30 de set. 2017

PAPA OCTUBRE 2017

El Papa a los alcaldes italianos: ‘No elevar más las torres sino ampliar las plazas’

En audiencia les invita a promover la cultura del encuentro hacia los inmigrantes
(Ciudad del Vaticano, 30 Sept. 2017).- Tras recordar las ciudades de Babel y Jerusalén, el papa Francisco le señaló a los miembros de la Asociación de los Municipios Italianos (Anci, por sus siglas en italiano) que quiere hablarles de una ciudad “que no admite dirección obligatoria de un individualismo exasperado y que disocia el interés privado del público”.
Fue en la audiencia que concedió este sábado en el Vaticano al Anci, en la que precisó que esa ciudad ideal “no soporta los callejones sin salida de la corrupción, o donde se anidan las llagas de la disgregación”. Y que no conoce las máscaras de intereses de esos pocos que quieren privatizar espacios públicos.
No se trata de elevar aún más la torre -dijo el pontífice- sino de ampliar la plaza” para “dar espacio a cada uno para realizarse junto a su familia y abrirse a la comunión con los demás”.
O sea, además de un corazón “bueno y grande que custodie la pasión del bien común”, esta ciudad necesita promover la justicia social, crear servicios y oportunidades, educando a la corresponsabilidad responsabilità compartida.
Señaló también el peligro de las dobles caminos, “una pista para los corruptos” y en la otra, “los callejones para los pobres, desempleados, familias numerosas, inmigrantes y quien no tiene a nadie para apoyarse”.
Invitó a no aceptar estos esquemas y para ello de una “política y una economía basada nuevamente en la ética” en relación “de la comunidad y del ambiente”.
El Santo Padre reconoció que existe malestar “ante la llegada maciza de migrantes y refugiados”, debido al temor del extranjeros, agravado por las dificultades económicas.
Entretanto ese malestar tiene que ser superado “con la oferta de espacios de encuentro personal y de conocimiento mutuo”. Dio así el “bienvenido a todas las iniciativas que promueven la cultura del encuentro”.
Elogió que muchas administraciones locales realicen “buenas prácticas de acogida y de integración” y deseó que las otras sigan este ejemplo. De tal manera que “la política pueda realizar su tarea fundamental que ayude a mirar con esperanza el futuro”.
Entonces, concluyó el Santo Padre “la ciudad se volverá un preludio y reflejo de la Jerusalén celeste”.     
01.10.17



Ángelus: “comprometámonos a leer y a meditar la Biblia”

El Papa saluda la beatificación de Titus Zeman

(Bolonia 1 de octubre de 2017). – “Comprometámonos a leer y a meditar la Biblia, especialmente el Evangelio”. Han sido los estímulos del Papa Francisco en el ángelus dominical que ha celebrado en Bolonia, el 1 de octubre de 2017.
Al mediodía, el Papa se ha reunido con representantes del mundo del trabajo, en la “Piazza Maggiore” de la ciudad de Emilia Romaña, en el norte de Italia. Ha recitado con ellos la oración mariana, saludando la beatificación del Padre eslovaco Titus Zeman, mártir, uniéndose a los fieles reunidos en el Santuario de Pompeya para la tradicional Súplica a Nuestra Señora del Rosario.

Palabras del Papa despues del Angelus
Queridos hermanos y hermanas,

Ayer, en Bratislava (Eslovaquia), fue beatificado Titus Zeman, sacerdote salesiano. Uniéndose a la larga lista de mártires del siglo XX, porque él murió en 1969 después de haber estado en prisión mucho tiempo a causa de su fe y de su servicio pastoral. Que su testimonio nos sostenga en los momentos más difíciles de la vida y nos ayude a reconocer, también en la prueba, la presencia del Señor.

En este domingo, concluye la semana dedicada de manera particular a la Palabra de Dios, con ocasión de la memoria de San Jerónimo, gran maestro de la Santa Escritura. Demos gracias a Dios por el don de su Palabra y comprometámonos a leer y a meditar la Biblia, especialmente el Evangelio.

Por último, nos unimos espiritualmente a los fieles reunidos en el Santuario de Pompeya para la tradicional Súplica a Nuestra Señora del Rosario, presidida hoy por el presidente de la Conferencia episcopal italiana, el cardenal Bassetti.

A todos vosotros, Boloñeses nativos y “adoptivos”, os deseo un buen domingo. Por favor, no os olvidéis de orar por mí. Buen apetito y hasta luego!.        

02.10.17


Papa Francisco: “El don más grande que Dios nos ha dado a cada uno es la vida”

Audiencia con motivo de la Jornada del Don 2017

(2 Oct. 2017).- “El don más grande que Dios nos ha dado a cada uno es la vida; y la vida es parte de otro don divino originario que es la creación”, ha señalado el papa Francisco.
El papa ha recibido esta mañana en la Sala Clementina del Vaticano a los participantes en la reunión organizada por el Instituto Italiano de Donación con motivo de la Jornada del Don 2017.
El don de la vida y el don de la creación provienen del amor de Dios por la humanidad; más aún, a través de estos dones Dios nos ofrece su amor” –ha indicado el Papa– “Y en la medida en que nos abrimos y lo acogemos, podemos convertirnos a nuestra vez en don de amor para nuestros hermanos”.
Asimismo, el Papa ha encomendado una tarea: “Todos debemos sentir la gran responsabilidad de proteger adecuadamente la creación y de cuidarla, defendiéndola de las diversas formas de degradación”, ya que –ha apuntado el Santo Padre– lo “hemos recibido como un don gratuito de la bondad de Dios”.
El “don”, que se celebra en Italia el 4 de octubre, al que está llamado “todo el mundo, especialmente los niños y jóvenes –ha afirmado el Papa– es una experiencia educativa, que hace crecer humana y espiritualmente, abriendo la mente y el corazón a los amplios espacios de la fraternidad y la compartición. ¡Así se construye la civilización del amor!”.

Así, el papa Francisco ha animado a los jóvenes “a continuar su alegría” y a ser “hombres y mujeres, chicos y chicas defensores de la vida, custodios de la creación,       
 03.10.17


Santa Marta: “Transcurramos hoy un poco de tiempo ante el Crucifijo”

El Papa ha reflexionado en la soledad de Jesús hacia Jerusalén

(3 Oct. 2017).- Frente al relato de la Pasión, el Papa ha invitado a “tomarse un poco de tiempo para pensar” en Jesús que “tanto nos ha amado”, “que ha caminado solo hacia la cruz”, ha anunciado el Papa en a Misa de Santa Marta.
El papa Francisco ha señalado que cuando Jesús se puso en camino con sus discípulos hacia Jerusalén porque “se cumplían los días en que habría sido elevado en alto”, realizaba dos acciones: “Toma la firme decisión de ponerse en camino”, y “anuncia esto a sus discípulos”. Así ha expuesto el Papa la principal idea del Evangelio propuesto para el día de hoy en la Misa celebrada en Santa Marta.
Frente al relato de la Pasión, el Papa ha invitado a “tomarse un poco de tiempo para pensar” en Jesús que “tanto nos ha amado”, “que ha caminado solo hacia la cruz” en medio de la incomprensión de los suyos. “Pensar”, “ver”, “agradecer” a Jesús, obediente y valiente, y “realizar un coloquio con Él”.
Esta ha sido la sugerencia del Santo Padre: “¿Cuántas veces yo trato de hacer tantas cosas y no miro, lo que Tú has hecho por mí? ¿Tú que has entrado en la paciencia – el hombre paciente, Dios paciente – que con tanta paciencia toleras mis pecados, mis fracasos? Y hablar con Jesús así. Él siempre está decidido a ir adelante, poner el rostro, y nosotros debemos agradecérselo. Transcurramos hoy un poco de tiempo, poco minutos – cinco, diez, quince – ante el Crucifijo, tal vez, o con la imaginación ver a Jesús caminando decididamente hacia Jerusalén, y pedir la gracia de tener el coraje de seguirlo desde cerca”.
El Papa ha recordado que “sólo una vez” se permitió Jesucristo pedir al Padre que alejara un poco esta cruz, cuando en el Huerto de los Olivos oraba al Padre: “Si es posible, aleja de mí este cáliz. Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya”.
Esto pone de manifiesto –ha indicado Francisco– la actitud “obediente” de Jesús: “Lo que el Padre quiere. Decidido y obediente y nada más. Y así, hasta el final. El Señor entra en la paciencia… Entra en la paciencia. Es un ejemplo de camino, no sólo morir sufriendo en la cruz, sino caminar en la paciencia”.
Sin embargo, los discípulos no siguen a su Maestro hacia la cruz, tal como lo relatan diversas páginas de los Evangelios que citó el Santo Padre. A veces los discípulos “no entendían lo que quería decir o no querían entender, porque estaban asustados”; mientras otras veces “escondían la verdad” o se distraían haciendo “cosas alienantes”; o, como se lee en el Evangelio, “buscaban una coartada para no pensar” en lo que le esperaba al Señor, ha señalado el Papa.
Y Jesús solo. No estaba acompañado en esta decisión porque nadie comprendía el misterio de Jesús. La soledad de Jesús en el camino hacia Jerusalén: solo. Y esto, hasta el final. Pensemos después en el abandono de los discípulos, en la traición de Pedro… Solo. El Evangelio nos dice que se le apareció sólo un ángel del cielo para confortarlo en el Huerto de los Olivos. Sólo aquella compañía. Solo”, ha narrado el Papa.
04.10.17


Audiencia general: “Jesús quiere testigos, personas que difundan esperanza”

Tema de la catequesis: “Misioneros de esperanza hoy”

(4 Oct. 2017).- “Jesús quiere testigos, personas que difundan esperanza con su modo de acoger, de sonreír, y sobre todo de amar”, ha anunciado el papa Francisco.
El papa Francisco ha celebrado esta mañana, 4 de octubre de 2017, la Audiencia general, que comenzaba a las 9:40 horas en la plaza de San Pedro frente a 15.000 peregrinos, según Radio Vaticano. El mes de octubre está dedicado por la Iglesia especialmente a la misión, por eso esta catequesis lleva por título: “Misioneros de esperanza hoy”.
A través del Espíritu Santo, Jesús nos hace renacer a una vida nueva que debemos anunciar a los demás no sólo de palabra, sino con la vida. Jesús quiere testigos, personas que difundan esperanza con su modo de acoger, de sonreír, y sobre todo de amar”, ha indicado el papa Francisco en la audiencia.
El núcleo de la fe cristiana es la resurrección de Jesús, por eso el cristiano no puede ser un profeta de desgracias”, han sido sus palabras.
Francisco ha explicado que la fuerza de la resurrección “hace que los cristianos seamos capaces de amar” allí donde parece que ya no hay motivo para amar, y de “abrir espacios de salvación” allí donde parece que todo está humanamente perdido.
El cristiano –ha señalado el Papa– por eso no se deja llevar del desánimo o de la queja, ya que “gracias a la resurrección está convencido de que no hay ningún mal que sea infinito, ninguna noche que sea eterna, ningún hombre que no pueda cambiar, ningún odio que no se pueda vencer con amor”.
El papa Francisco ha saludado cordialmente a los peregrinos de lengua española, en modo particular a los grupos provenientes de España y América Latina, y los ha exhortado a que “sepamos difundir siempre a nuestro alrededor semillas de esperanza y de amor”, pidiéndoselo a Jesús, “por intercesión de la Virgen María y de san Francisco de Asís”.   05.10.17


Santa Marta: El Papa llama a “redescubrir las propias raíces”

Homilía del Papa en la misa matutina

(5 Oct. 2017).- “Quien reencuentra sus propias raíces es un hombre de alegría, mientras el autoexilio psicológico, hace muy mal”, ha anunciado el Papa en su homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta.
A partir de la Primera Lectura tomada del Libro de Nehemías, el Santo Padre exhortó a reencontrar la propia pertenencia. En el texto se describe “una gran asamblea litúrgica” que representa al pueblo reunido ante la Puerta de las Aguas en Jerusalén.
Asimismo, Francisco ha recordado la “nostalgia de los emigrantes”, de aquellos “están lejos de su patria y quieren regresar”, apoyándose en el Salmo que dice: “A lo largo de los ríos de Babilonia se sentaban y lloraban. No podían cantar, sus cítaras estaban colgadas en los sauces, pero no querían olvidar”.
De manera que Nehemías se prepara para regresar y llevar al pueblo a Jerusalén. Se trataba de “un viaje difícil” porque “debía convencer a tanta gente” y trasladar las cosas para reconstruir la ciudad, las murallas, el Templo, “pero sobre todo era un viaje para reconstruir las raíces del pueblo”, ha indicado Francisco.
Después de tantos años, las raíces “se habían debilitado”, pero no se habían perdido. Reapropiarse de las raíces “significa retomar la pertenencia de un pueblo”. “Sin las raíces no se puede vivir: un pueblo sin raíces o que abandona sus raíces, es un pueblo enfermo”, ha advertido el Papa.
Y ha continuado: “Una persona sin raíces, que ha olvidado sus propias raíces, está enferma. Recuperar, redescubrir sus propias raíces y recobrar fuerza para ir adelante, la fuerza para dar fruto y, como dice el poeta, ‘la fuerza para florecer del árbol florido, viene de lo que está enterrado. Precisamente esa relación entre la raíz y el bien que nosotros podemos hacer.        06.10.17


Santa Marta: El Papa invita a que “pidamos la gracia de la vergüenza”

El pecado arruina el corazón”, recuerda el Papa

(6 Oct. 2017).- “La vergüenza abre la puerta a la curación”, “pidamos la gracia de la vergüenza” es la invitación que ha hecho el papa Francisco en la misa matutina celebrada en la Casa Santa Marta.
El Papa dirigió estas palabras al concluir esta reflexión: “Ante el Señor experimentar vergüenza por nuestros pecados y pedir ser curados”, y continuó “Cuando el Señor nos ve así, avergonzados por lo que hemos hecho, y con humildad pedir perdón, Él es el omnipotente: borra, nos abraza, nos acaricia y nos perdona. Éste es el camino para llegar al perdón, lo que hoy nos enseña el profeta Baruc”.
El Papa ha aclarado que Dios es misericordioso: “Alabemos hoy al Señor porque ha querido manifestar la omnipotencia precisamente en la misericordia y en el perdón”, y ante un Dios tan bueno, que perdona todo, que tiene tanta misericordia: “pidamos la gracia de la vergüenza”.
Nadie puede decir: ‘Yo soy justo’, o ‘yo no soy como aquel o como aquella’. Yo soy pecador. Yo diría que casi es el primer nombre que todos tenemos: pecadores”, ha señalado el Papa.
Justicia a Dios y a nosotros el deshonor en el rostro”. Con estas palabras el Profeta Baruc en la Primera Lectura propuesta por la liturgia del día se refiere a la desobediencia a la ley de Dios, es decir, al pecado y, al mismo tiempo, indica también cuál es el verdadero camino para pedir perdón.
Este ha sido el hilo conductor de la homilía del Papa durante la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta el primer viernes de octubre. Francisco recorrió el texto litúrgico deteniéndose, ante todo, en la realidad del pecado que caracteriza a todos los hombres, y en la profecía de Baruc “sacerdotes, reyes, jefes y padres”.
El Papa ha explicado que al preguntarnos “¿por qué somos pecadores?” entendemos que “hemos desobedecido, siempre en relación con el Señor: Él ha dicho una cosa y nosotros hemos hecho otra. No hemos escuchado la voz del Señor: Él nos ha hablado tantas veces. En nuestra vida, cada uno puede pensar: ‘¡Cuántas veces el Señor me ha hablado a mí! ¡Cuántas veces no lo he escuchado!’. Ha hablado con los padres, con la familia, con el catequista, en la iglesia, en las predicaciones, también ha hablado a nuestro corazón”.
Pero nosotros nos hemos rebelado: éste es el pecado, por lo tanto es “rebelión”, es “obstinación” en el proseguir en “las inclinaciones perversas de nuestro corazón”, cayendo en las “pequeñas idolatrías de cada día”, “codicia”, “envidia”, “odio” y, especialmente, “maledicencia”, ese “hablar mal” que el Papa define la “guerra del corazón para destruir al otro”.
El pecado arruina el corazón, arruina la vida, arruina el alma, debilita y enferma”, y el Papa ha indicado que “No es una mancha que hay que quitar. Si fuera una macha, bastaría ir a la tintorería y hacerla limpiar… No. El pecado es una relación de rebelión contra el Señor. Es malo en sí mismo, pero malo contra el Señor, que es bueno. Y si yo pienso así mis pecados, en lugar de entrar en depresión, siento aquel gran sentimiento: la vergüenza, la deshonra de la que habla el profeta Baruc. La vergüenza es una gracia”.           
  07.10.17



Ángelus: “Aportar el vino nuevo de la misericordia del Señor”

El Papa comenta la parábola de los viñadores homicidas

(Roma, 8 de octubre de 2017). – “Aportar el vino nuevo de la misericordia del Señor”: es la misión del cristiano según el Papa Francisco.
El Papa en efecto ha comentado, antes de la oración del ángelus, este domingo 8 de octubre, en la plaza San Pedro, en presencia de unas 30.000 personas, la parábola de los viñadores homicidas que cuenta el evangelio de San Mateo leído en la misa de hoy.
El Papa ha hecho observar que Dios no se para ante el pecado: “Dios continua poniendo en circulación “el buen vino” de su viña, es decir la misericordia.”
Ha advertido también que hay un obstáculo “de cara a la voluntad tenaz y tierna del Padre”: ”nuestra arrogancia y nuestra presunción que a veces también se convierte en violencia!”.
La historia de Dios y de la humanidad está marcada por “traiciones” y “rechazos”, pero ha continuado el Papa, Dios “no se venga, Dios ama, nos espera, para perdonarnos, para abrazarnos”.
El Papa ha invitado a invocar la intercesión de la Virgen María para poder llevar por todas partes “el vino nuevo de la misericordia del Señor”. Porque, ha explicado, el cristianismo es “una proposición de amor”.
Ha saludado también, después del ángelus, la beatificación, en Milán, el 7 de octubre, del padre capuchino italiano Arsenio da Trigolo, fundador de las hermanas de María consoladora.
Ha concluido: “Buen domingo, buen almuerzo! Y por favor, no os olvidéis de orar por mí”.
Esta es nuestra traducción de las palabras del Papa.
Palabras del Papa Francisco antes del ángelus
Queridos hermanos y hermanas, buenos días!
La liturgia de este domingo nos propone la parábola de los viñadores homicidas a los cuales el propietario confía la viña que él ha plantado y después se va (cf. Mt 21,33-43). Así se puso a prueba la lealtad de estos viñadores: la viña les es confiada, ellos la deben guardar, hacerla fructificar y devolver la cosecha al propietario.
Una vez llegado el tiempo de la vendimia, el propietario envía a sus servidores a recoger los frutos. Pero los viñadores adoptan una actitud posesiva: no se consideran como simples administradores, sino como propietarios y rehúsan recolectar. Maltratan a los siervos hasta el punto de matarlos. El propietario se muestra paciente con ellos: envía a otros servidores, más numerosos que los primeros, pero el resultado es el mismo. Al final, con su paciencia, decide enviar a su propio hijo, pero los viñadores, presos de sus comportamientos posesivos, matan también al hijo, pensando que así serían los herederos.
Este relato ilustra de una manera alegórica estos reproches que los profetas habían hecho en relación a la historia de Israel. Es una historia que nos pertenece: habla de la alianza que Dios quiso establecer con la humanidad y a la cual también nos llamó a participar. Pero, esta historia de alianza, como toda historia de amor conoce sus momentos positivos, pero está marcada por traiciones y rechazos.
Para entender como Dios responde a los rechazos opuestos a su amor y a su propuesta de alianza, el pasaje evangélico pone en los labios del propietario de la viña una cuestión: “Cuando venga el propietario de la viña, que les hará a los campesinos?” (v.40). esta cuestión subraya que la decepción de Dios ante el mal comportamiento de los hombres no es la última palabra!
Esta es la gran novedad del cristianismo: un Dios que, incluso decepcionado por nuestros errores y por nuestros pecados, no falta a su palabra, no se cierra, y sobre todo no se venga!
Hermanos y hermanas,Dios no se venga! Dios ama, no se venga, nos espera para perdonarnos, abrazarnos.
Por las “piedras rechazadas”- es Cristo la primera piedra que los constructores rechazaron”-, por las situaciones de debilidad y de pecado, Dios continua poniendo en circulación “el vino nuevo” de su viña, es decir la misericordia. Este es el vino nuevo de la viña del Señor: la misericordia.
Solo hay un obstáculo de cara a la voluntad tenaz y tierna de Dios: nuestra arrogancia y nuestra presunción, que a veces se convierte en violencia! De cara a estas actitudes y donde no haya fruto, la Palabra de Dios conserva toda su fuerza de reproche y de advertencia: “El Reino de Dios os será quitado y será dado a un pueblo que de fruto” (v. 43).
La urgencia de responder con buenos frutos a la llamada del Señor que nos llama a ser su viña, nos ayude a comprender lo que hay de nuevo y original en el cristianismo.
No es tanto una suma de preceptos y de normas morales, sino que ante todo es una proposición de amor que Dios, por Jesús, ha hecho y continúa haciendo a la humanidad. Es una invitación a entrar en esta historia de amor, convirtiéndose en una viña vivaz y abierta, rica en frutos y en esperanza para todos.
Una viña cerrada puede volverse salvaje y producir uvas salvajes.
Estamos llamados a salir de la viña para ponernos al servicio de nuestros hermanos que no están con nosotros, para sacudirnos mutuamente y animarnos , para recordarnos que debemos ser la viña del Señor en todos los medios, incluso en los más lejanos y desfavorecidos.

Queridos hermanos y hermanas, invoquemos la intercesión de la Virgen María para que ella nos ayude a ser, en todas partes, especialmente en las periferias de la sociedad, la viña que el Señor ha plantado para el bien de todos y a aportar el vino nuevo de la misericordia del Señor.          
09.10.17




Santa Marta: “Ayudar a levantarse a quien tiene necesidad”

El Papa reflexionó con el Evangelio del Buen Samaritano

(9 Oct. 2017).- “¿Cómo hago yo ante tantas heridas, ante tantas personas heridas con las cuales me encuentro todos los días? ¿Hago como Jesús?”, el Papa hizo reflexionar en la homilía de la misa celebrada en Santa Marta.
Hacerse cargo de las personas heridas como hizo el Buen Samaritano”, este ha sido el mandato que ha hecho el papa Francisco en la homilía de la misa celebrada hoy, 9 de octubre de 2017, en Santa Marta, exhortando a “ayudar a levantarse” a quien tiene necesidad.
El Papa reflexionó a partir del Evangelio propuesto por la liturgia del día que relata la parábola del Buen Samaritano, quien, “a diferencia del sacerdote y del levita, se detiene y socorre al hombre herido a muerte por los bandidos”, ha dicho.
Esta parábola “es la respuesta que Jesús da al Doctor de la Ley”, que quiere ponerlo a prueba preguntándole qué hay que hacer para heredar la vida eterna –ha indicado el Papa–. “Jesús le hace decir el mandamiento del amor hacia Dios y hacia el prójimo, pero el Doctor de la Ley, que no sabía salir de la pequeña trampa que Jesús le había tendido, le pregunta quién era su prójimo. Y entonces Jesús responde con esta historia”.
En la parábola hay seis “actores”: los bandidos, el hombre herido a muerte, el sacerdote, el levita, el posadero y el samaritano, un pagano que no era del pueblo judío. El Papa evidenció que Cristo siempre responde de modo “más elevado”. Y en este caso con una historia que, precisamente, quiere explicar su mismo misterio, “el misterio de Jesús”.
Así, el papa Francisco describió una actitud “frecuente”: “Una actitud muy habitual entre nosotros: mirar una calamidad, mirar una cosa fea y pasar más allá. Y después leerla en los periódicos, un poco pintadas por el escándalo o el sensacionalismo. En cambio, este pagano, pecador, que estaba de viaje, ‘vio y no pasó más allá: tuvo compasión’. Lucas lo describe bien: ” Vio, tuvo compasión de él, estuvo cerca y no se alejó: se acercó. Le vendó las heridas – ¡él! – derramándole aceite y vino.´ Y no lo dejó allí: hice lo mío y me voy. No”.
Después lo cargó sobre su cabalgadura, lo llevó a la posada y se ocupó de él, pero al día siguiente, teniendo que irse por sus cuestiones, pagó al posadero para que se ocupara de él diciéndole también que lo que hubiera gastado además “de esos dos denarios”, se los habría pagado a su regreso. Éste es el “el misterio de Cristo” que “se hizo siervo, se abajó, se anonadó y murió por nosotros”, señaló Francisco. Con este misterio Jesús responde al Doctor de la Ley, que quería ponerlo a prueba. Jesús es el Buen Samaritano e invita a aquel hombre a hacer lo mismo. “No es un relato para niños” –aclaró el Papa– sino “el misterio de Jesucristo”:
Y viendo esta parábola, comprenderemos con mayor profundidad la amplitud del misterio de Jesucristo. El Doctor de la Ley se fue silencioso, lleno de vergüenza, no comprendió. No comprendió el misterio de Cristo. Quizá haya entendido ese principio humano que nos acerca a entender el misterio de Cristo: que cada hombre vea a otros hombre desde arriba hacia abajo, sólo cuando debe ayudarlo a levantarse. Y si alguien hace esto, está en el buen camino, está en el buen camino hacia Jesús”.
¿Qué hago yo? ¿Soy un bandido, un estafador, corrupto? ¿Soy un bandido allí? ¿Soy un sacerdote? ¿echa un vistazo, ve y mira para otro lado y va más allá? ¿O un dirigente católico, que hace lo mismo? ¿O soy un pecador? ¿Uno que debe ser condenado por sus propios pecados? ¿Y me acerco, me hago prójimo, me ocupo de aquel que tiene necesidad? ¿Cómo hago yo ante tantas heridas, ante tantas personas heridas con las cuales me encuentro todos los días? ¿Hago como Jesús? ¿Tomo forma de siervo? Nos hará bien esta reflexión, leyendo y releyendo este pasaje. Aquí se manifiesta el misterio de Jesucristo, puesto que siendo pecadores, ha venido por nosotros, para curarnos y dar la vida por nosotros”.    
10.10.17




Santa Marta: La omnipotencia de Dios se manifiesta en su misericordia

Reflexión a partir del Libro de Jonás


(10 Oct. 2017).- “Los obstinados olvidan que Dios, que la omnipotencia de Dios, se manifiesta sobre todo en su misericordia y en el perdón”, apuntó el Papa.
La Liturgia del segundo martes de octubre (día 10) propone reflexionar, con el Libro de Jonás, sobre un “diálogo entre la misericordia, la penitencia, la profecía y la terquedad”, si bien sobre todas “vence la misericordia”, señaló el Papa en la homilía de la misa celebrada en Santa Marta esta mañana.
Este es el mensaje de este libro profético”, y recomendó: “Yo me permito aconsejarles hoy que tomen la Biblia y lean este Libro de Jonás, –son tres páginas– y que vean cómo actúa el Señor, cómo es la misericordia del Señor, cómo el Señor trasforma nuestros corazones. Y dar gracias al Señor porque Él es tan misericordioso”.
El Papa señaló la negación de Jonás a cumplir la misión que el Señor le había encomendado, es decir, convertir a la gente de Nínive, aunque luego sí lo hace, “desdeñado” porque Dios, viendo el arrepentimiento de la ciudad, la perdona. Es un “pusilánime” –observó el Papa– con “el alma almidonada”.
Francisco ha advertido que “los tozudos de alma, los rígidos, no comprenden lo que es la misericordia de Dios. Son como Jonás: ‘Debemos predicar esto, que estos sean castigados porque han hecho el mal y deben ir al inferno…’. Los rígidos no saben ensanchar el corazón como el Señor. Los rígidos son pusilánimes, con el pequeño corazón cerrado allí, apegados a la justicia desnuda. Y olvidan que la justicia de Dios se ha hecho carne en su Hijo; se ha hecho misericordia, se ha hecho perdón; que el corazón de Dios siempre está abierto al perdón”.
Así, el Papa ha explicado que “no es fácil comprender la misericordia de Dios, no es fácil. Se necesita tanta oración para poder comprenderla, porque es una gracia”. y ha advertido que “Dios habría podido abandonar a Jonás. Dejarlo a su tozudez. Y, en cambio, lo salvó, como salvó a la gente de Nínive”. Sí –ha dicho el Papa– porque es el “Dios de la paciencia”, que sabe acariciar y que sabe “ensanchar los corazones”.         
11.10.17






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