Judes Moreno
El día 13 de los corrientes se cumplen dos años de la
elección del Papa Francisco, se escribirá mucho sobre la sorpresa que significó
su elección: latino-americano y jesuita. No podemos negar las expectativas que
ha levantado dentro y fuera de la Iglesia, también las esperanzas e
inquietudes.
No voy a decir nada solamente recordar los consejos que nos ha dado pasa esta cuaresma:
1.- Sonreír, un cristiano siempre es alegre.
2.- Dar las gracias (aunque no “debas” hacerlo).
3.- Recordarle a los demás cuanto los amas.
4.- Saludar con alegría a esas personas que ves a diario.
5.- Escuchar la historia del otro, sin prejuicios, con amor.
6.- Detenerte para ayudar. Estar atento a quien te necesita.
7.- Levantarle los ánimos a alguien.
8.- Celebrar las cualidades o éxitos de otro.
9.- Seleccionar lo que no usas y regalarlo a quien lo necesita.
10.- Ayudar cuando se necesite para que otro descanse.
11.- Corregir con amor, ni callar por miedo.
12.-Tener buenos detalles con los que están cerca de ti.
13.- Limpiar lo que uso en casa.
14.- Ayudar a los demás a superar obstáculos.
15.- Llamar por teléfono a tus padres.
¿Ingenuidad? ¿Propuestas de “buena acción” para los scouts? No, actos de caridad como manifestaciones concretas del amor de Dios.
Así es el papa Francisco: levanta sonrisas e invita a seguir el Evangelio de Jesús, el Cristo.
*****************
2on Aniversari del Papa
FRANCESC
Encara que parli més amb gestos que amb paraules, al papa Francesc n'ha tingut prou amb
7 paraules
per canviar
el pas de l'Església catòlica.
TENDRESA.
La tendresa és la protagonista del
seu estil, l'ingredient amb el que suavitza els seus gestos, i la seva
estratègia per convertir el món en un lloc més humà.
SORTIR.
El seu document programàtic es diu
"Evangelii Gaudium" i és una apassionada invitació a tots els
catòlics a sortir personalment de la comoditat i proposar amb audàcia el
missatge cristià.
"Vull que l'Església surti al carrer, vull que ens defensem de tot el que sigui mundanitat, del que sigui instal•lació, del que sigui comoditat, del que sigui clericalisme, del que sigui estar tancats en nosaltres mateixos.»
DESCARTAR.
Denuncia que la crueltat de la
societat "descarta" als que no li serveixen: els nens no esperats,
els pobres, els malalts, i també la gent gran.
"Li vaig preguntar a una dona ¿i els seus fills, vénen a visitar-la? '' Sí, sí, sempre vénen. Quan van venir l'última vegada? Recordo a l'anciana que va dir: Bé, per Nadal. Estàvem a l'agost.
PERIFÈRIES.
Ha canviat la geopolítica. El seu primer
viatge va ser a Lampedusa, l'illa a la qual arriben els emigrants. El primer
país europeu que va visitar va ser Albània. I la primera gira que programa a
Amèrica Llatina és per visitar Bolívia, Paraguai i Equador.
Els seus nous cardenals procedeixen d'Haití, Tonga o Burkina Faso, països amb poca o nul•la representació al Vaticà.
Diu que per comprendre la realitat cal anar a les perifèries, les perifèries de les ciutats, les del món o les perifèries existencials.
LLÀGRIMES.
Francesc pensa que les llàgrimes són
l'única resposta vàlida al dolor dels altres. És la seva manera de denunciar la
globalització de la indiferència.
"Els convido a que cadascú es pregunti: ¿jo vaig aprendre a plorar? A plorarquan veig un nen amb gana, un nen drogat al carrer, un nen que no té casa, un nen abandonat, un nen abusat, un nen usat per la societat com esclau? O el meu plor és el plor capritxós del qui plora perquè voldria alguna cosa més?"
MISERICÒRDIA.
Francesc abraça i recorda que a Déu
li entusiasma la humanitat i que sempre perdona a qui es penedeix. Per això,
convida a no cansar-se de demanar perdó.
"Déu ens comprèn, ens espera, no es cansa de perdonar si sabem tornar a Ell amb el cor penedit... Som nosaltres que ens cansem de demanar perdó ".
ALEGRIA.
El Papa proposa un nou estil de vida
basat en la senzillesa i la bondat del dia a dia. Tant que s'ha desfermat al
seu voltant un corrent d’alegria.
"Testimoniar l'alegria de la trobada amb Jesús, perquè he dit que cada trobada amb Jesús canvia la vida i cada trobada amb Jesús ens omple d'alegria, l'alegria que ve de dins. Així és el Senyor ". (full "fent camí")
Texto completo de la catequesis del
Papa en la audiencia del miércoles 25 de marzo
En la serie de catequesis dedicada a
la familia, el Santo Padre hace una parada de oración para rezar por el Sínodo
de los obispos
Publicamos a continuación la catequesis del Santo
Padre:
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días! Buenos
días pero no una bonita jornada ¿eh?
Hoy la audiencia se lleva a cabo en dos lugares
diferentes, como hacemos cuando llueve: vosotros aquí en la plaza, y muchos
enfermos en el Aula Pablo VI que siguen la audiencia a través de las pantallas
gigantes. Ahora, como un gesto de fraternal cortesía, les saludamos con un
aplauso. ¡Y no es fácil aplaudir con el paraguas en la mano! ¿Eh?
En nuestro camino de catequesis sobre la familia, hoy
es una etapa un poco especial: será una parada de oración.
El 25 de marzo en la Iglesia celebramos solemnemente
la Anunciación, inicio del misterio de la Encarnación. El arcángel Gabriel
visita a la humilde joven de Nazaret y le anuncia que concebirá y dará a luz al
Hijo de Dios. Con este Anuncio, el Señor ilumina y refuerza la fe de María,
como después hará también por su esposo José, para que Jesús pueda nacer en una
familia humana. Esto es muy bonito: nos muestra profundamente el misterio de la
Encarnación, así como Dios lo que ha querido, que comprende no solamente la
concepción en el vientre de la madre, sino también la acogida en una verdadera
familia. Hoy quisiera contemplar con vosotros la belleza de esta unión, de esta
condescendencia de Dios; y podemos hacerlo recitando juntos el Ave María, que
en la primera parte retoma precisamente las palabras que el ángel dirige a la
Virgen. Rezamos juntos:
«Dios te salve María llena eres de gracia el Señor es
contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu
vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la ahora de nuestra muerte. Amén»
Y ahora un segundo aspecto: el 25 de marzo, solemnidad
de la Anunciación, en muchos países se celebra la Jornada por la Vida. Por
esto, hace 20 años, san Juan Pablo II en esta fecha firmó la Encíclica
Evangelium vitae. Para recordar tal aniversario hoy están presentes en la plaza
muchos mienbros del Movimiento por la Vida. En la Evangelium vitae la familia
ocupa un lugar central, en cuanto es el seno de la vida humana. La palabra de
mi venerado predecesor nos recuerda que la pareja humana ha sido bendecida por
Dios desde el principio para formar una comunidad de amor y de vida, en la que
está confiada a la misión de la procreación. Los esposos cristianos, celebrando
el sacramento del Matrimonio, se hacen disponibles a honrar esta bendición, con
la gracia de Cristo, para toda la vida. La Iglesia, por su parte, se compromete
solemnemente a cuidar de la familia que hace, como don de Dios para su misma
vida, en las buenas y en las malas: la unión entre Iglesia y familia es sagrada
e inviolable. La Iglesia, como madre, no abandona nunca a la familia, tampoco
cuando está abatida, herida y mortificada de muchas formas. Ni siquiera cuando
cae en el pecado, o se aleja de la Iglesia; siempre hará de todo para tratar de
curarla y de sanarla, invitarla a la conversión y reconciliarla con el Señor.
Pues bien, si esta es la tarea, parece claro de cuánta
oración necesita la Iglesia para ser capaz, en cada tiempo, para cumplir esta
misión. Una oración llena de amor por la familia y por la vida. Una oración que
sabe alegrarse con quien se alegra y sufrir con quien sufre.
Esto es lo que, junto con mis colaboradores, hemos
pensado proponer hoy: renovar la oración por el Sínodo de los Obispos sobre la
familia. Lanzamos de nuevo este compromiso hasta el próximo octubre, cuando
tendrá lugar la Asamblea sinodal ordinaria dedicada a la familia. Quisiera que
esta oración, como todo el camino sinodal, sea animada por la compasión del
Buen Pastor por su rebaño, especialmente por las personas y las familias que
por distintos motivos están “cansadas y agobiadas, como ovejas sin pastor”.
Así, sostenida y animada por la gracia de Dios, la Iglesia podrá estar aún más
comprometida, y aún más unida, con el testimonio de la verdad del amor de Dios
y de su misericordia por las familias del mundo, ninguna excluida, tanto dentro
como fuera del redil.
Os pido por favor que no falte vuestra oración. Todos
- el Papa, los cardenales, obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, fieles
laicos - todos estamos llamados a rezar por el Sínodo. ¡Es necesario, no
lo olvidéis! Invito a rezar también a los que se sienten alejados, o que
ya no están acostumbrados a hacerlo. Esta oración por el Sínodo de la familia
es por el bien de todos. Sé que esta mañana os han dado una imagen y que la
tenéis entre las manos. Tal vez esté un poco mojada… Os invito a conservarla y
llevarla con vosotros, así en los próximos meses podéis recitarla a menudo, con
santa insistencia, como nos ha pedido Jesús. Ahora la recitamos juntos:
Jesús, María
y José,
en vosotros contemplamos
el esplendor del amor verdadero,
nos dirigimos con fe a vosotros,
Santa Familia de Nazaret
haced nuestras familias
lugares de comunión y cenáculos de oración,
auténticas escuelas del Evangelio
y pequeñas Iglesias domésticas.
Santa Familia de Nazaret,
que nunca más en las familias haya
violencia, cerrazón y división:
quien haya sido herido o escandalizado
conozca pronto el consuelo y la sanación.
Santa Familia de Nazaret,
que el próximo Sínodo de los Obispos
pueda volver a despertar en todos la conciencia
del carácter sagrado e inviolable de la familia
de su belleza en el proyecto de Dios.
Jesús, María y José,
escuchad, atended nuestra súplica. Amén.
en vosotros contemplamos
el esplendor del amor verdadero,
nos dirigimos con fe a vosotros,
Santa Familia de Nazaret
haced nuestras familias
lugares de comunión y cenáculos de oración,
auténticas escuelas del Evangelio
y pequeñas Iglesias domésticas.
Santa Familia de Nazaret,
que nunca más en las familias haya
violencia, cerrazón y división:
quien haya sido herido o escandalizado
conozca pronto el consuelo y la sanación.
Santa Familia de Nazaret,
que el próximo Sínodo de los Obispos
pueda volver a despertar en todos la conciencia
del carácter sagrado e inviolable de la familia
de su belleza en el proyecto de Dios.
Jesús, María y José,
escuchad, atended nuestra súplica. Amén.
Texto
traducido por ZENIT
(25 de marzo
de 2015)
Sta. Marta: el centro de la ley es
el amor a Dios y al prójimo
En la homilía de este jueves, el
Santo Padre recuerda que es triste ser creyente sin alegría y no hay alegría
cuando no hay fe
CIUDAD DEL VATICANO, 26 de marzo de 2015 (Zenit.org) - La alegría
no viene de la doctrina fría, sino de la fe y la esperanza de encontrar a
Jesús. Un creyente que no sabe ser feliz es triste: así lo ha asegurado el
santo padre Francisco en la homilía de esta mañana de la misa celebrada de
Santa Marta.
La alegría de Abraham que exulta en la esperanza de
convertirse en padre, tal y como promete Dios, ha guiado la reflexión del Papa
al comentar las lecturas del día. Así, ha recordado que Abraham era viejo, al
igual que su mujer Sara, pero él cree, “abre el corazón a la esperanza” y está
“lleno de consolación”. Jesús recuerda a los doctores de la ley, que Abrahán
“exultó en la esperanza” al ver su día y “se llenó de alegría”.
De este modo, el Papa ha afirmado que “esto es lo que
no entendían los doctores de la ley. No entendían la alegría de la promesa; no
entendían la alegría de la esperanza; no entendían la alegría de la alianza.
¡No entendían!” Y es que, "no sabían ser felices, porque habían perdido el
sentido de la felicidad, que solamente viene de la fe", ha observado el
Pontífice. Por eso, Francisco ha recordado que “nuestro padre Abraham ha sido
capaz de ser feliz porque tenía fe: se ha hecho justo en la fe. Estos habían
perdido la fe. ¡Eran doctores de la ley, pero sin fe! Y aún más: ¡habían
perdido la ley! Porque el centro de la ley es el amor, el amor por Dios y por
el prójimo”.
A continuación, el Santo Padre ha explicado que
“solamente tenían un sistema de doctrinas precisas y que precisaban cada día
más que nadie las tocara. Hombres sin fe, sin ley, sin ley, unidos a doctrinas
que también se convertían en una actitud casuística: ¿se puede pagar la tasa al
César, no se puede? Esta mujer, que se ha casado siete veces, ¿cuándo vaya al
cielo será mujer de esos siete? Esta casuística…. Este era su mundo, un mundo
abstracto, un mundo sin amor, un mundo sin fe, un mundo sin esperanza, un mundo
sin confianza, un mundo sin Dios. ¡Y por esto no podían ser felices!”
Por otro lado, el Obispo de Roma ha observado en
la homilía que los doctores de la ley podían también divertirse, “pero sin
alegría”, es más, “con miedo”.
“Esta es la vida sin fe en Dios, sin confianza en
Dios, sin esperanza en Dios. Y su corazón estaba petrificado”, ha advertido. De
este modo, ha reconocido que es triste ser creyente sin alegría y no hay
alegría cuando no hay fe, cuando no hay esperanza, cuando no hay ley, sino
solamente las prescripciones, la doctrina fría.
Y así, finalmente el Papa ha señalado que “la
alegría de la fe, la alegría del Evangelio es el criterio de la fe de una
persona. Sin alegría esta persona no es un verdadero creyente”. Para concluir
el Papa ha invitado a retomar las palabras de Jesús: “Abraham, vuestro padre,
exultó en la esperanza de ver mi día. Lo vio y se llenó de alegría”. De este
modo, el Santo Padre ha exhortado a pedir al Señor la gracia de ser exultantes
en la esperanza, la gracia de poder ver el día de Jesús cuando nos encontremos
con Él y la gracia de la alegría”. (RL) (SM)
27.03.15
El Papa recibirá al presidente de
Italia el 18 de abril
Será el primer encuentro entre ambos
desde el nombramiento del nuevo presidente
CIUDAD DEL VATICANO, 27 de marzo de 2015 (Zenit.org) - El
presidente de la República de Italia, Sergio Mattarella, será recibido por el
papa Francisco en el Vaticano el próximo 18 de abril. Es la primera vez que el
nuevo presidente encontrará al Santo Padre desde que fue elegido, el 3 de
febrero pasado.
Según ha comunicado el Quirinale, el encuentro tendrá
lugar a las 10 de la mañana. Además, Mattarella verá también al secretario de
estado, el cardenal Pietro Parolin. En la Sala de prensa del Vaticano, el
vicedirector, padre Ciro Benedettini confirmó la noticia.
Mattarella fue elegido presidente de Italia con un
mandato de siete años, tras la renuncia de Giorgio Napolitano, que ya había
cumplido 89 años y que ocupó el cargo institucional desde el 15 de mayo de
2006 hasta el 14 de enero de 2015.
Mattarella fue diputado de 1983 a 2008, primero por la
Democracia Cristiana, después por el Partido Popular Itaiano; la Margarita; y
el Partido Democratico. Ocupó el cargo de ministro diversas veces y su último
encargo fue el de juez constitucional.
28.03.15
Fraternalmente,
Francisco"
29.03.15
Mensaje del Papa en el 500
aniversario del nacimiento de santa Teresa
Texto completo. Francisco indica que
contemplación y acción siguen siendo el legado de la primera doctora de la
Iglesia para los cristianos del siglo XXI
MADRID, 28 de marzo de 2015 (Zenit.org) - A
continuación publicamos el mensaje que el papa
Francisco ha enviado al obispo de Ávila, monseñor Jesús García Burillo, en
el quinto centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús:
"A
Monseñor Jesús García Burillo
Obispo de Ávila
Ávila
Obispo de Ávila
Ávila
Vaticano, 28
de marzo de 2015
Querido
Hermano:
Hoy mi corazón está en Ávila, donde hace
quinientos años nació Teresa de Jesús. Pero no puedo olvidar tantos otros
lugares que conservan su memoria, por los que pasó con sus sandalias
desgastadas recorriendo caminos polvorientos: Medina del Campo, Malagón, Valladolid,
Duruelo, Toledo, Pastrana, Salamanca, Segovia, Beas de Segura, Sevilla,
Caravaca de la Cruz, Villanueva de la Jara, Palencia, Soria, Granada, Burgos y
Alba de Tormes. Además, la huella de esta preclara Reformadora sigue viva en
los cientos de conventos de carmelitas diseminados por todo el mundo. Sus hijos
e hijas en el Carmelo mantienen ardiente la luz renovadora que la Santa
encendió para bien de toda la Iglesia.
A esta insigne «maestra de espirituales», mi
predecesor, el beato Pablo VI, tuvo el inédito gesto de conferirle el título de
Doctora de la Iglesia. ¡La primera mujer Doctora de la Iglesia! Ella nos
muestra al vivo lo secreto de Dios, donde entró «por vía de la experiencia,
vivida en la santidad de una vida consagrada a la contemplación y, al mismo
tiempo, comprometida en la acción, por vía de experiencia simultáneamente
sufrida y gozada en la efusión de carismas espirituales extraordinarios»
(Homilía en la Declaración del Doctorado de Santa Teresa, 27 septiembre 1970:
AAS [1970] 592).
Nada de esto ha perdido su vigencia.
Contemplación y acción siguen siendo su legado para los cristianos del siglo
XXI. Por eso, cuánto me gustaría que pudiéramos hablar con ella, tenerla
delante y preguntarle tantas cosas. Siglos después, su testimonio y sus palabras
nos alientan a todos a adentrarnos en nuestro castillo interior y a salir
fuera, a «hacerse espaldas unos a otros... para ir adelante» (Vida 7, 22). Sí,
entrar en Dios y salir con su amor a servir a los hermanos. A esto «convida el
Señor a todos» (Camino 19,15), sea cual sea nuestra condición y el lugar que
ocupemos en la Iglesia (cf. Camino 5,5).
¿Cómo ser contemplativos en la acción? ¿Qué consejos nos das tú, Teresa,
hoy?
En la hora presente, sus primeros interlocutores
serían los religiosos y las religiosas, a los que la Santa animaría a
comprometerse sin ambages: «No, hermanas mías, no es tiempo de tratar con Dios
negocios de poca importancia» (Camino 1,5), les decía a sus monjas. Ella hoy
nos saca de la autorreferencialidad y nos impulsa a ser consagrados «en
salida», con un modo de vida austero, sin “encapotamientos” ni amarguras: «No
os apretéis, porque si el alma se comienza a encoger, es muy mala cosa para
todo lo bueno» (Camino 41,5). En este Año de la Vida Consagrada, nos enseña a
ir a lo fundamental, a no dejarle a Cristo las migajas de nuestro tiempo o de
nuestra alma, sino a llevarlo todo a ese amistoso coloquio con el Señor,
«estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama» (Vida 8,5).
¿Y sobre los sacerdotes? Santa Teresa diría
abiertamente: no los olviden en su oración. Sabemos bien que para ella fueron
apoyo, luz y guía. Consciente como era de la importancia de la predicación para
la fe de las gentes más sencillas, valoraba a los presbíteros y, «si veía a
alguno predicar con espíritu y bien, un amor particular le cobraba» (Vida
8,12). Pero, sobre todo, la Santa oraba por ellos y pedía a sus monjas que
estuvieran «todas ocupadas en oración por los que son defensores de la Iglesia
y los predicadores y letrados que la defienden» (Camino 1,2). Qué hermoso sería
que la imitáramos rezando infatigablemente por los ministros del Evangelio,
para que no se apague en ellos el entusiasmo ni el fuego del amor divino y se
entreguen del todo a Cristo y a su Iglesia, de modo que sean para los demás
brújula, bálsamo, acicate y consuelo, como lo fueron para ella. Que la plegaria
y la cercanía de los Carmelos acompañen siempre a los sacerdotes en el
ejercicio del ministerio pastoral.
¿Y a los laicos? ¿Y a las familias, que en este
año tan presentes están en el corazón de la Iglesia? Teresa fue hija de padres
piadosos y honrados. A ellos dedica unas palabras elogiosas apenas comienza el
Libro de la Vida: «El tener padres virtuosos y temerosos de Dios me bastara, si
yo no fuera tan ruin, con lo que el Señor me favorecía, para ser buena» (1,1).
De joven, cuando aún era «enemiguísima de ser monja» (Vida 2,8), se planteó
seguir el camino del matrimonio, como las chicas de su edad. Fueron muchos y
buenos los laicos con los que la Santa trató y que le facilitaron sus
fundaciones: Francisco de Salcedo, el “caballero santo”, su amiga Guiomar de
Ulloa o Antonio Gaytán, a quien le escribe alabando su estado y pidiéndole que
se alegre por ello (cf. Carta 386 2). Necesitamos hoy hombres y mujeres como
ellos, que tengan amor a la Iglesia, que colaboren con ella en su apostolado,
que no sean sólo destinatarios del Evangelio sino discípulos y misioneros de la
divina Palabra. Hay ambientes a los que sólo ellos pueden llevar el mensaje de
salvación, como fermento de una sociedad más justa y solidaria. Santa Teresa
sigue invitando a los cristianos de hoy a sumarse a la causa del Reino de Dios
y a formar hogares donde Cristo sea la roca en la que se apoyen y la meta que
corone sus anhelos.
¿Y a los jóvenes? Mujer inquieta, vivió su
juventud con la alegría propia de esta etapa de la vida. Nunca perdió ese
espíritu jovial que ha quedado reflejado en tantas máximas que retratan sus
cualidades y su talante emprendedor. Estaba convencida de que hay que «tener
una santa osadía, que Dios ayuda a los fuertes» (Camino 16,12). Esa confianza
en Dios la empujaba a ir siempre adelante, sin ahorrar sacrificios ni pensar en
sí misma con tal de amar al prójimo: «Son menester amigos fuertes de Dios para
sustentar a los flacos» (Vida 15,5). Así puso de manifiesto que miedo y
juventud no se casan. Que el ejemplo de la Santa infunda valentía a las
nuevas generaciones, para que no se les arrugue «el ánima y el ánimo» (Camino
41,8). Sobre todo, cuando descubran que merece la pena seguir a Cristo de por
vida, como lo hicieron aquellas primeras monjas Carmelitas Descalzas que, en
medio de no pocas contrariedades, abrieron las puertas del primer
“palomarcico”, un 24 de agosto de 1562. De la mano de Teresa, los jóvenes
tendrán valor para huir de la mediocridad y la tibieza y albergar en su alma
grandes deseos, nobles aspiraciones dignas de las mejores causas. Me parece
oírla ahora advertirles con su gracejo que si no tienen altas miras serán como
«sapos», que caminan lenta y rastreramente, y se contentarán con «sólo cazar
lagartijas», dando importancia a minucias en lugar de a las cosas que cuentan
de verdad (cf. Vida 13,3).
Y, de modo especial, ruego a Santa Teresa que nos
regale la devoción y el fervor que ella tenía a san José. Harto bien haría que
los que pasan por la prueba del dolor, la enfermedad, la soledad, quienes se
sienten agobiados o entristecidos recurrieran a este insigne Patriarca con el
amor y la confianza con que lo hacía la Santa. Te confieso, querido Hermano,
que a menudo le hablo a san José de mis preocupaciones y problemas y, como
ella, «no me acuerdo hasta ahora haberle suplicado cosa que la haya dejado de
hacer... A otros santos parece les dio el Señor gracia para socorrer en una
necesidad, a este glorioso Santo tengo experiencia que socorre en todas y que
quiere el Señor darnos a entender que así como le fue sujeto en la tierra -que
como tenía el nombre de padre, siendo ayo, le podía mandar-, así en el cielo
hace cuanto le pide» (Vida 6,6). «Glorioso Patriarca San José, cuyo poder sabe
hacer posibles las cosas imposibles... Muéstrame que tu bondad es tan grande
como tu poder», dice una antigua oración inspirada en la experiencia de la
Santa.
Querido Hermano, te pido, por favor, que reces y
hagas rezar por mí y mi servicio al santo Pueblo fiel de Dios. Por mi parte,
encomiendo a cuantos celebran este V Centenario a la intercesión de Santa
Teresa, para que alcance del cielo todo lo que necesiten para ser de Jesús,
como ella, y con la experiencia de su amor, puedan construir una sociedad
mejor, en donde nadie quede excluido y se promueva la cultura del encuentro,
del diálogo, de la reconciliación y la paz.
Que Jesús te bendiga y la Virgen Santa te cuide.Fraternalmente,
Francisco"
29.03.15
MENJADOR DEL VATICÀ:
"La pedra del dolor s’ha mogut deixant espai per a l’esperança.
Aquest és el gran misteri de la Pasqua!"
Audiència
general del papa Francesc a la plaça de Sant Pere del Vaticà. Dimecres
1 d'abril de 2014
Estimats germans i germanes, bon dia!.
Demà
és Dijous Sant. A la tarda, amb la Santa Missa “en la Cena del Senyor”,
començarà el Tridu Pasqual de la passió, mort i resurrecció de Crist,
que és la culminació de tot l’any litúrgic i també la culminació de la nostra
vida cristiana.
El
Tridu s’obre amb la commemoració del Sant Sopar. Jesús, la vigília de la seva
passió, va oferir al Pare el seu cos i la seva sang sota les espècies del pa i
del vi i, donant-los com aliment als Apòstols, els va manar que en perpetuessin
l’oferta en memòria seva. L’Evangeli d’aquesta celebració, recordant el lavatori
dels peus, expressa el mateix significat de l’Eucaristia des d’un altre
punt de vista. Jesús –com un servent– renta els peus de Simó Pere i dels altres
onze deixebles (cfr Jn 13,4-5). Amb aquest gest profètic, els expressa
el sentit de la seva vida i de la seva passió, com a servei a Déu i als
germans: «El Fill de l’home no ha vingut a ser servit, sinó a servir» (Mc
10,45).
Això
també va passar en el nostre Baptisme, quan la gràcia de Déu ens ha rentat del
pecat i ens revesteix de Crist (cfr Col 3,10). Això succeeix cada vegada
que fem el memorial del Senyor en l’Eucaristia: fem comunió amb el Crist
Servent per obeir el seu manament, el d’estimar-nos com Ell ens ha estimat (cfr
Jn 13,34; 15,12). Si ens acostem a la santa Comunió sense estar
sincerament disposats a rentar-nos els peus els uns als altres, nosaltres no
reconeixem el Cos del Senyor. És el servei de Jesús que es lliura totalment a
si mateix.
Després,
el dia següent, en la litúrgia del Divendres Sant meditem el misteri de
la mort de Crist i adorem la Creu. En els últims moments de vida, abans de
lliurar el seu esperit al Pare, Jesús va dir: «S’ha complert!» (Jn
19,30). Què vol dir aquesta paraula?, que Jesús diu: “S’ha complert”? Significa
que l’obra de la salvació s’ha complert, que totes les Escriptures troben la
seva plena realització en l’amor de Crist, Anyell immolat. Jesús, amb el seu
Sacrifici, ha transformat la major iniquitat en el més gran amor.
A
través dels segles hi ha homes i dones que amb el testimoni de les seves vides
reflecteixen un raig d’aquest amor perfecte, ple, incontaminat. M’agrada
recordar un heroic testimoni dels nostres dies, Don Andrea Santoro, sacerdot de
la diòcesi de Roma i missioner a Turquia. Pocs dies abans de ser assassinat a
Trebisonda, escrivia: «Sóc aquí per habitar enmig d’aquesta gent i permetre a
Jesús de fer-ho a través meu… Hom esdevé capaç de salvació només oferint la
pròpia carn. Es porta el mal del món i es comparteix el dolor, absorbint-los en
la pròpia carn fins el fons, com ho va fer Jesús» (A. Polselli, Don Andrea
Santoro, le eredità, Città Nuova, Roma 2008, p. 31). Aquest exemple d’un
home dels nostres temps, i tants altres, ens ajuden a oferir la nostra vida com
un do d’amor als germans, a imitació de Jesús. I també avui hi ha tants homes i
dones, veritables màrtirs que ofereixen la seva vida amb Jesús per confessar la
fe, només per aquest motiu. És un servei, servei del testimoniatge cristià fins
a la sang, servei que ens ha fet el Crist: ens ha redimit fins al final. Aquest
és el significat d’aquella paraula “S’ha complert”. Que bonic seria que tots
nosaltres, quan acabi la nostra vida, amb els nostres errors, els nostres
pecats, també amb les nostres bones obres, amb el nostre amor al proïsme, poguéssim
dir al Pare com Jesús: “S’ha complert”; no amb la perfecció amb què Ell ho va
dir, però dir: “Senyor, he fet tot el que he pogut. S’ha complert”. Adorant la
Creu, mirant Jesús, pensem en l’amor, en el servei, en la nostra vida, en els
màrtirs cristians, i també ens farà bé pensar en la fi de la nostra vida. Ningú
de nosaltres sap quan succeirà això, però podem demanar la gràcia de poder dir:
“Pare, he fet el que podia. He complert”.
El Dissabte
Sant és el dia en el qual l’Església contempla el “repòs” de Crist en
la tomba després del combat victoriós de la creu. El Dissabte Sant l’Església,
altra vegada, s’identifica amb Maria: tota la seva fe queda recollida en Ella,
la primera i perfecta deixeble, la primera i perfecta creient. En la foscor que
envolta la creació, només Ella té encesa la flama de la fe, esperant contra
tota esperança (cfr Rm 4,18) en la Resurrecció de Jesús.
I en
la gran Vetlla Pasqual, en la qual ressona altra vegada l’Alleluia,
celebrem Crist Ressuscitat centre i fi de l’univers i de la història; vetllem
plens d’esperança esperant el seu retorn, quan la Pasqua tindrà la seva plena
manifestació.
A
vegades sembla que la foscor de la nit penetri en l’ànima; a vegades pensem:
“ara no hi ha res més a fer”, i el cor ja no troba la força d’estimar… Però en
aquesta foscor Crist encén el foc de l’amor de Déu: una resplendor trenca la
foscor i anuncia un nou inici, quelcom comença en la foscor més profunda.
Nosaltres sabem que la nit és “més nit”, és més fosca abans que comenci
el dia. Però en aquella foscor és Crist qui guanya i qui encén el foc de
l’amor. La pedra del dolor s’ha mogut deixant espai per a l’esperança. Aquest
és el gran misteri de la Pasqua! En aquesta santa nit l’Església ens lliura la
llum del Ressuscitat, perquè en nosaltres no hi hagi la tristor de qui diu,
“ara…”, sinó l’esperança de qui s’obre a un present ple de futur: Crist
ha vençut la mort, i nosaltres amb Ell. La nostra vida no s’acaba davant de la
llosa d’un sepulcre, la nostra vida va més enllà amb l’esperança en Crist que
ha ressuscitat realment d’aquell sepulcre. Com a cristians estem cridats a ser
sentinelles del matí, que saben veure els senyals del Ressuscitat, com ho van
fer les dones i els deixebles que van anar a la tomba en trencar l’alba del
primer dia de la setmana.
Estimats
germans i germanes, en aquests dies del Tridu Sant no ens limitem a commemorar
la passió del Senyor, sinó que entrem en el misteri, fem nostres els
seus sentiments, els seus compromisos, com ens invita a fer-ho l’apòstol Pau:
«Tingueu en vosaltres els mateixos sentiments de Crist Jesús” (Fil 2,5).
Aleshores la nostra serà una “bona Pasqua”.
Traducció: Josep Ma Torrents –Catalunya Religió
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