26 d’oct. 2019

PAPA DISCURSOS


Discurso del Papa: “No tenerle miedo a las organizaciones que custodian una vida especial”

Texto completo

(27 oct. 2019).- El Papa Francisco ha señalado que, aunque la exhortación postsinodal “no es obligatoria” para el Santo Padre, “de todas maneras, una palabra del Papa de lo que ha vivido en el Sínodo puede hacer bien”, y ha adelantado que le gustaría hacerla antes de fin de año.
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Discurso del Papa Francisco
Primero de todo quiero agradecer a todos ustedes que han dado este testimonio de trabajo, de escucha, de búsqueda, de buscar, poner en práctica este espíritu sinodal que estamos aprendiendo quizás a fijar y que todavía no atinamos a completarlo pero estamos en un buen camino, estamos en un buen camino, y estamos entendiendo cada vez más que es esto de caminar juntos, y estamos entendiendo que significa discernir, que significa escuchar, que significa incorporar la rica tradición de la Iglesia a los momentos coyunturales.
Algunos piensan que la tradición es un museo de cosas viejas, ¿no? A mí me gusta repetir  aquello que Gustav Mahler decía: “La tradición es la salvaguarda del futuro y no la custodia de las cenizas. Es como la raíz de la cual viene la savia que hace crecer el árbol para que de frutos. Es como andar adelante, como concebían los primeros padres lo que era la tradición. O sea, recibir y caminar en un mismo sentido. Con esa triple dimensión tan linda, de Vicente de Lerins, ya en el siglo noveno. Gracias por todo esto.
Uno de los temas que se ha votado que tuvieron mayoría –tres temas tuvieron mayoría para el próximo Sínodo– es el de la sinodalidad. Yo no sé si será elegido ese o no, todavía no me he decidido, estoy reflexionando y pensando, pero ciertamente puedo decir que hemos caminado mucho y todavía tenemos que caminar más en este camino de la sinodalidad. Muchas gracias a ustedes por esta compañía.
La exhortación postsinodal –no es obligatorio que el Papa lo haga, ¿eh?–, lo más fácil sería decir “bueno, acá está el documento, vean ustedes”. De todas maneras, una palabra del Papa de lo que ha vivido en el Sínodo puede hacer bien. Yo quisiera hacerla antes de fin de año, de tal manera que no pase mucho tiempo. Todo depende del tiempo que tenga para pensar. (Aplauso)
Hablamos de cuatro dimensiones. La dimensión cultural la hemos trabajado, hablamos de inculturación, de valoración de la cultura, eso con una fuerza muy grande, y yo quedé contento con lo que se ha dicho al respecto, que está dentro de la tradición de la Iglesia. La inculturación, ya Puebla había abierto esa puerta, por nombrarlo más cercano.
Segundo: la dimensión ecológica. Quiero rendir homenaje a uno de los pioneros de esta conciencia dentro de la Iglesia, es el patriarca Bartolomé de Constantinopla, fue de los primeros que abrieron camino para crear esta conciencia, y después de él tantos lo han seguido y con esa inquietud y cada vez con aceleración de progresión geométrica en el equipo de París y siguiendo los demás encuentros, ahí nació Laudato Si’ en la que trabajó tanta gente, trabajaron científicos, teólogos, pastoralistas… Bueno, esta conciencia teológica que va delante y que hoy nos denuncia un camino de explotación compulsiva, de destrucción, en la cual en la Amazonia es uno de los puntos más importantes de esto. Es un símbolo, yo diría.

La dimensión ecológica en la que se nos juega el futuro, ¿no es cierto? en las manifestaciones hechas por los jóvenes, ya sea en el movimiento de Greta o tantos otros. Los chicos salían con el cartel “el futuro es nuestro”, o sea, no decían “ustedes por nuestro futuro”, decían: “es nuestro”. Ya la conciencia del peligro ecológico que hay con eso, evidentemente no solo en la Amazonia, en otros lugares; el Congo es otro punto, otros sectores… En mi patria está El Chaco, la zona del impenetrable también, que es pequeña pero también conocemos esto de alguna manera.
Junto a la dimensión ecológica está la dimensión social de la cual hablamos, que ya no es solo lo que se explota salvajemente, lo creado, la Creación, sino las personas y en Amazonía aparece todo tipo de injusticias, destrucciones de personas, explotación de personas a todo nivel y destrucción de la identidad cultural.
Me acuerdo que llegando a Puerto Maldonado –creo que lo dije esto–, en el aeropuerto, no más, donde había una imagen de una chica muy linda, muy bonita, que decía: “Defendete y cuidate de la trata”, o sea, la advertencia al turista que llega. La trata es mucha, ¿no? Y la trata al más alto nivel de corrupción, pero de personas… a todo nivel. Y esto junto con la destrucción de la identidad cultural, que es otro fenómeno que ustedes han señalado muy bien en el documento. La identidad cultural, cómo se destruye…
Y la cuarta dimensión, que es la que incluye todas, y yo diría que es la principal, es la pastoral. El anuncio del Evangelio urge, pero que sea entendido, que sea asimilado, que sea comprendido por esas culturas.
Y se habló de laicos, de sacerdotes, de diáconos permanentes, de religiosos y religiosas, un que apuntar a ese punto. Y se habló de lo que hacen, y fortalecer eso. Se habló de nuevos ministerios, inspirados en la Ministeria quaedam de Pablo VI, tener creatividad en esto. Creatividad en los nuevos ministerios y ver hasta donde se puede llegar.
Se habló de seminarios indígenas, y con mucha fuerza. Yo le agradezco la valentía que tuvo el cardenal O’Malley para esto, porque nos puso el dedo en la llaga en algo que es una verdadera injusticia social, que no se les permite, de hecho, a los aborígenes el camino seminarístico y el camino del sacerdocio, ¿no? Creatividad en todo esto, de nuevos ministerios.
Asumo el pedido de rellamar a la Comisión, o quizás abrirla con los nuevos miembros para seguir estudiando como existía en la Iglesia primitiva el diaconado permanente. Ustedes que llegaron a un acuerdo entre todo que no era claro. Yo entregué eso a las religiosas, a la Unión General de Religiosas que fueron las que me pidieron la investigación, se lo entregué, y ahora, cada uno de los teólogos está con su línea buscando, investigando en eso. Yo voy a procurar rehacer esto con la Congregación para la Doctrina para la Fe y asumir nuevas personas en esta Comisión recojo el guante que han puesto por allí (las mujeres), y “que seamos escuchadas”. Recojo el guante. (Aplauso).
Aparecieron algunas cosas que hay que reformar, la Iglesia siempre tiene que ir reformándose, ¿no? la formación sacerdotal en el país. Algunos países, oí decir, acá se dijo una vez, que yo haya escuchado, que se notaba una cierta falta del celo apostólico en el clero de las zonas no amazónicas respecto a la zona amazónica. El cardenal Filoni hemos tenido dificultades cuando una congregación religiosa deja un vicariato de encontrar sacerdotes de ese país que tomen el vicariato. “No, claro, yo no soy para eso”. Bueno, eso hay que reformarlo, ¿no? La formación sacerdotal en el país, que es universal, y que hay una responsabilidad de hacerse cargo de todos los problemas de países geográficos, digamos, de esa conferencia episcopal. Pero reformar eso, que no exista la falta de celo.
Lo mismo algunos, recuerdo dos, señalaron el tema que quizás no se vea la falta de celo tan fuerte, perdón, haya falta de celo, fuerte o no en jóvenes religiosos como una cosa que hay que tener en cuenta. Bueno, los jóvenes religiosos tienen una vocación muy grande y hay que formarlos en el celo apostólico para ir a las fronteras. Sería bueno que en el plan de formación de los religiosos existiera una experiencia de un año o más en regiones limítrofes.
Lo mismo, y esto es una sugerencia que he recibido, por escrito, pero la digo, que en servicio diplomático de la Santa Sede, en el curriculum del servicio diplomático, los jóvenes sacerdotes, al menos pasen un año en tierra de misión, pero no haciendo el tirocinio en el nunciatura, como se hace y es muy útil, sino simplemente al servicio de un obispo en un lugar de misión. Eso será estudiado pero también es una reforma a ver.
Y la redistribución del clero en el mismo país. ¿No es cierto? Se dijo, refiriéndose a una situación, hay una cantidad grande de sacerdotes de ese país en el primer mundo, dígase Estados Unidos o Europa, etc, y no hay para mandar a la zona amazónica de ese país. Eso habrá que evaluarlo, pero estar de acuerdo.
Los fidei donum interesados. Es verdad que a veces, y esto me pasó a mí siendo obispo en otras diócesis, te viene uno que vos lo mandaste a estudiar y se enamoró del lugar y quedó en el lugar y con todo lo que ofrece el primer mundo y no te quiere volver a la Diócesis y claro, uno por salvar la vocación cede, pero en ese punto, tener mucho cuidado y no favorecer. Agradezco los verdaderos sacerdotes fidei donum que vienen a Europa de África, de Asia, y de América. Pero los que son fidei donum, que devuelven aquel fidei donum que hizo Europa para con ellos, pero es un peligro los que vienen y se quedan… Una cosa un poco triste, me decía un obispo de Italia que tiene tres de estos que se quedaron y que van a celebrar una misa a los pueblitos de la montaña si antes no les llega la oferta. Esto es histórico, de acá, de ahora. Estemos alerta con eso y seamos valientes en hacer esas reformas de redifusión del clero del mismo país.
Y un punto de la parte pastoral fue de la mujer, ¿no es cierto? Evidentemente, la mujer, lo que se dijo en el documento queda corto, de lo que es la mujer, en la transmisión de la fe y en conservar la cultura. Quisiera solamente subrayar esto: Que todavía no hemos caído en la cuenta de lo que significa la mujer en la Iglesia, y por ahí nos quedamos solamente en la parte funcional, que es importante, que tiene que estar en los consejos o en todo lo que se dijo, eso sí, pero el papel de la mujer en la Iglesia va mucho más allá de la funcionalidad, y eso es lo que hay que seguir trabajando.
Después se habló de reorganizaciones. Se hace al final del documento y vi que algunos, por los votos, no les parecía. Organismos de servicio, siguiendo a la REPAM. Hacer una especia de no sé, que la REPAM tenga más consistencia, una especial de conferencia amazónica, de cara amazónica. No sé… de progresar en la organización, progresar en las semi-conferencias episcopales, o sea, que haya una conferencia episcopal del país, pero también que haya una semi-conferencia episcopal parcial de una zona. Y eso se hace en todos lados, acá en Italia está la conferencia episcopal lombarda… O sea, hay conferencias episcopales que tienen conferencias sectoriales. ¿Por qué no los países que tienes conferencias hacer pequeñas conferencias episcopales amazónicas que pertenecen a la general pero que trabajan su trabajo? Ir organizando su estructura de tipo REPAM, tipo CELAM amazónico, no sé. Ir abriendo, abriendo…
Se habló de una reforma ritual, a veces los ritos, esto está dentro de la competencia de la Congregación para el culto divino, y puede hacerlo, siguiendo los criterios, y sé que lo pueden hacer muy bien, y hacer las reformas necesarias que la inculturación quiere, pero siempre jueguen al desborde, siempre más allá. No solo organización ritual, organización de otro tipo, lo que vaya inspirando el Señor. De las 23 iglesias con rito propio, que se mencionaron en el documento, que fueron saliendo, al menos en el pre-documento, que al menos 18, si no 19, son iglesias sui iruis que empezaron de chiquito, ir armando tradición hasta donde el Señor nos lleve, no tenerle miedo a las organizaciones que custodian una vida especial, siempre con la ayuda de la Santa Madre Iglesia, madre de todos que nos va guiando en este camino para no separarnos. No le tengan miedo.
Y respecto a la organización de la Curia Romana, también una contribución. Me parece que hay que hacerlo. Y yo hablaré como hacerlo con el cardenal Turkson: Abrir una sección amazónica dentro del Dicasterio para el desarrollo humano integral, de tal manera que como no tiene trabajo, le doy más.
Quiero, antes de agradecerles a ustedes, que ya lo hice, quiero agradecer a todos los que trabajaron fuera de este aula, bueno, algún secretario que han ayudado… a la secretaría escondida, a los medios, al equipo de difusión, a los que prepararon los encuentros y las informaciones, y a los grandes escondidos que hicieron posible que la cosa vaya adelante. La famosa regia, ¿no es cierto? que han ayudado tanto. Incluyo a la presidencia y a la secretaría general que han ayudado con todo.
Y un agradecimiento a los medios de comunicación, –que yo pensé que iban a estar acá para escuchar la votación, como es pública la votación– por lo que han hecho. Gracias por este asunto, por esta favor que nos hacen al difundir este Sínodo. Yo les pediría un favor: que en la difusión que hagan del documento final, se detengan sobre todo en los diagnósticos, que es la parte pesada, que es la parte realmente donde el Sínodo se expresó mejor. El diagnóstico cultural, el diagnóstico social, el diagnóstico pastoral, y el diagnóstico ecológico, porque la sociedad tiene que hacerse cargo de esto.
El peligro puede ser que se entretengan quizás –no digo que lo hagan–, pero la sociedad lo pide, a veces, el “a ver que decidieron en esta disciplinar, que decidieron en otra”, “ganó este partido, perdió este”, en pequeñas cosas disciplinares, que tienen su trascendencia, pero que no harían el bien que tienen que hacer en este Sínodo, que la sociedad se haga cargo del diagnóstico que nosotros hemos realizado, en las cuatro dimensiones. Yo le pediría a los medios que lo hagan.
Siempre hay un grupo de cristianos “elite” que les gusta meterse, como si fuera lo universal, en este tipo de diagnósticos, más pequeñitos, o en este tipo de resoluciones más disciplinares intraeclesiásticas, no digan intereclesial, intraeclesiásticas, y hacer al mundo: ganó tal sección, ganó tal otra. No, ganamos todos en los diagnósticos que hicimos y hasta donde llegamos en las cuestiones pastorales e intraeclesiásticas. Pero que no se encierren en eso.
Pensando hoy en estas “elites” católicas y cristianas, pero sobre todo católicas, que quieren ir a la “cosita” y se olvidan de lo grande, me acordé de una frase de Péguy, la fui a buscar, trato de traducirla bien, creo que nos puede ayudar. Cuando describe a estos grupos que quieren la “cosita” y se olvidan de la “cosa”. “Porque no tienen el coraje de estar con el mundo, ellos se creen estar con Dios, porque no tienen el coraje de comprometerse en las opciones de la vida del hombre se creen de luchar por Dios, porque no aman a ninguno, se creen amar a Dios”. A mí me iluminó mucho. No caer prisioneros de estos grupos selectivos que del Sínodo van a querer ver qué se decidió sobre este punto intereclesiástico o sobre este otro, y van a negar el cuerpo del Sínodo, que son los diagnósticos que hemos hecho en las 4 dimensiones

Gracias de corazón, perdónenme la petulancia y recen por mí, por favor.


Ángelus: Abrir nuevos caminos para anunciar la Buena Nueva

Palabras del Papa antes de la oración mariana


(27 octubre 2019).- A las 12 del mediodía de hoy, al final de la Santa Misa celebrada en la Basílica Vaticana al finalizar la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para la Región Panamazónica (6-27 de  octubre de 2019) sobre el tema: Amazonía: nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral, el Santo Padre Francisco se asoma a la ventana del estudio del Palacio Apostólico para recitar el Ángelus con los fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro para la cita habitual de cada domingo.
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Palabras del Papa antes del Ángelus
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
La Misa celebrada esta mañana en San Pedro clausuró la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para la Región Panamazónica. La primera lectura, del Libro de la Sirácide, nos recordaba el punto de partida de este camino: la invocación del pobre, que “atraviesa las nubes”, porque “Dios escucha la oración del oprimido” (Sir 35,21.16). El grito de los pobres, junto con el grito de la tierra, nos ha llegado desde la Amazonía. Después de estas tres semanas no podemos hacer como que no lo hemos escuchado. Las voces de los pobres, junto con las de muchos otros dentro y fuera de la Asamblea sinodal. Pastores, jóvenes, científicos, nos impulsan a no quedarnos indiferentes. A menudo hemos oído hablar de la frase, “más tarde es demasiado tarde”, esta frase no puede seguir siendo un eslogan.
¿Qué fue el Sínodo? Fue, como dice la palabra, un paseo juntos, reconfortados por la valentía y el consuelo que vienen del Señor. Hemos caminado mirándonos a los ojos y escuchándonos con sinceridad, sin ocultar las dificultades, experimentando la belleza de ir hacía delante juntos, para servir. En esto el apóstol Pablo nos estimula en la segunda lectura de hoy (cf. 2 Tm 4,6), en un momento dramático, mientras sabe que está a punto de ser ofrecido como sacrificio y el tiempo de su partida ha llegado. En ese momento escribe: “El Señor ha estado cerca de mi y me ha dado fuerza para que yo pueda llevar a cumplimiento el anuncio del Evangelio a toda las naciones” (véase 17) . Este es el último deseo de Pablo: no algo para sí mismo ni para ninguno de los suyos, sino por el evangelio, para que sea anunciado a todas las naciones. Esto es lo primero de todo y cuenta más que todo.
Cada uno de nosotros se habrá preguntado muchas veces qué puedo hacer de bien por mi propia vida; hoy es el momento, preguntémonos: “Yo, ¿qué cosa de bueno puedo hacer por el Evangelio?” En el Sínodo lo hemos hecho nos hemos preguntado, deseando abrir nuevos caminos para el anuncio del Evangelio. Y, ante todo, hemos sentido la necesidad, como el publicano del Evangelio de hoy (cf. Lc. 18,13-14), nos hemos sentido impulsados a dejar las comodidades de nuestros puertos seguros para ir y navegar en aguas profundas, no en las aguas fangosas de las ideologías  sino en el mar abierto en el cuál el Espíritu nos invita a tirar las redes.
Para el camino que viene, invoquemos a la Virgen María, venerada y amada como Reina de la Amazonía. No se hizo así por conquista, sino por “inculturación” de sí mismo: con el humilde coraje del la madre se convirtió en la protectora de sus hijos, la defensora de los oprimidos, siempre caminando con la cultura del pueblo, no hay una búsqueda standar, no hay una cultura pura que purifica las otras, es el Evangelio puro que se incultura A ella, que en la pobre casa de Nazaret cuidó de Jesús, confiamos a sus hijos más pobres de nuestra casa común.

Mes del Rosario: El Papa pide rezar por la paz y por los misioneros

El Evangelio y la paz caminan juntos”

(27 octubre).- El Papa Francisco renovó su llamado a rezar el Rosario por la paz, después del Ángelus del domingo 27 de octubre de 2019 en la Plaza de San Pedro, al final de este mes de octubre, mes del Rosario pero también mes misionero extraordinario.
Es el último domingo de octubre, mes misionero, que este año tiene un carácter extraordinario y también es el mes del Rosario”, dijo el Papa en italiano antes de agregar: “Renuevo la invitación a rezar Rosario por la misión de la Iglesia hoy, especialmente para los misioneros y misioneras que enfrentan mayores dificultades. Y al mismo tiempo, seguimos rezando el Rosario por la paz. El Evangelio y la paz caminan juntos”.

Líbano: El Papa llama al “diálogo” para resolver la crisis

Llamada a favor de los jóvenes y del modelo libanés


(27 octubre 2019).- El Papa Francisco ha lanzado una llamada al “diálogo” para resolver la crisis interna en el Líbano.
Después de la oración del Ángelus de este domingo 27 de octubre de 2019 en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco tuvo un pensamiento especial para los jóvenes libaneses: “Dirijo un pensamiento particular al querido pueblo libanés, especialmente a los jóvenes quienes, en los últimos días, han hecho oír su voz frente a los desafíos y problemas sociales y económicos del país”.
Elogió el modelo de coexistencia pacífica que es el Líbano: “Insto a todos a buscar soluciones justas a través del diálogo, y rezo a la Virgen María, Reina del Líbano, para que con el apoyo de la comunidad internacional, Este país siga siendo un área de convivencia pacífica y respeto por la dignidad y la libertad de todas las personas, en beneficio de toda la región del Oriente Medio”
Es San Juan Pablo II quien dijo que el Líbano era un “mensaje” en su carta apostólica del 7 de septiembre de 1989 : “La Iglesia desea manifestar al mundo que el Líbano es más que un país: es un ¡Un mensaje de libertad y un ejemplo de pluralismo para Oriente y Occidente! ”
El periodista libanés Fady Noun explicó: “Vio con una mirada profética lo que el Líbano podía dar, la radiación, la gran misión que podía tener”
27.10.19



Carta Apostólica de Francisco: El Archivo Secreto Vaticano pasa a llamarse “Archivo Apostólico Vaticano”

En forma de Motu Proprio (Texto completo)

(28 oct. 2019).- El Papa Francisco ha decidido que el actual Archivo Secreto Vaticano, a partir de ahora, se denomine Archivo Apostólico Vaticano, “sin cambiar nada de su identidad, de su estructura y de su misión”.
Así lo ha indicado en la Carta Apostólica, en forma de Motu Proprio, firmada por él mismo el 22 de octubre de 2019, y publicada por la edición diaria del L’Osservatore Romano.
Reafirmando la voluntad efectiva de servir a la Iglesia y a la cultura, Francisco señala que la nueva denominación “resalta el estrecho vínculo entre la Sede Romana y el Archivo, instrumento indispensable del ministerio petrino”, y al mismo tiempo “subraya su dependencia inmediata del Romano Pontífice, como ya sucede en paralelo con el nombre de la Biblioteca Apostólica Vaticana”.
Secretum
El término Secretum, –explica Francisco– se ha convertido en el nombre propio de la institución y que ha prevalecido en los últimos siglos, así es como todavía lo definen hoy en día, sin ninguna dificultad, los estudiosos. Y aclara que “está justificado porque indicaba que el nuevo Archivo, querido por mi predecesor Pablo V hacia 1610-1612, no era otro que el archivo privado, separado y reservado del Papa. Así es como todos los pontífices quisieron definirlo siempre”.
En este contexto, el Papa declara que “mientras perduró la conciencia de la estrecha relación entre la lengua latina y las lenguas que de ella se derivan, no hubo necesidad de explicar o incluso justificar este título de Archivum Secretum“.
Al haber perdido el verdadero significado del término secretum y asociando instintivamente su valencia al concepto expresado por la palabra moderna ‘secreto'”, explica Francisco, “en algunos ámbitos y ambientes, incluso en aquellos de cierta importancia cultural, este término ha asumido el significado prejudicial de escondido, de no revelado y reservado para unos pocos”.
A continuación, ofrecemos la Carta Apostólica completa:
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Carta Apostólica en forma de Motu Proprio
La experiencia histórica nos enseña que toda institución humana, si bien haya surgido con las mejores garantías y con esperanzas de progreso vigorosas y fundadas, tocada fatalmente por el tiempo, para permanecer fiel a sí misma y a los objetivos ideales de su naturaleza, siente la necesidad, no ya de cambiar su fisonomía, sino de transponer a las diversas épocas y culturas sus valores inspiradores y de efectuar las actualizaciones que son convenientes y a veces necesarias.
También el Archivo Secreto Vaticano, al que los Romanos Pontífices han reservado siempre solicitud y cuidado debido al ingente y relevante patrimonio documental que conserva, tan precioso para la Iglesia Católica como para la cultura universal, no escapa, en su historia de más de cuatrocientos años de antigüedad, a esos condicionamientos inevitables.
El Archivo Pontificio, que surgió del núcleo documental de la Cámara Apostólica y de la misma Biblioteca Apostólica (la llamada Bibliotheca secreta) entre la primera y segunda década del siglo XVII, comenzó a llamarse Secreto (Archivum Secretum Vaticanum) sólo a mediados de ese siglo; instalado en las salas apropiadas del Palacio Apostólico, alcanzó con el tiempo una consistencia notable y se abrió desde el principio a las peticiones de documentos que llegaban al Romano Pontífice, al Cardenal Camarlengo y luego al Cardenal Archivero y Bibliotecario de toda Europa y del mundo. Si bien es cierto que la apertura oficial del Archivo a los investigadores de todos los países se produjo solamente en 1881, también lo es que, entre los siglos XVII y XIX, muchas obras eruditas pudieron ser publicadas con la ayuda de copias documentales fieles o auténticas que los historiadores obtuvieron de los custodios y prefectos del Archivo Secreto Vaticano. Tanto es así que el famoso filósofo y matemático alemán Gottfried Wilhelm von Leibniz, que también se sirvió de él, escribió en 1702 que podría considerarse en cierto modo el Archivo Central de Europa (quod quodam modo totius Europae commune Archivum censeri debet).
Este largo servicio prestado a la Iglesia, a la cultura y a los estudiosos de todo el mundo siempre ha hecho acreedor de estima y gratitud al Archivo Secreto Vaticano, sobre todo desde la muerte de León XIII hasta nuestros días, tanto por la progresiva “apertura” de la documentación puesta a disposición para su consulta (que a partir del 2 de marzo de 2020, por disposición mía, se extenderá hasta el final del pontificado de Pío XII), como por el aumento del número de investigadores que son admitidos diariamente en dicho Archivo y ayudados en todo lo posible en sus investigaciones.
Este meritorio servicio eclesial y cultural, tan apreciado, bien responde a las intenciones de todos mis predecesores, que según los tiempos y las posibilidades han favorecido la investigación histórica en un Archivo tan vasto, dotándolo, según las sugerencias de los cardenales Archiveros o de los prefectos pro tempore, de personas, medios y también de nuevas tecnologías. De ese modo, la estructura de los Archivos ha ido creciendo poco a poco en vista de su servicio cada vez más intenso a la Iglesia y al mundo de la cultura, dando siempre fe de las enseñanzas y directrices de los Papas.
Hay, sin embargo, un aspecto que creo que podría ser útil actualizar, reafirmando los objetivos eclesiales y culturales de la misión del Archivo. Este aspecto se refiere a la denominación misma de la institución: Archivo Secreto Vaticano.
Nacido, como ya se ha dicho, de la Bibliotheca secreta del Romano Pontefice, es decir, de la parte de los códigos y escrituras más particularmente de propiedad y bajo la jurisdicción directa del Papa, el Archivo se llamaba primero simplemente Archivum novum, luego Archivum Apostolicum y luego Archivum Secretum (las primeras atestaciones del término se remontan aproximadamente a 1646).
El término Secretum, que se ha convertido en el nombre propio de la institución y que ha prevalecido en los últimos siglos, estaba justificado porque indicaba que el nuevo Archivo, querido por mi predecesor Pablo V hacia 1610-1612, no era otro que el archivo privado, separado y reservado del Papa. Así es como todos los pontífices quisieron definirlo siempre, y así es como todavía lo definen hoy en día, sin ninguna dificultad, los estudiosos. Esta definición, por otra parte, estaba muy extendida, con un significado análogo en las cortes de soberanos y príncipes, cuyos archivos se definían propiamente como secretos.
Mientras perduró la conciencia de la estrecha relación entre la lengua latina y las lenguas que de ella se derivan, no hubo necesidad de explicar o incluso justificar este título de Archivum Secretum. Con los progresivos cambios semánticos que se han producido en las lenguas modernas y en las culturas y sensibilidad social de las diferentes naciones, en mayor o menor medida, el término Secretum, adosado  al Archivo Vaticano, comenzó a ser malinterpretado y a colorearse de matices ambiguos, incluso negativos. Al haber perdido el verdadero significado del término secretum y asociando instintivamente su valencia al concepto expresado por la palabra moderna “secreto”, en algunos ámbitos y ambientes, incluso en aquellos de cierta importancia cultural, este término ha asumido el significado prejudicial de escondido, de no revelado y reservado para unos pocos. Todo lo contrario de lo que siempre ha sido y pretende ser el Archivo Secreto Vaticano, que -como decía mi santo predecesor Pablo VI- conserva “ecos y vestigios” del paso del Señor en la historia (Enseñanzas de Pablo VI, I, 1963, p. 614). Y la Iglesia “no tiene miedo de la historia, al contrario, la ama y la gustaría amarla más y mejor, ¡como Dios la ama!” (Discurso a los funcionarios del Archivo Secreto Vaticano, 4 marzo 2019: L’Osservatore Romano, 4-5 marzo 2019, p. 6).
Instado en estos últimos años por algunos estimados Prelados, así como por mis colaboradores más cercanos, y habiendo escuchado también el parecer de los Superiores del mismo Archivo Secreto Vaticano, con este Motu Proprio decido que:
A partir de ahora, el actual Archivo Secreto Vaticano, sin cambiar nada de su identidad, de su estructura y de su misión, se denomine Archivo Apostólico Vaticano.
Reafirmando la voluntad efectiva de servir a la Iglesia y a la cultura, la nueva denominación resalta el estrecho vínculo entre la Sede Romana y el Archivo, instrumento indispensable del ministerio petrino, y al mismo tiempo subraya su dependencia inmediata del Romano Pontífice, como ya sucede en paralelo con el nombre de la Biblioteca Apostólica Vaticana.
Dispongo que la presente Carta Apostólica en forma de Motu Proprio sea promulgada mediante su publicación en el diario L’Osservatore Romano, entrando en vigor inmediatamente después de dicha publicación, para incorporarse inmediatamente a los documentos oficiales de la Santa Sede, y que, posteriormente, se inserta en las Acta Apostolicae Sedis.
Dado en Roma, en San Pedro, el 22 de octubre de 2019, séptimo de nuestro Pontificado.
Francisco
29.10.19


Santa Marta: “Vivir en tensión hacia el encuentro con el Señor”

Meditación del Santo Padre en la Misa


(29 oct. 2019).- El Papa subrayó que la esperanza consiste en “vivir en tensión hacia la revelación del Señor, hacia el encuentro con el Señor” y reiteró “la esperanza es vivir en tensión, siempre, sabiendo que no podemos hacer el nido aquí: la vida del cristiano está’ ‘en tensión hacia’”.
Hoy, 29 de octubre de 2019, en la homilía de la Misa en la Casa Santa Marta, el Santo Padre ha meditado en torno de la primera lectura del día que corresponde a la Carta de san Pablo a los Romanos (Rm 8, 18-25), en la que el Apóstol “canta un himno a la esperanza”, indica Vatican News.
Fe y esperanza
Para Francisco, si un cristiano pierde la perspectiva de vivir en la citada “tensión hacia”, “su vida se vuelve estática y las cosas que no se mueven se corrompen”.
Así, de acuerdo al medio vaticano, propuso el ejemplo del agua, que cuando “está quieta, no corre, no se mueve, se corrompe. Al cristiano que no es capaz de estar en tensión hacia la otra orilla, le falta algo: terminará corrupto. Para él, la vida cristiana será una doctrina filosófica, la vivirá así, dirá que es fe pero sin esperanza no lo es”.
Esperanza, virtud “humilde”
El Pontífice manifestó que es “difícil es comprender la esperanza” y aludió a las tres virtudes telologales. La fe se refiere al Credo que habla de “cosas concretas”, mientras que hablar de caridad consiste en “hacer el bien al prójimo, a los demás, muchas obras de caridad que se hacen al otro”. En el caso de la esperanza, expuso, esta es “la más humilde de las virtudes” que “solo los pobres pueden tener”.

De este modo, para ser hombres y mujeres de esperanza, “debemos ser pobres, pobres, no apegados a nada. Pobres. Y abiertos hacia la otra orilla. La esperanza es humilde, y es una virtud que se trabaja – por decirlo así – todos los días: todos los días es necesario volver a tomarla, todos los días debemos tomar la cuerda y ver que el ancla está fija allí y que yo la tengo en la mano; todos los días es necesario recordar que tenemos el anticipo, que es el Espíritu que trabaja en nosotros con las cosas pequeñas”, apuntó el Obispo de Roma.
La esperanza requiere paciencia
Después, para explicar cómo se puede vivir la esperanza el Santo Padre remitió a la enseñanza de Jesús en el pasaje del Evangelio de hoy (Lc 13, 18-21) cuando compara el Reino de Dios con el grano de mostaza arrojado al campo.
Como señala Pablo, “la esperanza tiene necesidad de paciencia”. Esto es, “la paciencia de saber que nosotros sembramos, pero es Dios quien hace crecer”. “La esperanza es artesanal, pequeña”, prosiguió, “es sembrar un grano y dejar que la tierra la haga crecer”.
Además, en el Evangelio Jesús también recurre a la imagen de la “levadura” que una mujer tomó y mezcló con harina.
Respirar “el aire de la esperanza”
Como la levadura en la masa, como la semilla en la tierra “la esperanza es una virtud que no se ve: trabaja desde abajo; nos hace ir y mirar desde abajo. No es fácil vivir en la esperanza, pero yo diría que debería ser el aire que respira un cristiano, el aire de la esperanza; de lo contrario, no podrá caminar, no podrá seguir adelante porque no sabe adónde ir”, describió el Papa.
Y agregó que dicha virtud “nos da seguridad: la esperanza no defrauda. Jamás. Si tú esperas, no te decepcionarás. Debemos abrirnos a esa promesa del Señor, inclinándonos hacia esa promesa, pero sabiendo que hay un Espíritu que trabaja en nosotros”.
Que el Señor nos dé a todos nosotros esta gracia de vivir en tensión, en tensión, pero no por los nervios, los problemas, no: en tensión por el Espíritu Santo que nos arroja hacia la otra orilla y nos mantiene en la esperanza”, pidió finalmente Francisco.
30,10,19



Santa Marta: “Comprender la ternura del amor de Dios”

Reflexión del Santo Padre en la Misa

(31 oct. 2019).- El Papa Francisco indicó que, como hizo san Pablo, es preciso “comprender la ternura del amor de Dios en Jesús por cada uno de nosotros”, para entender lo que verdaderamente es “el amor de Cristo”.
Hoy, 15 de octubre de 2019, en la Misa en la Casa Santa Marta, el Santo Padre ha meditado sobre la primera lectura, tomada de la Carta de san Pablo a los Romanos, indica Vatican News.
A partir de dicho pasaje, en su homilía, Francisco explicó cómo el apóstol de los gentiles podría resultar “un poco soberbio”, “demasiado seguro de sí mismo” al declarar que ni siquiera “la tribulación, la angustia, la persecución, el hambre, la desnudez, el peligro, ni la espada” lograrían separarnos “del amor de Cristo”
Un amor fuerte
Por otra parte, según el medio vaticano, el Pontífice señaló que “somos más que ganadores” con el amor del Señor y que san Pablo lo fue “porque desde el momento en que el Señor lo llamó en el camino a Damasco, comenzó a comprender el misterio de Cristo”: “se había enamorado de Cristo”.
El apóstol fue tomado por “un amor fuerte”, “grande”, no por un “argumento” de “telenovela”. Un amor “en serio”, hasta el punto de sentir que Dios “siempre lo acompañaba en lo bueno y en lo malo”.
Ante este hecho, el Obispo interpeló: “¿amo al Señor así? Cuando llegan momentos feos, ¿cuántas veces sentimos el deseo de decir: ‘El Señor me ha abandonado, ya no me ama’ y le gustaría dejar al Señor”.
Así, remitió de nuevo al ejemplo de Pablo, que “estaba seguro de que el Señor nunca abandona. Él entendió el amor de Cristo en su propia vida. Este es el camino que nos hace ver Pablo: el camino del amor, siempre, en lo bueno y en lo malo, siempre delante. Esta es la grandeza de Pablo”.
Un amor cercano
Para el Obispo de Roma, el amor de Dios, “no se puede describir” y recordó que Jesús dio su vida para salvarnos y que: “no hay amor más grande que dar la vida por el otro”.
Después propuso el ejemplo del amor de una madre “que da la vida por su hijo, siempre lo acompaña en la vida, en los momentos difíciles pero aún así es poco…Es un amor cercano a nosotros, no es un amor abstracto el amor de Jesús, es un amor Yo-tú, yo-tú, cada uno de nosotros, con nombre y apellido”.
Un amor tierno
En el Evangelio de san Lucas, el Papa Francisco considera que se percibe “algo del amor de Jesús”, ya que al hablar de Jerusalén, rememoró los momentos en los que trató de reunir a sus hijos, “como una gallina con sus polluelos debajo de sus alas” y se lo impidieron.
Esto le hizo llorar: “El amor de Cristo lo lleva al llanto, al llanto por cada uno de nosotros. Hay mucha ternura en esta expresión. Jesús podía condenar a Jerusalén, decir cosas malas… Y se queja porque no se dejan amar como los polluelos de la gallina”, expuso el Santo Padre.
Pensar en la ternura de Jesús
Asimismo, remarcó que se trata de un amor que espera pacientemente “el amor que juega esa última carta con Judas: ‘Amigo’, le da la salida, hasta el final. Incluso con grandes pecadores, hasta el final. Él ama con esta ternura”.
No sé si pensamos en Jesús así de tierno, en Jesús que llora, cómo lloró ante la tumba de Lázaro, cómo lloró aquí, mirando Jerusalén” . Por ello, pidió que nos preguntemos si Jesús está llorando por nosotros: “Él que nos ha dado ‘tantas cosas”, mientras que a menudo nosotros elegimos ir ‘por otro camino”.

Finalmente, de acuerdo a la citada fuente, Francisco reiteró que el amor de Dios “se convierte en una lágrima, en llanto, llanto de ternura en Jesús” y que esta la razón por la que san Pablo “se había enamorado de Cristo y nada podía separarlo de Él”.
31.10.19


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