyos, para que alaben a Dios no sólo algunos pueblos, sino todos.
Con la misma parresia de Pablo y Bernabé, anunciamos el Evangelio a nuestros jóvenes para que encuentren a Cristo, luz para el camino, y se conviertan en constructores de un mundo más fraterno. En este sentido, quisiera reflexionar con vosotros sobre tres aspectos de nuestra vocación: llamados por Dios, llamados a anunciar el Evangelio, llamados a promover la cultura del encuentro.
1. Llamados por Dios. Es importante reavivar en nosotros este hecho, que a menudo damos por descontado entre tantos compromisos cotidianos: «No son ustedes los que me eligieron a mí, sino
yo el que los elegí a ustedes», dice Jesús (Jn 15,16). Es un caminar de nuevo hasta la fuente de nuestra llamada. Al comienzo de nuestro camino vocacional hay una elección divina. Hemos sido llamados por Dios y llamados para permanecer con Jesús (cf. Mc 3,14), unidos a él de una manera tan profunda como para poder decir con san Pablo: «Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí» (Ga 2,20). En realidad, este vivir en Cristo marca todo lo que somos y lo que hacemos. Y esta «vida en Cristo» es precisamente lo que garantiza nuestra eficacia apostólica y la fecundidad de nuestro servicio: «Soy yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero» (Jn 15,16). No es la creatividad pastoral, no son los encuentros o las planificaciones lo que aseguran los frutos, sino el ser fieles a Jesús, que nos dice con insistencia: «Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes» (Jn 15,4). Y sabemos muy bien lo que eso significa: contemplarlo, adorarlo y abrazarlo, especialmente a través de nuestra fidelidad a la vida de oración, en nuestro encuentro cotidiano con él en la Eucaristía y en las personas más necesitadas. El «permanecer» con Cristo no es aislarse, sino un permanecer para ir al encuentro de los otros. Recuerdo algunas palabras de la beata Madre Teresa de Calcuta:
«Debemos estar muy orgullosos de nuestra vocación, que nos da la oportunidad de servir a Cristo en los pobres. Es en las «favelas»", en los «cantegriles», en las «villas miseria» donde hay que ir a buscar y servir a Cristo. Debemos ir a ellos como el sacerdote se acerca al altar: con alegría»
(Mother Instructions, I, p. 80). Jesús, el Buen Pastor, es nuestro verdadero tesoro, tratemos de fijar cada vez más nuestro corazón en él (cf. Lc 12,34).
2. Llamados a anunciar el Evangelio. Queridos Obispos y sacerdotes, muchos de ustedes, si no todos, han venido para acompañar a los jóvenes a la Jornada Mundial de la Juventud. También ellos han escuchado las palabras del mandato de Jesús: «Vayan, y hagan discípulos a todas las naciones» (cf. Mt 28,19). Nuestro compromiso es ayudarles a que arda en su corazón el deseo de ser discípulos misioneros de Jesús. Ciertamente, muchos podrían sentirse un poco asustados ante esta invitación, pensando que ser misioneros significa necesariamente abandonar el país, la familia y los amigos. Me acuerdo de mi sueño cuando era joven: ir de misionero al lejano Japón. Pero Dios me mostró que mi tierra de misión estaba mucho más cerca: mi patria.
Ayudemos a los jóvenes a darse cuenta de que ser discípulos misioneros es una consecuencia de ser bautizados, es parte esencial del ser cristiano, y que el primer lugar donde se ha de evangelizar es la propia casa, el ambiente de estudio o de trabajo, la familia y los amigos. No escatimemos esfuerzos en la formación de los jóvenes. San Pablo, dirigiéndose a sus cristianos, utiliza una bella expresión, que él hizo realidad en su vida: «Hijos míos, por quienes estoy sufriendo nuevamente los dolores del parto hasta que Cristo sea formado en ustedes» (Ga 4,19). Que también nosotros la hagamos realidad en nuestro ministerio. Ayudemos a nuestros jóvenes a redescubrir el valor y la alegría de la fe, la alegría de ser amados personalmente por Dios, que ha dado a su Hijo Jesús por nuestra salvación. Eduquémoslos a la misión, a salir, a ponerse en marcha. Así ha hecho Jesús con sus discípulos: no los mantuvo pegados a él como una gallina con sus polluelos; los envió. No podemos quedarnos enclaustrados en la parroquia, en nuestra comunidad, cuando tantas personas están esperando el Evangelio. No es un simple abrir la puerta para acoger, sino salir por ella para buscar y encontrar. Pensemos con decisión en la pastoral desde la periferia, comenzando por los que están más alejados, los que no suelen frecuentar la parroquia. También ellos están invitados a la mesa del Señor.
3. Llamados a promover la cultura del encuentro. En muchos ambientes se ha abierto paso lamentablemente una cultura de la exclusión, una «cultura del descarte». No hay lugar para el anciano ni para el hijo no deseado; no hay tiempo para detenerse con aquel pobre a la vera del camino. A veces parece que, para algunos, las relaciones humanas estén reguladas por dos «dogmas»: la eficiencia y el pragmatismo. Queridos obispos, sacerdotes, religiosos y también ustedes, seminaristas que se preparan para el ministerio, tengan el valor de ir contracorriente. No renunciemos a este don de Dios: la única familia de sus hijos. El encuentro y la acogida de todos, la solidaridad y la fraternidad, son los elementos que hacen nuestra civilización verdaderamente humana.
Ser servidores de la comunión y de la cultura del encuentro. Permítanme decir que debemos estar casi obsesionados en este sentido. No queremos ser presuntuosos imponiendo «nuestra verdad». Lo que nos guía es la certeza humilde y feliz de quien ha sido encontrado, alcanzado y transformado por la Verdad que es Cristo, y no puede dejar de proclamarla (cf. Lc 24,13-35).
Queridos hermanos y hermanas, estamos llamados por Dios, llamados a anunciar el
Evangelio y a promover con valentía la cultura del encuentro. Que la Virgen María sea nuestro modelo. En su vida ha dado el «ejemplo de aquel amor de madre que debe animar a todos los que colaboran en la misión apostólica de la Iglesia para engendrar a los hombres a una vida nueva» (Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, 65). Que ella sea la Estrella que guía con seguridad nuestros pasos al encuentro del Señor. Amén.
27.07.13








Llamado del papa en el encuentro con la clase dirigente del Brasil a quienes le habló de "humildad social"
Por Francisco papa
RíO DE JANEIRO, 27 de julio de 2013 (Zenit.org) - Este sábado se llevó a cabo el Encuentro del papa Francisco con la clase dirigente de Brasil, a la cual acudieron representantes del mundo de la política, la cultura y la universidad, entre otros, con el fin de escuchar su mensaje.
Ofrecemos a nuestros lectores una versión del texto del discurso cotejado por ZENIT con lo dicho por el santo padre.
*****
Excelencias,
Señoras y señores.
Doy gracias a Dios por la oportunidad de encontrar a una representación tan distinguida y cualificada de responsables políticos y diplomáticos, culturales y religiosos, académicos y empresariales de este inmenso Brasil.
Hubiera deseado hablarles en su hermosa lengua portuguesa, pero para poder expresar mejor lo que llevo en el corazón, prefiero hablar en español. Les pido la cortesía de disculparme.
Saludo cordialmente a todos y les expreso mi reconocimiento. Agradezco a Monseñor Orani y al Señor Walmyr Júnior, sus amables palabras de bienvenida y presentación y de testimonio. Veo en ustedes la memoria y la esperanza: la memoria del camino, de la conciencia de su patria, y la esperanza de que esta patria abierta a la luz que emana del Evangelio, continúe desarrollándose en el pleno respeto de los principios éticos basados en la dignidad trascendente de la persona.
Memoria del pasado y utopia hacia el futuro se encuentran en el presente que no es una coyuntura sin historia, y sin promesa, sino un momento en el tiempo, un desafio para recoger sabiduría y saber proyectarla.
Quien tiene un papel de responsabilidad en una nación está llamado a afrontar el futuro «con la mirada tranquila de quien sabe ver la verdad», como decía el pensador brasileño Alceu Amoroso Lima («Nosso tempo», en A vida sobrenatural e o mondo moderno, Río de Janeiro 1956, 106). Quisiera compartir con ustedes tres aspectos de esta mirada calma, serena y sabia: primero, la originalidad de una tradición cultural; segundo, la responsabilidad solidaria para construir el futuro y, tercero, el diálogo constructivo para afrontar el presente.
1. En primer lugar, es de justicia valorar la originalidad dinámica que caracteriza a la cultura brasileña, con su extraordinaria capacidad para integrar elementos diversos. El común sentir de un pueblo, las bases de su pensamiento y de su creatividad, los principios básicos de su vida, los criterios de juicio sobre las prioridades, las normas de actuación, se fundan, se fusionan y crecen en una visión integral de la persona humana. Esta visión del hombre y de la vida característica del pueblo brasileño ha recibido también la savia del Evangelio: la fe en Jesucristo, el amor de Dios y la fraternidad con el prójimo. La riqueza de esta savia puede fecundar un proceso cultural fiel a la identidad brasileña y a la vez un proceso constructor de un futuro mejor para todos. Un proceso que hacer crecer la humanización integral y la cultura del encuentro y de la relación, esta es la manera cristiana de promover el bien común, la alegría de vivir. Y aquí convergen la fe y la razón, la dimensión religiosa con los diferentes aspectos de la cultura humana: el arte, la ciencia, el trabajo, la literatura... El cristianismo combina trascendencia y encarnación; por la capacidad de revitalizar siempre el pensamiento y la vida ante la amenaza de frustración y desencanto que pueden invadir el corazón y propagarse por las calles.
2. Un segundo punto al que quisiera referirme es la responsabilidad social. Esta requiere un cierto tipo de paradigma cultural y, en consecuencia, de la política. Somos responsables de la formación de las nuevas generaciones, ayudarlos a ser capaces en la economía y en la política, y firmes en los valores éticos. El futuro exige hoy la tarea de rehabilitar la política, rehabilitar la politica, que es una de las formas más altas de la caridad. El futuro nos exige también una visión humanista de la economía y una política que logre cada vez más y mejor la participación de las personas, evite el elitismo y erradique la pobreza.
Que a nadie le falte lo necesario y que se asegure a todos dignidad, fraternidad y solidaridad: éste es el camino propuesto. Ya en la época del profeta Amós era muy frecuente la admonición de Dios: «Venden al justo por dinero, al pobre por un par de sandalias. Oprimen contra el polvo la cabeza de los míseros y tuercen el camino de los indigentes» (Am. 2,6-7). Los gritos que piden justicia continúan todavía hoy.
Quien desempeña un papel de guía --permitame que diga aquel a quien la vida ha ungido como guía--, ha de tener objetivos concretos y buscar los medios específicos para alcanzarlos, pero también puede existir el peligro de la desilusión, la amargura, la indiferencia, cuando las expectativas no se cumplen. Aquí apelo a la dinamica de la esperanza que nos impulsa a ir siempre más allá, a emplear todas las energías y capacidades en favor de las personas para las que se trabaja, aceptando los resultados y creando condiciones para descubrir nuevos caminos, entregándose incluso sin ver los resultados, pero manteniendo viva la esperanza. Con esa constancia y coraje que nacen de la aceptación de la propia vocación de guía, de dirigente.
Es propio de la dirigencia elegir la más justa de las opciones después de haberlas considerado, a partir de la propia responsabilidad y el interés del bien común; por este camino se va al centro de los males de una sociedad para superarlos con audacia de acciones valientes y libres. Es nuestra responsabilidad, aunque siempre sea limitada, esa comprension de la totalidad de la realidad, observando, sopesando, valorando, para tomar decisiones en el momento presente, pero extendiendo la mirada hacia el futuro, reflexionando sobre las consecuencias de las decisiones.
Quien actúa responsablemente pone la propia actividad ante los derechos de los demás y ante el juicio de Dios. Este sentido ético aparece hoy como un desafío histórico sin precedentes. Tenemos que buscarlo, tenemos que inserirlo en la misma sociedad. Además de la racionalidad científica y técnica, en la situación actual se impone la vinculación moral con una responsabilidad social y profundamente solidaria.
3. Para completar esta reflexión, además del humanismo integral que respete la cultura original y la responsabilidad solidaria, considero fundamental para afrontar el presente: el diálogo constructivo. Entre la indiferencia egoísta y la protesta violenta, siempre hay una opción posible: el diálogo. El diálogo entre las generaciones, el diálogo en el pueblo, porque todos somos pueblo, la capacidad de dar y recibir, permaneciendo abiertos a la verdad. Un país crece cuando sus diversas riquezas culturales dialogan de manera constructiva: la cultura popular, la universitaria, la juvenil, la artística, la tecnológica, la cultura económica, la cultura de la familia y de los medios de comunicación. ¡Cuánto diálogo hay! Es imposible imaginar un futuro para la sociedad sin una incisiva contribución de energías morales en una democracia que se quede encerrada en la pura lógica o en el mero equilibrio de la representación de los intereses establecidos. Considero también fundamental en este diálogo la contribución de las grandes tradiciones religiosas, que desempeñan un papel fecundo de fermento en la vida social y de animación de la democracia. La convivencia pacífica entre las diferentes religiones se ve beneficiada por la laicidad del Estado, que, sin asumir como propia ninguna posición confesional, respeta y valora la presencia de la dimensión religiosa en la sociedad, favoreciendo sus expresiones más concretas.
Cuando los líderes de los diferentes sectores me piden un consejo, mi respuesta siempre es la misma: Diálogo, diálogo, diálogo. El único modo de que una persona, una familia, una sociedad, crezca; la única manera de que la vida de los pueblos avance, es la cultura del encuentro, una cultura en la que todo el mundo tiene algo bueno que aportar, y todos pueden recibir algo bueno en cambio. El otro siempre tiene algo que darme cuando sabemos acercarnos a él con actitud abierta y disponible, sin prejuicios. Esta actitud abierta, disponible y sin prejucios yo la definiria como «humildad social», que es la que favorece el diálogo. Solo así puede prosperar un buen entendimiento entre las culturas y las religiones, la estima de unas por las otras sin opiniones previas gratuitas y en clima de respeto de los derechos de cada una. Hoy, o se apuesta por el dialogo, o se apuesta por la cultura del encuentro, o todos perdemos, todos perdemos; por aquí va el camino fecundo.
Excelencias,
Señoras y señores.
Gracias por su atención. Tomen estas palabras como expresión de mi preocupación como Pastor de Iglesia y del respeto y afecto que tengo por el pueblo brasileño. La hermandad entre los hombres y la colaboración para construir una sociedad más justa no son un sueño fantasioso, sino el resultado de un esfuerzo concertado de todos hacia el bien común. Los aliento en este su compromiso por el bien común, que requiere por parte de todos sabiduría, prudencia y generosidad. Los encomiendo al Padre celestial pidiéndole, por la intercesión de Nuestra Señora de Aparecida, que colme con sus dones a cada uno de los presentes, a sus familias, comunidades humanas y de trabajo, y de corazón pido a Dios que los bendiga. Muchas gracias.
 28.07.13





Homilía del santo padre en la misa de clausura de la JMJ
Por Francisco papa
RíO DE JANEIRO, 28 de julio de 2013 (Zenit.org) - El santo padre Francisco ha celebrado hoy a las 10.00 de esta mañana la misa de clausura de la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro, en la playa de Copacabana.
Publicamos a continuación las palabras que el papa ha pronunciado en la homilía.
Queridos hermanos y hermanas,
queridos jóvenes
«Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos». Con estas palabras, Jesús se dirige a cada uno de ustedes diciendo: «Qué bonito ha sido participar en la Jornada Mundial de la Juventud, vivir la fe junto a jóvenes venidos de los cuatro ángulos de la tierra, pero ahora tú debes ir y transmitir esta experiencia a los demás». Jesús te llama a ser discípulo en misión. A la luz de la palabra de Dios que hemos escuchado, ¿qué nos dice hoy el Señor? ¿qué nos dice hoy el Señor? Tres palabras: Vayan, sin miedo, para servir.
1. Vayan. En estos días aquí en Río, han podido experimentar la belleza de encontrar a Jesús y de encontrarlo juntos, han sentido la alegría de la fe. Pero la experiencia de este encuentro no puede quedar encerrada en su vida o en el pequeño grupo de la parroquia, del movimiento o de su comunidad. Sería como quitarle el oxígeno a una llama que arde. La fe es una llama que se hace más viva cuanto más se comparte, se transmite, para que todos conozcan, amen y profesen a Jesucristo, que es el Señor de la vida y de la historia (cf. Rm 10,9).
Pero ¡cuidado! Jesús no ha dicho: si quieren, si tienen tiempo vayan, sino que dijo: «Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos». Compartir la experiencia de la fe, dar testimonio de la fe, anunciar el evangelio es el mandato que el Señor confía a toda la Iglesia, también a ti; es un mandato que no nace de la voluntad de dominio, de la voluntad de poder, sino de la fuerza del amor, del hecho que Jesús ha venido antes a nosotros y nos ha dado, no nos dio algo de sí, sino se nos dio todo él, él ha dado su vida para salvarnos y mostrarnos el amor y la misericordia de Dios. Jesús no nos trata como a esclavos, sino como a personas libres, amigos, hermanos; y no sólo nos envía, sino que nos acompaña, está siempre a nuestro lado en esta misión de amor.
¿Adónde nos envía Jesús? No hay fronteras, no hay límites: nos envía a todos. El evangelio no es para algunos sino para todos. No es sólo para los que nos parecen más cercanos, más receptivos, más acogedores. Es para todos. No tengan miedo de ir y llevar a Cristo a cualquier ambiente, hasta las periferias existenciales, también a quien parece más lejano, más indiferente. El Señor busca a todos, quiere que todos sientan el calor de su misericordia y de su amor.
En particular, quisiera que este mandato de Cristo: «Vayan», resonara en ustedes jóvenes de la Iglesia en América Latina, comprometidos en la misión continental promovida por los obispos. Brasil, América Latina, el mundo tiene necesidad de Cristo. San Pablo dice: «¡Ay de mí si no anuncio el evangelio!» (1 Co 9,16). Este continente ha recibido el anuncio del evangelio, que ha marcado su camino y ha dado mucho fruto. Ahora este anuncio se os ha confiado también a ustedes, para que resuene con renovada fuerza. La Iglesia necesita de ustedes, del entusiasmo, la creatividad y la alegría que les caracteriza. Un gran apóstol de Brasil, el beato José de Anchieta, se marchó a misionar cuando tenía sólo diecinueve años. ¿Saben cuál es el mejor medio para evangelizar a los jóvenes? Otro joven. ¡Éste es el camino que ha de ser recorrido por ustedes!
2. Sin miedo. Puede que alguno piense: «No tengo ninguna preparación especial, ¿cómo puedo ir y anunciar el evangelio?». Querido amigo, tu miedo no se diferencia mucho del de Jeremías, escuchamos en la lectura recién, cuando fue llamado por Dios para ser profeta: «¡Ay, Señor, Dios mío! Mira que no sé hablar, que sólo soy un niño». También Dios les dice a ustedes lo que le dijo a Jeremías: «No les tengas miedo, que yo estoy contigo para librarte» (Jr 1,6.8). Él está con nosotros.
«No tengan miedo». Cuando vamos a anunciar a Cristo, es él mismo el que va por delante y nos guía. Al enviar a sus discípulos en misión, ha prometido: «Yo estoy con ustedes todos los días» (Mt 28,20). Y esto es verdad también para nosotros. Jesús no nos deja solos, nunca deja solo a nadie. Nos acompaña siempre.
Además, Jesús no dijo: «Andá», sino «Vayan»: somos enviados juntos. Queridos jóvenes, sientan la compañía de toda la Iglesia, y también la comunión de los santos, en esta misión. Cuando juntos hacemos frente a los desafíos, entonces somos fuertes, descubrimos recursos que pensábamos que no teníamos. Jesús no ha llamado a los apóstoles para que vivan aislados, los ha llamado a formar un grupo, una comunidad. Quisiera dirigirme también a ustedes, queridos sacerdotes que concelebran conmigo esta eucaristía: han venido a acompañar a sus jóvenes, y es bonito compartir esta experiencia de fe. Seguro que les ha rejuvenecido a todos. El joven contagia juventud. Pero es sólo una etapa en el camino. Por favor, sigan acompañándolos con generosidad y alegría, ayúdenlos a comprometerse activamente en la Iglesia; que nunca se sientan solos. Y aquí quiero agradecer de corazón a los grupos de pastoral juvenil, a los movimientos y nuevas comunidades que acompañan a los jóvenes en su experiencia de ser Iglesia, tan creativos y tan audaces. ¡Sigan adelante y no tengan miedo!
3. La última palabra: para servir. Al comienzo del salmo que hemos proclamado están estas palabras: «Canten al Señor un cántico nuevo» (95,1). ¿Cuál es este cántico nuevo? No son palabras, no es una melodía, sino que es el canto de su vida, es dejar que nuestra vida se identifique con la de Jesús, es tener sus sentimientos, sus pensamientos, sus acciones. Y la vida de Jesús es una vida para los demás, la vida de Jesús es una vida para los demás. Es una vida de servicio.
San Pablo, en la lectura que hemos escuchado hace poco, decía: «Me he hecho esclavo de todos para ganar a los más posibles» (1 Co 9,19). Para anunciar a Jesús, Pablo se ha hecho «esclavo de todos». Evangelizar es dar testimonio en primera persona del amor de Dios, es superar nuestros egoísmos, es servir inclinándose a lavar los pies de nuestros hermanos como hizo Jesús.
Tres palabras: Vayan, sin miedo, para servir. Vayan, sin miedo, para servir. Siguiendo estas tres palabras experimentarán que quien evangeliza es evangelizado, quien transmite la alegría de la fe, recibe más alegría. Queridos jóvenes, cuando vuelvan a sus casas, no tengan miedo de ser generosos con Cristo, de dar testimonio del evangelio. En la primera lectura, cuando Dios envía al profeta Jeremías, le da el poder para «arrancar y arrasar, para destruir y demoler, para reedificar y plantar» (Jr 1,10). También es así para ustedes. Llevar el evangelio es llevar la fuerza de Dios para arrancar y arrasar el mal y la violencia; para destruir y demoler las barreras del egoísmo, la intolerancia y el odio; para edificar un mundo nuevo. Queridos jóvenes: Jesucristo cuenta con ustedes. La Iglesia cuenta con ustedes. El Papa cuenta con ustedes. Que María, Madre de Jesús y Madre nuestra, los acompañe siempre con su ternura: «Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos». Amén.
29.07.13






El papa a los obispos del CELAM: Más pobreza, mansedumbre y no a la "psicologí­a de prí­ncipes"
Monseñor Aguiar le agradece por el dinamismo que ha generado entre los pastores latinoamericanos
Por Redacción
RíO DE JANEIRO, 29 de julio de 2013 (Zenit.org) - Al inicio de la reunión del Comité de Coordinación del CELAM con el santo padre este domingo en Río de Janiero, el presidente del CELAM, monseñor Carlos Aguiar Retes, arzobispo de Tlalnepantla, México, dirigió un saludo al papa en el que reconoció que el “Espíritu del Señor Jesús ¡ha estado grande con la Iglesia!” al propiciar la elección del santo padre. “El entusiasmo y la entrega expresada por el Pueblo de Dios mostrando alegría y confianza en Usted, santo padre, me hacen considerar que se ha desatado un fuerte dinamismo del Espíritu Santo al que debemos corresponder los pastores, dando lo mejor de cada uno de nosotros para renovar la Iglesia y ponerla en el camino adecuado para que cumpla su misión de testimoniar en el mundo de hoy el amor misericordioso de Dios Padre revelado en Jesucristo, Nuestro Redentor”, destacó.
El arzobispo admitió que “estamos en un momento crucial, los desafíos del cambio de época que vivimos exigen el replanteamiento de las actitudes, estructuras, y actividades pastorales en fidelidad a Cristo y al hombre contemporáneo. Para ello, debemos discernir los signos de los tiempos escuchando lo que el Espíritu Santo dice a las Iglesias”. Al concluir su mensaje pidió al papa Francisco su orientación a los obispos “para cumplir, conforme a la voluntad de Dios Padre, nuestra misión de sucesores de los apóstoles, a la que fuimos llamados para servir a la Iglesia, anunciando y testimoniando el Reino de Dios en el mundo de hoy”. (Cf. Discurso del presidente del Celam)
Desafíos para la Iglesia
Por su parte el papa Francisco dirigió a los obispos y secretarios del CELAM un mensaje en el que destacó desafíos para la Iglesia, actitudes a asumir y delineó el perfil del discípulo-misionero así como de los obispos. 
Refiriéndose a los desafíos vigentes de la misionariedad discipular, el papa señaló la renovación interna de la Iglesia y el diálogo con el mundo actual.
Advirtió sobre algunas tentaciones ante las que puede ceder la Iglesia como la ideologización del mensaje evangélico, el funcionalismo  y el clericalismo.
Refiriéndose a las características del discípulo-misionero el Papa indicó que “es un des-centrado: el centro es Jesucristo, que convoca y envía. El discípulo es enviado a las periferias existenciales”.
El papa planteó que “existen en América Latina y El Caribe pastorales ‘lejanas’, pastorales disciplinarias que privilegian los principios, las conductas, los procedimientos organizativos… por supuesto sin cercanía, sin ternura, sin caricia”. “Se ignora la ‘revolución de la ternura’ que provocó la encarnación del Verbo”, dijo el santo padre. “Hay pastorales planteadas con tal dosis de distancia que son incapaces de lograr el encuentro: encuentro con Jesucristo, encuentro con los hermanos”, admitió. “Este tipo de pastorales a lo más pueden prometer una dimensión de proselitismo pero nunca llegan a lograr ni inserción eclesial ni pertenencia eclesial. La cercanía crea comunión y pertenencia, da lugar al encuentro. La cercanía toma forma de diálogo y crea una cultura del encuentro”, puntualizó.
El perfil de un obispo
Refiriéndose a  los obispos, quienes conducen la pastoral, la Misión Continental (sea programática como paradigmática), el papa destacó que “el obispo debe conducir, que no es lo mismo que mandonear”.
Por último, el papa Francisco delineó una especie de perfil del obispo: “los obispos han de ser pastores, cercanos a la gente, padres y hermanos, con mucha mansedumbre; pacientes y misericordiosos. Hombres que amen la pobreza, sea la pobreza interior como libertad ante el Señor, sea la pobreza exterior como simplicidad y austeridad de vida. Hombres que no tengan “psicología de príncipes”. Hombres que no sean ambiciosos y que sean esposos de una Iglesia sin estar a la expectativa de otra. Hombres capaces de estar velando sobre el rebaño que les ha sido confiado y cuidando todo aquello que lo mantiene unido: vigilar sobre su pueblo con atención sobre los eventuales peligros que lo amenacen, pero sobre todo para cuidar la esperanza: que haya sol y luz en los corazones. Hombres capaces de sostener con amor y paciencia los pasos de Dios en su pueblo”.
Participaron en la reunión, entre otros, los obispos uruguayos monseñor Carlos Collazzi (obispo de Mercedes) y monseñor Pablo Galimberti (obispo de Salto). Monseñor Collazzi participó en la reunión en su carácter de presidente del Comité Económico del CELAM, en tanto que monseñor Galimberti lo hizo como obispo miembro del Cono Sur del Departamento de Justicia y Solidaridad del CELAM.
29.07.13




Roma, 31 de julio de 2013 (Zenit.org) Redacción | 1156 hitos
En la festividad de san Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, orden a la que el santo padre pertenece,  ha celebrado esta mañana a las 8.00 la eucaristía con los jesuitas en la iglesia romana del Gesú, donde se encuentran las reliquias del santo.
Ha sido una misa privada a la que han asistido solo los sacerdotes de la Compañía,  amigos y colaboradores. Sin embargo, el papa ha sido recibido por cientos de personas que querían saludarle y han esperado hasta el final de la celebración para poder hacerlo.
Han concelebrado con el pontífice monseñor Luis Ladaria, secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el padre general de la Compañía de Jesús, Adolfo Nicolás, miembros del Consejo y más de doscientos jesuitas.
Publicamos a continuación la homilía de santo padre:
En esta eucaristía en la que celebramos a nuestro padre Ignacio de Loyola, a la luz de las lecturas que hemos escuchado, quisiera proponer tres sencillos pensamientos guiados por tres expresiones: poner en el centro a Cristo y a la Iglesia; dejarse conquistar por Él para servir, sentir la vergüenza de nuestros límites y pecados, para ser humildes delante de Él y los hermanos.
Nuestro lema, el de los jesuitas, “Iesus Hominum Salvator” (IHS). Cualquiera de vosotros podría decirme: "¡lo sabemos muy bien!" Pero este lema nos recuerda constantemente una realidad que no debemos olvidar nunca: la centralidad de Cristo para cada uno de nosotros y para toda la Compañía que San Ignacio quiso que se llamase “de Jesús” para indicar el punto de referencia. También al inicio de los Ejercicios  Espirituales, nos pone de frente a nuestro Señor Jesucristo, a nuestro Creador y Salvador (cfr EE, 6). Y esto nos lleva a nosotros, los jesuitas y a toda la Compañía a ser “descentrados”, a tener siempre delante a “Cristo siempre mayor”, el " Deus semper maior ", el "intimior intimo meo",  que nos lleva continuamente fuera de nosotros mismo, nos lleva a una cierta kenosis, a "salir del propio amor, querer e intereses" (EE, 189). No es descontada la pregunta para nosotros, para todos nosotros: ¿es Cristo el centro de mi vida? ¿Pongo realmente a Cristo en el centro de mi vida? Porque siempre está la tentación de pensar estar nosotros al centro. Y cuando un jesuita pone a sí mismo al centro y no a Cristo, se equivoca. En la primera lectura, Moisés repite con insistencia al pueblo amar al Señor, caminar por sus vías, "porque es Él tu vida" (cfr Dt 30, 16.20). ¡Cristo es nuestra vida! A la centralidad de Cristo corresponde también la centralidad de la Iglesia: son dos fuegos que no pueden separarse: yo no puedo seguir a Cristo si no en la Iglesia y con la Iglesia. Y también en este caso, nosotros los jesuitas y toda la Compañía, estamos por decirlo así “desplazados”, estamos al servicio de Cristo y de la Iglesia, la Esposa de Cristo nuestro Señor, que es nuestra Santa Madre Iglesia Jerárquica (cfr EE, 353). Ser hombres radicados y fundados en la Iglesia: así nos quiere Jesús. No puede haber caminos paralelos o aislados. Sí, caminos de búsqueda, caminos creativos, sí, es importante; ir hacia las periferias. Para esto es necesaria creatividad, pero siempre en comunidad, en la Iglesia, con esta pertenencia que nos da la valentía de ir adelante. Servir a Cristo es amar esta Iglesia concreta y servirla con generosidad y espíritu de obediencia.
2. ¿Cuál es el camino para vivir esta doble centralidad? Miramos a la experiencia de san Pablo, que es también la experiencia de san Ignacio. El apóstol, en la segunda lectura que hemos escuchado, escribe: mi esfuerzo por correr hacia la perfección de Cristo, "habiendo sido yo mismo alcanzado por Cristo Jesús".(Fil 3,12). Para Pablo sucedió camino de Damasco, para Ignacio en su casa de Loyola, pero el punto fundamental es común: dejarse conquistar por Cristo. Yo busco a Jesús, yo sirvo a Jesús porque Él me ha buscado primero, porque he sido conquistado por Él: y esto es el corazón de nuestra experiencia. Pero Él está primero, siempre. En español hay una palabra que es muy gráfica, que lo explica muy bien: Él nos "primerea". Está primero siempre. Cuando nosotros llegamos, Él ha llegado y nos espera. Y aquí quisiera llamar a la meditación sobre el Reino en la Segunda Semana. Cristo nuestro Señor, Rey eterno, llama a cada uno de nosotros diciéndonos: "quien quiera venir conmigo debe trabajar conmigo, para que siguiéndome en el sufrimiento, me siga también en la gloria (EE, 95): Ser conquistado por Cristo para ofrecer a este Rey toda nuestra persona y todas nuestras fatigas (cfr EE, 96); decir al Señor querer hacer todo por su mayor servicio y alabanza, imitarlo en el aguantar también injurias, desprecio, pobreza (cfr EE, 98). Pero pienso en nuestro hermano en Siria en este momento. Dejarse conquistar por Cristo significa estar siempre dirigido hacia lo que tengo de frente, hacia la meta de Cristo (cfr Fil 3,14) y preguntarse con verdad y sinceridad: ¿qué he hecho por Cristo? ¿Qué hago por Cristo? ¿Qué debo hacer por Cristo? (cfr EE, 53).
3.  Y voy al último punto. En el Evangelio Jesús nos dice: "quien quiera salvar la propia vida la perderá, pero quien pierda su vida por mi, la salvará...quién se avergüence de mi"  (Lc 9, 23). Y así. La vergüenza del jesuita. La invitación que hace Jesús es la de no avergonzarse nunca de Él, sino de seguirle siempre con total dedicación, fiándose y confiando en Él.
Mirando a Jesús, como San Ignacio nos enseña en la Primera Semana, sobre todo mirando a Cristo crucificado, sentimos esa sensación tan humana y tan noble que es la vergüenza de no estar a la altura. Miramos a la sabiduría de Cristo y a nuestra ignorancia, a su omnipotencia y a nuestra debilidad, a su justicia y a nuestra iniquidad, a su bondad y a nuestra maldad (cfr EE, 59). Pedir la gracia de la vergüenza; vergüenza que viene del continuo coloquio de misericordia con Él; vergüenza que nos hace sonrojarnos delante de Jesucristo; vergüenza que nos pone en sintonía con el corazón de Cristo que se ha hecho pecado por mí; vergüenza que pone en armonía nuestro corazón en las lágrimas y nos acompaña en la secuela cotidiana de "mi Señor". Y esto nos lleva siempre, a cada uno por separado y como compañía, a la humildad, a vivir esta gran virtud. Humildad que nos hace conscientes todos los días de que no somos nosotros los que tenemos que construir el Reino de Dios, sino que es siempre la gracia del Señor que obra en nosotros; la humildad que nos lleva a ponernos a nosotros mismos no a nuestro servicio personal o al servicio de nuestras ideas, sino al servicio de Cristo y de la Iglesia, como vasijas de barro, frágiles, inadecuadas, insuficientes, pero con un inmenso tesoro que llevamos y comunicamos (2 Cor 4,7). A mí siempre me ha gustado pensar en el ocaso del jesuita, cuando un jesuita termina su vida, cuando tramonta. A mí me viene siempre dos imágenes de este atardecer del jesuita; una clásica, la de san Francisco Javier, mirando a China. El arte ha pintado muchas veces este tramonto, este final de Javier. También la literatura, en ese bonito fragmento de Pemán. Al final, sin nada, pero delante del Señor; esto me hace bien, pensar esto. El otro tramonto, la otra imagen que me viene como ejemplo, es el de padre Arrupe en su última conversación en el campo de refugiados cuando nos había dicho - algo que el mismo decía - "esto lo digo como si fuese mi canto de cisne: rezad". La oración, la unión con Jesús. Y después de decir esto, cogió el avión, llegó a Roma con el ictus, que dio inicio a aquel atardecer tan largo y tan ejemplar.  Dos imágenes que a todos nos hará bien observar y recordar. Pedir la gracia que nuestro atardecer sea como el de ellos.
Queridos hermanos, dirijámonos a Nuestra Señora, Ella que ha llevado a Cristo en su vientre y ha acompañado en los primeros pasos de la Iglesia, nos ayude a poner siempre al centro de nuestra vida y de nuestro ministerio a Cristo y a su Iglesia; Ella que ha sido la primera y más perfecta discípula de su Hijo, nos ayude a dejarnos conquistar por Cristo para seguirlo y servirlo en cada situación; Ella que ha respondido con la más profunda humildad al anuncio del Ángel: "He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra" (Lc 1,38), nos haga sentir vergüenza por ser inadecuados para el tesoro que nos ha sido confiado, para vivir la humildad ante Dios. Que acompañe nuestro camino la intercesión paternal de San Ignacio y de todos los santos jesuitas, que siguen enseñarnos cómo hacer todo, con humildad, ad maiorem Dei gloriam.
01.08.13





¡Queridos hermanos y hermanas! ¡buenos días!
El domingo pasado estaba en Río de Janeiro. Concluía la santa misa y la Jornada Mundial de la Juventud.  Creo que debemos todos juntos dar gracias al Señor por el gran don que ha sido este encuentro, por Brasil, por América Latina y por el mundo entero. Ha sido una nueva etapa en el peregrinaje de los jóvenes a través de los continentes con la Cruz de Cristo. No debemos olvidar que la Jornada Mundial de la Juventud no son "fuegos artificiales", momentos de entusiasmo que terminan en sí mismos; son etapas de un largo camino, iniciado en 1985, por iniciativa del papa Juan Pablo II. Él confió la Cruz y dijo: ¡Id y yo iré con vosotros! Y así ha sido; y este peregrinaje de los jóvenes ha continuado con el papa Benedicto y gracias a Dios también yo he podido vivir esta maravillosa etapa en Brasil. Recordamos siempre: los jóvenes no siguen al papa, siguen a Jesucristo, llevando su Cruz. Y el papa les guía y les acompaña en este camino de fe y de esperanza. Doy gracias por todos vosotros jóvenes que habéis participado, también a costa de sacrificios. Y doy gracias al Señor también por los encuentros que he tenido con los pastores y el pueblo de ese gran país que es Brasil, como también con las autoridades y voluntarios. Que el Señor recompense a todos los que han trabajado por esta gran fiesta de la fe. También quiero subrayar mi agradecimiento, un muchas gracias a los brasileños. ¡Buena gente esta de Brasil! Un pueblo de gran corazón. No olvido su calurosa acogida, sus saludos. Mucha alegría, un pueblo generoso. Pido al Señor que les bendiga mucho.
Quisiera pediros que recéis conmigo para que los jóvenes que han participado en la Jornada Mundial de la Juventud puedan traducir esta experiencia en su camino cotidiano, en el comportamiento de todos los días; y que puedan traducirlo también en elecciones de vida importantes, respondiendo a la llamada personal del Señor. Hoy en la Liturgia resuena la palabra provocadora de Eclesiastés: "vanidad de vanidades ... todo es vanidad" (1, 2). Los jóvenes son particularmente sensibles al vacío de significado y de los valores que a menudo les rodean. Y lamentablemente pagan las consecuencias. Sin embargo el encuentro con Jesús vivo, en su gran familia que es la Iglesia, llena el corazón de alegría, porque lo llevan de verdadera vida, de un bien profundo, que no pasa y no se marchita: lo hemos visto sobre los rostros de los jóvenes en Río. Pero esta experiencia debe afrontar lavanidad cotidiana, el veneno del vacío que se insinúa en nuestras sociedades basadas en el beneficio y en el haber, que engañan a los jóvenes con el consumismo. El Evangelio de este domingo nos llama la atención precisamente sobre lo absurdo de basar la propia felicidad en el haber. El rico se dice a sí mismo: "Alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, como, bebe y date buena vida". Pero Dios le dijo: "Insensato, esta misma noche vas a morir. ¿Y para quién será lo que has amontonado?" (Lc 12, 19-20). Queridos hermanos y hermanas la verdadera riqueza es el amor de Dios, compartido con los hermanos. Ese amor que viene de Dios y hace que lo compartamos y nos ayudamos entre nosotros. Quién experimenta esto no teme a la muerte, y recibe la paz del corazón. Confiamos esta intención, esta intención de recibir el amor de Dios y compartirlo con los hermanos, a la intercesión de la Virgen María.
Después del Ángelus el papa ha saludado:
Queridos hermanas y hermanos,
os saludo a todos y os doy las gracias por vuestra presencia, a pesar del calor.
Estoy contento de saludar en particular a algunos grupos juveniles: la juventud carmelitana de Croacia, los jóvenes de Sandon y Fossò, diócesis de Verona; los de Mozzanica, diócesis de Cremona; los de Moncalieri, que han hecho una parte del camino a pie; y los de Bérgamo, que han venido en bicicleta. ¡Gracias a todos!
Pero, ¡hay muchos jóvenes hoy en la plaza. ¡Esto parece Río de Janeiro!
Quiero asegurar un recuerdo especial para los párrocos y para todos los sacerdotes del mundo, porque hoy es la memoria de su patrón: San Juan María Vianney. Queridos hermanos, estamos unidos en la oración y en la caridad pastoral.  Mañana los romanos recordamos a nuestra madre, la Salus Populis Romani. Le pedimos a ella que nos cuide. Y ahora todos juntos la saludamos con un Ave María. Todos juntos. ("Dios te salve María....") Un saludo a nuestra madre, Salus Populis Romani, todos juntos un saludo a nuestra Madre. (Aplausos)
Me gusta también recordar la fiesta litúrgica de la Transfiguración, que será pasado mañana, con un pensamiento de profunda gratitud por el venerable papa Pablo VI, que dejó este mundo el noche del 6 de agosto de hace 35 años.
Queridos amigos, os deseo un feliz domingo y un buen mes de agosto y buen provecho. ¡Hasta luego!
05.08.13





Francisco invita a llevar al mundo la esperanza que da la fe
El santo padre alienta a los creyentes a anunciar el Evangelio hasta los confines de la Tierra
Por Redacción
ROMA, 06 de agosto de 2013 (Zenit.org) - En la carta del papa Francisco por la Jornada Mundial de las Misiones que se celebra el próximo 20 de octubre, mientras se clausura el Año de fe, el papa recuerda que es "una ocasión importante para fortalecer nuestra amistad con el Señor y nuestro camino como Iglesia que anuncia el Evangelio con valentía".  A lo largo de la carta, Francisco propone cinco puntos de reflexión.
En primer lugar señala que la "fe es un don precioso de Dios, que abre nuestra mente para que lo podamos conocer y amar, Él quiere relacionarse con nosotros para hacernos partícipes de su misma vida y hacer que la nuestra esté más llena de significado, que sea más buena, más bella". Así mismo recuerda que la fe "necesita ser acogida, es decir, necesita nuestra respuesta personal, el coraje de poner nuestra confianza en Dios, de vivir su amor, agradecidos por su infinita misericordia". Y este don, "se ofrece a todos generosamente". Por eso dice el papa que "todo el mundo debería poder experimentar la alegría de ser amados por Dios, el gozo de la salvación". Además, el santo padre recuerda que este don debe ser compartido porque de lo contrario "nos convertiremos en cristianos aislados, estériles y enfermos".  El anuncio del Evangelio "es parte del ser discípulos de Cristo y es un compromiso constante que anima toda la vida de la Iglesia", señala.
En segundo lugar, muestra el Año de la fe como un estímulo para que "toda la Iglesia reciba una conciencia renovada de su presencia en el mundo contemporáneo, de su misión entre los pueblos y las naciones". Añade también que la "misionariedad no es sólo una cuestión de territorios geográficos, sino de pueblos, de culturas e individuos independientes, precisamente porque los "confines" de la fe no sólo atraviesan lugares y tradiciones humanas, sino el corazón de cada hombre y cada mujer". Haciendo alusión al Concilio Vaticano II, el santo padre recuerda que "la tarea misionera, la tarea de ampliar los confines de la fe es un compromiso de todo bautizado y de todas las comunidades cristianas". Este mandato confiado por Jesús a los apóstoles no es un aspecto secundario de la vida cristiana sino un "aspecto esencial". A este punto, el santo padre invita a los obispos, a los sacerdotes, a los consejos presbiterales y pastorales, a cada persona y grupo responsable en la Iglesia a "dar relieve a la dimensión misionera en los programas pastorales y formativos".
El tercer aspecto sobre el que reflexiona el obispo de Roma en su mensaje es sobre los obstáculos que puede encontrar la obra de evangelización: "a veces el fervor, la alegría, el coraje, la esperanza en anunciar a todos el mensaje de Cristo y ayudar a la gente de nuestro tiempo a encontrarlo son débiles; en ocasiones, todavía se piensa que llevar la verdad del Evangelio es violentar la libertad". Por eso el papa afirma que "siempre debemos tener el valor y la alegría de proponer, con respeto, el encuentro con Cristo". Frente a la propuesta de la violencia, la mentira y el error el papa cree que "es urgente hacer que resplandezca en nuestro tiempo la vida buena del Evangelio con el anuncio y el testimonio, y esto desde el interior mismo de la Iglesia". Así mismo recuerda que "no se puede anunciar a Cristo sin la Iglesia. Evangelizar nunca es un acto aislado, individual, privado, sino que es siempre eclesial".
En el siguiente punto el papa hace alusión al cambio en la forma actual de comunicarse y afirma que "la movilidad generalizada y la facilidad de comunicación a través de los nuevos medios de comunicación han mezclado entre sí los pueblos, el conocimiento, las experiencias". Con el gran movimiento de personas, "a veces es difícil, incluso para las comunidades parroquiales, conocer de forma segura y profunda a quienes están de paso o a quienes viven de forma permanente en el territorio", observa el papa. Este fenómeno junto al hecho de que en áreas cada vez más grandes de las regiones tradicionalmente cristianas crece el número de los que son ajenos a la fe, indiferentes a la dimensión religiosa o animados por otras creencias, "no es raro que algunos bautizados escojan estilos de vida que les alejan de la fe, convirtiéndolos en necesitados de una 'nueva evangelización'".
En una situación compleja en la que "la convivencia humana está marcada por tensiones y conflictos que causan inseguridad y fatiga para encontrar el camino hacia una paz estable" se hace aún más urgente el "llevar con valentía a todas las realidades, el Evangelio de Cristo, que es anuncio de esperanza, reconciliación, comunión". Frente a la necesidad del hombre de nuestro tiempo de una luz fuerte que ilumine su camino y que sólo el encuentro con Cristo puede darle el papa exhorta "traigamos a este mundo, a través de nuestro testimonio, con amor, la esperanza que se nos da por la fe". Y como ya ha advertido en más ocasiones, el santo padre repite que la Iglesia no "es una organización asistencial, una empresa, una ONG, sino que es una comunidad de personas, animadas por la acción del Espíritu Santo, que han vivido y viven la maravilla del encuentro con Jesucristo y desean compartir esta experiencia de profunda alegría". Y es "el Espíritu Santo quién guía a la Iglesia en este camino".
En el último punto redactado en el mensaje, el pontífice anima a todos a "ser portadores de la buena noticia de Cristo" y se muestra agradecido especialmente con los misioneros y misioneras, a los presbíteros fidei donum, a los religiosos y religiosas y a los fieles laicos que "dejan su patria para servir al Evangelio en tierras y culturas diferentes de las suyas". Del mismo modo subraya que "las mismas iglesias jóvenes están trabajando generosamente en el envío de misioneros a las iglesias que se encuentran en dificultad [...]llevando la frescura y el entusiasmo con que estas viven la fe que renueva la vida y da esperanza". También hace un llamamiento a los que siente la llamada a responder con generosidad a la voz del Espíritu " a no tener miedo de ser generosos con el Señor". E invita también a obispos, familias, comunidades y agregaciones cristianas a "sostener con visión de futuro y discernimiento atento, la llamada misionera ad gentes y a ayudar a las iglesias que necesitan sacerdotes, religiosos y religiosas y laicos para fortalecer la comunidad cristiana". Al mimos tiempo exhorta "a los misioneros y a las misioneras, especialmente los sacerdotes fidei donum y a los laicos, a vivir con alegría su precioso servicio en las iglesias a las que son destinados, y a llevar su alegría y su experiencia a las iglesias de las que proceden".
Para finalizar menciona también a los cristianos que "se encuentran en dificultades para profesar abiertamente su fe y ver reconocido el derecho a vivirla con dignidad". A ellos se refiere como "testigos valientes" y les asegura que se siente "cercano en la oración a las personas, a las familias y a las comunidades que sufren violencia e intolerancia".
Retomando las palabras de Benedicto XVI "« Que la Palabra del Señor siga avanzando y sea glorificada’ (2 Ts 3, 1): que este Año de la fe haga cada vez más fuerte la relación con Cristo, el Señor, pues sólo en él tenemos la certeza para mirar al futuro y la garantía de un amor auténtico y duradero» (Carta Ap. Porta fidei, 15), el santo padre expresa este mismo deseo para la Jornada Mundial de las Misiones de este año.
 06.08.13






El papa Francisco reza en la tumba de Pablo VI
El santo padre se encuentra con jóvenes en peregrinación para conmemorar el 35º aniversario de la muerte del papa Montini
Por Redacción
CIUDAD DEL VATICANO, 07 de agosto de 2013 (Zenit.org) - Ayer por la tarde el papa Francisco fue a las Grutas Vaticanas, bajo la basílica de San Pedro, para recogerse en oración frente a la tumba de Pablo VI, en el 35º aniversario de su muerte. El papa después se encontró en la plaza frente a la Casa Santa Marta con un grupo de jóvenes de la diócesis de Brescia, en peregrinaje vocacional, llegados a Roma desde Poggio Bustone, en la provincia de Rieti, después de haber caminado a pie una semana siguiendo la vía Francigena, para conmemorar el aniversario de la desaparición de papa Montini, su conciudadano.
Guiando al grupo de jóvenes estaba don Alessandro Tuccinardi, responsable de la Oficina de espiritualidad y vocaciones de la diócesis de Brescia. En una entrevista a Radio Vaticana, don Alessandro cuenta que el encuentro con el papa ha sido algo "inesperado". "Hacía tiempo que pedíamos poder encontrarlo, teníamos la posibilidad de participar en una audiencia pero después se suspendió. Entonces, hemos pedido a la providencia ayudarnos a través de medios muy sencillos y comunes. El papa lo ha sabido y ha deseado encontrarnos", cuenta don Alessandro.
Así mismo señala que "el santo padre se ha mostrado muy contento de acogernos y feliz por nuestra visita, porque le gusta esta forma de ser de los jóvenes". Le regalaron al papa un salero "porque él mismo nos ha recordado que la renovación de la Iglesia sale de los jóvenes que deben poner sal, deben poner esperanza y amor en la vida de cada día".
Sobre las palabras que les ha dirigido el papa, don Alessandro recuerda que han sido sobre todo palabras de "ánimo": "De vivir la vida no como un juego, porque si la vivimos con un juego la vida es triste; sino vivirla de una forma plena y seria, porque es esta vida que nos da felicidad". También ha invitado a los jóvenes a ser responsables. Además el papa "ha bendecido todos encontrando la palabra justa para cada uno".  

07.08.13



"Hola Michele, soy el papa Francisco"
Llamada del santo padre a un italiano cuyo hermano fue asesinado
Por Redacción
CIUDAD DEL VATICANO, 10 de agosto de 2013 (Zenit.org) - "Hola Michele, soy el papa Francisco". Son las palabras que el pasado miércoles Michele Ferri escuchó al otro lado del teléfono, según informó ayer el diario Il Messaggero. Michele, es hermano de Andrea, un emprendedor propietario de algunas gasolineras que fue asesinado a disparos hace dos meses, en la noche del 3 de junio.
Tras el suceso, Michele decidió escribir una carta al papa Francisco.
"Hoy ha llegado una llamada inesperada... a mi ¿dígame? me ha respondido una voz diciéndome 'Hola Michele, soy el papa Francisco'... Una emoción única", cuenta en su perfil de Facebook.  Además añade que el papa "me ha dicho que ha llorado cuando ha leído la carta que le había escrito". Finalmente ha dicho "se me ha olvidado preguntarle si quiera venir a Pesaro".
Aunque no ha dado detalles sobre la conversación que mantuvo con el santo padre, la esposa de Michele ha explicado que "es un hecho personal, que preferimos que quede como tal".
11.08.13




Las fatigas, las caí­das y el pecado encuentran el sentido en el amor de Dios
En la oración del Ángelus, Francisco habla del deseo del cristiano de encontrarse con Cristo
CIUDAD DEL VATICANO, 11 de agosto de 2013 (Zenit.org) - Un domingo más, el papa ha rezado el Ángelus desde la ventana del estudio en el Palacio Apostólico Vaticano junto con una gran multitud que le esperaba en la plaza de San Pedro.
El santo padre ha reflexionado sobre el Evangelio del domingo que habla del deseo del encuentro definitivo con Cristo, "un deseo que nos hace estar siempre preparados, con el espíritu despierto, porque esperamos este encuentro con todo el corazón, con todo nuestro ser", ha afirmado.
"Este Evangelio quiere decirnos que el cristiano es uno que lleva dentro de sí un deseo grande, un deseo profundo: el de encontrarse con su Señor junto a los hermanos, a los compañeros de camino. Y todo esto que Jesús nos dice, se resume en un famoso dicho de Jesús: Dónde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón", ha recordado el papa Francisco.
Por eso el papa ha lanzado dos preguntas a los presentes: "¿tenéis un corazón deseoso, un corazón que desea?, ¿dónde está este tesoro, lo que tú deseas?", invitando a reflexionar sobre si nuestro corazón desea o está cerrado y dormido; sobre qué realidad es la que atrae a nuestro corazón como un imán.
Ha recordado que la familia y el trabajo son realidades importantes pero también ha preguntado: "¿cuál es la fuerza que mantiene unida la familia?" y ha explicado "es precisamente el amor, ¿y quién sembra el amor en nuestros corazones? Dios, el amor de Dios". Por eso, ha proseguido, "es precisamente el amor de Dios que da sentido a los pequeños compromisos cotidianos y también ayuda a afrontar las grandes pruebas. Esto es el verdadero tesoro del hombre". A propósito de amor de Dios, ha subrayado que no "es algo vago, un sentimiento genérico", sino que "el amor de Dios tiene un nombre y un rostro: Jesucristo". Además, "es un amor que da valor y belleza a todo lo demás" al mismo tiempo que "da sentido también a las experiencias negativas, porque nos permite este amor de ir más allá de estas experiencias". Así mismo encuentran sentido las fatigas, las caídas y también el pecado, "porque este amor de Dios en Jesucristo nos perdona siempre, nos ama tanto que nos perdona siempre".
Para finalizar el santo padre ha recordado que hoy es la fiesta de santa Clara de Asís que "nos da un testimonio muy bonito de este Evangelio de hoy". Por eso ha pedido que "nos ayude ella, junto con la Virgen María, a vivirlo también nosotros, cada uno según su vocación".
Tras la oración del Ángelus y recordar que el jueves celebramos la solemnidad de la Asunción de María, el papa Francisco ha dirigido un saludo a los musulmanes, "nuestros hermanos", por la fiesta de la conclusión del Ramadán. Ha retomado sus palabras del mensaje enviado para la ocasión (leer aquí) recordando que "deseo que cristianos y musulmanes se comprometan para promover el respeto recíproco, especialmente a través de la educación de las nuevas generaciones".
Para finalizar, ha saludado a los grupos de jóvenes presentes y les ha repetido las palabras del tema de la JMJ en Río "Id y haced discípulos entre todas las naciones".
 12.08.13




El papa a los futbolistas: "son referentes, aprovechen para sembrar el bien" 

Audiencia de Francisco en el Vaticano con las selecciones de fútbol italiana y argentina
Por Rocío Lancho García
CIUDAD DEL VATICANO, 13 de agosto de 2013 (Zenit.org) - Las tres palabras clave elegidas por Francisco para las selecciones nacionales de fútbol argentina e italiana han sido "belleza, gratuidad y camaradería". En total han estado unas doscientas personas esta mañana en la Sala Clementina del Palacio Apostólico para una audiencia privada con el papa, en ocasión del partido amistoso que se jugará mañana miércoles entre los dos equipos en honor sl pontífice latinoamericano y gran aficionado a este deporte.
Para abrir el encuentro el presidente de la Federación Italiana de Fútbol, Giancarlo Abete,  ha dirigido unas palabras al santo padre "con emoción y gratitud". Abete ha señalado que "sentimos fuerte el deber de ofrecer a través del fútbol y gracias a su extraordinaria popularidad, un testimonio de compromiso civil y social". Un fútbol - ha proseguido - sano y limpio, en el cuál los temas de la solidaridad humana, de la integración social sin alguna distinción, de la defensa de valores éticos, de la lucha contra cualquier tipo de violencia y de ilegalidad debe encontrar cada día ejemplos concretos y empujarnos a realizar nuevas iniciativas. Un compromiso que según el presidente de la Federación Italiana que "a través del deporte y del fútbol, para contribuir a la promoción del hombre, reafirmar la dignidad y el respeto de la persona".
Por su parte, el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, el señor Julio Humberto Grondona, ha manifestado al papa que la delegación que preside "en coincidencia con su fe, su austeridad, su silenciosa laboriosidad de toda la vida y su amor por el Señor, transita en el mismo camino que nos transmitió antes de que llegáramos aquí el padre Jorge y el arzobispo Bergoglio". Ha recordado también que la delegación "representa también a miles de niños y miles de jóvenes que mientras sueñan con su futuro, reciben de sus clubs y de AFA salud, alimentación e instrucción educativa".  Para finalizar ha pedido al santo padre que bendiga al fútbol argentino y que los estadios "vuelvan a ser como eran cuando usted despertaba a sus primeras emociones de hincha" y vivir "la fiesta en familia, en paz, conrespeto y hermandad".
Finalmente ha tomado la palabra el papa Francisco que ha comenzado bromeando con que sería un poco difícil para él elegir a cuál de los dos equipos animar, "por suerte es un amistoso y que sea verdaderamente así" ha alentado el santo padre.
A los jugadores les ha recordado la responsabilidad que conlleva su popularidad, el hecho de que la gente les sigue y les toma como modelos y por eso les ha advertido sobre la importancia de ser conscientes de este hecho. "En el juego, cuando estáis en el campo, se encuentran la belleza, la gratuidad y la camaradería. Si a una partida le falta esto pierde fuerza, aunque el equipo gane. No hay sitio para el individualismo, pero todo es coordinación para el equipo", ha explicado Francisco. Así mismo les ha subrayado que estas tres palabras, "belleza, gratuidad y camaradería" se pueden resumir en un término deportivo que "nunca se debe abandonar": "diletante, amateur". Cultivar esta cualidad, incluso por parte de los profesionales hace bien a la sociedad, ha afirmado el pontífice.
Ha insistido también sobre la idea que "aunque seáis personajes, permaneced siempre hombres, en el deporte y en la vida. Hombres, portadores de humanidad".
Por otro lado, a los dirigentes les ha advertido sobre el hecho que el fútbol se ha convertido en un negocio y por eso les ha animado a "trabajar para que no pierda el carácter deportivo".
El papa ha recordado cuando de "chicos íbamos en familia al Gasómetro, íbamos en familia, papá, mamá y los chicos. Volvíamos felices a casa, por supuesto ¡sobre todo durante la campaña del 46!" Bromenado con los jugadores les ha preguntado  "a ver si alguno de ustedes se anima a hacer un gol como el de Pontoni, allí, no?" A  los directivos y deportistas argentinos, dando las  gracias por esta visita, "tan agradable para mí", les ha pedido que "vivan el deporte como don de Dios, una oportunidad para hacer fructificar sus talentos, pero también una responsabilidad". También les ha recordado que son referentes, tanto en el campo como fuera de él y por eso les ha invitado a que "aprovechen para sembrar el bien". "Sean conscientes de esto y den ejemplo de lealtad, respeto y altruismo", ha exhortado Francisco.
Para finalizar, asegurando su oración a los presentes, les ha pedido que recen por él, "porque también yo, en el 'campo' en el que Dios me ha puesto, pueda jugar una partida honesta y valiente para el bien de todos nosotros".
Al terminar estas palabras, Francisco ha bendecido un olivo como símbolo de la paz universal y ha pasado a saludar a todos los presentes.

13.08.13



El papa recomienda ser "cristianos inquietos"
Carta de Francisco en el 50 aniversario de la diócesis de Concepción, en Argentina
Por Redacción
CIUDAD DEL VATICANO, 14 de agosto de 2013 (Zenit.org) - El papa Francisco ha enviado una carta al obispo José María Rossi por los 50 años de la diócesis argentina de Concepción. El papa les ha dado tres palabras: Caminar, dejarse discipular y anunciar. Muestra su cercanía a esta diócesis y menciona los días que allí pasó durante unos ejercicios del clero, "recuerdo los rostros de los curas y rezo por ellos" dice Francisco al inicio de la carta.
Informan en Radio Vaticana, que en la carta el papa señala que "en estos cincuenta años han hecho camino y un camino de discípulos de Jesús y anunciadores del Evangelio: discípulos y misioneros, para que todos los diocesanos tengan vida en abundancia".
Y a continuación les habla de tres palabras: caminar, dejarse discipular y anunciar. Basándose en estas tres ideas, Francisco ha señalado que tiene miedo a los cristianos quietos porque "terminan como el agua estancada". Al igual que le dan miedo los que creen que "se las saben todas" porque sin darse cuenta "van cerrando su corazón al Señor; terminan centrados en sí mismos". Y finalmente les recuerda que "el cristiano camina, se hace discípulo y anuncia. No está quieto, sale de sí mismo: sale de sí mismo para anunciar la Buena Nueva de Jesús a los hermanos".
Para concluir su mensaje, el santo padre desea que este 50 aniversario de la diócesis sea duradero en "la vida de ustedes" y que "como nuestra Madre, salgan de sí mismos tanto para adorar como para anunciar". Y una última sugerencia: "sean inquietos porque el amor que Jesús nos da vale la pena".
14.08.13





El papa en Castel Gandolfo, gran fiesta por la Asunción
"María está cerca de las comunidades que sufren, nunca nos deja solos". Y preguntó: ¿Uds, rezan el Rosario?
Por H. Sergio Mora
CASTEL GANDOLFO, 15 de agosto de 2013 (Zenit.org) - Un día especial, el de la Asunción de María al cielo. El papa Francisco lo ha querido celebrar visitando Castel Gandolfo. Desde las primeras horas de la madrugada miles de personas se fueron apiñando para esperar al santo padre, que en un altar instalado en la plaza, en una tarima ubicada delante de la residencia pontificia, celebró la santa misa. Es la primera vez que un pontífice celebra eucaristía en la plaza. Un coro mixto acompañó la liturgia, con cantos en gregoriano y polifónico.
En su homilía el papa indicó que el Vaticano II ha indicado la importancia de la Asunción de María y precisó: “En esta lucha María nunca nos deja solos, está siempre con nosotros y camina con nosotros”. Añadió que “ha entrado en la gloria del cielo y esto no significa que esté separada de nosotros”. Y recomendó rezarle, en particular con la oración del rosario, e interrogó a los miles de presentes: “¿Uds. rezan el rosario todos los días?”, “No lo sé, ¿seguros?”, y reiteró:“También el rosario nos sostiene en la batalla”.
Subrayó que el cántico del magnificat es “particularmente intenso allí en donde el cuerpo de Cristo sufre hoy la pasión. Donde está la cruz, para nosotros los cristianos está la esperanza. Si no está la esperanza nosotros no somos cristianos. Por eso me gusta decir: no se dejen robar la esperanza”.
Y añadió que “María está cerca de estas comunidades que sufren, y canta con ellos el magníficat de la esperanza”.
Francisco invitó a unirse a “este cántico de paciencia y de victoria, de lucha y de alegría, que une la Iglesia triunfante con aquella peregrinante, nosotros. Que une la tierra con el cielo, que une nuestra historia con la eternidad hacia la cual caminamos”.
El santo padre al partir esta mañana de la residencia de Santa Marta, lo hizo no en el auto oficial con la placa SCV1, sino en una ford focus azul que salió de la ciudad de Roma casi desierta, pues en este día que en Italia es llamado 'Ferragosto', se respeta el más riguroso de los feriados. 
La Asunción de la Virgen María, indica la tradición y teología de la Iglesia católica, es el momento en el cual Ella fue llevada al paraíso en cuerpo y alma, tras su dormición o muerte. La Assumptio Beatæ Mariæ Virginis fue definida como dogma de fe por el papa Pío XII el 1 de noviembre de 1950.
En la plaza de Castel Gandolfo, 'piazza della Liberta', en dónde el sol se hacía sentir en este día del verano europeo, se encontraba también una banda mariachi de foclor mexicano que antes y después de la celebración tocó músicas y bailes. Se veía además una numerosa delegación de Shangai y tantos grupos que llevaban banderas, entre las cuales se distinguían las de varios países de América Latina. La plaza con una capacidad para 12 mil personas estaba repleta, como las vías aledañas.
En la localidad de Castel Gandolfo, situada a 20 kilómetros de Roma, se encuentra la residencia de verano de los papas. Allí durante la segunda guerra mundial se refugiaron muchos judíos perseguidos por el régimen nazi. Son una serie de edificios, parques y una granja, que en total cubren 55 hectáreas. Si bien allí el clima es más fresco que en Roma, el papa Francisco prefirió pasar este verano en la residencia de Santa Marta, su alojamiento habitual, situada en la Ciudad del Vaticano.
Antes de llegar para celebrar la misa, el santo padre realizó una visita privada al monasterio de clausura de las monjas clarisas, situado a pocas cuadras de la plaza central, las mismas a las cuales por teléfono, hace un mes atrás les indicó: “Voy a ir a visitarlas, porque sé que están rezando por mí”. Eran unas veinte y el papa después de visitar el convento les regaló una caja de dulces. Por la tarde tras el almuerzo con el párroco de Castel Gandolfo, cruzó la plaza hacia la pequeña iglesia, la parroquia de Santo Tomás. Acompañado por el obispo de la localidad de Albano, Marcello Semeraro, rezó y cnversó sobre algunos trabajos de restauración que están realizando. A la salida se acercó al público y en este fuera programa, caminó unos doscientos metros en medio de la ovación de la multitud visiblemente emocionada a quien el papa les saludó, acarició y bendijo.
16.08.13




Evo Morales: "quiero visitarte en Roma". El papa le respondió: "por supuesto"
Entrevista al embajador de Bolivia ante la Santa Sede: "El encuentro del presidente con Francisco podrá marcar un cambio. Las condiciones de diálogo son muy favorables"
Por H. Sergio Mora
CIUDAD DEL VATICANO, 16 de agosto de 2013 (Zenit.org) - El presidente Evo Morales indicó personalmente que el 6 de septiembre viajará a Roma para encontrar al santo padre Franciso en una audiencia que según el presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana, monseñor Oscar Aparicio, ya fue confirmada por el Vaticano.
Sobre el encuentro que tendrán en Roma y algunos entretelones del mismo, ZENIT habló con el embajador de Bolivia ante la Santa Sede, Carlos De la Riva, quien consideró que el hecho de ser ambos latinoamericanos, de hablar el mismo idioma, así como la sensibilidad del papa Francisco hacia los pobres podrán ser un punto de cambio fundamental en las relaciones difíciles que existieron entre el mandatario y la Iglesia en Bolivia. Quedan puntos controvertidos y dificultades, pero la situación es propicia.
El embajador añadió que ya solicitó una respuesta a la Cancillería de su país sobre el apoyo que habría recibido la creación de una Iglesia nacional por personas relacionadas con el Gobierno.
A continuación les proponemos la entrevista.
Señor embajador, sabemos que ya han confirmado la venida del presidente Morales a la audiencia que le concedió el papa Francisco. ¿Cree que esto ayudará a mejorar las tensas relaciones que existieron entre gobierno e Iglesia en su país?
--De la Riva. Pienso que sí, es uno de los temas que serán abordados en el encuentro. La actitud del presidente con su venida a Roma es mostrar que él está cercano, pero que hay problemas de los que es necesario hablar, y pienso que habrá condiciones de diálogo muy favorable, partiendo del idioma. Dirán lo que piensan y sienten. Sabemos también que el presidente Morales se ha dicho impresionado por las palabras del papa Francisco...
--De la Riva. Se solamente lo que ha dicho la prensa sobre el tema, o sea que el presidente boliviano está muy impresionado no solamente por las cosas que dice el papa sino, también por la persona del santo padre. Y nuestro presidente entiende que la manera de ser cristiano es el servicio a los demás, en particular a los pobres y esto le emociona mucho. Y el papa Francisco de una manera muy clara, directa y comprensible dice que el servicio a los demás es el modo de concretizar la fe cristiana.
Indican desde Bolivia que el gobierno estaría involucrado de alguna manera con la creación de una Iglesia nacional, la Iglesia Católica Apostólica Renovada del nuevo Estado Plurinacional de Bolivia. ¿Cómo superar esta dificultad?
--De la Riva: Yo he realizado una investigación sobre este tema y mi respuesta es que no hay indicios de que el Gobierno esté detrás de esta Iglesia. Pero también debo decirle que después de dicha investigación con gente responsable, el obispo de Oruro, monseñor, Cristóbal Bialasik, dijo públicamente que detrás estaba en gobierno. En esta situación estamos. En su debido momento estoy seguro que la Cancillería de Bolivia se expresará sobre el tema.
El presidente Morales propone los cultos ancestrales, definido por algunos de panteísmo y de otro está su convicción de ser católico. ¿Cómo conciliar dichos elementos?
--De la Riva: De hecho en varias ocasiones el presidente Morales ha afirmado que él es católico. Con esas celebraciones que ha hecho en Tiwanaku, etc. yo poenso que lo que en realidad él está queriendo es valorizar, retomar el tema cultural profundo que está en Bolivia, que siempre fue marginado y apagado. Pero claro es una situación controvertida.
Cómo surgió este pedido de entrevista?
--De la Riva. El presidente Morales solicitó a Cancillería una audiencia con el papa y el señor canciller me llamó para tramitarla aquí. De hecho el papa Francisco a mi me habló bien del presidente Morales y pienso que esto posiblemente le alentó a pedir una audiencia. Y después en Río, al finalizar la JMJ, cuando el presidente Morales saludó al papa Francisco hablaron del tema: el presidente le dijo “Francisco ya lo he pedido, quiero ir a visitarle” y el papa le dijo “por supuesto”.
16.08.13






Egipto: el papa sigue la situación con preocupación y oración e invita al diálogo
Al menos 40 templos quemados. Iglesia ortodoxa copta apoya al ejército e instituciones y acusa a grupos terroristas por los ataques
Por Redacción
CIUDAD DEL VATICANO, 17 de agosto de 2013 (Zenit.org) - “El Papa Francisco sigue con creciente preocupación las graves noticias que llegan de Egipto, perseverando en la oración para que cese la violencia y con el anhelo de que las partes elijan el camino del diálogo y la reconciliación”
Lo indicó hoy el vicedirector de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el padre Ciro Benedettini, que recordó el apelo a la paz que el santo padre pronunció en la solemnidad de la Asunción de María a quien invocó como Reina de la Paz, y cuando aseguró sus oraciones por las víctimas y sus familiares, así como por los heridos y cuantos sufren.
De otro lado, el portavoz de los obispos católicos de Egipto, padre Rafiq Greiche, ante los micrófonos de Radio Vaticano aseguró que el apelo a la paz y el diálogo en Egipto, que el Santo Padre dirigió en la solemnidad de la Asunción de María fue recibido con profundo aprecio y gratitud por todos los egipcios, cristianos y musulmanes.
“Sí, todos los católicos pero también los ortodoxos y los musulmanes, apenas el Papa terminó de hablar en el rezo del ángelus, publicaron enseguida sus palabras en todos los medios: diarios, sitios web... ¡Como si todos hubieran estado esperando las palabras del papa! En especial, los católicos, sintieron la cercanía del papa, que reza por ellos y que anhela infundirles esperanza, es lo que necesitamos verdaderamente”.
Según los datos publicados por Radio Vaticano en Egipto han sido quemadas 40 iglesias – 10 católicas y 30 entre copto ortodoxas, protestantes y greco-ortodoxas.
La Iglesia ortodoxa copta de Egipto entretanto ha señalado con un comunicado público que está siguiendo de cerca «los lamentables incidentes ocurridos en esta nación» y confirma “su firme postura contra todo tipo de violencia, en el respeto de la ley, de las fuerzas armadas y de todas las instituciones del pueblo egipcio, para detener la violenta acción de organizaciones armadas y de oscuros terroristas, tanto internos como externos, con ataques contra oficinas gubernamentales, así como contra las iglesias pacíficas, que están aterrorizando a los ciudadanos tanto coptos como musulmanes”.
Tras hacer hincapié en que “estas acciones están en contra de todas las religiones, de la moralidad y de la humanidad”, la Iglesia Ortodoxa Copta de Egipto, junto con su “satisfacción por la postura de los países amigos y leales, que entienden la naturaleza de esta serie de acontecimientos», denuncia «enérgicamente la información errónea que se transmite en algunos medios de comunicación occidentales”.
E invitó a “enfocar los acontecimientos de forma realmente objetiva», y a no “legitimar las sangrientas organizaciones terroristas y todos sus afiliados con el apoyo internacional y el amparo político, mientras que lo que están tratando de difundir es devastación y destrucción”, el comunicado de la Iglesia Ortodoxa Copta de Egipto, pide además “que los medios de comunicación internacionales y occidentales informen con atención a los hechos, con exactitud, veracidad y honestidad”.
El arzobispo de Marsella y presidente de la Conferencia Episcopal de Francia, Georges Pontier, encambio envió hoy una misiva al su beatitud Ibrahim Isaac Sidrak, patriarca copto católico de Alejandría. “Conocemos las dificultades que atraviesa vuestro pueblo y somos conscientes de los duros sufrimientos que sufren muchos egipcios”. Por ello “les aseguro mis proximidad y oraciones, así como la de los católicos de Francia. Y le pido a Dios que os preserve en la esperanza”. El arzobispo pide transmitir su mensaje a Tawadros II, papa de Alejandría y patriarca de la Sede de San Marcos.
Desde Cuba, la agencia oficial de noticias Prensa Latina, ha denunciado que su corresponsal Pablo Osoria, junto a su camarógrafo, fueron arrestados por el ejército cuando daban cobertura a las manifestaciones populares contra el derrocamiento del expresidente Mohamed Mursi.
17.08.13




El papa enví­a un mensaje al Congreso Misionero de Argentina
Les agradece el celo apostólico que tienen e invita "a salir de sí­ mismos e ir a las periferias" estando "libres de la tentación de la comodidad"
Por Redacción
ROMA, 19 de agosto de 2013 (Zenit.org) - El IV Congreso Misionero Nacional, que inició hoy en Argentina y durará hasta el lunes 19, se abrió con un mensaje del papa Francisco, “a todos los participantes”, a quienes les hizo llegar: "un afectuoso saludo con mis mejores deseos y mis bendiciones”.
El evento reúne a mil congresistas de distintas regiones del país, de los cuales 90 son niños que tendrán un espacio para tareas y juegos, guiados por los integrantes de la Infancia y Adolescencia Misionera.
El congreso que presenta un clima festivo, según indican los medios locales, cuenta con  con la presencia de representantes de Brasil, Venezuela, México, Guatemala, Ecuador, Salvador, España, Italia y Rumania.
“Gracias por el trabajo que hacen, gracias por el celo apostólico que demuestran. Deseo que este congreso les ayude a crecer en la misionariedad. Les anime a salir de sí mismos e ir a las periferias, periferias geográficas y a las existenciales, para anunciar a Jesús y hacer conocer su mensaje”, exhortó el santo padre a los misioneros allí reunidos.
Y les ha deseado que “Espíritu Santo les dé fuerza y los haga corajosos, sin miedo y con valentía. Que los libre de la tentación de la comodidad”.
Francisco precisó: “Durante estos días estaré cercano a ustedes unido en la oración y en la eucaristía. Les pido, por favor, que recen por mí. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide”. 
En el Año de la Fe y en el Año Diocesano de la Juventud en Catamarca, el congreso ha tomado el lema: “Argentina Misionera, comparte tu Fe”.
Participan en este evento, Mons. Mario Antonio Cargnello, arzobispo de Salta y miembro de la Comisión Ejecutiva del Episcopado Argentino (CEA); Mons. Vicente Bokalic Iglic, obispo auxiliar de Buenos Aires y presidente de la Comisión Episcopal de Misiones; Mons. Juan Horacio Suárez, obispo de Gregorio de Laferrére y miembro de la Comisión Episcopal de Misiones; Mons. Joaquín Gimeno Lahoz, obispo de Comodoro Rivadavia y miembro de la Comisión Episcopal de Misiones y de la Comisión Episcopal de Pastoral Aborigen; Mons. José Slaby, obispo prelado de Esquel y miembro Comisión Episcopal de Misiones; Mons. Jorge Eduardo Lozano, obispo de Gualeguaychú y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social; y el obispo de Catamarca, Mons. Luis Urbanc. Presentes también dos obispos de Brasil y uno de Venezuela.. 
 18.08.13





El papa Francisco: No puede haber paz sin diálogo
Palabras del santo padre a los jóvenes de un colegio japonés
Por Redacción
CIUDAD DEL VATICANO, 21 de agosto de 2013 (Zenit.org) - El Papa Francisco recibió hoy a un grupo de estudiantes y profesores del colegio japonés Seibu Gauken Bunri Junior High School, de Tokyo. En total fueron unos 200 estudiantes de 15 años y 15 profesores. En este breve encuentro en el patio de San Dámaso, el Santo Padre invitó a los jóvenes a encontrar a otras personas, a otras culturas, a crecer, a no aislarse, a emprender una aventura muy linda que es dialogar. Por que “no puede haber paz sin diálogo”.
Palabras del Papa a los estudiantes japoneses:¡Buenos días!
Se ve que entienden el italiano… ¡Les saludo!

Es un gusto para mí esta visita. Espero que para ustedes este viaje sea muy fructífero ya que conocer a otras personas, a otras culturas nos hace siempre mucho bien: Nos hace crecer.
 Y esto, ¿por qué? Porque si estamos aislados en nosotros mismos, tenemos sólo aquello que tenemos, no podemos crecer culturalmente. En cambio, si vamos a encontrar a otras personas, a otras culturas, otras formas de pensar, otras religiones, salimos de nosotros mismos y comenzamos aquella aventura tan bella que se llama “diálogo”.
El diálogo es muy importante para la propia madurez, porque al confrontarse con otra persona, con otras culturas, también al confrontarse sanamente con las otras religiones uno crece, madura.
Es verdad que existe un riesgo: que si uno se cierra al diálogo y se enoja, puede pelear y el peligro es el de pelear. Y eso no está bien, porque nosotros dialogamos para encontrarnos, y no para pelear.
Y ¿cuál es la actitud más profunda que debemos tener para dialogar y no pelear? La mansedumbre. La capacidad de encontrar personas, de encontrar culturas en paz. La capacidad de hacer preguntas inteligentes: “¿Por qué piensas que es así? ¿Por qué esta cultura es así?”.
Hay que escuchar a los otros y después hablar. Primero escuchar, luego hablar. Esto es mansedumbre. Y si tú no piensas como yo … “pero, sabes, yo pienso diferente, tú a mí no me convences, pero igual somos amigos; he escuchado como piensas y tú has escuchado como pienso”.
Y ¿saben una cosa?, ¿una cosa importante?, este diálogo es aquel que permite la paz. No puede haber paz sin diálogo. Todas las guerras, todas las luchas, todos los problemas que no se resuelven, que hay y existen es por falta de diálogo.
Cuando hay un problema, diálogo: aquello produce la paz. Y esto es lo que deseo a ustedes en este viaje de diálogo, que sepan dialogar… “Ah, cómo piensa esta cultura, que bello esto, esto no me gusta”, pero dialogando. Y así se crece. Les deseo esto y un buen viaje por Roma. Les deseo lo mejor para todos, para su escuela y sus familias: que Dios les bendiga a todos. Gracias. 
22.08.13




¿Hola, quien habla? Soy Francisco, podemos tutearnos'
El papa llama por teléfono a un estudiante universitario italiano que le escribió una carta
Por Redacción
ROMA, 22 de agosto de 2013 (Zenit.org) - Un joven de 19 años que entregó una carta para el papa Francisco durante una visita a Castel Gandolfo, fue contactado telefónicamente por el santo padre. Francisco conversó ocho minutos con el muchacho y definió ese día como el más lindo de su vida.
Stefano Cabizza, estudiante de ingeniería de 19 años, apasionado de fútbol y residente en la ciudad veneta de Padua, se quedó casi mudo cuando el papa le llamó por teléfono. Lo reporta el diario Il Gazzettino, del noreste de Italia, a quien el joven indicó que “nos hemos reído y bromeado por unos ocho minutos. Me llamó ayer hacia las 17 horas, y me había buscado antes pero no me había encontrado.
 “Me dijo que lo podía tutearlo precisando: '¿Crees que los apóstoles lo llamaran de Ud. a Jesús? ¿O lo llamarían excelencia? Eran todos amigos como lo somos tú y yo, y a mis amigos les llamo del tú”. 
"Y visto mi que nombre es Stefano que le rezara a san Esteban y que rezara también por él. Me dio su bendición y sentí crecer una gran fuerza. Claramente fue el día más lindo de mi vida”.
 “He querido hablar de esta experiencia fantástica solamente para dar a conocer este gesto de gran humildad y cercanía del papa Francisco hacia hosotros los jóvenes”, explicó Stefano con gran emoción.
23.08.13





Francisco muy activo a pesar de que casi todos están en vacaciones de verano
Un nombramiento, una audiencia con el padre 'Pepe' y el anuncio de la visita al centro de refugiados Astall
CIUDAD DEL VATICANO, 24 de agosto de 2013 (Zenit.org) - Una audiencia privada, un nombramiento y el anuncio de una visita el 10 de septiembre al Centro Astalli. El verano del papa Francisco sigue lleno de empeños laborales. Esta mañana el santo padre ha nombrado al nuevo secretario adjunto del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica, el obispo Giuseppe Sciacca, hasta ahora secretario general de la Gobernación del Estado del Vaticano. Después ha recibido en el Vaticano, al padre José María 'Pepe' Di Paola, párroco de la Villa 21, llamado también 'el cura antidrogas' en donde realizó una labor para ayudar la integración de sus habitantes y el anuncio que el 10 de septiembre irá a visitar una estructura de acogida de refugiados, el Centro Astalli.
Fue Bergoglio cuanto era arzobispo de Buenos Aires, quien le acercó a esta misión al padre Di Paola, que fue tomada por el sacerdote como una vocación especial de apostolado con los olvidados, viviendo como un vecino más junto a un grupo de sacerdotes. Hoy está trabajando además en la villa de San Martín en el Gran Buenos Aires.
No es difícil imaginar el afecto del pontífice hacia este sacerdote y la emoción del parroco de la Villa 21 al encontrar a Bergoglio como papa.
En el Meeting de Rimini para la Amistad entre los Pueblos, organizado por Comunión y Liberación, el miércoles el 'cura antidroga' contó su experiencia, y a ZENIT en una entrevista le relató algunos hechos inéditos sobre la labor y el apoyo que Bergoglio les dio en los momentos difíciles. Entre estos cuando los narcotraficantes le amenazaron de muerte. Ver la entrevista 
Y siempre en la mañana de este sábado, fue confirmado que el santo padre visitará el 10 de septiembre en Roma, el Centro Astalli, estructura que asiste a los refugiados y a quienes piden asilo.
“El papa fue invitado y respondió personalmente que iba a venir. Ahora todo esto se realiza”, declaró a la Radio Vaticano el presidente de la estructura, el padre jesuita Giovanni La Manna. La visita se realizará seguramente de manera privada, como sucedió en el viaje a Lampedusa, lo que excluye todas las participaciones y protocolos de las visitas oficiales, si bien estos aspectos se están aún definiendo.
“Es muy probable -añade la noticia- que en el estilo que lo distingue, el papa Francisco saludará personalmente a los inmigrantes que frecuentan el comedor y las otras estructuras del Centro Astalli”. E indicó que “el santo padre podrá encontrar a tantos refugiados que llegaron a Roma”, personas “que necesitan comer, ducharse, encontrar a un médico, recibir una medicina, asistencia legal y social...”.
“El gesto del papa de ir a esta estructura que se encuentra en el corazón de Roma, será por lo tanto “un signo de continuidad y cercanía a las personas que se ven obligadas a dejar su propio país a causa de guerras y persecuciones”, añadió el sacerdote. Y concluyó: “El papa fue claro, necesitamos testimonios y no maestros”
24.08.13




El papa en el ángelus: 'No tengamos miedo de entrar por la puerta de la fe en Jesús'
Apelo a la comunidad internacional por la situación en Siria. Las terribles imágenes piden callar el ruido de las armas
Por Redacción
CIUDAD DEL VATICANO, 25 de agosto de 2013 (Zenit.org) - Ante una plaza de San Pedro repleta como no se veía desde el inicio del verano, en este domingo un poco más fresco y que coincide con la finalización del período de vacaciones en Europa, el papa Francisco se dirigió a la multitud.
“¡Queridos hermanos y hermanas! El evangelio de hoy nos invita a reflexionar sobre el tema de la salvación. Jesús iba desde Galilea hacia la ciudad de Jerusalén y a lo largo del camino un tal -cuenta en evangelista Luca- se le acerca y le pregunta “¿Señor son pocos quienes se salvan?”.
Jesús no responde directamente a la pregunta: no es importante saber cuantos se salvan, sino más bien saber cuál es el camino de la salvación. Y entonces Jesús a la pregunta responde diciendo: 'Esfuércense de entrar por la puerta estrecha, porque muchos intentarán entrar pero no lo lograrán'. ¿Qué nos quiere decir Jesús? ¿Cuál es la puerta por la que tenemos que entrar? ¿Por qué Jesús habla de una puerta angosta?
La imagen de la puerta retorna varias veces en el evangelio y nos evoca aquella de la casa, del hogar en donde encontramos seguridad, amor, calor. Jesús dice que es una puerta que nos hace entrar en la familia de Dios, en el calor de la casa de Dios, de la comunión con Él. Aquella puerta es el mismo Jesús.
Él es el camino a la salvación, Él nos conduce al Padre. Y la puerta que es Jesús nunca estácerrada, está abierta siempre a todos sin distinción, sin exclusión, sin privilegios.
Porque saben, Jesús no excluye a nadie. Alguien podrá decir, 'Padre seguramente yo estoy excluido porque soy un gran pecador, he hecho cosas feas, tantas en la vida'. No, no estás excluido, justamente eres el preferido, porque Jesús prefiere a los pecadores, siempre, para perdonarlos, amarlos. Jesús te está esperando para abrazarte, para perdonarte. No tengas miedo, Él te espera. Anímate, toma coraje para entrar por su puerta.
Todos están invitados a entrar por ésta puerta, a entrar por la puerta de la fe, a entrar en su vida y a hacerlo entrar en nuestra vida, de manera que Él la transforme, la renueve, de dones, de gozo pleno y duradero.
Hoy en día pasamos delante de tantas puertas que nos invitan a entrar, prometiéndonos una felicidad y después nos damos cuenta que dura un instante, que se acaba en si misma y no tiene futuro. Pero yo les pregunto ¿Nosotros por cuál puerta queremos entrar? ¿Y a quién queremos hacer entrar por la puerta de nuestra vida?
Querría decir con fuerza: no tengamos miedo de entrar por la puerta de la fe en Jesús, de dejarlo entrar siempre más en nuestra vida, de salir de nuestros egoísmos, de nuestros cierres, de nuestras indiferencias hacia los demás.
Porque Jesús ilumina nuestra vida como una luz que no se apaga más, no es como un fuego de artificio, no es un flash, es una luz tranquila que dura siempre, y nos da paz. Así es la luz que encontramos si entramos por la puerta de Jesús.
Claro, la de Jesús es una puerta angosta, no porque sea una sala de tortura, no por ello, sino porque nos pide abrir nuestro corazón a Él, de reconocernos pecadores, necesitados de su salvación, de su perdón, de su amor, de tener la humildad de acoger su misericordia y hacernos renovar por Él.
Jesús en el evangelio nos dice que ser cristianos no es tener una etiqueta. Yo les pregunto a ustedes, ¿Ustedes son cristianos de etiqueta o de verdad? Y cada uno se responda dentro. Eh... Nunca cristianos de etiqueta, cristianos de verdad y de corazón. Ser cristiano es vivir y testimoniar la fe en la oración, en las obras de caridad, en la promoción de la justicia, cumpliendo el bien. Por la puerta angosta que es Cristo tiene que pasar toda nuestra vida.
A la Virgen María, Puerta del Cielo, pedimos que nos ayude a entrar por la puerta de la fe y a dejar que su Hijo trasforme nuestra existencia como ha trasformado la suya para llevar a todos la alegría del evangelio”.
A este punto el papa Francisco reza la oración del ángelus, da la bendición y a continuación hace un apelo por Siria.
“Con gran sufrimiento y preocupación estoy siguiendo la situación de Siria. El aumento de la violencia en una guerra entre hermanos, con la multiplicación de masacres y actos atroces que todos hemos podido ver también en las terribles imágenes de estos días, me lleva nuevamente a levantar la voz para que se detenga el ruido de las armas.
No es el choque que ofrece perspectivas de esperanza para resolver los problemas, pero la capacidad de encuentro y de diálogo.
Desde lo profundo de mi corazón, querría manifestar mi cercanía con la oración y la solidaridad a todas las víctimas de este conflicto, a todos los que sufren, especialmente a los niños, e invitar a tener siempre encendida la esperanza de paz.
Hago un apelo a la comunidad internacional para que se muestre más sensible hacia aquella trágica situación y ponga todo su empeño para ayudar a la querida nación siria a encontrar una solución a una guerra que siembra destrucción y muerte.
Todos juntos recemos a la Virgen Reina de la Paz: María Reina de la Paz ruega por Saludo con afecto a todos los peregrinos presentes: a las familias, a los numerosos grupos, a la Asociación Albergoni.
En particular saludo a las monjas Maestras de San Dorotea, a los jóvenes de Verona, Siracusa, Nave, Módica y Trento; a los que reciben la Confirmación en la Unidad Pastoral de Angano y Val Liona; a los seminaristas y a los sacerdotes del Pontifical North American College; a los trabajadores de Cúneo y a los peregrinos de Verrua Po, San Zeno Naviglio, Urago d’Oglio, Varano Borghi y San Pablo de Brasil. Para muchos, estos días marcan la finalización de las vacaciones de verano. Les deseo a todos un retorno sereno y empeñado a la normal vida cotidiana, mirando al futuro con esperanza.
A todos les deseo un buen domingo, una buena semana, un buen almuerzo y 'arrivederci'”
Francisco 'está con mucha energía y con mucha fuerza. Lo veo rejuvenecido'
Lo indicó el sacerdote argentino 'Pepe' di Paola tras ser recibido por el papa en el Vaticano
Por Redacción
CIUDAD DEL VATICANO, 25 de agosto de 2013 (Zenit.org) - El papa Francisco recibió este sábado 24 en el Vaticano al padre José María 'Pepe' Di Paola, sacerdote argentino, 51, dedicado al trabajo social en las 'villas miserias' en donde trabaja para la evangelización e integración de sus habitantes.
“Fue extraño verlo así, pero al mismo fue tiempo muy emocionante verlo como papa. Está muy bien, con mucha energía y con mucha fuerza. Lo veo rejuvenecido” indicó el sacerdote entrevistado por el programa 105 de la Radio Vaticano.
Precisó que no le parece que el papa tenga nostalgias de Buenos Aires, porque “creo que él sabe cual es su presente” aunque “no se olvida de sus raíces”. y contó: “Traje un termo y tomamos mate”.
Consideró que fundamentalmente lo ha visto igual. Y recordó que en Buenos Aires, cuando Bergoglio trabajaba en la curia “nos venía a recibir con simplicidad, tenía un escritorio y nada más, y después nos acompañaba personalmente para despedirnos”. Y precisó que con “esta simplicidad se ve también en el Vaticano”.
O sea “no un príncipe de la Iglesia, sino un servidor de la Iglesia. Y esta característica estuvo siempre muy presente en su persona”. En sustencia “lo veo igual, con mucha energía y con muchas ganas de hacer. Lo veo revitalizado”.
El párroco de Villa 21 contó que trajo muchas cartas sin haber hecho ninguna publicidad. También un libro que ha escrito el grupo de recuperación de toxicodependientes de la Villa 21, “pues no se han olvidado que él fue fundador, porque lavó los piés a 12 jóvenes el jueves santo de hace cinco años”. Entre las cartas, dos son de esos jóvenes, que hoy tienen trabajo, familia y le están eternamente agradecidos al papa.
Precisó que el santo padre quiere que sigan trabajando en las periferias y que inviten a otros sacerdotes a realizar su labor allí.
Una curiosidad es que el padre 'Pepe' que es hincha del equipo de fútbol Huracán, le llevó una camiseta de este rival histórico, el San Lorenzo de Almagro, seguido por el papa Francisco. Y comentó que “su generosidad ha llegado hasta allí”, la ha aceptado.
El párroco de la Villa 21, interrogado sobre si el papa entiende bastante de fútbol, indicó “Sí, y lo aplica a la Iglesia. El papa es un buen director técnico...”
25.08.13




'En la vida les propondrán frenar vuestro camino. Por favor: ¡vayan contracorriente!'
El papa Francisco recibe a los jóvenes de la diócesis de Piacenza: ¡Hagan ruido, donde hay jóvenes tiene que haber ruido!
Por H. Sergio Mora
CIUDAD DEL VATICANO, 28 de agosto de 2013 (Zenit.org) - Desde enero los jóvenes de las parroquias de la diócesis de Piacenza, en el norte de Italia, habían combinado venir a Roma por el Año de la Fe.
De un lado, los papás vinieron a Roma en una peregrinación de cuatro días para visitar los principales santuarios y monumentos relacionados con la fe. De otro lado, los jóvenes que llegaron a pasar el día. Estaba planeado que fueran tres autobuses, pero al saber que iba a haber audiencia con el papa Franciso en total vinieron 10 autobuses llenos.
Como en el Vaticano este miércoles no había audiencia, el obispo le pidió al papa Francisco un saludo, y a las 16 horas, en el altar de la Cátedra, situado al fondo de la basílica de San Pedro, el papa recibió a estos más de 500 jóvenes y a los 150 papás que habían venido en peregrinación.
El obispo de la diócesis de Piacenza Gianni Ambrosio, le dijo al santo padre: “Los fieles me han pedido que le llame: 'carissimo papa Francesco' “y yo lo hago con placer”.
“Gracias -inició el papa Francisco- por esta visita. El obispo dijo que yo hice un gran gesto al venir aquí”. Y bromeó que en realidad lo hacía por egoísmo: “¿Saben por qué?, porque me gusta estar con ustedes. Me gusta estar con los jóvenes, porque ustedes tienen adentro de su corazón una promesa de esperanza. Ustedes son portadores de esperanza. Ustedes viven en el presente, miran al futuro, son artífices del futuro, artesanos del futuro. Y esta es vuestra alegría, y es también vuestra responsabilidad, volverse artesanos del futuro”. Y contó que aveces le dicen: “'Pero padre que feos tiempos estos, no se puede hacer nada'. Cómo que no se puede hacer nada. Y les explico que se puede hacer tanto. Pero cuando un joven me dice: 'Que malos tiempos estos, padre no se puede hacer nada' lo mando a lo de un psiquiatra”.
Todos los presentes se rieron y aplaudieron y el santo padre prosiguió: “No se entiende que un joven o una muchacha no quiera apostar por los grandes ideales, grandes, para el futuro. Después harán lo que puedan, pero el desafío es de las cosas grandes y bellas".
E interrogó: “¿Por qué? Porque dentro de ustedes, tienen ganas de tres cosas, primero: ganas de belleza, y cuando ustedes hacen música, teatro, pintura, cosas bellas, están buscando esa belleza; sean ricos buscadores de belleza. Segundo, ustedes son profetas de bondad, a ustedes le gusta la bondad, ser buenos, y esta bondad es contagiosa. Y tercero ustedes tienen sed de verdad, busquen la verdad".
E indicó que alguno podrá decir: 'Ah Padre yo ya tengo la verdad'. Y Francisco respondió: "Te equivocas, porque la verdad no se tiene, la verdad se encuentra. Es un encuentro con la verdad, hay que buscarla”.
Y precisó que estas tres ganas que tienen los jóvenes "hay que llevarlas adelante, hay que hacer el futuro con la belleza, la bondad y la verdad. Este es el desafío de ustedes”.
Indicó entretanto que no sucede “si ustedes son perezosos, o están tristes. ¡Qué cosa fea  un joven triste! Si son tristes, esa belleza no será belleza, esa bondad no será bondad y la verdad será alguna otra cosa”.
Por ello invitó a “aposta en los grandes ideales, los ideales de construir un mundo de bondad, de belleza y verdad. Esto ustedes pueden hacerlo, ustedes tienen el poder de hacerlo. Si no lo hacen es por pereza”.
“Y quería decirles --prosiguió el papa-- coraje, vayan adelante, hagan ruido, donde hay jóvenes tiene que haber ruido, después nos regularemos. Las ilusiones de un joven hacen ruido siempre, vayan adelante”.
Y advirtió: “Siempre en la vida habrá gente que les hará propuestas para frenar, para frenar vuestro camino. Por favor, ¡vayan contracorriente, estén llenos de coraje, vayan contracorriente!”.
“Y que habrá quien dice: 'tomo un poco de alcohol, de droga y voy adelante'. ¡No!, vayan contra la corriente de esta civilización que nos está haciendo tanto mal, ¿lo han entendido?, ir contracorriente, y esto significa ir adelante pero con los valores de la belleza, de la bondad y de la verdad”.
Hacia la conclusión les dijo: “Quiero darle la bendición, pero antes le rezaremos a la Virgen todos juntos, le rezaremos a la Virgen que es la madre de la belleza, de la bondad y de la verdad, que nos de esta gracia del coraje. ¡Porque la Virgen tenía mucho coraje, tenía coraje esta mujer” y añadió: “Pidámosle a Ella que es nuestra madre en el cielo, que nos de la gracia de ir contracorriente”.
El santo padre le pidió a los presentes que se queden así sentados como estaban y rezaron todos juntos un Ave María.
Al concluir, les dijo: “Y les pido que rezen por mi, porque este trabajo es insalubre, no hace bien...” A este punto los presentes estallaron en aplausos.
También cantaron un viejo canto portugués, “Sou feliz, Senhor, porque tu vais comigo: vamos lado a lado, es meu melhor amigo”.
A la salida el papa Francisco fue saludando y deteniéndose. En un momento al acercarse a una de las salidas, vio que quedaban personas por otra parte, entonces volvió para atrás y saludó a quienes faltaban.
Desde allí partió a la Iglesia de San Agustín en donde participará a la apertura del capítulo de la orden agustiniana.
28.08.13






Francisco convoca a jornada de ayuno y oración por la paz en el mundo
La extiende a todas las religiones y a los no creyentes, porque la paz supera todas las barreras
Por Redacción
CIUDAD DEL VATICANO, 01 de septiembre de 2013 (Zenit.org) - El papa Francisco hoy antes de rezar la oración del ángelus en la plaza de San Pedro, realizó un fuerte apelo y convocó a una jornada de ayuno por la paz en Siria y en el mundo, que se celebrará el próximo sábado 7 de septiembre.
"¡Qué no haya más guerras!” dijo, porque “la paz es un don demasiado precioso que tiene que ser promovido y protegido".
Extendió el apelo a los católicos, a los cristianos de otras confesiones, a todos los hombres que creen en Dios, e incluso a los no creyentes, "porque la paz supera cualquier barrera". Y a los fieles de otras religiones les invitó a celebrar sus liturgias por esta intención. Y recordó con conmoción, que "La guerra sólo engendra más guerra y la violencia más violencia".
El papa exhorto también a la comunidad internacional a realizar un esfuerzo para promover, iniciativas claras por la paz en Siria, basadas en el diálogo y la negociación. Y pidió apoyo a los operadores humanitarios que trabajan en dicho país. Recordó: “¡Hay un juicio de Dios y también un juicio de la historia sobre nuestras acciones del que no se puede huir!”. E invocó “¡Ayúdanos María a superar este difícil momento y a empeñarnos cada día, en cada ambiente, a una auténtica cultura del encuentro y de la paz!”.
A continuación les proponemos las palabras del papa.
“Queridos hermanos y hermanas, buen día.
Hoy quiero hacerme intérprete del grito que sube desde cada parte de la tierra, desde cada pueblo, del corazón de cada uno, de la única gran familia que es la humanidad, con angustia creciente: es el grito de la paz.
Es el grito que dice con fuerza: queremos un mundo de paz. Queremos ser hombres y mujeres de paz. Queremos que en esta sociedad nuestra, destrozada por divisiones y conflictos estalle la paz.
¡Nunca más la guerra, nunca más la guerra! La paz es un don demasiado precisos que tiene que ser promovido y protegido.
Vivo con particular sufrimiento y preocupación las diversas situaciones de conflicto que hay en nuestro mundo, pero en estos días mi corazón está profundamente herido por lo que está sucediendo en Siria y angustiado por las dramáticas perspectivas que se prospectan.
Dirijo un fuerte apelo por la paz, un apelo que nace del interior de nosotros mismos. ¡Cuánto sufrimiento, cuánta devastación, cuánto dolor llevó y lleva el uso de las armas en este martirizado país. Especialmente entre la población civil e inerme. Pensemos a los niños no podrán ver la luz del futuro.
Con particular firmeza condeno el uso de las armas químicas. Les digo que conservo aún fijas en la mente y en el corazón las terribles imágenes que vi en los días pasado. ¡Hay un juicio de Dios y también un juicio de la historia sobre nuestras acciones del que no se puede huir!
El uso de la violencia nunca trae la paz. La guerra engendra guerra, la violencia engendra violencia. Con toda mi fuerza pido a las partes en conflicto que escuchen la voz de la propia conciencia, de no cerrarse en los intereses propios, pero que miren al otro como a un hermano y que tomen posición con decisión el camino del encuentro y del negociado, superando la ciega contraposición.
Con la misma fuerza exhorto también a la comunidad internacional de manera que haga un esfuerzo para promover, sin ulterior indulgencia, iniciativas claras por la paz en ese país, basadas en el diálogo y la negociación, en el bien de la población siria. No sea ahorrado ningún esfuerzo para garantizar asistencia humanitaria a quien fue golpeado por este terrible conflicto. En particular a los desplazados en el país y a los numerosos prófugos en los países vecinos. A los operadores humanitarios empeñados en aliviar el sufrimiento de la población, le sea asegurada la posibilidad de dar la ayuda necesaria.
¿Qué podemos hacer nosotros por la paz en el mundo? Como decía el papa Juan, a todos nos corresponde la tarea de recomponer la relación de convivencia en la justicia y el amor. Una cadena de empeño por la paz una a todos los hombre y mujeres de buena voluntad.
Y hago una fuerte e insistente invitación a toda la Iglesia católica y también la extiendo a los cristianos de otras confesiones, a los hombres y mujeres de cada religión, y también a los hermanos y hermanas que no creen. La paz es un bien que supera cualquier las barrera porque es un bien de toda la humanidad.
Repito en alta voz: No es la cultura del enfrentamiento, la cultura del conflicto, la que construye la convivencia de los pueblos y entre los pueblos; sino aquella: la cultura del encuentro, la cultura del diálogo, esta es el único camino hacia la paz. El grito de paz se eleve alto para que llegue al corazón de todos, y todos depongan las armas y se dejen guiar del anhelo de paz.
Por esto, hermanos y hermanas, he decidido de convocar para toda la Iglesia, el 7 de septiembre próximo -vigilia de la Natividad de María Reina de la Paz- una jornada de ayuno y oración por la paz en Siria, en el Medio Oriente y en todo el mundo.
Y también invito a unirse a esta iniciativa, de la manera que considerarén más oportuna a los hermanos cristianos no católicos, a los que pertenecen a otras religiones y a los hombres de buena voluntad.
El 7 de septiembre en la plaza de San Pedro, aquí desde las 19 a las 24 horas, nos reuniremos en oración y en espíritu de penitencia para invocar de Dios este gran don en favor de la amada nación siria y por todas las situaciones de conflictos y violencias en el mundo.
La humanidad necesita ver gestos de paz y oír palabras de esperanza y de paz. Pido a todas las Iglesias particulares que además de vivir este día de ayuno, organicen algún acto litúrgico según esta intención.
A María le pedimos que nos ayude a responder a la violencia, al conflicto y a la guerra, con la fuerza del diálogo, la reconciliación y del amor. Ella es madre. Que ella nos ayude a encontrar la paz. Todos nosotros somos sus hijos. ¡Ayúdanos María a superar este difícil momento y a empeñarnos cada día, en cada ambiente, en una auténtica cultura del encuentro y de la paz.
María reina de la paz, ruega por nosotros. Todos: María reina de la paz ruega por nosotros".
02.09.13




El santo padre: 'No asesinemos al prójimo con chismes y habladurías
Recomenzaron en Santa Marta las misas cotidianas del papa con grupos de peregrinos y de personas
Por Redacción
CIUDAD DEL VATICANO, 02 de septiembre de 2013 (Zenit.org) - Donde está Dios no hay odio, envidia, celos ni tampoco los chismes o habladurías que 'asesinan' a los hermanos. Lo dijo hoy el papa Francisco en la homilía de su misa cotidiana en la residencia de Santa Marta, al retomar después de la pausa del verano europeo, la celebración de la santa misa con la presencia de grupos de personas y peregrinos.
El encuentro de Jesús con sus compatriotas de Nazaret, como lo narra el evangelio de hoy, estuvo en el centro de la homilía.
Francisco consideró que es una de las partes más dramáticas del evangelio en donde se puede ver cómo es nuestra alma, y como el viento puede hacerla girar hacia una parte o hacia otra.
El santo padre recuerda que en Nazaret “todos esperaban a Jesús. Querían encontrarlo” porque “habían escuchado lo que Jesús había hecho en Cafarnaún y los milagros”. Y cuando inicia la ceremonia “le piden al huésped que lea el libro. Jesús lo hace y lee el libro del profeta Isaías que era un poco la profecía sobre Él y por ello concluye la lectura diciendo: «Hoy se cumple esta escritura que ustedes han escuchado»”.
El papa recordó que después de una primera reacción positiva alguno movido por la polilla de la envidia comenzó a decir: “¿Dónde estudió éste? ¿No es el hijo de José? Y nosotros conocemos a toda su familia, ¿y en qué universidad estudió?”. Entonces pretendían que le hiciera un milagro: solamente después habrían creído. “Ellos querían el espectáculo”, pero “Jesús no era un artista”.
Jesús no hizo milagros en Nazaret y subrayó la poca fe de quien pedía el “espectáculo”. Entonces comenzaron a empujarlo para tirarlo por un barranco “por celos, por envidia”.
Pero no se trató de un evento de hace dos mil años atrás, evidenció el santo padre: “Esto sucede cada día, cada vez que se acoge a alguien hablando bien el primer día y después siempre menos hasta llegar a la habladuría, casi hasta “desollarlo”. Quien en una comunidad habla contra un hermano acaba por “querer asesinarlo” indicó el papa.
“El apóstol Juan” recordó el santo padre “nos dice esto: quien en su corazón odia a su hermano es un homicida” y añadió: “Nosotros estamos acostumbrados a los chismes, a las habladurías” y muchas veces transformamos a nuestras comunidades y también a nuestra familia en un “infierno” en donde se manifiesta esta forma de criminalidad que lleva a “asesinar al hermano y a la hermana con la lengua”.
“Para que haya paz en una comunidad -prosigue el papa- en una familia o en un país, en el mundo, tenemos que empezar a estar con el Señor. Porque donde está el Señor no hay envidia, no hay criminalidad, no hay celos, hay hermandad. Pidamos esto al Señor: nunca asesinar al prójimo con nuestra lengua y estar con el Señor, como estaremos todos nosotros en el cielo”.
03.09.13





El pontífice en Santa Marta: "la luz de Jesús no se impone, es humilde"
Y precisó que 'la luz del mundo es una luz artificial que nos hace soberbios y orgullosos'. Invitó a pedir el discernimiento del demonio disfrazado de ángel
Por Redacción
CIUDAD DEL VATICANO, 03 de septiembre de 2013 (Zenit.org) - El santo padre ha recordado esta mañana en la homilía de la misa celebrada en la residencia de Santa Marta que "siempre donde está Jesús hay humildad, amabilidad y amor". Y sobre la diferencia de la "luz tranquila" de Jesús que llega a nuestro corazón y la luz del mundo, una "luz artificial" que nos hace soberbios y orgullosos.
Haciendo referencia a las palabras de san Pablo dirigidas a las primeros discípulos de Jesús: 'Vosotros hermanos no sois de las tinieblas, sois todos hijos de la luz', el papa Francisco ha observado que esta luz 'no ha sido querida por el mundo'. Y ha subrayado que Jesús ha venido para salvarnos del pecado, "su luz nos salva de las tinieblas".
"Se puede conocer todo, se puede tener ciencia de todo y de esta luz sobre las cosas. Pero la luz de Jesús es otra cosa. No es una luz de la ignorancia, ¡no!, es una luz de conocimiento y sabiduría, pero es diferente de la luz del mundo.
"La luz que nos ofrece el mundo es una luz artificial, fuerte -quizás más fuerte es la de Jesús ¡eh!- fuerte como los fuegos artificiales, como el flash de las fotografías. Sin embargo la luz de Jesús es una luz suave, es una luz tranquila, es una luz de paz, es como la luz en la noche de Navidad; sin pretensiones", ha explicado el pontífice.
Ha continuado matizando que la luz de Jesús "no hace espectáculo, es una luz que viene al corazón". También ha advertido que es verdad que "el diablo muchas veces viene disfrazado de ángel de la luz: a él le gusta imitar a Jesús y se simula bueno, nos habla tranquilamente, como ha hablado a Jesús después del ayuno en el desierto". Por esto, el santo padre ha invitado a pedir la sabiduría del discernimiento para conocer cuándo es Jesús que nos da la luz y cuándo es el demonio disfrazado de ángel de la luz.
Así mismo, ha explicado que "la luz de Jesús podemos conocerla porque es una luz humilde, no es una luz que se impone: es humilde". Además de ser una luz "que te ofrece la Cruz. Si nosotros en nuestra luz interior somos hombres mansos, escuchamos la voz de Jesús en el corazón y miramos sin miedo la Cruz: esa es la luz de Jesús".
El papa Francisco ha indicado también cómo distinguir la luz de Jesús de la falsa: "Siempre donde está Jesús hay humildad, mansedumbre, amor y Cruz". Debemos por tanto ir detrás de Él "sin miedo", seguir su luz porque la luz de Jesús "es bella y hace bien".
Francisco ha finalizado recordando que "Jesús no necesita un ejército para expulsar los demonios, no necesita de la soberbia, no necesita de la fuerza, del orgullo. '¿Qué tiene su palabra? ¡Manda con autoridad y poder a los espíritus impuros, y ellos salen'. Esta es una palabra humilde, mansa, con mucho amor; es una palabra que nos acompaña en los momentos de Cruz. Pidamos al Señor que nos de hoy la gracia de su Luz y nos enseñe a distinguir cuándo la luz es de Él y cuándo es una luz artificial, hecha por el enemigo, para engañarnos".
 04.09.13





El papa alienta a los jóvenes a ser la esperanza del mundo
En la primera audiencia general tras el descanso del verano, Francisco invita además a participar en la jornada de ayuno y oración por la paz en Siria
Por Rocío Lancho García
CIUDAD DEL VATICANO, 04 de septiembre de 2013 (Zenit.org) - El santo padre Francisco ha retomado hoy las audiencias generales de los miércoles tras la pausa del mes de agosto. Un mes previsto para el descanso del pontífice en el que, aunque con menos compromisos en la agenda, ha seguido trabajando.
Esta mañana una gran multitud se ha reunido en la plaza de San Pedro para acompañarle y escuchar su catequesis. Jóvenes, grupos de parroquias, peregrinaciones de distintas partes del mundo, familias... Todos esperaban a Francisco en la plaza agitando sus banderas y animando la espera con cantos. El papa ha entrado en la plaza montado en el jeep blanco descubierto a las 10 de la mañana y durante media hora ha pasado por los pasillos saludando a los fieles, besando y bendiciendo a niños. También hoy, como en muchas otras ocasiones, una persona que estaba entre el público tenía un solideo blanco se lo ha dado al papa y el santo padre le entregó el que llevaba puesto. 
La de hoy ha sido la quinceava audiencia. En las catorce primeras - desde el 27 de marzo hasta el 26 de junio - han participado 825.000 fieles, tal y como informa la Prefectura de la Casa Pontificia. Este dato hace referencia solo a grupos y particulares que han enviado un petición de participación. Y al cual, por tanto, es necesario añadir el gran número de personas que cada miércoles acude a la audiencia general sin inscripción previa.
Ha pasado más de un mes, pero el santo padre ha querido hablar hoy sobre el viaje realizado en julio a Río de Janeiro en ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud y ha dado las gracias a Dios porque todo ha sido posible por su providencia. Así como a Nuestra Señora Aparecida por acompañarles durante todo el viaje. También ha tenido palabras de agradecimiento para todas las personas que hicieron posible que este evento tuvSobre el viaje a Brasil ha dado tres palabras clave: acogida, fiesta y misión. El pontífice ha señalado que por esta acogida "nacen uniones que permanecen sobre todo en la oración". Del mismo modo ha hablado de la fiesta subrayando que "sin el amor de Dios no hay verdadera fiesta". Y por último ha hecho referencia la misión, recordando que esta JMJ estaba marcada por un tema misionero 'id y haced discípulos a todas las naciones'. Y ha invitado a  los jóvenes a "salir de vosotros mismo, de cualquier cierre para llevar la luz y el amor de Evangelio a todos ¡hasta los extremos periféricos de la existencia!".
Y por eso el papa Francisco ha interpelado a los jóvenes preguntándoles "¿Queréis ser esperanza?, ¿queréis ser esperanza para la Iglesia?". Les ha invitado a abrir las puertas hacia un nuevo mundo de esperanza y les ha pedido "tenéis que ser esperanza para todos nosotros".  Finalmente les ha preguntado de nuevo"¿tenéis la valentía de acoger este desafío?". Los jóvenes presentes respondieron con fuerza un 'sí' y a coro, animados por el santo padre.
"Somos amados por Dios que es nuestro Padre y ha venido a salvarnos. Él siempre perdona porque es bueno y misericordioso" ha recordado Francisco.
A los peregrinos presentes de lengua española les ha dirigido estas palabras: "Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular al grupo de oficiales venidos desde Colombia, así como a los fieles provenientes de España, Argentina, México y los demás países latinoamericanos. Invito a todos a que la acogida, la fiesta y la misión vividas en Brasil no sean un mero recuerdo, sino el alma de nuestras vidas y comunidades. Gracias".
Al finalizar los saludos en las distintas lenguas, el santo padre ha hecho un llamamiento recordando que "el próximo sábado viviremos juntos una jornada especial de ayuno y de oración por la paz en Siria, en Oriente Medio, y en el mundo entero. Renuevo la invitación a toda la Iglesia a vivir con intensidad este día, y, desde ahora, expreso reconocimiento a los otros hermanos cristiano, a los hermanos de otras religiones y a los hombre y mujeres de buena voluntad que quieran unirse, en los lugares y en el modo propio, a este momento".  "La paz comienza en el corazón", ha recordado el santo padre y a continuación ha invitado a los fieles a participar en la vigilia de oración que iniciará en la plaza el sábado a las 19 horas, para pedir a Dios el gran don de la paz. "Se alce fuerte en toda la tierra el grito de la paz" ha exhortado Francisco.
 05.09.13




Papa Francisco: retornar a la sencillez del Evangelio, ese es el camino
Mensaje del santo padre a los carmelitas por el Capítulo general
Por Redacción
CIUDAD DEL VATICANO, 05 de septiembre de 2013 (Zenit.org) - El papa Francisco ha enviado un mensaje al padre Fernando Millán Romeral, prior general de la Orden de los Hermanos de la Beata Virgen María del Monte Carmelo en ocasión del Capítulo general.
El santo padre les indica: "La vuelta a la sencillez de una vida centrada sobre el Evangelio es el desafío para la renovación de la Iglesia, comunidad de fe que encuentra siempre recorridos nuevos para evangelizar el mundo en continua transformación". Les ha invitado a preguntarse: "¿Cómo es mi vida de contemplación?" y ha les advertido que "¡un carmelita sin esta vida contemplativa es un cuerpo muerto!".
El papa les ha dirigido esta palabra de ánimo y esperanza en "un momento de gracia y de renovación, que os llama a discernir la misión de la gloriosa orden carmelita". Y les ha recordado que "el antiguo carisma del Carmelo ha sido durante ocho siglos un don para toda la Iglesia, y todavía hoy continúa a ofrecer su peculiar contribución para la edificación del Cuerpo de Cristo y para mostrar al mundo el rostro luminoso y santo".
Las tres palabras clave que el papa ha dado en su carta han sido don, oración y misión. Sobre el don Francisco ha subrayado que "la Iglesia tiene la misión de llevar Cristo al mundo y por esto, como Madre y Maestra, invita a cada uno a acercarse a Él", recordando que en la liturgia carmelitana por la fiesta de la Virgen del Monte Carmelo contemplamos a María que está "junto a la Cruz de Cristo": "este es el lugar de la Iglesia: cerca de Cristo", señala el papa.
Reflexionado sobre los orígenes de la orden, el pontífice les indica:"Descubrirán también la vocación actual de ser profetas de esperanza. Y es precisamente en esta esperanza que serán regenerados. A menudo lo que aparece nuevo es algo muy antiguo iluminado por nueva luz".
El santo padre ha afirmado que la llamada a seguir a Cristo y de unirse a Él  es de vital importancia en este mundo tan desorientado porque, citando la Lumen Fidei, "cuando su llama se apaga también todas las otras luces terminan por perder su vigor".
En relación a la oración, Francisco cita a su predecesor Benedicto XVI cuando en el Capítulo general del 2007 de los carmelitas, les recordó que "el peregrinaje interior de fe hacia Dios inicia en la oración" y en Castel Gandolfo en agosto del 2010 les dijo: "Ustedes son quienes nos enseñan a rezar". A esto Francisco añade que la oración es el "camino real" que abre a las profundidades del misterio de Dios Uno y Trino, pero es también el camino obligado que serpentea en medio del pueblo de Dios que peregrinan en el mundo hacia la Tierra prometida. Del mismo modo, recuerda que la lectio divina "introduce a la conversación directa con el Señor y abre los tesoros de la sabiduría". 
Finalmente les ha hablado sobre la misión: "La vuestra es la misma misión de Jesús. Cada planificación, cada discusión sería poco útil, si el Capítulo no realizase sobre todo un camino de verdadera renovación". Del mismo modo les ha recordado que "no debemos  nunca olvidar que mismo si somos arrojados en aguas turbias y desconocidas, Él que nos llama a la misión nos dará también la valentía y la fuerza para realizarla".
Para concluir el papa Francisco ha dicho que "el testimonio del Carmelo en el pasado pertenece a la profunda tradición espiritual crecida en una de las grandes escuelas de oración. Éste ha suscitado también la valentía de hombres y mujeres que han afrontado el peligro y hasta la muerte". Y poniendo como ejemplo a santa Teresa Benedicta de la Cruz y del beato Titus Brandsma les ha preguntado: "¿Hoy, entre ustedes, se vive con el temple, con la valentía de estos santos?".
Al concluir ha pedido la Virgen María, Madre y Reina del Carmelo que "acompañe vuestros pasos y haga fecundos de frutos el camino cotidiano hacia el Monte de Dios".
06.09.13



Jesús, nos hace ver la relación entre Él y la Iglesia como una boda
En Santa Marta, el santo padre habla de la alegría de ser cristianos y de la tentación de echar la novedad del evangelio en odres viejos
CIUDAD DEL VATICANO, 06 de septiembre de 2013 (Zenit.org) - El matrimonio o la tentación de echar la novedad del Evangelio en odres viejos. Éstas son algunas de las ideas que han estado al centro en la homilía del papa Francisco Santa Marta de hoy.
"Cuando está el esposo no se puede ayunar, no se puede estar triste", ha recordado el santo padre. Hablando sobre el Evangelio de hoy, ha subrayado también que el Señor vuelve a menudo sobre esta imagen del esposo. Jesús, ha dicho, nos hace ver la relación entre Él y la Iglesia como una boda. "Pienso que este es precisamente el motivo más profundo por el que la Iglesia custodia tanto el sacramento del matrimonio y lo llama Sacramento grande, porque es precisamente la imagen de la unión de Cristo con la Iglesia".
Por eso Francisco se ha detenido sobre dos actitudes que el cristiano debería tener en estas bodas: sobre todo "la alegría, porque es una gran fiesta". Ha explicado que "el cristiano es fundamentalmente alegre. Y por esto al final del Evangelio, cuando llevan el vino, cuando habla del vino, me hace pensar en las bodas de Caná: y por esto Jesús ha hecho ese milagro; por eso la Virgen, cuando se ha dado cuenta que no había más vino, porque si no hay vino no hay fiesta... Imaginaba terminar las bodas, bebiendo el té o el zumo: no funciona.... es fiesta y la Virgen pide el milagro. Y así es la vida cristiana. La vida cristiana tiene esta actitud alegre, alegre de corazón".
Del mismo modo, ha señalado el papa que hay momentos de cruz, momentos de dolor, "pero siempre hay esa paz profunda de la alegría, porque la vida cristiana se vive como fiesta, como las bodas de Jesús con la Iglesia".
La segunda actitud que el cristiano debe tener se encuentra en la parábola de las bodas del hijo del rey. Ha explicado el papa: "A nosotros nos viene la idea: 'pero, padre, ¿cómo es posible?' Se han encontrado en los cruces de las calles y se les pide que vayan con vestido de fiesta? Esto no funciona...¿Qué significa esto? ¡Es muy simple! Dios solamente nos pide una cosa para entrar en esta fiesta: la totalidad. El esposo es el más importante, ¡el esposo llena todo!"
Sobre la figura de Jesús, Francisco ha añadido que es también la cabeza del Cuerpo de la Iglesia; Él es principio. Y Dios le ha dado a Él la plenitud, la totalidad, porque en Él se reconcilian todas las cosas.
Y ha insistido el papa, que si la primera actitud es la fiesta la segunda es reconocerle a Él como el Único. Así mismo ha recordado que no se pueden servir a dos patrones: o se sirve a Dios o se sirve al mundo.
Finalizando ha hablado sobre la tentación de echar el vino nuevo en odres viejos; "Los odres viejos no pueden llevar el vino nuevo. Y la novedad del Evangelio. Jesús es el esposo, el esposo que se casa con la Iglesia, el esposo que ama la Iglesia, que da su vida por la Iglesia".
Y para concluir recuerda que si "tenemos algo que no es de Él, arrepentirse, pedir perdón e ir adelante. Que el Señor nos de, a todos nosotros, la gracia de tener siempre esta alegría, como si fuésemos de boda. Y también tener esta fidelidad que el único esposo es el Señor"
 07.09.13





Papa Francisco: "La guerra siempre es una derrota para la humanidad"
Miles de personas reunidas en la plaza de San Pedro rezan por la paz en Siria
Por Rocío Lancho García
CIUDAD DEL VATICANO, 07 de septiembre de 2013 (Zenit.org) - A la llegada del papa miles de personas se encontraban ya reunidas en la plaza de San Pedro respondiendo a la llamada de Francisco para pedir el don de la paz en Siria, Oriente Medio y el mundo entero. En total, se calcula que unas 100.00 personas han estado presentes en la plaza en esta vigilia en la jornada de ayuno y oración. Familias, jóvenes, grupos y asociaciones, no creyentes y de otras religiones, todos con un mismo deseo en el corazón, que reine la paz en el mundo.
Pocos minutos antes de las 19.00, Francisco ha entrado en la plaza para dar comienzo la vigilia. Tras la bendición litúrgica del papa, el canto del "Veni Creator" y la Entronización de la "Salus Populi Romani", ha iniciado el rezo del rosario. Al finalizar la oración mariana, el papa ha dirigido unas palabras a los presentes, y al mundo entero. Durante su discurso Francisco ha recordado las palabras de la génesis "Y vio Dios que era bueno" , versículo que "nos introduce así en el corazón de Dios y, de su interior, recibimos este mensaje". El santo padre ha explicado el significado de estas palabras diciendo que "nos dicen simplemente que nuestro mundo, en el corazón y en la mente de Dios, es 'casa de armonía y de paz' y un lugar en el que todos pueden encontrar su puesto y sentirse 'en casa', porque 'es bueno'. Toda la creación forma un conjunto armonioso" y ha añadido que "forman una sola familia", "marcadas por una fraternidad real". Por eso, ha subrayado "el mundo de Dios es un mundo en el que todos se sienten responsables de todos, del bien de todos".
El santo padre ha invitado a pensar en el mundo que queremos, y ha preguntado si "el mundo que queremos ¿no es un mundo de armonía y de paz, dentro de nosotros mismos, en la relación con los demás, en las familias, en las ciudades, en y entre las naciones?"
En este punto ha hecho reflexionar sobre el mundo en el que en realidad vivimos, donde hay "violencia, división, rivalidad, guerra".  Y esto sucede, ha explicado, cuando el hombre, vértice de la creación, pierde de vista el horizonte de belleza y de bondad, y se cierra en su propio egoísmo".
Y ha advertido que "ser persona humana significa ser guardianes los unos de los otros. Sin embargo, cuando se pierde la armonía, se produce una metamorfosis: el hermano que deberíamos proteger y amar se convierte en el adversario a combatir, suprimir".
Para finalizar ha invitado a preguntarse "¿es posible seguir otro camino?". El papa ha respondido con fuerza "Sí, es posible para todos". También ha indicado la Cruz como lugar donde se puede leer la respuesta de Dios: allí, a la violencia no se ha respondido con violencia, a la muerte no se ha respondido con el lenguaje de la muerte". Y ha propuesto a cada uno que mire dentro de su propia conciencia y escuche la palabra que dice "sal de tus intereses que atrofian tu corazón, supera la indiferencia hacia el otro que hace insensible tu corazón, vence tus razones de muerte y ábrete al diálogo, a la reconciliación; mira el dolor de tu hermano y no añadas más dolor, detén tu mano, reconstruye la armonía que se ha perdido; y esto no con la confrontación, sino con el encuentro. ¡Que se acabe el sonido de las armas! La guerra significa siempre el fracaso de la paz, es siempre una derrota para la humanidad".
Una vez más ha recordado que "perdón, diálogo, reconciliación son las palabras de la paz: en la amada nación siria, en Oriente Medio, en todo el mundo".
Tras la reflexión de Francisco, un conmovedor silencio ha cubierto la plaza durante varios minutos siendo el Santísimo el centro de atención. Durante la adoración se han leído oraciones de los papas Pío XII, Juan XXIII, Juan Pablo II y Benedicto XVI que han acompañado en la reflexión por la paz.
Pocos minutos antes de empezar tres mujeres francesas cuentan a ZENIT que tras unos días de vacaciones en Roma hoy debían coger el avión de vuelta, pero por 5 minutos lo han perdido. Por eso han decidido aprovechar el momento y acudir a la vigilia a rezar por la paz, "un momento importante porque es para pedir por el mundo". También un matrimonio italiano, sentados en la columnata de la plaza, preparados para comenzar la oración hablan sobre la importancia que esta vigilia tiene "para que en todo el mundo reine la paz y el amor", cristianos, de otras religiones o no creyentes "porque todos necesitamos paz". Al otro lado de la plaza se encontraban 5 hermanas franciscanas del Sagrado Corazón, una de ellas cuenta que han decidid venir a rezar por la paz que es tan importante en estos momentos y "conmovidas han respondido a la llamada del papa y como cristianas y religiosas queremos rezar junto a todas las personas que están aquí en San Pedro".
Del mismo modo dos sacerdotes españoles que se acercaban a la plaza explican que acuden a la vigilia para "sumarse a la iniciativa del santo padre y rezar con él y otras personas por la paz en Siria y en todo el mundo".
Entre las personalidades que anunciaron su presencia se encontraba el alcalde de Roma, Ignacio Mario, junto con parlamentarios o el ministro de defensa italiano Mario Mauro. También se encontraban representantes de cuerpo diplomático en la Santa Sede de varios países o representantes de algunos movimientos como Acción Católica Italiana, Renovación Carismática Católica o la Comunidad de San Egidio.



pregària per la pau a Síria
dissabte 07 setembre 2014
Homilía del Santo Padre
«Y vio Dios que era bueno» (Gn 1,12.18.21.25). El relato bíblico de los orígenes del mundo y de la humanidad nos dice que Dios mira la creación, casi como contemplándola, y dice una y otra vez: Es buena. Nos introduce así en el corazón de Dios y, de su interior, recibimos este mensaje.
Podemos preguntarnos: ¿Qué significado tienen estas palabras? ¿Qué nos dicen a ti, a mí, a todos nosotros?
1. Nos dicen simplemente que nuestro mundo, en el corazón y en la mente de Dios, es "casa de armonía y de paz" y un lugar en el que todos pueden encontrar su puesto y sentirse "en casa", porque "es bueno". Toda la creación forma un conjunto armonioso, bueno, pero sobre todo los seres humanos, hechos a imagen y semejanza de Dios, forman una sola familia, en la que las relaciones están marcadas por una fraternidad real y no sólo de palabra: el otro y la otra son el hermano y la hermana que hemos de amar, y la relación con Dios, que es amor, fidelidad, bondad, se refleja en todas las relaciones humanas y confiere armonía a toda la creación. El mundo de Dios es un mundo en el que todos se sienten responsables de todos, del bien de todos. Esta noche, en la reflexión, con el ayuno, en la oración, cada uno de nosotros, todos, pensemos en lo más profundo de nosotros mismos: ¿No es ése el mundo que yo deseo? ¿No es ése el mundo que todos llevamos dentro del corazón? El mundo que queremos ¿no es un mundo de armonía y de paz, dentro de nosotros mismos, en la relación con los demás, en las familias, en las ciudades, en y entre las naciones? Y la verdadera libertad para elegir el camino a seguir en este mundo ¿no es precisamente aquella que está orientada al bien de todos y guiada por el amor?
2. Pero preguntémonos ahora: ¿Es ése el mundo en el que vivimos? La creación conserva su belleza que nos llena de estupor, sigue siendo una obra buena. Pero también hay "violencia, división, rivalidad, guerra". Esto se produce cuando el hombre, vértice de la creación, pierde de vista el horizonte de belleza y de bondad, y se cierra en su propio egoísmo.
Cuando el hombre piensa sólo en sí mismo, en sus propios intereses y se pone en el centro, cuando se deja fascinar por los ídolos del dominio y del poder, cuando se pone en el lugar de Dios, entonces altera todas las relaciones, arruina todo; y abre la puerta a la violencia, a la indiferencia, al enfrentamiento. Eso es exactamente lo que quiere hacernos comprender el pasaje del Génesis en el que se narra el pecado del ser humano: El hombre entra en conflicto consigo mismo, se da cuenta de que está desnudo y se esconde porque tiene miedo (Gn 3,10), tiene miedo de la mirada de Dios; acusa a la mujer, que es carne de su carne (v. 12); rompe la armonía con la creación, llega incluso a levantar la mano contra el hermano para matarlo. ¿Podemos decir que de la "armonía" se pasa a la "desarmonía"? No, no existe la "desarmonía": o hay armonía o se cae en el caos, donde hay violencia, rivalidad, enfrentamiento, miedo...
Precisamente en medio de este caos, Dios pregunta a la conciencia del hombre: «¿Dónde está Abel, tu hermano?». Y Caín responde: «No sé, ¿soy yo el guardián de mi hermano?» (Gn 4,9). Esta pregunta se dirige también a nosotros, y también a nosotros nos hará bien preguntarnos: ¿Soy yo el guardián de mi hermano? Sí, tú eres el guardián de tu hermano. Ser persona humana significa ser guardianes los unos de los otros. Sin embargo, cuando se pierde la armonía, se produce una metamorfosis: el hermano que deberíamos proteger y amar se convierte en el adversario a combatir, suprimir. ¡Cuánta violencia se genera en ese momento, cuántos conflictos, cuántas guerras han jalonado nuestra historia! Basta ver el sufrimiento de tantos hermanos y hermanas. No se trata de algo coyuntural, sino que es verdad: en cada agresión y en cada guerra hacemos renacer a Caín. ¡Todos nosotros! Y también hoy prolongamos esta historia de enfrentamiento entre hermanos, también hoy levantamos la mano contra quien es nuestro hermano. También hoy nos dejamos llevar por los ídolos, por el egoísmo, por nuestros intereses; y esta actitud va a más: hemos perfeccionado nuestras armas, nuestra conciencia se ha adormecido, hemos hecho más sutiles nuestras razones para justificarnos. Como si fuese algo normal, seguimos sembrando destrucción, dolor, muerte. La violencia, la guerra traen sólo muerte, hablan de muerte. La violencia y la guerra utilizan el lenguaje de la muerte.
3. En estas circunstancias, me pregunto: ¿Es posible seguir otro camino? ¿Podemos salir de esta espiral de dolor y de muerte? ¿Podemos aprender de nuevo a caminar por las sendas de la paz? Invocando la ayuda de Dios, bajo la mirada materna de la Salus populi romani, Reina de la paz, quiero responder: Sí, es posible para todos. Esta noche me gustaría que desde todas las partes de la tierra gritásemos: Sí, es posible para todos. Más aún, quisiera que cada uno de nosotros, desde el más pequeño hasta el más grande, incluidos aquellos que están llamados a gobernar las naciones, dijese: Sí, queremos. Mi fe cristiana me lleva a mirar a la Cruz. ¡Cómo quisiera que por un momento todos los hombres y las mujeres de buena voluntad mirasen la Cruz! Allí se puede leer la respuesta de Dios: allí, a la violencia no se ha respondido con violencia, a la muerte no se ha respondido con el lenguaje de la muerte. En el silencio de la Cruz calla el fragor de las armas y habla el lenguaje de la reconciliación, del perdón, del diálogo, de la paz. Quisiera pedir al Señor, esta noche, que nosotros cristianos, los hermanos de las otras religiones, todos los hombres y mujeres de buena voluntad gritasen con fuerza: ¡La violencia y la guerra nunca son camino para la paz! Que cada uno mire dentro de su propia conciencia y escuche la palabra que dice: Sal de tus intereses que atrofian tu corazón, supera la indiferencia hacia el otro que hace insensible tu corazón, vence tus razones de muerte y ábrete al diálogo, a la reconciliación; mira el dolor de tu hermano ¡pienso en los niños! y no añadas más dolor, detén tu mano, reconstruye la armonía que se ha perdido; y esto no con la confrontación, sino con el encuentro.  ¡Que se acabe el sonido de las armas! La guerra significa siempre el fracaso de la paz, es siempre una derrota para la humanidad. Resuenen una vez más las palabras de Pablo VI: «Nunca más los unos contra los otros; jamás, nunca más... ¡Nunca más la guerra! ¡Nunca más la guerra!» (Discurso a las Naciones Unidas, 4 octubre 1965: AAS 57 [1965], 881). «La Paz se afianza solamente con la paz; ¡la Paz se afianza solamente con la paz! La paz no separada de los deberes de la justicia, sino alimentada por el propio sacrificio, por la clemencia, por la misericordia, por la caridad» (Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1976: AAS 67 [1975], 671). Hermanos y hermanas: perdón, diálogo, reconciliación son las palabras de la paz: en la amada nación siria, en Oriente Medio, en todo el mundo. Recemos esta tarde por la reconciliación y por la paz, contribuyamos a la reconciliación y a la paz, y convirtámonos todos, en cualquier lugar donde nos encontremos, en hombres y mujeres de reconciliación y de paz. Amén
 08.09.13











 




















































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