Confesiones de un antiguo masón
Maurice Caillet, venerable de una
Logia francesa, revela secretos en “Yo fuy masón”
MADRID,
jueves, 6 noviembre 2008 (ZENIT.org).-
Maurice Caillet, venerable de una Logia francesa durante 15 años, desvela
secretos de la Masonería
en un libro recién publicado por "LibrosLibres"
con el título "Yo fui masón".
Rituales,
normas de funcionamiento interno, juramentos y la influencia en la política de
esta organización secreta salen ahora a la luz, en particular las implicaciones
del juramento que obliga a defender a otros "hermanos" masones.
El
volumen desvela también la decisiva influencia de la Masonería en la
elaboración y aprobación de leyes, como la del aborto, en Francia, de la que
él, como médico, participó activamente.
Caillet,
nacido en Burdeos (Francia) en 1933, especializado en Ginecología y Urología,
practicó abortos y esterilizaciones antes y después de que gozasen de amparo
legal en su país. Miembro del Partido Socialista Francés, llegó a alcanzar
cargos de relevancia en la
Administración sanitaria.
--¿Cuándo entra usted oficialmente
en la Masonería?
--Maurice
Caillet: A principios de 1970 me convocaron para una posible iniciación. Yo lo
ignoraba prácticamente todo acerca de lo que me esperaba. Tenía 36 años, era un
hombre libre y nunca me había afiliado a sindicato ni partido político alguno.
Así pues, una tarde, en una discreta calle de la ciudad de Rennes, llamé a la
puerta del templo, cuyo frontón estaba adornado por una esfinge de alas y un
triángulo que rodeaba a un ojo. Fui recibido por un hombre que me dijo:
"Señor, ha solicitado ser admitido entre nosotros. ¿Su decisión es
definitiva?, ¿está usted dispuesto a someterse a la pruebas? Si la respuesta es
positiva, sígame". Hice un gesto de aquiescencia con la cabeza. Me puso
entonces una venda negra sobre los ojos, me cogió por el brazo y me hizo
recorrer una serie de pasillos. Empecé a sentir cierta inquietud, pero antes de
poder formularla oí cómo se cerraba la puerta detrás de nosotros...
--En su libro "Yo fui masón" explica que la masonería fue determinante en la introducción del aborto libre en Francia en 1974.
--Maurice
Caillet: La elección de Valéry Giscard d'Estaing como Presidente de la República francesa en
1974 llevó a Jacques Chirac a ser elegido Primer Ministro, teniendo éste como
consejero personal a Jean-Pierre Prouteau, Gran Maestre del Gran Oriente de
Francia, principal rama masónica francesa, de tendencia laicista. En el
Ministerio de Sanidad colocó a Simone Veil, jurista, antigua deportada de
Auschwitz, que tenía como consejero al doctor Pierre Simon, Gran Maestre de la Gran Logia de Francia,
con el cual yo mantenía correspondencia. Los políticos estaban bien rodeados
por los que llamábamos nuestros "Hermanos Tres puntos", y el
proyecto de ley sobre el aborto se elaboró con rapidez. Adoptada por el Consejo
de Ministros en el mes de noviembre, la ley Veil fue votada en diciembre. ¡Los
diputados y senadores masones de derechas y de izquierdas votaron como un solo
hombre!
--Usted comenta que entre los
masones hay obligatoriedad de ayudarse entre sí. ¿Sigue siendo hoy así?
--Maurice
Caillet: Los 'favores' son corrientes en Francia. Ciertas logias tratan de ser
virtuosas, pero el secreto que reina en estos círculos favorece la corrupción.
En la Fraternal
de los Altos Funcionarios, por ejemplo, se negocian ciertas promociones, y en la Fraternal de Construcciones
y Obras Públicas se reparten los contratos, con consecuencias financieras
considerables.
--¿Usted se beneficio de esos favores?
--Maurice
Caillet: Sí. El Tribunal de Apelación presidido por un "hermano" se
pronunció sobre mi divorcio ordenando costas compartidas, en lugar de ponerlas
todas a mi cargo, y redujo la pensión alimenticia a la ayuda que debía prestar
a mis hijos. Tiempo después, tras tener un conflicto con mis tres socios de la
clínica, otro "hermano masón", Jean, director de la Caja de la Seguridad Social,
al enterarse de este conflicto, me propuso asumir la dirección del Centro de
Exámenes de Salud de Rennes.
--¿Afectó a su carrera profesional el abandono de la masonería?
--Maurice Caillet: Desde entonces
no he encontrado un puesto en ninguna administración pública o semipública, a
pesar de mi rico currículum.
--¿En algún momento tuvo amenazas de muerte?
--¿En algún momento tuvo amenazas de muerte?
--Maurice
Caillet: Tras ser despedido de mi puesto de trabajo de la administración y
comenzar a pleitear contra dicha decisión arbitraria, recibí la visita de un
"hermano" de la
Gran Logia de Francia, catedrático y secretario regional de
Fuerza Obrera, quien me dijo con la mayor frialdad que si pleiteaba ante la
magistratura laboral ‘ponía en peligro mi vida' y él no podría hacer nada para
protegerme. Nunca imaginé que podría estar amenazado de muerte por conocidos y
honorables masones de nuestra ciudad.
--Usted era miembro del Partido Socialista y conocía a muchos de sus "hermanos" que se dedicaban a la política. ¿Podría decirme cuántos masones hubo en el Gobierno de Mitterrand?
--Maurice Caillet: Doce.
--Y, ¿en el actual de Sarkozy?
--Maurice Caillet:
Dos.
--Para un ignorante como yo, ¿podría decirme cuáles son los principios de la masonería?
--Maurice Caillet: La masonería, en todas sus obediencias, propone una filosofía humanista, preocupada ante todo por el hombre y consagrada a la búsqueda de la verdad, aun afirmando que ésta es inaccesible. Rechaza todo dogma y sostiene el relativismo, que coloca a todas las religiones en un mismo plano, mientras que desde 1723, en las Constituciones de Anderson, ella se erige a sí misma en un plano superior, como "centro de unión". De ahí se deduce un relativismo moral: ninguna norma moral tiene en sí misma un origen divino y, en consecuencia, definitivo, intangible. Su moral evoluciona en función del consenso de las sociedades.
--Y, ¿cómo encaja Dios en la masonería?
--Maurice
Caillet: Para un masón, el concepto mismo de Dios es especial, y eso si es que
se le menciona, como en las obediencias llamadas espiritualistas. En el mejor
de los casos es el Gran Arquitecto del Universo, un Dios abstracto, pero
solamente una especie de "Creador-maestro relojero", como le designa
el pastor Désaguliers, uno de los fundadores de la masonería especulativa. A
este Gran Arquitecto se le reza, si se me permite la expresión, para que no
intervenga en los asuntos de los hombres, y ni siquiera se le cita en las
Constituciones de Anderson.
--¿Y el concepto de la salvación?
--Maurice
Caillet: Como tal no existe en la masonería salvo en el plano terrenal: es el
elitismo de las sucesivas iniciaciones, aunque éstas puedan considerarse
pertenecientes al ámbito del animismo, según René Guènon, gran iniciado, y
Mircea Eliade, gran especialista en religiones. Es, también, la búsqueda de un
bien que no se especifica en ninguna parte... puesto que la moral evoluciona en
la sinceridad, la cual, como todos sabemos, no es sinónimo de verdad.
--¿Cuál es la relación de la masonería con las religiones?
--Maurice
Caillet: Es muy ambigua. En principio, los masones proclaman con firmeza una
tolerancia especial hacia todas las creencias e ideologías, con un gusto muy
marcado por el sincretismo, es decir, una coordinación poco coherente de las
diferentes doctrinas espirituales: es la eterna gnosis, subversión de la fe
verdadera. Por otra parte, la vida de las logias, que ha sido mía durante 15
años, revela una animosidad particular contra la autoridad papal y contra los
dogmas de la Iglesia
católica.
--¿Cómo comenzó su descubrimiento de Cristo?
--Maurice
Caillet: Yo era racionalista, masón y ateo. Tampoco estaba bautizado, pero mi
mujer Claude estaba enferma y decidimos ir a Lourdes. Mientras ella estaba en
las piscinas, el frío me obligaba a refugiarme en la Cripta, donde asistí, con
interés, a la primera misa de mi vida. Cuando el cura, al leer el Evangelio,
dijo: ‘Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá', se
produjo un choque tremendo en mí porque esta frase la oí el día de mi
iniciación en el grado de Aprendiz y la solía repetir cuando, ya Venerable,
iniciaba a los profanos. En el silencio posterior -pues no había homilía- oí
claramente una voz que me decía: ‘Bien. Pides la curación de Claude. Pero ¿qué
ofreces?'. Instantáneamente, y seguro de haber sido interpelado por Dios mismo,
sólo me tenía a mí mismo para ofrecer. Al final de la misa, acudí a la
sacristía y pedí Inmediatamente el bautismo al cura. Éste, estupefacto cuando
le confesé mi pertenencia masónica y mis prácticas ocultistas, me dijo que
fuera a ver al arzobispo de Rennes. Ese fue el inició de mi itinerario
espiritual.
SIGNES DEL TEMPS
PENSAMENTS ECLESIALS CONCRETS sobre
alguns SIGNES DEL NOSTRE TEMPS
Des de fa un temps,cada cop que es mor algun capellà sobtadament; quan m’adono que
alguns capellans van perdent el cap paulatinament; cada vegada que algun
capellà major de 75 anys accepta la pressió dels responsables d’algun bisbat
per seguir exercint de rector de la parròquia; quan alguns capellans, a mesura
que es van fent grans, se’ls hi dóna més responsabilitats parroquials, de dues
o tres parròquies..., tinc els mateixos pensaments.
En primer lloc, torno a verificar, i em sap greu, la
poca cura que tenim de nosaltres mateixos forces (massa) capellans, homes sols
i sovint solitaris que tenim moltes dificultats per atendre la nostra salut i
les nostres necessitats. La poca cura que tenen de la nostra vida quotidian...Continua llegint
- PENSAMENTS ECLESIALS CONCRETS sobre alguns SIGNES DEL
NOSTRE TEMPS
Des de fa un temps,cada cop que es mor algun capellà sobtadament; quan m’adono que alguns capellans van perdent el cap paulatinament; cada vegada que algun capellà major de 75 anys accepta la pressió dels responsables d’algun bisbat per seguir exercint de rector de la parròquia; quan alguns capellans, a mesura que es van fent grans, se’ls hi dóna més responsabilitats parroquials, de dues o tres parròquies..., tinc els mateixos pensaments.
En primer lloc, torno a verificar, i em sap greu, la poca cura que tenim de nosaltres mateixos forces (massa) capellans, homes sols i sovint solitaris que tenim moltes dificultats per atendre la nostra salut i les nostres necessitats. La poca cura que tenen de la nostra vida quotidiana i domèstica, els responsables diocesans.
En segon lloc, m’adon de la intempèrie en què els capellans diocesans estem econòmicament, en quant al lloc on viure, i en altres precarietats, que ens condicionen de tal manera que no ens permeten jubilar-nos de responsabilitats pastorals a una edat com la gent normal i corrent.
En tercer lloc, interpreto les morts (sobre tot de repent), les malalties físiques i psíquiques dels capellans, les acceptacions d’allargament de la jubilació, com uns signes dels temps, com uns crides, com unes ocasions en les que la realitat viscuda ens encamina a respondre, a canviar profundament els nostres esquemes mentals i les nostres estructures parroquials i eclesials.
I em pregunto: per què els nostres responsables diocesans, bisbes, vicaris i consells episcopals, sembla que no acaben de captar aquests signes?. Per què no afronten la realitat amb objectivitat, realisme i donant alternatives de present i de futur?. Com és que no es promou un pla global per zones (barris i comarques) que precisi el nombre de parròquies necessàries i quines funcions pastorals , socials o culturals, es donen als locals de les actuals existents?. Per què no es planifica la distribució dels espais eclesials i dels efectius humans, d’una manera racional, a partir de les necessitats pastorals reals, i a través de les decisions democràtiques dels propis interessats dins de les comunitats cristianes?. Així ho han fet molta part dels Bisbats francesos. Així també molts d’aquests bisbats i els dels altres països han anat preparant amb anys, el desenvolupament d’equips de laics, laiques, religiosos, religioses, diaques i capellans que coordinen i animen la pastoral d’unes unitats pastorals que integren tota la realitat cristiana de la zona: Parròquies, moviments, escoles cristianes, grups, comunitats, etc. Què passa que en les nostres diòcesis no es realitza el mateix, imitant el que fa prop de 90 anys ja fan els moviments d’ Acció catòlica en la seva manera d’organitzar-se, on els capellans no “manen” sinó que acompanyen i formen equip?. Per què no es troben diferents alternatives de vivenda (canvis profunds en les residències de capellans, pisos tutelats, ...) adequades a cada cas, pels capellans grans, que permetin que el capellà quan tingui ja els 65 tingui lloc apte i no li faci basarda anar-hi?.
Potser fan por tots aquests canvis?. Potser es preveuen com desequilibradors i que afectaran tot el conjunt de l’església?. Potser no es té prou confiança en els laics i laiques?. Potser es vol deixar que ho facin els responsables diocesans que vindran darrera, quan s’ho trobaran encara més difícil, per no dir poc preparat i impossible? . O és que hi ha altres plans, altres alternatives que s’estan treballant i desconeixem?. Si és així caldria conèixer-les per debatre-les entre tots. Si no és així, seguirem demanant al Senyor que ens doni més fe i confiança, que al cap i a la fi són el contrari de la por.
Carta abierta a Benedicto XVI
Posted: 31 enero, 2013
“Y
no llaméis padre nuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el
que está en los cielos” (Mt 23,9)
CARTA ABIERTA A BENEDICTO XVI
CLELIA LURO DE PODESTÁ, viuda de Monseñor Jerónimo Podestá, presidenta honoraria de la Federación Latinoamericana de Sacerdotes Casados, presidenta del Movimiento Helder Cámara, jerocle@gmail.com, 26/01/13
BUENOS AIRES (ARGENTINA).
CARTA ABIERTA A BENEDICTO XVI
CLELIA LURO DE PODESTÁ, viuda de Monseñor Jerónimo Podestá, presidenta honoraria de la Federación Latinoamericana de Sacerdotes Casados, presidenta del Movimiento Helder Cámara, jerocle@gmail.com, 26/01/13
BUENOS AIRES (ARGENTINA).
ECLESALIA, 31/01/13.- Estimado Benedicto XVI,
nuestro hermano mayor.
Soy
Clelia Luro de Podestá, la compañera de vida y de lucha de Jerónimo Podestá
Obispo.
Helder
Cámara arzobispo de Olinda Recife Brasil, que nos entregó en Roma junto con
2.900 obispos del mundo entero, el Concilio Vaticano II, nos marcó el camino en
nuestras vidas, él unió nuestras manos y nos dio su bendición acompañando a
Jerónimo en el caminar que Dios le marcaba.
Por una
amenaza a muerte de la triple A tuvimos que partir al exilio. Nuestro
primer destino fue Roma donde Jerónimo quería entrar al Vaticano anunciándoles
el baño de sangre que se cernía sobre nuestra Patria, para que la Iglesia como Institución
actuara para evitarlo, pero Roma guardó silencio. En Argentina, los que
conducían el Episcopado, con su silencio cuando no con su bendición,
acompañaban el Proceso Dictatorial mientras unos pocos lucharon y fueron
mártires derramando su sangre.
Después de la Partida de Jerónimo en el
año 2000, yo dediqué mis días a entregar nuestra historia en varios libros. En
el año 2011 viajé a Roma a presentar la autobiografía de Jerónimo a través de
sus escritos “Jerónimo Obispo, Un Hombre entre los Hombres”, y lo hice llegar a
sus manos con una carta.
Tengo en
espera un libro de cartas y otro de “relato de viajes” que es la historia de
cómo nació el Movimiento de Padres Casados.
Con
Jerónimo Obispo hemos caminado el mundo de la mano. Así como Pablo eligió irse
a caminar con los “gentiles”, con los que sufren persecución por la misma
iglesia, por los Derechos Humanos, por ser fieles a sus conciencias o por
luchar por la justicia, nosotros hemos recorrido varios países de Europa desde
el primer Congreso Internacional en Ariccia, realizado a metros de Castel
Gandolfo, donde Pablo VI pasaba su descanso en el verano.
Para Jerónimo era su Diócesis la Diáspora, la de todos
aquellos que por ser fieles a su conciencia comenzaban a transitar Caminos de
Libertad. En ese entonces éramos en el mundo 130.000 sacerdotes casados. Allí
llegó la prensa Mundo Visión y muchos medios que nos entrevistaban pero siempre
fueron respetuosos en sus publicaciones, lo mismo que en el Congreso en Ariccia
de 1987. No existía para el Pueblo de Dios escándalo alguno.
Roma
mientras tanto callaba, mientras, se iba gestando el Movimiento. Su política
fue el silencio pensando que así moriría, pero no fue así, se fundó la Federación Internacional
que reunió varios países de Europa.
Los años
pasaban y el Movimiento crecía y después de recorrer otros países de Europa con
Jerónimo, comenzamos nuestros viajes por 9 países de Latinoamérica donde
siempre encontrábamos pequeños grupos y así se fue formando la Federación
Latinoamericana.
Brasil
siempre fue fuerte y organizado porque gozaban de un Episcopado, la C.N.B.B., que a veces los
acompañaban o al menos no los censuraban como en otros países. Algunos, como
Dom Pablo Evaristo Arns, Dom Lorscheider, Dom Valdir y otros animando a
Jerónimo, dándole también fuerza y alegría.
El
pueblo no sufre escándalo, más bien se pregunta porqué no se puede ejercer el
ministerio en pareja.
Tantos
años han pasado de esta realidad y gracias a nuestras presencias el tema del
sacerdote casado entró culturalmente en el mundo de hoy.
Con
mucho respeto le escribo estas líneas a mi hermano mayor Benedicto XVI, siento
que hemos perdido el rumbo, son muchos los que están llamando la atención a
Roma: Jerarquías, sacerdotes en ejercicio, que demuestran que el tiempo esta
maduro, es un Signo de los Tiempos. Habría que preguntarse ¿porqué se
escandalizan los que se escandalizan y quiénes son?
Los
sacerdotes que han optado por vivir en libertad y sobre los que ya no pesa en
su conciencia la ley del celibato, comprometen su vida siendo fieles a su
vocación primigenia, y, unidos a una mujer recibiendo el sacramento del
matrimonio, muchas veces bendecido por hijos, en el mundo de hoy son un ejemplo
de parejas unidas en una vocación cristiana de ayudar a parir la historia,
integrándose en la vida socio-cultural y política de su pueblo.
Escándalos
son los que nuestra querida Iglesia nos da a través de la prensa con historias
de pedofilia, de sacerdotes que por una ley viven un amor clandestino para
dolor de la mujer y que no son libres de reconocer a sus hijos. Escándalos son
los problemas económicos del Vaticano que aparecen cada tanto en la prensa. Le
aseguro que hoy no son los sacerdotes casados los que dan escándalo.
He
querido llegar a sus manos porque recibí por email las “Nuevas facultades de la Congregación para el Clero sobre la
dimisión del estado clerical” (IV Simposio de Derecho Canónico 27-29 de
septiembre de 2011) concedidas por el Papa a esa Congregación. Esa carta, sin
espíritu evangélico sino con un idioma de Derecho Canónico, es escandalosa,
podría ser de la Edad
Media. Controles y sanciones a miles de sacerdotes del mundo
entero que como se menciona muchas veces en La Carta “son escandalosas”. “Los príncipes de
las Naciones las dominan con imperio, mas no habrá de ser así entre vosotros,
sino que el que manda será servidor de todos…” (Mc 10, 42-43). Espero que
no lo enojen mis palabras pero son dichas con Fe y de buena Fe.
Debemos
volver al Vaticano II donde se dice que la Iglesia era el Pueblo de Dios en marcha, donde se
nos habla de la primacía de la conciencia, donde se nos habla de una Iglesia
Colegiada no dividida. Para eso Jesús, que fue laico y llegó a ser sacerdote,
cuando murió en la cruz nos dejó su mensaje: “Que todos sean uno para que el
mundo crea” (Juan 17:21 frase que eligió Jerónimo como su lema de obispo).
¿Es tan
difícil unirnos cuando hay un solo mensaje, el de Amor, de Justicia y de Paz?
¿O será éste el momento necesario en el que todo el “Pueblo de Dios en Marcha”
convoque a un nuevo Concilio Vaticano Ecuménico?
Dios nos
está dejando tocar fondo para que despertemos y comencemos a construir en pos
de la Plenitud Humana,
sin temor y con Esperanza, esa Esperanza que no falta en los Profetas siendo
éstos fieles a la Luz. (Eclesalia
Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su
procedencia).
Clelia Luro de Podestá
-oOo-
"Són els avis els que poden transmetre la fe a fills i néts”
(Carla Herrero Nebot/CR) “Davant la devallada de la fe entre els més
joves, la gent gran hi pot fer molt”. Explica Sergi Oliva, coordinador
diocesà de Vida Creixent de
Barcelona. “Una part important de la nostra feina és fer que la fe
continui i són els avis els que poden transmetre la fe a fills i néts”.
Aquest dissabte, el moviment Vida Creixent celebra la XV diada de la
gent gran i dels seus patrons, Simeó i Anna. El seu coordinador diocesà
explica que la principal preocupació del grup és avui dia “continuar amb
la fe i que els més grans puguin ser atcius. Que malgrat ser jubilats
sàpiguen que tenen molta feina a fer”.
"La situació econòmica actual també està afectant els més grans.
Estem acollint i recollint familiars arran de la crisi i l’atur perquè
les pensions de jubilació són molt minses”, explica Oliva. “Creiem que
la relació de la societat amb la gent gran és pobre perquè avui el que
més es valora és la joventut i potser també la maduresa, però no la
vellesa, que queda arraconada” afirma contundent. “Fer-se gran és dur,
ademtre-ho també, però quedar-se sol és el pitjor”. “La soledat amoïna
molt a la gent gran i per això el que fem al grup és acollir-los i fer
que gaudeixin de les coses importats de la vida”, comenta Oliva.
Per celebrar la Candelera i els patrons de Vida Creixent, l’arquebisbe de Barcelona, Martínez Sistach, presidirà una missa aquest dissabte a les cinc de la tarda a la basílica de Sant Josep Oriol de Barcelona.
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