El Papa recuerda
que vivos y difuntos “estamos en comunión”
En la última
catequesis sobre la misericordia, Francisco explica dos obras de misericordia:
“rogar a Dios por vivos y difuntos” y “enterrar a los muertos”
30 noviembre 2016
Audiencia en el Aula Pablo VI
Ciudad del Vaticano).-El papa Francisco ha
concluido esta semana la serie de catequesis sobre la misericordia, iniciada
con motivo del Año Jubilar. Así, este miércoles ha reflexionado sobre “rezar a
Dios por los vivos y por los muertos”. Miles de fieles le han recibido con gran
entusiasmo, como cada semana, aunque esta vez debido a las bajas temperaturas,
reunidos en el Aula Pablo VI en vez de en la plaza de san Pedro.
En el resumen de la catequesis que el
Pontífice hace en español, ha explicado que concluimos este ciclo de catequesis
reflexionando sobre dos obras de misericordia: una espiritual que pide rogar a
Dios por vivos y difuntos, y otra corporal que invita a enterrar a los muertos.
Para los cristianos, ha observado
Francisco, la sepultura es un acto de piedad y de fe, pues esperamos en “la
resurrección de la carne”. Y durante la eucaristía “confiamos a los
difuntos a la misericordia de Dios con un recuerdo sencillo pero lleno de
significado”. Rezamos –ha asegurado– para que estén con Él en el paraíso y con
la esperanza de que un día también nosotros nos encontremos con ellos en ese
misterio de amor que, si bien no comprendemos plenamente, sabemos que es verdad
porque Jesús nos lo ha prometido.
Asimismo, el Santo Padre ha reconocido
que este recuerdo de rogar por los difuntos está unido también al de rogar por
los vivos, “que junto con nosotros cada día enfrentan las dificultades de la
vida”. El Papa ha subrayado que todos, vivos y difuntos, “estamos en comunión”.
En esa comunidad “de quienes han recibido el bautismo, se han nutrido del
Cuerpo de Cristo y hacen parte de la gran familia de Dios”, ha afirmado.
A continuación, Francisco ha saludado
a los peregrinos de lengua española, en particular a los venidos de España y
Latinoamérica. De este modo, les ha invitado a rezar unos por otros “para que
las obras de misericordia corporales y espirituales se conviertan cada vez más
en el estilo de nuestra vida”.
Hoy, el Santo Padre ha dirigido dos
llamamientos al final de la audiencia. Uno con ocasión de la Jornada Mundial
contra el SIDA que se celebra este jueves y otro por la Conferencia
internacional sobre la protección del patrimonio en las zonas en conflicto que
se celebra en Abu Dhabi del 2 al 3 de diciembre.
Francisco ha recordado que millones de
personas conviven que la enfermedad del SIDA y solo la mitad de ellos tienen
acceso a las terapias. Por eso ha invitado a rezar por ellos y por sus seres
queridos y promover la solidaridad para que también “lo más pobres” se puedan
beneficiar de “diagnósticos y cuidados adecuados”. De aquí su llamamiento para
que “todos adopten comportamientos responsables para prevenir una ulterior
difusión de esta enfermedad”.
Por otro lado, ha explicado que por
iniciativa de Francia y de los Emiratos Árabes Unidos, con colaboración de la
UNESCO, se celebrará en Abu Dhabi, del 2 al 3 de diciembre, una
Conferencia internacional sobre protección del patrimonio en las zonas en conflicto.
Un tema que “lamentablemente es actual”, ha observado el Papa. Por ello “en la
convicción de que la tutela de las riquezas culturales constituye una dimensión
esencial de la defensa del ser humano”, el Santo Padre ha deseado que este
evento “marque una nueva etapa en el proceso de actuación de los derechos
humanos”.
Después de los saludos en las
distintas lenguas, el Pontífice ha dirigido, como es habitual, un saludo a los
jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. Así, ha recordado que hoy se celebra
la fiesta del apóstol Andrés, hermano de san Pedro. Es por ello que el
Papa ha pedido a los jóvenes que su carrera hacia el sepulcro del Señor,
les recuerde “que nuestra vida es una peregrinación hacia la Casa del Padre”.
Por otro lado, a los enfermos les ha pedido que “su fuerza en el afrontar en el
martirio” les sostenga cuando “el sufrimiento parece insoportable”. Y
finalmente ha deseado para los recién casados que “su apasionado seguimiento al
Salvador” les lleve a comprender la importancia del amor en su nueva
familia.
También ha aprovechado la ocasión para
dedicar unas palabras y felicitar al patriarca Bartolomé y la Iglesia de
Constantinopla, que celebra hoy a su patrón.
01.12.16
Francisco a los estudiantes internacionales: la educación es
un don, pero no solo para uno mismo
Estudiar en el
extranjero “es algo bueno y fecundo”, pero “doloroso” cuando se abandona el
propio país porque falta posibilidad de inserción
1 diciembre 2016
El papa Francisco después del encuentro saluda a los estudiantes
internacionales
Ciudad del Vaticano).- El papa
Francisco invitó este jueves a los jóvenes estudiantes inmigrantes a ser
“centinelas del amanecer”, citando una célebre frase de san Juan Pablo II. Y
les exhortó que esto sea cada día “con los ojos dirigidos a Cristo y a la
historia”, para así “anunciar la salvación de Jesús” y llevar “su luz en un
mundo que con mucha frecuencia está oscurecido por las tinieblas de la
indiferencia, del egoísmo y de la guerra”.
La invitación fue dirigida a los
participantes del IV Congreso Mundial de pastoral para los estudiantes
internacionales provenientes de 36 países, reunidos en Roma del 28 de
noviembre al 2 de diciembre, con el título: “Evangelii Gaudium del
papa Francisco y los desafíos morales en el mundo intelectual de los estudiantes
internacionales hacia una sociedad más sana”. El congreso es
organizado por el Pontificio Consejo para los migrantes e itinerantes y el
Pontífice les recibió en la Sala Clementina del Palacio Apostólico Vaticano.
El Papa en sus palabras reconoció que “los
desafíos morales que es necesario afrontar son muchos y no es siempre fácil
luchar para afirmar la verdad y los valores, especialmente cuando uno es
joven”, y que deben recordar que “con la ayuda de Dios y la sincera voluntad de
hacer el bien, todo obstáculo puede ser superado”. Y les exhortó: “no se
detengan nunca ni se desanimen, porque el Espíritu de Cristo les guiará si
escuchan su voz”.
El Santo Padre advirtió
entretanto que “a la concepción moderna del intelectual empeñado en la
realización de sí mismo”, es necesario “contraponer un modelo más
solidario que se ocupe del bien común y de la paz”. Y les recordó que poder
estudiar es un don, y también una responsabilidad.
Añadió que además el hecho de estudiar
en un país diverso al propio, de aprender nuevos idiomas, usos y costumbres,
les “permite mirar el mundo desde otra perspectiva” hacia “quien es diverso”,
lo que les lleva a ser “más tolerantes y hospitalarios”.
Francisco reiteró que las escuelas y
universidades “son un ámbito privilegiado” hacia “un mundo más solidario” y
para “llevar adelante un empeño de evangelización de manera interdisciplinaria
e integrada”.
Por esto a los docentes y trabajadores
pastorales, el Papa les invitó “a infundir en los jóvenes el amor por el
evangelio, la ganas de vivirlo concretamente y de anunciarlo a los otros”.
Y que este crecimiento “sea un punto de partida para que una vez
regresados a su país de origen den su contribución calificada” también “para
transmitir la alegría de la Buena Noticia”. Para ello, precisó, “es necesaria
una educación que enseñe a pensar críticamente y que ofrezca un recorrido de
maduración en los valores”.
Que los jóvenes decidan ir a estudiar
al exterior “es cosa buena y fecunda”, en cambio dolorosa cuando los que tienen
preparación “abandonan el propio país porque faltan adecuadas posibilidades de
inserción”.
Los estudiantes internacionales son un fenómeno que se ha intensificado a causa de la globalización, y es necesario evitar los mecanismos de defensa delante de la diversidad, como las murallas interiores que no permiten de mirar al hermano en los ojos y darse cuenta de sus reales necesidades. Porque, advirtió Francisco, también entre los jóvenes puede insinuarse la globalización de la indiferencia.
Los estudiantes internacionales son un fenómeno que se ha intensificado a causa de la globalización, y es necesario evitar los mecanismos de defensa delante de la diversidad, como las murallas interiores que no permiten de mirar al hermano en los ojos y darse cuenta de sus reales necesidades. Porque, advirtió Francisco, también entre los jóvenes puede insinuarse la globalización de la indiferencia.
02.12.16
El Papa se reúne con el
presidente de Uruguay durante 40 minutos
Tabaré Ramón Vázquez
viajó a Italia para la audiencia pontificia, en el marco de su gira europea
2 diciembre 2016
Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco
recibió este viernes al presidente de Uruguay, Tabaré Ramón Vázquez, en
el Palacio Apostólico del Vaticano, en una audiencia que duró en total de
41 minutos incluida la parte privada que se realiza a puerta cerrada. Allí,
claramente, no tuvieron necesidad de intérprete.
“¡Cuánto tiempo que pasó, es un
gusto!”, fueron las primeras palabras del Pontífice al darle un apretón de
manos al presidente que se encuentra en su segundo mandato. En Uruguay no
existe la reelección consecutiva. Tabaré fue presidente del año 2005 al 2010
cuando entregó el mando al presidente José Mujica y fue reelecto en el 2015
para su mandato de cinco años.
El médico uruguayo estaba acompañado
por su esposa María Auxiliadora Delgado, conocida por su empeño social con la
Iglesia, a quien conoció en su barrio popular de La Teja durante una kermesse
de los Salesianos. Estaba también su hijo Álvaro, médico y teólogo; el
embajador ante la Santa Sede, Francisco Ottonelli y dos secretarios personales.
Las cordiales conversaciones –informa
la oficina de prensa de la Santa Sede– han puesto de manifiesto las buenas
relaciones existentes entre la Santa Sede y Uruguay, así como el interés
común por el desarrollo integral de la persona, el respeto de los derechos
humanos y la paz social. En tal contexto, “se ha puesto de manifiesto el rol y
la contribución positiva de las instituciones católicas en la sociedad
uruguaya, especialmente en la promoción humana, en la formación y en la
asistencia a los más necesitados”. Asimismo, en el desarrollo de las
conversaciones se han detenido en la “situación política nacional y regional”,
con especial referencia al “desarrollo de las instituciones democráticas y a
la situación social y humanitaria del continente”.
El embajador uruguayo ante el
Vaticano, Francisco José Ottonelli, sostuvo ayer que el presidente
manifestaría al Papa su deseo de que se abran los archivos
vaticanos para investigar los delitos de la dictadura en Uruguay, en particular
los datos sobre detenidos o desaparecidos entre 1973 y 1985, de acuerdo a
cuanto ha sido publicado en la web de Presidencia, iniciativa que
contaría con el consentimiento de los obispos locales.
En el intercambio de dones, el Santo
Padre le regaló los documentos pontificios Evangelii Gaudium; Amore
Laetitia; y Laudato Si’, además de un medallón
realizado por un artista italiano que habla del desierto que florece. Por
su parte el presidente de Uruguay le regaló una geoda de amatista, piedra
típica que se encuentran en el país platense, dentro de la cual hay
cristales de dicha piedra semipreciosa.
El mandatario latinoamericano, que
además es médico oncólogo, está realizando una gira que inició en España en
busca de inversiones para un plan de infraestructuras que comprende
ferrocarriles y puertos; siguió en París en donde expuso la experiencia
uruguaya de descentralización de Gobierno, y después de su escala en Italia
para encontrar al papa Francisco, concluirá en Viena para disertar sobre
oncología.
03.12.16
Texto completo del papa Francisco en el ángelus del 4 de
diciembre de 2016
El Santo Padre
recuerda que con el nacimiento de Jesús en Belén, es Dios mismo que viene a
habitar en medio de nosotros para librarnos del egoísmo, del pecado y de la
corrupción
4 diciembre 2016
Ciudad del Vaticano).- El papa
Francisco, como cada domingo, ha rezado el ángelus desde el estudio del Palacio
Apostólico con los fieles reunidos en la plaza de San Pedro.
Publicamos a continuación las palabras del Papa para introducir la oración
mariana:
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
En el Evangelio de este segundo
domingo de Adviento resuena la invitación de Juan el Bautista: “¡Convertíos
porque el reino de los cielos está cerca!” (Mt 3,2). Con estas palabras
Jesús dará inicio a su misión en Galilea (cfr Mt 4,17); y tal será
también el anuncio que deberán llevar los discípulos en su primera experiencia
misionera (cfr Mt 10,7). El evangelista Mateo quiere así presentar a
Juan como el que prepara el camino al Cristo que viene, y los discípulos como
los continuadores de la predicación de Jesús. Se trata del mismo alegre
anuncio: ¡viene el reino de Dios, es más, está cerca, está en medio de
nosotros! Esta palabra es muy importante: “el reino de Dios está en medio de
vosotros”, dice Jesús. Y Juan anuncia esto que Jesús luego dirá: “El reino de
Dios ha venido, ha llegado, está en medio de vosotros”. Este es el mensaje
central de toda misión cristiana. Cuando un misionero va, un cristiano va a
anunciar a Jesús, no va a hacer proselitismo como si fuera un hincha que busca
más seguidores para su equipo. No, va simplemente a anunciar: “¡El reino
de Dios está en medio de vosotros!”. Y así el misionero prepara el camino a
Jesús, que encuentra a su pueblo.
¿Pero qué es este reino de Dios, reino
de los cielos? Son sinónimos. Nosotros pensamos enseguida en algo que se
refiere al más allá: la vida eterna. Cierto, esto es verdad, el reino de Dios
se extenderá sin fin más allá de la vida terrena, pero la buena noticia que
Jesús nos trae — y que Juan anticipa– es que el reino de Dios no tenemos que
esperarlo en el futuro: se ha acercado, de alguna manera está ya presente y
podemos experimentar desde ahora el poder espiritual. Dios viene a establecer
su señorío en la historia, en nuestra vida de cada día; y allí donde esta viene
acogida con fe y humildad brotan el amor, la alegría y la paz.
La condición para entrar a formar
parte de este reino es cumplir un cambio en nuestra vida, es decir,
convertirnos. Convertirnos cada día, un paso adelante cada día. Se trata de
dejar los caminos, cómodo pero engañosos, de los ídolos de este mundo: el éxito
a toda costa, el poder a costa de los más débiles, la sed de riquezas, el
placer a cualquier precio. Y de abrir sin embargo el camino al Señor que viene:
Él no quita nuestra libertad, sino que nos da la verdadera felicidad. Con el
nacimiento de Jesús en Belén, es Dios mismo que viene a habitar en medio de
nosotros para librarnos del egoísmo, del pecado y de la corrupción, de estas
estas actitudes que son del diablo: buscar éxito a toda costa, el poder a
costa de los más débiles, tener sed de riquezas y buscar el placer a cualquier
precio.
La Navidad es un día de gran alegría
también exterior, pero es sobre todo un evento religioso por lo que es
necesaria una preparación espiritual. En este tiempo de Adviento, dejémonos
guiar por la exhortación del Bautista: “Preparad el camino al Señor, allanad
sus senderos” (v. 3).
Nosotros preparamos el camino del
Señor y allanamos sus senderos cuando examinamos nuestra conciencia, cuando
escrutamos nuestras actitudes, cuando con sinceridad y confianza confesamos
nuestros pecados en el sacramento de la penitencia. En este sacramento
experimentamos en nuestro corazón la cercanía del reino de Dios y su salvación.
La salvación de Dios es trabajo de una amor más grande que nuestro pecado;
solamente el amor de Dios puede cancelar el pecado y liberar del mal, y
solamente el amor de Dios puede orientarnos sobre el camino del bien.
Que la Virgen María nos ayude a
prepararnos al encuentro con este Amor cada vez más grande que en la noche de
Navidad se ha hecho pequeño pequeño, como una semilla caída en la tierra, la
semilla del reino de Dios.
Después del ángelus, el Papa ha añadido:
Queridos hermanos y hermanas,
¡Os saludo a todos vosotros, romanos y peregrinos!
Saludo en particular a los fieles
venidos de Córdoba, Jaén y Valencia, de España; de Split y Makarska, en
Croacia; de las parroquias de Santa María de la Oración y del Santísimo Cuerpo
y Sangre de Cristo en Roma.
A todos os deseo un feliz domingo y un
buena camino de Adviento. Este preparar el camino al Señor, convertirnos cada
día.
Hasta el jueves por la fiesta de María
Inmaculada. En estos días rezamos unidos pidiendo su materna internación por la
conversión de los corazones y el don de la paz.
Y por favor, no os olvidéis de rezar por mí. ¡Buen almuerzo!
05.12.16
El Papa en Sta. Marta: Dios no quiere maquillajes sino
transformarnos el corazón
El Pontífice señala
que debemos pedir la gracia de reconoce nuestros pecados, con motivo de la
Navidad que se acerca
5 diciembre 2016
Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha
puesto en guardia ante el peligro de maquillar nuestros pecados sin realmente
avergonzarnos de ellos dentro de nuestro corazón. Lo hizo este lunes en su
homilía en la misa matutina de la casa Santa Marta, precisando que debemos
dejarnos transformar por Jesús, y saber dar nombre y apellido a nuestros
pecados.
El desierto florecerá, los ciegos
verán, los sordos escucharán, indica la primera lectura del profeta Isaías. Y
esto, señaló Francisco, “nos habla de renovación” y esto “era lo que el Pueblo
de Israel se esperaba del Mesías”.
La gente “no lo seguía porque estaba a
la moda: lo seguía porque el mensaje de Jesús llegaba al corazón”, dijo.
Añadió que “Jesús no solo cambiaba lo feo en hermoso, de lo malo en bueno:
Jesús producía una transformación”. No era “un problema de maquillaje”.
Hay un mensaje del Evangelio que
se ve claro: antes de curar a ese hombre, Jesús le perdona sus pecados. Y crea
nuevamente a ese hombre transformándolo de pecador a justo”. Y esto
“escandaliza”. Por este motivo –aseguró el Papa– los doctores de la Ley
“iniciaron a discutir y a murmurar”, porque no podían aceptar su autoridad.
“Jesús es capaz de
transformarnos a nosotros los pecadores en personas nuevas”. Recordó así
que la Magdalena “tenía dentro una llaga, porque era una pecadora” y que ella
“intuyó que aquel hombre podría curarle la llaga del alma, re-crearla”.
El Pontífice señaló que cuando
uno se confiesa y después sigue igual… cuando uno no se deja re-crear por el
Señor, pasa a creer que con dos pinceladas de pintura se ha resuelto
la historia.
“No, mis pecados tienen nombre y
apellido: yo hice esto, esto y esto, y siento vergūenza en el corazón y
abro el corazón”. Lamentó que “siempre tratamos de esconder la gravedad de
nuestros pecados”, por ejemplo disminuyéndolos, como la gravedad de la envidia,
que “es una cosa horrible, semejante al veneno de la serpiente”, que
intenta “destruir al otro”.
Francisco subrayó una historia que contaba de un hombre santo
estudioso de la Biblia, que tenía un carácter muy fuerte, que profería palabras
de ira, pero pedía perdón al Señor. Y después de cada penitencia le
preguntaba:
-¿Estás contento Señor?
– No, le respondía.
– Pero te he dado todo.
– No, falta algo, le respondía.
Así este pobre hombre hacia otra y otra penitencia y se sentía repetir:
– No, falta algo.
– ¿Pero que falta Señor?
– Faltan tus pecados. Dame tus pecados, le dijo.
-¿Estás contento Señor?
– No, le respondía.
– Pero te he dado todo.
– No, falta algo, le respondía.
Así este pobre hombre hacia otra y otra penitencia y se sentía repetir:
– No, falta algo.
– ¿Pero que falta Señor?
– Faltan tus pecados. Dame tus pecados, le dijo.
“Esto es lo que el Señor nos pide: dame tus pecados y te haré un hombre
nuevo y una mujer nueva. Que el Señor nos de fe para creer en esto”.
06.12.16
El Papa inicia una serie de catequesis sobre la esperanza
El Santo Padre, en
la audiencia general, hace un llamamiento por la jornada contra la corrupción y
la jornada de los derechos humanos
7 diciembre 2016
Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco,
en la audiencia general de este miércoles ha iniciado una nueva serie de
catequesis sobre la esperanza cristiana. Miles de fieles, venidos de todas las
partes del mundo han recibido al Santo Padre en el Aula Pablo VI, con
alegría y emoción. Banderas y pancartas ondeaban a la llegada del Papa, y los
peregrinos se acercaban a ambos lados del pasillo para poder dar la mano y
decirle algunas breves palabras.
En el resumen hecho en español de la
catequesis, el Pontífice ha indicado que en esta primera reflexión, “el profeta
Isaías nos invita a llevar el consuelo de Dios a nuestros hermanos”. Isaías
–ha observado el Papa– habla a un pueblo en el exilio y le presenta la
posibilidad de regresar a su hogar, que en definitiva es volver a Dios. Para
ello “hay que eliminar los obstáculos que nos detienen, preparar un camino
llano y ancho, un camino de liberación y esperanza que se extiende por el
desierto”, ha subrayado el Papa.
De este modo, ha añadido que san Juan
Bautista, retomando las palabras de Isaías, “nos llama a la conversión”, para
que “abramos un camino de esperanza en nuestros corazones”.
En esta misma línea, Francisco ha
señalado que el cristiano necesita hacerse pequeño para este mundo, “como lo
fueron los personajes del Evangelio de la infancia”: María y José, Zacarías
e Isabel o los pastores. Eran insignificantes para los grandes y poderosos de
entonces –ha aseverado– pero sus vidas estaban llenas de esperanza,
abiertas a la consolación de Dios.
A continuación, el Papa ha dirigido un
saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos
provenientes de España y Latinoamérica. Pidamos al Señor –ha exhortado– la
gracia de trasformar el desierto de nuestra vida, de nuestro sufrimiento y de
nuestra soledad, en un camino llano que nos lleve al encuentro con el Señor y
con los hermanos.
Después de los saludos en las
distintas lenguas, el Pontífice ha dedicado unas palabras a los jóvenes, los
enfermos y los recién casados. Así, ha señalado que el tiempo litúrgico del
adviento es una ocasión de particular gracia para reflexionar sobre nuestro
camino al encuentro del Señor. Del mismo modo, ha pedido que la Virgen María,
de quien mañana celebramos su Inmaculada Concepción, sea “el modelo para la
preparación interior a la Navidad” para que “el corazón de cada uno se convierta
en cuna que acoge al Hijo de Dios, rostro de la misericordia del Padre, con la
escucha de su palabra, las obras de caridad fraterna y la oración”.
Al concluir la audiencia general, el
Santo Padre ha recordado que en los próximos días se celebran dos jornadas
importantes de las Naciones Unidas. El día 9 de diciembre es la jornada
contra la corrupción y el 10 de diciembre la de los derechos humanos. Son dos
realidades –ha explicado el Papa– estrechamente unidas. La corrupción es el
“aspecto negativo que debemos combatir”, comenzado por la conciencia
personal y vigilando los ámbitos de la vida civil, especialmente sobre los que
están más en riesgo. Los derechos humanos, ha precisado el Papa, son el aspecto
positivo, para promover siempre con decisión renovada, para que nadie sea
excluido del efectivo reconocimiento de los derechos fundamentales de la
persona humana. “El Señor nos sostenga en este doble compromiso”, ha concluido.
08.12.16
Francisco a María Inmaculada: ”No vengo solo: traigo conmigo a
aquellos que tu Hijo me ha confiado”
En la Plaza de España
pide a María por los niños explotados, las familias en dificultad, a los
desempleados y para que aprendamos a amar desinteresadamente
8 diciembre 2016
El papa Francisco reza a los piés de la Inmaculada
Roma).- El santo padre
Francisco visitó hoy por la tarde en Roma, Piazza di Spagna, donde está
la famosa columna con la imagen de María Inmaculada, para el tradicional acto
de veneración. Ese año además de la cesta de flores, ha sido puesto un cesto
con panes, para recordar el recién concluido Jubileo de la Misericordia y a
quienes tienen dificultad para el sustentamiento cotidiano.
Habiendo superado importantes medidas
de seguridad, miles de personas le esperaban allí, donde llegó el Santo Padre,
mientras el coro de la Capilla Sixtina cantaba las letanías en honor de María y
el Tota Pulcra est Maria
A los pies de la imagen de María, el Papa recitó esta oración:
Oh María, Madre nuestra Inmaculada,
en el día de tu fiesta vengo a ti,
y no vengo solo: traigo conmigo
a todos aquellos que tu Hijo me ha confiado,
en esta ciudad de Roma y en el mundo entero,
para que tú los bendigas y los salves de los peligros.
en el día de tu fiesta vengo a ti,
y no vengo solo: traigo conmigo
a todos aquellos que tu Hijo me ha confiado,
en esta ciudad de Roma y en el mundo entero,
para que tú los bendigas y los salves de los peligros.
Te traigo Madre, a los niños,
especialmente a aquellos solos, abandonados,
y que por este motivo son engañados y explotados.
especialmente a aquellos solos, abandonados,
y que por este motivo son engañados y explotados.
Te traigo Madre, a las familias,
que llevan adelante la vida y la sociedad
con su empeño cotidiano y escondido;
de manera particular a las familias que hacen más esfuerzo
debido a tantos problemas internos y externos.
que llevan adelante la vida y la sociedad
con su empeño cotidiano y escondido;
de manera particular a las familias que hacen más esfuerzo
debido a tantos problemas internos y externos.
Te traigo Madre, a todos los trabajadores, hombres y mujeres,
y te confío especialmente a quien por necesidad,
se esfuerza para realizar un trabajo indigno
y a quien perdió el trabajo y no logra encontrarlo.
y te confío especialmente a quien por necesidad,
se esfuerza para realizar un trabajo indigno
y a quien perdió el trabajo y no logra encontrarlo.
Tenemos necesidad de tu mirada inmaculada,
para encontrar la capacidad de mirar a las personas
o las cosas con respeto y reconocimiento,
sin intereses egoístas o hipocresías.
para encontrar la capacidad de mirar a las personas
o las cosas con respeto y reconocimiento,
sin intereses egoístas o hipocresías.
Necesitamos de tu corazón inmaculado,
para amar de manera gratuita,
sin segundas intenciones sino buscando el bien del otro,
con simplicidad y sinceridad,
renunciando a máscaras y maquillajes.
para amar de manera gratuita,
sin segundas intenciones sino buscando el bien del otro,
con simplicidad y sinceridad,
renunciando a máscaras y maquillajes.
Necesitamos tus manos inmaculadas,
para acariciar con ternura, para tocar la carne de Jesús
en los hermanos pobres, enfermos despreciados,
para levantar a quien ha caído y dar apoyo a quien vacila.
Tenemos necesidad de tus pies inmaculados,
para ir hacia quien no sabe dar el primer paso,
para caminar por los senderos de quien está perdido,
para ir a encontrar a las personas solas.
para acariciar con ternura, para tocar la carne de Jesús
en los hermanos pobres, enfermos despreciados,
para levantar a quien ha caído y dar apoyo a quien vacila.
Tenemos necesidad de tus pies inmaculados,
para ir hacia quien no sabe dar el primer paso,
para caminar por los senderos de quien está perdido,
para ir a encontrar a las personas solas.
Te agradecemos, oh madre, porque mostrándote
a nosotros libre de toda mancha de pecado,
tú nos recuerdas que antes de todo está la gracia de Dios,
está el amor de Jesucristo que ha dado la vida por nosotros,
está la fuerza dl Espíritu Santo que renueva todo.
a nosotros libre de toda mancha de pecado,
tú nos recuerdas que antes de todo está la gracia de Dios,
está el amor de Jesucristo que ha dado la vida por nosotros,
está la fuerza dl Espíritu Santo que renueva todo.
Haz que no cedamos al desánimo,
sino que confiando en tu constante ayuda
nos empeñamos a fondo para renovarnos nosotros
a esta ciudad y al mundo entero.
Reza por nosotros, Santa Madre de Dios.
sino que confiando en tu constante ayuda
nos empeñamos a fondo para renovarnos nosotros
a esta ciudad y al mundo entero.
Reza por nosotros, Santa Madre de Dios.
Concluida la oración el Santo Padre
saludó a diversos enfermos en silla de ruedas que se encontraban presentes.
Los bomberos tienen el honor de llevar
la corona de flores cada año, en particular quienes están por retirarse. Lo
hicieron por la mañana temprano. La corona de flores ha sido llevada a 28
metros de altura y allí debidamente sujetada al brazo de la imagen. Un poco más
abajo, en la plataforma situada a 23 metros de altura serán llevados otros
ramos de flores. Roma está muy ligado a la imagen de la Inmaculada pues fue
inaugurada en 1857 gracias al trabajo de 220 bomberos.
La plaza de España toma el nombre de
la embajada de España ante la Santa Sede, que allí tiene su sede y delante de
la cual se celebra la ceremonia.
El papa Francisco, después de rendir
homenaje a la Madre de Jesús en la Plaza de España, se dirigió a la basílica de
Santa María la Mayor, deteniéndose en oración delante del ícono de la
Virgen que lleva la invocación de “Salus Populi Romani”.
09.12.16
El Papa a los seminaristas del Pio XI: ´Cercanos de la
gente dejándose inspirar por el Espíritu Santo’
Las cuatro columnas
de la formación del seminarista: vida espiritual y oración, vida comunitaria,
vida de estudio, y vida apostólica
10 diciembre 2016
Seminaristas del Pio XI de Puglia
Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco
recibió este sábado a la comunidad del Pontificio Seminario ‘Pio XI’ de la
región italiana Puglia, a quienes les recordó que “un sacerdote que no es un
padre, no sirve” exhortándolos así a ser “padres en la propia comunidad”.
En la audiencia en la Sala
Clementina del Palacio Apostólico del Vaticano, el Santo Padre les indicó que
hay “una historia llena de buenos párrocos” que y ellos “nos dan coraje para
proseguir hacia adelante”. Y les contó que conocía a un buen párroco de un
pueblo, que sabía el nombre de cada persona que visitaba e incluso el
nombre de los perro de ellos.
“Cercanía” por lo tanto es la palabra
clave: “No se puede ser sacerdotes estando lejos del pueblo”, contrariamente
“no se es capaz de dar el mensaje de Jesús”. Lo que significa “quemar la vida”
porque el servicio al pueblo de Dios “cansa”. Y añadió que “es hermoso cuando
un sacerdote que concluye el día cansado dueme y sin necesidad de somníferos”,
Subrayó además que “la Iglesia no es
una Ong y la pastoral no es un plan “sino “un coloquio continuo con la gente”.
Porque “la pastoral va adelante por el Espíritu Santo y no por el Consejo
pastoral”. Exhortando así a los seminaristas a preguntarse cuál relación tienen
con el Espíritu Santo y a saber discernir la obra del Espíritu Santo en el
propio corazón.
Les invitó por ello a poner en primer
lugar la oración a “no dejar solo al Señor en el tabernáculo” y a no temer
incluso si alguna vez uno se duerme allí delante.
Indicó a este punto que hay cuatro
columnas igualmente necesarias para la formación del seminarista: “La vida
espiritual y la oración; la vida comunitaria; la vida de estudio; y la vida
apostólica.
Sobre el estudio indicó que la gente
no tolera el papelón de un cura que no entiende, que no conoce los fundamentos.
Pero que todas las columnas son igualmente importantes.
Recordó cuando era joven y veía “el
teléfono en la mesa de luz del párroco” esos “buenos párrocos que se levantaban
a cualquier hora de la noche para ir a la casa de un enfermo a dar los
sacramentos. Eso es celo apostólico: emplear la propia vida para los otros”.
Francisco concluyó preguntándose: “¿Y al final que nos queda?”, para responder:
“la alegría del servicio del Señor”.
11.12.16
Texto completo del papa Francisco en el ángelus del 11 de
diciembre de 2016
El papa Francisco
hace un nuevo llamamiento por la paz en Siria
11 diciembre 2016
Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco, como
cada domingo, ha rezado el ángelus desde la ventana del Palacio Apostólico,
acompañado por los fieles reunidos en la plaza de San Pedro, en este tercer
domingo de adviento.
Estas son las palabras del Papa para introducir la oración mariana:
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Hoy celebramos el tercer domingo de
adviento, caracterizado por la invitación de san Pablo: “Alégrense siempre en
el Señor. Vuelvo a insistir, alégrense. El Señor está cerca” (Fil 4, 4-5). No
es una alegría superficial o puramente emotiva a la que nos exhorta el apóstol.
Y tampoco esa mundana o esa alegría del consumismo, no no es esa. Se trata de
una alegría más auténtica, de la que estamos llamados a redescubrir el sabor,
el sabor de la verdadera alegría. Es una alegría que toca la intimidad de
nuestro ser, mientras que esperamos a Jesús, que ya ha venido a traer la
salvación al mundo, el Mesías prometido, nacido en Belén de la Virgen María. La
liturgia de la Palabra nos ofrece el contexto adecuado para comprender y vivir
esta alegría. Isaías habla de desierto, de tierra árida, de estepa (cfr 35,1);
el profeta tiene delante de sí manos débiles, rodillas vacilante, corazones
perdidos, ciegos, sordos y mudos (cfr vv. 3-6). Es el cuadro de una situación
de desolación, de un destino inexorable sin Dios.
Pero finalmente la salvación es
anunciada: “Sed fuertes, no temáis –dice el prófeta–. Mirad a vuestro
Dios, […] os salvará” (cfr Is 35,4). Y enseguida todo se transforma: el
desierto florece, la consolación y la alegría impregnan los corazones
(cfr vv. 5-6). Estos signos anunciados por Isaías como reveladores de la
salvación ya presente, se realizan en Jesús. Él mismo lo afirman respondiendo a
los mensajeros enviados por Juan Bautista. ¿Qué dice Jesús a
estos mensajeros? “Los ciegos ven, y los inválidos andan; los
leprosos quedan limpios, y los sordos oyen; los muertos resucitan” (Mt 11,5).
No son palabras, son hechos que demuestran cómo la salvación traída por Jesús,
aferra a todo el ser humano y lo regenera. Dios ha entrado en la historia para
liberar de la esclavitud del pecado; ha puesto su tienda en medio de nosotros
para compartir nuestra existencia, sanar nuestras llagas, vendar nuestras
heridas y donarnos la vida nueva. La alegría es el fruto de esta intervención
de salvación y de amor de Dios.
Estamos llamados a participar del
sentimiento de júbilo, este júbilo, esta alegría. Pero un cristisno que no está
alegre, algo le falta a este cristiano, o no es cristiano. La alegría del
corazón, la alegría dentro que nos lleva adelante y da el valor. El Señor
viene, viene a nuestra vida como liberador, viene a liberarnos de todas las
esclavitudes interiores y exteriores. Es Él quien nos indica el camino de la
fidelidad, de la paciencia y de la perseverancia porque, a su llegada, nuestra
alegría será plena.
La Navidad está cerca, los signos de
su aproximarse son evidentes en nuestras calles y en nuestras casas; también
aquí en la Plaza se ha puesto el pesebre y al lado el árbol. Estos signos
externos nos invitan a acoger al Señor que siempre viene y llama a nuestra
puerta; llama a nuestro corazón para acercarse. Nos invitan a reconocer sus
pasos entre los de los hermanos que pasan a nuestro lado, especialmente los más
débiles y necesitados.
Hoy somos invitados a alegrarnos por
la venida inminente de nuestro Redentor; y estamos llamados a compartir esta
alegría con los otros, donando consuelo y esperanza a los pobres, a los
enfermos, a las personas solas e infelices. La Virgen María, la “sierva del
Señor”, nos ayude a escuchar la voz de Dios en la oración y a servirlo con
compasión en los hermanos, para alcanzar preparados el encuentro con la
Navidad, preparando nuestro corazón a acoger a Jesús.
Después del ángelus, el Santo Padre ha añadido:
Queridos hermanos y hermanas,
Cada día estoy cerca, sobre todo en la
oración, de la gente de Alepo. No debemos olvidar que Alepo es una ciudad, que
allí hay gente: familias, niños, ancianos, personas enfermas… Lamentablemente
ya nos hemos acostumbrado a la guerra, a la destrucción, pero no debemos
olvidar que Siria es un país lleno de historia, de cultura, de fe. No podemos
aceptar que esto sea negado por la guerra, que es un cúmulo de abuso de poder y
falsedad. Hago un llamamiento al compromiso de todos, para que se haga una
elección de civilización: no a la destrucción, sí a la paz, sí a la gente de
Alepo y de Siria.
Y rezamos también por las víctimas
de algunos brutales ataques terroristas que en las últimas horas han
golpeado varios países. Son varios los lugares pero lamentablemente única es la
violencia que siembra muerte y destrucción. Y única es también la respuesta: fe
en Dios y unidad en los valores humanos y civiles.
Quisera expresar una cercanía especial
a mi querido hermano papa Tawadros II y a su comunidad, rezando por los
muertos y los heridos.
Hoy, en Vientiane, en Laos, son
proclamados beatos Mario Borzaga, sacerdote de los misioneros oblatos de María
Inmaculada; Paolo Thoj Xyooj, fiel laico catequista y catorce compañeros
asesinados por odio a la fe. Su heroica fidelidad a Cristo pueda ser de aliento
y de ejemplo a los misioneros y especialmente a los catequistas, que en las
tierras de misión desarrollan una preciosa e insustituible obra apostólica, por
la cual toda la Iglesia les está agradecida. Pensemos en nuestros catequistas,
mucho trabajo hacen, buen trabajo, ser catequistas es algo bellísimo, es llevar
el mensaje del Señor para que crezca en nostros. ¡Un aplauso a los catequistas,
a todos!
Os saludo con afecto a todos vosotros,
queridos peregrinos procedentes de distintos países. Hoy el primer saludo está
reservado a los niños y chicos de Roma, venidos para la tradicional bendición
de las figuras del “Niño Jesús” organizada por los oratorios parroquiales y las
escuelas católicas romanas. Queridos niños, cuando recéis delante de vuestro
pesebre con vuestros padres, pedid al Niño Jesús que nos ayude a todos a amar a
Dios y al prójimo. Y recordad rezar también por mí, como yo me acuerdo de
vosotros. Gracias
Saludo a los profesores de la
Univerdad Católica de Sydney, la coral de Mosteiro de Grijó en Portugal, los
fieles de Barbianello y Campobasso.
Os deseo a todos un feliz domingo. Y
no os olvidéis de rezar por mí. Y una cosa quisiera decir a los niños y y
chicos, queremos escuchar un canción vuestra ¡Buen almuerzo y hasta
pronto! Cantad
12.12.16
El Papa invita a aprender de la “fe recia y servicial” de
María
El Santo Padre
celebra la misa con ocasión de la fiesta litúrgica de la Virgen de Guadalupe
12 diciembre 2016
Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha
celebrado esta tarde, en la Basílica Vaticana, la celebración eucarística con
ocasión de la fiesta litúrgica de la Virgen de Guadalupe. Como no podía ser de
otra manera, la imagen de la “morenita” estaba presente en el altar. Además,
muy cerca ondeaban banderas de todo América Latina. Es el tercer año
consecutivo en el que el Santo Padre preside en San Pedro la misa en honor a la
patrona de toda América.
Así, en la homilía, el Papa ha
advertido qué difícil es presumir de la sociedad del bienestar “cuando vemos
que nuestro querido continente americano se ha acostumbrado a ver a miles y
miles de niños y jóvenes en situación de calle que mendigan y duermen en las
estaciones de trenes, del subte o donde encuentren lugar”. Niños y jóvenes
–ha condenado– explotados en trabajos clandestinos u obligados a conseguir
alguna moneda en el cruce de las avenidas limpiando los parabrisas de nuestros
autos…, y sienten que en el “tren de la vida” no hay lugar para ellos. Al mismo
tiempo, el Santo Padre ha observado cuántas familias van quedando marcadas por
“el dolor al ver a sus hijos víctimas de los mercaderes de la muerte”. Qué
duro, ha lamentado el Papa, es ver cómo hemos normalizado la exclusión de
nuestros ancianos obligándolos a vivir en la soledad, simplemente porque no
generan productividad; o ver la situación precaria que afecta la dignidad de
muchas mujeres. Algunas, tal y como ha indicado el Papa, “desde niñas y
adolescentes, son sometidas a múltiples formas de violencia dentro y fuera de
casa”.
Son situaciones, ha reconocido, que
nos pueden paralizar, que pueden poner en duda nuestra fe y especialmente
nuestra esperanza, nuestra manera de mirar y encarar el futuro. Frente a
todas estas situaciones, el Santo Padre ha invitado a decir con Isabel: “Feliz
de ti por haber creído”, y aprender “de esa fe recia y servicial que ha
caracterizado y caracteriza a nuestra Madre”.
Por otro lado, el Santo Padre también
ha explicado que Dios nos visita en las entrañas de una mujer,
movilizando las entrañas de otra mujer con un canto de bendición y alabanza,
con un canto de alegría, ha recordado el Papa en la homilía. De este modo, ha
explicado que la escena evangélica lleva consigo todo el dinamismo de la
visita de Dios: “cuando Dios sale a nuestro encuentro moviliza nuestras
entrañas”, “pone en movimiento lo que somos hasta transformar toda nuestra
vida en alabanza y bendición”. Cuando Dios nos visita nos deja
inquietos, con la sana inquietud de aquellos que se sienten invitados a
anunciar que Él vive y está en medio de su pueblo. Así lo vemos en María,
“la primera discípula y misionera”. Así lo hizo también en 1531: “corrió al
Tepeyac para servir y acompañar a ese Pueblo que estaba gestándose con dolor,
convirtiéndose en su Madre y la de todos nuestros pueblos”, ha precisado el
Pontífice.
María –ha asegurado el Papa– es así
icono del discípulo, de la mujer creyente y orante que sabe acompañar y
alentar nuestra fe y nuestra esperanza en las distintas etapas que nos toca
atravesar. También ha subrayado que tenemos que aprender de esa “fe recia
y servicial” que la caracteriza.
El Pontífice, ha indicado que la
sociedad que estamos construyendo para nuestros hijos está cada vez más
marcada por “los signos de la división y fragmentación”, dejando “fuera de
juego a muchos”, especialmente a aquellos a los que “se les hace difícil
alcanzar los mínimos para llevar adelante su vida con dignidad”. En esta línea
ha advertido de que se trata “una sociedad que le gusta jactarse de sus avances
científicos y tecnológicos”, pero que “se ha vuelto cegatona e insensible
frente a miles de rostros que se van quedando por el camino, excluidos por el
orgullo que ciega de unos pocos”. Una sociedad que “termina instalando una
cultura de la desilusión, el desencanto y la frustración en muchísimos de
nuestros hermanos”, e inclusive “de angustia”.
Celebrar a María es hacer memoria “de
la madre”, “de que no somos ni seremos nunca un pueblo huérfano”. Y donde
está la madre “hay siempre presencia y sabor a hogar”, “los hermanos se
podrán pelear pero siempre triunfará el sentido de unidad”, “no faltará la
lucha a favor de la fraternidad”.
Al respecto, Francisco ha
reconocido que siempre le ha impresionado ver, en distintos pueblos de América
Latina, “esas madres luchadoras que, a menudo ellas solas, logran sacar
adelante a sus hijos”. Mirar la Guadalupana — ha explicado el Papa– es recordar
que la visita del Señor pasa siempre por medio de aquellos que logran hacer
carne su Palabra, que buscan encarnar la vida de Dios en sus entrañas,
volviéndose signos vivos de su misericordia.
Celebrar la memoria de María “es celebrar
que nosotros, al igual que ella, estamos invitados a salir e ir al encuentro de
los demás con su misma mirada, con sus mismas entrañas de misericordia, con
sus mismos gestos”. Su presencia –ha indicado Francisco– nos lleva a la
reconciliación, dando fuerza “para generar lazos en nuestra bendita tierra
latinoamericana”, diciéndole “sí” a la vida y “no” a todo tipo de
indiferencia, de exclusión, de descarte de pueblos o personas.
Finalmente, el Santo Padre ha invitado
a no tener miedo de salir a mirar a los demás con su misma mirada.
13.12.16
El Papa en Sta. Marta advierte sobre los clérigos que se
sienten superiores
En la homilía de
este martes, el Santo Padre asegura a los seducidos por el clericalismo que
“los pecadores y las prostitutas irán delante de vosotros en el Reino de los
cielos”
13 diciembre 2016
Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco,
en la homilía de este martes en Santa Marta, ha advertido de que el espíritu
del clericalismo es un mal presente también hoy en la Iglesia y la víctima es
el pueblo, que se siente descartado, abusado. Hoy, además, el Santo Padre
celebra el 47º aniversario de su ordenación sacerdotal y la misa estaba
acompañado por los cardenales del Consejo. En su predicación, el Santo Padre ha
señalado el peligro de los pastores de convertirse en intelectuales de la
religión con una moral lejos de la Revelación de Dios.
El pueblo humilde y pobre que tiene fe
en el Señor es la víctima de los “intelectuales de la religión”, “los seducidos
por el clericalismo”, que en el “Reino de los cielos serán precedidos por los
pecadores arrepentidos”.
El Papa, citando a Jesús que en el
Evangelio de Mateo de hoy se dirige a los jefes de los sacerdotes y a los
ancianos del pueblo, se detiene precisamente en su rol. “Tenían autoridad
jurídica, moral, religiosa”, “decidían todo”, ha recordado. Anás y Caifás, por
ejemplo, “han juzgado a Jesús”, eran los sacerdotes y los jefes que han
“decidido matar a Lázaro” o incluso, fue donde ellos Judas para “negociar” y
así “fue vendido Jesús”. Un estado de “prepotencia y tiranía hacia el pueblo”
al que han llegado instrumentalizando la ley.
Al respecto, ha observado que
rehicieron la ley muchas veces, hasta llegar incluso a 500 mandamientos. “Pero
era un ley sin memoria, habían olvidado el primer mandamiento, que Dios dio a
nuestro padre Abrahán: camina en mi presencia y sé irreprensible”. Ellos no
caminaba, ha lamentado el Pontífice, han estado parados siempre en las propias
convicciones.
Y la víctima, como lo fue Jesús, es el “pueblo humilde y pobre que confía
en el Señor”, “ los que son descartados”, que conocen el arrepentimiento
también si no cumplen la ley, y sufren estas injusticias.
El Papa ha subrayado que estas
personas se sienten “condenadas”, “abusadas”, por quien es “vanidoso,
orgulloso, soberbio”. Por eso ha puesto el ejemplo de Judas, que fue un
“descarte de esta gente”.
Así, el Pontífice ha asegurado que
Judas fue un traidor, que es un pecado fuerte y feo, pero que después se
arrepintió y fue a devolverles las monedas. Y ellos no le dijeron “pero tú has
sido nuestro socio, quédate tranquilo… nosotros tenemos el poder de perdonar
todo” sino “arréglatelas como puedas, es tu problema”. Y lo dejaron “solo,
descartado”, ha lamentado el Santo Padre. “El pobre Judas traidor y arrepentido
no ha sido acogido por los pastores”, ha observado Francisco. Porque estos –ha
señalado– habían olvidado qué era un pastor. “Eran los intelectuales de la
religión, los que tenían el poder, que llevaban adelante la catequesis del
pueblo con una moral hecha por su inteligencia y no de la Revelación de Dios”,
ha precisado el Papa.
En esta misma línea, Francisco ha
asegurado que también hoy en la Iglesia suceden estas cosas. “Está ese espíritu
del clericalismo”, “los clérigos se sienten superiores, se alejan de la gente”,
no tienen tiempo para escuchar a los pobres, los que sufren, los presos, los
enfermos. En esta línea, el Santo Padre ha asegurado que el mal del
clericalismo es algo muy feo: “es una edición nueva de esta gente”. Y la
víctima es la misma: “el pueblo pobre y humilde, que espera en el Señor”.
El Hijo de Dios no entró en ese juego
y fue con los enfermos, los pobres, los descartados, los publicanos, los
pecadores, las prostitutas. También hoy Jesús “nos dice a todos nosotros y
a los que están seducidos por el clericalismo: “los pecadores y las prostitutas
irán delante de vosotros en el Reino de los cielos”.
14.12.16
Francisco pide a los Gobiernos que asuman un estilo no
violento
El Santo Padre
recibe a los nuevos embajadores de Suecia, Fiji, Moldavia, Mauricio, Túnez y
Burundi
15 diciembre 2016
Ciudad del Vaticano).- Los que cubren
cargos institucionales en ámbito nacional o internacional, están llamados a
asumir en la propia conciencia y en el ejercicio de sus funciones, un estilo no
violento. Un estilo que no es sinónimo de debilidad y pasividad, sino al
contrario, presupone fuerza de ánimo, valentía y capacidad de afrontar las
cuestiones y los conflictos con honestidad intelectual, buscando verdaderamente
el bien común antes y más que cualquier interés de parte tanto ideológico, como
económico y político.
Lo ha explicado el papa Francisco, en
el encuentro que ha tenido esta mañana con los nuevos embajadores de Suecia,
Fiji, Moldavia, Mauricio, Túnez y Burundi. Procedentes de “regiones del mundo
bien distantes y diferentes entre ellas” y este hecho constituye siempre aquí,
en Roma, un motivo de complacencia porque el “horizonte de la Santa Sede es por
su naturaleza universal”, a causa de la vocación y de la misión que Dios ha
encomendado al sucesor del apóstol Pedro, ha explicado el Santo Padre en su
discurso. Una “misión esencialmente religiosa, que sin embargo asume en
la historia también la dimensión de las relaciones con los Estados y sus
gobernantes”.
Asimismo, el Papa ha precisado que en
tal ambiente histórico la Iglesia católica, que tiene en la Santa Sede, por así
decir, su centro unificador y propulsor, “está llamada a transmitir y
testimoniar esos valores espirituales y morales que están fundados en la
naturaleza misma del ser humano y de la sociedad” y que como tal son
compartidos por todos aquellos que persiguen la promoción del bien común.
Entre estos valores –ha observado el
Papa– ocupa un lugar destacado el de la paz, como demuestra, en la época
contemporánea, el hecho que desde hace cincuenta años los Sumos Pontífices han
dedicado la jornada del 1 de enero, dirigido a las autoridades civiles y
religiosas del mundo y a todos los hombres y las mujeres de buena voluntad un
Mensaje particular.
Haciendo referencia al mensaje del año que viene, el Santo Padre ha
indicado que “la no violencia es un ejemplo típico de valor universal” que
encuentra en el Evangelio de Cristo su cumplimiento pero que pertenece también
a otros nobles y antiguas tradiciones espirituales. En este mundo de hoy, “la
elección de la no violencia como estilo de vida se vuelve cada vez más una
exigencia de responsabilidad a todos los niveles”, de la educación familiar, al
compromiso social y civil, hasta la actividad política y a las relaciones
internacionales. Se trata de, ha explicado el Pontífice, en toda circunstancia,
rechazar la violencia como método de resolución de los conflictos y de
afrontarlos sin embargo siempre mediante el diálogo y la negociación. Por otro
lado, ha asegurado que en el siglo pasado, devastado por guerras y genocidios
de proporciones inauditas, podemos recordar también ejemplos luminosos de como
la no violencia, abrazada con convicción y practicidad con coherencia, “pueda
obtener resultados importantes también en el plano social y político”.
En esta misma línea, el Santo Padre ha
señalado que algunas poblaciones, y también enteras naciones, gracias al
compromiso de líderes no violentos, “han conquistado metas de libertad y de
justicia de forma pacífica”. Este es el camino –ha subrayado el Pontífice– para
seguir en el presente y en el futuro. Este es el camino de la paz, “no esa
proclamada de palabra pero no de hecho negado persiguiendo estrategias de
dominio, soportados de gastos escandalosos para los armamentos, mientras que
muchas personas están privadas de lo necesario para vivir”.
Finalmente, el Pontífice ha señalado
que es su deseo y el de la Santa Sede “llevar adelante juntos con los Gobiernos
de vuestros países este proceso de promoción de la paz, como también de los
otros valores que contribuyen al desarrollo integral del ser humano y de la
sociedad”.
16.12.16
El Papa en Sta. Marta propone a Juan Bautista como modelo de
humildad
En la homilía de
este viernes, el Santo Padre invita a preguntarse si la propia vida está plena
del gesto de “indicar a Jesús”
16 diciembre 2016
Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco,
en la homilía de la misa celebrada esta mañana en la residencia Santa Marta, ha
asegurado que los cristianos miran al “gran” Juan Bautista como a un modelo de
testimonio humilde de Jesús, que se aniquila a sí mismo hasta la muerte, para
indicar la venida del Hijo de Dios. Estaban presentes en la misa, religiosos,
obispos, sacerdotes y parejas en su 50 aniversario de vida consagrada o
matrimonial.
La liturgia de la Iglesia también hoy,
como en los últimos dos días, reflexiona sobre la figura de Juan Bautista,
presentado en el Evangelio como el “testigo”. “Y esta es su vocación”, ha
explicado Francisco, “dar testimonio de Jesús”, “indicar a Jesús”, como hace la
“lámpara” que indica dónde está la luz, da testimonio de la luz. Él era la voz.
Él mismo dice de sí: “yo soy la voz que grita en el desierto”.
Así, Francisco ha indicado que “él era
la voz pero que da testimonio de la Palabra, indica la Palabra, el Verbo de
Dios, la Palabra”. Él solamente voz. La Palabra. Él era el predicador de la
penitencia que bautizaba, el bautista, pero lo deja claro, dice claramente:
“Después de mí tiene otro que es más fuerte que yo, es más grande que yo, al
cual no soy digno de desatarle las sandalias. Y bautizará con fuego y Espíritu
Santo”.
Juan es, por tanto, el “provisional
que indica el definitivo” y el definitivo es Jesús. Esta –ha observado Francisco–
es su grandeza que demostraba cada vez que el pueblo y los doctores de la ley
le preguntaban si era o no el Mesías, y él de forma clara respondía: “yo no lo
soy”.
De este modo, el Santo Padre ha
observado que Juan es “humilde”, “se aniquila”, “tomando el mismo que camino
que después tomará Jesús”, el de “vaciarse de sí”. Y será así hasta el final:
“en lo oscuro de una celda, en la cárcel, decapitado, por el capricho de una
bailarina, la envidia de una adúltera y la debilidad de un borracho”.
Dirigiéndose a los presentes que
celebraban su 50 aniversario, el Santo Padre ha subrayado que es un bonito día
para preguntarse sobre la propia vida cristiana, si la propia vida cristiana
tiene siempre abierto el camino a Jesús, si la propia vida ha estado plena
del gesto: indicar a Jesús.
“Dar las gracias por muchas que lo han
hecho, dar las gracias y comenzar de nuevo, después del 50 aniversario, con
esta vejez joven o juventud envejecida –¡como el buen vino!– dar el paso
adelante para continuar siendo testigos de Jesús”, es la exhortación que ha
hecho el Papa.
Finalmente, el Santo Padre ha deseado
que Juan, “el gran testigo”, les ayude en este nuevo camino que después del 50º
aniversario, de sacerdocio, de vida consagrada y de matrimonio, comienzan.
17.12.16
Francisco
en la misa de su cumpleaños: “Recen para que mi vejez sea fecunda”
Ha celebrado
privadamente en la Capilla Paulina en el Vaticano, junto a cardenales y obispos
17 diciembre 2016
Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco
inició este sábado, día de sus 80 años, celebrando muy temprano una misa
en la Cappella Paolina en el Vaticano, junto con los cardenales que
residen en Roma.
Francisco en la homilía se dirigió a
ellos improvisando y habló de memoria y gratitud, de gracia y pecado, de
alegría y fidelidad. Les agradeció “porque me acompañan”, y añadió que “desde
hace algunos días me viene en mente una palabra que puede parecer fea y asusta:
vejez”, y si bien se dice que la vejez es sed de sabiduría, “esperemos
que lo sea también para mi”.
Y ha citado el poema de Plinio que
dice: ‘La vejez se nos viene, llega de golpe. Pero también es una etapa de la
vida, para dar vida, alegría y esperanza. La vejez es tranquila, religiosa y
también fecunda’.
“Recen –le ha solicitado el Papa a los
presentes– para que la mía sea así: tranquila, religiosa y fecunda. Y también
gozosa”. Les ha invitado además a no perder “la gracia de la memoria”,
porque “es parte del amor mirar la historia, de donde venimos, a nuestros
padres y predecesores, el camino de la fe”.
Ha precisado que “mirar hacia atrás”
nos ayuda a “ir mejor hacia adelante”, porque como dice el Evangelio,
recorriendo la vía de los recuerdos pasados “siempre encontramos gracia y
pecado” lo que nos “hace sentir la necesidad de la salvación”. Y justamente esta
“es nuestra seguridad, porque cuando necesitamos la salvación es que confesamos
nuestra fe”.
Se trata, señaló el Pontífice, de un
camino vigilante de espera y preparación hacia el “encuentro definitivo” con el
Señor, sin olvidarnos de todo lo que hizo por nosotros. Así se entiende,
precisó, “por qué la Iglesia nos hace leer este pasaje de la genealogía de
Jesús que puede parecer un poco aburrido, y que es la historia de un Dios
que ha querido caminar con su pueblo, hacerse hombre, uno de nosotros”.
18.12.16
El Papa en el ángelus
invita a prepararnos a la verdadera Navidad, la de Jesús
El Santo Padre
invita a encontrar algún momento de silencio en el cual prepararnos para
recibir la gracia de esta fiesta.
18 diciembre 2016
Ciudad del Vaticano).- Al medio día de
este domingo soleado y frío de Roma, el papa Francisco rezó desde la ventana de
su estudio que da hacia la Plaza de San Pedro la oración del ángelus, ante
miles de fieles y peregrinos que allí le esperaban.
El Papa recordó que el próximo domingo
es Navidad y nos invitó en esta semana a “encontrar algún momento para
detenernos, hacer un poco de silencio, e imaginar a la Virgen y a san José que
están yendo hacia Belén: el camino, el cansancio, pero también la gloria, la
conmoción, como el ansia por poder encontrar un lugar, la preocupación…,
etc”. Recordó también que para esto ayuda mucho el pesebre. Invitó así a entrar
en la verdadera Navidad, la de Jesús, para recibir la gracia de amor, de
humildad y de ternura.
A continuación el texto del ángelus
“¡Queridos hermanos y hermanas, buenos
días!”. La liturgia de la cuarta y último domingo de Adviento se caracteriza
por el tema de la cercanía de Dios a la humanidad. El
pasaje del evangelio (cfr Mt 1,18-24) nos muestra a dos
personas que más que todas las otras fueron involucradas en este misterio de
amor: la Virgen María y su esposo san José.
María es presentada a la luz de la
profecía que dice: “”La Virgen concebirá y dará a luz un hijo”. El evangelista
Mateo reconoce que esto sucedió en María, quien concibió a Jesús por obra del
Espírtu Santo, sin necesidad de José. El Hijo de Dios “viene” a sus entrañas
para volverse hombre y Ella lo acoge.
Así, de manera única, Dios se ha
acercado al ser humano tomando la carne de una mujer. También para nosotros, de
manera diversa, Dios se acerca con su gracia para entrar en nuestra vida y
ofrecernos como un don a su Hijo.
¿Y nosotros qué hacemos? Lo recibimos
o lo rechazamos? Como María, que ofreciéndose libremente al Señor de la
historia le ha permitido cambiar el destino de la humanidad, así también nosotros
recibamos a Jesús y busquemos de seguirlo cada día, para cooperar con su
designio de salvación sobre nosotros mismos y sobre el mundo.
çMaría aparece por lo tanto como
modelo al que es necesario mirar y un apoyo sobre el cual contar en nuestra
búsqueda de Dios y en nuestro empeño para construir la civilización del amor.
El otro protagonista del evangelio de
hoy es san José. El evangelista pone en evidencia como José por si mismo no
puede explicarse lo sucedido que ve verificar bajo sus ojos, o sea que María
estaba embarazada.
Justamente entonces, Dios le es
cercano con su mensajero y él es iluminado sobre la naturaleza de aquella
maternidad: “El Niño engendrado en ella proviene del Espíritu Santo”. Así
delante del hecho extraordinario, que seguramente suscita muchos interrogantes,
se confía totalmente en Dios y siguiendo su invitación no rechaza a la
prometida esposa, sino que la toma consigo.
Recibiendo a María, José acoge sin
saberlo y con amor a Aquel que en ella ha sido concebido por obra admirable de
Dios, para quien nada es imposible. José, hombre humilde y justo nos enseña a
confiar siempre en Dios, a dejarnos guiar por Él con voluntaria obediencia.
Estas dos figuras, María y José, que
recibieron primeros a Jesús mediante la fe, nos introduzcan en el misterio de
la Navidad. María nos ayuda a ponernos en una actitud de disponibilidad para
recibir al Hijo de Dios en nuestra vida concreta, en nuestra carne. José nos
incita a buscar siempre la voluntad de Dios y a seguirla con plena confianza
“La Virgen concebirá y dará a luz un
hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel”, que traducido significa: «Dios con
nosotros»”. Este anuncio de esperanza que se cumple en Navidad lleve a su
cumplimiento la espera de Dios también en cada uno de nosotros, en toda la Iglesia
y en tantos pequeños que el mundo desprecia, pero que Dios ama”.
El Papa reza el ángelus y después dice:
“Queridos hermanos y hermanas, saludo
a todos los fieles, romanos y peregrinos que han venido desde diversos países,
a las familias, a los grupos parroquiales, a las asociaciones. En particular
saludo al nutrido grupo de Unitalsi de Roma, que ha dado vida a un pesebre
viviente que incluye a personas con discapacidad, así como a los estudiantes
del Instituto Calabrés de Política Internacional.
Les deseo a todos un buen domingo. ¡El tiempo está lindo!
El próximo domingo es Navidad. En esta
semana tratemos de encontrar algún momento para detenerlos, hacer un poco de
silencio, e imaginar a la Virgen y a san José que están yendo hacia Belén: el
camino, el cansancio, pero también la gloria, la conmoción, como el ansia
por poder encontrar un lugar, la preocupación…, etc.
En esto nos ayuda mucho el pesebre.
Busquemos entrar en la verdadera Navidad, la de Jesús, para recibir la gracia
de esta fiesta, que es una gracia de amor, de humildad y de ternura. Y en estos
momentos acuérdense de rezar también por mi”. Y concluyó con la frase “¡Buon
pranzo e arrivederci!”.
19.12.16
El Papa pone tarea a los niños de Acción Católica:
“Escuchar y hablar con los abuelos”
Francisco les
recuerda que “Nuestro Padre es siempre fiel a nosotros y no para un instante de
querernos”
19 diciembre 2016
El Papa con los niños de Acción Católica Italia
Ciudad del Vaticano).- El papa
Francisco ha recibido esta mañana a una representación de los niños de Acción
Católica Italiana, para la felicitación navideña. En Navidad resonará el
anuncio del ángel a los pastores: “No teman, porque les traigo una buena
noticia, una gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les
ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor”.
El nacimiento de Jesús –ha asegurado
el Papa– es anunciado como una “gran alegría”, originada por el descubrimiento
que Dios nos ama y, a través del nacimiento de Jesús, se hace cercano a
nosotros para salvarnos. “Somos amados por Dios, ¡qué cosa maravillosa!”, ha
exclamado.
Cuando estamos un poco tristes, cuando
parece que todo va mal, cuando un amigo o una amiga nos decepciona, o más bien
nosotros nos decepcionamos a nosotros mismos, pensemos: “Dios me ama”, “Dios no
me abandona”, ha sido la invitación del Papa.
“Nuestro Padre es siempre fiel a
nosotros y no para un instante de querernos, de seguir nuestros pasos y también
y también de seguirnos cuando nos alejamos un poco. Por esto en el corazón del
cristiano siempre hay alegría”, ha añadido.
Y esta alegría –ha asegurado– se
multiplica compartiéndola. “La alegría acogida como un don pide ser
testimoniada en todas nuestras relaciones”, ha recordado el Pontífice.
Haciendo referencia al eslogan que
este año tiene los niños de Acción Católica “CIRCOndati de GIOIA”,
(rodeados de alegría), el Santo Padre ha asegurado que es sugerente la metáfora
del circo, que es una experiencia de fraternidad, de alegría y de vida
“nómada”.
La imagen del circo –ha precisado–
puede ayudar a sentir la comunidad cristiana y el grupo al que pertenecen como
una realidad misionera, como se mueven de país en país, de camino en camino “CIRCOndando”
de alegría a los que encuentran cada día.
De este modo, el Santo Padre ha
asegurado que anunciando a todos el amor y la ternura de Jesús, convirtiéndose
en apóstoles de la alegría del Evangelio. “Y la alegría es contagiosa”, ha
añadido.
El Santo Padre ha dado a los niños una
tarea. Esta alegría contagiosa debe ser compartida con todos pero de forma
especial “con los abuelos”. De este modo, les ha pedido que hablen a menudo con
los abuelos, preguntarles cosas, escucharles, porque ellos tienen “la memoria
de la historia, la experiencia de la vida”. Y esto será un gran don que “os
ayudará en vuestro camino”.
Finalmente, el Pontífice ha observado
que también es contagioso “vuestro compromiso por la paz”. Tal y como ha
recordado el Papa, este año los niños han unido la palabra “paz” con la palabra
“solidaridad”, con una iniciativa a favor de sus coetáneos de un barrio desfavorecido
de Nápoles. “Es un buen gesto, que indica el estilo con el que queréis anunciar
el rostro de Dios que es amor”, ha precisado.
Para concluir, Francisco les ha deseado una feliz y santa Navidad.
20.12.16
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