Laudato si’: Presentado el documento ‘En camino para el cuidado de la casa común’
18 junio 2020).- Esta mañana ha tenido lugar la presentación del documento En camino para el cuidado de la casa común – Cinco años después de la Laudato si’, elaborado por la Mesa Interdicasterial de la Santa Sede sobre la ecología integral.
A las 11:30 horas, del 18 de junio de 2020, se ha celebrado la rueda de prensa en el aula Juan Pablo II de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, cuatro meses después de que se cerrara a los usuarios por el confinamiento en Italia debido a la pandemia del coronavirus.
El documento se difunde hoy con ocasión del quinto aniversario de la Encíclica Laudato si’, firmada por el Papa Francisco el 24 de mayo de 2015 y publicada el 18 de junio del mismo año.
En el marco del año especial de aniversario de la Laudato si’, la Santa Sede propone con este texto una “hoja de ruta” para aplicar la encíclica de manera concreta, mediante la Mesa formada por los diferentes dicasterios y la colaboración de los Estados: un camino hacia la “ecología integral” que propone Francisco.
Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa del Vaticano, ha abierto la sesión, y a continuación han intervenido Mons. Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado; Mons. Fernando Vérgez Alzaga, secretario general de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano; Mons. Angelo Vincenzo Zani, secretario de la Congregación para la Educación Católica (de los Institutos de Estudios), Mons. Bruno Marie Duffé, secretario del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral; Aloysius John, secretario general de Caritas Internationalis; y Tomás Insúa, cofundador y director Ejecutivo del Global Catholic Climate Movement.
Entidades colaboradoras
El libro presentado es fruto del trabajo colegiado de numerosas entidades que trabajan dentro de la Santa Sede y la Iglesia Católica. La Mesa Interdicasterial del Vaticano sobre ecología integral ha contado con la colaboración de muchas realidades, además de las representadas en la conferencia de prensa.
Entre ellas, la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, el Dicasterio para la Comunicación, los Consejos Pontificios para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, para el Diálogo Interreligioso, para la Cultura, para la Promoción de la Nueva Evangelización, las Academias Pontificias de Ciencias y de Ciencias Sociales, el Sínodo de los Obispos y numerosas Conferencias Episcopales.
Objetivos
Los objetivos del texto, según ha expuesto el arzobispo Gallagher, son tres: relanzar la riqueza del contenido de una encíclica que “sigue siendo de gran actualidad”, como hemos visto a causa de la pandemia de COVID-19, ofrecer orientación sobre la lectura de la encíclica, y fomentar la colaboración entre los dicasterios de la Curia Romana y las instituciones católicas que participan en la difusión y aplicación de la Laudato si’.
Asimismo, monseñor Gallagher ha anunciado la próxima adhesión de la Santa Sede a la Enmienda de Kigali al Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que destruyen la capa de ozono, instrumento destinado a combatir tanto el problema del llamado “agujero de la capa de ozono” como el fenómeno del cambio climático. “Un instrumento que va en la dirección deseada por el Santo Padre”, ha ratificado el secretario pontificio para las Relaciones con los Estados.
Medidas ecológicas en el Vaticano
Por su parte, monseñor Fernando Vérgez Alzaga, secretario general de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, expuso las medidas que se han llevado a cabo en el Estado Vaticano para “cuidar de la creación a través de pequeñas acciones cotidianas que se transformen en un estilo de vida”.
Desde la Gobernación del Estado Vaticano, apuestan por el reciclaje de los residuos, el respeto por las zonas verdes, el ahorro del consumo de agua y energía, la elección de fuentes renovables, evitar los gases de efecto invernadero, favorecer cada vez menos la contaminación atmosférica fomentando el transporte eléctrico y la elección de pesticidas y fertilizantes ecológicos que respeten la tierra y sus frutos.
Así, el secretario de Gobernación ha mencionado las diferentes medidas concretadas aplicadas en Ciudad del Vaticano, como por ejemplo, la instalación de paneles fotovoltaicos en el techo del Aula Pablo VI, la colocación de diferentes tipos de paneles solares en instancias pontificas, o la “continua sustitución de las instalaciones eléctricas por aparatos de iluminación LED”, por mencionar algunas.
Laudato si’ y Pacto Educativo
La encíclica Laudato si’, con sus llamadas a la educación, “atañe directamente a la Congregación para la Educación Católica por su responsabilidad hacia las escuelas y universidades”, ha remarcado el secretario de la Congregación para la Educación Católica, Mons. Angelo Vincenzo Zani.
El prelado ha recordado que el próximo 15 octubre de 2020, se celebrará de forma telemática el evento del “Pacto Educativo Mundial” convocado para el Papa Francisco en un principio para el pasado 14 de mayo, y que no se pudo celebrar por la pandemia de COVID-19. El Vaticano prevé que se celebre presencialmente en el año 2021.
En este contexto, el obispo ha indicado que el contenido del documento “atañe directamente a los procesos educativos a todos los niveles y sin duda ofrece preguntas y estímulos para la investigación científica no solo sobre el fondo de las cuestiones sino también sobre el método”.
De este modo, ha mencionado algunos ejemplos puestos en marcha a nivel universitario: a) la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá ha creado un Instituto de Estudios Superiores para promover la “Casa Común”, coordinando numerosas iniciativas en América Latina; b) Red de Universidades Católicas está promoviendo proyectos de investigación en varios continentes a través de las Facultades de Agricultura y con la participación de instituciones públicas locales; c) las Universidades Pontificias Romanas han creado un Diploma Conjunto en Ecología Integral.
Actuar en favor del desarrollo
Bruno Marie Duffé, secretario del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, ha ofrecido su visión desde este ámbito de trabajo en el Vaticano, y ha testimoniado que según su experiencia, el proyecto y la elaboración de la Encíclica Laudato si’ proponen, en sí mismos, “un enfoque”. Se trata, ante todo, de observar el mundo en el que vivimos, y en el que algunos “sobreviven”. “Observar, escuchar y dejarse conmover por lo que vivimos y por aquellos con quienes vivimos”, ha señalado.
Ha recordado que la Encíclica del Papa nos lleva a “Contemplar la belleza y la promesa de lo que se nos ha encomendado en la Creación del Padre y en el amor de Cristo” y nos impulsa a “Actuar y decidir en favor de otro desarrollo que ya no se defina como un ‘cada vez más’ y una ‘huida hacia delante’ que agota todas las formas de vida”.
Así, ha invitado a invocar la oración por el fin de la pandemia que el Papa Francisco realizó el 27 de marzo de 2020 en la plaza de San Pedro –incluida en el nuevo documento– y a leer la Encíclica Laudato si’, que sigue siendo “fuente de inspiración y de iniciativa”.
19.06.20
Consejo para los Textos Legislativos: El Papa incluye a nuevos miembros
4 cardenales prefectos
(19 junio 2020).- El Papa Francisco ha incluido entre los miembros del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos alos cardenales: Luis Antonio G. Tagle, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, Luis Francisco Ladaria Ferrer, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Dominique Mamberti, prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica y Joseph Kevin Farrell, prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.
Así lo ha comunicado hoy, 19 de junio de 2020, la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
Consejo Pontificio para los Textos Legislativos
Juan Pablo II, con la Constitución Apostólica Pastor Bonus del 28 de junio de 1988, transformó la Comisión Pontificia para la Interpretación Auténtica del Código de Derecho Canónico se en el actual Consejo Pontificio para los Textos Legislativos con una competencia más amplia y articulada.
El Consejo Pontificio para los Textos Legislativos presenta una serie de funciones principales: la interpretación de las leyes de la Iglesia; la asistencia técnico-jurídica a los otros Dicasterios de la Curia Romana; el examen, bajo el aspecto jurídico, de los decretos generales de los órganos episcopales (Conferencias Episcopales y Consejos Particulares); y decide si las leyes particulares y los decretos generales emanados por legisladores que están por debajo de la Autoridad Suprema, son o no conformes a las leyes universales de la Iglesia.
Ángelus: Palabras del Papa antes de la oración mariana
Jesús invita a sus discípulos a no tener miedo
(21 junio 2020).- A las 12 del mediodía de este domingo, 21 de junio de 2020, el Santo Padre Francisco se ha asomado a la ventana del estudio del Palacio Vaticano Apostólico para recitar el Ángelus con los fieles y peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro.
Estas son las palabras del Papa al introducir la oración mariana:
***
Palabras del Papa
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
El Evangelio de este domingo (cf. Mateo 10, 26-33) recoge la invitación que Jesús dirige a sus discípulos a no tener miedo, a ser fuertes y confiados ante los desafíos de la vida, advirtiéndoles de las adversidades que les esperan. El pasaje de hoy forma parte del discurso misionero con el que el Maestro prepara a los Apóstoles para la primera experiencia de proclamar el Reino de Dios. Les insta con insistencia a “no tener miedo”, y Jesús describe tres situaciones concretas a las que se enfrentarán.
En primer lugar, la hostilidad de los que quieren silenciar la Palabra de Dios, edulcorándola o silenciando a los que la anuncian. En este caso, Jesús anima a los Apóstoles a difundir el mensaje de salvación que Él les ha confiado. Por el momento, Él lo ha transmitido con cautela, casi en secreto al pequeño grupo. Pero tendrán que llevar “a la luz”, es decir, abiertamente, y anunciar “desde las azoteas”, esto es, públicamente, su Evangelio.
La segunda dificultad con la que se encontrarán los misioneros de Cristo es la amenaza física en su contra, o sea, la persecución directa de su pueblo, incluso hasta el punto de que los maten. Esta profecía de Jesús se ha cumplido en todo momento: es una realidad dolorosa, pero atestigua la fidelidad de los testigos. ¡Cuántos cristianos son perseguidos aún hoy en día en todo el mundo! Si sufren por el Evangelio y con amor, son los mártires de nuestro día y podemos decir con seguridad que son más que los mártires de los primeros tiempos, tantos mártires solamente por ser cristianos. A estos discípulos de ayer y de hoy que sufren la persecución, Jesús les recomienda: “no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma” (v. 28). No hay que temer a los que intentan extinguir el poder de la evangelización mediante la arrogancia y la violencia. De hecho, no pueden hacer nada contra el alma, es decir, contra la comunión con Dios: nadie puede quitársela a los discípulos, porque es un regalo de Dios. El único amor que debe tener el discípulo es el de perder este don divino, renunciando a vivir según el Evangelio y procurándose así la muerte moral, que es el efecto del pecado.
El tercer tipo de desafío al que los Apóstoles deberán enfrentarse lo identifica Jesús en el sentimiento, que algunos experimentarán, de que el mismo Dios los ha abandonado, permaneciendo distante y en silencio. También en este caso nos exhorta a no tener miedo, porque, aunque pasemos por estos y otros escollos, la vida de los discípulos está firmemente en manos de Dios, que nos ama y nos cuida. Son como las tres tentaciones, edulcorar el Evangelio, aguarlo, segunda la persecución y tercera, la sensación de que Dios nos ha dejado solos. Jesús sufrió esta prueba en el huerto de los olivos, en la cruz: “¡Padre, por qué me has abandonado!”, dijo Jesús. Cuantas veces se siente esta aridez espiritual, pero no tenemos que tener miedo. El Padre nos cuida porque nuestro valor es grande a sus ojos. Lo importante es la franqueza del testimonio de fe: “reconocer a Jesús ante los hombres”, seguir adelante haciendo el bien.
Que María Santísima, modelo de confianza y abandono en Dios en momentos de adversidad y peligro, nos ayude a no ceder nunca al desánimo, sino a confiarnos siempre a Él y a su gracia, que siempre es más poderosa que el mal.
Ángelus: Día Mundial de los Refugiados
(21 junio 2020).- Después de la oración mariana el Papa recordó el Día Mundial de los Refugiados y la jornada del Padre que se celebra en Argentina y en otros lugares invitando a orar por ellos.
También recordó a San Luis Gonzaga “un muchacho lleno de amor a Dios y al prójimo; murió muy joven, aquí en Roma, porque se ocupó de las víctimas de la peste”, confiando a su intercesión a todos los jóvenes del mundo.
A continuación las palabras del Papa después del Ángelus:
***
Palabras del Papa
Queridos hermanos y hermanas:
Ayer celebraron las Naciones Unidas el Día Mundial de los Refugiados. La crisis que ha provocado el coronavirus ha puesto en relieve la necesidad de asegurar la protección necesaria también a las personas refugiadas, para así garantizar su dignidad y seguridad. Os invito a uniros a mi oración por un empeño renovado y eficaz de todos en favor de la protección efectiva de cada ser humano, en particular los que se han visto obligados a huir debido a situaciones de grave peligro para ellos o sus familias.
Otro aspecto sobre el que la pandemia nos ha hecho reflexionar es la relación entre el hombre y el medio ambiente. La cuarentena ha reducido la contaminación y ha redescubierto la belleza de muchos lugares libres de tráfico y ruido. Ahora, con la reanudación de las actividades, todos deberíamos ser más responsables de cuidar la casa común. Aprecio las muchas iniciativas que, en todas partes del mundo, vienen “desde abajo” y van en esta dirección. Por ejemplo, hoy en Roma hay una dedicada al río Tíber. ¡Pero hay muchas en otras partes! Que fomenten una ciudadanía cada vez más consciente de este bien común esencial.
Hoy en mi patria y en otros lugares se celebra el día dedicado al padre, a los papás. Aseguro mi cercanía y oración a todos los padres. ¡Todos sabemos que ser papá no es un trabajo fácil! Por esto recemos por ellos. Recuerdo de manera especial a nuestros padres que continúan protegiéndonos desde el Cielo.
Os saludo a todos vosotros, queridos fieles romanos y peregrinos venidos de varias partes de Italia – ahora empiezan a verse los peregrinos– y, cada vez más, también de otros países; veo algunos con sus banderas… Os saludo especialmente a vosotros, jóvenes: hoy recordamos a San Luis Gonzaga, un muchacho lleno de amor a Dios y al prójimo; murió muy joven, aquí en Roma, porque se ocupó de los enfermos de la peste. A su intercesión confío a los jóvenes de todo el mundo.
Y a todos os deseo un buen domingo. Por favor, no os olvidéis de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y adiós!
Audiencia del Papa con personal sanitario de Lombardía
“Signo visible de humanidad”
( 22 junio 2020).- En la mañana del pasado sábado, 20 de julio de 2020, el Papa Francisco recibió en audiencia a una representación de médicos, enfermeras y trabajadores de la salud de Lombardía, región que registra el mayor número de contagios de COVID-19 en Italia.
En su discurso, el Santo Padre afirmó que “estos meses turbulentos” de pandemia, la sociedad italiana ha sentido “más que nunca la gratitud por los médicos, enfermeros y todos los trabajadores de la salud, en primera línea para llevar a cabo un servicio arduo y a veces heroico”, siendo “un signo visible de humanidad que reconforta el corazón”.
Igualmente, se refirió a aquellos que cayeron enfermos y a los que murieron en el ejercicio de su profesión: ”Los recordamos en la oración y con tanta gratitud”.
Testimonio de proximidad y ternura
Francisco remarcó que en mitad de la pandemia el personal médico y paramédico constituyó un punto de referencia para los pacientes, que “sentían que tenían a su lado ‘ángeles’ que les ayudaban a recuperar la salud y, al mismo tiempo, les consolaban, apoyaban y a veces les acompañaban hasta el umbral del encuentro final con el Señor”.
“Estos trabajadores de la salud, sostenidos por la solicitud de los capellanes de los hospitales, han atestiguado la cercanía de Dios a los que sufren; han sido artesanos silenciosos de la cultura de la cercanía y la ternura” y “testimonio de proximidad y ternura”, describió Francisco.
Generadores de esperanza
Del mismo modo, alabó su trabajo profesional y abnegado que “genera esperanza”: “Habéis sido uno de los pilares del país”, subrayó el Pontífice agradeciendo su labor a los presentes y a todos los sanitarios del país.
Por otro lado, el Obispo de Roma expuso que “ahora es el momento de atesorar toda esta energía positiva que se ha invertido ¡No hay que olvidarlo! Es una riqueza que en parte, ciertamente, ha sido ‘a fondo perdido’ en el drama de la emergencia; pero en gran parte puede y debe dar frutos para el presente y el futuro de la sociedad lombarda e italiana”.
Salir de la crisis juntos
De esta manera, según el Santo Padre, “podremos salir de esta crisis espiritual y moralmente más fuertes; y esto depende de la conciencia y la responsabilidad de cada uno de nosotros. Pero no solos, sino juntos y con la gracia de Dios”.
Como creyentes, –continuó– “nos corresponde dar testimonio de que Dios no nos abandona, sino que da sentido en Cristo también a esta realidad y a nuestro límite; que con su ayuda se pueden afrontar las pruebas más duras. Dios nos creó para la comunión, para la fraternidad, y ahora, más que nunca, se ha demostrado ilusoria la pretensión de centrar todo en nosotros mismos -es ilusorio-, de hacer del individualismo el principio rector de la sociedad”.
Sacerdotes creativos
Francisco se refirió a cómo en el confinamiento las personas, aunque no participaron en las celebraciones litúrgicas “no han dejado de sentirse una comunidad”, y destacó el celo pastoral y la creatividad de los sacerdotes, que incluso se ofrecían a hacer la compra a sus feligreses.
Igualmente, hizo memoria por aquellos padres que murieron y algunos de los presentes, que habían enfermado: “En vosotros doy las gracias a todo el clero italiano, que ha dado muestra de valor y amor a la gente”.
Finalmente, Francisco agradeció nuevamente el trabajo de médicos, paramédicos, voluntarios, sacerdotes, religiosos, laicos durante la actual situación de emergencia sanitaria, con el cual “habéis iniciado un milagro” y les animó a continuar: “¡Que acabe bien este milagro que habéis empezado!”.
***
Discurso del Santo Padre
Queridos hermanos y hermanas, ¡bienvenidos!
Agradezco al Presidente de la Región de Lombardía sus palabras. Saludo cordialmente al arzobispo de Milán, a los obispos de Bérgamo, Brescia, Cremona, Crema y Lodi, y a las demás autoridades presentes. Saludo a los médicos, enfermeros, trabajadores de la salud y de la protección civil, y a los Alpinos. Saludo a los sacerdotes y a las personas consagradas. Habéis venido en representación de Lombardía, una de las regiones italianas más afectadas por la epidemia de COVID-19, junto con Piamonte, Emilia Romaña y Véneto, especialmente Vo’ Euganeo, representada aquí por el obispo de Padua. Hoy abrazo idealmente también a estas regiones. Y saludo a los exponentes del Hospital Spallanzani de Roma, una institución médica que ha hecho mucho para combatir el virus.
Durante estos meses turbulentos, las diversas realidades de la sociedad italiana se han esforzado por hacer frente a la emergencia sanitaria con generosidad y compromiso. Pienso en las instituciones nacionales y regionales, en los municipios; pienso en las diócesis y comunidades parroquiales y religiosas; en las numerosas asociaciones de voluntarios. Hemos sentido más que nunca la gratitud por los médicos, enfermeros y todos los trabajadores de la salud, en primera línea para llevar a cabo un servicio arduo y a veces heroico. Han sido un signo visible de humanidad que reconforta el corazón. Muchos de ellos cayeron enfermos y algunos por desgracia murieron en el ejercicio de su profesión. Los recordamos en la oración y con tanta gratitud.
En el torbellino de una epidemia con efectos devastadores e inesperados, la presencia fiable y generosa del personal médico y paramédico fue el punto de referencia seguro, en primer lugar para los enfermos, pero de manera muy especial para sus familias, que en este caso no tenían la posibilidad de visitar a sus seres queridos. Y así encontraron en vosotros, trabajadores sanitarios, casi otros miembros de la familia, capaces de combinar la competencia profesional con esas atenciones que son expresiones concretas de amor. Los pacientes a menudo sentían que tenían a su lado “ángeles” que les ayudaban a recuperar la salud y, al mismo tiempo, les consolaban, apoyaban y a veces les acompañaban hasta el umbral del encuentro final con el Señor. Estos trabajadores de la salud, sostenidos por la solicitud de los capellanes de los hospitales, han atestiguado la cercanía de Dios a los que sufren; han sido artesanos silenciosos de la cultura de la cercanía y la ternura. Cultura de cercanía y de ternura. Y vosotros habéis sido testigos incluso en las pequeñas cosas: en las caricias…, incluso con el móvil, conectando a ese anciano que se estaba muriendo con su hijo, con su hija para despedirse de ellos, para verlos por última vez…; pequeños gestos de creatividad y de amor… Esto nos ha hecho bien a todos. Testimonio de proximidad y ternura.
Queridos médicos y enfermeros, el mundo ha visto todo el bien que habéis hecho en una situación de gran prueba. Aunque exhaustos, habéis seguido esforzándoos con profesionalidad y abnegación.¡Cuántos médicos y paramédicos, enfermeros, no podían ir a casa y dormían allí, donde podían porque no había camas, en el hospital! Y eso genera esperanza. Usted [se dirige al presidente de la Región] ha hablado de esperanza. Y esto genera esperanza. Y esto genera esperanza. Habéis sido uno de los pilares del país. A vosotros aquí presentes y a vuestros colegas de toda Italia va mi estima y mi sincero agradecimiento, y sé bien que interpreto los sentimientos de todos.
Ahora es el momento de atesorar toda esta energía positiva que se ha invertido. !No hay que olvidarlo! Es una riqueza que en parte, ciertamente, ha sido “a fondo perdido” en el drama de la emergencia; pero en gran parte puede y debe dar frutos para el presente y el futuro de la sociedad lombarda e italiana. La pandemia ha marcado profundamente la vida de las personas y la historia de las comunidades. Para honrar el sufrimiento de los enfermos y de tantos muertos, sobre todo ancianos, cuya experiencia de vida no debe ser olvidada, es necesario construir el mañana: para ello hacen falta el compromiso, la fuerza y la dedicación de todos. Se trata de partir de nuevo de los innumerables testimonios de amor generoso y gratuito, que han dejado una huella indeleble en las conciencias y en el tejido de la sociedad, enseñando cuánto se necesita la cercanía, el cuidado y el sacrificio para alimentar la fraternidad y la convivencia civil.Y, mirando al futuro, me acuerdo de las palabras de Fra Felice, en el lazareto, en Manzoni [Los novios, cap. 36°]: con qué realismo mira la tragedia, mira la muerte, pero mira el futuro y sigue adelante.
De esta manera, podremos salir de esta crisis espiritual y moralmente más fuertes; y esto depende de la conciencia y la responsabilidad de cada uno de nosotros. Pero no solos sino juntos y con la gracia de Dios. Como creyentes nos corresponde dar testimonio de que Dios no nos abandona, sino que da sentido en Cristo también a esta realidad y a nuestro límite; que con su ayuda se pueden afrontar las pruebas más duras. Dios nos creó para la comunión, para la fraternidad, y ahora, más que nunca, se ha demostrado ilusoria la pretensión de centrar todo en nosotros mismos, -es ilusorio- de hacer del individualismo el principio rector de la sociedad. Pero tengamos cuidado porque, tan pronto como la emergencia haya pasado, es fácil resbalar, es fácilvolver a caer en esta ilusión. Es fácil olvidar rápidamente que necesitamos a los demás, alguien que nos cuide, que nos dé valor. Olvidar que todos necesitamos un Padre que nos extienda la mano. Rezarle, invocarle, no es una ilusión; ¡la ilusión es pensar en prescindir de él! La oración es el alma de la esperanza.
En estos meses, las personas no han podido participar en las celebraciones litúrgicas, pero no han dejado de sentirse como una comunidad. Han rezado de forma individual o en familia, también a través de los medios de comunicación, unidos espiritualmente y sintiendo que el abrazo del Señor iba más allá de los límites del espacio. El celo pastoral y la solicitud creativa de los sacerdotes ayudaron a la gente a continuar en el camino de la fe y a no quedarse sola ante el dolor y el miedo. Esta creatividad sacerdotal con la que se que han sabido superar algunas, pocas, expresiones “adolescentes» contra las medidas de la autoridad, que tiene la obligación de salvaguardar la salud del pueblo. La mayoría ha sido obediente y creativa. He admirado el espíritu apostólico de tantos sacerdotes que iban con el teléfono, llamando a las puertas, llamando a las casas: “¿Necesita algo? Le hago la compra…”. Mil cosas. La cercanía, la creatividad, sin vergüenza. Estos sacerdotes… que se han quedado junto a su pueblo compartiendo cuidados y atenciones cotidianas: han sido un signo de la presencia consoladora de Dios. Han sido padres, no adolescentes. Por desgracia, han muerto no pocos de ellos, al igual que los médicos y el personal paramédico.Y también entre vosotros hay algunos sacerdotes que han estado enfermos y gracias a Dios se han curado. En vosotros doy las gracias a todo el clero italiano, que ha dado muestra de valor y amor a la gente.
Queridos hermanos y hermanas, renuevo a cada uno de vosotros y a todos los que representáis mi más sincero agradecimiento por lo que habéis hecho en esta situación fatigosa y compleja. Que la Virgen María, venerada en vuestras tierras en numerosos santuarios e iglesias, os acompañe y sostenga siempre con su protección maternal. Y no olvidéis que con vuestro trabajo, el de todos vosotros, médicos, paramédicos, voluntarios, sacerdotes, religiosos, laicos, que habéis hecho esto, habéis iniciado un milagro. Tened fe y, como decía aquel sastre, un teólogo fallido: “Nunca he encontrado que Dios empezara un milagro sin acabarlo bien”. [Manzoni, Los novios, capítulo 24]. ¡Que acabe bien este milagro que habéis empezado!Por mi parte, sigo rezando por vosotros y por vuestras comunidades, y con afecto os imparto una especial bendición apostólica. Y vosotros, por favor, no os olvidéis de rezar por mí, lo necesito. Gracias.
(Bendición)
Ahora, la liturgia del saludo. Pero tenemos que obedecer las reglas: no os haré venir aquí, iré yo, pasando para saludaros educadamente, como se tiene que hacer, como nos han dicho las autoridades. Y así, como hermanos, nos saludamos y rezamos el uno por el otro. Primero nos hacemos la foto todos y luego paso a saludaros.
23.06.20
Audiencia General, 24 Junio 2020 (C) Vatican Media
Audiencia general: Ciclo de catequesis del Papa sobre la oración (8)
catequesis sobre la oración, relatando la historia de David, “figura que tiene un papel central en la historia del pueblo de Dios”.
(24 junio )Efectivamente, Santo Padre habló sobre “La oración de David”, en la audiencia general de hoy, 24 de junio de 2020, la última antes del receso estival en julio, celebrada en la biblioteca del Palacio Apostólico debido a la actual pandemia de COVID-19 y transmitida por los medios de comunicación social.
Sobre David, Francisco destacó que, ante todo, era un pastor que cuidaba y defendía a los animales y “así intentó comportarse posteriormente con el pueblo que le fue confiado”. Después de haber cometido un pecado grave cuando era rey y al escuchar el reproche del profeta Natán, “David comprendió que era un mal pastor, que había saqueado a otro hombre lo que más quería: se había convertido en un enfermo de poder”, relata el Papa.
Virtuoso y pecador
Igualmente, el Pontífice destaca que David tenía “un alma de poeta”, no era un hombre insensible, “sino que estaba atento a la belleza y se dejaba asombrar por la vida, manifestando sus sentimientos a través de la música y la poesía”, siendo compositor “de muchos de los salmos” de la Sagrada Escritura.
De este modo, David constituye un personaje contrastante “es virtuoso y pecador, perseguido y perseguidor”. No obstante, el Obispo de Roma destaca que existe “un hilo conductor que une toda su vida”: la oración.
Esta oración, ya sea con “tonos de júbilo o de lamento”, le permitió estar en diálogo constante con el Señor, que le escuchaba: “David nunca estuvo solo, aunque físicamente lo estuviera, porque —en medio de las mil dificultades de su vida— fue capaz de entablar una relación de amistad con Dios, el verdadero compañero del viaje del hombre”.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada