El
Papa propone el cuidado de la creación como obra de misericordia
En su mensaje por la Jornada mundial
de oración para el cuidado de la creación, Francisco indica que “no podemos
rendirnos o ser indiferentes a la pérdida de la biodiversidad y a la
destrucción de los ecosistemas”
1 septiembre
2016
Arboles y
ocaso
Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco propone un complemento a las dos
listas tradicionales de siete obras de misericordia, añadiendo a cada una el
cuidado de la casa común. Así, explica que como obra de misericordia
espiritual, el cuidado de la casa común precisa de la contemplación
agradecida del mundo que nos permite descubrir a través de cada cosa alguna
enseñanza que Dios nos quiere transmitir. Como obra de misericordia corporal,
el cuidado de la casa común, necesita simples gestos cotidianos donde rompemos
la lógica de la violencia, del aprovechamiento, del egoísmo y se manifiesta
en todas las acciones que procuran construir un mundo mejor.
La propuesta la ha hecho en su mensaje con ocasión de
la Jornada mundial de oración para el cuidado de la creación, que se celebra
hoy 1 de septiembre, y lleva por tema este año “Usemos misericordia hace
nuestra casa común”.
Tal y como explica el Santo Padre en el mensaje, la
Iglesia católica celebra esta Jornada en unión con los hermanos y hermanas
ortodoxos, y con la adhesión de otras Iglesias y comunidades cristianas. Y
precisa que la jornada pretende ofrecer “una valiosa oportunidad de renovar la
adhesión personal a la propia vocación de custodios de la creación”,
elevando a Dios “una acción de gracias por la maravillosa obra que Él ha
confiado a nuestro cuidado”.
Asimismo, el Pontífice asegura que debe ser motivo de
alegría que, en todo el mundo, hay iniciativas que promueven la justicia
ambiental, la solicitud hacia los pobres y el compromiso responsable con la
sociedad, “están fomentando el encuentro entre personas, sobre todo jóvenes,
de diversos contextos religiosos”.
Por otro lado, el Santo Padre subraya que “no podemos
rendirnos o ser indiferentes a la pérdida de la biodiversidad y a la destrucción
de los ecosistemas, a menudo provocados por nuestros comportamientos
irresponsables y egoístas”.
En esta línea advierte de que el planeta continúa
calentándose, en parte a causa de la actividad humana: el 2015 ha sido el año
más caluroso jamás registrado y probablemente el 2016 lo será aún más. Y
así, añade que los pobre del mundo, que son los menos responsables de los
cambios climáticos, “son los más vulnerables y sufren ya los efectos”.
Además, el Santo Padre reconoce que “cuando maltratamos la naturaleza,
maltratamos también a los seres humanos”.
En el mensaje, el Papa explica que Dios “nos ha dado
la tierra para cultivarla y guardarla con respeto y equilibrio”. Cultivarla
demasiado ‒esto es abusando de ella de modo miope y egoísta‒, y guardarla
poco es pecado.
Por otro lado, el Santo Padre pide que en este Año
Jubilar, “aprendamos a buscar la misericordia de Dios por los pecados cometidos
contra la creación, que hasta ahora no hemos sabido reconocer ni confesar” y
“comprometámonos a realizar pasos concretos en el camino de la conversión
ecológica”. El primer paso en este camino –prosigue Francisco– es
siempre un examen de conciencia, que implica un reconocimiento del mundo como
un don recibido del amor del Padre, que provoca como consecuencia actitudes
gratuitas de renuncia y gestos generosos. Y asegura que también implica “la
amorosa conciencia de no estar desconectados de las demás criaturas, de formar
con los demás seres del universo una preciosa comunión universal”.
El examen de conciencia, el arrepentimiento y la
confesión al Padre rico de misericordia, nos conducen a un firme propósito
de cambio de vida, observa Francisco. Y esto –añade debe traducirse en
actitudes y comportamientos concretos más respetuosos con la creación.
Como por ejemplo, propone el Santo Padre, hacer un uso prudente del
plástico y del papel, no desperdiciar el agua, la comida y la energía
eléctrica, diferenciar los residuos, tratar con cuidado a los otros seres
vivos, utilizar el transporte público y compartir el mismo vehículo entre
varias personas, entre otras cosas.
En esta línea, asegura que la economía y la
política, la sociedad y la cultura, “no pueden estar dominadas por una
mentalidad del corto plazo y de la búsqueda de un inmediato provecho
financiero o electoral”.
A propósito del los Objetivos del Desarrollo
Sostenible adoptados por los países del mundo en septiembre de 2015, el papa
Francisco recuerda que ahora los Gobiernos tienen el deber de respetar los
compromisos que han asumido, mientras las empresas deben hacer responsablemente
su parte, y corresponde a los ciudadanos exigir que esto se realice.
Finalmente, el Pontífice asegura que a pesar de
nuestros pecados y los tremendos desafíos que tenemos delante, “no perdamos la
esperanza”.
02.09.16
Francisco
pide imitar el ejemplo de Madre Teresa para realizar una revolución de la
ternura
El Santo Padre envía un telegrama al
congreso internacional que la agencia Asia News ha organizado en Roma
2 septiembre
2016
Roma).- El ejemplo de vida de Madre Teresa como “testigo
privilegiado de caridad y de generosa atención a los pobres y a los últimos”
contribuya a llevar cada vez más a Cristo “al centro de la vida” y a vivir
generosamente su Evangelio “en el continuo ejercicio de las obras de
misericordia para ser constructores de un futuro mejor, iluminado por el
esplendor de la verdad”.
Este es el deseo del papa Francisco, que expresa en un
telegrama –firmado por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin–
enviado al padre Bernardo Cervellera, director de AsiaNews.
El mensaje lo ha enviado con ocasión del congreso
internacional que la agencia ha organizado en Roma, en la Universidad
Pontificia Urbaniana, dedicado a Madre Teresa “como icono de la Misericordi
hacia Asia y el mundo”.
Finalmente, el Papa reza para que los devotos de Madre
Teresa, “imitando el ardor apostólico” puedan realizar “esa revolución de la
ternura iniciada por Jesucristo con su amor de predilección a los pequeños”.
03.09.16
El
Papa: La misericordia de Dios es una acción concreta
El Santo Padre, en la catequesis del
Jubileo de los voluntarios y operadores de la misericordia, explica que no
sería digno de la Iglesia ni de un cristiano “pasar de largo” ante la
necesidad y el sufrimiento de los demás
3 septiembre
2016
Ciudad del
Vaticano).- El amor de
Dios no cesará nunca, ni en nuestra vida ni en la historia del mundo. Es un
amor que permanece siempre joven, activo y dinámico, y que atrae hacia sí de
un modo incomparable. Así lo ha recordado el papa Francisco esta mañana, ante
una repleta plaza de San Pedro, en la catequesis del Jubileo de los voluntarios
y los operadores de la misericordia. También ha reconocido que “la misericordia
de Dios no es una idea bonita, sino una acción concreta” y que “la
misericordia humana no será auténtica hasta que no se concrete en el actuar
diario”.
De este modo, el Pontífice ha asegurado que el amor de
Dios es fiel y no traiciona “a pesar de nuestras contradicciones”. Es un amor
fecundo que genera y va más allá de nuestra pereza, ha añadido. Y de este
amor “todos somos testigos”. Advirtiendo además que “cuanto más nos dejamos
involucrar por este amor, tanto más se regenera nuestra vida”.
Este amor, del que habla el apóstol Pablo en el himno
de la caridad, “es un amor que se ve, se toca y se experimenta en primera
persona”. Y la forma más grande y expresiva de este amor es Jesús.
Por otro lado, el Santo Padre ha querido subrayar
durante la catequesis que no se puede mirar para otro lado y “dar la espalda
para no ver muchas formas de pobreza que piden misericordia”. No sería digno
de la Iglesia ni de un cristiano — ha aseverado– pasar de largo y pretender
tener la conciencia tranquila soolo porque se ha rezado.
A los presentes, pertenecientes al mundo del
voluntariado, les ha recordado que en su realidad, “casi siempre de forma
silenciosa y oculta”, dan “forma y visibilidad a la misericordia”. En esta
línea ha precisado que en las distintas condiciones de indigencia y necesidad
de muchas personas, “vuestra presencia es la mano tendida de Cristo que llega a
todos”. La credibilidad de la Iglesia –ha observado– pasa también de manera
convincente a través de vuestro servicio a los niños abandonados, los
enfermos, los pobres sin comida ni trabajo, los ancianos, los sintecho, los
prisioneros, los refugiados y los emigrantes, así como a todos aquellos que
han sido golpeados por las catástrofes naturales…
Por eso, el Papa ha pedido a los fieles reunidos en la
plaza que sean siempre “diligentes en la solidaridad, fuertes en la cercanía,
solícitos en generar alegría y convincentes en el consuelo”. Estad siempre
contentos y llenos de alegría por vuestro servicio –ha pedido Francisco– pero
no dejéis que nunca sea motivo de presunción que lleva a sentirse mejores que
los demás.
Finalmente, el Santo Padre ha querido recordar que
mañana Madre Teresa será proclamada santa. Al respecto ha asegurado que este
testimonio de misericordia de nuestro tiempo “se añade a la innumerable lista
de hombres y mujeres que han hecho visible con su santidad el amor de Cristo”.
De este modo ha pedido imitar su ejemplo, y pedir “ser instrumentos humildes en
las manos de Dios para aliviar el sufrimiento del mundo, y dar la alegría y la
esperanza de la resurrección”.
04.09.16
El
Papa invita a llevar en el corazón la sonrisa de Madre Teresa
En la homilía de la misa de
canonización de la santa albanesa, Francisco recuerda que quienes se ponen al
servicio de los hermanos, aunque no lo sepan, son quienes aman a Dios
4 septiembre
2016
Ciudad del
Vaticano).- El papa
Francisco ha recordado que Madre Teresa, a lo largo de toda su existencia,
fue “generosa dispensadora de la misericordia divina”, poniéndose a
disposición de todos “por medio de la acogida y la defensa de la vida humana,
tanto la no nacida como la abandonada y descartada”. Así lo ha indicado en la
homilía de la misa de canonización de la monja albanesa, ante una gran multitud
que ha acudido a Roma para el gran evento. Durante la homilía, cuando ya se
había realizado en rito de canonización, Francisco ha recordado que Madre
Teresa se comprometió en la defensa de la vida proclamando incesantemente que
“el no nacido es el más débil, el más pequeño, el más pobre”. El
Papa cree, ha indicado, que “tendremos un poco de dificultad en llamarla
santa Teresa. Su santidad es tan cercana a nosotros, tan tierna y fecunda que
espontáneamente continuaremos a decirle Madre Teresa”.
Por otro lado ha subrayado que la ya santa, se
inclinó “sobre las personas desfallecidas, que mueren abandonadas al borde de
las calles, reconociendo la dignidad que Dios les había dado”. Y de este modo,
hizo “sentir su voz a los poderosos de la tierra, para que reconocieran sus
culpas ante los crímenes de la pobreza creada por ellos mismos”. En esta misma
línea ha precisado que la misericordia fue para ella la sal que daba sabor a
cada obra suya, y la luz que iluminaba las tinieblas de los que no tenían ni
siquiera lágrimas para llorar su pobreza y sufrimiento.
El Pontífice ha aseverado que la misión que Madre
Teresa desarrolló en las periferias “permanece en nuestros días como
testimonio elocuente de la cercanía de Dios hacia los más pobres entre los
pobres”. Por eso, el Papa ha pedido que esta incansable trabajadora de la
misericordia “nos ayude a comprender cada vez más que nuestro único criterio
de acción es el amor gratuito, libre de toda ideología y de todo vínculo y
derramado sobre todos sin distinción de lengua, cultura, raza o religión”.
Del mismo modo ha exhortado a llevar en el corazón “su sonrisa” y entregarla
“a todos los que encontremos en nuestro camino, especialmente a los que
sufren”.
Haciendo referencia a las lecturas del día, el Santo
Padre ha recordado que nuestra tarea es la de escuchar la llamada de Dios y
luego aceptar su voluntad. Pero haciéndose esta pregunta. ¿Cuál es la voluntad
de Dios en mi vida? Y para reconocer la llamada de Dios –ha indiado– debemos
preguntarnos y comprender qué es lo que le gusta. A Dios, ha proseguido, le
agrada toda obra de misericordia, porque en el hermano que ayudamos reconocemos
el rostro de Dios que nadie puede ver.
Por eso ha subrayado que “quienes se ponen al servicio
de los hermanos, aunque no lo sepan, son quienes aman a Dios”. Es más, “el
compromiso que el Señor pide es el de una vocación a la caridad con la
que cada discípulo de Cristo lo sirve con su propia vida, para crecer cada
día en el amor”.
El Santo Padre también ha dedicado unos palabras a las
voluntarios presentes en la plaza, que este fin de semana celebran su Jubileo.
“Vosotros sois esa gente que sigue al Maestro y que hace visible su amor
concreto hacia cada persona”, ha indicado. “Cuántos corazones confortan los
voluntarios. Cuántas manos sostienen; cuántas lágrimas secan; cuánto amor
derramo en el servicio escondido, humilde y desinteresado”, ha exclamado
Francisco. Este loable servicio –ha añadido– da voz a la fe y expresa la
misericordia del Padre que está cerca de quien pasa necesidad.
Finalmente, el Papa ha recordado que el seguimiento de
Jesús es ·un compromiso serio y al mismo tiempo gozoso” que “requiere
radicalidad y esfuerzo para reconocer al divino Maestro en los más pobres y
ponerse a su servicio”.
Por esto, los voluntarios “no esperan ningún
agradecimiento ni gratificación”, sino que “renuncian a todo esto porque han
descubierto el verdadero amor”.
Dondequiera que haya una mano extendida que pide ayuda
para ponerse en pie –ha concluido Francisco– allí debe estar nuestra presencia
y la presencia de la Iglesia que sostiene y da esperanza.
05.09.16
El
‘Vídeo del Papa’ pide ayuda para convertir la crisis humana en una oportunidad
En las intenciones de oración del
Santo Padre para el mes de septiembre
5 septiembre
2016
El vídeo del
Papa
Ciudad del Vaticano).- Situaciones cotidianas como la
convivencia en comunidad, el trabajo en una fábrica y la atención a un cliente
son algunas de las imágenes que El Video del Papa de septiembre muestra para
crear conciencia de la crisis que atravesamos. “Ven, ayúdame”, invita el Papa a
la gente a contribuir al bien común en el noveno vídeo de la Red Mundial de Oración del Papa. Desde el pasado
mes de enero, se lanza un vídeo mensaje del Santo Padre con las intenciones de
oración para ese mes.
En la intención más colectiva de lo que va del año, el
Papa muestra su preocupación por la crisis que atraviesa el mundo que “no es
solamente económica y financiera, también es ecológica, educativa, moral y
humana”.
La Red Mundial de Oración del Papa creó para este mes un vídeo que busca
“concienciar sobre las situaciones que nos tocan vivir a diario en el trabajo,
en la vida en comunidad, en las familias y en otros ámbitos cotidianos”, indica
un comunicado de los creadores. Según expresa el Papa, en todos estos
escenarios se pronuncian situaciones de crisis, y es allí donde ve la
oportunidad de cambio. “Cuando hablamos de crisis, hablamos de peligros, pero
también de oportunidades. ¿Cuál es la oportunidad? La de ser solidarios” se
plantea Francisco en El Video del Papa.
Asimismo, se recuerda que la Organización de las
Naciones Unidas (ONU) coincide en los orígenes de las crisis
humanitarias, que surgen por cuestiones políticas, ambientales, sociales o
culturales, entre otras. Pero resalta además la necesidad de una “cooperación
internacional en la solución de problemas de carácter económico, social,
cultural o humanitario”.
El padre Frédéric Fornos, SJ, designado por Francisco
como Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa y su rama de
jóvenes, el Movimiento Eucarístico Juvenil (MEJ) piensa que “para que la
intención de Francisco se haga realidad tenemos que preocuparnos, ocuparnos e
involucrarnos en el cambio”, prosigue en el comunicado. Un estilo que con
pequeños gestos y decisiones cotidianas –añade– contribuya al bien común y a la
construcción de una sociedad que ponga al centro la persona humana. “La
voluntad no es suficiente, pues este cambio pide una conversión profunda de
nuestras vidas. Es la oración, la cercanía a Jesús, a su palabra, que
transforma nuestro corazón y nos ayuda a vivir cada día más con un estilo
sobrio y solidario”, concluye el padre Fornos.
El Video del Papa fue creado para difundir estas
intenciones de Francisco y concientizar sobre la imperiosa necesidad de orar y
actuar sobre ellas. Ideado y producido por La Machi Comunicación para Buenas Causas, cuenta
con el apoyo de la Compañía de Jesús, IndigoMusic, GettyImagesLatam y la colaboración del Centro Televisivo Vaticano. Esta iniciativa lleva
registradas más de 10 millones de vistas online en sus redes propias. Desde su
lanzamiento hasta ahora, ha superado los 2.200 artículos en la prensa global en
más de 10 idiomas.
Es posible gracias al aporte desinteresado de muchas
personas. En este link puedes acceder a realizar tu donativo.
06.09.16
El
Papa al hospital Bambino Gesu’: ‘Sean una gran obra de caridad’
El instituto pediátrico con sede en
Roma atiende a niños que llegan desde todo el mundo
6 septiembre
2016
Ciudad del
Vaticano).- En un “clima
de gran familiaridad” el papa Francisco recibió hoy en audiencia a Mariella
Enoc, presidente del Consejo de Administración del hospital pediátrico vaticano
Bambino Gesù.
El hospital cuya sede central está situada en el monte
Gianicolo, a poca distancia del centro de Roma, da un servicio de excelencia a
los niños que llegan de la capital, desde Italia y de otros países.
“Me sentí como en casa, por lo que el diálogo fue muy
simple y sincero”, cuenta Mariella Enoc a la Radio Vaticano, quien después de
esta audiencia en la Casa Santa Marta llevó un aparato para ecografías
donado por el hospital, al dispensario pediátrico del Vaticano.
“El Papa –dice la directora– me escuchó muchísimo, con
aquella capacidad de escucha que tiene y mirándome a los ojos”.
Señaló que el Pontífice “me ha animado a proseguir en
mi trabajo en el hospital” y le aseguró “el apoyo del Secretario de Estado”. La
exhortó por ello a que “el hospital vaya adelante y sea siempre una gran obra
de caridad”.
La directora del Bambino Gesù, le presentó
también al papa Francisco la iniciativa de construir un hospital
pediátrico en Bangui, la capital de Africa Central, “proyecto que le interesó
mucho al Papa” y “prometió su personal ayuda económica”.
Le ilustró la ‘adopción’ que están haciendo de este
hospital, dando formación a los médicos con una escuela de especialización en
pediatría y la construcción de pabellones que hoy son solo tiendas de campaña.
Otro
proyecto que ilustró, es uno agrícola, que están realizando el hospital Bambino
Gesù junto al ente de las Naciones Unidas, la FAO y “que puede
transformarse en un importante recurso de trabajo para las personas” lo que
evita que muchos piensen a emigrar.
La Dra. Enoc le refirió además al Papa, que en
Hospital que ella dirige “están llegando niños de muchas partes del mundo,
también niños que no tendrían la posibilidad de pagar el tratamiento” dijo.
Y precisó: “Nosotros los recibimos porque este tiene
que ser un hospital, que da testimonio de los valores cristianos”. Además
precisó que los trabajos de investigación científica que el Bambino Gesù
realiza, “tienen que ser divulgados lo más posible de manera que todos puedan
aprovecharlos”.
Justamente en estos días el hospital romano participa
al Jubileo de las Universidades y de los centros de investigación, que concluirá
el 10 de septiembre en una audiencia con el Papa en la plaza de San Pedro.
“El Jubileo –ha declarado en un comunicado la
presidenta Enoc– es siempre tiempo para redescubrir y reproponer el valor
humano y social de la asistencia sanitaria y la curación de los enfermos”.
Jubileo que además es “una ocasión preciosa para llamar la atención sobre este
aspecto central de la vida y del testimonio cristiano, la curación de los
enfermos, que desde siempre acompaña la vida de la Iglesia”, dijo.
07.09.16
El Papa: “Jesús es el instrumento concreto de la
misericordia del Padre”
En la audiencia general, el Santo
Padre invita a no ser obstáculo de la misericordia del Padre
7 septiembre
2016
Ciudad del
Vaticano).- El papa
Francisco, una semana más, se ha reunido en la plaza de San Pedro con
miles de personas procedentes de todo el mundo, para la audiencia general de
los miércoles. A su llegada a la plaza, los peregrinos han demostrado su
entusiasmo saludando al Pontífice y agitando sus banderas. Mientras la banda
tocaba la música, Francisco recorría los pasillos de la plaza con el papamóvil
y bendecía a los presentes, de forma particular a los más pequeños. En la
catequesis de esta semana, el Santo Padre ha reflexionado sobre la
misericordia.
En el resumen realizado en español, el Papa ha
explicado que en el evangelio de Mateo que se ha leído al inicio de la
audiencia general, se escucha la pregunta de Juan el Bautista: “¿Eres tú el que
ha de venir?”. Jesús –ha señalado el Papa– responde mostrando las obras de
misericordia que realiza con los enfermos y desheredados, y de las que son
testigos los discípulos del profeta. Asimismo ha observado que Jesús, el Mesías
esperado, “es el instrumento concreto de la misericordia del Padre”, que sale
al encuentro de todos “llevando consuelo y salud”, y a través “de los signos de
la bondad divina llama a todos a la conversión, para que encuentren el camino
de regreso al Padre”.
Por otro lado, el Pontífice ha señalado que la forma
de actuar de Jesús puede escandalizar a muchos, “porque no se adecua a la idea
que se han formado de él, pero nos alienta a aceptarlo como el Mesías que se
revela en las obras que cumple, siguiendo la voluntad del Padre”. El cristiano
–ha finalizado Francisco– cree en el Dios de Jesucristo y tiene el deseo de crecer
en la experiencia viva de su misterio de amor, que lo empuja a la misión de
trasformar el mundo y la historia.
A continuación, el Santo Padre ha saludado a los
peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de
España y Latinoamérica. Esforcémonos –ha exhortado– en no ser obstáculo de la
misericordia del Padre, sino al contrario, “pidamos al Señor que incremente
nuestra fe, para ser signos e instrumentos de su misericordia”.
Después de los resúmenes de la catequesis en las
distintas lenguas, el Santo Padre ha dirigido un saludo particular a los
jóvenes, los enfermos y los recién casados. El domingo pasado, ha recordado el
Papa, celebramos la canonización de Madre Teresa de Calcuta. Así, ha pedido a
los jóvenes que se conviertan, como ella, en “artesanos de misericordia”. A los
enfermos les ha invitado a sentir su cercanía compasiva especialmente en la
hora de la cruz. Finalmente ha exhortado a los recién casados a que la invoquen
para que no falte nunca en la familia los cuidados y la atención a los más
débiles.
La audiencia general ha concluido con el canto del Pater
Noster y la Bendición Apostólica.
08.09.16
El
Papa en Santa Marta: ‘La paz en el mundo empieza en la familia, el barrio y el
trabajo’
El Santo Padre retoma las misas
diarias en el Vaticano y recuerda que la paz depende también de cada uno de
nosotros
8 septiembre
2016
Ciudad del
Vaticano).- En el día de
la festividad de la Natividad de la Virgen María, el papa Francisco retomó
las misas en la residencia Santa Marta, suspendidas por la pausa de las
vacaciones de verano.
En la homilía, el Santo Padre y reiteró el llamado que
hizo ayer miércoles al concluir la audiencia en la plaza de San Pedro: debemos
ser ‘artesanos de la paz’, una tarea que nos compete a todos.
“La paz es un don que se vuelve artesanal en las manos
de los hombres” afirmó el Pontífice, dando una dimensión diversa a una idea que
parecería casi inalcanzable, excepto para algunos potentes de la tierra.
En cambio no es así, dijo Francisco, porque la
paz es un don de Dios que nace en lugares pequeños: “No sirven grandes cumbres
internacionales si después no se hace la paz en las cosas pequeñas”, o sea “en
familia, en el barrio, en el lugar de trabajo, en el corazón. ¿Si en estos ‘pequeños
ambientes’ se hace la guerra, cómo puede haber paz en escala mundial?”.
Por este motivo el Santo Padre exhortó a pedir a Dios
la ‘sabiduría’ de construir la paz en las cosas cotidianas. Más aún,
el Pontífice usa el verbo ‘crecer’, porque explica la paz es un don “que
tiene su camino” y por lo tanto cada uno tiene que trabajar para desarrollarlo.
Como tantos “santos y pecadores”, también nosotros
“tenemos que tomar este don de la paz y volverlo un camino en nuestra vida,
hacerlo entrar en nosotros, en el mundo”. Y subraya que “la paz no se consigue
de un momento a otro” sino que “es un don que tiene que ser tomado y trabajado
cada día”.
Y se trabaja en la ‘pequeñez’, como indica la liturgia
del día de la Natividad de la Virgen María, “en la pequeñez de Belén, tan
pequeña que ni siquiera aparece en los mapas” dijo.
Al concluir su homilía el Papa invitó a interrogarse:
¿Cómo está tu corazón hoy? ¿Está en paz? Y si no está en paz, antes de hablar
de paz ordena tu corazón y ponlo en paz. ¿Eres capaz de llevar adelante tu
familia, tu presbiterio, tu congregación en paz?”. Porque solamente así se
puede llegar a un mundo de paz.
09.09.16
El
Papa en Sta. Marta: Evangelizar no es hacer proselitismo ni presumir
En la homilía de este viernes, el
Santo Padre recuerda que evangelizar es dar gratis lo que Dios me ha dado
gratis
9 septiembre
2016
Ciudad del
Vaticano).- No reducir
la evangelización al funcionalismo ni tampoco a un simple ‘paseo’. Es la
petición realizada por el papa Francisco en la homilía de esta mañana en Santa
Marta. De este modo, el Pontífice ha subrayado la importancia que debe asumir
el testimonio en la vida de los cristianos, advirtiendo de la tentación de
proselitismo y de convencer con la fuerza de las palabras.
El Santo Padre hace referencia a la Primera Lectura,
de san Pablo a los Corintios, para preguntarse qué significa dar testimonio. De
forma especial el Papa se ha detenido en el hecho de que evangelizar no
significa reducirlo “a una función”.
Lamentablemente, ha advertido el Santo Padre, se ven
cristianos que viven el servicio como una función. Laicos y sacerdotes que
presumen de lo que hacen. Así, Francisco ha recordado que “evangelizar no es
hacer proselitismo”. Es decir, “ni hacer el paseo, ni reducir el Evangelio a
una función ni hacer proselitismo: esto no es evangelizar”. De este modo ha
observado que Pablo dice que evangelizar es para él una necesidad “que se le
impone”. Y ha añadido que un cristiano tiene la obligación, pero con esta
fuerza, como una necesidad de llevar el nombre de Jesús, pero desde el propio
corazón.
El Papa ha proseguido que anunciar el Evangelio no
puede ser un presumir sino “una obligación”. Y el estilo debe ser “hacerse todo
a todos”. El estilo es “ir y compartir la vida de los otros, acompañar;
acompañar en el camino de la fe, hacer crecer en el camino de la fe”.
En esta línea, el Pontífice ha asegurado que debemos
ponernos en la condición del otro: “Si él está enfermo, acercarme, no agobiarlo
con argumentos”, “ser cercano, asistirlo, ayudarlo”. Se evangeliza “con esta
actitud de misericordia: hacerse todo a todos. Es el testimonio que lleva la
Palabra”, ha precisado.
El Papa ha hecho referencia a una pregunta que le hizo
un joven en la JMJ de Cracovia, “qué decir a un amigo ateo”. A lo que Francisco
respondió: “la última cosa que tienes que hacer es decir algo. Comienza por
hacer y él verá lo que haces y te preguntará”.
Asimismo, el Pontífice ha explicado que evangelizar es
dar este testimonio: yo vivo así porque creo en Jesucristo. Y esto, reconoce el
Papa, despierta curiosidad en la gente.
Por otro lado ha querido recordar que evangelizar es
algo que se hace gratuitamente, “porque nosotros hemos recibido gratuitamente
el Evangelio”, “la gracia, la salvación, no se compra y tampoco se vende: es
gratis. Y gratis debemos darla”.
El Santo Padre ha querido mencionar a San Pedro
Claver, del que hoy se celebra la memoria. Un misionero que “se fue a anunciar
el evangelio”. Quizá, ha añadido, “él pensaba que su futuro era predicar: en su
futuro el Señor le pidió estar cerca, junto a los descartados de aquel tiempo,
a los esclavos, los negros, que llegaban allí, desde África, para ser
vendidos”.
En esta línea, ha observado que “este hombre no dio un
paseo, diciendo que evangelizada”, “no ha reducido la evangelización a un
funcionalismo y tampoco a un proselitismo”. Sin embargo “anunció a Jesucristo
con los gestos, hablando a los esclavos, viviendo con ellos, viviendo como
ellos”. Y como él en la Iglesia “hay muchos”.
Finalmente ha querido recordar que todos nosotros
“tenemos la obligación de evangelizar”, viviendo la fe, hablando con
mansedumbre, amor, sin querer convencer a nadie, pero gratuitamente. “Es dar
gratis lo que Dios me ha dado gratis”, eso es evangelizar.
10.09.16
El
Papa advierte sobre las esclavitudes creadas en nombre de una falsa libertad
Antes de la audiencia jubilar, el
Santo Padre ha estado con un joven enfermo y le ha confirmado
10
septiembre 2016
Ciudad del
Vaticano).- El papa
Francisco ha celebrado este sábado la audiencia jubilar, que desde que empezó
el Año Santo de la Misericordia, se realiza una vez al mes. De este modo, miles
de personas han recibido al Santo Padre en la plaza de San Pedro, con alegría,
entusiasmo y cantos. Desde el papamóvil, el Pontífice ha saludado a los
peregrinos allí presentes, venidos de todas las partes del mundo.
Además, según informa el diario vaticano el
Osservatore Romano antes de llegar a la plaza de San Pedro para la audiencia
jubilar, en llamado Arco de las Campanas, el Papa se ha detenido a saludar a un
chico enfermo y le ha confirmado. Se trata de Giuseppe Chiolo, de 16 años.
Procedente de Sicilia, el joven está ingresado en la planta de oncología del
hospital Meyer en Florencia. Giuseppe había escrito una carta al Papa
expresando su deseo de verle. Francisco “ha tenido palabras de aliento también
para los padre del joven, Carmelo y Maria Giuseppina, y para la hermana
Dafne”. Les acompañaba también el capellán del Meyer, don Favio Marella, vice
director de la Cáritas diocesana de Florencia.
La catequesis de hoy la ha dedicado a la redención.
Así, en el resumen hecho en español, ha indicado que hoy “hemos reflexionado
sobre la relación entre la misericordia y la redención”. La palabra
redención –ha precisado– hace referencia a la salvación que Dios nos ha
procurado mediante la sangre de su Hijo Jesús.
Al respecto, Francisco ha observado que al hombre de
hoy le cuesta aceptar la idea de tener que ser salvado por Dios. “Piensa poder
salvarse él solo con el poder de su libertad”, ha advertido. Así, el Santo
Padre ha señalado que esto no es más que una ilusión: “nuestra vida está
marcada por la fragilidad del pecado y por las numerosas esclavitudes que hemos
creado en nombre de una falsa libertad”. Por eso, el Pontífice ha asegurado que
“necesitamos que Dios nos salve y libere de toda clase de indiferencia,
egoísmo y autosuficiencia”. Jesucristo –ha añadido– se ha sacrificado por
nosotros para darnos una nueva vida, llena de perdón, amor y alegría.
Finalmente, ha aseverado que “para que tengamos la
certeza de que Dios no nos abandona nunca, especialmente en los momentos de
más necesidad”.
A continuación, el Papa ha saludado cordialmente a los
peregrinos de lengua española. A ellos ha recordardo que “Jesús viene a
nuestro encuentro en cada uno de nuestros hermanos necesitados, abrámosle
nuestro corazón y acojamos su gracia, para que llevemos una vida hecha de amor,
de perdón y de alegría”.
Después de los saludos en las distintas lenguas, el
Santo Padre ha dedicado un saludo especial a los jóvenes, los enfermos y los
recién casados. Así, les ha exhortado a invocar con particular intensidad los
nombres de Jesús y de María para que “nos enseñen a amar con plena dedicación a
Dios y al prójimo”.
La audiencia ha concluido con el canto del Pater
Noster y la bendición apostólica.
11.09.16
El
Papa: No hay pecado del que no podamos resurgir con la gracia de Dios
Texto completo de las palabras del
Santo Padre para introducir la oración del ángelus
11
septiembre 2016
Ciudad del
Vaticano).- El papa Francisco, como cada domingo, ha rezado el ángelus desde la
ventana del estudio de l Palacio Apostólico, con los miles de personas
congregadas en la plaza de San Pedro para el habitual encuentro dominical.
Estas son las palabras para introducir la oración
mariana:
Queridos
hermanos y hermanas, ¡buenos días!
La liturgia de hoy nos propone el capítulo 15 de
Evangelio de Lucas, considerado el capítulo de la misericordia, que recoge tres
parábolas con las que Jesús responde a las murmuraciones de los escribas y de
los fariseos. Estos critican su comportamiento y dicen: “Ése acoge a los
pecadores y come con ellos” (v. 2). Con estas tres historias, Jesús quiere
hacer entender que Dios Padre es el primero a tener hacia los pecadores una
actitud acogedora y misericordiosa. Dios tiene esta actitud. En la primera
parábola Dios es presentado como un pastor que deja las noventa y nueve ovejas
para ir a buscar a la que se ha perdido. En la segunda es comparado con una
mujer que ha perdido una moneda y la busca hasta que la encuentra. En la
tercera parábola Dios es imaginado como un padre que acoge al hijo que se había
alejado; la figura del padre desvela el corazón de Dios misericordioso,
manifestado en Jesús.
Un elemento común de estas parábolas es el expresado
por los verbos que significan alegrarse juntos, hacer fiesta. No se
habla de hacer luto, se alegra, se hace fiesta. El pastor llama a los amigos y
vecinos y les dice: “¡Felicitadme!, he encontrado la oveja que se me había
perdido” (v. 6); la mujer llama a las amigas y las vecinas diciendo:
“Felicitadme, he encontrado la moneda que se me había perdido” (v. 9); el padre
dice al otro hijo: “Celebramos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto
y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado” (v. 32). En las primeras
dos parábolas el acento está en la alegría tan incontenible que se debe
compartir con “amigos y vecinos”. En la tercera parábola está puesto en la
fiesta que parte del corazón del padre misericordioso y se expande a toda la
casa. Esta fiesta de Dios por aquellos que vuelven a Él arrepentidos es entonada
como nunca en al Año jubilar que estamos viviendo, ¡como dice el mismo término
‘jubileo’! Es decir, júbilo.
Con estas tres parábolas, Jesús nos presenta el
verdadero rostro de Dios, un Dios de los brazos abiertos, que trata a los
pecadores con ternura y compasión. La parábola que más conmueve a todos, porque
manifiesta el infinito amor de Dios, es la del padre que aferra a sí y abraza
al hijo encontrado. Es decir, lo que conmueve no es tanto la triste historia de
un joven que se precipita a la degradación, sino sus palabras decisivas: “Ahora
mismo iré a la casa de mi padre” (v. 18). El camino de regreso hacia la casa es
el camino de la esperanza y de la vida nueva. Dios espera nuestro volver a
ponernos en viaje, nos espera con paciencia, nos ve cuando todavía estamos
lejos, corre a nuestro encuentro, nos abraza, nos besa, nos perdona. Así es
Dios, así es nuestro Padre. Y su perdón cancela el pasado y nos regenera en el
amor. Olvida el pasado, esta es la debilidad de Dios. Cuando nos abraza, nos
perdona, pierde la memoria, no tiene memoria. Olvida el pasado. Cuando nosotros
pecadores nos convertimos y nos hacemos reencontrar por Dios, no nos esperan
reproches y durezas, porque Dios salva, acoge de nuevo en casa con alegría y
hace fiesta. Jesús mismo en el Evangelio de hoy dice: “habrá más alegría en el
cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que
no necesitan convertirse”. Os hago una pregunta, ¿habéis pensado alguna vez que
cada vez que vamos al confesionario, hay alegría y fiesta en el cielo? ¿Habéis
pensando en esto? Es bonito.
Esto nos infunde gran esperanza porque no hay pecado
en el que hayamos caído del cual, con la gracia de Dios, no podamos resurgir.
No hay una persona irrecuperable, nadie es irrecuperable, porque Dios no para
nunca de querer nuestro bien, ¡también cuando pecamos!
La Virgen María, Refugio de los pecadores, haga surgir
en nuestros corazones la confianza que se enciende en el corazón del hijo
pródigo: “Ahora mismo iré a la casa de mi padre y le diré: Padre, pequé contra
el Cielo y contra ti” (v. 18). Por este camino, podemos dar gloria a Dios, y su
gloria se pueden convertir en su fiesta y la nuestra.
12.09.16
El
papa en Sta. Marta: el diablo quiere destruir la unidad de la Iglesia
Francisco comentando la carta de san
Pablo a los Corintios señala el ataque a la raíz que es la santa misa, y dos
factores: las divisiones y el dinero
12
septiembre 2016
Ciudad del
Vaticano).- Las
divisiones destruyen la Iglesia y el diablo ataca la raíz de la unidad, o sea
la celebración eucarística. Lo indicó este lunes el papa Francisco en la misa
matutina en la Casa Santa Marta, en el día en que la Iglesia recuerda el santo
nombre de María.
El Santo Padre comentando la carta de san Pablo a los
Corintios señala que el apóstol reiteró: “El diablo tiene dos armas
potentísimas para destruir a la Iglesia: las divisiones y el dinero”. Y esto,
aseguró Francisco, sucedió desde el principio: “divisiones ideológicas,
teológicas laceraban a la Iglesia”. Porque el diablo siembra celos, ambiciones,
ideas, para dividir y “es una guerra sucia la de las divisiones”.
Y reiteró que hacer chismorreos en las comunidades es “tirar una
bomba, destruir y quedarse”. Y que actuando así falta el bálsamo de la unidad.
San Pablo en la ciudad de Corinto advierte, porque las
divisiones llegaban a la raíz de la unidad que es la celebración eucarística,
porque se producían divisiones entre ricos y pobres, justamente durante la
misa.
San Pablo habla de las divisiones entre los Corintios,
hace 2000 años… Y “esto nos lo puede decir Pablo también a nosotros y a la
Iglesia de hoy”, ha señalado Francisco.
Pablo añade que ante eso que sucedía ‘no puedo
alabarlos, porque se reúnen no para lo mejor, pero para lo peor’, para ensuciar
el Cuerpo de Cristo en la celebración eucarística. Pablo además indica en otro
párrafo: ‘Quien come y bebe indignamente el cuerpo y la sangre de Cristo, come
y bebe la propia condena.
El Pontífice concluyó invitando a pedir “la unidad de
la Iglesia, para que no existan divisiones. Y la unidad en la raíz de la
Iglesia, que es el propio sacrificio de Cristo, que cada día celebramos”.
En la misa estaba también Mons. Arturo Antonio
Szymanski Ramírez, arzobispo emérito de San Luis de Potosí, en México, quien
tiene 94 años, y al inicio de la homilía Francisco lo citó recordando
su participación en el Concilio Vaticano II.
13.09.16
El Papa en Sta. Marta: Debemos trabajar por una cultura del encuentro
fecundo
En la homilía de este martes, el
Santo Padre invita a “no solo ver: mirar. No solo oír: escuchar. No solo
cruzarse: pararse”
13
septiembre 2016
Ciudad del
Vaticano).- El papa
Francisco ha invitado una vez más a trabajar para construir una verdadera
cultura del encuentro que venza la cultura de la indiferencia. Así lo ha hecho
durante la homilía de este martes en Santa Marta, a la vez que ha reflexionado
sobre el encuentro de Dios con su pueblo y ha advertido sobre las malas
costumbres que, también en la familia, nos distraen de la escucha del otro.
De este modo, el Pontífice ha observado que la Palabra
de Dios hoy hace reflexionar sobre un encuentro. Por eso, ha señalado que, a
menudo, las personas “se cruzan entre ellas, pero no se encuentran”. Cada uno
–ha añadido– piensa en sí mismo, ve pero no mira, oye pero no escucha.
Y lo ha explicado así: “El encuentro es otra cosa, es
lo que el Evangelio de hoy nos anuncia: un encuentro; un encuentro entre un
hombre y una mujer, entre un hijo único vivo y un hijo único muerto; entre una
multitud feliz, porque había encontrado a Jesús y lo seguía, y un grupo de
gente, llorando, que acompañaba a esa mujer, que salía de una puerta de la
ciudad; encuentro entre esa puerta de salida y la puerta de entrada. El redil.
Un encuentro que nos hace reflexionar sobre el modo de encontrarnos entre
nosotros”.
En el Evangelio se lee que el Señor sintió lástima.
Esta compasión “no es lo mismo que nosotros hacemos cuando vamos por la calle”
y vemos una cosa triste. Jesús, ha asegurado Francisco, no pasa de largo, sino
que siente lástima. “Se acerca a la mujer, la encuentra de verdad y después
hace el milagro”, ha explicado.
Al respecto, el Pontífice ha indicado que aquí vemos
no solo la ternura sino también “la fecundidad del encuentro”. Cada encuentro
–ha precisado– es fecundo. Cada encuentro restituye a las personas y a las
cosas a su sitio.
De este modo, el Santo Padre ha observado que
“nosotros estamos acostumbrados a una cultura de la indiferencia y debemos
trabajar y pedir la gracia de hacer una cultura del encuentro, de este
encuentro fecundo, de este encuentro que restituya a cada persona la propia
dignidad de hijo de Dios, la dignidad de viviente. Asimismo ha advertido que
estamos acostumbrados a esta indiferencia cuando vemos las calamidades de este
mundo y las pequeñas cosas. Por eso ha asegurado que si no nos paramos a mirar,
no solo ‘a ver’, si no “toco” si no “hablo”, no podemos hacer un encuentro y no
podemos ayudar a hacer una cultura del encuentro.
En esta misma línea ha señalado que la gente de este
pasaje del Evangelio “tenía miedo y glorificaban a Dios, porque habían hecho el
encuentro entre Dios y su pueblo”. Así, el Santo Padre ha reconocido que le
“gusta ver también aquí el encuentro de todos los días entre Jesús y su
esposa”, la Iglesia, que espera su regreso.
Finalmente, el Santo Padre ha advertido del
peligro que en la familia, cuando se está a la mesa, se coma, se vea la
televisión o se escriban mensajes en el móvil. “Cada uno es indiferentes a ese
encuentro. También precisamente en el centro de la sociedad, que es la familia,
no hay encuentro”, ha advertido.
Por esta razón ha pedido que esto “nos ayude a
trabajar por esta cultura del encuentro, tal y como ha hecho Jesús”. Francisco
ha invitado a “no solo ver: mirar. No solo oír: escuchar. No solo cruzarse:
pararse. No solo decir ‘pobre gente’, sino dejarse llevar por la compasión. Y
después acercarse, tocar y decir en la lengua que a cada uno le viene en ese
momento, la lengua del corazón: ‘no llores’, y dar al menos una gota de vida”.
14.09.16
El
Papa: ‘Todas las religiones digan, asesinar en nombre de Dios es satánico’
El Santo Padre celebra en la Casa
Santa Marta, una misa en sufragio por el sacerdote asesinado en Francia
14
septiembre 2016
Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha celebrado
este miércoles por la mañana una misa por el sacerdote Jacques Hamel en la
capilla de Casa Santa Marta, junto a varios familiares y personas de la
comunidad de Saint-Etienne-Du-Rouvray, donde fue asesinado el pasado 26 de
julio. En la eucaristía participaron unos 80 peregrinos de la diócesis de
Rouen, junto a su obispo, además de los cardenales que forman el Consejo,
llamado C-9.
En su homilía, el papa Francisco señaló que el padre
Jacques, degollado al lado del altar de Cristo, es un mártir, “a quien tenemos
que rezarle para que nos dé la fraternidad, la paz y también el coraje de decir
la verdad: asesinar en nombre de Dios es satánico”.
“Como me gustaría que todas las confesiones religiosas
dijeran: asesinar en nombre de Dios es satánico”, expresó el Pontífice. Y
deseó que “este ejemplo de coraje pero también de dar la propia vida para
ayudar a los otros, de hacer hermandad entre los hombres, nos ayude a ir
adelante en la vida”.
El Papa, que vestía paramentos rojos, color del
martirio, señaló que el sacerdote francés “fue degollado en la cruz, justamente
mientras celebraba el sacrificio de la cruz de Cristo”.
“Hombre bueno, manso, fraterno, que siempre buscaba la
paz, fue asesinado como si fuera un criminal. Este es el hilo satánico de la
persecución” indicó.
“El martirio de ese hombre como el de Cristo en el
altar. Es una cosa que me hace pensar tanto, en medio del momento difícil que
vivía, de esta tragedia que veía llegar”. Y precisó que el padre Jacques
“dio la vida por nosotros, para no renegar a Jesús. Dio la vida en el mismo
sacrificio de Jesús en el altar, y allí acusó al autor de la persecución: ‘vete
satanás’”.
El Papa recordó que la misa de hoy se celebra en la
fiesta de la santa Cruz, y este es misterio de Cristo “que se hace mártir por
la salvación de los hombres”. Explicó además que “Jesús es el primer mártir,
el primero que da su vida y de este misterio inicia la historia del martirio
cristiano”.
El Pontífice dio perspectiva histórica a su homilía e
indicó que ya “los primeros cristianos testimoniaron a Jesús pagando con su
propia vida” y que a ellos “les proponían la apostasía, o sea: digan que
nuestro dios es verdadero y no el vuestro, hagan un sacrificio a nuestros
dioses. Y cuando rechazaban apostatar eran asesinados”.
Una historia que se repite, porque “hoy en la Iglesia
hay más mártires cristianos que en los primeros tiempos. Hoy hay cristianos
asesinados, torturados, encarcelados, degollados, porque no reniegan a Jesús.
En esta historia llegamos a nuestro padre Jacques, él forma parte de esta
cadena de mártires”, dijo.
“Los cristianos que hoy sufren, sea en la cárcel o
torturas para no renegar a Cristo, hacen ver la crueldad de esta
persecución. Y esta crueldad que pide la apostasía –concluyó Francisco–
es satánica”.
15.09.16
El Papa en Sta. Marta: ‘María nos cuida, nos
defiende y no se avergüenza de nosotros’
En la homilía de este jueves, el
Santo Padre recuerda que los cristianos no somos huérfanos porque “tenemos una
Madre, la misma de Jesús” y “un Padre, el mismo que Jesús”
15
septiembre 2016
Ciudad del
Vaticano).- En el
día que la Iglesia celebra la memoria de la Virgen de los Dolores, el Santo
Padre ha asegurado que en un “mundo que sufre la crisis de una gran orfandad”
tenemos una Madre que nos acompaña y nos defiende.
El Evangelio del día hace referencia al Calvario,
cuando todos los discípulos han huido, menos Juan y algunas mujeres. A los pies
de la Cruz está María, la Madre de Jesús: todos miraban diciendo “esa es la
madre de este delincuente. Esta es la madre de este subversivo”.
El Santo Padre ha observado que “María escuchaba estas
cosas” y “sufría humillaciones terribles”. Y también escuchaba a los grandes,
algunos sacerdotes, que ella respetaba porque eran sacerdotes. “María tenía un
gran sufrimiento, pero no se fue. No renegó de su Hijo, era su carne”, ha
precisado el Santo Padre.
Al respecto, el Pontífice ha recordado cuando en
Buenos Aires se dirigía a las cárceles a visitar a los detenidos y veía siempre
una fila de mujeres que esperaban para entrar. “Eran madres. Pero no se
avergonzaban: su carne estaba allí dentro”, ha observado. Y estas mujeres –ha
precisado– sufrían no solo la vergüenza de estar allí, sino también las
humillaciones más feas en los controles que les hacían antes de entrar. Jesús
–ha proseguido Francisco– ha prometido no dejarnos huérfanos y en la Cruz nos
dona a su Madre como nuestra Madre.
Asimismo, el Santo Padre ha recordado que “nosotros
cristianos tenemos una Madre, la misma de Jesús; tenemos un Padre, el mismo que
Jesús. No somos huérfanos”. Y Ella –ha añadido Francisco– nos da a luz en ese
momento con mucho dolor: es realmente un martirio. “Con el corazón atravesado,
acepta dar a luz a todos nosotros en ese momento de dolor. Y desde ese momento
Ella se convierte en nuestra Madre, desde ese momento Ella es nuestra Madre, la
que cuida de nosotros y no se avergüenza de nosotros: nos defiende”.
Por otro lado, el Papa ha explicado que los místicos
rusos de los primeros siglos aconsejaban refugiarse bajo el manto de la Madre
de Dios en el momento de las turbulencias espirituales. “Allí no puede entrar
el demonio. Porque Ella es Madre y como Madre defiende”, ha precisado.
Finalmente, el Pontífice ha indicado que “en un mundo
que podemos llamar ‘huérfano’ en este mundo que sufre la crisis de una gran
orfandad, quizá nuestra ayuda es decir ‘Mira a tu Madre’”. Francisco ha
asegurado que “tenemos una que nos defiende, nos enseña, nos acompaña; que no
se avergüenza de nuestros pecados. No se avergüenza porque ella es Madre”.
Que el Espíritu Santo –ha concluido– este amigo, este
compañero de camino, este Paráclito abogado que el Señor nos ha enviado, nos
haga entender este misterio tan grande de la maternidad de María.
16.09.16
Francisco
visita neonatos y enfermos terminales en Viernes de la Misericordia
En el contexto del Año Jubilar, el
Santo Padre realiza un gesto de misericordia un viernes al mes
16
septiembre 2016
El Papa en
el Hospital San Giovanni en un Viernes de la Misericordia
Roma).-El papa Francisco ha realizado esta tarde dos
visitas con motivo de los “Viernes de la misericordia”, una cita que
realiza un viernes al mes en el marco del Jubileo de la Misericordia.
“Pocos días después de la canonización de Madre
Teresa, que desarrolló un gran servicio a favor de la vida, el Santo Padre
ha visitado dos estructuras muy significativas”, ha informado la oficina
de prensa de la Santa Sede.
La primera visita fue a urgencias y a la unidad
de neonatología en el hospital San Giovanni, donde se encuentran ingresados 12
niños con varias patologías. Cinco de los niños (entre ellos dos gemelos),
se encuentran en situación muy grave y están entubados en cuidados intensivos.
En la planta superior hay una zona de guardería donde están ingresados otros
niños.
Recibido con asombro por parte del personal, el
Papa tuvo que ponerse la máscara y someterse a todas las precauciones
higiénicas necesarias para respetar las áreas esterilizadas, tal y como indica
el comunicado.
“El Santo Padre se detuvo también delante de cada
incubadora y saludó a los padres de los niños que se encontraban presentes,
dando ánimo y consuelo”.
A continuación, el Pontífice visitó el centro “Villa
Esperanza” donde están ingresados 30 pacientes en fase terminal. La estructura
pertenece a la Fundación Policlínico Universitario A. Gemelli, de la Universidad
Católica del Sacro Cuore. A su llegada, los responsables “han dado
la bienvenida al Papa, que ha querido saludar a los pacientes, uno por uno, en
su habitación”. Sorpresa fortísima para todos, pacientes y pariente, que han
vivido “momentos de intensa emoción entre lágrimas y sonrisas de alegría”,
explica el comunicado.
Con este “Viernes de la Misericordia”, el Santo Padre
ha querido “señalar con fuerza la importancia de la vida, desde su primer
instante hasta su fin natural”. La acogida de la vida y la garantía de su
dignidad en cada momento del desarrollo “es una enseñanza subrayada varias
veces por el papa Francisco, que con esta doble visita ha impreso el sello
concreto y tangible de lo fundamental que es, para vivir la misericordia, la
atención a las situaciones más débiles y precarias”.
17.09.16
El
Santo Padre a los nuncios: Llevar el diálogo y ser testimonios en un mundo que
construye muros
‘Salir’ para verificar que la
Iglesia se encuentre ‘en salida’ porque necesita “testimonios del Resucitado y
no portadores de curriculum”
17
septiembre 2016
(Ciudad del
Vaticano).- El papa
Francisco exhortó a los representantes pontificios, en ocasión del jubileo que
ellos han festejado del 15 al 17 de septiembre, a anunciar el Evangelio en cada
rincón del mundo y les agradeció la disponibilidad por su empeño en los
diversos países.
El Santo Padre en la mañana temprano, en la homilía
de la misa que celebró en la Casa Santa Marta, les recordó que a ellos la
Santa Sede les llama a “hacer las valijas, a dejar a los amigos y
costumbres”, a ir a otro lugar “y allí recomenzar”.
Y en ese nuevo país, “dialogar, estudiar la cultura y
el modo de pensar”. Incluso cuando se va a los eventos mundanos, no dejarse
tomar por la mundanidad, para sembrar “la semilla que siempre es buena”, para
entender a la gente, dialogar… lo que puede ser una cruz”.
Primero está, dijo el Papa, la salida física, después
la cultural, que incluye tener que aprender otro idioma, y uno que había
estudiado el inglés, el francés y el español, resulta que lo envían a Japón y
tiene que estudiar otra lengua.
Y finalmente la oración y adoración, más fuerte en los
nuncios eméritos, porque es un deber de fraternidad. Pero también el nuncio en
actividad no tiene que olvidarse de esta adoración, “para que el Dueño haga
crecer lo que él ha sembrado”.
Más tarde al recibirlos en audiencia en la Sala
Clementina, el Papa
les agradeció por la dedicación y generosa disponibilidad de la vida, marcada
muchas veces por ritmos difíciles. El Papa comentó que muchas veces por la
mañana recibe las comunicaciones de ellos y piensa “mira cómo este trabaja
bien”.
Señaló que es necesario servir con sacrificio como
humildes enviados, sin ingenuidad, “con la astucia y prudencia del siervo sabio
y fiel”, con “los ojos abiertos para reconocer desde dónde vienen las hostilidades”
y “discernir los caminos” para enfrentar las insidias.
Les invitó a “perder tiempo” con los obispos,
sacerdotes, religiosos y fieles, para escuchar, enviar mensajes, conocer
problemas, lo que “no es una elaborada estrategia para recoger informaciones y
manipular la realidad o las personas”, sino una actitud de un diplomático de
carrera y también de un pastor capaz de dar testimonio de Jesús.
Les pidió que hagan de la Nunciatura apostólica, la
‘casa del Papa’ y vigilancia para que las nunciaturas no se vuelvan refugio de
los amigos de los amigos, huyendo de las murmuraciones y de los arribistas.
El Santo Padre precisó también que quien representa a
Pedro, “sobrevive a las prepotencias de las ideologías, a quien reduce la
Palabra a la conveniencia, al sometimiento a los poderes de este mundo que
pasa”. Por ello nunca hay que alinearse con batallas ideológicas o políticas
porque la vigencia de la Iglesia “no depende de las plazas o salones sino de la
fidelidad al Señor”.
Una conciencia que lleva a dialogar con todos que
lleva “en muchos casos a hacernos la voz profética de los marginados por su fe
o condición étnica, económica, social o cultural”, dijo.
El Papa les invitó además a acompañar a las Iglesias
con corazón de pastores, sin distraerse por los problemas cotidianos, “con la
mirada del Papa que no es otra cosa que la de Cristo, el Buen Pastor”. A
‘salir’ para verificar que la Iglesia se encuentre ‘en salida’, ayudando a los
obispos, a la cualificación del clero, con presencia concreta. Porque indicó,
la Iglesia necesita “testimonios del Resucitado y no portadores de curriculum”,
que sean “pastores y no funcionarios”.
Y delante de los desafíos de nuestros días, les invitó
a llevar la misericordia de Dios en los problemas del mundo, de la sociedad, de
la familia y de los pueblos, “sin considerar nunca a alguien como
irremediablemente perdido”. Trabajando siempre a largo plazo, sin la obsesión
de resultados inmediatos.
El Papa concluyó señalando que “el mundo tiene mucho
miedo y lo difunde” y muchas veces “lo adopta como estrategia para construir un
mundo sobre muros y fosas”. Podemos entender las razones del miedo, pero no
podemos compartirlo porque “el miedo vive en la oscuridad del pasado y es
provisorio. En futuro pertenece a la luz. El futuro pertenece a Cristo”.
18.09.16
El
Papa convoca a todos el próximo martes, a una ‘Jornada de Oración por la Paz’
Con motivo del encuentro
interreligioso en Asis que inicia hoy y el martes contará con la presencia del
papa Francisco
18
septiembre 2016
Ciudad del
Vaticano).- El papa
Francisco invitó a todos a vivir el último día del encuentro de oración por la
paz en Asís, el próximo martes 21, como “una Jornada de oración por la paz. La
invitación llega después de que el Santo Padre rezó este domingo desde la
ventana de su estudio en el Palacio Apostólico, la oración del ángelus ante la
plaza de San Pedro, donde miles de peregrinos y fieles le esperaban.
“El próximo martes iré a Asís para el encuentro de
oración por la paz, treinta años después de aquel histórico que convocó san
Juan Pablo II” dijo. Y añadió: “Invito a las parroquias, asociaciones
eclesiásticas, individualmente a los fieles de todo el mundo para que vivan ese
día como una Jornada de oración por la paz”.
Porque, aseguró el Santo Padre, “hoy tenemos necesidad
de paz en esta guerra que existe en todas las partes del mundo”.
“Recemos por la paz –pidió el Papa– siguiendo el
ejemplo de san Francisco, hombre de fraternidad y de bondad” porque “estamos
todos llamados a ofrecer al mundo un fuerte testimonio de nuestro empeño común
por la paz y la reconcilación entre los pueblos”. Y concluyó: “Así el
martes, todos, unidos en oración. Recemos por la paz”.
El encuentro ‘Sed de paz. Religiones y cultura en
diálogo’, que inicia hoy domingo, contará con la presencia de líderes mundiales
de 9 religiones, 6 Premio Nobel de la paz, representantes del mundo de la
cultura, un grupo de 25 refugiados y el martes con la participación del papa
Francisco.
En total serán 511líderes religiosos provenientes
desde todo el mundo y unas 12 mil personas podrán seguir los eventos religiosos
y las 29 conferencias que se realizarán.
Así 30 años después de la histórica Jornada de
Oración por la Paz impulsada por san Juan Pablo II , hombres y mujeres de
religiones y culturas diferentes, se reunirán durante 3 días para hablar,
confrontarse y orar uno junto al otro en el Espíritu de Asís.
Texto completo del ángelus del 18 de septiembre de 2016
Francisco en el ángelus: La
corrupción es como la droga, sigamos el camino de Jesús
El papa Francisco rezó este domingo la oración del
ángelus ante la plaza de San Pedro, donde estaban reunidos miles de peregrinos.
En sus palabras el Santo Padre invitó a seguir el espíritu del Evangelio, serio
pero gozoso, lleno de alegría, apoyado en la honestidad, en la rectitud,
en el respeto a los demás y a su dignidad. Sabiendo que nadie puede servir
a dos señores, a Dios y al dinero. Y que la corrupción produce
dependencia. A continuación el texto completo
“Queridos
hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Hoy Jesús nos invita a reflexionar sobre dos estilos
de vida contrapuestos: uno el mundano y otro el del Evangelio. El espíritu del
mundo no es el espíritu de Jesús. Y lo hace mediante la narración de la
parábola del administrador infiel y corrupto, que es alabado por Jesús no
obstante su deshonestidad. Es necesario precisar en seguida, que este
administrador no es presentado como un modelo que debemos seguir, sino como un
ejemplo de astucia.
Este hombre es acusado de una mala gestión de los
negocios de su patrón y, antes de ser echado, busca astutamente obtener la
benevolencia de los deudores, condonando a ellos una parte de sus deudas para
asegurarse así un futuro.
Comentando este comportamiento, Jesús observa: “Los
hijos de este mundo son más astutos en su trato con lo demás que los hijos de
la luz”.
A tal astucia mundana nosotros estamos llamados a
responder con la astucia cristiana, que es un don del Espíritu Santo. Se trata
de alejarse del espíritu y de los valores del mundo, que tanto le gustan al
demonio, para vivir según el Evangelio.
¿Y la mundanidad cómo se manifiesta? La mundanidad se
manifiesta con actitudes de corrupción, de engaño, de prepotencia y constituyen
el camino más equivocado, el camino del pecado, porque uno lleva al otro,
¿verdad? Es como una cadena, si bien es verdad que generalmente ese es el
camino más cómodo de recorrer.
En cambio, el espíritu del Evangelio requiere un
estilo de vida serio –serio pero gozoso, lleno de alegría y comprometido,
impostado en la honestidad, en la rectitud, en el respeto a los demás y a su
dignidad, con el sentido del deber. ¡Y esta es la astucia cristiana!
El recorrido de la vida necesariamente implica elegir
entre estos dos caminos: entre honestidad y deshonestidad, entre la fidelidad y
la infidelidad, entre egoísmo y altruismo, entre el bien y el mal. No se puede
oscilar entre uno y otro, porque se mueven sobre lógicas diversas y
contrapuestas.
El profeta Elías decía al pueblo de Israel que
caminaba sobre estas vías: “Ustedes cojean con los dos pies”. Es una bella
imagen. Es importante decidir qué dirección tomar y después, una vez decidida
aquella justa, caminar con arrojo y determinación, encomendándose a la gracia
del Señor y a la ayuda de su Espíritu.
Fuerte y categórico es la conclusión del pasaje evangélico:
“Ningún servidor puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al
otro, o bien se interesará por el primero y menospreciará al segundo”.
Con esta enseñanza, Jesús hoy nos exhorta a hacer una
elección clara entre Él y el espíritu del mundo, entre la lógica de la
corrupción, de la prepotencia y de la avidez y aquella de la rectitud, de la
mansedumbre y del compartir.
Alguno se comporta con la corrupción como con las
drogas: piensa de poderlas usar y dejarlas cuando quiere. Se comienza con poco:
un manojo de aquí y una coima de allá… Y entre esta y aquella lentamente se
pierde la libertad.
También la corrupción produce dependencia, y genera
pobreza, explotación, sufrimiento. ¡Y cuantas víctimas existen hoy en el mundo!
Cuántas víctimas de esta difundida corrupción.
En cambio, cuando buscamos seguir la lógica evangélica
de la integridad, de la transparencia en las intenciones y en los
comportamientos, de la fraternidad, nosotros nos convertimos en artesanos de
justicia y abrimos horizontes de esperanza para la humanidad. En la gratuidad y
en la donación de nosotros mismos a nuestros hermanos, servimos al amo justo:
Dios.
La Virgen María nos ayude a escoger en cada ocasión y
a todo costo el camino justo, encontrando también el coraje de caminar contra
corriente, para poder seguir a Jesús y a su Evangelio”.
Después de rezar la oración mariana dirigió las
siguientes palabras
“Queridos
hermanos y hermanas
Ayer en la ciudad de Codrongianos (en Sassari) fue
proclamada beata Elisabetta Sanna, madre de familia. Cuando se quedó viuda se
dedicó totalmente a la oración y al servicio de los enfermos y de los pobres.
Su testimonio es modelo de caridad evangélica animada por la fe.
Hoy en Génova se clausura el Congreso Eucarístico
Nacional. Envío un saludo especial a todos los fieles que se encuentran allí
reunidos y deseo que este evento de gracia reavive en el pueblo italiano la fe
en el santísimo sacramento de la eucaristía, en el cual adoramos a Cristo,
manantial de vida y de esperanza para cada hombre.
El próximo martes iré a Asís para el encuentro de
oración por la paz, treinta años después de aquel histórico que convocó san
Juan Pablo II. Invito a las parroquias, asociaciones eclesiásticas,
individualmente a los fieles de todo el mundo para que vivan ese día como una
Jornada de oración por la paz.
Hoy más que nunca tenemos necesidad de paz en esta
guerra que existe en todas las partes del mundo. Recemos por la paz siguiendo
el ejemplo de san Francisco, hombre de fraternidad y de mansedumbre. Estamos todos
llamados a ofrecer al mundo un fuerte testimonio de nuestro empeño común por la
paz y la reconciliación entre los pueblos. Así el martes, todos, unidos en
oración. Recemos por la paz: cada uno se tome un poco de tiempo, el que pueda
para rezar por la paz. Todo el mundo unido.
Saludo con cariño a todos los romanos y peregrinos
provenientes de diversos países. En particular saludo a los fieles de la
diócesis de Colonia y a los de Marianopoli.
Y a todos les deseo que tengan un bueno domingo y por
favor no se olviden de rezar por mi”.
El Papa concluyó con su ya famoso “buon pranzo e
arrivederci”.
19.09.16
El
papa en Sta. Marta: Tramar es un pedazo de mafia a nuestro alcance, que nos
vuelve oscuros
El Santo Padre invita cuidar la luz
que nos fue dada en el bautismo, a renunciar a discutir por el gusto de
discutir, a no envidiar ni tramar
19
septiembre 2016
Ciudad del
Vaticano).- La luz de la
fe debe ser custodiada y no dejar que sea ocultada. Esta es la exhortación
que el Papa Francisco hizo en la homilía de la misa celebrada hoy lunes por
la mañana en la Casa Santa Marta, poniendo en guardia delante de
comportamientos que pueden apagar esta luz recibida como un don de Dios.
El Papa inspirándose en el Evangelio de día señaló que
custodiar la luz es custodiar algo que nos ha sido dado como un don, y si
nosotros somos luminosos, somos luminosos en este sentido; por haber recibido
el don de la luz en el día del Bautismo”. Francisco recordó que “en
los primeros siglos de la Iglesia”, y “también el algunas Iglesias orientales”
todavía hoy “al Bautismo se lo llama la iluminación”.
Esta luz, advierte el Santo Padre, “no ha de ser
tapada”. Porque “si uno tapa esa luz”, en efecto, “se vuelve tibio o
simplemente” un “cristiano sólo de nombre”.
La luz de la fe “es una luz verdadera, la que Jesús
nos da en el Bautismo”, o sea “no es una luz artificial, una luz que
camufla, sino que es una luz suave, serena, que no se paga más”. Pero hay toda
una serie de conductas que ponen en peligro esta luz. Y sobre todo para que
esta luz no se vuelva oscura, “no hay que hacer esperar a quien está
necesitado”.
“Jamás postergar: el bien… el bien no tolera el
congelador: el bien es hoy, y si tú no lo haces hoy, mañana no
existirá. No ocultar el bien para mañana, ‘vete y regresa, que te lo daré
mañana’ oculta fuertemente la luz; y además es una injusticia…”
Otra cosa es no cubrir la luz, no tramar contra el
prójimo cuando él se confiado de ti. Y peor si se trama el mal
para destruirlo, para ensuciarlo, para desmerecerlo…
“Es un pequeño pedazo de mafia que todos tenemos a
nuestro alcance. El que se aprovecha de la confianza del prójimo para tramar el
mal, es un mafioso. ‘Pero yo no pertenezco a…’: esta es la mafia, aprovecharse
de la confianza… Y esto es ocultar la luz. Uno se vuelve oscuro porque ¡toda
mafia es oscura!”.
El Papa puso el acento también en la tentación de
estar siempre discutiendo con alguien, el placer de discutir. “Siempre buscamos
alguna cosita para pelear. Pero al final, pelear cansa: no se puede vivir. Es
mejor dejar pasar, perdonar”, “fingir de no haber visto las cosas… no pelear
continuamente”.
Otro consejo que da este Padre a los hijos para no
tapar la luz es: ‘No envidiar al hombre violento y no irritarse por todos sus
éxitos, porque el Señor tiene horror del perverso, mientras que su amistad –la
del Señor– es para los justos’”.
Y muchas veces nosotros, algunos, tenemos celos,
envidias de aquellos que tienen éxito, o de los que son violentos… pero
repasemos un poco cómo es la historia de los violentos, de los poderosos… Es
tan simple: ¡los mismos gusanos que nos comerán a nosotros, los comerán a
ellos, los mismos! Al final, seremos todos iguales.
Por todo esto el consejo de Jesús es: “Sed hijos de la
luz y no hijos de las tinieblas; hay que custodiar la luz que nos ha sido dada
como don en el día del Bautismo”. Incluso más, “no esconderla debajo de la
cama”. Y para custodiar la luz, reiteró, están estos consejos, que han de ser
llevados a la práctica cada día. “No son cosas extrañas –subrayó– porque
todos los días vemos que estas cosas tapan la luz”.
“Que el Espíritu Santo, que todos nosotros hemos
recibido en el Bautismo, nos ayude a no caer en estos hábitos feos que tapan la
luz” concluyó el Papa. E invitó a “llevar adelante la luz recibida
gratuitamente, esa luz de Dios que hace tanto bien: la luz de la amistad, la
luz de la benevolencia, la luz de la fe, la luz de la esperanza, la luz de la
paciencia, la luz de la bondad”.
20.09.16
El
Papa en Sta. Marta: “Recemos al Dios de la paz, más allá de las divisiones de
las religiones”
Antes de partir hacia Asís el Santo
Padre da la clave del encuentro interreligioso por la paz
20
septiembre 2016
Ciudad del
Vaticano).- De rodillas
debemos rezarle al Dios de la paz, juntos y “más allá de las divisiones de las
religiones” hasta sentir “verguenza de la guerra” y sin cerrar el oído al grito
del dolor de quien sufre. Con este espíritu el papa Francisco partió hacia
Asís, y lo explicó este martes en la homilía de la misa matutina que celebra
diariamente en la residencia Santa Marta.
“No existe un dios de la guerra”. La guerra, lo
inhumano de una bomba que explota dejando muertos y heridos, cortando los
caminos a la ayuda humanitaria, y que no llega a niños, ancianos, enfermos, es
obra del maligno que quiere asesinar a todos”. Por esto es necesario rezar
y llorar por la paz, todas las religiones unidas en la convicción de que “Dios
es el Dios de la paz”.
“Hoy hombres y mujeres de todas las religiones iremos
a Asís. No para hacer espectáculo, sino simplemente para rezar por la paz”. Y
recordó que ha invitado “a todo el mundo” a realizar “reuniones de oración”,
invitando a “católicos, cristianos, creyentes y a todos los hombres de buena
voluntad, de cualquier religión, a rezar por la paz”, ya que “el mundo está en
guerra y el mundo sufre”.
Nosotros “a la guerra no la vemos”, ha indicado
Francisco, si bien nos asustamos cuando sucede algún acto de terrorismo, “pero
esto no tiene nada que ver con lo que sucede en aquellos países, en aquellas
tierras donde día y noche caen y caen las bombas”. Y “asesinan a niños,
ancianos, hombres y mujeres…”.
La guerra no está lejos, asegura el Papa, “la guerra
nos toca a todos” y porque “la guerra inicia en el corazón”.
“Que el Señor nos de la paz en el corazón, nos quite
el deseo de avidez y de lucha. “Más allá de las religiones: todos, todos,
todos, porque todos somos hijos de Dios. Y Dios es el Dios de la paz. No existe
un dios de la guerra: quien hace la guerra es el maligno, es el diablo, que
quiere asesinar a todos”.
Pensemos no sólo en las bombas, los muertos, los
heridos; sino también en las personas que no puede obtener ayuda humanitaria
para comer. Ellos no pueden obtener los medicamentos. Están hambrientos,
¡enfermos! Porque las bombas lo impiden.
Y hoy mientras rezamos sería bueno que todos se
sientan avergonzados. Avergonzados de esto: que los seres humanos, nuestros
hermanos, sean capaces de hacer esto. Hoy es un día de oración, de penitencia,
de invitación a la paz; día para escuchar el grito de los pobres. Este grito
que abre el corazón a la compasión, al amor y que nos salva del egoísmo.
21.09.16
El
Papa en la audiencia: “Dios nos ama con un amor tan grande que nos parece
imposible”
Señaló que “Dios, que nunca da a un
hijo por perdido”, y que Jesús nos pide ser canal y testimonio de su
misericordia hacia los necesitados
21
septiembre 2016
Ciudad del
Vaticano).- El papa
Francisco ha tenido hoy como todos los miércoles en el Vaticano, la audiencia
general, en la cual ha centrado su meditación sobre la misericordia. A su
llegada a la plaza de San Pedro, en donde se realizó la catequesis a pesar del
día gris y lluvioso, saludó a los presentes que le recibieron con
entusiasmo, agitando banderas y pañuelos.
En su resumen en español el Papa señaló que hoy fue
leído el pasaje evangélico “que inspira el lema de este año santo: Sed
misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso”. Y recordó a los
presentes que “Dios nos ama con un amor tan grande que nos parece
imposible”.
Aseguró que es así, porque “toda la historia de la
salvación es una historia de misericordia, que alcanza su culmen en la donación
de Jesús en la cruz”.
Y a la pregunta ¿Cómo alcanzar esta perfección?,
señaló: “La respuesta estriba en que Jesús no pide cantidad, sino ser signo,
canal, testimonio de su misericordia. Por eso los santos han encarnado el amor
de Dios que les desbordaba en múltiples formas de caridad en favor de los
necesitados”.
“El Evangelio nos da dos pautas para ello: perdonar y
dar. Jesús no busca alterar el curso de la justicia humana, pero manifiesta que
en la comunidad cristiana hay que suspender juicios y condenas”, dijo.
Indicó también que “el perdón es manifestación de la
gratuidad del amor de Dios, que nunca da a un hijo por perdido. No podemos
ponernos por encima del otro, al contrario debemos llamarlo continuamente a la
conversión”.
Porque, indicó el Santo Padre, “del mismo modo, Jesús
nos enseña que su voluntad de darse está muy por encima de nuestras expectativas
y no depende de nuestros méritos, sino que la capacidad de recibir su
amor, crece en la medida que nos damos a los demás: más amamos , más lleno de
Dios estará nuestro corazón”.
“Saludo cordialmente –dijo Francisco al concluir la
meditación– a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos
provenientes de España y Latinoamérica. Pidamos al Señor que no perdamos nunca
nuestra identidad de hijos de un mismo Padre, que nos une en su amor. Que Dios
los bendiga”.
El Pontífice hacia el final de la audiencia hizo un
llamado por la XXIII Jornada mundial contra el Alzheimer, que se celebra
hoy con el título “Recuérdate de mi”. E invitó a todos los presentes a no
olvidarse, a tener la diligencia de María y la ternura de Jesús Misericordioso,
hacia todos aquellos que sufren esta enfermedad y a sus familiares y
“hacerles sentir nuestra cercanía”.
22.09.16
El
Papa a los periodistas: ‘No soplen sobre el fuego de la destrucción, promuevan
la cultura del encuentro’
Reflexiones del santo Padreal
recibir a los responsables del periodismo en Italia: Amar la verdad, vivir con
profesionalidad, y respetar la dignidad humana
22
septiembre 2016
Ciudad del
Vaticano).- “Hay pocas
profesiones que tienen tanta influencia en la sociedad como la del periodismo”
con un rol de gran importancia y responsabilidad porque “escriben el primer
borrador de la historia”. Lo indicó este jueves el papa Francisco al recibir en
el Vaticano a una delegación del Orden de los periodistas de Italia.
Deseó por ello que el periodismo “sea un instrumento
de construcción, un factor de bien común, un acelerador de procesos de
reconciliación”, y que “rechace la tentación de fomentar el choque con un
lenguaje que sople sobre el fuego de las divisiones” y por el contrario
“favorezca la cultura del encuentro”.
Y si bien reconoció que la critica es legítima, y
añadió “también necesaria”, puntualizó que “el periodismo no puede volverse un
arma de destrucción de personas o peor aún de los pueblos”. Añadió que tampoco
“debe alimentar el miedo delante de los cambios o fenómenos como las
migraciones forzadas por la guerra o por el hambre”.
El Santo Padre si bien señaló que la prensa
escrita y televisiva pierden relevancia ante los nuevos medios digitales,
especialmente entre los jóvenes, valorizó el trabajo de los periodistas,
porque “cuando tienen profesionalidad permanecen una columna portante, un
elemento fundamental para la vitalidad de una sociedad libre y pluralista”.
Un cambio el registrado en los medios digitales,
explicó, que llevó también a la Santa Sede “a vivir un proceso de renovación
del sistema comunicativo” y del cual “la Secretaría para la comunicación será
el natural punto de referencia”.
El Santo
Padre quiso compartir así una reflexión sobre el ‘qué y ‘cómo’ en la profesión
de los periodistas puede mejorar la sociedad en al que vivimos.
Reflexiones que merecerían una jornada de retiro, lo
que reconoció “no es fácil en el ámbito periodístico, una profesión que vive
continuos ‘tiempos de entrega’ y ‘fecha de cierre de edición’”.
Y ayudando a hacer una reflexión el Papa se detuvo en
tres elementos: Amar la verdad, una cosa fundamental para todos,
especialmente para los periodistas; vivir con profesionalidad, algo que
va más allá de las leyes y reglamentos; y respetar la dignidad humana,
que es mucho más difícil de lo que se puede pensar a primera vista.
Amar la verdad, quiere decir no solamente afirmar, pero vivir la
verdad, dar testimonio de ella con el propio trabajo, dijo, y precisó que “la
cuestión no es ser creyentes o no creyentes. La cuestión es ser honesto con sí
mismo y con los otros”. Puntualizó además que “no siempre es fácil llegar
a la verdad, o por lo menos acercarse a esa”. Y que en la vida “no todo es
blanco o negro” y también en el periodismo “es necesario saber discernir entre
los matices de gris en los eventos que es necesario narrar”. Y pidió “nunca
decir o escribir en conciencia, algo que no sea verdadero”.
El segundo punto que señaló el Pontífice es vivir
con profesionalidad, “más allá de lo que está escrito en los códigos de
deontología, sin someterse a los intereses de parte. El Pontífice en sus
palabras indicó que es necesario para ello una sociedad democrática y
recordó como las dictaduras de cualquier ‘color’, intentaron siempre
apoderarse de los medios de comunicación e imponer nuevas reglas a la profesión
periodística.
Y sobre el respetar la dignidad humana, que es
importante en todas las profesiones, subrayó que lo es “de manera particular en
el periodismo”, porque detrás de una simple narración “hay sentimientos,
emociones, en definitiva, la vida de las personas”.
Recordó también como él ha hablado muchas veces de los
chismorreos como ‘terrorismo’, y que esto vale para las personas
individuales, la familia o el trabajo, y “mucho más para los periodistas”.
Además porque “un artículo se publica hoy y mañana es sustituido por otro,
pero la vida de una persona injustamente difamada puede ser destruida para
siempre”.
23.09.16
Francisco
a la diócesis de Quilmes: ‘Ayuden a Jesús que pasa, en el hermano necesitado’
El Papa escribe al obispo local por
los cuarenta años de la diócesis del Gran Buenos Aires
23
septiembre 2016
Quilmes
Roma).- El papa Francisco expresó su cercanía y
bendición a la diócesis de Quilmes, en Argentina, con motivo de los 40 años de
su creación y de la ordenación episcopal de su primer obispo, monseñor Jorge
Novak.
Lo indicó la web de la diócesis ubicada en el Gran
Buenos Aires, a unos 20 kilómetros al sur de la Ciudad de Buenos Aires, con
unos 260 mil habitantes, la cual publicó el texto de la carta que el Santo
Padre envió a su obispo Carlos José Tissera.
En la misma el Papa anima a los fieles de dicha
comunidad a “permanecer alerta ante el Señor que pasa y se hace cercano,
para poder socorrerlo y ayudarle con el hermano oprimido, explotado,
descantado, enfermo o que sufre cualquier otra necesidad”.
A
continuación el texto de la carta.
“Querido
hermano:
Con motivo de los 40 años de la Diócesis de Quilmes,
te hago llegar un cordial saludo y, a través tuyo, a todo el pueblo santo de
Dios que tienes bajo tu cuidado.
Sé que se han preparado con entusiasmo para este
aniversario, y me uno a ustedes en acción de gracias a Dios por los bienes
recibidos de su divina bondad. Él ha permanecido fiel, dándole pastores, desde
el primer Obispo, Mons. Jorge Novak, S.V.D., hasta el día de hoy; muchos
sacerdotes y consagrados han dado su vida para hacer presente a Cristo en medio
de ustedes. Esto me llena de gozo.
Una comunidad cristiana que está viva cada día se
sorprende del amor misericordioso de Dios y es capaz de reconocerlo y salir a
su encuentro. Los animo a permanecer alerta ante el Señor que pasa y se hace
cercano, para poder socorrerlo y ayudarle con el hermano oprimido, explotado,
descantado, enfermo o que sufre cualquier otra necesidad. Él a su vez los
llenará de esa fuerza y alegría interior capaz de regenerar y crear unidad.
A todos los que toman parte de este aniversario
diocesano, les imparto mi bendición que hago extensiva a vuestras familias y
demás seres queridos. Por favor, no se olviden de rezar y hacer rezar por mí.
Que Jesús los bendiga y la Virgen de Luján los cuide”.
24.09.16
El
Papa a los familiares de las víctimas del terrorismo en Niza: respondan al odio
con el amor de Dios
El Santo Padre les recibió en el
Vaticano y les señaló, que se responde con la obra de Dios que es el perdón y
el respeto
24
septiembre 2016
Ciudad del
Vaticano).- El papa Francisco recibió este sábado a los familiares o amigos de
las víctimas del atentado terrorista del mes de julio pasado en Niza. A todos
ellos les prometió sus oraciones. Les adviritó entretanto que si bien la tentación de encerrarse en sí mismo, o de responder al odio con el odio y
la violencia con la violencia es grande, se necesita una auténtica conversión
del corazón. Y que este es el mensaje que el Evangelio de Jesús nos da. Y que
no podemos responder a los asaltos del demonio a no ser a través de las obras
de Dios que son el perdón, el amor y el respeto a los demás, incluso si son
diferentes.
“Queridos
hermanos y hermanas:
Es una gran emoción para mi recibirles a ustedes que
sufren en el cuerpo o en el alma, porque en una noche de fiesta la violencia
les golpeó ciegamente a ustedes o a uno de sus familiares, independientemente
de su origen o religión.
Quiero compartir este dolor, un dolor que se vuelve aún más fuerte cuando pienso en los niños, a veces familias enteras cuyas
vidas han sido desgarradas de repente y de manera tan dramática.
Les aseguro a todos ustedes mi
compasión y la cercanía de mi oración. Queridas familias, invoco a Nuestro
Padre en el cielo, el Padre de todos, para que reciba a vuestros queridos
difuntos cerca de Él, de manera que encuentren en seguida el reposo y el gozo
de la vida eterna.
Para nosotros los cristianos, el
fundamento de nuestra esperanza es Cristo muerto y resucitado. El apóstol Pablo
nos dice: “Si pasamos a través de la muerte con Cristo, creemos que también
viviremos con él. Nosotros lo sabemos, de hecho ha resucitado entre los
muertos, Cristo no muere más; sobre Él la muerte ya no tiene ningún poder
“(Romanos 6.8 a 9).
Que la certeza de la vida eterna,
que es también la de los creyentes de otras religiones, sea un consuelo para
toda vuestra vida y un pujante motivo de perseverancia para continuar con
coraje el camino aquí en este mundo.
También rezo al Dios de la
misericordia por todas las personas heridas, algunos horriblemente mutilados en
su carne y en su alma, y no me olvido de todos aquellos que no pudieron venir o
que aún están hospitalizados.
La Iglesia les está cerca y les
acompaña con su inmensa compasión. Y con su presencia a vuestro lado en estos
momentos tan pesados de llevar, le pide a Dios que les ayude y ponga en vuestro
su corazón, sentimientos de paz y hermandad.
La tragedia experimentada por la
ciudad de Niza ha suscitado por todas partes hermosas iniciativas de
solidaridad y apoyo. Doy las gracias a todos aquellos que, en ese momento han
llevado ayuda a las víctimas, o aún hoy y durante mucho tiempo probablemente se
dedicarán a apoyar y ayudar a las familias.
Veo a la comunidad católica y a
su obispo, monseñor André Marceau, pero también a los servicios de asistencia y
a las asociaciones, en particular la asociación los Alpes Marítimos
Fraternidad, aquí presente, que reúne a representantes de todas las confesiones
religiosas, esto es un hermoso signo de esperanza.
Y estoy encantado de ver que las
relaciones interreligiosas en vuestra casa están vivas, lo que sólo puede
ayudar a curar las heridas de estos eventos dramáticos.
De hecho, el establecimiento de
un diálogo sincero y las relaciones de hermandad entre todas las personas,
especialmente entre aquellos que confiesan al Dios único y misericordioso, es
una prioridad urgente que las autoridades, tanto políticas como religiosas,
deben tratar de promover y que todo el mundo está llamado a utilizar a su
alrededor.
Si bien la tentación de
encerrarse en sí mismo, o de responder al odio con el odio y a la violencia con
la violencia es grande, se necesita una auténtica conversión del corazón.
Este es el mensaje que el
Evangelio de Jesús nos da a todos nosotros. No podemos responder a los asaltos
del demonio sino a través de las obras de Dios que son el perdón, el amor y el
respeto a los demás, incluso si es diferente.
Queridos hermanos y hermanas, les
prometo una vez más mis oraciones con todo el afecto del Sucesor de Pedro.
También rezo por vuestro querido país y sus responsables, para que se construya
sin descanso una sociedad justa, pacífica y fraterna. Y como signo de mi
cercanía, invoco sobre cada uno de ustedes la ayuda de la Virgen María y la
abundancia de las bendiciones divinas”.
25.09.16
El
Papa: “La mundanidad es un ‘agujero negro’ que devora todo en el propio yo”
Francisco señala que la riqueza no
es mala, sino la indiferencia hacia quien tiene necesidad
25
septiembre 2016
Ciudad del Vaticano).-Hoy el jubileo de la Misericordia ha vivido una de sus jornadas más bonita,
con el Jubileo de los catequistas, que en Italia son unos 130 mil.
El Papa vistiendo paramentos
verdes y el palio, presidió en la plaza de San Pedro con la solemnidad
característica de estas ceremonias, la santa misa del XXVI domingo del Tiempo
ordinario, ante unos 30 mil catequistas allí reunidos.
El coro de la Capilla Sixtina
acompañó la liturgia con los cantos polifónicos en latín, las voces blancas de
los niños, acompañado por un segundo coro.
En la jornada soleada del inicio
del otoño en Italia, con un cielo azul muy intenso, el Santo Padre les pidió a
los catequista que “no dejemos de poner por encima de todo el anuncio principal
de la fe: el Señor ha resucitado. No hay un contenido más importante”, porque
“Si se le aísla, pierde sentido y fuerza”.
Llevar en mensaje de que “Jesús te ama de verdad, tal y como
eres. Déjale entrar: a pesar de las decepciones y heridas de la vida, dale la
posibilidad de amarte. No te defraudará”
Así adviritió que “al Dios-Amor se le anuncia amando:
no a fuerza de convencer, nunca imponiendo la verdad, ni mucho menos
aferrándose con rigidez a alguna obligación religiosa o moral. A Dios se le
anuncia encontrando a las personas, teniendo en cuenta su historia y su
camino”.
Porque “al Dios de la esperanza se le anuncia viviendo
hoy el Evangelio de la caridad, sin miedo a dar testimonio de él incluso con
nuevas formas de anuncio”.
Y tomando inspiración en la parábola del hombre rico
que no se fija en Lázaro, un pobre que ‘estaba echado a su puerta’, precisa que
“el rico, en verdad, no hace daño a nadie, no se dice que sea malo. Sin
embargo, tiene una enfermedad peor que la de Lázaro, que estaba ‘cubierto de
llagas’: este rico sufre una fuerte ceguera, porque no es capaz de ver más allá
de su mundo, hecho de banquetes y ricos vestidos. No ve más allá de la puerta
de su casa, donde yace Lázaro, porque no le importa lo que sucede fuera”.
“En su corazón -explica Francisco- ha entrado la
mundanidad que adormece el alma. La mundanidad es como un ‘agujero negro’ que
engulle el bien, que apaga el amor, porque lo devora todo en el propio yo.
Entonces se ve sólo la apariencia y no se fija en los demás, porque se vuelve
indiferente a todo”.
El Santo Padre ha concluido su homilía exhortando: “El
Señor nos lo pide hoy: ante los muchos Lázaros que vemos, estamos llamados a
inquietarnos, a buscar caminos para encontrar y ayudar, sin delegar siempre en
otros o decir: ‘Te ayudaré mañana’. El tiempo para ayudar es tiempo regalado a
Jesús, es amor que permanece: es nuestro tesoro en el cielo, que nos ganamos aquí
en la tierra”.
Antes de Ite
missa est el Pontífice rezó la oración del ángelus e impartió la bendición
apostólica.
Texto de la homilía del papa Francisco en el Jubileo de los catequistas.
Advierte de la enfermedad de la indiferencia
El Santo Padre señala que los
pobres, que no son un apéndice del Evangelio, sino una página central, siempre
abierta ante nosotros
En el Jubileo
de los catequistas, que se celebra hoy como parte del del Jubileo de la
Misericordia, el papa Francisco les indicó que no sirve aparentar o hacer
lindas prédicias, sino que es necesario dar testimonio de Jesús. Y tomó
inspiración del evangelio del día para explicar la parábola del pobre Lázaro y
el rico sin nombre. Que el problema reside no en tener riquezas sino en
ignorar, en ser indiferentes ante quienes están en dificultad.
A
continuación el texto de la homilía:
El Apóstol Pablo, en la segunda lectura, dirige a
Timoteo, y también a nosotros, algunas recomendaciones muy importantes para él.
Entre otras, pide que se guarde «el mandamiento sin mancha ni reproche» (1 Tm
6,14). Habla sencillamente de un mandamiento. Parece que quiere que fijemos
nuestros ojos fijos en lo que es esencial para la fe. San Pablo, en efecto, no
recomienda una gran cantidad de puntos y aspectos, sino que subraya el centro
de la fe.
Este centro, alrededor del cual gira todo, este
corazón que late y da vida a todo es el anuncio pascual, el primer anuncio: el
Señor Jesús ha resucitado, el Señor Jesús te ama, ha dado su vida por ti;
resucitado y vivo, está a tu lado y te espera todos los días. Nunca debemos
olvidarlo.
En este Jubileo de los catequistas, se nos pide que no
dejemos de poner por encima de todo el anuncio principal de la fe: el Señor ha
resucitado. No hay un contenido más importante, nada es más sólido y actual.
Cada aspecto de la fe es hermoso si permanece unido a este centro, si está
permeado por el anuncio pascual. Si se le aísla, pierde sentido y fuerza.
Estamos llamados a vivir y a anunciar la novedad del
amor del Señor: «Jesús te ama de verdad, tal y como eres. Déjale entrar: a
pesar de las decepciones y heridas de la vida, dale la posibilidad de amarte.
No te defraudará». El mandamiento del que habla san Pablo nos lleva a pensar
también en el mandamiento nuevo de Jesús: «Que os améis unos a otros como yo os
he amado» (Jn 15,12).
A Dios-Amor se le anuncia amando: no a fuerza de
convencer, nunca imponiendo la verdad, ni mucho menos aferrándose con rigidez a
alguna obligación religiosa o moral. A Dios se le anuncia encontrando a las
personas, teniendo en cuenta su historia y su camino. El Señor no es una idea,
sino una persona viva: su mensaje llega a través del testimonio sencillo y
veraz, con la escucha y la acogida, con la alegría que se difunde. No se
anuncia bien a Jesús cuando se está triste; tampoco se transmite la belleza de
Dios haciendo sólo bonitos sermones.
Al Dios de la esperanza se le anuncia viviendo hoy el
Evangelio de la caridad, sin miedo a dar testimonio de él incluso con nuevas
formas de anuncio. El Evangelio de este domingo nos ayuda a entender qué significa
amar, sobre todo a evitar algunos peligros. En la parábola se habla de un
hombre rico que no se fija en Lázaro, un pobre que «estaba echado a su puerta»
(Lc 16,20).
El rico, en verdad, no hace daño a nadie, no se dice
que sea malo. Sin embargo, tiene una enfermedad peor que la de Lázaro, que
estaba «cubierto de llagas» (ibíd.): este rico sufre una fuerte ceguera, porque
no es capaz de ver más allá de su mundo, hecho de banquetes y ricos vestidos.
No ve más allá de la puerta de su casa, donde yace Lázaro, porque no le importa
lo que sucede fuera.
No ve con los ojos porque no siente con el corazón. En
su corazón ha entrado la mundanidad que adormece el alma. La mundanidad es como
un «agujero negro» que engulle el bien, que apaga el amor, porque lo devora todo
en el propio yo. Entonces se ve sólo la apariencia y no se fija en los demás,
porque se vuelve indiferente a todo.
Quien sufre esta grave ceguera adopta con frecuencia
un comportamiento «estrábico»: mira con deferencia a las personas famosas, de
alto nivel, admiradas por el mundo, y aparta la vista de tantos Lázaros de
ahora, de los pobres y los que sufren, que son los predilectos del Señor.
Pero el Señor mira a los que el mundo abandona y
descarta. Lázaro es el único personaje de las parábolas de Jesús al que se le
llama por su nombre. Su nombre significa «Dios ayuda». Dios no lo olvida, lo
acogerá en el banquete de su Reino, junto con Abraham, en una profunda comunión
de afectos.
El hombre rico, en cambio, no tiene siquiera un nombre
en la parábola; su vida cae en el olvido, porque el que vive para sí no
construye la historia. La insensibilidad de hoy abre abismos infranqueables
para siempre. En la parábola vemos otro aspecto, un contraste.
La vida de este hombre sin nombre se describe como
opulenta y presuntuosa: es una continua reivindicación de necesidades y
derechos. Incluso después de la muerte insiste para que lo ayuden y pretende su
interés.
La pobreza de Lázaro, sin embargo, se manifiesta con
gran dignidad: de su boca no salen lamentos, protestas o palabras despectivas.
Es una valiosa lección: como servidores de la palabra de Jesús, estamos
llamados a no hacer alarde de apariencia y a no buscar la gloria; ni tampoco
podemos estar tristes y disgustados.
No somos profetas de desgracias que se complacen en
denunciar peligros o extravíos; no somos personas que se atrincheran en su
ambiente, lanzando juicios amargos contra la sociedad, la Iglesia, contra todo
y todos, contaminando el mundo de negatividad.
El escepticismo quejoso no es propio de quien tiene
familiaridad con la Palabra de Dios. El que proclama la esperanza de Jesús es
portador de alegría y sabe ver más lejos, porque sabe mirar más allá del mal y
de los problemas. Al mismo tiempo, ve bien de cerca, pues está atento al
prójimo y a sus necesidades.
El Señor nos lo pide hoy: ante los muchos Lázaros que
vemos, estamos llamados a inquietarnos, a buscar caminos para encontrar y
ayudar, sin delegar siempre en otros o decir: «Te ayudaré mañana». El tiempo
para ayudar es tiempo regalado a Jesús, es amor que permanece: es nuestro
tesoro en el cielo, que nos ganamos aquí en la tierra.
En conclusión, que el Señor nos conceda la gracia de
vernos renovados cada día por la alegría del primer anuncio: Jesús nos ama personalmente.
Que nos dé la fuerza para vivir y anunciar el mandamiento del amor, superando
la ceguera de la apariencia y las tristezas del mundo. Que nos vuelva sensibles
a los pobres, que no son un apéndice del Evangelio, sino una página central,
siempre abierta ante nosotros.
26.09.16
Francisco
y el presidente del Congo piden diálogo respetuoso e inclusivo para la
estabilidad del país
El mandatario congoleño se ha
reunido durante veinte minutos con el Pontífice en el Vaticano
26
septiembre 2016
Roma).- El papa Francisco ha recibido esta
mañana al Presidente de la República Democrática del Congo, Joseph Kabila. El
encuentro tuvo lugar, como es habitual, en la biblioteca del Palacio
Apostólico Vaticano y duró veinte minutos, con ayuda de traductor.
En el encuentro, informa la oficina de prensa de la
Santa Sede, se ha prestado una atención especial “a los graves retos
planteados por la situación política actual así como a los recientes
enfrentamientos en la capital”. Asimismo –informa la Santa Sede– se reiteró la
importancia de la colaboración entre los actores políticos y los
representantes de la sociedad civil y las comunidades religiosas, en favor del
bien común, mediante un diálogo respetuoso e inclusivo para la estabilidad y
la paz en el país.
Además, se habló del “persistir de la violencia que
padece la población en la zona oriental del país”, y de “la urgencia de una
cooperación en ámbito nacional e internacional para proporcionar la
asistencia necesaria y restablecer la convivencia civil”.
Y es que la violencia generalizada en Kinshasa,
capital de la República Democrática del Congo, ha dejado casi medio centenar de
muertos tras días de enfrentamientos entre la policía y la oposición de
ese país. La crisis estalló el 22 de septiembre, cuando los partidarios de Kamwena
Nsapu, líder tribal que fue asesinado en agosto, atacaron el aeropuerto
asumiendo el control hasta la tarde del 23, cuando, después de intensos
combates, las fuerzas de seguridad consiguieron expulsarlos. La mayoría de las
víctimas eran rebeldes, mientras que los soldados fallecidos fueron ocho. Tal y
como informa la agencia Fides, Kamwena Nsapu fue asesinado el 12 de agosto, en
unos enfrentamientos con la policía. El jefe tribal había desafiado a las
autoridades estatales afirmando que había creado una milicia para expulsar a la
policía de su territorio de referencia.
Mientras tanto continúa el estancamiento político
después de que se ha suspendido el “diálogo nacional” entre la mayoría y la
oposición —que exige la partida del Kabila, cuyo mandato expira al final
diciembre– tras los graves incidentes que han tenido lugar en la capital
en los últimos días.
Por otro lado, durante los coloquios transcurridos en
una atmósfera de cordialidad, prosigue el comunicado de prensa de la Santa
Sede, se ha hablado de las buenas relaciones existentes entre la Santa Sede y
la República Democrática del Congo. En particular, con referencia “a la
importante contribución que la Iglesia católica da a la vida de la nación
mediante sus instituciones educativas, sociales y sanitarias”, así como “en
favor del desarrollo y de la reducción de la pobreza”. En ese contexto
–precisa el comunicado– se ha expresado la satisfacción mutua por la firma del
Acuerdo Marco entre la Santa Sede y el Estado del pasado 20 de mayo.
Al finalizar el encuentro con el Santo Padre, el
mandatario se reunió con el arzobispo Paul Richard Gallagher, Secretario para
las Relaciones con los Estados.
27.09.16
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