16 d’oct. 2019

PAPA TARDOR 3


Mirar a la persona y a las intenciones de su corazón” – Catequesis completa

Ciclo de los Hechos de los Apóstoles


(16 oct. 2019).- El Santo Padre ha indicado que Dios incita a Pedro, y a nosotros como evangelizadores, “a mirar a la persona y a las intenciones de su corazón”, pues, “lo que hace al hombre impuro, de hecho, no viene de fuera, sino solo de dentro, del corazón (cf. Mc 7, 21)”.
Hoy, 16 de octubre de 2019, el Papa Francisco, ha continuado con el ciclo de catequesis sobre los Hechos de los Apóstoles, centrando su reflexión en el pasaje “Dios no hace acepción de personas” (Hechos 10:34). Pedro y la efusión del Espíritu sobre los paganos (Hechos de los Apóstoles 10, 34-36).
Universalidad de la salvación

Catequesis del Santo Padre
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
El viaje del Evangelio en el mundo, que San Lucas relata en los Hechos de los Apóstoles, va acompañado de la creatividad suprema de Dios que se manifiesta de manera sorprendente. Dios quiere que sus hijos superen todo particularismo para abrirse a la universalidad de la salvación. Este es el objetivo: superar los particularismos y abrirse a la universalidad de la salvación, porque Dios quiere salvar a todos. Los renacidos por el agua y el Espíritu –los bautizados- están llamados a salir de sí mismos y a abrirse a los demás, a vivir la cercanía, el estilo de vivir juntos, que transforma toda relación interpersonal en una experiencia de fraternidad (cf. Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, 87).
Testigo de este proceso de “fraternización” que el Espíritu quiere desencadenar en la historia es Pedro, protagonista de los Hechos de los Apóstoles junto con Pablo. Pedro vive un acontecimiento que marca un cambio decisivo para su existencia. Mientras reza, tiene una visión que actúa como una “provocación” divina, para provocar un cambio de mentalidad en él. Ve un gran lienzo que baja desde las alturas y que contiene varios animales: cuadrúpedos, reptiles y pájaros, y oye una voz que le invita a comer esa carne. Como buen judío, reacciona diciendo que nunca había comido nada impuro, como prescribe la Ley del Señor (cf. Lv 11). Entonces la voz repite con fuerza: “Lo que Dios ha purificado, no lo llames tu profano” (Hch 10,15).
Con este hecho el Señor quiere que Pedro ya no evalúe los acontecimientos y a las personas según las categorías de lo puro y lo impuro, sino que aprenda a ir más allá, a mirar a la persona y a las intenciones de su corazón. Lo que hace al hombre impuro, de hecho, no viene de fuera, sino sólo de dentro, del corazón (cf. Mc 7, 21). Jesús lo dice claramente.
Después de esa visión, Dios envía a Pedro a la casa de un desconocido incircunciso, Cornelio, “centurión de la cohorte Itálica, piadoso y temeroso de Dios”, que da muchas limosnas al pueblo y continuamente ora a Dios (cf. Hch 10,1-2), pero no era judío.
En ese hogar de paganos, Pedro predica a Cristo crucificado y resucitado y el perdón de los pecados a cualquiera que crea en Él. Y mientras Pedro habla, el Espíritu Santo se derrama sobre Cornelio y su familia. Y Pedro los bautiza en el nombre de Jesucristo (Hechos 10:48).
Este hecho extraordinario –es la primera vez que paso algo así- se viene a saber en Jerusalén, donde los hermanos, escandalizados por el comportamiento de Pedro, se lo reprochan duramente (cf. Hch 11,1-3).  Pedro ha hecho algo que iba más allá de la costumbre, más allá de la ley, y por eso se lo reprochan. Pero después de su encuentro con Cornelio, Pedro está más libre de sí mismo y más en comunión con Dios y con los demás porque ha visto la voluntad de Dios en la acción del Espíritu Santo. Puede comprender, pues, que la elección de Israel no es una recompensa al mérito, sino el signo de la llamada gratuita a ser mediación de la bendición divina entre los pueblos paganos.
Queridos hermanos, del Príncipe de los Apóstoles aprendemos que un evangelizador no puede ser un impedimento para la obra creadora de Dios, que “quiere que todos los hombres se salven” (1 Tm 2,4), sino alguien que favorece el encuentro de los corazones con el Señor. Y nosotros ¿cómo nos comportamos con nuestros hermanos y hermanas, especialmente con los que no son cristianos? ¿Somos un impedimento para el encuentro con Dios? ¿Obstaculizamos su encuentro con el Padre o lo facilitamos?
Pidamos hoy  la gracia de dejarnos maravillar por las sorpresas de Dios, de no obstaculizar su creatividad, sino de reconocer y favorecer las formas siempre nuevas en que el Resucitado derrama su Espíritu en el mundo y atrae los corazones, dándose a conocer como ” el Señor de todos”. (Hechos 10.36). Gracias.
17.10.19




El Evangelio debe inculturarse”: Encuentro del Papa con un grupo de indígenas en Roma

Participantes en el Sínodo


(17 oct. 2019).- El Papa Francisco se reunió esta tarde con un grupo de unos 40 indígenas, entre los que se encontraban los participantes en el Sínodo para la Región Panamazónica y otras iniciativas que se están llevando a cabo en Roma en estos días.
El encuentro ha tenido lugar este jueves, 17 de octubre de 2019, a las 15:30 horas, ha informado Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
El Evangelio es como una semilla”
Tras unas palabras de dos indígenas en representación de los pueblos amazónicos, el Papa dirigió unas palabras a los presentes, subrayando que el Evangelio “es como una semilla que cae en la tierra que encuentra y crece con las características de esta tierra”, apunta Matteo Bruni en su comunicado.
Con referencia a la región amazónica, el Santo Padre señaló los peligros de las nuevas formas de colonización. Finalmente, refiriéndose a los orígenes del cristianismo, nacido en el mundo judío, desarrollado en el mundo greco-latino y que luego llegó a otras tierras, como la eslava, oriental, americana, Francisco reiteró que el Evangelio debe inculturarse, porque “el pueblo recibe el anuncio de Jesús con su propia cultura”.
Voz de los pueblos indígenas
El encuentro se abrió con un breve discurso a dos voces, leído por una mujer y un hombre, representantes de los pueblos indígenas, que a través de ellos agradecieron al Santo Padre la convocatoria del Sínodo y pidieron su ayuda para hacer realidad su deseo de asegurar una vida pacífica y feliz a sus pueblos, cuidando su tierra, protegiendo sus aguas, para que puedan disfrutar de sus descendientes.
Asimismo, en la reunión han estado presentes monseñor Roque Paloschi, arzobispo de Porto Velho (Brasil), el cardenal Claudio Hummes, relator general y presidente de la Comisión para la redacción del documento final, y los cardenales Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo de los Obispos, y cardenal Pedro Barreto, presidente delegado del Sínodo Amazónico.
18.10.19




Ángelus: “Anuncia la Palabra, insiste en el momento oportuno y no oportuno”

Palabras del Papa antes de la oración mariana


(20 octubre 2019).- “Para vivir la misión en plenitud, hay una condición indispensable: la oración, una oración ferviente e incesante”, subrayó el Papa Francisco en el Ángelus este 20 de octubre de 2019. E invitó a un examen de conciencia: “¿Estoy orando por los misioneros? “
Desde la Plaza de San Pedro, donde presidió la Oración Mariana en esta Jornada Mundial de las Misiones, el Papa también nos instó a “superar la tentación de cualquier cierre autorreferencial y todas las formas de pesimismo pastoral, para abrirnos a la novedad gozosa del Evangelio”.
Los creyentes, agregó, “están llamados a llevar a todas partes, con nuevo ímpetu, las buenas noticias de que en Jesús, la misericordia vence al pecado, la esperanza vence al miedo, la hermandad vence a la hostilidad” . “Cristo es nuestra paz y en Él se supera toda división, solo en Él está la salvación de cada hombre y de cada pueblo”.
Palabras del Papa antes del Ángelus
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
La segunda lectura de la liturgia de hoy propone la exhortación que el apóstol Pablo dirige a su fiel colaborador Timoteo: “Anuncia la Palabra, insiste en el momento oportuno y no oportuno. Amonesta, reprende, exhorta con toda magnanimidad y enseñanza” (2 Tim 4:2). El tono  es sincero, Timoteo debe sentirse responsable de anunciar la Palabra, asumiendo un compromiso amplio que no excluye ninguna esfera existencial. Estos sentimientos de San Pablo deberían ser los de todos los discípulos de Jesús llamados a ser testigos del Evangelio en nuestro tiempo por medio de un compromiso renovado.
El Papa Benedicto XV, hace cien años, para dar un nuevo impulso a la responsabilidad misionera de toda la Iglesia, promulgó la Carta Apostólica “Máximum illud”. Sintió la necesidad de actualizar evangélicamente la misión en el mundo, para que pudiera ser  purificada de cualquier incrustación colonial y libre del condicionamiento de las políticas expansionistas de las naciones europeas.
En un contexto cambiante como el actual, el mensaje de Benedicto XV sigue siendo relevante, actual y nos estimula a
superar la tentación de cualquier cierre autorreferencial y de cualquier
forma de pesimismo pastoral, con el fin de abrirnos a la gozosa novedad del Evangelio. En este tiempo nuestro, marcado por una globalización que debería ser solidaria y respetuosa de la particularidad de los pueblos y en cambio, todavía sufre las consecuencias de la homologación y viejos conflictos de poder que alimentan las guerras y arruinan el planeta, los creyentes están llamados a llevar a todas partes, con un nuevo impulso, la buena noticia de que en la misericordia de Jesús vence el pecado, la esperanza gana sobre el miedo, la fraternidad gana sobre la hostilidad. Cristo es nuestra paz y en Él toda división se supera; sólo en Él está la salvación de cada hombre y de cada pueblo.
Para vivir la misión en plenitud hay una condición indispensable: la oración, una oración ferviente e incesante, según la enseñanza de Jesús, también proclamada en el Evangelio de hoy, en el que cuenta una parábola “sobre la necesidad de orar siempre, sin cansarse nunca” (Lc 18,1). De hecho, la oración es la primera fuerza del anuncio, los misioneros son ante todo hombres y mujeres de oración que nutren la fe en el vínculo constante con el Señor para enfrentar las dificultades que conlleva  la evangelización y al mismo tiempo, la oración es el primer apoyo del Pueblo de Dios para los misioneros, llena de afecto y gratitud para su difícil tarea de anunciar. Es importante preguntarse: “Rezo por los misioneros? ¿Rezo por llevar la Palabra de Dios con el testimonio? Pensemos un momento.
Que María, Madre de todos los pueblos, acompañe y proteja a los misioneros del Evangelio todos los días.


Ángelus: Jóvenes, la Iglesia confía en vosotros

Palabras del Papa después de la oración mariana


(20 octubre 2019).- “Vosotros sois protagonistas en la evangelización, especialmente entre vuestros contemporáneos”, dice el Papa Francisco a los jóvenes, en el Ángelus del 20 de octubre de 2019: “La Iglesia tiene confianza en vosotros; ¡Continuad con alegría y generosidad! “
Jóvenes de toda Italia se reunieron en la Plaza de San Pedro con sus educadores con motivo del 50 aniversario de Catholic Youth Action (RCA).
Después de la oración mariana, el Papa también saludó a la comunidad peruana de Roma, a la que alentó a mantener “siempre la fe y la tradición de (su) pueblo”.
Palabras del Papa después del Ángelus
Queridos hermanos y hermanas:
Ayer, en Crema, fue beatificado el mártir Don Alfredo Cremonesi, sacerdote misionero del Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras. Asesinado en Birmania en 1953, fue un incansable apóstol de la paz y un celoso testigo del Evangelio hasta el derramamiento de sangre. Que su ejemplo nos lleve a ser valientes obreros de fraternidad y valientes misioneros en cualquier ambiente; Que su intercesión apoye a todos los que luchan por sembrar el Evangelio en el mundo. ¡demos un aplauso al Beato Alfredo!
Y ahora os doy una cordial bienvenida a todos vosotros, peregrinos de Italia y de varios países. En particular, saludo y bendigo con cariño a la comunidad peruana de Roma, reunida aquí con la venerada imagen del Señor de los Milagros: que ¡mantenga siempre la fe y la tradición de su pueblo!  – ; también a las enfermeras de Nuestra Señora de los Dolores la Addolorata que celebraron su Capítulo General; Los participantes en la caminata “Seamos humanos”, que en los últimos meses ha recorrido las ciudades y territorios de Italia para promover un debate constructivo sobre los temas de inclusión y acogida. ¡Gracias por esta gran iniciativa!
Dirijo un pensamiento especial a los jóvenes de Acción Católica, que vinieron aquí con sus educadores de todas las diócesis italianas, con motivo del 50 aniversario de la ACR. Queridos jóvenes, son protagonistas de la evangelización, especialmente entre sus contemporáneos. La Iglesia confía en vosotros; ¡Continúad con alegría y generosidad!
A todos os deseo un feliz domingo. Por favor, no os olvidéis rezar por mí. Buen almuerzo y adios.

20.10.19





Asociación Marítima Cristiana Internacional: Servir a la “gente de mar” con “espíritu ecuménico”

Mensaje del Papa en su 50 aniversario


( 21 oct. 2019).- El Papa Francisco ha enviado un mensaje a la Asociación Marítima Cristiana Internacional (ICMA) con ocasión del cincuenta aniversario de su fundación en el que les anima “a continuar, con un renovado espíritu ecuménico, vuestro servicio a la gente del mar”.
Las palabras del Santo Padre han sido difundidas durante la apertura de los trabajos de la XI Conferencia Mundial de la Asociación Marítima Cristiana Internacional. Este evento tiene lugar en Kaohsiung (Taiwán) del 21 al 25 de octubre de 2019 y presenta el tema “50 años de trabajo conjunto para los marinos, los pescadores y sus familias”.
Así lo ha comunicado hoy, 21 de octubre de 2019, la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
Conferencia Mundial
Según indica la propia organización, en este encuentro, además de celebrar los 50 años de su misión común, se discutirá el presente y futuro de la misma bajo el lema “Trabajando juntos”.
Se espera la asistencia de unos 250 invitados procedentes de las organizaciones miembros de ICMA de todo el mundo y de sus socios, incluyendo gobiernos, representantes de la industria marítima, sindicatos y organizaciones de voluntarios comprometidos con el bienestar de la gente de mar, los pescadores y sus familias.
Entre los ponentes, destaca la presencia de Mons. Antonio Luis Cardenal Tagle, arzobispo de Manila.
ICMA
La ICMA aglomera a 29 organizaciones caritativas que trabajan por el bienestar de la gente de mar, los pescadores y sus familias. Estas organizaciones representan a varias iglesias y comunidades cristianas que operan en más de 400 centros de marinos en más de 100 países. Fue fundada en 1969 para fomentar la colaboración y la asistencia mutua entre las organizaciones de los ministerios de este colectivo de personas del mar. Este trabajo conjunto funciona a nivel local, portuario, nacional e internacional.
A continuación publicamos el mensaje completo del Santo Padre con motivo de esta conferencia.
***
Mensaje del Santo Padre
Un saludo de paz y buenos deseos a todos vosotros, queridos delegados de la Asociación Marítima Cristiana Internacional.
Os habéis reunido en Kaohsiung, Taiwán, para la XI Conferencia Mundial, en la que recordáis el quincuagésimo aniversario de la fundación de vuestra benemérita Asociación. Este aniversario me brinda la oportunidad de exhortaros a continuar, con un renovado espíritu ecuménico, vuestro servicio a la gente del mar.
En estos días de reuniones y reflexión, os deseo que encontréis formas cada vez más eficaces de ayudar a los marinos, a los pescadores y a sus familias. La Carta Apostólica Stella maris de 1997, en la que san Juan Pablo II esbozaba las líneas fundamentales para el cuidado pastoral de las muchas personas que trabajan en el mar y de sus familias, así como de los que viajan por mar, sigue siendo muy relevante. En ese documento, mi predecesor nos invitaba a trabajar “por lograr que la gente del mar cuente en abundancia con los medios necesarios para llevar una vida santa ” (II § 2).
Yo también renuevo esta invitación a todos vosotros, que representáis diferentes tradiciones cristianas: Ayudad  a la gente de mar a conocer a Jesucristo y a vivir de acuerdo con sus enseñanzas, en el respeto y la aceptación recíproca.
Os animo a superar las dificultades que a veces se puedan encontrar en vuestra misión, promoviendo con convicción el espíritu ecuménico. Os acompaño con mi oración y con la bendición que de buen grado invoco sobre vosotros, sobre vuestros trabajos en estos días y sobre todos los que han sido confiados a vuestro servicio pastoral. Que el Señor os bendiga y, por favor, rezad por mí. Gracias.
22.10.19



Hemos sido víctimas de actos de violencia” denuncia ‘Amazonía: Casa Común’

Ante el robo de las figuras indígenas


(22 oct. 2019).- Ante el robo de las imágenes de madera que se venían utilizando en diferentes eventos en el marco del Sínodo Amazónico, simbolizando a la Madre Tierra, la iniciativa Amazonía: Casa Común ha emitido un comunicado en el que alerta y denuncia estos “actos de violencia, que reflejan la intolerancia religiosa, el racismo, actitudes vejatorias, que sobre todo afectan a los pueblos indígenas”.
Amazonía: Casa Común es un proyecto coordinado por un grupo diverso de instituciones católicas al servicio del Sínodo de los Obispos para la Asamblea Especial para la Región Panamazónica. El comunicado ha sido difundido en la mañana del martes, 22 de octubre de 2019.
Hemos sido víctimas de actos de violencia” declaran abiertamente, y afirman que estos hechos “demuestran una negativa para construir nuevos caminos para la renovación de nuestra Iglesia”.
Además, alertan de que “estos actos pueden repetirse o subir el tono, y generar mayores afectaciones”, y aseguran que su presencia e iniciativas “han sido en todo momento pacíficas”, siempre “en actitud orante y pidiendo la acción del espíritu en este proceso sinodal”.
Llamada a la unidad
No vamos a responder a estas actitudes de violencia y en fidelidad evangélica reconocemos y respetamos la diversidad en otras expresiones del encuentro con Cristo”, añaden.
Así, escriben: “Confiamos que el llamado del Evangelio de Cristo es para todos sin excepción, y como Casa Común apostamos por ser una Iglesia unida en nuestras diversidades”, y llaman a todas las personas de buena voluntad a “permanecer unidas, a mantenernos en el compromiso y esperanza por la defensa de la vida y la Amazonía”.
Robo de las imágenes
En la madrugada del domingo al lunes, 20 de octubre, unos desconocidos entraron en la iglesia Santa María de Transpontina, donde se desarrolla estos días la iniciativa “Amazonía: Casa Común”, en el marco del Sínodo Especial para la Región Panamazónica, y robaron las imágenes de madera que representan a una mujer indígenas embarazada. A continuación, se dirigieron al puente de San Angelo, a pocos metros de la iglesia, y las lanzaron al río Tevere, grabándolo en video y difundido posteriormente.
Estas imágenes han estado presentes en diferentes eventos celebrados estos días en el marco de la Asamblea Sinodal, como la celebración del día 4 de octubre en los Jardines del Vaticano o en el Vía Crucis realizado el último sábado, y han causado un gran debate desde el inicio del Sínodo. Muchos periodistas insisten en cuestionar su significado.
Virgen de la Amazonía
Roberto Carrasco Rojas, miembro del comité coordinador de Amazonía: Casa Común, padre sinodal, y misionero Oblato de María Inmaculada, aseguró en una entrevista a Rome Reports que la imagen “es la imagen de la Virgen de la Amazonía, Nuestra Señora de la Amazonía. Es una devoción que ha surgido en las comunidades indígenas”, y describió que “han tallado en madera la imagen de la Virgen que está encinta. Es la Virgen, y la hemos llamado la Virgen de la Amazonía”.
Al mismo tiempo, Paolo Ruffini, prefecto del Dicasterio para la Comunicación en el Vaticano, ha declarado en repetidas ocasiones que esas estatuas “representaban la vida, la fertilidad, la madre tierra”. Ayer, preguntado por los periodistas sobre el robo de las figuras, Ruffini señaló que le parece “un gesto que contradice el espíritu de diálogo, que siempre debe animar a todos”.
Amazonía: Casa Común
Los organizadores y miembros de esta iniciativa señalan que participan alrededor de 300 personas –entre padres sinodales, representantes de pueblos indígenas y expertos– en este camino, iniciado en Puerto Maldonado (Perú), con la visita del Papa Francisco, y ahora en Roma, donde se celebra el Sínodo Especial de los Obispos. 
La iniciativa Amazonía: Casa Común es “el fiel reflejo de este ser iglesia unida, comprometida y diversa, en la que se reúnen más de 30 instituciones católicas de varios países de América del Sur, de Norte América y de Europa para acompañar espiritualmente el Sínodo, compartir realidades y visibilizar la experiencia de la Ecología Integral, inserta en los pueblos y en los habitantes de la Amazonía”, se indica en el comunicado.
Esta es una iniciativa “donde han confluido muchas voces, pensamientos, sueños y testimonios misioneros, pastorales, socio ambientales y espirituales trayendo la Amazonía al corazón del Vaticano”.
23.10.19


Buscar la “verdad en la caridad” – Catequesis completa

Ciclo de los Hechos de los Apóstoles


(2 oct. 2019).- “La asamblea de Jerusalén arroja una luz significativa sobre cómo tratar las diferencias y buscar la ‘verdad en la caridad’ (Ef 4,15)” y nos recuerda que el “método eclesial de resolución de conflictos se basa en el diálogo, constituido por la escucha atenta y paciente y el discernimiento efectuado a la luz del Espíritu”, indicó el Papa FranciscoHoy, 23 de octubre de 2019, el Santo Padre, ha continuado con el ciclo de catequesis sobre los Hechos de los Apóstoles, centrando su reflexión en el pasaje Dios ha abierto a los gentiles la puerta de la fe” (Hechos 14:27). La misión de Pablo y Bernabé y el concilio de Jerusalén (Hechos de los Apóstoles 15, 7-11).
Iglesia de puertas abiertas
A lo largo de sus palabras, Francisco expresó que el libro de los Hechos de los Apóstoles es el “del largo camino de la Palabra de Dios”, que se debe anunciar en todas partes. Y, aunque dicho camino comienza con una “fuerte persecución”, esta “se convierte en una oportunidad para ampliar el campo donde sembrar la buena semilla de la Palabra”.
Asimismo, el Papa se ha referido a que dicho libro revela la “naturaleza de la Iglesia. Esto es, “en salida”, de “puertas abiertas”, “llamada a ser siempre la casa abierta del Padre”. De ese modo si alguien quiere seguir una moción del Espíritu y se acerca buscando a Dios, no se encontrará con la frialdad de unas puertas cerradas”.
Asamblea de Jerusalén
Igualmente, remitió al fragmento en el que Pablo y Bernabé se encuentran en Antioquía para evangelizar a los judíos, los creyentes. Allí la novedad de las “puertas abiertas” es ofrecida a los paganos, algo que generó una “controversia muy animada” sobre si era precisa la circuncisión en ellos para lograr la salvación.

Para solucionarla, continuó relatando el Obispo de Roma, Pablo y Bernabé recurrieron al consejo de los Apóstoles y de los ancianos en  Jerusalén, celebrándose el que es considerado el primer concilio de la Iglesia. En él, finalmente, tras los discursos de los apóstoles, se decidió que bastaba con que los no creyentes rechazaran “la idolatría y todas sus expresiones”, presentando un “camino común”.
Sinodalidad
Por otro lado, el Pontífice también remarcó que, la carta apostólica enviada a Antioquía por Pablo y Bernabé “nos ayuda a comprender la sinodalidad”, pues “los Apóstoles empiezan diciendo: ‘El Espíritu Santo y nosotros pensamos que…’. Es propio de la sinodalidad, de la presencia del Espíritu Santo, de lo contrario no es sinodalidad, es parlatorio, parlamento, otra cosa…”.
Finalmente, el Santo Padre ha pedido a Dios: “Que nos ayude a vivir el diálogo, la escucha y el encuentro con nuestros hermanos y hermanas en la fe y con los que están lejos, para gustar y manifestar la fecundidad de la Iglesia, llamada a ser en todos los tiempos “madre gozosa” de muchos hijos (cf. Sal 113, 9)”.
A continuación, reproducimos la catequesis completa del Papa Francisco.
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Catequesis del Santo Padre
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
El libro de los Hechos de los Apóstoles nos dice que san Pablo, después de ese encuentro transformador con Jesús, es acogido por la Iglesia de Jerusalén gracias a la mediación de Bernabé y comienza a anunciar a Cristo. Pero, debido a la hostilidad de algunos, se ve obligado a trasladarse a Tarso, su ciudad natal, donde Bernabé se une a él para involucrarlo en el largo viaje de la Palabra de Dios. El libro de los Hechos de los Apóstoles, que estamos comentando en estas catequesis, puede decirse que es el libro del largo camino de la Palabra de Dios: la Palabra de Dios debe ser anunciada, y anunciada en todas partes. Este viaje comienza después de una fuerte persecución (cf. Hch 11,19); pero esta, en vez de ser un compás de espera para la evangelización, se convierte en una oportunidad para ampliar el campo donde sembrar la buena semilla de la Palabra. Los cristianos no se asustan. Deben huir, pero huyen con la Palabra, y la difunden por todas partes.
Pablo y Bernabé llegaron primero a Antioquía de Siria, donde se quedan un año entero para enseñar y ayudar a la comunidad a echar  raíces (Hechos 11:26).Anunciaban a la comunidad judía, a los judíos. Antioquía se convierte así en el centro de propulsión misionera, gracias a la predicación con la que los dos evangelizadores -Pablo y Bernabé- llegan los corazones de los creyentes, que aquí, en Antioquía, son llamados por primera vez “cristianos” (cf. Hch 11, 26). El libro de los Hechos revela la naturaleza de la Iglesia, que no es una fortaleza, sino una tienda capaz de ampliar su espacio (cf. Is 54,2) y de dar cabida a todos. La Iglesia o es “en salida” o no es Iglesia, o está en camino, ampliando siempre su espacio para que todos puedan entrar, o no es Iglesia. “Una Iglesia con las puertas abiertas” (Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, 46), siempre con las puertas abiertas. Cuando veo una iglesita aquí, en esta ciudad, o cuando la veía en la otra diócesis de dónde vengo, con las puertas cerradas, creo que es una mala señal. Las iglesias siempre deben tener las puertas abiertas porque son el símbolo de lo que es una iglesia: siempre abierta. La Iglesia está “llamada a ser siempre la casa abierta del Padre”. De ese modo si alguien quiere seguir una moción del Espíritu y se acerca buscando a Dios, no se encontrará con la frialdad de unas puertas cerradas” (ibid., 47).
¿Pero esta novedad de las puertas abiertas a quién?  A los paganos, porque los apóstoles predicaban a los judíos, pero también los paganos venían a llamar a la puerta de la Iglesia  y esta novedad de las puertas abiertas a los paganos desencadena una controversia muy animada. Algunos judíos afirman la necesidad de hacerse judíos mediante la circuncisión para salvarse y luego recibir el bautismo. Dicen: “Si no os circuncidáis conforme a la costumbre mosaica no podéis salvaros” (Hch 15,1), es decir, no podréis recibir el bautismo más tarde. Primero el rito judío y luego el bautismo: esta era su postura. Y para resolver la cuestión, Pablo y Bernabé consultan al consejo de los Apóstoles y de los ancianos en Jerusalén, y tiene lugar lo que se considera el primer concilio en la historia de la Iglesia, el concilio o asamblea de Jerusalén, al que Pablo se refiere en la Carta a los Gálatas (2,1-10).
Se aborda una cuestión teológica, espiritual y disciplinaria muy delicada: es decir, la relación entre la fe en Cristo y la observancia de la Ley de Moisés. En el curso de la asamblea son decisivos los discursos de Pedro y Santiago, “columnas” de la Iglesia Madre (cf. Hch 15,7-21; Gál 2,9). Invitan a no imponer la circuncisión a los paganos, sino sólo a pedirles que rechacen la idolatría y todas sus expresiones. De la discusión viene el camino común, y esa decisión, ratificada con la llamada carta apostólica enviada a Antioquía.
La asamblea de Jerusalén arroja una luz significativa sobre cómo tratar las diferencias y buscar la “verdad en la caridad” (Ef 4,15). Nos recuerda que el método eclesial de resolución de conflictos se basa en el diálogo, constituido por la escucha atenta y paciente y el discernimiento efectuado a la luz del Espíritu. En efecto, es el Espíritu el que ayuda a superar los cierres y las tensiones y actúa en los corazones para que alcancen  la verdad y  la bondad, para que lleguen a la unidad. Este texto nos ayuda a comprender la sinodalidad. Es interesante, como escriben la Carta: los Apóstoles empiezan diciendo: “El Espíritu Santo y nosotros pensamos que…”. Es propio de la sinodalidad, de la presencia del Espíritu Santo, de lo contrario no es sinodalidad, es parlatorio, parlamento, otra cosa..Pidamos al Señor que fortalezca en todos los cristianos, especialmente en los obispos y sacerdotes, el deseo y la responsabilidad de la comunión. Que nos ayude a vivir el diálogo, la escucha y el encuentro con nuestros hermanos y hermanas en la fe y con los que están lejos, para gustar y manifestar la fecundidad de la Iglesia, llamada a ser en todos los tiempos “madre gozosa” de muchos hijos (cf. Sal 113, 9).
24.10.19


Nuestra Madre Tierra”: Francisco explica la visión cristiana de la ecología

Nuevo libro del Papa publicado hoy


(24 oct. 2019).- Nuestra Madre Tierra. Una lectura cristiana del desafío del medio ambiente, el nuevo libro del Papa Francisco, ha sido publicado hoy, 24 de octubre de 2019, por la Librería Editorial Vaticana.
La obra contiene una recopilación de textos en los que Francisco se refiere a la defensa del medioambiente. Entre todos ellos, se encuentra uno inédito en el que el Santo Padre explica la visión cristiana de la ecología, indica Vatican News.
Además, incluye un prefacio del Patriarca Ecuménico Bartolomé I. En él, se describen las etapas de la colaboración entre ambos, en particular en los mensajes con ocasión de la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación.
Dicha jornada fue constituida en 2015 y une a la Iglesia católica y a la Iglesia ortodoxa en “preocupaciones comunes por el futuro de la creación”.
Conversión ambiental
El primer capítulo, de acuerdo al medio vaticano, se denomina “Visión integral” y contiene una selección de textos, sobre todo fragmentos de la Encíclica Laudato Si’, que subrayan la necesidad de proteger la casa común a través de la unión de “toda la familia humana en la búsqueda del desarrollo sostenible e integral”.
Esta última idea se desarrolla en el capítulo “De un desafío de época a una oportunidad global”, a partir del análisis de algunos extractos de la citada Encíclica del Santo Padre en torno a la situación actual de la crisis ambiental.
Así, la contaminación, el calentamiento global, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad constituyen las consecuencias de una explotación incontrolada consignada a seguir creciendo exponencialmente a menos que se produzca un cambio de sentido a corto plazo.
Ante ello, el Papa apunta que es necesaria una conversión ambiental que sea posible a través de la promoción de una verdadera educación ecológica que cree, especialmente en las nuevas generaciones, una toma de conciencia y, por lo tanto, una conciencia renovada.
Custodia de la creación y la vida
El libro, según la misma fuente, presenta una parte con discursos, audiencias y homilías que demuestran que Francisco, desde los primeros días de su pontificado, se refiere a la urgencia de afrontar el problema de la ecología. Se trata, de acuerdo a la misma fuente, de salvaguardar el inmenso don que Dios ha dado a todo ser vivo, pero sobre todo al hombre, el único que ha recibido el aliento de Dios “soplado en su rostro”.
Por medio del Génesis, el Pontífice remarca que la custodia de la creación y la custodia de la vida humana están íntimamente conectadas y son indisociables. Asimismo, debido a estas razones, reclama el libre acceso a los bienes de la tierra necesarios para la supervivencia, situando en primer lugar el agua, sin discriminación alguna entre los pueblos.
Teología de la ecología
La obra concluye con el citado artículo inédito, titulado “Nuestra Madre Tierra, en el que el Papa Francisco ofrece una perspectiva cada vez más amplia de un discurso que no solamente implica la preocupación por el medioambiente.
A pesar de compartir muchos aspectos con la ecología secular, esta no puede ser comparada con el mensaje papal. De hecho, se describe la denominada teología de la ecología, un discurso profundamente espiritual.
La creación, fruto del amor de Dios
La creación es concebida como el fruto del amor de Dios, por cada una de sus criaturas, sobre todo por el ser humano, al que concedió el don de la creación, el lugar donde “estamos invitados a descubrir una presencia”.
Pero esto significa que es la capacidad de comunión del hombre la que condiciona el estado de la creación (…) Por lo tanto, es el destino del hombre el que determina el destino del universo”, indica el Obispo de Roma.
Por otro lado, la conexión entre el hombre y la creación vive en el amor y se corrompe si fracasa y no reconoce el don que se le ha dado. La explotación irresponsable de los recursos para lograr poder y riqueza, en manos de unos pocos, comporta un desequilibrio que lleva a destruir el mundo y a las personas.
Estado de emergencia
El Santo Padre se cuestiona si el estado de emergencia ambiental en el que estamos inmersos puede convertirse en una oportunidad para retroceder, elegir la vida y revisar los modelos económicos y culturales que hacen reales la justicia y el compartir y en los que todo ser humano ostenta su propia dignidad y derechos.
En una sociedad como la actual en la que se privilegia el tener por encima del ser, los que no tienen nada “corren el riesgo de perder el rostro, porque desaparecen, de convertirse en uno de los invisibles que pueblan nuestras ciudades”, expuso Juan Pablo II.
Las estructuras de pecado, añade el papa polaco, “producen maldad, contaminan el medio ambiente, hieren y humillan a los pobres, favorecen la lógica de la posesión y del poder”.
Perdón
Para el Papa Francisco, la revolución tecnológica y el compromiso individual no son soluciones suficientes, ya que la conciencia se adquiere principalmente a través de un “auténtico espíritu de comunión”.
Así, es preciso recurrir al perdón: “pedir perdón a los pobres, a los excluidos, en primer lugar, para poder pedir perdón también “a la tierra, al mar, al aire, a los animales….”, afirmó.
Y agrega que pedir perdón significa examinar totalmente el propio modo de ser y de pensar, renovarse profundamente. Y este perdón solo es posible en el Espíritu Santo, es una gracia que se ha de pedir a Dios con humildad.
Eucaristía
Además de revisar el estilo de vida y cambiar la mentalidad, el Pontífice habla sobre la necesidad de presentar una visión. Dicha visión es aprendida por el creyente a través de la liturgia, especialmente en la Eucaristía.
El hombre ofrece el pan y el vino, alimentos obtenidos del trigo y la uva a partir de una transformación de la naturaleza realizada por el ingenio humano, y el Espíritu Santo los convierte el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Dios devuelve dichos alimentos en su propio Hijo.
De este modo, el pan y el vino forman parte de una circularidad de símbolos: don de Dios, compromiso del hombre, trabajo, esfuerzo comida necesaria y cotidiana, pan, alegría y celebración del vino.
Y así como en la Eucaristía el pan y el vino se convierten en Cristo porque están bañados en el Espíritu – el amor personal del Padre –, la creación se convierte en la palabra personal de Dios cuando se usa con amor”, expresa el Pontífice.
25.10.19





Santa Marta: “¿Qué es lo que te lleva a hacer eso?”

La lucha entre el bien y el mal

(25 octubre 2019).- “¿Qué está pasando dentro de nosotros? ¿Qué te inspira eso? … ¿Qué te lleva a hacer eso? “: Preguntas que todo cristiano debe hacer, dijo el Papa Francisco en la Misa que celebró en la Casa de Santa Marta, hoy, 25 de octubre de 2019.
En su homilía, difundida por Vatican News, el Papa meditó sobre la “lucha interna” entre “el deseo de hacer el bien” y el hecho de no poder “ponerlo en práctica”: una verdadera “guerra de todos” los días “, una” ley para todos “.
Es una lucha entre el bien y el mal”, explicó, “pero no un bien abstracto o un mal abstracto: entre el bien que el Espíritu Santo nos inspira a hacer y el mal que el espíritu malo nos inspira a hacer … Es la lucha de todos. Si alguien de nosotros dijera: ‘Pero no siento eso, soy un bendito, vivo tranquilo, en paz …’, yo le diría: ‘No eres un bendito: eres un anestesiado, que no entiende lo que pasa'”.
En esta lucha diaria, “hasta el final”, hay “momentos extraordinarios de lucha” pero también “momentos ordinarios, cotidianos”.
Muy a menudo los cristianos”, observó el Papa, “estamos ocupados en muchas cosas, incluidas las buenas … solo miramos lo que nos interesa; el resto, no lo miramos… A veces, con  el alma parlanchina que todos tenemos, sabemos lo que sucede en el vecindario, lo que les sucede a los vecinos, pero no lo que sucede en nosotros”.
La lucha, dijo, “siempre es entre la gracia y el pecado, entre el Señor que quiere salvarnos y sacarnos de esta tentación y el espíritu maligno que nos derrota”. El Papa deseó que el cristiano se preguntara si sus decisiones provienen “del Señor” o están dictadas por su “egoísmo”, por “el diablo”, para no ser “una persona de la calle que va y viene sin apercibirse de lo qué está pasando”.
Es importante saber lo que está pasando en nosotros”, dijo. “Es importante vivir un poco en el interior y no dejar que nuestra alma se convierta en un camino por donde todos pasan”.
Por lo tanto, se trata de hacerse las preguntas correctas: “¿Pero qué está pasando en nosotros? Que te inspira esto ¿Cuál es tu tendencia espiritual en esto? ¿Qué te lleva a hacer esto?”. El Papa recomendó un examen de conciencia de “dos o tres minutos antes de terminar el día”: “¿Qué me pasó hoy? o, sí, tenía un poco de odio allí, y hablé mal aquí; hice esta obra de caridad … ¿Quién te ayudó a hacer estas cosas, tanto las malas como las buenas?”.
26.10.19





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