El Papa en el encuentro ecuménico asegura que solo el amor borra los
prejuicios
Francisco concluye la segunda
jornada del viaje a Armenia, recordando que la unidad no es un beneficio
estratégico para buscar mutuos intereses
25 junio
2016
Papa
Francisco y Karekin II
Ciudad del
Vaticano).- El papa
Francisco ha concluido la segunda jornada de su viaje a Armenia con un
encuentro ecuménico y oración por la paz en la plaza de la República de la
capital, Ereván. En encuentro en el que el Santo Padre ha pedido que se
retome el camino de reconciliación entre el pueblo armenio y el pueblo turco,
y que la paz brote también en el Nagorno Karabaj, la zona de conflicto con
Azerbaiyán.
El Pontífice, reflexionado sobre la unidad entre
las Iglesias, ha recordado que en los años pasados, se han intensificado las
visitas y los encuentros “entre nuestras Iglesias, siendo siempre muy cordiales
y con frecuencia memorables”. Además, ha explicado que la unidad no es un
beneficio estratégico para buscar mutuos intereses, “sino lo que Jesús nos
pide y que depende de nosotros cumplir con buena voluntad y con todas las
fuerzas, para realizar nuestra misión”, es decir, “ofrecer al mundo, con
coherencia, el Evangelio”.
El encuentro se ha celebrado en armenio e italiano y
después de la oración del Padre Nuestro, cada uno en su lengua, y las lecturas,
también el Catholicós Karekin II, ha dirigido unas palabras a los presentes,
invocando la paz y animando a la unidad. Por su parte, el Papa ha
asegurado que ha llegado a este país, el primero en abrazar la fe cristiana,
como peregrino y para mostrarles el “afecto de vuestro hermano, es el abrazo
fraterno de toda la Iglesia Católica, que os quiere y que está cerca de
vosotros”.
El Santo Padre ha invitado a compartir con gran
alegría los muchos pasos de un camino común que ya está muy avanzado, y
mirar con confianza al día en que “estaremos unidos junto al altar del
sacrificio de Cristo, en la plenitud de la comunión eucarística”.
En este trayecto, ha observado Francisco, preceden de
forma particular los mártires, “nuestras estrellas en el cielo”, que
“resplandecen sobre nosotros” e “indican el camino que nos falta por recorrer
en la tierra hacia la comunión plena”.
A propósito de la unidad, el Papa ha indicado que “es
hermoso estar aquí reunidos para rezar unos por otros, unos con otros”.
Por eso ha precisado que es, sobre todo, el don de la oración el “que he
venido a pediros esta tarde”. Solo el amor, ha indicado el Papa, borra los
prejuicios y permite reconocer que la apertura al hermano purifica y mejora las
propias convicciones. Estamos llamados –ha asegurado– a tener la
valentía de dejar las convicciones rígidas y los intereses propios, en nombre
del amor que se abaja y se da, en nombre del amor humilde. Y ha pedido
seguir este camino con determinación y correr hacia la plena comunión.
Por otro lado, reflexionando sobre la paz, el Papa ha
dirigido su pensamiento a las poblaciones forzadas a abandonar todo, de modo
particular en Oriente Medio, donde sufren violencia y persecución a causa del
odio y de conflictos, fomentados siempre “por la plaga de la proliferación y del
comercio de armas”, “por la tentación de recurrir a la fuerza” y “por la falta
de respeto a la persona humana, especialmente a los débiles, a los pobres y a
los que piden sólo una vida digna”.
A continuación, ha hablado nuevamente del “Gran Mal”
que abatió a Armenia, asegurando que “este trágico misterio de iniquidad que
vuestro pueblo ha experimentado en su carne, permanece impreso en la memoria y
arde en el corazón”. Y recordar el sufrimiento de este pueblo, ha asegurado
Francisco, no es solo oportuno, sino necesario. Y así pueda ser una advertencia
“para que el mundo no caiga jamás en la espiral de horrores semejantes”.
Asimismo ha subrayado que las heridas que permanecen
abiertas y que han sido producidas por el odio feroz e insensato, pueden “conformarse
a las de Cristo resucitado”. Y ha indicado que también el dolor más
grande, transformado por el poder salvífico de la cruz, de la cual los
Armenios son heraldos y testigos, “puede ser una semilla de paz para el
futuro”.
El Pontífice ha invitado a todos a comprometerse para
poner las bases de un futuro que no se deje absorber por la fuerza engañosa de
la venganza. Un futuro, “donde no nos cansemos jamás de crear las condiciones
por la paz”: un trabajo digno para todos, el cuidado de los más necesitados y
la lucha sin tregua contra la corrupción, que tiene que ser erradicada.
Para finalizar el Santo Padre, saludando también a los
armenios en la diáspora, les ha asegurado que todo el mundo necesita de su
mensaje, presencia y testimonio más puro.
Antes del encuentro ecuménico, el Pontífice y el
Catholicós visitaron la Catedral Armenia Apostólica “Yot Verk”. Allí fue
recibido por el Catholicós y ambos entraron en procesión. En el interior de la
Catedral había algunos obispos Armenio-Apostólicos y un pequeño grupo de
discapacitados y refugiados sirios. Francisco y Karekin II se detuvieron en
oración silenciosa frente al ícono mariano de las siete llagas y después
veneraron el Crucifijo. Al final, el Papa impartió la bendición. A la salida,
el Santo Padre recibió un regalo de una benefactora argentina y se dirigió a la
Catedral de los Santos Mártires.
La Catedral Armenia Católica de los Santos Mártires de
Gyumri, también está en la plaza Vartanants. A la entrada les estaban esperando
el Ordinario para los Armenios Católicos de la Europa Oriental, el arzobispo
Raphael François Minassian, y el párroco. En el interior de la Catedral había
algunos benefactores de la Iglesia Armenio Católica. Después de la entrada en
procesión y de la oración del Papa, el Catholicós impartió la bendición.
26.06.16
Francisco
y Karekin II piden abrir el corazón y las manos a las víctimas de la guerra y
el terrorismo
El Santo Padre y el supremo
patriarca y Catholicós de todos los armenios firman una declaración conjunta
26 junio
2016
Roma).- El papa Francisco y el supremo patriarca y Catholicós
de todos los armenios, Karekin II, han firmado una declaración conjunta, en la
tarde del domingo antes del último encuentro organizado en la visita a Armenia.
De este modo, ambos recuerdan que lamentablemente
somos testigos de una inmensa tragedia que sucede delante de nuestros ojos.
“Innumerables personas inocentes asesinadas, deportadas y obligadas a un
doloroso e incierto exilio de continuos conflictos con base étnica, política y
religiosa en Oriente Medio y otras partes del mundo”, advierten.
Al respecto, recuerdan que como consecuencia, minorías
étnicas y religiosas se han convertido en el objetivos de persecuciones y de
trato cruel, hasta el punto que tales sufrimientos “por motivo de pertenencia a
una confesión religiosa” se han convertido en una realidad cotidiana”. Por eso
reconocen que los mártires “pertenecen a todas las Iglesias y su sufrimiento
constituye” un “ecumenismo de la sangre” que trasciende a las divisiones
históricas entre los cristianos, llamando a todos a “promover la unidad visible
de los discípulos de Cristo”.
El Papa y Karekin II rezan unidos por “un cambio en el
corazones de todos los que cometen estos crímenes y en aquellos que están en
condiciones de parar la violencia”. De este modo piden a los jefes de las
naciones que “escuchen la petición de millones de seres humanos” que esperan
con ansia “paz y justicia en el mundo” y piden “el respeto de sus derechos
atribuidos por Dios, que necesitan urgentemente pan, no armas”.
En esta misma línea se lamentan que estamos asistiendo
a una presentación de las religiones y los valores religiosos “de una forma
fundamentalista” que es usada para justificar la difusión del odio, de la
discriminación y la violencia”. Además, precisan que “el respeto por las
diferentes religiones” es la condición necesaria “para la pacífica convivencia
de distintas comunidades étnicas y religiosas”.
Como cristianos estamos llamados –reconocen– a buscar
y desarrollar caminos de reconciliación y de paz. En concreto, expresan su
esperanza por una solución pacífica en las cuestiones de Nagorno-Karabakh, zona
de conflicto entre Armenia y Azerbaiyán.
El Pontífice y el Patriarca piden a los fieles de sus
Iglesias “abrir el corazón y las manos a las víctimas de la guerra y del
terrorismo, a los refugiados y sus familias”. Está en juego –advierten– el
sentido mismo de nuestra humanidad, de nuestra solidaridad, compasión y
generosidad, que puede ser expresado de forma apropiada “solamente mediante un
inmediato y práctico uso de recursos”.
Por otro lado, se muestran también preocupados por la
crisis de la familia en muchos países. Aseguran que la Iglesia Apostólica
Armenia y la Iglesia Católica “comparten la misma visión de la familia, basada
en el matrimonio, acto de gratuidad y de amor fiel entre un hombre y una
mujer”.
En la declaración, confirman que a pesar de las
persistentes divisiones entre cristianos, “hemos comprendido más claramente que
lo que nos une es mucho más de lo que nos separa”. Hoy estamos convencidos
–precisan– de la importancia crucial para desarrollar estas relaciones,
emprendiendo una profunda y más decisiva colaboración no solo en campo
teológico, sino también en la oración y en una activa cooperación a nivel de
las comunidades locales, en la perspectiva de compartir una plena comunión y
expresiones concretas de unidad.
Finalmente, Francisco y Karekin II exhortan a los
fieles a “trabajar en armonía para promover en la sociedad los valores
cristianos, que contribuyen eficazmente a la construcción de una civilización
de justicia, de paz y de solidaridad humana”.
27.06.16
Le preguntaron al Papa por qué decidió añadir la palabra “genocidio” en el discurso en el Palacio Presidencial, palabra que no estaba escrita en el discurso original. De este modo, Francisco pudo explicar que en Argentina cuando se hablaba del exterminio armenio, siempre se usaba la palabra genocidio. “Yo no conocía otra”, aseguró. Y fue cuando llegó a Roma que le dijeron que la palabra genocidio es “ofensiva” y que es mejor usar ‘Gran Mal’. Además explicó que también quería subrayar en el discurso que en este genocidio, como en los otros, “las grandes potencias internacionales miraban para otro lado”.
El Santo Padre recordó que Benedicto XVI es papa emérito, “él dijo claramente ese 11 de febrero de 2013 que daba su dimisión a partir del 28 de febrero, que se retiraba a ayudar a la Iglesia con la oración”.
Del mismo modo, indicó que le fue a ver muchas veces, habla con él por teléfono, se escriben cartas. “Y muchas veces dije que es una gracia tener en casa al abuelo sabio. También se lo dije en la cara y él se ríe”, contó Francisco. También le agradeció haber abierto la puerta a los papas eméritos. “Y él, con coraje y con oración, y también con ciencia y con teología, decidió abrir esta puerta”, precisó el Pontífice asegurando que cree que “es bueno para la Iglesia”.
Tal y como indicó Francisco “se dio un paso hacia adelante, no con el 100%, pero un paso adelante”. Y manifestó que “el resultado es positivo, el solo hecho de que estas Iglesias se hayan reunido en nombre de la ortodoxia para mirarse a la cara, para rezar juntos y para hablar, es muy positivo”.
El Papa viajará a Suecia en octubre para conmemorar este evento. Por eso, respondiendo a la pregunta del periodista indicó que las intenciones de Martín Lutero “no eran equivocadas, era un reformador”. Pero precisó que quizá algunos métodos “no eran los correctos”. Al respecto indicó que “debemos meternos en la historia de aquel tiempo, no es una historia fácil de comprender”.
Un periodista le dijo al Papa que hace unos días, el cardenal Marx en una conferencia en Dublín sobre la Iglesia del mundo moderno, dijo que la Iglesia católica debe pedir disculpas a la comunidad gay por haber marginado a estas personas. Por eso le preguntó al Papa qué pensaba al respecto, especialmente después de la tragedia sucedida en Orlando. De este modo, el Santo Padre subrayó lo que ya dijo en el primer viaje, lo que dice el catecismo de la Iglesia católica: “que no sean discriminados, que deben ser respetados, acompañados pastoralmente”.
Y aseguró que la Iglesia no solo debe pedir disculpas a la persona que es gay a la que se ha ofendido, “sino también pedir disculpas a los pobres también, a las mujeres explotadas, a los niños explotados en el trabajo. Debe pedir disculpas por haber bendecido tantas armas. La Iglesia debe pedir disculpas por no haberse comportado muchas veces”. Y cuando dice Iglesia, “digo los cristianos”. Porque –recordó el Papa– la Iglesia es santa, los pecadores somos nosotros. Pero también recordó que hay muchos santos, que “no se ven porque la santidad es pudorosa, se esconde”.
El Pontífice recordó que en los primeros años de la Iglesia, ciertamente existían estas mujeres que ayudaban al obispo y ayudaban en tres cosas: en el bautismo de las mujeres, porque era por inmersión; en la unción prebautismal de las mujeres, y tercero cuando una mujer iba al obispo porque el marido le pegaba, el obispo llamaba a una de estas diaconisas para controlar las marcas en el cuerpo.
Y el Papa dijo se puede estudiar y crear una comisión y ya ha pedido una lista de gente que pudiera formar parte de ella. Del mismo modo, aprovechó la ocasión para explicar que para él “la función de la mujer no es tan importante como el pensamiento de la mujer”. La mujer –precisó– piensa de otro modo que nosotros los hombres y no se puede tomar una decisión buena y justa sin escuchar a las mujeres. E insistió una vez más “es más importante el modo de comprender, de pensar y de ver de las mujeres que la funcionalidad de la mujer”.
En Azerbaiyán –indicó el Papa– yo hablaré a los azeríes de la verdad, de lo que siento, de lo que he visto. También les animaré a ellos. Diré también –observó– que no hacer la paz por un pedacito de tierra, porque no es gran cosa, significa algo oscuro. “Esto se lo digo a todos, sea a los armenios, sea a los azeríes”, añadió.
Yo quisiera ir a ese lugar del horror sin discursos, sin gente, solamente los pocos necesarios, precisó el Santo Padre. “Pero sin saludar a este, a este, a este. Yo solo, entrar, rezar… Y que el Señor me dé la gracia de rezar”, concluyó.
El Papa: ‘Europa necesita creatividad y fecundidad’
El Santo Padre respondió a las
preguntas de los periodistas en el avión de regreso en el avión
27 junio
2016
Ciudad del
Vaticano).- El papa
Francisco ha concluido este domingo el 14º viaje de su pontificado, tres días
que le han llevado hasta Armenia, primer país que abrazó la fe cristiana.
Después de tres días intensos de encuentros, el Santo Padre, en el vuelo de
regreso a Roma, respondió a las preguntas que le hicieron los periodistas que
le acompañan en el vuelo papal. Fueron muchos los temas abordados, desde temas
de actualidad como el conflicto de Armenia y Azerbaiyán o el resultado del
referéndum en Reino Unido. Y también se afrontaron temas de Iglesia, como del
papa emérito, de la creación de la comisión de las mujeres diácono p de la
importancia de pedir perdón a los homosexuales.
Brexit
A propósito de la salida del Reino Unido de la Unión Europea por el referéndum que votaron el pasado viernes, el Pontífice explicó que “hay un aire de división, no solo en Europa, en los mismos países”, poniendo como ejemplo Cataluña y Escocia. Por eso indicó que estas divisiones no es que sean peligrosas, pero hay que estudiarlas bien, y “antes de dar un paso adelante para una división, hablar bien entre nosotros y buscar soluciones viables”. Del mismo modo aseguró que hay que pensar otra forma de Unión Europea, “ser creativos”. Hoy las dos palabras claves para la Unión Europea son: “creatividad y fecundidad”.
A propósito de la salida del Reino Unido de la Unión Europea por el referéndum que votaron el pasado viernes, el Pontífice explicó que “hay un aire de división, no solo en Europa, en los mismos países”, poniendo como ejemplo Cataluña y Escocia. Por eso indicó que estas divisiones no es que sean peligrosas, pero hay que estudiarlas bien, y “antes de dar un paso adelante para una división, hablar bien entre nosotros y buscar soluciones viables”. Del mismo modo aseguró que hay que pensar otra forma de Unión Europea, “ser creativos”. Hoy las dos palabras claves para la Unión Europea son: “creatividad y fecundidad”.
Genocidio armenio
Le preguntaron al Papa por qué decidió añadir la palabra “genocidio” en el discurso en el Palacio Presidencial, palabra que no estaba escrita en el discurso original. De este modo, Francisco pudo explicar que en Argentina cuando se hablaba del exterminio armenio, siempre se usaba la palabra genocidio. “Yo no conocía otra”, aseguró. Y fue cuando llegó a Roma que le dijeron que la palabra genocidio es “ofensiva” y que es mejor usar ‘Gran Mal’. Además explicó que también quería subrayar en el discurso que en este genocidio, como en los otros, “las grandes potencias internacionales miraban para otro lado”.
Papa emérito
El Santo Padre recordó que Benedicto XVI es papa emérito, “él dijo claramente ese 11 de febrero de 2013 que daba su dimisión a partir del 28 de febrero, que se retiraba a ayudar a la Iglesia con la oración”.
Del mismo modo, indicó que le fue a ver muchas veces, habla con él por teléfono, se escriben cartas. “Y muchas veces dije que es una gracia tener en casa al abuelo sabio. También se lo dije en la cara y él se ríe”, contó Francisco. También le agradeció haber abierto la puerta a los papas eméritos. “Y él, con coraje y con oración, y también con ciencia y con teología, decidió abrir esta puerta”, precisó el Pontífice asegurando que cree que “es bueno para la Iglesia”.
Concilio Pan-Ortodoxo
Tal y como indicó Francisco “se dio un paso hacia adelante, no con el 100%, pero un paso adelante”. Y manifestó que “el resultado es positivo, el solo hecho de que estas Iglesias se hayan reunido en nombre de la ortodoxia para mirarse a la cara, para rezar juntos y para hablar, es muy positivo”.
Conmemoración de los 50 años de la Reforma
El Papa viajará a Suecia en octubre para conmemorar este evento. Por eso, respondiendo a la pregunta del periodista indicó que las intenciones de Martín Lutero “no eran equivocadas, era un reformador”. Pero precisó que quizá algunos métodos “no eran los correctos”. Al respecto indicó que “debemos meternos en la historia de aquel tiempo, no es una historia fácil de comprender”.
Pedir perdón a los homosexuales
Un periodista le dijo al Papa que hace unos días, el cardenal Marx en una conferencia en Dublín sobre la Iglesia del mundo moderno, dijo que la Iglesia católica debe pedir disculpas a la comunidad gay por haber marginado a estas personas. Por eso le preguntó al Papa qué pensaba al respecto, especialmente después de la tragedia sucedida en Orlando. De este modo, el Santo Padre subrayó lo que ya dijo en el primer viaje, lo que dice el catecismo de la Iglesia católica: “que no sean discriminados, que deben ser respetados, acompañados pastoralmente”.
Y aseguró que la Iglesia no solo debe pedir disculpas a la persona que es gay a la que se ha ofendido, “sino también pedir disculpas a los pobres también, a las mujeres explotadas, a los niños explotados en el trabajo. Debe pedir disculpas por haber bendecido tantas armas. La Iglesia debe pedir disculpas por no haberse comportado muchas veces”. Y cuando dice Iglesia, “digo los cristianos”. Porque –recordó el Papa– la Iglesia es santa, los pecadores somos nosotros. Pero también recordó que hay muchos santos, que “no se ven porque la santidad es pudorosa, se esconde”.
Comisión mujeres diácono
El Pontífice recordó que en los primeros años de la Iglesia, ciertamente existían estas mujeres que ayudaban al obispo y ayudaban en tres cosas: en el bautismo de las mujeres, porque era por inmersión; en la unción prebautismal de las mujeres, y tercero cuando una mujer iba al obispo porque el marido le pegaba, el obispo llamaba a una de estas diaconisas para controlar las marcas en el cuerpo.
Y el Papa dijo se puede estudiar y crear una comisión y ya ha pedido una lista de gente que pudiera formar parte de ella. Del mismo modo, aprovechó la ocasión para explicar que para él “la función de la mujer no es tan importante como el pensamiento de la mujer”. La mujer –precisó– piensa de otro modo que nosotros los hombres y no se puede tomar una decisión buena y justa sin escuchar a las mujeres. E insistió una vez más “es más importante el modo de comprender, de pensar y de ver de las mujeres que la funcionalidad de la mujer”.
Visita Azerbaiyán en septiembre
En Azerbaiyán –indicó el Papa– yo hablaré a los azeríes de la verdad, de lo que siento, de lo que he visto. También les animaré a ellos. Diré también –observó– que no hacer la paz por un pedacito de tierra, porque no es gran cosa, significa algo oscuro. “Esto se lo digo a todos, sea a los armenios, sea a los azeríes”, añadió.
Visita a Auschwitz en julio
Yo quisiera ir a ese lugar del horror sin discursos, sin gente, solamente los pocos necesarios, precisó el Santo Padre. “Pero sin saludar a este, a este, a este. Yo solo, entrar, rezar… Y que el Señor me dé la gracia de rezar”, concluyó.
28.06.16
VOLVER A LEER EL EVANGELIO
Escrito por Gerardo Villar
·
No lo veo claro. Veo que hay una gran conmoción en el mundo cristiano ante
las actitudes, palabras y hechos del papa. Pero, siendo sincero, lo que yo
estoy palpando, es que no estamos avanzando gran cosa en la vivencia cristiana.
La participación en las celebraciones, los grupos de catequesis de jóvenes y de
adultos, el compartir y la justicia con los empobrecidos, no la veo crecer.
Es más, sigue su curso de decaimiento. Todos decimos “¡qué papa más majo!”
pero ahí se queda todo. Estoy notando en nuestro país que las orientaciones
episcopales y pastorales no avanzan en línea de evangelio.
Quiero señalar varias causas que a mi me parece que habría que trabajar:
1. Anuncio del
evangelio. No estamos cambiando el lenguaje y seguimos repitiendo los mismos
conceptos y con las misas expresiones de hace muchos siglos. Ante el cambio
enorme cultural, a mi entender, se requiere un lenguaje distinto y una
insistencia enorme en la vida y hechos de Jesús. En el credo de la misa y en la
catequesis, afirmamos expresiones muy abstractas, conceptuales y no recordamos
la vida de Jesús. Una primera labor, sería poner la vida y el misterio de Jesús
con palabras castellanas que tengan incidencia y entren en nuestras vidas (¿qué
dice hoy eso “de engendrado, no creado”?) ¿No sería bueno una labor de
traducción a nuestros días? Y recordar más dichos y hechos de Jesús, no
filosofía, menos teología y más palabras y dichos de Jesús.
2. Hemos imaginado a
Dios muchas veces a nuestra manera. Así estamos todo el día intentando
conquistarle, conseguir su ayuda. Precisamos el salto de vivir a Dios, en quien
estamos, existimos y vivimos. Y nuestras oraciones que no sean solo pedir, sino
acoger, celebrar, vivir, agradecer. Hablamos mucho en la misa y contemplamos
poco. Hay poco silencio, poca contemplación del misterio y de la vida.
3. Se precisa una
revisión de signos de poder que en otro momento decían algo de evangelio.
Cambiarlo por formas de hoy día, sacadas del evangelio: la custodia, el palio,
los estandartes, las ropas… Son signos de poder y mando de otros momentos. Hoy
contrastan con el Evangelio. He puesto en los altares, carteles, tales como
“presos refugiados”…
4. Todas las oraciones
acaban pidiendo la vida eterna. Si ya Dios nos la da en Jesucristo, ¿no sería
preferible llevar esa salvación a las realidades de hoy en los hermanos que
sufren?
5. Los fieles
responden generosamente siempre que se trata de mejorar el edificio del templo,
comprar nueva s imágenes, poner nuevos adornos… ¿No podríamos caminar hacia
emplear ese dinero en crear fuentes de vida para los empobrecidos?
6. Partimos en
nuestras celebraciones de una cosmogonía judía, cielo arriba… ¿No es preciso
cambiar ese lenguaje y descubrir a Dios en lo santo de cada persona y de cada
cosa, porque Él está ahí presente?
7. Es precioso partir
de que hoy muchas personas no son creyentes sino religiosas. Eso requiere
transmitir, contagiar las Palabras, hechos, vida, muerte y resurrección de
Jesús. Aprender a vivir el silencio y la presencia de Jesús.
En el evangelio Jesús provocaba con su palabra y sus hechos. Siento que hoy
es preciso el escándalo como lo hacia Jesús y como impacta. Los paños calientes
dulcifican pero no sanan.
No entro en multitud de acciones que requieren un cambio radical. Pero sí
quiero remarcar la necesidad de implicación de los seglares. Necesitamos una
iglesia construida y edificada por seglares, donde no sean simplemente miembros
obedientes sino donde sean parte activa, deliberante y comprometida. Bonita
ocasión tenemos con la escasez de sacerdotes. Es una oportunidad para ser una
iglesia de todos-as.
Nuestras parroquias se van quedando solamente con personas mayores. Lo
considero una llamada. No pasa nada. Purifiquemos nuestra fe. Pasemos de la
religiosidad a una fe cristiana.
Todos admiramos los gestos, los hechos, los dichos del papa, pero si la
base no cambiamos, nos quedamos en la admiración, en el aplauso, pero no
llevamos nuestras vidas al evangelio.
Sueño con una iglesia en la que todas
las personas leyésemos de nuevo el evangelio letra a letra y lo aplicásemos a
nuestra vida. Eso sí que nos va a transformar.
Los actos masivos, las declaraciones no acaban de cambiarnos.
Gerardo Villar
29.06.16
El
Papa reza por las víctimas del atentado en el aeropuerto de Estambul
El atentado lleva un saldo
provisorio de 41 muertos y más de 200 heridos
29 junio
2016
Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco rezó este domingo durante la oración del ángelus en
la Plaza de San Pedro, por las víctimas y los familiares del atentado
terrorista perpetrado anoche en Turquía
“Queridos hermanos y hermanas, ayer por la noche en
Estambul se cumplió un terrible ataque terrorista, que ha asesinado y herido a muchas
personas”, dijo el Santo Padre a los miles de fieles y peregrinos que se
encontraban allí reunidos en el día de la fiesta de San Pedro y San
Pablo.
“Recemos por las víctimas, por los familiares y por el
querido pueblo turco” señaló el Papa, que realizó su sexto viaje internacional
a dicho país del 28 al 30 de noviembre de 2014, visitando las ciudades
de Ankara y Estambul.
Y concluyó deseando que “el Señor convierta los
corazones de los violentos y mantenga nuestros pasos en el camino de la paz.
Recemos todos en silencio…”. Y después de unos instantes recitó un
Ave María.
Al menos 41 muertos y más de 200 heridos es
el saldo del atentado en el aeropuerto internacional Ataturk de la ciudad turca
de Estambul.
El presidente de Turquía, Recep Tayip Erdogan, dijo
que el acto terrorista fue para hacer propaganda contra su país “usando la
sangre y el dolor de gente inocente”.
Es sexto atentado importante del presente año en
Turquía y de los anteriores, tres fueron reivindicados por separatistas kurdos
y otros dos atribuidos al Estado Islámico. Este atentado no ha sido aún
reivindicado.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, lamentó
el ataque e hizo un llamado a intensificar los esfuerzos para combatir el
extremismo violento. Más de 61 millones de personas utilizaron ese aeropuerto
en 2015.
30.06.16
El
Papa: ‘Las obras de misericordia no son teoría, sino testimonio concreto’
En la audiencia jubilar de este
jueves, la última antes de la pausa estiva, el Santo Padre ha dado las gracias
por su reciente viaje a Armenia
30 junio
2016
Ciudad del
Vaticano).- El papa
Francisco ha celebrado este jueves la audiencia jubilar, la última antes de la
pausa estiva. De este modo, las audiencias generales se retomarán en el mes de
agosto. Así, en la audiencia general de esta semana ha continuado con las
catequesis sobre la misericordia y también ha reflexionado sobre su reciente
viaje a Armenia. Como es habitual, a la llegada de Francisco a la plaza,
la gran multitud allí reunida ha celebrado con alegría el poder verle de
cerca. Desde el jeep descubierto, el Pontífice dada su bendición y mostraba su
cariño y cercanía a los peregrinos allí reunidos.
En el resumen de la catequesis hecho en español, el
Santo Padre ha indicado que “la misericordia no es una palabra abstracta, sino
un estilo de vida”. Parafraseando las palabras del apóstol Santiago podemos
decir: la misericordia sin obras está muerta por dentro, ha recordado.
Asimismo, ha señalado que “la vida diaria nos permite
palpar tantas exigencias con relación a las personas más pobres y vulnerables”.
Y ha señalado que “encontramos situaciones dramáticas de pobreza y parece que
no nos afecta; todo continúa como si eso fuera normal”.
El Pontífice ha precisado que “quien ha experimentado
la misericordia del Padre no puede permanecer indiferente ante las necesidades
de los hermanos”.
Por otro lado, ha subrayado que las palabras de Jesús
no admiten respuestas evasivas: tenía hambre y me has dado de comer; tenía sed
y me has dado beber; estaba desnudo, enfermo, en la cárcel, era prófugo y me
has asistido. “No se puede dar largas a una persona que tiene hambre: es
necesario darle de comer. Las obras de misericordia no son teoría, sino
testimonio concreto”, ha aseverado Francisco.
Finalmente, ha querido aprovechar la ocasión para
agradecer su viaje a Armenia. El Papa ha dado las gracias al presidente de
la República, al Catholicós Karekin II, al patriarca y a los obispos católicos
y a todo el pueblo armenio “por acogerme como peregrino de fraternidad y de
paz”. Asimismo, ha recordado que si Dios quiere, dentro de tres meses, viajará
a Georgia y Azerbaiyán. “He decidido visitar estos países de la región del
cáucaso para apreciar sus antiguas raíces cristianas y alentar la esperanza y
los caminos de paz”, ha explicado.
A continuación ha saludado cordialmente a los
peregrinos de lengua española, provenientes de España y Latinoamérica. Que
María, Madre de Misericordia –ha deseado– nos ayude a dar espacio a la fantasía
de la caridad para que el camino de la misericordia sea cada vez más concreto.
Después de los saludos en las distintas lenguas, ha
dedicado unas palabras a los jóvenes, los enfermos y los recién casados. El
Santo Padre ha recordado que hoy se celebra la memoria de los primeros mártires
de la Iglesia de Roma y “rezamos por los que todavía pagan el caro precio de su
pertenencia a la Iglesia de Cristo. Por ello, ha invitado a los jóvenes a que
“la fe tenga espacio y de sentido a su vida”. A los enfermos ha exhortado a
ofrecer su sufrimiento “para que los alejados encuentren el amor de Cristo”.
Finalmente a los recién casados ha exhortado a ser “educadores de vida y
modelos de fe” para sus hijos.
Texto completo de la catequesis del Papa en la audiencia jubilar del 30 de
junio de 2016
El Papa advierte de que la gente que
pasa por la vida, que va por la vida, sin notar las necesidades de los otros,
sin ver tantas necesidades, espirituales y materiales, es gente que pasa sin
vivir, es gente que no sirve a los otros
Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco, en la
audiencia jubilar de este jueves, ha reflexionado sobre las obras de
misericordia y su significado. Así, ha advertido sobre las ocasiones en las que
pasamos delante de situaciones de pobreza dramática y no nos damos cuenta. Por
eso ha reconocido que la misericordia no es una palabra abstracta, sino un
estilo de vida. Por otro lado, ha dado las gracias por su reciente viaje a
Armenia, recordando que dentro de tres meses volverá al Cáucaso para visitar
Georgia y Azerbaiyán.
Publicamos a continuación el texto
completo de la audiencia jubilar.
Queridos
hermanos y hermanas, buenos días.
¡Cuántas veces, durante estos primeros meses del
Jubileo, hemos escuchado hablar de las obras de misericordia! Hoy el Señor nos
invita a hacer un serio examen de conciencia. Está bien, de hecho, no olvidar
nunca que la misericordia no es una palabra abstracta, sino un estilo de vida.
Una cosa es hablar de misericordia, otra es vivir la misericordia. Una persona
puede ser misericordiosa o puede ser no misericordiosa. Es un estilo de vida,
yo elijo vivir como misericordioso o elijo vivir como no misericordioso. Una
cosa es hablar de misericordia, otra es vivir la misericordia.
Parafraseando las palabras de Santiago apóstol (cfr 2,14-17) podemos decir: la
misericordia sin las obras está muerte en sí misma. ¡Es precisamente así! Lo
que hace viva la misericordia es su constante dinamismo para ir al encuentro de
los necesitados y a las necesidades de los que están en la penuria espiritual y
material. La misericordia tiene ojos para ver, oídos para escuchar, manos para
levantar…
La vida cotidiana nos permite tocar con la mano muchas
exigencias que tienen que ver con las personas más pobres y más probadas. A nosotros
se nos pide esa atención particular que nos lleva a darnos cuenta del estado de
sufrimiento y necesidad en la que están tantos hermanos y hermanas. A veces
pasamos delante de situaciones de pobreza dramática y parece que no nos tocan;
todo continúa como si nada, en una indiferencia que al final hace hipócritas y,
sin que nos demos cuenta, conduce a una forma de letargo espiritual que hace
insensible el alma y estéril la vida. La gente que pasa por la vida, que va por
la vida, sin notar las necesidades de los otros, sin ver tantas necesidades,
espirituales y materiales, es gente que pasa sin vivir, es gente que no sirve a
los otros. Y recordad bien: quien no vive para servir, no sirve para vivir.
¡Cuántos son los aspectos de la misericordia de Dios
hacia nosotros! ¡De la misma manera, cuántos rostros se dirigen a nosotros para
obtener misericordia! Quién ha experimentado en la propia vida la misericordia
del Padre no puede permanecer insensible delante de las necesidades de los
hermanos. La enseñanza de Jesús que hemos escuchado no consiente caminos de
fuga: Tenía hambre y me has dado de comer; tenía sed y me has dado beber;
estaba desnudo, enfermo, en la cárcel, era prófugo y me has asistido (cfr Mt
25,35-36). No se puede tergiversar delante de una persona que tiene hambre: es
necesario darle de comer. Jesús nos dice esto. Las obras de misericordia no son
temas teóricos, sino testimonios concretos. Obligan a remangarse para aliviar
el sufrimiento.
A causa de los cambios de nuestro mundo globalizado,
algunas pobrezas materiales y espirituales se han multiplicado: damos por tanto
espacio a la fantasía de la caridad para concretar nuevas modalidades
operativas. En este modo el camino de la misericordia se hará cada vez más
concerta. A nosotros, por tanto, se nos pide que permanezcamos vigilante como
centinelas, para que no suceda que, delante de las pobrezas producidas por la
cultura del bienestar, la mirada de los cristianos se debilite y se haga
incapaz de mirar a lo esencial. Mirar a lo esencial ¿qué significa? Mirar a
Jesús en el hambriento, en el preso, en el enfermo, en el desnudo, en aquel que
no tiene trabajo y debe mantener a una familia. Mirar a Jesús en estos hermanos
y hermanas nuestros. Mirar a Jesús en aquel que está solo, triste, en aquel que
se equivoca y necesita un consejo, en aquel que necesita hacer un camino en
silencio para que se sienta en compañía. Estas son las obras que Jesús nos
pide. Mirar a Jesús en ellos, en esta gente. ¿Por qué? Porque Jesús a mí, a
todos nosotros, nos mira así.
Y ahora
pasamos a otra cosa.
En los días pasados el Señor me ha concedido visitar
Armenia, la primera nación que abrazó el cristianismo, a principios del siglo
IV. Un pueblo que, a lo largo de su historia, ha testimoniado la fe cristiana
con el martirio. Doy gracias a Dios por este viaje, y estoy vivamente
agradecido al presidente de la República Armenia, el Catholicós Karekin II, al
Patriarca y a los obispos católicos, y dentro del pueblo armenio por haberme
acogido como peregrino de fraternidad y de paz.
Dentro de tres meses realizaré, si Dios quiere, otro
viaje a Georgia y Azerbaiyán, otros dos países de la región caucásica. He
acogido la invitación de visitar estos países por un doble motivo: por una
parte la valoración de las antiguas raíces cristianas presentes en esas tierras
–siempre en espíritu de diálogo con las otras religiones y culturas– y por la
otra animar esperanza y sentimientos de paz. La historia nos enseña que el
camino de la paz requiere una gran tenacidad y de pasos continuos, comenzando
por esos pequeños y poco a poco haciéndoles crecer, yendo el uno al encuentro
del otro. Precisamente por esto mi deseo es que todos y cada uno den la propia
contribución para la paz y la reconciliación.
Como cristianos estamos llamados a reforzar entre nosotros
la comunión fraterna, para dar testimonio al Evangelio de Cristo y para ser
levadura de una sociedad más justa y solidaria. Por esto la visita ha sido
compartida con el Supremo Patriarca de la Iglesia Apostólica Armenia, que me ha
hospedado fraternalmente durante tres días en su casa.
Renuevo mi abrazo a los obispos, a los sacerdotes, a
las religiosas y a los religiosos y a todos los fieles de Armenia. La Virgen
María, nuestra Madre, les ayude a permanecer firmes en la fe, abiertos al
encuentro y generoso en las obras de misericordia. Gracias.
01.07.16
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