1 de set. 2016

EL PAPA



El Papa propone el cuidado de la creación como obra de misericordia
En su mensaje por la Jornada mundial de oración para el cuidado de la creación, Francisco indica que “no podemos rendirnos o ser indiferentes a la pérdida de la biodiversidad y a la destrucción de los ecosistemas”
1 septiembre 2016

Arboles y ocaso 

Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco propone un complemento a las dos listas tradicionales de siete obras de misericordia, añadiendo a cada una el cuidado de la casa común. Así, explica que como obra de misericordia espiritual, el cuidado de la casa común precisa de la contemplación agradecida del mundo que nos permite descubrir a través de cada cosa alguna enseñanza que Dios nos quiere transmitir. Como obra de misericordia corporal, el cuidado de la casa común, necesita simples gestos cotidianos donde rompemos la lógica de la violencia, del aprovechamiento, del egoísmo y se manifiesta en todas las acciones que procuran construir un mundo mejor.
La propuesta la ha hecho en su mensaje con ocasión de la Jornada mundial de oración para el cuidado de la creación, que se celebra hoy 1 de septiembre, y lleva por tema este año “Usemos misericordia hace nuestra casa común”.
Tal y como explica el Santo Padre en el mensaje, la Iglesia católica celebra esta Jornada en unión con los hermanos y hermanas ortodoxos, y con la adhesión de otras Iglesias y comunidades cristianas. Y precisa que la jornada pretende ofrecer “una valiosa oportunidad de renovar la adhesión personal a la propia vocación de custodios de la creación”, elevando a Dios “una acción de gracias por la maravillosa obra que Él ha confiado a nuestro cuidado”.
Asimismo, el Pontífice asegura que debe ser motivo de alegría que, en todo el mundo, hay iniciativas que promueven la justicia ambiental, la solicitud hacia los pobres y el compromiso responsable con la sociedad, “están fomentando el encuentro entre personas, sobre todo jóvenes, de diversos contextos religiosos”.
Por otro lado, el Santo Padre subraya que “no podemos rendirnos o ser indiferentes a la pérdida de la biodiversidad y a la destrucción de los ecosistemas, a menudo provocados por nuestros comportamientos irresponsables y egoístas”.
En esta línea advierte de que el planeta continúa calentándose, en parte a causa de la actividad humana: el 2015 ha sido el año más caluroso jamás registrado y probablemente el 2016 lo será aún más. Y así, añade que los pobre del mundo, que son los menos responsables de los cambios climáticos, “son los más vulnerables y sufren ya los efectos”. Además, el Santo Padre reconoce que “cuando maltratamos la naturaleza, maltratamos también a los seres humanos”.
En el mensaje, el Papa explica que Dios “nos ha dado la tierra para cultivarla y guardarla con respeto y equilibrio”. Cultivarla demasiado esto es abusando de ella de modo miope y egoísta, y guardarla poco es pecado.
Por otro lado, el Santo Padre pide que en este Año Jubilar, “aprendamos a buscar la misericordia de Dios por los pecados cometidos contra la creación, que hasta ahora no hemos sabido reconocer ni confesar” y “comprometámonos a realizar pasos concretos en el camino de la conversión ecológica”.  El primer paso en este camino –prosigue Francisco– es siempre un examen de conciencia, que implica un reconocimiento del mundo como un don recibido del amor del Padre, que provoca como consecuencia actitudes gratuitas de renuncia y gestos generosos. Y asegura que también implica “la amorosa conciencia de no estar desconectados de las demás criaturas, de formar con los demás seres del universo una preciosa comunión universal”.
El examen de conciencia, el arrepentimiento y la confesión al Padre rico de misericordia, nos conducen a un firme propósito de cambio de vida, observa Francisco. Y esto –añade debe traducirse en actitudes y comportamientos concretos más respetuosos con la creación.  Como por ejemplo, propone el Santo Padre, hacer un uso prudente del plástico y del papel, no desperdiciar el agua, la comida y la energía eléctrica, diferenciar los residuos, tratar con cuidado a los otros seres vivos, utilizar el transporte público y compartir el mismo vehículo entre varias personas, entre otras cosas.
En esta línea, asegura que la economía y la política, la sociedad y la cultura, “no pueden estar dominadas por una mentalidad del corto plazo y de la búsqueda de un inmediato provecho financiero o electoral”.
A propósito del los Objetivos del Desarrollo Sostenible adoptados por los países del mundo en septiembre de 2015, el papa Francisco recuerda que ahora los Gobiernos tienen el deber de respetar los compromisos que han asumido, mientras las empresas deben hacer responsablemente su parte, y corresponde a los ciudadanos exigir que esto se realice.
Finalmente, el Pontífice asegura que a pesar de nuestros pecados y los tremendos desafíos que tenemos delante, “no perdamos la esperanza”.
02.09.16




Francisco pide imitar el ejemplo de Madre Teresa para realizar una revolución de la ternura
El Santo Padre envía un telegrama al congreso internacional que la agencia Asia News ha organizado en Roma
2 septiembre 2016


Roma).- El ejemplo de vida de Madre Teresa como “testigo privilegiado de caridad y de generosa atención a los pobres y a los últimos” contribuya a llevar cada vez más a Cristo “al centro de la vida” y a vivir generosamente su Evangelio “en el continuo ejercicio de las obras de misericordia para ser constructores de un futuro mejor, iluminado por el esplendor de la verdad”.
Este es el deseo del papa Francisco, que expresa en un telegrama –firmado por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin– enviado al padre Bernardo Cervellera, director de AsiaNews.
El mensaje lo ha enviado con ocasión del congreso internacional que la agencia ha organizado en Roma, en la Universidad Pontificia Urbaniana, dedicado a Madre Teresa “como icono de la Misericordi hacia Asia y el mundo”.
Finalmente, el Papa reza para que los devotos de Madre Teresa, “imitando el ardor apostólico” puedan realizar “esa revolución de la ternura iniciada por Jesucristo con su amor de predilección a los pequeños”.
03.09.16




El Papa: La misericordia de Dios es una acción concreta
El Santo Padre, en la catequesis del Jubileo de los voluntarios y operadores de la misericordia, explica que no sería digno de la Iglesia ni de un cristiano “pasar de largo” ante la necesidad y el sufrimiento de los demás
3 septiembre 2016
 Ciudad del Vaticano).- El amor de Dios no cesará nunca, ni en nuestra vida ni en la historia del mundo. Es un amor que permanece siempre joven, activo y dinámico, y que atrae hacia sí de un modo incomparable. Así lo ha recordado el papa Francisco esta mañana, ante una repleta plaza de San Pedro, en la catequesis del Jubileo de los voluntarios y los operadores de la misericordia. También ha reconocido que “la misericordia de Dios no es una idea bonita, sino una acción concreta” y que “la misericordia humana no será auténtica hasta que no se concrete en el actuar diario”.
De este modo, el Pontífice ha asegurado que el amor de Dios es fiel y no traiciona “a pesar de nuestras contradicciones”. Es un amor fecundo que genera y va más allá de nuestra pereza, ha añadido. Y de este amor “todos somos testigos”. Advirtiendo además que “cuanto más nos dejamos involucrar por este amor, tanto más se regenera nuestra vida”.
Este amor, del que habla el apóstol Pablo en el himno de la caridad, “es un amor que se ve, se toca y se experimenta en primera persona”. Y la forma más grande y expresiva de este amor es Jesús.
Por otro lado, el Santo Padre ha querido subrayar durante la catequesis que no se puede mirar para otro lado y “dar la espalda para no ver muchas formas de pobreza que piden misericordia”. No sería digno de la Iglesia ni de un cristiano — ha aseverado– pasar de largo y pretender tener la conciencia tranquila soolo porque se ha rezado.
A los presentes, pertenecientes al mundo del voluntariado, les ha recordado que en su realidad, “casi siempre de forma silenciosa y oculta”, dan “forma y visibilidad a la misericordia”. En esta línea ha precisado que en las distintas condiciones de indigencia y necesidad de muchas personas, “vuestra presencia es la mano tendida de Cristo que llega a todos”. La credibilidad de la Iglesia –ha observado– pasa también de manera convincente a través de vuestro servicio a los niños abandonados, los enfermos, los pobres sin comida ni trabajo, los ancianos, los sintecho, los prisioneros, los refugiados y los emigrantes, así como a todos aquellos que han sido golpeados por las catástrofes naturales…
Por eso, el Papa ha pedido a los fieles reunidos en la plaza que sean siempre “diligentes en la solidaridad, fuertes en la cercanía, solícitos en generar alegría y convincentes en el consuelo”. Estad siempre contentos y llenos de alegría por vuestro servicio –ha pedido Francisco– pero no dejéis que nunca sea motivo de presunción que lleva a sentirse mejores que los demás.
Finalmente, el Santo Padre ha querido recordar que mañana Madre Teresa será proclamada santa. Al respecto ha asegurado que este testimonio de misericordia de nuestro tiempo “se añade a la innumerable lista de hombres y mujeres que han hecho visible con su santidad el amor de Cristo”. De este modo ha pedido imitar su ejemplo, y pedir “ser instrumentos humildes en las manos de Dios para aliviar el sufrimiento del mundo, y dar la alegría y la esperanza de la resurrección”.
 04.09.16




El Papa invita a llevar en el corazón la sonrisa de Madre Teresa
En la homilía de la misa de canonización de la santa albanesa, Francisco recuerda que quienes se ponen al servicio de los hermanos, aunque no lo sepan, son quienes aman a Dios
4 septiembre 2016
 Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha recordado que Madre Teresa, a lo largo de toda su existencia, fue “generosa dispensadora de la misericordia divina”, poniéndose a disposición de todos “por medio de la acogida y la defensa de la vida humana, tanto la no nacida como la abandonada y descartada”. Así lo ha indicado en la homilía de la misa de canonización de la monja albanesa, ante una gran multitud que ha acudido a Roma para el gran evento. Durante la homilía, cuando ya se había realizado en rito de canonización, Francisco ha recordado que Madre Teresa se comprometió en la defensa de la vida proclamando incesantemente que “el no nacido es el más débil, el más pequeño, el más pobre”. El Papa cree, ha indicado, que “tendremos un poco de dificultad en llamarla santa Teresa. Su santidad es tan cercana a nosotros, tan tierna y fecunda que espontáneamente continuaremos a decirle Madre Teresa”.
Por otro lado ha subrayado que la ya santa, se inclinó “sobre las personas desfallecidas, que mueren abandonadas al borde de las calles, reconociendo la dignidad que Dios les había dado”. Y de este modo, hizo “sentir su voz a los poderosos de la tierra, para que reconocieran sus culpas ante los crímenes de la pobreza creada por ellos mismos”. En esta misma línea ha precisado que la misericordia fue para ella la sal que daba sabor a cada obra suya, y la luz que iluminaba las tinieblas de los que no tenían ni siquiera lágrimas para llorar su pobreza y sufrimiento.
El Pontífice ha aseverado que la misión que Madre Teresa desarrolló en las periferias “permanece en nuestros días como testimonio elocuente de la cercanía de Dios hacia los más pobres entre los pobres”. Por eso, el Papa ha pedido que esta incansable trabajadora de la misericordia “nos ayude a comprender cada vez más que nuestro único criterio de acción es el amor gratuito, libre de toda ideología y de todo vínculo y derramado sobre todos sin distinción de lengua, cultura, raza o religión”. Del mismo modo ha exhortado a llevar en el corazón “su sonrisa” y entregarla “a todos los que encontremos en nuestro camino, especialmente a los que sufren”.
Haciendo referencia a las lecturas del día, el Santo Padre ha recordado que nuestra tarea es la de escuchar la llamada de Dios y luego aceptar su voluntad. Pero haciéndose esta pregunta. ¿Cuál es la voluntad de Dios en mi vida? Y para reconocer la llamada de Dios –ha indiado– debemos preguntarnos y comprender qué es lo que le gusta. A Dios, ha proseguido, le agrada toda obra de misericordia, porque en el hermano que ayudamos reconocemos el rostro de Dios que nadie puede ver.
Por eso ha subrayado que “quienes se ponen al servicio de los hermanos, aunque no lo sepan, son quienes aman a Dios”. Es más, “el compromiso que el Señor pide es el de una vocación a la caridad con la que cada discípulo de Cristo lo sirve con su propia vida, para crecer cada día en el amor”.
El Santo Padre también ha dedicado unos palabras a las voluntarios presentes en la plaza, que este fin de semana celebran su Jubileo. “Vosotros sois esa gente que sigue al Maestro y que hace visible su amor concreto hacia cada persona”, ha indicado. “Cuántos corazones confortan los voluntarios. Cuántas manos sostienen; cuántas lágrimas secan; cuánto amor derramo en el servicio escondido, humilde y desinteresado”, ha exclamado Francisco. Este loable servicio –ha añadido– da voz a la fe y expresa la misericordia del Padre que está cerca de quien pasa necesidad.
Finalmente, el Papa ha recordado que el seguimiento de Jesús es ·un compromiso serio y al mismo tiempo gozoso” que “requiere radicalidad y esfuerzo para reconocer al divino Maestro en los más pobres y ponerse a su servicio”.
Por esto, los voluntarios “no esperan ningún agradecimiento ni gratificación”, sino que “renuncian a todo esto porque han descubierto el verdadero amor”.
Dondequiera que haya una mano extendida que pide ayuda para ponerse en pie –ha concluido Francisco– allí debe estar nuestra presencia y la presencia de la Iglesia que sostiene y da esperanza.
05.09.16




El ‘Vídeo del Papa’ pide ayuda para convertir la crisis humana en una oportunidad
En las intenciones de oración del Santo Padre para el mes de septiembre
5 septiembre 2016


El vídeo del Papa 

Ciudad del Vaticano).- Situaciones cotidianas como la convivencia en comunidad, el trabajo en una fábrica y la atención a un cliente son algunas de las imágenes que El Video del Papa de septiembre muestra para crear conciencia de la crisis que atravesamos. “Ven, ayúdame”, invita el Papa a la gente a contribuir al bien común en el noveno vídeo de la Red Mundial de Oración del Papa. Desde el pasado mes de enero, se lanza un vídeo mensaje del Santo Padre con las intenciones de oración para ese mes.   
En la intención más colectiva de lo que va del año, el Papa muestra su preocupación por la crisis que atraviesa el mundo que “no es solamente económica y financiera, también es ecológica, educativa, moral y humana”.
La Red Mundial de Oración del Papa creó para este mes un vídeo que busca “concienciar sobre las situaciones que nos tocan vivir a diario en el trabajo, en la vida en comunidad, en las familias y en otros ámbitos cotidianos”, indica un comunicado de los creadores. Según expresa el Papa, en todos estos escenarios se pronuncian situaciones de crisis, y es allí donde ve la oportunidad de cambio. “Cuando hablamos de crisis, hablamos de peligros, pero también de oportunidades. ¿Cuál es la oportunidad? La de ser solidarios” se plantea Francisco en El Video del Papa.
Asimismo, se recuerda que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) coincide en los orígenes de  las crisis humanitarias, que surgen por cuestiones políticas, ambientales, sociales o culturales, entre otras. Pero resalta además la necesidad de una “cooperación internacional en la solución de problemas de carácter económico, social, cultural o humanitario”.
El padre Frédéric Fornos, SJ, designado por Francisco como Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa y su rama de jóvenes, el Movimiento Eucarístico Juvenil (MEJ) piensa que “para que la intención de Francisco se haga realidad tenemos que preocuparnos, ocuparnos e involucrarnos en el cambio”, prosigue en el comunicado. Un estilo que con pequeños gestos y decisiones cotidianas –añade– contribuya al bien común y a la construcción de una sociedad que ponga al centro la persona humana. “La voluntad no es suficiente, pues este cambio pide una conversión profunda de nuestras vidas. Es la oración, la cercanía a Jesús, a su palabra, que transforma nuestro corazón y nos ayuda a vivir cada día más con un estilo sobrio y solidario”, concluye el padre Fornos.
El Video del Papa fue creado para difundir estas intenciones de Francisco y concientizar sobre la imperiosa necesidad de orar y actuar sobre ellas. Ideado y producido por La Machi Comunicación para Buenas Causas, cuenta con el apoyo de la Compañía de Jesús, IndigoMusic, GettyImagesLatam y la colaboración del Centro Televisivo Vaticano. Esta iniciativa lleva registradas más de 10 millones de vistas online en sus redes propias. Desde su lanzamiento hasta ahora, ha superado los 2.200 artículos en la prensa global en más de 10 idiomas.
Es posible gracias al aporte desinteresado de muchas personas. En este link puedes acceder a realizar tu donativo.
06.09.16




El Papa al hospital Bambino Gesu’: ‘Sean una gran obra de caridad’
El instituto pediátrico con sede en Roma atiende a niños que llegan desde todo el mundo
6 septiembre 2016
 Ciudad del Vaticano).- En un “clima de gran familiaridad” el papa Francisco recibió hoy en audiencia a Mariella Enoc, presidente del Consejo de Administración del hospital pediátrico vaticano Bambino Gesù.
El hospital cuya sede central está situada en el monte Gianicolo, a poca distancia del centro de Roma, da un servicio de excelencia a los niños que llegan de la capital, desde Italia y de otros países.
“Me sentí como en casa, por lo que el diálogo fue muy simple y sincero”, cuenta Mariella Enoc a la Radio Vaticano, quien después de esta audiencia en la Casa Santa Marta llevó un aparato para ecografías donado por el hospital, al dispensario pediátrico del Vaticano.
“El Papa –dice la directora– me escuchó muchísimo, con aquella capacidad de escucha que tiene y mirándome a los ojos”.
Señaló que el Pontífice “me ha animado a proseguir en mi trabajo en el hospital” y le aseguró “el apoyo del Secretario de Estado”. La exhortó por ello a que “el hospital vaya adelante y sea siempre una gran obra de caridad”.
La directora del Bambino Gesù, le presentó también al papa Francisco la iniciativa de construir un hospital pediátrico en Bangui, la capital de Africa Central, “proyecto que le interesó mucho al Papa” y “prometió su personal ayuda económica”.
Le ilustró la ‘adopción’ que están haciendo de este hospital, dando formación a los médicos con una escuela de especialización en pediatría y la construcción de pabellones que hoy son solo tiendas de campaña.
Otro proyecto que ilustró, es uno agrícola, que están realizando el hospital Bambino Gesù junto al ente de las Naciones Unidas, la FAO y “que puede transformarse en un importante recurso de trabajo para las personas” lo que evita que muchos piensen a emigrar.
La Dra. Enoc le refirió además al Papa, que en Hospital que ella dirige “están llegando niños de muchas partes del mundo, también niños que no tendrían la posibilidad de pagar el tratamiento” dijo.
Y precisó: “Nosotros los recibimos porque este tiene que ser un hospital, que da testimonio de los valores cristianos”. Además precisó que los trabajos de investigación científica que el Bambino Gesù realiza, “tienen que ser divulgados lo más posible de manera que todos puedan aprovecharlos”.
Justamente en estos días el hospital romano participa al Jubileo de las Universidades y de los centros de investigación, que concluirá el 10 de septiembre en una audiencia con el Papa en la plaza de San Pedro.
“El Jubileo –ha declarado en un comunicado la presidenta Enoc– es siempre tiempo para redescubrir y reproponer el valor humano y social de la asistencia sanitaria y la curación de los enfermos”. Jubileo que además es “una ocasión preciosa para llamar la atención sobre este aspecto central de la vida y del testimonio cristiano, la curación de los enfermos, que desde siempre acompaña la vida de la Iglesia”, dijo.
07.09.16




El  Papa: “Jesús es el instrumento concreto de la misericordia del Padre”
En la audiencia general, el Santo Padre invita a no ser obstáculo de la misericordia del Padre
7 septiembre 2016
 Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco, una semana más, se ha reunido en la plaza de San Pedro  con miles de personas procedentes de todo el mundo, para la audiencia general de los miércoles. A su llegada a la plaza, los peregrinos han demostrado su entusiasmo saludando al Pontífice y agitando sus banderas. Mientras la banda tocaba la música, Francisco recorría los pasillos de la plaza con el papamóvil y bendecía a los presentes, de forma particular a los más pequeños. En la catequesis de esta semana, el Santo Padre ha reflexionado sobre la misericordia.
En el resumen realizado en español, el Papa ha explicado que en el evangelio de Mateo que se ha leído al inicio de la audiencia general, se escucha la pregunta de Juan el Bautista: “¿Eres tú el que ha de venir?”. Jesús –ha señalado el Papa– responde mostrando las obras de misericordia que realiza con los enfermos y desheredados, y de las que son testigos los discípulos del profeta. Asimismo ha observado que Jesús, el Mesías esperado, “es el instrumento concreto de la misericordia del Padre”, que sale al encuentro de todos “llevando consuelo y salud”, y a través “de los signos de la bondad divina llama a todos a la conversión, para que encuentren el camino de regreso al Padre”.
Por otro lado, el Pontífice ha señalado que la forma de actuar de Jesús puede escandalizar a muchos, “porque no se adecua a la idea que se han formado de él, pero nos alienta a aceptarlo como el Mesías que se revela en las obras que cumple, siguiendo la voluntad del Padre”. El cristiano –ha finalizado Francisco– cree en el Dios de Jesucristo y tiene el deseo de crecer en la experiencia viva de su misterio de amor, que lo empuja a la misión de trasformar el mundo y la historia.
A continuación, el Santo Padre ha saludado a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica. Esforcémonos –ha exhortado– en no ser obstáculo de la misericordia del Padre, sino al contrario, “pidamos al Señor que incremente nuestra fe, para ser signos e instrumentos de su misericordia”.
Después de los resúmenes de la catequesis en las distintas lenguas, el Santo Padre ha dirigido un saludo particular a los jóvenes, los enfermos y los recién casados. El domingo pasado, ha recordado el Papa, celebramos la canonización de Madre Teresa de Calcuta. Así, ha pedido a los jóvenes que se conviertan, como ella, en “artesanos de misericordia”. A los enfermos les ha invitado a sentir su cercanía compasiva especialmente en la hora de la cruz. Finalmente ha exhortado a los recién casados a que la invoquen para que no falte nunca en la familia los cuidados y la atención a los más débiles.
La audiencia general ha concluido con el canto del Pater Noster y la Bendición Apostólica. 
08.09.16




El Papa en Santa Marta: ‘La paz en el mundo empieza en la familia, el barrio y el trabajo’
El Santo Padre retoma las misas diarias en el Vaticano y recuerda que la paz depende también de cada uno de nosotros
8 septiembre 2016

 Ciudad del Vaticano).- En el día de la festividad de la Natividad de la Virgen María, el papa Francisco retomó las misas en la residencia Santa Marta, suspendidas por la pausa de las vacaciones de verano.
En la homilía, el Santo Padre y reiteró el llamado que hizo ayer miércoles al concluir la audiencia en la plaza de San Pedro: debemos ser ‘artesanos de la paz’, una tarea que nos compete a todos.
“La paz es un don que se vuelve artesanal en las manos de los hombres” afirmó el Pontífice, dando una dimensión diversa a una idea que parecería casi inalcanzable, excepto para algunos potentes de la tierra.
En cambio no es así, dijo Francisco, porque la paz es un don de Dios que nace en lugares pequeños: “No sirven grandes cumbres internacionales si después no se hace la paz en las cosas pequeñas”, o sea “en familia, en el barrio, en el lugar de trabajo, en el corazón. ¿Si en estos ‘pequeños ambientes’ se hace la guerra, cómo puede haber paz en escala mundial?”.
Por este motivo el Santo Padre exhortó a pedir a Dios la ‘sabiduría’ de construir la paz en las cosas cotidianas. Más aún, el Pontífice usa el verbo ‘crecer’, porque explica la paz es un don “que tiene su camino” y por lo tanto cada uno tiene que trabajar para desarrollarlo.
Como tantos “santos y pecadores”, también nosotros “tenemos que tomar este don de la paz y volverlo un camino en nuestra vida, hacerlo entrar en nosotros, en el mundo”. Y subraya que “la paz no se consigue de un momento a otro” sino que “es un don que tiene que ser tomado y trabajado cada día”.
Y se trabaja en la ‘pequeñez’, como indica la liturgia del día de la Natividad de la Virgen María, “en la pequeñez de Belén, tan pequeña que ni siquiera aparece en los mapas” dijo.
Al concluir su homilía el Papa invitó a interrogarse: ¿Cómo está tu corazón hoy? ¿Está en paz? Y si no está en paz, antes de hablar de paz ordena tu corazón y ponlo en paz. ¿Eres capaz de llevar adelante tu familia, tu presbiterio, tu congregación en paz?”. Porque solamente así se puede llegar a un mundo de paz.
09.09.16




El Papa en Sta. Marta: Evangelizar no es hacer proselitismo ni presumir
En la homilía de este viernes, el Santo Padre recuerda que evangelizar es dar gratis lo que Dios me ha dado gratis
9 septiembre 2016
 Ciudad del Vaticano).- No reducir la evangelización al funcionalismo ni tampoco a un simple ‘paseo’. Es la petición realizada por el papa Francisco en la homilía de esta mañana en Santa Marta. De este modo, el Pontífice ha subrayado la importancia que debe asumir el testimonio en la vida de los cristianos, advirtiendo de la tentación de proselitismo y de convencer con la fuerza de las palabras.
El Santo Padre hace referencia a la Primera Lectura, de san Pablo a los Corintios, para preguntarse qué significa dar testimonio. De forma especial el Papa se ha detenido en el hecho de que evangelizar no significa reducirlo “a una función”.
Lamentablemente, ha advertido el Santo Padre, se ven cristianos que viven el servicio como una función. Laicos y sacerdotes que presumen de lo que hacen. Así, Francisco ha recordado que “evangelizar no es hacer proselitismo”. Es decir, “ni hacer el paseo, ni reducir el Evangelio a una función ni hacer proselitismo: esto no es evangelizar”. De este modo ha observado que Pablo dice que evangelizar es para él una necesidad “que se le impone”. Y ha añadido que un cristiano tiene la obligación, pero con esta fuerza, como una necesidad de llevar el nombre de Jesús, pero desde el propio corazón.
El Papa ha proseguido que anunciar el Evangelio no puede ser un presumir sino “una obligación”. Y el estilo debe ser “hacerse todo a todos”. El estilo es “ir y compartir la vida de los otros, acompañar; acompañar en el camino de la fe, hacer crecer en el camino de la fe”.
En esta línea, el Pontífice ha asegurado que debemos ponernos en la condición del otro: “Si él está enfermo, acercarme, no agobiarlo con argumentos”, “ser cercano, asistirlo, ayudarlo”. Se evangeliza “con esta actitud de misericordia: hacerse todo a todos. Es el testimonio que lleva la Palabra”, ha precisado.
El Papa ha hecho referencia a una pregunta que le hizo un joven en la JMJ de Cracovia, “qué decir a un amigo ateo”. A lo que Francisco respondió: “la última cosa que tienes que hacer es decir algo. Comienza por hacer y él verá lo que haces y te preguntará”.
Asimismo, el Pontífice ha explicado que evangelizar es dar este testimonio: yo vivo así porque creo en Jesucristo. Y esto, reconoce el Papa, despierta curiosidad en la gente.
Por otro lado ha querido recordar que evangelizar es algo que se hace gratuitamente, “porque nosotros hemos recibido gratuitamente el Evangelio”, “la gracia, la salvación, no se compra y tampoco se vende: es gratis. Y gratis debemos darla”.
El Santo Padre ha querido mencionar a San Pedro Claver, del que hoy se celebra la memoria. Un misionero que “se fue a anunciar el evangelio”. Quizá, ha añadido, “él pensaba que su futuro era predicar: en su futuro el Señor le pidió estar cerca, junto a los descartados de aquel tiempo, a los esclavos, los negros, que llegaban allí, desde África, para ser vendidos”.
En esta línea, ha observado que “este hombre no dio un paseo, diciendo que evangelizada”, “no ha reducido la evangelización a un funcionalismo y tampoco a un proselitismo”. Sin embargo “anunció a Jesucristo con los gestos, hablando a los esclavos, viviendo con ellos, viviendo como ellos”. Y como él en la Iglesia “hay muchos”.
Finalmente ha querido recordar que todos nosotros “tenemos la obligación de evangelizar”, viviendo la fe, hablando con mansedumbre, amor, sin querer convencer a nadie, pero gratuitamente. “Es dar gratis lo que Dios me ha dado gratis”, eso es evangelizar.
10.09.16





El Papa advierte sobre las esclavitudes creadas en nombre de una falsa libertad
Antes de la audiencia jubilar, el Santo Padre ha estado con un joven enfermo y le ha confirmado
10 septiembre 2016

 Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha celebrado este sábado la audiencia jubilar, que desde que empezó el Año Santo de la Misericordia, se realiza una vez al mes. De este modo, miles de personas han recibido al Santo Padre en la plaza de San Pedro, con alegría, entusiasmo y cantos. Desde el papamóvil, el Pontífice ha saludado a los peregrinos allí presentes, venidos de todas las partes del mundo.
Además, según informa el diario vaticano el Osservatore Romano antes de llegar a la plaza de San Pedro para la audiencia jubilar, en llamado Arco de las Campanas, el Papa se ha detenido a saludar a un chico enfermo y le ha confirmado. Se trata de Giuseppe Chiolo, de 16 años. Procedente de Sicilia, el joven está ingresado en la planta de oncología del hospital Meyer en Florencia. Giuseppe había escrito una carta al Papa expresando su deseo de verle. Francisco “ha tenido palabras de aliento también para los padre del joven, Carmelo y Maria Giuseppina, y para la hermana Dafne”. Les acompañaba también el capellán del Meyer, don Favio Marella, vice director de la Cáritas diocesana de Florencia.
La catequesis de hoy la ha dedicado a la redención. Así, en el resumen hecho en español, ha indicado que hoy “hemos reflexionado sobre la relación entre la misericordia y la redención”. La palabra redención –ha precisado– hace referencia a la salvación que Dios nos ha procurado mediante la sangre de su Hijo Jesús.
Al respecto, Francisco ha observado que al hombre de hoy le cuesta aceptar la idea de tener que ser salvado por Dios. “Piensa poder salvarse él solo con el poder de su libertad”, ha advertido. Así, el Santo Padre ha señalado que esto no es más que una ilusión: “nuestra vida está marcada por la fragilidad del pecado y por las numerosas esclavitudes que hemos creado en nombre de una falsa libertad”. Por eso, el Pontífice ha asegurado que “necesitamos que Dios nos salve y libere de toda clase de indiferencia, egoísmo y autosuficiencia”. Jesucristo –ha añadido– se ha sacrificado por nosotros para darnos una nueva vida, llena de perdón, amor y alegría.
Finalmente, ha aseverado que “para que tengamos la certeza de que Dios no nos abandona nunca, especialmente en los momentos de más necesidad”.
A continuación, el Papa ha saludado cordialmente a los peregrinos de lengua española. A ellos ha recordardo que “Jesús viene a nuestro encuentro en cada uno de nuestros hermanos necesitados, abrámosle nuestro corazón y acojamos su gracia, para que llevemos una vida hecha de amor, de perdón y de alegría”.
Después de los saludos en las distintas lenguas, el Santo Padre ha dedicado un saludo especial a los jóvenes, los enfermos y los recién casados. Así, les ha exhortado a invocar con particular intensidad los nombres de Jesús y de María para que “nos enseñen a amar con plena dedicación a Dios y al prójimo”.
La audiencia ha concluido con el canto del Pater Noster y la bendición apostólica.
11.09.16



El Papa: No hay pecado del que no podamos resurgir con la gracia de Dios
Texto completo de las palabras del Santo Padre para introducir la oración del ángelus
11 septiembre 2016
 Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco, como cada domingo, ha rezado el ángelus desde la ventana del estudio de l Palacio Apostólico, con los miles de personas congregadas en la plaza de San Pedro para el habitual encuentro dominical.  
Estas son las palabras para introducir la oración mariana:
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
La liturgia de hoy nos propone el capítulo 15 de Evangelio de Lucas, considerado el capítulo de la misericordia, que recoge tres parábolas con las que Jesús responde a las murmuraciones de los escribas y de los fariseos. Estos critican su comportamiento y dicen: “Ése acoge a los pecadores y come con ellos” (v. 2). Con estas tres historias, Jesús quiere hacer entender que Dios Padre es el primero a tener hacia los pecadores una actitud acogedora y misericordiosa. Dios tiene esta actitud. En la primera parábola Dios es presentado como un pastor que deja las noventa y nueve ovejas para ir a buscar a la que se ha perdido. En la segunda es comparado con una mujer que ha perdido una moneda y la busca hasta que la encuentra. En la tercera parábola Dios es imaginado como un padre que acoge al hijo que se había alejado; la figura del padre desvela el corazón de Dios misericordioso, manifestado en Jesús.
Un elemento común de estas parábolas es el expresado por los verbos que significan alegrarse juntos, hacer fiesta. No se habla de hacer luto, se alegra, se hace fiesta. El pastor llama a los amigos y vecinos y les dice: “¡Felicitadme!, he encontrado la oveja que se me había perdido” (v. 6); la mujer llama a las amigas y las vecinas diciendo: “Felicitadme, he encontrado la moneda que se me había perdido” (v. 9); el padre dice al otro hijo: “Celebramos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado” (v. 32). En las primeras dos parábolas el acento está en la alegría tan incontenible que se debe compartir con “amigos y vecinos”. En la tercera parábola está puesto en la fiesta que parte del corazón del padre misericordioso y se expande a toda la casa. Esta fiesta de Dios por aquellos que vuelven a Él arrepentidos es entonada como nunca en al Año jubilar que estamos viviendo, ¡como dice el mismo término ‘jubileo’! Es decir, júbilo.
Con estas tres parábolas, Jesús nos presenta el verdadero rostro de Dios, un Dios de los brazos abiertos, que trata a los pecadores con ternura y compasión. La parábola que más conmueve a todos, porque manifiesta el infinito amor de Dios, es la del padre que aferra a sí y abraza al hijo encontrado. Es decir, lo que conmueve no es tanto la triste historia de un joven que se precipita a la degradación, sino sus palabras decisivas: “Ahora mismo iré a la casa de mi padre” (v. 18). El camino de regreso hacia la casa es el camino de la esperanza y de la vida nueva. Dios espera nuestro volver a ponernos en viaje, nos espera con paciencia, nos ve cuando todavía estamos lejos, corre a nuestro encuentro, nos abraza, nos besa, nos perdona. Así es Dios, así es nuestro Padre. Y su perdón cancela el pasado y nos regenera en el amor. Olvida el pasado, esta es la debilidad de Dios. Cuando nos abraza, nos perdona, pierde la memoria, no tiene memoria. Olvida el pasado. Cuando nosotros pecadores nos convertimos y nos hacemos reencontrar por Dios, no nos esperan reproches y durezas, porque Dios salva, acoge de nuevo en casa con alegría y hace fiesta. Jesús mismo en el Evangelio de hoy dice: “habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse”. Os hago una pregunta, ¿habéis pensado alguna vez que cada vez que vamos al confesionario, hay alegría y fiesta en el cielo? ¿Habéis pensando en esto? Es bonito.
Esto nos infunde gran esperanza porque no hay pecado en el que hayamos caído del cual, con la gracia de Dios, no podamos resurgir. No hay una persona irrecuperable, nadie es irrecuperable, porque Dios no para nunca de querer nuestro bien, ¡también cuando pecamos!
La Virgen María, Refugio de los pecadores, haga surgir en nuestros corazones la confianza que se enciende en el corazón del hijo pródigo: “Ahora mismo iré a la casa de mi padre y le diré: Padre, pequé contra el Cielo y contra ti” (v. 18). Por este camino, podemos dar gloria a Dios, y su gloria se pueden convertir en su fiesta y la nuestra. 
12.09.16





El papa en Sta. Marta: el diablo quiere destruir la unidad de la Iglesia
Francisco comentando la carta de san Pablo a los Corintios señala el ataque a la raíz que es la santa misa, y dos factores: las divisiones y el dinero
12 septiembre 2016
 Ciudad del Vaticano).- Las divisiones destruyen la Iglesia y el diablo ataca la raíz de la unidad, o sea la celebración eucarística. Lo indicó este lunes el papa Francisco en la misa matutina en la Casa Santa Marta, en el día en que la Iglesia recuerda el santo nombre de María.
El Santo Padre comentando la carta de san Pablo a los Corintios señala que el apóstol reiteró: “El diablo tiene dos armas potentísimas para destruir a la Iglesia: las divisiones y el dinero”. Y esto, aseguró Francisco, sucedió desde el principio: “divisiones ideológicas, teológicas laceraban a la Iglesia”. Porque el diablo siembra celos, ambiciones, ideas, para dividir y “es una guerra sucia la de las divisiones”. Y reiteró que hacer chismorreos en las comunidades es “tirar una bomba, destruir y quedarse”. Y que actuando así falta el bálsamo de la unidad.
San Pablo en la ciudad de Corinto advierte, porque las divisiones llegaban a la raíz de la unidad que es la celebración eucarística, porque se producían divisiones entre ricos y pobres, justamente durante la misa.
San Pablo habla de las divisiones entre los Corintios, hace 2000 años… Y “esto nos lo puede decir Pablo también a nosotros y a la Iglesia de hoy”, ha señalado Francisco.
Pablo añade que ante eso que sucedía ‘no puedo alabarlos, porque se reúnen no para lo mejor, pero para lo peor’, para ensuciar el Cuerpo de Cristo en la celebración eucarística. Pablo además indica en otro párrafo: ‘Quien come y bebe indignamente el cuerpo y la sangre de Cristo, come y bebe la propia condena.
El Pontífice concluyó invitando a pedir “la unidad de la Iglesia, para que no existan divisiones. Y la unidad en la raíz de la Iglesia, que es el propio sacrificio de Cristo, que cada día celebramos”.
En la misa estaba también Mons. Arturo Antonio Szymanski Ramírez, arzobispo emérito de San Luis de Potosí, en México, quien tiene 94 años, y al inicio de la homilía Francisco lo citó recordando su participación en el Concilio Vaticano II.
13.09.16




El Papa en Sta. Marta: Debemos trabajar por una cultura del encuentro fecundo
En la homilía de este martes, el Santo Padre invita a “no solo ver: mirar. No solo oír: escuchar. No solo cruzarse: pararse”
13 septiembre 2016
 Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha invitado una vez más a trabajar para construir una verdadera cultura del encuentro que venza la cultura de la indiferencia. Así lo ha hecho durante la homilía de este martes en Santa Marta, a la vez que ha reflexionado sobre el encuentro de Dios con su pueblo y ha advertido sobre las malas costumbres que, también en la familia, nos distraen de la escucha del otro.
De este modo, el Pontífice ha observado que la Palabra de Dios hoy hace reflexionar sobre un encuentro. Por eso, ha señalado que, a menudo, las personas “se cruzan entre ellas, pero no se encuentran”. Cada uno –ha añadido– piensa en sí mismo, ve pero no mira, oye pero no escucha.
Y lo ha explicado así: “El encuentro es otra cosa, es lo que el Evangelio de hoy nos anuncia: un encuentro; un encuentro entre un hombre y una mujer, entre un hijo único vivo y un hijo único muerto; entre una multitud feliz, porque había encontrado a Jesús y lo seguía, y un grupo de gente, llorando, que acompañaba a esa mujer, que salía de una puerta de la ciudad; encuentro entre esa puerta de salida y la puerta de entrada. El redil. Un encuentro que nos hace reflexionar sobre el modo de encontrarnos entre nosotros”.  
En el Evangelio se lee que el Señor sintió lástima. Esta compasión “no es lo mismo que nosotros hacemos cuando vamos por la calle” y vemos una cosa triste. Jesús, ha asegurado Francisco, no pasa de largo, sino que siente lástima. “Se acerca a la mujer, la encuentra de verdad y después hace el milagro”, ha explicado.
Al respecto, el Pontífice ha indicado que aquí vemos no solo la ternura sino también “la fecundidad del encuentro”. Cada encuentro –ha precisado– es fecundo. Cada encuentro restituye a las personas y a las cosas a su sitio.
De este modo, el Santo Padre ha observado que “nosotros estamos acostumbrados a una cultura de la indiferencia y debemos trabajar y pedir la gracia de hacer una cultura del encuentro, de este encuentro fecundo, de este encuentro que restituya a cada persona la propia dignidad de hijo de Dios, la dignidad de viviente. Asimismo ha advertido que estamos acostumbrados a esta indiferencia cuando vemos las calamidades de este mundo y las pequeñas cosas. Por eso ha asegurado que si no nos paramos a mirar, no solo ‘a ver’, si no “toco” si no “hablo”, no podemos hacer un encuentro y no podemos ayudar a hacer una cultura del encuentro.
En esta misma línea ha señalado que la gente de este pasaje del Evangelio “tenía miedo y glorificaban a Dios, porque habían hecho el encuentro entre Dios y su pueblo”. Así, el Santo Padre ha reconocido que le “gusta ver también aquí el encuentro de todos los días entre Jesús y su esposa”, la Iglesia, que espera su regreso.
Finalmente, el Santo Padre ha advertido del peligro que en la familia, cuando se está a la mesa, se coma, se vea la televisión o se escriban mensajes en el móvil. “Cada uno es indiferentes a ese encuentro. También precisamente en el centro de la sociedad, que es la familia, no hay encuentro”, ha advertido.
Por esta razón ha pedido que esto “nos ayude a trabajar por esta cultura del encuentro, tal y como ha hecho Jesús”. Francisco ha invitado a “no solo ver: mirar. No solo oír: escuchar. No solo cruzarse: pararse. No solo decir ‘pobre gente’, sino dejarse llevar por la compasión. Y después acercarse, tocar y decir en la lengua que a cada uno le viene en ese momento, la lengua del corazón: ‘no llores’, y dar al menos una gota de vida”. 
14.09.16





El Papa: ‘Todas las religiones digan, asesinar en nombre de Dios es satánico’
El Santo Padre celebra en la Casa Santa Marta, una misa en sufragio por el sacerdote asesinado en Francia
14 septiembre 2016

  Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha celebrado este miércoles por la mañana una misa por el sacerdote Jacques Hamel en la capilla de Casa Santa Marta, junto a varios familiares y personas de la comunidad de Saint-Etienne-Du-Rouvray, donde fue asesinado el pasado 26 de julio. En la eucaristía participaron unos 80 peregrinos de la diócesis de Rouen, junto a su obispo, además de los cardenales que forman el Consejo, llamado C-9.
En su homilía, el papa Francisco señaló que el padre Jacques, degollado al lado del altar de Cristo, es un mártir, “a quien tenemos que rezarle para que nos dé la fraternidad, la paz y también el coraje de decir la verdad: asesinar en nombre de Dios es satánico”.
“Como me gustaría que todas las confesiones religiosas dijeran: asesinar en nombre de Dios es satánico”, expresó el Pontífice. Y deseó que “este ejemplo de coraje pero también de dar la propia vida para ayudar a los otros, de hacer hermandad entre los hombres, nos ayude a ir adelante en la vida”.
El Papa, que vestía paramentos rojos, color del martirio, señaló que el sacerdote francés “fue degollado en la cruz, justamente mientras celebraba el sacrificio de la cruz de Cristo”.
“Hombre bueno, manso, fraterno, que siempre buscaba la paz, fue asesinado como si fuera un criminal. Este es el hilo satánico de la persecución” indicó.
“El martirio de ese hombre como el de Cristo en el altar. Es una cosa que me hace pensar tanto, en medio del momento difícil que vivía, de esta tragedia que veía llegar”. Y precisó que el padre Jacques “dio la vida por nosotros, para no renegar a Jesús. Dio la vida en el mismo sacrificio de Jesús en el altar, y allí acusó al autor de la persecución: ‘vete satanás’”.
El Papa recordó que la misa de hoy se celebra en la fiesta de la santa Cruz, y este es misterio de Cristo “que se hace mártir por la salvación de los hombres”. Explicó además que “Jesús es el primer mártir, el primero que da su vida y de este misterio inicia la historia del martirio cristiano”.
El Pontífice dio perspectiva histórica a su homilía e indicó que ya “los primeros cristianos testimoniaron a Jesús pagando con su propia vida” y que a ellos “les proponían la apostasía, o sea: digan que nuestro dios es verdadero y no el vuestro, hagan un sacrificio a nuestros dioses. Y cuando rechazaban apostatar eran asesinados”.
Una historia que se repite, porque “hoy en la Iglesia hay más mártires cristianos que en los primeros tiempos. Hoy hay cristianos asesinados, torturados, encarcelados, degollados, porque no reniegan a Jesús. En esta historia llegamos a nuestro padre Jacques, él forma parte de esta cadena de mártires”, dijo.
“Los cristianos que hoy sufren, sea en la cárcel o torturas para no renegar a Cristo, hacen ver la crueldad de esta persecución. Y esta crueldad que pide la apostasía  –concluyó Francisco– es satánica”.
15.09.16



El  Papa en Sta. Marta: ‘María nos cuida, nos defiende y no se avergüenza de nosotros’
En la homilía de este jueves, el Santo Padre recuerda que los cristianos no somos huérfanos porque “tenemos una Madre, la misma de Jesús” y “un Padre, el mismo que Jesús”
15 septiembre 2016
 Ciudad del Vaticano).- En el día que la Iglesia celebra la memoria de la Virgen de los Dolores, el Santo Padre ha asegurado que en un “mundo que sufre la crisis de una gran orfandad” tenemos una Madre que nos acompaña y nos defiende.
El Evangelio del día hace referencia al Calvario, cuando todos los discípulos han huido, menos Juan y algunas mujeres. A los pies de la Cruz está María, la Madre de Jesús: todos miraban diciendo “esa es la madre de este delincuente. Esta es la madre de este subversivo”.
El Santo Padre ha observado que “María escuchaba estas cosas” y “sufría humillaciones terribles”. Y también escuchaba a los grandes, algunos sacerdotes, que ella respetaba porque eran sacerdotes. “María tenía un gran sufrimiento, pero no se fue. No renegó de su Hijo, era su carne”, ha precisado el Santo Padre.
Al respecto, el Pontífice ha recordado cuando en Buenos Aires se dirigía a las cárceles a visitar a los detenidos y veía siempre una fila de mujeres que esperaban para entrar. “Eran madres. Pero no se avergonzaban: su carne estaba allí dentro”, ha observado. Y estas mujeres –ha precisado– sufrían no solo la vergüenza de estar allí, sino también las humillaciones más feas en los controles que les hacían antes de entrar. Jesús –ha proseguido Francisco– ha prometido no dejarnos huérfanos y en la Cruz nos dona a su Madre como nuestra Madre.
Asimismo, el Santo Padre ha recordado que “nosotros cristianos tenemos una Madre, la misma de Jesús; tenemos un Padre, el mismo que Jesús. No somos huérfanos”. Y Ella –ha añadido Francisco– nos da a luz en ese momento con mucho dolor: es realmente un martirio. “Con el corazón atravesado, acepta dar a luz a todos nosotros en ese momento de dolor. Y desde ese momento Ella se convierte en nuestra Madre, desde ese momento Ella es nuestra Madre, la que cuida de nosotros y no se avergüenza de nosotros: nos defiende”.
Por otro lado, el Papa ha explicado que los místicos rusos de los primeros siglos aconsejaban refugiarse bajo el manto de la Madre de Dios en el momento de las turbulencias espirituales. “Allí no puede entrar el demonio. Porque Ella es Madre y como Madre defiende”, ha precisado.
Finalmente, el Pontífice ha indicado que “en un mundo que podemos llamar ‘huérfano’ en este mundo que sufre la crisis de una gran orfandad, quizá nuestra ayuda es decir ‘Mira a tu Madre’”. Francisco ha asegurado que “tenemos una que nos defiende, nos enseña, nos acompaña; que no se avergüenza de nuestros pecados. No se avergüenza porque ella es Madre”.
Que el Espíritu Santo –ha concluido– este amigo, este compañero de camino, este Paráclito abogado que el Señor nos ha enviado, nos haga entender este misterio tan grande de la maternidad de María. 
16.09.16




Francisco visita neonatos y enfermos terminales en Viernes de la Misericordia
En el contexto del Año Jubilar, el Santo Padre realiza un gesto de misericordia un viernes al mes
16 septiembre 2016

El Papa en el Hospital San Giovanni en un Viernes de la Misericordia 

Roma).-El papa Francisco ha realizado esta tarde dos visitas con motivo de los “Viernes de la misericordia”, una cita que realiza un viernes al mes en el marco del Jubileo de la Misericordia.
“Pocos días después de la canonización de Madre Teresa, que desarrolló un gran servicio a favor de la vida, el Santo Padre ha visitado dos estructuras muy significativas”, ha informado la oficina de prensa de la Santa Sede.
La primera visita fue a urgencias y a la unidad de neonatología en el hospital San Giovanni, donde se encuentran ingresados 12 niños con varias patologías. Cinco de los niños (entre ellos dos gemelos), se encuentran en situación muy grave y están entubados en cuidados intensivos. En la planta superior hay una zona de guardería donde están ingresados otros niños.
Recibido con asombro por parte del personal, el Papa tuvo que ponerse la máscara y someterse a todas las precauciones higiénicas necesarias para respetar las áreas esterilizadas, tal y como indica el comunicado.
“El Santo Padre se detuvo también delante de cada incubadora y saludó a los padres de los niños que se encontraban presentes, dando ánimo y consuelo”.
A continuación, el Pontífice visitó el centro “Villa Esperanza” donde están ingresados 30 pacientes en fase terminal. La estructura pertenece a la Fundación Policlínico Universitario A. Gemelli, de la Universidad Católica del Sacro Cuore. A su llegada, los responsables “han dado la bienvenida al Papa, que ha querido saludar a los pacientes, uno por uno, en su habitación”. Sorpresa fortísima para todos, pacientes y pariente, que han vivido “momentos de intensa emoción entre lágrimas y sonrisas de alegría”, explica el comunicado.
Con este “Viernes de la Misericordia”, el Santo Padre ha querido “señalar con fuerza la importancia de la vida, desde su primer instante hasta su fin natural”. La acogida de la vida y la garantía de su dignidad en cada momento del desarrollo “es una enseñanza subrayada varias veces por el papa Francisco, que con esta doble visita ha impreso el sello concreto y tangible de lo fundamental que es, para vivir la misericordia, la atención a las situaciones más débiles y precarias”.
17.09.16




El Santo Padre a los nuncios: Llevar el diálogo y ser testimonios en un mundo que construye muros
‘Salir’ para verificar que la Iglesia se encuentre ‘en salida’ porque necesita “testimonios del Resucitado y no portadores de curriculum”
17 septiembre 2016

 (Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco exhortó a los representantes pontificios, en ocasión del jubileo que ellos han festejado del 15 al 17 de septiembre, a anunciar el Evangelio en cada rincón del mundo y les agradeció la disponibilidad por su empeño en los diversos países.
El Santo Padre en la mañana temprano, en la homilía de la misa que celebró en la Casa Santa Marta, les recordó que a ellos la Santa Sede les llama a “hacer las valijas,  a dejar a los amigos y costumbres”, a ir a otro lugar “y allí recomenzar”.
Y en ese nuevo país, “dialogar, estudiar la cultura y el modo de pensar”. Incluso cuando se va a los eventos mundanos, no dejarse tomar por la mundanidad, para sembrar “la semilla que siempre es buena”, para entender a la gente, dialogar… lo que puede ser una cruz”.
Primero está, dijo el Papa, la salida física, después la cultural, que incluye tener que aprender otro idioma, y uno que había estudiado el inglés, el francés y el español, resulta que lo envían a Japón y tiene que estudiar otra lengua.
Y finalmente la oración y adoración, más fuerte en los nuncios eméritos, porque es un deber de fraternidad. Pero también el nuncio en actividad no tiene que olvidarse de esta adoración, “para que el Dueño haga crecer lo que él ha sembrado”.
Más tarde al recibirlos en audiencia en la Sala Clementina, el Papa les agradeció por la dedicación y generosa disponibilidad de la vida, marcada muchas veces por ritmos difíciles. El Papa comentó que muchas veces por la mañana recibe las comunicaciones de ellos y piensa “mira cómo este trabaja bien”.
Señaló que es necesario servir con sacrificio como humildes enviados, sin ingenuidad, “con la astucia y prudencia del siervo sabio y fiel”, con “los ojos abiertos para reconocer desde dónde vienen las hostilidades” y “discernir los caminos” para enfrentar las insidias.
Les invitó a “perder tiempo” con los obispos, sacerdotes, religiosos y fieles, para escuchar, enviar mensajes, conocer problemas, lo que “no es una elaborada estrategia para recoger informaciones y manipular la realidad o las personas”, sino una actitud de un diplomático de carrera y también de un pastor capaz de dar testimonio de Jesús.
Les pidió que hagan de la Nunciatura apostólica, la ‘casa del Papa’ y vigilancia para que las nunciaturas no se vuelvan refugio de los amigos de los amigos, huyendo de las murmuraciones y de los arribistas.
El Santo Padre precisó también que quien representa a Pedro, “sobrevive a las prepotencias de las ideologías, a quien reduce la Palabra a la conveniencia, al sometimiento a los poderes de este mundo que pasa”. Por ello nunca hay que alinearse con batallas ideológicas o políticas porque la vigencia de la Iglesia “no depende de las plazas o salones sino de la fidelidad al Señor”.
Una conciencia que lleva a dialogar con todos que lleva “en muchos casos a hacernos la voz profética de los marginados por su fe o condición étnica, económica, social o cultural”, dijo.
El Papa les invitó además a acompañar a las Iglesias con corazón de pastores, sin distraerse por los problemas cotidianos, “con la mirada del Papa que no es otra cosa que la de Cristo, el Buen Pastor”. A ‘salir’ para verificar que la Iglesia se encuentre ‘en salida’, ayudando a los obispos, a la cualificación del clero, con presencia concreta. Porque indicó, la Iglesia necesita “testimonios del Resucitado y no portadores de curriculum”, que sean “pastores y no funcionarios”.
Y delante de los desafíos de nuestros días, les invitó a llevar la misericordia de Dios en los problemas del mundo, de la sociedad, de la familia y de los pueblos, “sin considerar nunca a alguien como irremediablemente perdido”. Trabajando siempre a largo plazo, sin la obsesión de resultados inmediatos.
El Papa concluyó señalando que “el mundo tiene mucho miedo y lo difunde” y muchas veces “lo adopta como estrategia para construir un mundo sobre muros y fosas”. Podemos entender las razones del miedo, pero no podemos compartirlo porque “el miedo vive en la oscuridad del pasado y es provisorio. En futuro pertenece a la luz. El futuro pertenece a Cristo”.
18.09.16




El Papa convoca a todos el próximo martes, a una ‘Jornada de Oración por la Paz’
Con motivo del encuentro interreligioso en Asis que inicia hoy y el martes contará con la presencia del papa Francisco
18 septiembre 2016
 Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco invitó a todos a vivir el último día del encuentro de oración por la paz en Asís, el próximo martes 21, como “una Jornada de oración por la paz. La invitación llega después de que el Santo Padre rezó este domingo desde la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico, la oración del ángelus ante la plaza de San Pedro, donde miles de peregrinos y fieles le esperaban.
“El próximo martes iré a Asís para el encuentro de oración por la paz, treinta años después de aquel histórico que convocó san Juan Pablo II” dijo. Y añadió: “Invito a las parroquias, asociaciones eclesiásticas, individualmente a los fieles de todo el mundo para que vivan ese día como una Jornada de oración por la paz”.
Porque, aseguró el Santo Padre, “hoy tenemos necesidad de paz en esta guerra que existe en todas las partes del mundo”.
“Recemos por la paz –pidió el Papa– siguiendo el ejemplo de san Francisco, hombre de fraternidad y de bondad” porque “estamos todos llamados a ofrecer al mundo un fuerte testimonio de nuestro empeño común por la paz y la reconcilación entre los pueblos”. Y concluyó: “Así el martes, todos, unidos en oración. Recemos por la paz”.
El encuentro ‘Sed de paz. Religiones y cultura en diálogo’, que inicia hoy domingo, contará con la presencia de líderes mundiales de 9 religiones, 6 Premio Nobel de la paz, representantes del mundo de la cultura, un grupo de 25 refugiados y el martes con la participación del papa Francisco.
En total serán 511líderes religiosos provenientes desde todo el mundo y unas 12 mil personas podrán seguir los eventos religiosos y las 29 conferencias que se realizarán.
Así 30 años después de la histórica Jornada de Oración por la Paz impulsada por san Juan Pablo II , hombres y mujeres de religiones y culturas diferentes, se reunirán durante 3 días para hablar, confrontarse y orar uno junto al otro en el Espíritu de Asís.
Texto completo del ángelus del 18 de septiembre de 2016
Francisco en el ángelus: La corrupción es como la droga, sigamos el camino de Jesús
El papa Francisco rezó este domingo la oración del ángelus ante la plaza de San Pedro, donde estaban reunidos miles de peregrinos. En sus palabras el Santo Padre invitó a seguir el espíritu del Evangelio, serio pero gozoso, lleno de alegría, apoyado en la honestidad, en la rectitud, en el respeto a los demás y a su dignidad. Sabiendo que nadie puede servir a dos señores, a Dios y al dinero. Y que la corrupción produce dependencia. A continuación el texto completo
“Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Hoy Jesús nos invita a reflexionar sobre dos estilos de vida contrapuestos: uno el mundano y otro el del Evangelio. El espíritu del mundo no es el espíritu de Jesús. Y lo hace mediante la narración de la parábola del administrador infiel y corrupto, que es alabado por Jesús no obstante su deshonestidad. Es necesario precisar en seguida, que este administrador no es presentado como un modelo que debemos seguir, sino como un ejemplo de astucia.
Este hombre es acusado de una mala gestión de los negocios de su patrón y, antes de ser echado, busca astutamente obtener la benevolencia de los deudores, condonando a ellos una parte de sus deudas para asegurarse así un futuro.
Comentando este comportamiento, Jesús observa: “Los hijos de este mundo son más astutos en su trato con lo demás que los hijos de la luz”.
A tal astucia mundana nosotros estamos llamados a responder con la astucia cristiana, que es un don del Espíritu Santo. Se trata de alejarse del espíritu y de los valores del mundo, que tanto le gustan al demonio, para vivir según el Evangelio.
¿Y la mundanidad cómo se manifiesta? La mundanidad se manifiesta con actitudes de corrupción, de engaño, de prepotencia y constituyen el camino más equivocado, el camino del pecado, porque uno lleva al otro, ¿verdad? Es como una cadena, si bien es verdad que generalmente ese es el camino más cómodo de recorrer.
En cambio, el espíritu del Evangelio requiere un estilo de vida serio –serio pero gozoso, lleno de alegría y comprometido, impostado en la honestidad, en la rectitud, en el respeto a los demás y a su dignidad, con el sentido del deber. ¡Y esta es la astucia cristiana!
El recorrido de la vida necesariamente implica elegir entre estos dos caminos: entre honestidad y deshonestidad, entre la fidelidad y la infidelidad, entre egoísmo y altruismo, entre el bien y el mal. No se puede oscilar entre uno y otro, porque se mueven sobre lógicas diversas y contrapuestas.
El profeta Elías decía al pueblo de Israel que caminaba sobre estas vías: “Ustedes cojean con los dos pies”. Es una bella imagen. Es importante decidir qué dirección tomar y después, una vez decidida aquella justa, caminar con arrojo y determinación, encomendándose a la gracia del Señor y a la ayuda de su Espíritu.
Fuerte y categórico es la conclusión del pasaje evangélico: “Ningún servidor puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se interesará por el primero y menospreciará al segundo”.
Con esta enseñanza, Jesús hoy nos exhorta a hacer una elección clara entre Él y el espíritu del mundo, entre la lógica de la corrupción, de la prepotencia y de la avidez y aquella de la rectitud, de la mansedumbre y del compartir.
Alguno se comporta con la corrupción como con las drogas: piensa de poderlas usar y dejarlas cuando quiere. Se comienza con poco: un manojo de aquí y una coima de allá… Y entre esta y aquella lentamente se pierde la libertad.
También la corrupción produce dependencia, y genera pobreza, explotación, sufrimiento. ¡Y cuantas víctimas existen hoy en el mundo! Cuántas víctimas de esta difundida corrupción.
En cambio, cuando buscamos seguir la lógica evangélica de la integridad, de la transparencia en las intenciones y en los comportamientos, de la fraternidad, nosotros nos convertimos en artesanos de justicia y abrimos horizontes de esperanza para la humanidad. En la gratuidad y en la donación de nosotros mismos a nuestros hermanos, servimos al amo justo: Dios.
La Virgen María nos ayude a escoger en cada ocasión y a todo costo el camino justo, encontrando también el coraje de caminar contra corriente, para poder seguir a Jesús y a su Evangelio”.
Después de rezar la oración mariana dirigió las siguientes palabras
“Queridos hermanos y hermanas
Ayer en la ciudad de Codrongianos (en Sassari) fue proclamada beata Elisabetta Sanna, madre de familia. Cuando se quedó viuda se dedicó totalmente a la oración y al servicio de los enfermos y de los pobres. Su testimonio es modelo de caridad evangélica animada por la fe.
Hoy en Génova se clausura el Congreso Eucarístico Nacional. Envío un saludo especial a todos los fieles que se encuentran allí reunidos y deseo que este evento de gracia reavive en el pueblo italiano la fe en el santísimo sacramento de la eucaristía, en el cual adoramos a Cristo, manantial de vida y de esperanza para cada hombre.
El próximo martes iré a Asís para el encuentro de oración por la paz, treinta años después de aquel histórico que convocó san Juan Pablo II. Invito a las parroquias, asociaciones eclesiásticas, individualmente a los fieles de todo el mundo para que vivan ese día como una Jornada de oración por la paz.
Hoy más que nunca tenemos necesidad de paz en esta guerra que existe en todas las partes del mundo. Recemos por la paz siguiendo el ejemplo de san Francisco, hombre de fraternidad y de mansedumbre. Estamos todos llamados a ofrecer al mundo un fuerte testimonio de nuestro empeño común por la paz y la reconciliación entre los pueblos. Así el martes, todos, unidos en oración. Recemos por la paz: cada uno se tome un poco de tiempo, el que pueda para rezar por la paz. Todo el mundo unido.
Saludo con cariño a todos los romanos y peregrinos provenientes de diversos países. En particular saludo a los fieles de la diócesis de Colonia y a los de Marianopoli.
Y a todos les deseo que tengan un bueno domingo y por favor no se olviden de rezar por mi”.
El Papa concluyó con su ya famoso “buon pranzo e arrivederci”.
19.09.16



El papa en Sta. Marta: Tramar es un pedazo de mafia a nuestro alcance, que nos vuelve oscuros
El Santo Padre invita cuidar la luz que nos fue dada en el bautismo, a renunciar a discutir por el gusto de discutir, a no envidiar ni tramar
19 septiembre 2016
 Ciudad del Vaticano).- La luz de la fe debe ser custodiada y no dejar que sea ocultada. Esta es la exhortación que el Papa Francisco hizo en la homilía de la misa celebrada hoy lunes por la mañana en la Casa Santa Marta, poniendo en guardia delante de comportamientos que pueden apagar esta luz recibida como un don de Dios.
El Papa inspirándose en el Evangelio de día señaló que custodiar la luz es custodiar algo que nos ha sido dado como un don, y si nosotros somos luminosos, somos luminosos en este sentido; por haber recibido el don de la luz en el día del Bautismo”. Francisco recordó que “en los primeros siglos de la Iglesia”, y “también el algunas Iglesias orientales” todavía hoy “al Bautismo se lo llama la iluminación”.
Esta luz, advierte el Santo Padre, “no ha de ser tapada”. Porque “si uno tapa esa luz”, en efecto, “se vuelve tibio o simplemente” un “cristiano sólo de nombre”.
La luz de la fe “es una luz verdadera, la que Jesús nos da en el Bautismo”, o sea “no es una luz artificial, una luz que camufla, sino que es una luz suave, serena, que no se paga más”. Pero hay toda una serie de conductas que ponen en peligro esta luz. Y sobre todo para que esta luz no se vuelva oscura, “no hay que hacer esperar a quien está necesitado”.
“Jamás postergar: el bien… el bien no tolera el congelador: el bien es hoy, y si tú no lo haces hoy, mañana no existirá. No ocultar el bien para mañana, ‘vete y regresa, que te lo daré mañana’ oculta fuertemente la luz; y además es una injusticia…”
Otra cosa es no cubrir la luz, no tramar contra el prójimo cuando él se confiado de ti. Y peor si se trama el mal para destruirlo, para ensuciarlo, para desmerecerlo…
“Es un pequeño pedazo de mafia que todos tenemos a nuestro alcance. El que se aprovecha de la confianza del prójimo para tramar el mal, es un mafioso. ‘Pero yo no pertenezco a…’: esta es la mafia, aprovecharse de la confianza… Y esto es ocultar la luz. Uno se vuelve oscuro porque ¡toda mafia es oscura!”.
El Papa puso el acento también en la tentación de estar siempre discutiendo con alguien, el placer de discutir. “Siempre buscamos alguna cosita para pelear. Pero al final, pelear cansa: no se puede vivir. Es mejor dejar pasar, perdonar”, “fingir de no haber visto las cosas… no pelear continuamente”.
Otro consejo que da este Padre a los hijos para no tapar la luz es: ‘No envidiar al hombre violento y no irritarse por todos sus éxitos, porque el Señor tiene horror del perverso, mientras que su amistad –la del Señor– es para los justos’”.
Y muchas veces nosotros, algunos, tenemos celos, envidias de aquellos que tienen éxito, o de los que son violentos… pero repasemos un poco cómo es la historia de los violentos, de los poderosos… Es tan simple: ¡los mismos gusanos que nos comerán a nosotros, los comerán a ellos, los mismos! Al final, seremos todos iguales.
Por todo esto el consejo de Jesús es: “Sed hijos de la luz y no hijos de las tinieblas; hay que custodiar la luz que nos ha sido dada como don en el día del Bautismo”. Incluso más, “no esconderla debajo de la cama”. Y para custodiar la luz, reiteró, están estos consejos, que han de ser llevados a la práctica cada día. “No son cosas extrañas –subrayó– porque todos los días vemos que estas cosas tapan la luz”.
“Que el Espíritu Santo, que todos nosotros hemos recibido en el Bautismo, nos ayude a no caer en estos hábitos feos que tapan la luz” concluyó el Papa. E invitó a “llevar adelante la luz recibida gratuitamente, esa luz de Dios que hace tanto bien: la luz de la amistad, la luz de la benevolencia, la luz de la fe, la luz de la esperanza, la luz de la paciencia, la luz de la bondad”.
20.09.16




El Papa en Sta. Marta: “Recemos al Dios de la paz, más allá de las divisiones de las religiones”
Antes de partir hacia Asís el Santo Padre da la clave del encuentro interreligioso por la paz
20 septiembre 2016
 Ciudad del Vaticano).- De rodillas debemos rezarle al Dios de la paz, juntos y “más allá de las divisiones de las religiones” hasta sentir “verguenza de la guerra” y sin cerrar el oído al grito del dolor de quien sufre. Con este espíritu el papa Francisco partió hacia Asís, y lo explicó este martes en la homilía de la misa matutina que celebra diariamente en la residencia Santa Marta.
“No existe un dios de la guerra”. La guerra, lo inhumano de una bomba que explota dejando muertos y heridos, cortando los caminos a la ayuda humanitaria, y que no llega a niños, ancianos, enfermos, es obra del maligno que quiere asesinar a todos”. Por esto es necesario rezar y llorar por la paz, todas las religiones unidas en la convicción de que “Dios es el Dios de la paz”.
“Hoy hombres y mujeres de todas las religiones iremos a Asís. No para hacer espectáculo, sino simplemente para rezar por la paz”. Y recordó que ha invitado “a todo el mundo” a realizar “reuniones de oración”, invitando a “católicos, cristianos, creyentes y a todos los hombres de buena voluntad, de cualquier religión, a rezar por la paz”, ya que “el mundo está en guerra y el mundo sufre”.
Nosotros “a la guerra no la vemos”, ha indicado Francisco, si bien nos asustamos cuando sucede algún acto de terrorismo, “pero esto no tiene nada que ver con lo que sucede en aquellos países, en aquellas tierras donde día y noche caen y caen las bombas”. Y “asesinan a niños, ancianos, hombres y mujeres…”.
La guerra no está lejos, asegura el Papa, “la guerra nos toca a todos” y porque “la guerra inicia en el corazón”.
“Que el Señor nos de la paz en el corazón, nos quite el deseo de avidez y de lucha. “Más allá de las religiones: todos, todos, todos, porque todos somos hijos de Dios. Y Dios es el Dios de la paz. No existe un dios de la guerra: quien hace la guerra es el maligno, es el diablo, que quiere asesinar a todos”.
Pensemos no sólo en las bombas, los muertos, los heridos; sino también en las personas que no puede obtener ayuda humanitaria para comer. Ellos no pueden obtener los medicamentos. Están hambrientos, ¡enfermos! Porque las bombas lo impiden.
Y hoy mientras rezamos sería bueno que todos se sientan avergonzados. Avergonzados de esto: que los seres humanos, nuestros hermanos, sean capaces de hacer esto. Hoy es un día de oración, de penitencia, de invitación a la paz; día para escuchar el grito de los pobres. Este grito que abre el corazón a la compasión, al amor y que nos salva del egoísmo.
21.09.16



El Papa en la audiencia: “Dios nos ama con un amor tan grande que nos parece imposible”
Señaló que “Dios, que nunca da a un hijo por perdido”, y que Jesús nos pide ser canal y testimonio de su misericordia hacia los necesitados
21 septiembre 2016
 Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha tenido hoy como todos los miércoles en el Vaticano, la audiencia general, en la cual ha centrado su meditación sobre la misericordia. A su llegada a la plaza de San Pedro, en donde se realizó la catequesis a pesar del día gris y lluvioso, saludó a los presentes que le recibieron con entusiasmo, agitando banderas y pañuelos.
En su resumen en español el Papa señaló que hoy fue leído el pasaje evangélico “que inspira el lema de este año santo: Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso”. Y recordó a los presentes que “Dios nos ama con un amor tan grande que nos parece imposible”.
Aseguró que es así, porque “toda la historia de la salvación es una historia de misericordia, que alcanza su culmen en la donación de Jesús en la cruz”.
Y a la pregunta ¿Cómo alcanzar esta perfección?, señaló: “La respuesta estriba en que Jesús no pide cantidad, sino ser signo, canal, testimonio de su misericordia. Por eso los santos han encarnado el amor de Dios que les desbordaba en múltiples formas de caridad en favor de los necesitados”.
“El Evangelio nos da dos pautas para ello: perdonar y dar. Jesús no busca alterar el curso de la justicia humana, pero manifiesta que en la comunidad cristiana hay que suspender juicios y condenas”, dijo.
Indicó también que “el perdón es manifestación de la gratuidad del amor de Dios, que nunca da a un hijo por perdido. No podemos ponernos por encima del otro, al contrario debemos llamarlo continuamente a la conversión”.
Porque, indicó el Santo Padre, “del mismo modo, Jesús nos enseña que su voluntad de darse está muy por encima de nuestras expectativas y no depende de nuestros méritos, sino que la capacidad de recibir su amor, crece en la medida que nos damos a los demás: más amamos , más lleno de Dios estará nuestro corazón”.
“Saludo cordialmente –dijo Francisco al concluir la meditación– a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica. Pidamos al Señor que no perdamos nunca nuestra identidad de hijos de un mismo Padre, que nos une en su amor. Que Dios los bendiga”.
El Pontífice hacia el final de la audiencia hizo un llamado por la XXIII Jornada mundial contra el Alzheimer, que se celebra hoy con el título “Recuérdate de mi”. E invitó a todos los presentes a no olvidarse, a tener la diligencia de María y la ternura de Jesús Misericordioso, hacia todos aquellos que sufren esta enfermedad y a sus familiares y “hacerles sentir nuestra cercanía”.
22.09.16




El Papa a los periodistas: ‘No soplen sobre el fuego de la destrucción, promuevan la cultura del encuentro’
Reflexiones del santo Padreal recibir a los responsables del periodismo en Italia: Amar la verdad, vivir con profesionalidad, y respetar la dignidad humana
22 septiembre 2016
 Ciudad del Vaticano).- “Hay pocas profesiones que tienen tanta influencia en la sociedad como la del periodismo” con un rol de gran importancia y responsabilidad porque “escriben el primer borrador de la historia”. Lo indicó este jueves el papa Francisco al recibir en el Vaticano a una delegación del Orden de los periodistas de Italia.
Deseó por ello que el periodismo “sea un instrumento de construcción, un factor de bien común, un acelerador de procesos de reconciliación”, y que “rechace la tentación de fomentar el choque con un lenguaje que sople sobre el fuego de las divisiones” y por el contrario “favorezca la cultura del encuentro”.
Y si bien reconoció que la critica es legítima, y añadió “también necesaria”, puntualizó que “el periodismo no puede volverse un arma de destrucción de personas o peor aún de los pueblos”. Añadió que tampoco “debe alimentar el miedo delante de los cambios o fenómenos como las migraciones forzadas por la guerra o por el hambre”.
El Santo Padre si bien señaló que la prensa escrita y televisiva pierden relevancia ante los nuevos medios digitales, especialmente entre los jóvenes, valorizó el trabajo de los periodistas, porque “cuando tienen profesionalidad permanecen una columna portante, un elemento fundamental para la vitalidad de una sociedad libre y pluralista”.
Un cambio el registrado en los medios digitales, explicó, que llevó también a la Santa Sede “a vivir un proceso de renovación del sistema comunicativo” y del cual “la Secretaría para la comunicación será el natural punto de referencia”.
El Santo Padre quiso compartir así una reflexión sobre el ‘qué y ‘cómo’ en la profesión de los periodistas puede mejorar la sociedad en al que vivimos.
Reflexiones que merecerían una jornada de retiro, lo que reconoció “no es fácil en el ámbito periodístico, una profesión que vive continuos ‘tiempos de entrega’ y ‘fecha de cierre de edición’”.
Y ayudando a hacer una reflexión el Papa se detuvo en tres elementos: Amar la verdad, una cosa fundamental para todos, especialmente para los periodistas; vivir con profesionalidad, algo que va más allá de las leyes y reglamentos; y respetar la dignidad humana, que es mucho más difícil de lo que se puede pensar a primera vista.
Amar la verdad, quiere decir no solamente afirmar, pero vivir la verdad, dar testimonio de ella con el propio trabajo, dijo, y precisó que “la cuestión no es ser creyentes o no creyentes. La cuestión es ser honesto con sí mismo y con los otros”. Puntualizó además que “no siempre es fácil llegar a la verdad, o por lo menos acercarse a esa”. Y que en la vida “no todo es blanco o negro” y también en el periodismo “es necesario saber discernir entre los matices de gris en los eventos que es necesario narrar”. Y pidió “nunca decir o escribir en conciencia, algo que no sea verdadero”.
El segundo punto que señaló el Pontífice es vivir con profesionalidad, “más allá de lo que está escrito en los códigos de deontología, sin someterse a los intereses de parte.  El Pontífice en sus palabras indicó que es necesario para ello una sociedad democrática y recordó como las dictaduras de cualquier ‘color’, intentaron siempre apoderarse de los medios de comunicación e imponer nuevas reglas a la profesión periodística.
Y sobre el respetar la dignidad humana, que es importante en todas las profesiones, subrayó que lo es “de manera particular en el periodismo”, porque detrás de una simple narración “hay sentimientos, emociones, en definitiva, la vida de las personas”.
Recordó también como él ha hablado muchas veces de los chismorreos como ‘terrorismo’, y que esto vale para las personas individuales, la familia o el trabajo, y “mucho más para los periodistas”. Además porque “un artículo se publica hoy y mañana es sustituido por otro, pero la vida de una persona injustamente difamada puede ser destruida para siempre”.
23.09.16




Francisco a la diócesis de Quilmes: ‘Ayuden a Jesús que pasa, en el hermano necesitado’
El Papa escribe al obispo local por los cuarenta años de la diócesis del Gran Buenos Aires
23 septiembre 2016
Quilmes  

Roma).- El papa Francisco expresó su cercanía y bendición a la diócesis de Quilmes, en Argentina, con motivo de los 40 años de su creación y de la ordenación episcopal de su primer obispo, monseñor Jorge Novak.
Lo indicó la web de la diócesis ubicada en el Gran Buenos Aires, a unos 20 kilómetros al sur de la Ciudad de Buenos Aires, con unos 260 mil habitantes, la cual publicó el texto de la carta que el Santo Padre envió a su obispo Carlos José Tissera.
En la misma el Papa anima a los fieles de dicha comunidad a “permanecer alerta ante el Señor que pasa y se hace cercano, para poder socorrerlo y ayudarle con el hermano oprimido, explotado, descantado, enfermo o que sufre cualquier otra necesidad”.
A continuación el texto de la carta.
“Querido hermano:
Con motivo de los 40 años de la Diócesis de Quilmes, te hago llegar un cordial saludo y, a través tuyo, a todo el pueblo santo de Dios que tienes bajo tu cuidado.
Sé que se han preparado con entusiasmo para este aniversario, y me uno a ustedes en acción de gracias a Dios por los bienes recibidos de su divina bondad. Él ha permanecido fiel, dándole pastores, desde el primer Obispo, Mons. Jorge Novak, S.V.D., hasta el día de hoy; muchos sacerdotes y consagrados han dado su vida para hacer presente a Cristo en medio de ustedes. Esto me llena de gozo.
Una comunidad cristiana que está viva cada día se sorprende del amor misericordioso de Dios y es capaz de reconocerlo y salir a su encuentro. Los animo a permanecer alerta ante el Señor que pasa y se hace cercano, para poder socorrerlo y ayudarle con el hermano oprimido, explotado, descantado, enfermo o que sufre cualquier otra necesidad. Él a su vez los llenará de esa fuerza y alegría interior capaz de regenerar y crear unidad.
A todos los que toman parte de este aniversario diocesano, les imparto mi bendición que hago extensiva a vuestras familias y demás seres queridos. Por favor, no se olviden de rezar y hacer rezar por mí.
Que Jesús los bendiga y la Virgen de Luján los cuide”.
24.09.16



El Papa a los familiares de las víctimas del terrorismo en Niza: respondan al odio con el amor de Dios
El Santo Padre les recibió en el Vaticano y les señaló, que se responde con la obra de Dios que es el perdón y el respeto
24 septiembre 2016
 Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco recibió este sábado a los familiares o amigos de las víctimas del atentado terrorista del mes de julio pasado en Niza. A todos ellos les prometió sus oraciones. Les adviritó entretanto que si bien la tentación de encerrarse en sí mismo, o de responder al odio con el odio y la violencia con la violencia es grande, se necesita una auténtica conversión del corazón. Y que este es el mensaje que el Evangelio de Jesús nos da. Y que no podemos responder a los asaltos del demonio a no ser a través de las obras de Dios que son el perdón, el amor y el respeto a los demás, incluso si son diferentes.

“Queridos hermanos y hermanas:
Es una gran emoción para mi recibirles a ustedes que sufren en el cuerpo o en el alma, porque en una noche de fiesta la violencia les golpeó ciegamente a ustedes o a uno de sus familiares, independientemente de su origen o religión.
Quiero compartir este dolor, un dolor que se vuelve aún más fuerte cuando pienso en los niños, a veces familias enteras cuyas vidas han sido desgarradas de repente y de manera tan dramática.
Les aseguro a todos ustedes mi compasión y la cercanía de mi oración. Queridas familias, invoco a Nuestro Padre en el cielo, el Padre de todos, para que reciba a vuestros queridos difuntos cerca de Él, de manera que encuentren en seguida el reposo y el gozo de la vida eterna.
Para nosotros los cristianos, el fundamento de nuestra esperanza es Cristo muerto y resucitado. El apóstol Pablo nos dice: “Si pasamos a través de la muerte con Cristo, creemos que también viviremos con él. Nosotros lo sabemos, de hecho ha resucitado entre los muertos, Cristo no muere más; sobre Él la muerte ya no tiene ningún poder “(Romanos 6.8 a 9).
Que la certeza de la vida eterna, que es también la de los creyentes de otras religiones, sea un consuelo para toda vuestra vida y un pujante motivo de perseverancia para continuar con coraje el camino aquí en este mundo.
También rezo al Dios de la misericordia por todas las personas heridas, algunos horriblemente mutilados en su carne y en su alma, y no me olvido de todos aquellos que no pudieron venir o que aún están hospitalizados.
La Iglesia les está cerca y les acompaña con su inmensa compasión. Y con su presencia a vuestro lado en estos momentos tan pesados de llevar, le pide a Dios que les ayude y ponga en vuestro su corazón, sentimientos de paz y hermandad.
La tragedia experimentada por la ciudad de Niza ha suscitado por todas partes hermosas iniciativas de solidaridad y apoyo. Doy las gracias a todos aquellos que, en ese momento han llevado ayuda a las víctimas, o aún hoy y durante mucho tiempo probablemente se dedicarán a apoyar y ayudar a las familias.
Veo a la comunidad católica y a su obispo, monseñor André Marceau, pero también a los servicios de asistencia y a las asociaciones, en particular la asociación los Alpes Marítimos Fraternidad, aquí presente, que reúne a representantes de todas las confesiones religiosas,  esto es un hermoso signo de esperanza.
Y estoy encantado de ver que las relaciones interreligiosas en vuestra casa están vivas, lo que sólo puede ayudar a curar las heridas de estos eventos dramáticos.
De hecho, el establecimiento de un diálogo sincero y las relaciones de hermandad entre todas las personas, especialmente entre aquellos que confiesan al Dios único y misericordioso, es una prioridad urgente que las autoridades, tanto políticas como religiosas, deben tratar de promover y que todo el mundo está llamado a utilizar a su alrededor.
Si bien la tentación de encerrarse en sí mismo, o de responder al odio con el odio y a la violencia con la violencia es grande, se necesita una auténtica conversión del corazón.
Este es el mensaje que el Evangelio de Jesús nos da a todos nosotros. No podemos responder a los asaltos del demonio sino a través de las obras de Dios que son el perdón, el amor y el respeto a los demás, incluso si es diferente.
Queridos hermanos y hermanas, les prometo una vez más mis oraciones con todo el afecto del Sucesor de Pedro. También rezo por vuestro querido país y sus responsables, para que se construya sin descanso una sociedad justa, pacífica y fraterna. Y como signo de mi cercanía, invoco sobre cada uno de ustedes la ayuda de la Virgen María y la abundancia de las bendiciones divinas”. 
25.09.16


 
El Papa: “La mundanidad es un ‘agujero negro’ que devora todo en el propio yo”

Francisco señala que la riqueza no es mala, sino la indiferencia hacia quien tiene necesidad
25 septiembre 2016
Ciudad del Vaticano).-Hoy el jubileo de la Misericordia ha vivido una de sus jornadas más bonita, con el Jubileo de los catequistas, que en Italia son unos 130 mil.
El Papa vistiendo paramentos verdes y el palio, presidió en la plaza de San Pedro con la solemnidad característica de estas ceremonias, la santa misa del XXVI domingo del Tiempo ordinario, ante unos 30 mil catequistas allí reunidos.
El coro de la Capilla Sixtina acompañó la liturgia con los cantos polifónicos en latín, las voces blancas de los niños,  acompañado por un segundo coro.
En la jornada soleada del inicio del otoño en Italia, con un cielo azul muy intenso, el Santo Padre les pidió a los catequista que “no dejemos de poner por encima de todo el anuncio principal de la fe: el Señor ha resucitado. No hay un contenido más importante”, porque “Si se le aísla, pierde sentido y fuerza”.
Llevar en mensaje de que “Jesús te ama de verdad, tal y como eres. Déjale entrar: a pesar de las decepciones y heridas de la vida, dale la posibilidad de amarte. No te defraudará”
Así adviritió que “al Dios-Amor se le anuncia amando: no a fuerza de convencer, nunca imponiendo la verdad, ni mucho menos aferrándose con rigidez a alguna obligación religiosa o moral. A Dios se le anuncia encontrando a las personas, teniendo en cuenta su historia y su camino”.
Porque “al Dios de la esperanza se le anuncia viviendo hoy el Evangelio de la caridad, sin miedo a dar testimonio de él incluso con nuevas formas de anuncio”.
Y tomando inspiración en la parábola del hombre rico que no se fija en Lázaro, un pobre que ‘estaba echado a su puerta’, precisa que “el rico, en verdad, no hace daño a nadie, no se dice que sea malo. Sin embargo, tiene una enfermedad peor que la de Lázaro, que estaba ‘cubierto de llagas’: este rico sufre una fuerte ceguera, porque no es capaz de ver más allá de su mundo, hecho de banquetes y ricos vestidos. No ve más allá de la puerta de su casa, donde yace Lázaro, porque no le importa lo que sucede fuera”.
“En su corazón -explica Francisco- ha entrado la mundanidad que adormece el alma. La mundanidad es como un ‘agujero negro’ que engulle el bien, que apaga el amor, porque lo devora todo en el propio yo. Entonces se ve sólo la apariencia y no se fija en los demás, porque se vuelve indiferente a todo”.
El Santo Padre ha concluido su homilía exhortando: “El Señor nos lo pide hoy: ante los muchos Lázaros que vemos, estamos llamados a inquietarnos, a buscar caminos para encontrar y ayudar, sin delegar siempre en otros o decir: ‘Te ayudaré mañana’. El tiempo para ayudar es tiempo regalado a Jesús, es amor que permanece: es nuestro tesoro en el cielo, que nos ganamos aquí en la tierra”.
Antes de Ite missa est el Pontífice rezó la oración del ángelus e impartió la bendición apostólica.
Texto de la homilía del papa Francisco en el Jubileo de los catequistas. Advierte de la enfermedad de la indiferencia
El Santo Padre señala que los pobres, que no son un apéndice del Evangelio, sino una página central, siempre abierta ante nosotros
 En el Jubileo de los catequistas, que se celebra hoy como parte del del Jubileo de la Misericordia, el papa Francisco les indicó que no sirve aparentar o hacer lindas prédicias, sino que es necesario dar testimonio de Jesús. Y tomó inspiración del evangelio del día para explicar la parábola del pobre Lázaro y el rico sin nombre. Que el problema reside no en tener riquezas sino en ignorar, en ser indiferentes ante quienes están en dificultad.
A continuación el texto de la homilía:
El Apóstol Pablo, en la segunda lectura, dirige a Timoteo, y también a nosotros, algunas recomendaciones muy importantes para él. Entre otras, pide que se guarde «el mandamiento sin mancha ni reproche» (1 Tm 6,14). Habla sencillamente de un mandamiento. Parece que quiere que fijemos nuestros ojos fijos en lo que es esencial para la fe. San Pablo, en efecto, no recomienda una gran cantidad de puntos y aspectos, sino que subraya el centro de la fe.
Este centro, alrededor del cual gira todo, este corazón que late y da vida a todo es el anuncio pascual, el primer anuncio: el Señor Jesús ha resucitado, el Señor Jesús te ama, ha dado su vida por ti; resucitado y vivo, está a tu lado y te espera todos los días. Nunca debemos olvidarlo.
En este Jubileo de los catequistas, se nos pide que no dejemos de poner por encima de todo el anuncio principal de la fe: el Señor ha resucitado. No hay un contenido más importante, nada es más sólido y actual. Cada aspecto de la fe es hermoso si permanece unido a este centro, si está permeado por el anuncio pascual. Si se le aísla, pierde sentido y fuerza.
Estamos llamados a vivir y a anunciar la novedad del amor del Señor: «Jesús te ama de verdad, tal y como eres. Déjale entrar: a pesar de las decepciones y heridas de la vida, dale la posibilidad de amarte. No te defraudará». El mandamiento del que habla san Pablo nos lleva a pensar también en el mandamiento nuevo de Jesús: «Que os améis unos a otros como yo os he amado» (Jn 15,12).
A Dios-Amor se le anuncia amando: no a fuerza de convencer, nunca imponiendo la verdad, ni mucho menos aferrándose con rigidez a alguna obligación religiosa o moral. A Dios se le anuncia encontrando a las personas, teniendo en cuenta su historia y su camino. El Señor no es una idea, sino una persona viva: su mensaje llega a través del testimonio sencillo y veraz, con la escucha y la acogida, con la alegría que se difunde. No se anuncia bien a Jesús cuando se está triste; tampoco se transmite la belleza de Dios haciendo sólo bonitos sermones.
Al Dios de la esperanza se le anuncia viviendo hoy el Evangelio de la caridad, sin miedo a dar testimonio de él incluso con nuevas formas de anuncio. El Evangelio de este domingo nos ayuda a entender qué significa amar, sobre todo a evitar algunos peligros. En la parábola se habla de un hombre rico que no se fija en Lázaro, un pobre que «estaba echado a su puerta» (Lc 16,20).
El rico, en verdad, no hace daño a nadie, no se dice que sea malo. Sin embargo, tiene una enfermedad peor que la de Lázaro, que estaba «cubierto de llagas» (ibíd.): este rico sufre una fuerte ceguera, porque no es capaz de ver más allá de su mundo, hecho de banquetes y ricos vestidos. No ve más allá de la puerta de su casa, donde yace Lázaro, porque no le importa lo que sucede fuera.
No ve con los ojos porque no siente con el corazón. En su corazón ha entrado la mundanidad que adormece el alma. La mundanidad es como un «agujero negro» que engulle el bien, que apaga el amor, porque lo devora todo en el propio yo. Entonces se ve sólo la apariencia y no se fija en los demás, porque se vuelve indiferente a todo.
Quien sufre esta grave ceguera adopta con frecuencia un comportamiento «estrábico»: mira con deferencia a las personas famosas, de alto nivel, admiradas por el mundo, y aparta la vista de tantos Lázaros de ahora, de los pobres y los que sufren, que son los predilectos del Señor.
Pero el Señor mira a los que el mundo abandona y descarta. Lázaro es el único personaje de las parábolas de Jesús al que se le llama por su nombre. Su nombre significa «Dios ayuda». Dios no lo olvida, lo acogerá en el banquete de su Reino, junto con Abraham, en una profunda comunión de afectos.
El hombre rico, en cambio, no tiene siquiera un nombre en la parábola; su vida cae en el olvido, porque el que vive para sí no construye la historia. La insensibilidad de hoy abre abismos infranqueables para siempre. En la parábola vemos otro aspecto, un contraste.
La vida de este hombre sin nombre se describe como opulenta y presuntuosa: es una continua reivindicación de necesidades y derechos. Incluso después de la muerte insiste para que lo ayuden y pretende su interés.
La pobreza de Lázaro, sin embargo, se manifiesta con gran dignidad: de su boca no salen lamentos, protestas o palabras despectivas. Es una valiosa lección: como servidores de la palabra de Jesús, estamos llamados a no hacer alarde de apariencia y a no buscar la gloria; ni tampoco podemos estar tristes y disgustados.
No somos profetas de desgracias que se complacen en denunciar peligros o extravíos; no somos personas que se atrincheran en su ambiente, lanzando juicios amargos contra la sociedad, la Iglesia, contra todo y todos, contaminando el mundo de negatividad.
El escepticismo quejoso no es propio de quien tiene familiaridad con la Palabra de Dios. El que proclama la esperanza de Jesús es portador de alegría y sabe ver más lejos, porque sabe mirar más allá del mal y de los problemas. Al mismo tiempo, ve bien de cerca, pues está atento al prójimo y a sus necesidades.
El Señor nos lo pide hoy: ante los muchos Lázaros que vemos, estamos llamados a inquietarnos, a buscar caminos para encontrar y ayudar, sin delegar siempre en otros o decir: «Te ayudaré mañana». El tiempo para ayudar es tiempo regalado a Jesús, es amor que permanece: es nuestro tesoro en el cielo, que nos ganamos aquí en la tierra.
En conclusión, que el Señor nos conceda la gracia de vernos renovados cada día por la alegría del primer anuncio: Jesús nos ama personalmente. Que nos dé la fuerza para vivir y anunciar el mandamiento del amor, superando la ceguera de la apariencia y las tristezas del mundo. Que nos vuelva sensibles a los pobres, que no son un apéndice del Evangelio, sino una página central, siempre abierta ante nosotros.
26.09.16



Francisco y el presidente del Congo piden diálogo respetuoso e inclusivo para la estabilidad del país
El mandatario congoleño se ha reunido durante veinte minutos con el Pontífice en el Vaticano
26 septiembre 2016
 Roma).- El papa Francisco ha recibido esta mañana al Presidente de la República Democrática del Congo, Joseph Kabila. El encuentro tuvo lugar, como es habitual, en la biblioteca del Palacio Apostólico Vaticano y duró veinte minutos, con ayuda de traductor.
En el encuentro, informa la oficina de prensa de la Santa Sede, se ha prestado una atención especial “a los graves retos planteados por la situación política actual así como a los recientes enfrentamientos en la capital”. Asimismo –informa la Santa Sede– se reiteró la importancia de la colaboración entre los actores políticos y los representantes de la sociedad civil y las comunidades religiosas, en favor del bien común, mediante un diálogo respetuoso e inclusivo para la estabilidad y la paz en el país.
Además, se habló del “persistir de la violencia que padece la población en la zona oriental del país”, y de “la urgencia de una cooperación en ámbito nacional e internacional para proporcionar la asistencia necesaria y restablecer la convivencia civil”.
Y es que la violencia generalizada en Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo, ha dejado casi medio centenar de muertos tras días de enfrentamientos entre la policía y la oposición de ese país. La crisis estalló el 22 de septiembre, cuando los partidarios de Kamwena Nsapu, líder tribal que fue asesinado en agosto, atacaron el aeropuerto asumiendo el control hasta la tarde del 23, cuando, después de intensos combates, las fuerzas de seguridad consiguieron expulsarlos. La mayoría de las víctimas eran rebeldes, mientras que los soldados fallecidos fueron ocho. Tal y como informa la agencia Fides, Kamwena Nsapu fue asesinado el 12 de agosto, en unos enfrentamientos con la policía. El jefe tribal había desafiado a las autoridades estatales afirmando que había creado una milicia para expulsar a la policía de su territorio de referencia.
Mientras tanto continúa el estancamiento político después de que se ha suspendido el “diálogo nacional” entre la mayoría y la oposición —que exige la partida del Kabila, cuyo mandato expira al final diciembre– tras los graves incidentes que han tenido lugar en la capital en los últimos días. 
Por otro lado, durante los coloquios transcurridos en una atmósfera de cordialidad, prosigue el comunicado de prensa de la Santa Sede, se ha hablado de las buenas relaciones existentes entre la Santa Sede y la República Democrática del Congo. En particular, con referencia “a la importante contribución que la Iglesia católica da a la vida de la nación mediante sus instituciones educativas, sociales y sanitarias”, así como “en favor del desarrollo y de la reducción de la pobreza”. En ese contexto –precisa el comunicado– se ha expresado la satisfacción mutua por la firma del Acuerdo Marco entre la Santa Sede y el Estado del pasado 20 de mayo.
Al finalizar el encuentro con el Santo Padre, el mandatario se reunió con el arzobispo Paul Richard Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados.
27.09.16

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