18 de febr. 2019

PAPA ANGELUS FEBRER


Las Bienaventuranzas: “Jesús enseña a discernir las situaciones”

No busques la felicidad siguiendo a los mercaderes de humo”


(17 febrero 2019).- Por las Bienaventuranzas, Jesús “enseña a discernir las situaciones con fe”, a “confiar en Dios” y “no a confiar en las cosas materiales y pasajeras y a no buscar la felicidad siguiendo los mercaderes de humo, los profesionales de la ilusión”.
El Papa Francisco presidió la oración del Ángelus este domingo 17 de febrero de 2019, desde la ventana del despacho del Palacio Apostólico Vaticano, que da a la Plaza de San Pedro.
Antes del Ángelus, el Papa comentó el Evangelio de este domingo (6º Domingo del Tiempo Ordinario – Año C): las Bienaventuranzas.
Que la Virgen María nos ayude a escuchar este evangelio con la mente abierta y el corazón, para que fructifique en nuestras vidas y seamos testigos de la felicidad que no defrauda”, concluyó el Papa antes de orar el Ángelus dominical.
Aquí está nuestra traducción, rápida, de trabajo, de las palabras pronunciadas por el Papa antes del Ángelus, en italiano.
Palabras del Papa antes del Ángelus
Queridos hermanos y hermanas, ¡Buenos días!
El Evangelio de hoy ( Lucas 6 : 17-20-26) presenta las Bienaventuranzas en la versión de Lucas. El texto está articulado en cuatro bienaventuranzas y cuatro advertencias formuladas con la expresión “ay de ti”. Con estas palabras, fuertes e incisivas, Jesús abre nuestros ojos, nos hace ver con su mirada, más allá de las apariencias, más allá de la superficie, y nos enseña a discernir las situaciones con fe.
Jesús declara bienaventurados los pobres, los hambrientos, los afligidos, los perseguidos; y advierte a los ricos, saciados, riendo y aclamados por el pueblo. La razón de esta beatitud paradójica reside en el hecho de que Dios está cerca de quienes sufren e interviene para liberarlos de su esclavitud; Jesús ve esto, y ve la dicha más allá de la realidad negativa. Y de manera similar, la “desgracia para ti”, dirigida a aquellos que hoy viven bien, sirve para “despertarlos” de la peligrosa ilusión del egoísmo y para abrirlos a la lógica del amor, siempre y cuando todavía tengan tiempo
La página del Evangelio de hoy nos invita a reflexionar sobre el significado más profundo de tener fe, que es confiar completamente en el Señor. Se trata de romper los ídolos mundanos para abrir su corazón al Dios vivo y verdadero. Solo él puede dar a nuestra existencia esa plenitud tan deseada y difícil de alcanzar. De hecho, incluso hoy en día, muchos se presentan a sí mismos como distribuidores de la felicidad: prometen éxito en poco tiempo, grandes ganancias a la mano, soluciones mágicas para todos los problemas, etc. Y allí, es fácil deslizarse sin darse cuenta en el pecado contra el primer mandamiento: idolatría, para reemplazar a Dios por un ídolo. La idolatría y los ídolos son como cosas de antaño, ¡pero en realidad son de todos los tiempos.
Es por eso que Jesús abre nuestros ojos a la realidad. Estamos llamados a la felicidad, a ser bendecidos, y nos convertimos así desde el momento en que nos colocamos del lado de Dios, de su reino, del lado de lo que no es efímero sino difícil para la vida eterna. Nos alegramos si reconocemos a los “necesitados” delante Dios, y es muy importante: “Señor, te necesito” y si, como Él y con Él, estamos cerca de los pobres, los afligidos y los hambrientos. Nosotros también estamos en la presencia de Dios: somos pobres, estamos afligidos, tenemos hambre delante de Dios. Nos volvemos capaces de gozar cada vez que, al poseer los bienes de este mundo, no los transformamos en ídolos para vender nuestra alma, sino que podemos compartirlos con nuestros hermanos.
Hoy la liturgia nos invita una vez más a interrogarnos sobre esto y a tener la verdad en nuestro corazón.
Las Bienaventuranzas de Jesús son un mensaje decisivo, que nos empuja a no confiar en las cosas materiales y transitorias, a no buscar la felicidad siguiendo a los comerciantes de humo, que a menudo son comerciantes de la muerte, los profesionales de la ilusión No debemos seguirlos porque son incapaces de darnos esperanza. El Señor nos ayuda a abrir los ojos, a obtener una visión más penetrante de la realidad, a sanar de la miopía crónica que el espíritu del mundo nos transmite. A través de su palabra paradójica, nos sacude y nos hace reconocer lo que realmente nos enriquece, nos sacia, nos da alegría y dignidad. En resumen, lo que realmente da sentido y plenitud a nuestras vidas.Que la Virgen María nos ayude a escuchar este evangelio, con la mente abierta y el corazón abierto, para que fructifique en nuestras vidas y seamos testigos de una felicidad que no decepciona, la de Dios nunca decepciona.
18.02.19




Santa Marta: “¿Dónde esta tu hermano en tu corazón?”

Problemas perturbadores y respuestas comprometedoras

(18 febrero 2019).- “¿Dónde está tu hermano en tu corazón?”: Esta es la pregunta que el Papa Francisco invitó a meditar en la Misa de la mañana que celebró en la Casa Santa Marta el 18 de febrero de 2019.
En la homilía reportada por Vatican News, el Papa meditó sobre “preguntas inquietantes y respuestas de compromiso”, especialmente en la Primera Lectura, donde Caín responde en sustancia: “¿Pero qué tengo que hacer en la vida de mi hermano? ¿Soy su guardián? Me lavo las manos. Y él “busca huir de los ojos de Dios”.
La pregunta de Dios a Caín es “una pregunta perturbadora”, señaló el Papa, enumerando las respuestas de compromiso: “pero, es su vida, la respeto, me lavo las manos … No interfiero”. en la vida de los demás… respondemos un poco con principios generales que no dicen nada, pero que lo dicen todo.
Así, el Papa ha recreado los diálogos: “¿Dónde está tu hermano?”.”No sé”. “¡Pero tu hermano tiene hambre! “. “Sí, sí, ciertamente está en la cena de la parroquia de Caritas. Sí, seguramente le darán algo de comer”, y con esa respuesta, de compromiso, me salvo la piel. “No, el otro, el enfermo…” – “¡Definitivamente está en el hospital!” – “¡Pero no hay sitio en el hospital! ¿Y tiene medicinas?”. “Pero esta es su vida, no puedo entrometerme en la vida de otros … seguramente tendrá padres que le darán medicina”, y me lavo las manos. “¿Dónde está tu hermano, el prisionero?”- “Ah, él tiene lo que merece. Él hizo eso, paga…”.
Dónde esta tu hermano?”, insistió el papa. “¿Dónde está tu hermano explotado, el trabajador negro, el que no tiene ropa, el hermano pequeño que no puede ir a la escuela, el drogadicto… ¿dónde está? ¿Dónde está tu hermano en tu corazón? ¿Hay espacio para estas personas en nuestros corazones?”.
Estamos acostumbrados a dar respuestas de compromiso, respuestas para escapar del problema, no para ver el problema, no para tocar el problema”, continuó, antes de advertir: “Cuando vivimos … sin tomar en la mano lo que el Señor nos ha enseñado, el pecado está en la puerta, al acecho, esperando entrar. Y destruirnos. ”

También en el Génesis, “Adán se esconde de la vergüenza, del miedo. Tal vez sintamos esta vergüenza. Dónde esta tu hermano? ¿Dónde estás? ¿En qué mundo vives, sin percibir estas cosas, estos sufrimientos, estos dolores? ¿Dónde esta tu hermano ? ¿Dónde estás ? No te escondas de la realidad. En conclusión, el Papa nos invitó a “responder abiertamente, con lealtad y también con alegría a estas dos preguntas del Señor”.
19.02.19





Santa Marta: “Nuestro Dios tiene sentimientos”

Cuando los más débiles pagan el precio de la guerra

(19 febrero 2019).- “Nuestro Dios tiene sentimientos”, dijo el Papa Francisco en la misa de la mañana de este 19 de febrero de 2019 en Santa Marta. En un momento que no es mejor que el del Diluvio, denunció: “son los débiles, los pobres, los niños … quienes pagan el precio de la fiesta”.
Dios “no es abstracto”, y él “sufre”, dijo el Papa Francisco en su homilía informada por Vatican News . Se detuvo en “los sentimientos de Dios, Dios Padre que nos ama, y ​​el amor es una relación, pero puede también enojarse y enfadarse … Nuestro Dios tiene sentimientos”.
Nuestro Dios nos ama con su corazón, no nos ama con sus ideas, nos ama con su corazón”, insistió el Papa. Y cuando nos acaricia, nos acaricia con su corazón y cuando nos reprende, lo hace con el corazón, sufre más que nosotros … No es sentimentalismo, es la verdad”.
Los tiempos de hoy no son diferentes a los del diluvio”, no creo, dijo, refiriéndose a “las personas que mueren en la guerra porque las bombas se lanzan como caramelos … son los débiles, los pobres, los niños, los que no tienen recursos para vivir, que pagan el precio de la fiesta”:” Las calamidades son más o menos las mismas, las víctimas son más o menos las mismas. Pensemos por ejemplo en los más débiles, los niños. El número de niños hambrientos, niños sin educación: no pueden crecer en paz. Sin padres, porque fueron masacrados por las guerras … niños soldados … solo piensen en estos niños”.
El Papa Francisco invitó a pedir “un corazón como el corazón de Dios … un corazón de hermano con sus hermanos, de padre con sus hijos, de hijos con su padre. Un corazón humano, como el de Jesús, es un corazón divino”. Si Dios “es capaz de tener problemas, nosotros también podremos tener problemas ante Él”, agregó.
Y para animar: “Pensemos que el Señor está afligido en su corazón y acerquémonos al Señor y hablemos con él:” Señor, mira esto, te entiendo “. Consolemos al Señor: “Te comprendo y te acompaño”, te acompaño en la oración, en la intercesión por todas esas calamidades que son el fruto del diablo que quiere destruir la obra de Dios”.
20.02.19


Audiencia general, 20 de febrero de 2019 – Catequesis completa

Padre que estás en los cielos’ – 7ª catequesis del ‘Padre Nuestro

(20 febrero 2019).- Esta mañana, a las 9:10 horas, antes de la audiencia general el Santo Padre Francisco ha recibido en la basílica de San Pedro a los participantes en la peregrinación de la archidiócesis de Benevento.
Sucesivamente, a las 9:45 horas en el Aula Pablo VI el Papa ha encontrado grupos de peregrinos y fieles de Italia y de todo el mundo y, retomando el ciclo de catequesis sobre el Padre nuestro, se ha centrado en el tema “Padre que estás en los cielos” (Pasaje bíblico: Isaías 49, 14-16)
Tras resumir su discurso en diversas lenguas, el Santo Padre ha saludado en particular a los grupos de fieles presentes procedentes de todo el mundo.
Catequesis del Santo Padre
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
La audiencia de hoy se desarrolla en dos lugares. Primero he encontrado a los fieles de Benevento que estaban en San Pedro y ahora a vosotros. Esto se debe a la delicadeza de la Casa Pontificia que no quería que os resfriaseis: démosles las gracias por ello. Gracias.
Continuamos la catequesis sobre el “Padre nuestro”. El primer paso de cada oración cristiana es el ingreso en un misterio, el de la paternidad de Dios. No se puede rezar como cotorras. O tu entras en el misterio, en la certeza de que Dios es tu Padre o no rezas. Si yo quiero rezar a Dios, Padre mío, comienzo por el misterio. Para entender en qué medida Dios es nuestro padre, pensemos en las figuras de nuestros padres, pero, de alguna manera tenemos siempre que “refinarlas”, purificarlas.  El Catecismo de la Iglesia Católica también dice esto. Dice así “La purificación del corazón concierne a imágenes paternales o maternales, correspondientes a nuestra historia personal y cultural, y que impregnan nuestra relación con Dios.” (No. 2779).
Ninguno de nosotros ha tenido padres perfectos, ninguno;  como nosotros, a  nuestra vez, nunca seremos padres o pastores perfectos. Todos tenemos defectos, todos. Vivimos siempre nuestras relaciones de amor bajo el signo de nuestros límites y también de nuestro egoísmo, por lo que a menudo están contaminadas por deseos de posesión o manipulación del otro. Por eso, a veces, las declaraciones de amor se convierten en sentimientos de rabia y hostilidad. Pero mira, estos dos se querían tanto la semana pasada; hoy se odian a muerte: ¡esto lo vemos todos los días!. Es por eso, porque todos tenemos dentro raíces amargas, que no son buenas y a veces salen y hacen daño.
Por eso, cuando hablamos de Dios como “padre”, mientras pensamos en la imagen de nuestros padres, especialmente si nos han querido, al mismo tiempo tenemos que ir más allá. Porque el amor de Dios es el del Padre “que está en los cielos”, según la expresión que nos invita a usar a Jesús: es el amor total que en esta vida solo saboreamos de manera imperfecta. Los hombres y las mujeres son eternamente mendigos del amor, -nosotros somos mendigos de amor, necesitamos amor-  buscan un lugar donde ser amados finalmente, pero no lo encuentran. ¡Cuántas amistades y cuántos amores defraudados hay en nuestro mundo!¡Cuántos!
El dios griego del amor, en la mitología, es el más trágico de todos: no está claro si es un ser angelical o un demonio. La mitología dice que es el hijo de Poros y de Penía, que es astuto y pobre, destinado a llevar algo de la fisonomía de estos padres. Desde aquí podemos pensar en la naturaleza ambivalente del amor humano: capaz de florecer y de dominar la vida en una hora del día, e inmediatamente después de marchitarse y morir; lo que atrapa, siempre se le escapa (ver Platón, Symposium, 203). Hay una expresión del profeta Oseas que enmarca despiadadamente la debilidad congénita de nuestro amor: “Vuestro amor es como nube mañanera, como rocío matinal que pasa” (6: 4). Esto es lo que nuestro amor suele ser: una promesa que es difícil cumplir, un intento que pronto se seca y se evapora, un poco como cuando sale el sol por la mañana y se lleva el rocío de la noche.
Cuántas veces los hombres hemos amado de esa manera tan débil e intermitente. Todos hemos pasado por esta experiencia: hemos amado pero luego ese amor ha cesado o se ha vuelto débil. Deseosos de amar, nos hemos tenido que enfrentar, en cambio, con nuestros límites, con la pobreza de nuestras fuerzas: incapaces de mantener una promesa que en los días de gracia parecía fácil de lograr. Después de todo, incluso el apóstol Pedro tuvo miedo y escapó. El apóstol Pedro no fue fiel al amor de Jesús. Siempre hay una debilidad que nos hace caer. Somos mendigos que en el camino corren el peligro de no encontrar nunca por completo el tesoro que buscan desde el primer día de su vida: el amor.
Sin embargo, hay otro amor, el del Padre “que está en los cielos“. Nadie debe dudar que es destinatario de este amor. Nos ama. “Me ama”, podemos decir. Si incluso nuestro padre y nuestra madre no nos hubieran amado, -es una hipótesis histórica- hay un Dios en el cielo que nos ama como nadie en la tierra nunca lo ha hecho ni lo podrá hacer. El amor de Dios es constante.  El profeta Isaías dice: “¿Acaso olvida una mujer a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Pues aunque esas llegasen a olvidar yo no te olvido. Míralo, en las palmas de mis manos te tengo tatuada “(49: 15-16). Hoy están de moda los tatuajes: “En las palmas de mis manos te tengo tatuada”.  Me he hecho un tatuaje tuyo en las manos. Yo estoy en las manos de Dios, así, y no puedo borrarlo. El amor de Dios es como el amor de una madre que nunca se puede olvidar . ¿Y si una madre se olvidase? “Yo no me olvidaré”, dice el Señor. Este es el amor perfecto de Dios, así nos ama. Si todos nuestros amores terrenales se desmoronasen, y no quedase nada más que polvo, siempre queda  para todos nosotros, ardiente, el amor único y fiel de Dios.
En el hambre de amor que todos sentimos, no buscamos algo que no existe: es, en cambio, la invitación a conocer a Dios que es padre. La conversión de San Agustín, por ejemplo, pasó por esa cima: el joven y brillante retórico buscaba sencillamente entre las criaturas algo que ninguna criatura podría darle, hasta que un día tuvo el coraje de mirar hacia arriba. Y ese día conoció a  Dios. A Dios que ama.
La frase “en los cielos” no quiere expresar una distancia, sino una diferencia radical de amor, otra dimensión de amor, un amor incansable, un amor que permanecerá siempre, todavía más, que está al alcance de la mano. Solo hace falta decir: “Padre nuestro que estás en los cielos” y ese amor viene.
Por lo tanto,¡ no tengáis miedo! Ninguno de nosotros está solo. Si, hasta por desgracia, tu padre terrenal se hubiera olvidado de ti y  tú quizás sintieras rencor por él, no se te niega la experiencia fundamental de la fe cristiana: saber que eres un hijo amadísimo de Dios y que no hay nada en la vida que pueda extinguir su apasionado amor por ti.
21.02.19



21 puntos de reflexión para trabajar en ‘La protección de los menores en la Iglesia’

Propuestos por el Papa como “punto de partida”

(21 febrero 2019).- El Papa Francisco ha entregado 21 puntos de reflexión a los 190 participantes en el Encuentro sobre ‘La protección de los menores en la Iglesia’, formulados a la vez por las diferentes Comisiones y Conferencias Episcopales como contribución a la reflexión en el curso de los trabajos.
Esta mañana, jueves, 21 de febrero de 2019, ha comenzado el Encuentro convocado por el Papa para afrontar el problema de los abusos sexuales en la Iglesia, con la “la finalidad de que todos los obispos tengan absolutamente claro lo que se necesita hacer para prevenir y combatir el drama mundial de los abusos a menores”.
Esta mañana, el Pontífice ha pronunciado unas palabras al inicio de la reunión, remarcando la necesidad de disponer de “medidas concretas y efectivas” para combatir este mal en el seno de la Iglesia Católica. “Es necesario la concreción”, ha reiterado.
Por ello, el Santo Padre ha dado a todos los participantes estos 21 puntos de reflexión para trabajar estos días. Se trata de unas líneas orientativas “para ayudar a nuestra reflexión”, ha explicado a los sacerdotes y religiosos. “Son un punto sencillo de partida, que viene de vosotros y vuelve a vosotros, y que no quita la creatividad que debe tener este encuentro”.
21 puntos de reflexión
1. Elaborar un vademecum práctico en el que se especifiquen los pasos a seguir por la autoridad en todos los momentos clave de la aparición de un caso.
2. Proveerse de estructuras de escucha, compuestas por personas capacitadas y expertas, donde se realiza un primer discernimiento de  los casos de presuntas víctimas.
3. Establecer criterios para la implicación directa del Obispo o del Superior Religioso.
4. Implementar procedimientos compartidos para el análisis de las acusaciones, la protección de las víctimas y el derecho de defensa de los acusados.
5. Informar a las autoridades civiles y a las autoridades eclesiásticas superiores de acuerdo con las normas civiles y canónicas.
6. Revisar periódicamente los protocolos y normas para salvaguardar un ambiente protegido para los menores en todas las estructuras pastorales; protocolos y normas basados en los principios de la justicia y la caridad, y que deben ser integrados para que la acción de la Iglesia, también en este campo, se ajuste a su misión.
7. Establecer protocolos específicos para el manejo de las acusaciones contra los Obispos.
8. Acompañar, proteger y atender a las víctimas, ofreciéndoles todo el apoyo necesario para su completa sanación.
9. Aumentar la conciencia de las causas y consecuencias del abuso sexual a través de iniciativas de formación permanente de obispos, superiores religiosos, clérigos y agentes pastorales.
10. Preparar caminos para la atención pastoral de las comunidades heridas por los  abusos, así como caminos penitenciales y de recuperación para los culpables.
11. Consolidar la colaboración con todas las personas de buena voluntad y con los medios de comunicación para poder reconocer y discernir los casos verdaderos de los falsos, las acusaciones de las calumnias, evitando rencores e insinuaciones, rumores y difamaciones (cf. Discurso a la Curia Romana, 21 de diciembre de 2018).
12. Elevar la edad mínima para contraer matrimonio a 16 años.
13. Establecer disposiciones que regulen y faciliten la participación de expertos laicos en las investigaciones y en los diferentes grados de juicio de los procesos canónicos sobre abuso sexual y/o de poder.
14. El derecho a la defensa: también es necesario salvaguardar el principio de derecho natural y canónico de la presunción de inocencia hasta que se pruebe la culpabilidad del acusado. Por lo tanto, es necesario evitar la publicación de las listas de los acusados, incluso por parte de las diócesis, antes de la investigación previa y la condena definitiva.
15. Respetar el principio tradicional de proporcionalidad de la pena con respecto al delito cometido. Dictaminar que los sacerdotes y obispos culpables de abuso sexual de menores abandonen el ministerio público.
16. Introducir reglas concernientes a los seminaristas y candidatos al sacerdocio o a la vida religiosa. Para esto, introducir programas de formación inicial y permanente para consolidar su madurez humana, espiritual y psicosexual, así como sus relaciones interpersonales y su comportamiento.
17. Para los candidatos al sacerdocio y a la vida consagrada, se ha de realizar una evaluación psicológica por parte de expertos cualificados y acreditados.
18. Indicar las normas que rigen el traslado de un seminarista o de un aspirante religioso de un seminario a otro; así como de un sacerdote o religioso de una diócesis o congregación a otra.
19. Formular códigos de conducta obligatorios para todos los clérigos, religiosos, personal de servicio y voluntarios, con el fin de definir límites apropiados en las relaciones personales. Especificar los requisitos necesarios para el personal y los voluntarios, y verificar sus antecedentes penales.
20. Ilustrar toda la información y datos sobre los peligros del abuso y sus efectos, sobre cómo reconocer las señales de abuso y cómo denunciar a las sospechas de abuso sexual. Esto debe hacerse en colaboración con los padres, profesores, profesionales y las autoridades civiles.
21. Donde aún no se ha hecho, es necesario instituir un organismo de fácil acceso para las víctimas que deseen denunciar los delitos. Un organismo que goce de autonomía también con respecto a la autoridad eclesiástica local, y que esté compuesto por personas expertas (clérigos y laicos), que sepan expresar la atención de la Iglesia a aquellos que, en este campo, se consideran ofendidos por actitudes inadecuadas por parte de clérigos.
22.02.19



Papa Francisco: “Integrar a la mujer como una figura de la Iglesia en nuestro pensamiento”

Intervención en el Encuentro de Protección de Menores en la Iglesia

(22 febrero 2019).- “La mujer es la imagen de la Iglesia, que es mujer, es esposa, es madre. Un estilo. Sin este estilo, hablaríamos del pueblo de Dios, pero como una organización, quizás un sindicato, pero no como una familia nacida de la Iglesia Madre”, ha aclarado el Papa.
Al escuchar a Linda Ghisoni, escuché a la Iglesia hablar de sí misma”, ha comentado el Papa Francisco esta tarde, viernes, 22 de febrero de 2019, en la 2ª jornada del Encuentro sobre ‘La Protección de los Menores en la Iglesia’, después de escuchar la Relación pronunciada por la Subsecretaria para los Laicos en el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, y su respuesta a una de las preguntas recibidas por la Asamblea.
Es decir –ha matizado– todos hablamos de la Iglesia. En todas las intervenciones. Pero esta vez fue la propia Iglesia la que habló. No es solo una cuestión de estilo: el genio femenino que se refleja en la Iglesia, que es mujer”. “Creo que este es el paso que debemos hacer con mucha fuerza”, ha propuesto el Obispo de Roma.
Este mediodía, durante la sesión de la tarde, a partir de las 16 horas, el Pontífice intervino de manera voluntaria (podía intervenir en cualquier momento) en la reunión que se celebra en el Vaticano con 190 representantes católicos, entre ellos los presidentes de las conferencias episcopales, superiores y superioras generales de órdenes religiosas, líderes de las Iglesias Orientales Católicas y otros sacerdotes.
Heridas de una madre
Invitar a una mujer a hablar no es entrar en el modo de un feminismo eclesiástico, porque al final todo feminismo termina siendo machismocon falda. No. Invitar a una mujer a hablar sobre las heridas de la Iglesia es invitar a la Iglesia a hablar sobre sí misma, sobre las heridas que tiene”, ha aclarado el Santo Padre en la sesión de hoy, segundo día de la cumbre mundial.
La lógica del pensamiento de la Dra. Ghisoni era solo la de una madre, y terminó con la historia de lo que sucede cuando una mujer da a luz a un niño. Es el misterio femenino de la Iglesia, que es esposa y madre”, ha explicado el Papa.
No se trata de otorgar más funciones a la mujer en la Iglesia –ha anunciado– sí, esto es bueno, pero esto no resuelve el problema, se trata de integrar a la mujer como una figura de la Iglesia en nuestro pensamiento. Y pensar también en la Iglesia con las categorías de mujer”.
Gracias por tu testimonio”, se ha dirigido a Linda Ghisoni.
23.02.19



Tercer día del Encuentro: “Como el hijo pródigo, debemos volver limpios y comenzar de nuevo”
Cumbre de la Protección de Menores en la Iglesia

(24 febrero 2019).-El tercer día de la Cumbre sobre la Protección de los Menores en la Iglesia, del 21 al 24 de febrero de 2019, se centró en la transparencia, con llamamientos de los obispos africanos que dijeron, como el Hijo Pródigo, que los obispos debemos venir limpios y comenzar de nuevo, Mujeres, laicas y religiosas, que decían no más hipocresía.
El arzobispo de Tamale, Philip Naameh, presidente de la Conferencia Episcopal de Ghana, pronunció la homilía en la Celebración Penitencial que tuvo lugar a las 17:30 horas, en la Sala Regia del Palacio Apostólico del Vaticano.
El obispo africano reflexionó sobre el Evangelio del Hijo Pródigo y observó que, como obispos, “se olvidan fácilmente de aplicar esta escritura a nosotros mismos, de vernos como somos, a saber, como hijos pródigos”.
Al igual que el hijo pródigo en el Evangelio, también exigimos nuestra herencia, la obtuvimos y ahora estamos ocupados en derrocharla”, dijo, y señaló que la actual crisis de abuso es una expresión de esto.
El Señor nos ha confiado el manejo de los bienes de salvación, confía en que cumpliremos su misión, proclamaremos la Buena Nueva y ayudaremos a establecer el reino de Dios. ¿Pero qué hacemos? ¿Hacemos justicia a lo que se nos confía?”, Preguntó, lamentándose: “No podremos responder a esta pregunta con un sincero sí, más allá de todas las dudas”.
Demasiado a menudo hemos guardado silencio”
Con demasiada frecuencia nos hemos mantenido en silencio, hemos mirado para otro lado, hemos evitado los conflictos, estábamos demasiado presumidos para enfrentarnos con los lados oscuros de nuestra Iglesia. De este modo, hemos desperdiciado la confianza depositada en nosotros, especialmente con respecto al abuso dentro del área de responsabilidad de la Iglesia, que es principalmente nuestra responsabilidad. “No le hemos otorgado a las personas la protección a la que tienen derecho, han destruido las esperanzas y las personas fueron violadas masivamente en cuerpo y alma”.
El Arzobispo recordó que el hijo pródigo en el Evangelio lo pierde todo, no solo su herencia, sino también su estatus social, su buena reputación, su reputación No deberíamos sorprendernos si sufrimos un destino similar, si la gente habla mal de nosotros, si hay desconfianza hacia nosotros, si algunos amenazan con retirar su apoyo material”.
El arzobispo Naameh dijo que no deberíamos quejarnos por esto, sino que preguntamos qué deberíamos hacer de manera diferente. “Nadie puede eximirse, nadie puede decir: pero yo personalmente no he hecho nada malo. Somos una hermandad, somos responsables no solo de nosotros mismos, sino también de todos los demás miembros de nuestra hermandad y de la hermandad en su conjunto “.
Aceptar las consecuencias
¿Qué debemos hacer de manera diferente y por dónde empezar? Miremos nuevamente al hijo pródigo en el Evangelio. “Para él, la situación comienza a mejorar cuando él decide ser muy humilde, realizar tareas muy simples y no exigir privilegios.
Su situación cambia cuando se reconoce a sí mismo, y admite haber cometido un error, se lo confiesa a su padre, habla abiertamente de ello y está listo para aceptar las consecuencias”, y como resultado, observó, el Padre experimenta una gran alegría. al regreso de su hijo pródigo, y facilita la aceptación mutua de los hermanos.
¿Podemos también hacer esto? ¿Estamos dispuestos a hacerlo? La reunión actual revelará esto, debe revelar esto, si queremos mostrar que somos hijos dignos del Señor, nuestro Padre Celestial “.
Reunión es un paso de muchos
Si bien “nos queda un largo camino por recorrer, implementar realmente todo esto de manera sostenible”, y hemos avanzado, incluso si “alcanzamos [a] velocidades diferentes”, el obispo señaló que esta reunión actual fue ” Sólo un paso de muchos “.
El prelado africano observó que solo porque hemos empezado a cambiar algo juntos, eso no significa que todas las dificultades hayan sido eliminadas.
Al igual que con el hijo que regresa a casa en el Evangelio, todo aún no se ha cumplido, por lo menos, todavía debe ganarse a su hermano nuevamente. También deberíamos hacer lo mismo: conquistar a nuestros hermanos y hermanas en las congregaciones y comunidades, recuperar su confianza y restablecer su disposición a cooperar con nosotros, a contribuir al establecimiento del reino de Dios “.
Coraje para cambiar tu mente, no restes importancia
La primera fue dada por la hermana Veronica Openibo, quien condenó el abuso y el encubrimiento, y destacó que: “En algunas partes del mundo, como África y Asia, decir que nada es un error terrible”. También destacó que incluso si los países y ciertas áreas Estamos viviendo situaciones de guerra y conflicto, que esto, aunque terrible, no es una razón para “minimizar” el abuso sexual en esos lugares.
Refiriéndose a cuando el papa Francisco inicialmente defendió a un obispo chileno culpable de encubrir a Karadima, pero luego se corrigió a sí mismo y aceptó su renuncia, ella dijo: lo suficientemente humilde para cambiar de opinión, pedir disculpas y actuar, un ejemplo para todos nosotros “.
Redefinir la confidencialidad y el secreto
El Cardenal Reinhard Marx, en su discurso que siguió se refirió a la trazabilidad y la transparencia, observó que “los pensamientos de algunas víctimas de abuso se pueden resumir de la siguiente manera: ‘Si la Iglesia dice actuar en nombre de Jesús, sin embargo, soy muy mal tratado por el Iglesia o su administración, entonces también me gustaría no tener nada que ver con este Jesús “.
Al pedir concreción, subrayó: “es necesario redefinir la confidencialidad y el secreto y distinguirlos de la protección de datos. “Si no tenemos éxito, o bien desperdiciamos la oportunidad de mantener un nivel de autodeterminación con respecto a la información, o nos exponemos a la sospecha de encubrirnos”.
El cardenal alemán, uno de los asesores del Papa, también hizo las siguientes recomendaciones:
Dada la urgencia del tema, las medidas más importantes deben iniciarse inmediatamente”, ha solicitado el arzobispo de Múnich y Frisinga, Presidente de la Conferencia episcopal alemana.
Estas medidas son: 1. Definición del objetivo y de los límites del secreto pontificio; 2. Normas de procedimiento transparentes y reglas para los procesos eclesiásticos; 3. Comunicación al público del número de los casos y de los detalles relativos en la medida de lo posible; 4. Publicación de los sumarios judiciales.
El discurso de esta tarde, antes de la Liturgia Penitencial, fue impartido por la periodista mexicana Valentina Alazraki, que ha estado cubriendo el Vaticano durante 40 años y cubrió no menos de 150 viajes papales. Ella dijo que les estaba hablando como a una madre.
Ella le dijo a los prelados: “Informa cosas cuando las conozcas. Por supuesto, no será agradable, pero es la única manera, si quiere que lo creamos cuando dice: “a partir de ahora ya no toleraremos los encubrimientos”.
Alazraki también les dio una fuerte advertencia: “Si no decides de manera radical estar del lado de los niños, las madres, las familias, la sociedad civil, tienes razón al temernos, porque los periodistas, que buscamos el El bien común, serán tus peores enemigos “.
Hoy, también hubo una conferencia de prensa en la tarde, durante la cual el presidente de la Conferencia de Obispos de Malta, el arzobispo Charles Scicluna, el investigador de confianza del abuso sexual clerical del Papa, pareció sugerir que el secreto pontificio en los casos de abuso se está reconsiderando: “Hay un movimiento, [para] no vincular estos procedimientos con un alto nivel de confidencialidad”.
24.02.19







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