El Papa a los alcaldes italianos: ‘No elevar más las torres sino ampliar las plazas’
En
audiencia les invita a promover la cultura del encuentro hacia los
inmigrantes
(Ciudad
del Vaticano, 30 Sept. 2017).- Tras recordar las ciudades de Babel y
Jerusalén, el papa Francisco le señaló a los miembros de la
Asociación de los Municipios Italianos (Anci, por sus siglas en
italiano) que quiere hablarles de una ciudad “que no admite
dirección obligatoria de un individualismo exasperado y que disocia
el interés privado del público”.
Fue
en la audiencia que concedió este sábado en el Vaticano al Anci, en
la que precisó que esa ciudad ideal “no soporta los callejones sin
salida de la corrupción, o donde se anidan las llagas de la
disgregación”. Y que no conoce las máscaras de intereses de esos
pocos que quieren privatizar espacios públicos.
“No
se trata de elevar aún más la torre -dijo el pontífice- sino de
ampliar la plaza” para “dar espacio a cada uno para realizarse
junto a su familia y abrirse a la comunión con los demás”.
O
sea, además de un corazón “bueno y grande que custodie la pasión
del bien común”, esta ciudad necesita promover la justicia social,
crear servicios y oportunidades, educando a la corresponsabilidad
responsabilità compartida.
Señaló
también el peligro de las dobles caminos, “una pista para los
corruptos” y en la otra, “los callejones para los pobres,
desempleados, familias numerosas, inmigrantes y quien no tiene a
nadie para apoyarse”.
Invitó
a no aceptar estos esquemas y para ello de una “política y una
economía basada nuevamente en la ética” en relación “de la
comunidad y del ambiente”.
El
Santo Padre reconoció que existe malestar “ante la llegada maciza
de migrantes y refugiados”, debido al temor del extranjeros,
agravado por las dificultades económicas.
Entretanto
ese malestar tiene que ser superado “con la oferta de espacios de
encuentro personal y de conocimiento mutuo”. Dio así el
“bienvenido a todas las iniciativas que promueven la cultura del
encuentro”.
Elogió
que muchas administraciones locales realicen “buenas prácticas de
acogida y de integración” y deseó que las otras sigan este
ejemplo. De tal manera que “la política pueda realizar su tarea
fundamental que ayude a mirar con esperanza el futuro”.
Entonces,
concluyó el Santo Padre “la ciudad se volverá un preludio y
reflejo de la Jerusalén celeste”.
01.10.17
01.10.17
Ángelus: “comprometámonos a leer y a meditar la Biblia”
El
Papa saluda la beatificación de Titus Zeman
(Bolonia
1 de octubre de 2017). – “Comprometámonos
a leer y a meditar la Biblia, especialmente el Evangelio”. Han sido
los estímulos del Papa Francisco en el ángelus dominical que ha
celebrado en Bolonia, el 1 de octubre de 2017.
Al mediodía, el Papa se ha reunido con representantes del mundo del trabajo, en la “Piazza Maggiore” de la ciudad de Emilia Romaña, en el norte de Italia. Ha recitado con ellos la oración mariana, saludando la beatificación del Padre eslovaco Titus Zeman, mártir, uniéndose a los fieles reunidos en el Santuario de Pompeya para la tradicional Súplica a Nuestra Señora del Rosario.
Al mediodía, el Papa se ha reunido con representantes del mundo del trabajo, en la “Piazza Maggiore” de la ciudad de Emilia Romaña, en el norte de Italia. Ha recitado con ellos la oración mariana, saludando la beatificación del Padre eslovaco Titus Zeman, mártir, uniéndose a los fieles reunidos en el Santuario de Pompeya para la tradicional Súplica a Nuestra Señora del Rosario.
Queridos
hermanos y hermanas,
Ayer, en Bratislava (Eslovaquia), fue beatificado Titus Zeman, sacerdote salesiano. Uniéndose a la larga lista de mártires del siglo XX, porque él murió en 1969 después de haber estado en prisión mucho tiempo a causa de su fe y de su servicio pastoral. Que su testimonio nos sostenga en los momentos más difíciles de la vida y nos ayude a reconocer, también en la prueba, la presencia del Señor.
En este domingo, concluye la semana dedicada de manera particular a la Palabra de Dios, con ocasión de la memoria de San Jerónimo, gran maestro de la Santa Escritura. Demos gracias a Dios por el don de su Palabra y comprometámonos a leer y a meditar la Biblia, especialmente el Evangelio.
Por último, nos unimos espiritualmente a los fieles reunidos en el Santuario de Pompeya para la tradicional Súplica a Nuestra Señora del Rosario, presidida hoy por el presidente de la Conferencia episcopal italiana, el cardenal Bassetti.
A todos vosotros, Boloñeses nativos y “adoptivos”, os deseo un buen domingo. Por favor, no os olvidéis de orar por mí. Buen apetito y hasta luego!.
02.10.17
Papa Francisco: “El don más grande que Dios nos ha dado a cada uno es la vida”
Audiencia
con motivo de la Jornada del Don 2017
(2
Oct. 2017).- “El don más grande que Dios nos ha dado a cada uno es
la vida; y la vida es parte de otro don divino originario que es la
creación”, ha señalado el papa Francisco.
El
papa ha recibido esta mañana en la Sala Clementina del Vaticano a
los participantes en la reunión organizada por el Instituto Italiano
de Donación con motivo de la Jornada del Don 2017.
“El
don de la vida y el don de la creación provienen del amor de Dios
por la humanidad; más aún, a través de estos dones Dios nos ofrece
su amor” –ha indicado el Papa– “Y en la medida en que nos
abrimos y lo acogemos, podemos convertirnos a nuestra vez en don de
amor para nuestros hermanos”.
Asimismo,
el Papa ha encomendado una tarea: “Todos debemos sentir la gran
responsabilidad de proteger adecuadamente la creación y de cuidarla,
defendiéndola de las diversas formas de degradación”, ya que –ha
apuntado el Santo Padre– lo “hemos recibido como un don gratuito
de la bondad de Dios”.
El
“don”, que se celebra en Italia el 4 de octubre, al que está
llamado “todo el mundo, especialmente los niños y jóvenes –ha
afirmado el Papa– es una experiencia educativa, que hace crecer
humana y espiritualmente, abriendo la mente y el corazón a los
amplios espacios de la fraternidad y la compartición. ¡Así se
construye la civilización del amor!”.
Así,
el papa Francisco ha animado a los jóvenes “a continuar su
alegría” y a ser “hombres y mujeres, chicos y chicas defensores
de la vida, custodios de la creación,
03.10.17
03.10.17
Santa Marta: “Transcurramos hoy un poco de tiempo ante el Crucifijo”
El
Papa ha reflexionado en la soledad de Jesús hacia Jerusalén
(3
Oct. 2017).- Frente al relato de la Pasión, el Papa ha invitado a
“tomarse un poco de tiempo para pensar” en Jesús que “tanto
nos ha amado”, “que ha caminado solo hacia la cruz”, ha
anunciado el Papa en a Misa de Santa Marta.
El
papa Francisco ha señalado que cuando Jesús se puso en camino con
sus discípulos hacia Jerusalén porque “se cumplían los días en
que habría sido elevado en alto”, realizaba dos acciones: “Toma
la firme decisión de ponerse en camino”, y “anuncia esto a sus
discípulos”. Así ha expuesto el Papa la principal idea del
Evangelio propuesto para el día de hoy en la Misa celebrada en Santa
Marta.
Frente
al relato de la Pasión, el Papa ha invitado a “tomarse un poco de
tiempo para pensar” en Jesús que “tanto nos ha amado”, “que
ha caminado solo hacia la cruz” en medio de la incomprensión de
los suyos. “Pensar”, “ver”, “agradecer” a Jesús,
obediente y valiente, y “realizar un coloquio con Él”.
Esta
ha sido la sugerencia del Santo Padre: “¿Cuántas veces yo trato
de hacer tantas cosas y no miro, lo que Tú has hecho por mí? ¿Tú
que has entrado en la paciencia – el hombre paciente, Dios paciente
– que con tanta paciencia toleras mis pecados, mis fracasos? Y
hablar con Jesús así. Él siempre está decidido a ir adelante,
poner el rostro, y nosotros debemos agradecérselo. Transcurramos hoy
un poco de tiempo, poco minutos – cinco, diez, quince – ante el
Crucifijo, tal vez, o con la imaginación ver a Jesús caminando
decididamente hacia Jerusalén, y pedir la gracia de tener el coraje
de seguirlo desde cerca”.
El
Papa ha recordado que “sólo una vez” se permitió Jesucristo
pedir al Padre que alejara un poco esta cruz, cuando en el Huerto de
los Olivos oraba al Padre: “Si es posible, aleja de mí este cáliz.
Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya”.
Esto
pone de manifiesto –ha indicado Francisco– la actitud “obediente”
de Jesús: “Lo que el Padre quiere. Decidido y obediente y nada
más. Y así, hasta el final. El Señor entra en la paciencia…
Entra en la paciencia. Es un ejemplo de camino, no sólo morir
sufriendo en la cruz, sino caminar en la paciencia”.
Sin
embargo, los discípulos no siguen a su Maestro hacia la cruz, tal
como lo relatan diversas páginas de los Evangelios que citó el
Santo Padre. A veces los discípulos “no entendían lo que quería
decir o no querían entender, porque estaban asustados”; mientras
otras veces “escondían la verdad” o se distraían haciendo
“cosas alienantes”; o, como se lee en el Evangelio, “buscaban
una coartada para no pensar” en lo que le esperaba al Señor, ha
señalado el Papa.
“Y
Jesús solo. No estaba acompañado en esta decisión porque nadie
comprendía el misterio de Jesús. La soledad de Jesús en el camino
hacia Jerusalén: solo. Y esto, hasta el final. Pensemos después en
el abandono de los discípulos, en la traición de Pedro… Solo. El
Evangelio nos dice que se le apareció sólo un ángel del cielo para
confortarlo en el Huerto de los Olivos. Sólo aquella compañía.
Solo”, ha narrado el Papa.
04.10.17
04.10.17
Audiencia general: “Jesús quiere testigos, personas que difundan esperanza”
Tema
de la catequesis: “Misioneros de esperanza hoy”
(4
Oct. 2017).- “Jesús quiere testigos, personas que difundan
esperanza con su modo de acoger, de sonreír, y sobre todo de amar”,
ha anunciado el papa Francisco.
El
papa Francisco ha celebrado esta mañana, 4 de octubre de 2017, la
Audiencia general, que comenzaba a las 9:40 horas en la plaza de San
Pedro frente a 15.000 peregrinos, según Radio Vaticano. El mes de
octubre está dedicado por la Iglesia especialmente a la misión, por
eso esta catequesis lleva por título: “Misioneros de esperanza
hoy”.
“A
través del Espíritu Santo, Jesús nos hace renacer a una vida nueva
que debemos anunciar a los demás no sólo de palabra, sino con la
vida. Jesús quiere testigos, personas que difundan esperanza con su
modo de acoger, de sonreír, y sobre todo de amar”, ha indicado el
papa Francisco en la audiencia.
“El
núcleo de la fe cristiana es la resurrección de Jesús, por eso el
cristiano no puede ser un profeta de desgracias”, han sido sus
palabras.
Francisco
ha explicado que la fuerza de la resurrección “hace que los
cristianos seamos capaces de amar” allí donde parece que ya no hay
motivo para amar, y de “abrir espacios de salvación” allí donde
parece que todo está humanamente perdido.
El
cristiano –ha señalado el Papa– por eso no se deja llevar del
desánimo o de la queja, ya que “gracias a la resurrección está
convencido de que no hay ningún mal que sea infinito, ninguna noche
que sea eterna, ningún hombre que no pueda cambiar, ningún odio que
no se pueda vencer con amor”.
El
papa Francisco ha saludado cordialmente a los peregrinos de lengua
española, en modo particular a los grupos provenientes de España y
América Latina, y los ha exhortado a que “sepamos difundir siempre
a nuestro alrededor semillas de esperanza y de amor”, pidiéndoselo
a Jesús, “por intercesión de la Virgen María y de san Francisco
de Asís”. 05.10.17
Santa Marta: El Papa llama a “redescubrir las propias raíces”
Homilía
del Papa en la misa matutina
(5
Oct. 2017).- “Quien reencuentra sus propias raíces es un hombre de
alegría, mientras el autoexilio psicológico, hace muy mal”, ha
anunciado el Papa en su homilía de la Misa matutina celebrada en la
capilla de la Casa de Santa Marta.
A
partir de la Primera Lectura tomada del Libro de Nehemías, el Santo
Padre exhortó a reencontrar la propia pertenencia. En el texto se
describe “una gran asamblea litúrgica” que representa al pueblo
reunido ante la Puerta de las Aguas en Jerusalén.
Asimismo,
Francisco ha recordado la “nostalgia de los emigrantes”, de
aquellos “están lejos de su patria y quieren regresar”,
apoyándose en el Salmo que dice: “A lo largo de los ríos de
Babilonia se sentaban y lloraban. No podían cantar, sus cítaras
estaban colgadas en los sauces, pero no querían olvidar”.
De
manera que Nehemías se prepara para regresar y llevar al pueblo a
Jerusalén. Se trataba de “un viaje difícil” porque “debía
convencer a tanta gente” y trasladar las cosas para reconstruir la
ciudad, las murallas, el Templo, “pero sobre todo era un viaje para
reconstruir las raíces del pueblo”, ha indicado Francisco.
Después
de tantos años, las raíces “se habían debilitado”, pero no se
habían perdido. Reapropiarse de las raíces “significa retomar la
pertenencia de un pueblo”. “Sin las raíces no se puede vivir: un
pueblo sin raíces o que abandona sus raíces, es un pueblo enfermo”,
ha advertido el Papa.
Y
ha continuado: “Una persona sin raíces, que ha olvidado sus
propias raíces, está enferma. Recuperar, redescubrir sus propias
raíces y recobrar fuerza para ir adelante, la fuerza para dar fruto
y, como dice el poeta, ‘la fuerza para florecer del árbol florido,
viene de lo que está enterrado. Precisamente esa relación entre la
raíz y el bien que nosotros podemos hacer. 06.10.17
Santa Marta: El Papa invita a que “pidamos la gracia de la vergüenza”
“El
pecado arruina el corazón”, recuerda el Papa
(6
Oct. 2017).- “La vergüenza abre la puerta a la curación”,
“pidamos la gracia de la vergüenza” es la invitación que ha
hecho el papa Francisco en la misa matutina celebrada en la Casa
Santa Marta.
El
Papa dirigió estas palabras al concluir esta reflexión: “Ante el
Señor experimentar vergüenza por nuestros pecados y pedir ser
curados”, y continuó “Cuando el Señor nos ve así, avergonzados
por lo que hemos hecho, y con humildad pedir perdón, Él es el
omnipotente: borra, nos abraza, nos acaricia y nos perdona. Éste es
el camino para llegar al perdón, lo que hoy nos enseña el profeta
Baruc”.
El
Papa ha aclarado que Dios es misericordioso: “Alabemos hoy al Señor
porque ha querido manifestar la omnipotencia precisamente en la
misericordia y en el perdón”, y ante un Dios tan bueno, que
perdona todo, que tiene tanta misericordia: “pidamos la gracia de
la vergüenza”.
“Nadie
puede decir: ‘Yo soy justo’, o ‘yo no soy como aquel o como
aquella’. Yo soy pecador. Yo diría que casi es el primer nombre
que todos tenemos: pecadores”, ha señalado el Papa.
“Justicia
a Dios y a nosotros el deshonor en el rostro”. Con estas palabras
el Profeta Baruc en la Primera Lectura propuesta por la liturgia del
día se refiere a la desobediencia a la ley de Dios, es decir, al
pecado y, al mismo tiempo, indica también cuál es el verdadero
camino para pedir perdón.
Este
ha sido el hilo conductor de la homilía del Papa durante la Misa
matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta el primer
viernes de octubre. Francisco recorrió el texto litúrgico
deteniéndose, ante todo, en la realidad del pecado que caracteriza a
todos los hombres, y en la profecía de Baruc “sacerdotes, reyes,
jefes y padres”.
El
Papa ha explicado que al preguntarnos “¿por qué somos pecadores?”
entendemos que “hemos desobedecido, siempre en relación con el
Señor: Él ha dicho una cosa y nosotros hemos hecho otra. No hemos
escuchado la voz del Señor: Él nos ha hablado tantas veces. En
nuestra vida, cada uno puede pensar: ‘¡Cuántas veces el Señor me
ha hablado a mí! ¡Cuántas veces no lo he escuchado!’. Ha hablado
con los padres, con la familia, con el catequista, en la iglesia, en
las predicaciones, también ha hablado a nuestro corazón”.
Pero
nosotros nos hemos rebelado: éste es el pecado, por lo tanto es
“rebelión”, es “obstinación” en el proseguir en “las
inclinaciones perversas de nuestro corazón”, cayendo en las
“pequeñas idolatrías de cada día”, “codicia”, “envidia”,
“odio” y, especialmente, “maledicencia”, ese “hablar mal”
que el Papa define la “guerra del corazón para destruir al otro”.
“El
pecado arruina el corazón, arruina la vida, arruina el alma,
debilita y enferma”, y el Papa ha indicado que “No es una mancha
que hay que quitar. Si fuera una macha, bastaría ir a la tintorería
y hacerla limpiar… No. El pecado es una relación de rebelión
contra el Señor. Es malo en sí mismo, pero malo contra el Señor,
que es bueno. Y si yo pienso así mis pecados, en lugar de entrar en
depresión, siento aquel gran sentimiento: la vergüenza, la deshonra
de la que habla el profeta Baruc. La vergüenza es una gracia”.
07.10.17
07.10.17
Ángelus: “Aportar el vino nuevo de la misericordia del Señor”
El
Papa comenta la parábola de los viñadores homicidas
(Roma,
8 de octubre de 2017). – “Aportar el vino nuevo de la
misericordia del Señor”: es la misión del cristiano según el
Papa Francisco.
El
Papa en efecto ha comentado, antes de la oración del ángelus, este
domingo 8 de octubre, en la plaza San Pedro, en presencia de unas
30.000 personas, la parábola de los viñadores homicidas que cuenta
el evangelio de San Mateo leído en la misa de hoy.
El
Papa ha hecho observar que Dios no se para ante el pecado: “Dios
continua poniendo en circulación “el buen vino” de su viña, es
decir la misericordia.”
Ha
advertido también que hay un obstáculo “de cara a la voluntad
tenaz y tierna del Padre”: ”nuestra arrogancia y nuestra
presunción que a veces también se convierte en violencia!”.
La
historia de Dios y de la humanidad está marcada por “traiciones”
y “rechazos”, pero ha continuado el Papa, Dios “no se venga,
Dios ama, nos espera, para perdonarnos, para abrazarnos”.
El
Papa ha invitado a invocar la intercesión de la Virgen María para
poder llevar por todas partes “el vino nuevo de la misericordia del
Señor”. Porque, ha explicado, el cristianismo es “una
proposición de amor”.
Ha
saludado también, después del ángelus, la beatificación, en
Milán, el 7 de octubre, del padre capuchino italiano Arsenio da
Trigolo, fundador de las hermanas de María consoladora.
Ha
concluido: “Buen domingo, buen almuerzo! Y por favor, no os
olvidéis de orar por mí”.
Esta
es nuestra traducción de las palabras del Papa.
Palabras
del Papa Francisco antes del ángelus
Queridos
hermanos y hermanas, buenos días!
La
liturgia de este domingo nos propone la parábola de los viñadores
homicidas a los cuales el propietario confía la viña que él ha
plantado y después se va (cf. Mt 21,33-43). Así se puso a prueba la
lealtad de estos viñadores: la viña les es confiada, ellos la deben
guardar, hacerla fructificar y devolver la cosecha al propietario.
Una
vez llegado el tiempo de la vendimia, el propietario envía a sus
servidores a recoger los frutos. Pero los viñadores adoptan una
actitud posesiva: no se consideran como simples administradores, sino
como propietarios y rehúsan recolectar. Maltratan a los siervos
hasta el punto de matarlos. El propietario se muestra paciente con
ellos: envía a otros servidores, más numerosos que los primeros,
pero el resultado es el mismo. Al final, con su paciencia, decide
enviar a su propio hijo, pero los viñadores, presos de sus
comportamientos posesivos, matan también al hijo, pensando que así
serían los herederos.
Este
relato ilustra de una manera alegórica estos reproches que los
profetas habían hecho en relación a la historia de Israel. Es una
historia que nos pertenece: habla de la alianza que Dios quiso
establecer con la humanidad y a la cual también nos llamó a
participar. Pero, esta historia de alianza, como toda historia de
amor conoce sus momentos positivos, pero está marcada por traiciones
y rechazos.
Para
entender como Dios responde a los rechazos opuestos a su amor y a su
propuesta de alianza, el pasaje evangélico pone en los labios del
propietario de la viña una cuestión: “Cuando venga el propietario
de la viña, que les hará a los campesinos?” (v.40). esta cuestión
subraya que la decepción de Dios ante el mal comportamiento de los
hombres no es la última palabra!
Esta
es la gran novedad del cristianismo: un Dios que, incluso
decepcionado por nuestros errores y por nuestros pecados, no falta a
su palabra, no se cierra, y sobre todo no se venga!
Hermanos
y hermanas,Dios no se venga! Dios ama, no se venga, nos espera para
perdonarnos, abrazarnos.
Por
las “piedras rechazadas”- es Cristo la primera piedra que los
constructores rechazaron”-, por las situaciones de debilidad y de
pecado, Dios continua poniendo en circulación “el vino nuevo” de
su viña, es decir la misericordia. Este es el vino nuevo de la viña
del Señor: la misericordia.
Solo
hay un obstáculo de cara a la voluntad tenaz y tierna de Dios:
nuestra arrogancia y nuestra presunción, que a veces se convierte en
violencia! De cara a estas actitudes y donde no haya fruto, la
Palabra de Dios conserva toda su fuerza de reproche y de advertencia:
“El Reino de Dios os será quitado y será dado a un pueblo que de
fruto” (v. 43).
La
urgencia de responder con buenos frutos a la llamada del Señor que
nos llama a ser su viña, nos ayude a comprender lo que hay de nuevo
y original en el cristianismo.
No
es tanto una suma de preceptos y de normas morales, sino que ante
todo es una proposición de amor que Dios, por Jesús, ha hecho y
continúa haciendo a la humanidad. Es una invitación a entrar en
esta historia de amor, convirtiéndose en una viña vivaz y abierta,
rica en frutos y en esperanza para todos.
Una
viña cerrada puede volverse salvaje y producir uvas salvajes.
Estamos
llamados a salir de la viña para ponernos al servicio de nuestros
hermanos que no están con nosotros, para sacudirnos mutuamente y
animarnos , para recordarnos que debemos ser la viña del Señor en
todos los medios, incluso en los más lejanos y desfavorecidos.
Queridos
hermanos y hermanas, invoquemos la intercesión de la Virgen María
para que ella nos ayude a ser, en todas partes, especialmente en las
periferias de la sociedad, la viña que el Señor ha plantado para el
bien de todos y a aportar el vino nuevo de la misericordia del Señor.
09.10.17
Santa Marta: “Ayudar a levantarse a quien tiene necesidad”
El
Papa reflexionó con el Evangelio del Buen Samaritano
(9
Oct. 2017).- “¿Cómo hago yo ante tantas heridas, ante tantas
personas heridas con las cuales me encuentro todos los días? ¿Hago
como Jesús?”, el Papa hizo reflexionar en la homilía de la misa
celebrada en Santa Marta.
“Hacerse
cargo de las personas heridas como hizo el Buen Samaritano”, este
ha sido el mandato que ha hecho el papa Francisco en la homilía de
la misa celebrada hoy, 9 de octubre de 2017, en Santa Marta,
exhortando a “ayudar a levantarse” a quien tiene necesidad.
El
Papa reflexionó a partir del Evangelio propuesto por la liturgia del
día que relata la parábola del Buen Samaritano, quien, “a
diferencia del sacerdote y del levita, se detiene y socorre al hombre
herido a muerte por los bandidos”, ha dicho.
Esta
parábola “es la respuesta que Jesús da al Doctor de la Ley”,
que quiere ponerlo a prueba preguntándole qué hay que hacer para
heredar la vida eterna –ha indicado el Papa–. “Jesús le hace
decir el mandamiento del amor hacia Dios y hacia el prójimo, pero el
Doctor de la Ley, que no sabía salir de la pequeña trampa que Jesús
le había tendido, le pregunta quién era su prójimo. Y entonces
Jesús responde con esta historia”.
En
la parábola hay seis “actores”: los bandidos, el hombre herido a
muerte, el sacerdote, el levita, el posadero y el samaritano, un
pagano que no era del pueblo judío. El Papa evidenció que Cristo
siempre responde de modo “más elevado”. Y en este caso con una
historia que, precisamente, quiere explicar su mismo misterio, “el
misterio de Jesús”.
Así,
el papa Francisco describió una actitud “frecuente”: “Una
actitud muy habitual entre nosotros: mirar una calamidad, mirar una
cosa fea y pasar más allá. Y después leerla en los periódicos, un
poco pintadas por el escándalo o el sensacionalismo. En cambio, este
pagano, pecador, que estaba de viaje, ‘vio y no pasó más allá:
tuvo compasión’. Lucas lo describe bien: ” Vio, tuvo compasión
de él, estuvo cerca y no se alejó: se acercó. Le vendó las
heridas – ¡él! – derramándole aceite y vino.´ Y no lo dejó
allí: hice lo mío y me voy. No”.
Después
lo cargó sobre su cabalgadura, lo llevó a la posada y se ocupó de
él, pero al día siguiente, teniendo que irse por sus cuestiones,
pagó al posadero para que se ocupara de él diciéndole también que
lo que hubiera gastado además “de esos dos denarios”, se los
habría pagado a su regreso. Éste es el “el misterio de Cristo”
que “se hizo siervo, se abajó, se anonadó y murió por nosotros”,
señaló Francisco. Con este misterio Jesús responde al Doctor de la
Ley, que quería ponerlo a prueba. Jesús es el Buen Samaritano e
invita a aquel hombre a hacer lo mismo. “No es un relato para
niños” –aclaró el Papa– sino “el misterio de Jesucristo”:
“Y
viendo esta parábola, comprenderemos con mayor profundidad la
amplitud del misterio de Jesucristo. El Doctor de la Ley se fue
silencioso, lleno de vergüenza, no comprendió. No comprendió el
misterio de Cristo. Quizá haya entendido ese principio humano que
nos acerca a entender el misterio de Cristo: que cada hombre vea a
otros hombre desde arriba hacia abajo, sólo cuando debe ayudarlo a
levantarse. Y si alguien hace esto, está en el buen camino, está en
el buen camino hacia Jesús”.
“¿Qué
hago yo? ¿Soy un bandido, un estafador, corrupto? ¿Soy un bandido
allí? ¿Soy un sacerdote? ¿echa un vistazo, ve y mira para otro
lado y va más allá? ¿O un dirigente católico, que hace lo mismo?
¿O soy un pecador? ¿Uno que debe ser condenado por sus propios
pecados? ¿Y me acerco, me hago prójimo, me ocupo de aquel que tiene
necesidad? ¿Cómo hago yo ante tantas heridas, ante tantas personas
heridas con las cuales me encuentro todos los días? ¿Hago como
Jesús? ¿Tomo forma de siervo? Nos hará bien esta reflexión,
leyendo y releyendo este pasaje. Aquí se manifiesta el misterio de
Jesucristo, puesto que siendo pecadores, ha venido por nosotros, para
curarnos y dar la vida por nosotros”.
10.10.17
10.10.17
Santa Marta: La omnipotencia de Dios se manifiesta en su misericordia
Reflexión
a partir del Libro de Jonás
(10
Oct. 2017).- “Los obstinados olvidan que Dios, que la omnipotencia
de Dios, se manifiesta sobre todo en su misericordia y en el perdón”,
apuntó el Papa.
La
Liturgia del segundo martes de octubre (día 10) propone reflexionar,
con el Libro de Jonás, sobre un “diálogo entre la misericordia,
la penitencia, la profecía y la terquedad”, si bien sobre todas
“vence la misericordia”, señaló el Papa en la homilía de la
misa celebrada en Santa Marta esta mañana.
“Este
es el mensaje de este libro profético”, y recomendó: “Yo me
permito aconsejarles hoy que tomen la Biblia y lean este Libro de
Jonás, –son tres páginas– y que vean cómo actúa el Señor,
cómo es la misericordia del Señor, cómo el Señor trasforma
nuestros corazones. Y dar gracias al Señor porque Él es tan
misericordioso”.
El
Papa señaló la negación de Jonás a cumplir la misión que el
Señor le había encomendado, es decir, convertir a la gente de
Nínive, aunque luego sí lo hace, “desdeñado” porque Dios,
viendo el arrepentimiento de la ciudad, la perdona. Es un
“pusilánime” –observó el Papa– con “el alma almidonada”.
Francisco
ha advertido que “los tozudos de alma, los rígidos, no comprenden
lo que es la misericordia de Dios. Son como Jonás: ‘Debemos
predicar esto, que estos sean castigados porque han hecho el mal y
deben ir al inferno…’. Los rígidos no saben ensanchar el corazón
como el Señor. Los rígidos son pusilánimes, con el pequeño
corazón cerrado allí, apegados a la justicia desnuda. Y olvidan que
la justicia de Dios se ha hecho carne en su Hijo; se ha hecho
misericordia, se ha hecho perdón; que el corazón de Dios siempre
está abierto al perdón”.
Así,
el Papa ha explicado que “no es fácil comprender la misericordia
de Dios, no es fácil. Se necesita tanta oración para poder
comprenderla, porque es una gracia”. y ha advertido que “Dios
habría podido abandonar a Jonás. Dejarlo a su tozudez. Y, en
cambio, lo salvó, como salvó a la gente de Nínive”. Sí –ha
dicho el Papa– porque es el “Dios de la paciencia”, que sabe
acariciar y que sabe “ensanchar los corazones”.
11.10.17
11.10.17
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