La vocación matrimonial, “escultura viviente” de Dios – Catequesis completa
Ciclo de los Hechos de los Apóstoles
(13 nov. 2019).- El Papa se dirigió a los casados, indicándoles que escuchen cuál es su vocación, que debe ser “la verdadera escultura viviente” de Dios “que derrame su Espíritu sobre todos los matrimonios cristianos para que “abran las puertas de sus corazones a Cristo y a sus hermanos y hermanas y transformen sus hogares en iglesias domésticas”.
Hoy, 13 de octubre de 2019, el Santo Padre ha continuado con el ciclo de catequesis sobre los Hechos de los Apóstoles, centrando su reflexión en el pasaje “Áquila y Priscila lo tomaron consigo” (Hechos 18:26) Una pareja al servicio del Evangelio. (Hechos de los Apóstoles 18, 1-3).
La audiencia general de este miércoles ha tenido lugar en la plaza de San Pedro, donde el Papa se ha encontrado con los grupos de peregrinos y fieles de todo el mundo. No obstante, antes de salir a la plaza, el Papa ha saludado a los enfermos reunidos en el Aula Pablo VI debido al mal tiempo.
“Domus ecclesiae”
Sobre Áquila y Priscila, Francisco resaltó cómo practicaron el “arte cristiano de la hospitalidad”. Cuando Pablo llegó a Corinto, ciudad a la que ambos se habían trasladado al ser expulsados de Roma por ser judíos, hospedaron no “solo al evangelizador, sino también al anuncio que lleva consigo: el Evangelio de Cristo, que es ‘una fuerza de Dios para la salvación de todo el que cree’ (Rm 1,16)”.
Además, el hogar de este matrimonio abrió sus puertas a todos los cristianos, convirtiéndose en una ‘casa de la Iglesia’, una ‘domus ecclesiae’”, lugar de escucha de la Palabra de Dios y de celebración de la Eucaristía”, explicó el Papa. Y subrayó que también actualmente en algunos países sin libertad religiosa “los cristianos se reúnen en una casa, algo escondidos, para rezar y celebrar la Eucaristía”.
El papel de los laicos
Pablo dejó Corinto tras un año y medio y Priscila y Áquila también se trasladaron a Éfeso, donde su casa también fue “un lugar de catequesis”, describió el Pontífice. En este sentido, apuntó: “¡Cuántas familias en tiempos de persecución se juegan la cabeza para esconder a los perseguidos! Este es el primer ejemplo: la hospitalidad familiar, también en los momentos difíciles”.
El Obispo de Roma reiteró que Priscila y Áquila suponen un modelo de “vida conyugal” y nos recuerdan que “gracias a la fe y al compromiso de evangelización de tantos laicos como ellos, el cristianismo ha llegado hasta nosotros”.
Esto ocurre porque, efectivamente, “para arraigar en la tierra del pueblo, para desarrollarse ampliamente, era necesario el compromiso de estas familias. Pensad que el cristianismo desde el principio lo predicaron los laicos”, explicó el Papa Francisco, agregando que “también vosotros, laicos, sois responsables por vuestro bautismo, de llevar adelante vuestra fe”.
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Catequesis del Santo Padre
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Esta audiencia se hace con dos grupos: los enfermos están en el Aula Pablo VI –yo he estado con ellos, les he saludado y bendecido; serán alrededor de doscientos cincuenta. Allí estarán más cómodos a causa de la lluvia – y nosotros aquí. Pero ellos nos miran gracias a la pantalla gigante. Vamos a saludarnos, los dos grupos, con un aplauso.
Los Hechos de los Apóstoles narran que Pablo, como evangelizador incansable que es, después de su estancia en Atenas, caracterizada por la hostilidad continúa la carrera del Evangelio en el mundo. La nueva etapa de su viaje misionero es Corinto, capital de la provincia romana de Acaya, una ciudad comercial y cosmopolita, gracias a la presencia de dos importantes puertos.
Como leemos en el capítulo 18 de los Hechos, Pablo encuentra hospitalidad con un matrimonio, Áquila y Priscila (o Prisca), obligados a mudarse de Roma a Corinto después de que el emperador Claudio decretase la expulsión de los judíos (cf. Hechos 18:2). Me gustaría hacer un paréntesis. El pueblo judío ha sufrido tanto en la historia. Ha sido expulsado, perseguido… Y, el siglo pasado, hemos visto tantas cosas, tantas brutalidades cometidas contra el pueblo judío y todos estaban convencidos de que se hubiera acabado. Pero hoy, empieza a renacer aquí y allí la costumbre de perseguir a los judíos. Hermanos y hermanas, esto no es ni humano ni cristiano. ¡Los judíos son hermanos nuestros! Y no hay que perseguirlos ¿entendido? Estos esposos demuestran que tienen un corazón lleno de fe en Dios y generoso con los demás, capaz de dar cabida a quienes, como ellos, experimentan la condición de forasteros. Su sensibilidad los llevó a olvidarse de sí mismos para practicar el arte cristiano de la hospitalidad (cf. Rm 12,13; Hb 13,2) y a abrir las puertas de su casa para acoger al apóstol Pablo. Así hospedan no sólo al evangelizador, sino también al anuncio que lleva consigo: el Evangelio de Cristo, que es “una fuerza de Dios para la salvación de todo el que cree” (Rm 1,16). Y desde ese momento en adelante su casa se impregna del perfume de la Palabra “viva” (Heb 4,12) que vivifica los corazones.
Áquila y Priscila también comparten con Pablo su actividad profesional, es decir, la fabricación de lonas. Pablo, en efecto, tenía en gran estima el trabajo manual y lo consideraba un espacio privilegiado para el testimonio cristiano (cf. 1 Cor 4, 12), así como una manera justa de mantenerse sin ser una carga para los demás o para la comunidad.
La casa de Áquila y Priscila en Corinto abre sus puertas no sólo al Apóstol sino también a los hermanos y hermanas en Cristo. En efecto, Pablo puede hablar de la “comunidad que se reúne en su casa” (1 Co 16,19), que se convierte en una “casa de la Iglesia”, una “domus ecclesiae”, lugar de escucha de la Palabra de Dios y de celebración de la Eucaristía. También hoy en algunos países donde no hay libertad religiosa y no hay libertad para los cristianos, los cristianos se reúnen en una casa, algo escondidos, para rezar y celebrar la Eucaristía. También hoy existen estas casas, estas familias que se convierten en un templo para la Eucaristía,
Después de un año y medio en Corinto, Pablo dejó la ciudad junto con Áquila y Priscila, que se quedan en Éfeso. También allí su casa se convierte en un lugar de catequesis (cf. Hch 18,26). Finalmente, el matrimonio regresará a Roma y recibirá un espléndido elogio que el Apóstol inserta en su Carta a los Romanos. Tenía el corazón agradecido, y así escribía Pablo de estos dos esposos en la Carta a los Romanos, escuchad: “Saludad a Prisca y Áquila, colaboradores míos en Cristo Jesús. Ellos expusieron sus cabezas para salvarme. Y no soy yo solo en agradecérselo, sino también todas las Iglesias de la gentilidad” (16:4) ¡Cuántas familias en tiempos de persecución se juegan la cabeza para esconder a los perseguidos! Este es el primer ejemplo: la hospitalidad familiar, también en los momentos difíciles.
Entre los numerosos colaboradores de Pablo, Áquila y Priscila, emergen como “modelos de una vida conyugal responsablemente comprometida al servicio de toda la comunidad cristiana.” y nos recuerdan que, gracias a la fe y al compromiso de evangelización de tantos laicos como ellos, el cristianismo ha llegado hasta nosotros. En efecto, “para arraigar en la tierra del pueblo, para desarrollarse ampliamente, era necesario el compromiso de estas familias. Pensad que el cristianismo desde el principio lo predicaron los laicos. También vosotros, laicos, sois responsables por vuestro bautismo, de llevar adelante vuestra fe. Era el compromiso de tantas familias, de estos esposos, de estas comunidades cristianas, de fieles laicos que ofrecieron el “humus” al crecimiento de la fe. Y sólo así crece siempre la Iglesia. “(Benedicto XVI, Catequesis 7 de febrero de 2007). Es hermosa esta frase del Papa Benedicto XVI: los laicos ofrecen el humus al crecimiento de la fe.
Pidamos al Padre, que ha elegido hacer de los esposos su “verdadera escultura viviente” (Exhortación Apostólica Amoris Laetitia 11). Creo que aquí hay recién casados: escuchad cual es vuestra vocación, debéis ser la verdadera escultura viviente, que derrame su Espíritu sobre todos los matrimonios cristianos para que, a ejemplo de Aquila y Priscila, abran las puertas de sus corazones a Cristo y a sus hermanos y hermanas y transformen sus hogares en iglesias domésticas. Hermosa palabra: una casa es una iglesia doméstica, donde vivir la comunión y ofrecer el culto de la vida vivida con fe, esperanza y caridad. Tenemos que rezar a estos dos santos: Áquila y Prisca, para que enseñen a nuestras familias a ser como ellos: una iglesia doméstica donde hay humus para que la fe crezca.
13.11.19
Orientar la dignidad digital al “bien integral” de la persona – Discurso del Papa
Conferencia ‘Promoting Digital Child Dignity’
(14 nov. 2019).- “La importancia de los temas que enfrentaréis en estos días es muy grande”. El Papa ha alentado así a los participantes en el Congreso sobre la dignidad digital de los niños.“La creatividad y la inteligencia del hombre son maravillosas, pero deben orientarse en la dirección positiva del bien integral de la persona a lo largo de toda su vida, a partir de la infancia”, les ha dicho.
Esta mañana, el Santo Padre ha recibido en audiencia a los participantes en la Conferencia Promoting Digital Child Dignity – From Concept to Action (Promover la dignidad digital de los niños – Del concepto a la acción), que tiene lugar del 14 al 15 de noviembre en la Casina Pío IV del Vaticano, sede de la Academia Pontificia de Ciencias Sociales.
La edición española de zenit publicó recientemente una entrevista en exclusiva a Ernie Allen, uno de los promotores de la Conferencia, presidente de WePROTECT Global Alliance (NosotrosPROTEGEMOS Alianza Global) y miembro del Comité de Child Dignity Alliance (Alianza para la dignidad de la Infancia).
Libertad y uso responsable
Un punto crucial del problema es la “tensión”, ha apuntado el Papa, “entre la idea del mundo digital como un espacio de libertad ilimitada de expresión y comunicación, y la del uso responsable de las tecnologías y, por lo tanto, de sus límites”.
A pesar del “enorme” potencial de las herramientas digitales, el Papa ha advertido de las “posibles consecuencias negativas de su abuso”: en el ámbito de la trata de seres humanos, en la organización del terrorismo, en la propagación del odio y el extremismo, en la manipulación de la información y también en el ámbito del abuso de menores.
Así, ha propuesto dos puntos de reflexión: El primero apunta hacia la “libertad y la protección de la privacidad de las personas”, mientras que el segundo apela a la “responsabilidad” de las grandes empresas del sector “con respecto a los menores, a su integridad y su futuro”.
Promover el acceso seguro
“El reto al que nos enfrentamos”, ha propuesto Francisco, es “promover el acceso seguro de los menores a estas tecnologías”.
El Pontífice ha alertado de que la propagación de la pornografía en el mundo digital “crece vertiginosamente”, un fenómeno aun más “dramático” para los menores por su fácil accesibilidad.
Intereses económicos
Asimismo, ha observado que “el desarrollo tecnológico y del mundo digital involucra a enormes intereses económicos” y ha afirmado que “no se puede pasar por alto la fuerza con la que estos intereses tienden a condicionar la conducta de las empresas”.
Entre los 80 participantes, se encuentra la reina Silvia de Suecia, el gran imam de Al-Azhar –a quien recibirá el Papa en privado el 15 de noviembre–, el viceprimer ministro y ministro del Interior de los Emiratos Árabes Unidos, el rabino David Rosen y Najat Maalla M’jid, representante especial del Secretario General de las Naciones Unidas para la violencia contra los niños.
Publicamos a continuación el discurso que el Papa dirigió a los participantes de la Conferencia en la apertura de los trabajos:
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Discurso del Papa Francisco
Majestad, Alteza,
Autoridades y líderes religiosos,
Eminencias, Excelencias,
Señoras y señores,
Doy las gracias a Su Alteza el Jeque Saif Bin Zayed al Nahyan y al Padre Federico Lombardi por sus amables palabras de saludo y presentación.
La importancia de los temas que enfrentaréis en estos días es muy grande. Muchos de vosotros se ocupan de ellos con esfuerzo y visión de futuro desde hace muchos años. Hace dos años, cuando recibí a los participantes del Congreso Child Dignity in the Digital World, ya tuve la oportunidad de animaros a unir fuerzas para abordar la cuestión de la protección efectiva de la dignidad de los menores en el mundo digital, porque un problema tan complejo requiere la colaboración de todos: científicos y tecnólogos, empresarios y operadores económicos, legisladores, políticos y funcionarios de seguridad, educadores y psicólogos, y no en último término líderes religiosos y morales (cf. Discurso del 6 de octubre de 2017). Me complace que el camino emprendido entonces haya continuado con otras iniciativas, incluida en particular la Conferencia Interreligiosa de Abu Dabi hace un año, y que ahora se relance con este encuentro.
La Iglesia Católica en las últimas décadas, tras las dramáticas experiencias vividas en su cuerpo, ha alcanzado una aguda conciencia de la gravedad del abuso sexual de los menores y de sus consecuencias, del sufrimiento que causa, de la urgencia de curar sus heridas, de combatir estos crímenes con la máxima determinación y de desarrollar una prevención eficaz. Por lo tanto, también se siente obligada a mirar hacia adelante con previsión.
De hecho, nos enfrentamos a las cuestiones cruciales que plantea para el futuro de la humanidad el vertiginoso desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación. No cabe duda de que este desarrollo, en el ámbito digital, ofrezca nuevas oportunidades para los menores, su educación y su formación personal. Permite un intercambio de experiencias más amplio, promueve el desarrollo económico y abre nuevas oportunidades en muchos ámbitos, incluida la salud. Las tecnologías abren nuevos horizontes, sobre todo para los menores que viven en situación de desventaja o lejos de los centros urbanos de los países más industrializados.
El reto al que nos enfrentamos es, pues, promover el acceso seguro de los menores a estas tecnologías, garantizando al mismo tiempo su crecimiento sano y sereno, sin que sean objeto de violencia criminal inaceptable ni de influencias gravemente perjudiciales para la integridad de su cuerpo y de su espíritu.
Lamentablemente, el uso de la tecnología digital para organizar, comisionar y participar en abusos de menores a distancia, incluso más allá de las fronteras nacionales, está creciendo rápidamente, y la lucha eficaz contra estos horribles crímenes se presenta muy difícil, muy superior a las capacidades y recursos de las instituciones y fuerzas responsables de combatirlos. La difusión de imágenes de abuso o explotación de menores aumenta rápidamente, y se refiere a formas de abuso cada vez más graves y violentas y a menores de una edad cada vez más temprana.
La propagación de la pornografía en el mundo digital crece vertiginosamente. Ya de por sí es algo muy grave, resultado de una pérdida general del sentido de la dignidad humana y no pocas veces vinculado a la trata de personas. El fenómeno es aún más dramático porque este material también es ampliamente accesible a los menores a través de Internet y especialmente a través de dispositivos móviles. La mayoría de los estudios científicos coincide en sus graves repercusiones en la psique y el comportamiento de los menores. Son consecuencias que durarán toda su vida, con fenómenos de grave dependencia, propensión a comportamientos violentos y relaciones emocionales y sexuales profundamente perturbadas.
Es urgente darse cuenta cada vez más de la magnitud y la gravedad de estos fenómenos. De hecho, una de las características del desarrollo tecnológico actual es que nos toma por sorpresa, porque a menudo vemos primero los aspectos más fascinantes y positivos (que afortunadamente no faltan), pero luego nos damos cuenta de las consecuencias negativas cuando ya están generalizadas y es muy difícil remediarlas. Por eso me dirijo a vosotros, estudiosos e investigadores: ¡tenéis una tarea fundamental! Hay que ver con claridad la naturaleza y el alcance de los peligros contra los que tenemos que luchar. El campo a explorar es vasto y complejo. No podemos hacernos ilusiones de que estamos respondiendo a retos semejantes sobre la base de conocimientos someros y superficiales, pero empezar a sentar las bases para proteger la dignidad de los menores debe ser un noble objetivo de su trabajo de investigación científica.
La tarea de los operadores de comunicaciones tampoco es menos importante. Es necesario sensibilizar sobre los riesgos inherentes de un desarrollo tecnológico incontrolado en todos los sectores de la sociedad. Todavía no se ha entendido -y a menudo no se quiere entender- la gravedad de la cuestión en su conjunto y sus consecuencias futuras. Para entenderlo es indispensable una estrecha alianza con los medios de comunicación, es decir, con vosotros, los comunicadores y con vuestra capacidad para movilizar a la opinión pública y a la sociedad.
Con razón habéis elegido como tema para este encuentro: “Del concepto a la acción”. Efectivamente, no basta con comprender, hay que actuar. La condena moral del daño infligido a los menores por el uso indebido de las nuevas tecnologías digitales debe traducirse en iniciativas concretas y urgentes. Cuanto más tiempo pasa, más arraiga el mal y es difícil de contrastar. Lo atestiguan con preocupación aquellos que, como muchos de vosotros, están dedicando generosamente su vida a esta batalla en contacto más directo con el crimen y con las víctimas: educadores, fuerzas del orden, agentes de protección y tantos otros.
Un punto crucial del problema es la tensión -que en última instancia se convierte en una contradicción- entre la idea del mundo digital como un espacio de libertad ilimitada de expresión y comunicación, y la del uso responsable de las tecnologías y, por lo tanto, de sus límites.
A la protección de la plena libertad de expresión está vinculada la idea de proteger la privacidad, con formas cada vez más sofisticadas de encriptación de los mensajes, que hacen muy difícil o imposible su control. Por lo tanto, debe encontrarse un equilibrio adecuado entre el ejercicio legítimo de la libertad de expresión y el interés social en garantizar que los medios digitales no se utilicen para cometer actividades delictivas contra los menores. Para promover el desarrollo de Internet, con sus múltiples beneficios, las empresas que prestan su servicio han sido consideradas durante mucho tiempo meras proveedoras de plataformas tecnológicas, no responsables ni legal ni moralmente de su uso. El potencial de las herramientas digitales es enorme, pero las posibles consecuencias negativas de su abuso en el ámbito de la trata de seres humanos, en la organización del terrorismo, en la propagación del odio y el extremismo, en la manipulación de la información y -debemos insistir- también en el ámbito del abuso de menores pueden ser igualmente considerables. Ahora, por fin, la opinión pública y los legisladores se dan cuenta de ello. ¿Cómo ayudarles, pues, a tomar las medidas adecuadas para impedir los abusos? Permitidme que haga hincapié en dos puntos en particular.
En primer lugar. La libertad y la protección de la privacidad de las personas son bienes preciosos que deben armonizarse con el bien común de la sociedad. Las autoridades deben ser capaces de actuar eficazmente, utilizando los instrumentos legislativos y operativos adecuados, con pleno respeto del Estado de Derecho y de las garantías procesales, para luchar contra las actividades delictivas que atentan contra la vida y la dignidad de los menores.
Segundo. El vertiginoso desarrollo del mundo digital tiene como protagonistas a las grandes empresas del sector, que cruzan fácilmente las fronteras entre Estados, se mueven rápidamente en el frente más avanzado del desarrollo tecnológico y han acumulado considerables recursos económicos. Ya es evidente que no pueden considerarse completamente ajenas al uso de las herramientas que ponen en manos de sus clientes. Por lo tanto, es a ellas a quienes ahora dirijo el llamamiento más acuciante para que asuman su responsabilidad con respecto a los menores, a su integridad y su futuro. Sin la plena implicación de las sociedades del sector, sin una plena conciencia de las consecuencias morales y sociales de su gestión y funcionamiento, no será posible garantizar la seguridad de los menores en el contexto digital. Están obligadas no sólo a cumplir las leyes, sino también a preocuparse por la dirección en que se mueve el desarrollo tecnológico y social que promueven y provocan, porque este desarrollo precede, de hecho, a las mismas leyes que pretenden regularlo.
Aunque estos retos son difíciles de superar, hay muchas áreas de acción. Me limito a poner algunos ejemplos.
Son muy apreciables las iniciativas -como, por ejemplo, Safety by Design, promovidas por la Comisión competente del Gobierno australiano- para que la industria digital cultive un enfoque proactivo y coherente de la seguridad del cliente desde la fase de desarrollo de productos y servicios en línea, reconociendo explícitamente que la responsabilidad de esta seguridad, en todos sus aspectos, no debe recaer sólo en el propio cliente, sino también en quienes diseñan, desarrollan y suministran dichos productos y servicios.
Además, como ya sucede en algunos países, hay que fomentar el compromiso de los legisladores para que las empresas que permiten la navegación a través de dispositivos móviles estén obligadas a verificar la edad de sus clientes, a fin de poder impedir que los menores accedan a sitios pornográficos. Hoy en día, los menores utilizan sobre todo teléfonos móviles, y los filtros utilizados para los ordenadores son allí ineficaces. Según estudios fiables, la edad media de acceso a la pornografía por primera vez es actualmente de 11 años y tiende a descender aún más. No es aceptable en absoluto.
Aunque los padres sean los principales responsables de la educación de sus hijos, cabe señalar que, a pesar de la buena voluntad, ahora es cada vez más difícil controlar el uso de los aparatos electrónicos por parte de sus hijos. Por lo tanto, la industria debe cooperar con los padres en su responsabilidad educativa. La determinación de la edad de los usuarios no debe considerarse, pues, una violación del derecho a la intimidad, sino un requisito previo importante para la protección efectiva de los menores.
Las posibilidades de la tecnología son cada vez mayores. Hoy se habla mucho de las aplicaciones de la llamada inteligencia artificial. La identificación y eliminación de la circulación de las imágenes ilegales y nocivas de la red mediante algoritmos cada vez más elaborados es un campo de investigación muy importante, en el que los científicos y los operadores del mundo digital deben seguir esforzándose en una noble competencia para combatir el uso perverso de las nuevas herramientas disponibles. Por lo tanto, pido a los ingenieros informáticos que se sientan personalmente responsables de la construcción del futuro. A ellos les corresponde, con nuestro apoyo, comprometerse en un desarrollo ético de los algoritmos, hacerse promotores de un nuevo campo de la ética para nuestro tiempo: la “algor-ética”.
El desarrollo tecnológico y del mundo digital involucra a enormes intereses económicos. No se puede, por tanto, pasar por alto la fuerza con la que estos intereses tienden a condicionar la conducta de las empresas. Actuar por la responsabilidad de los inversores y de los gestores, para que el bien de los menores y de la sociedad no se sacrifique en aras del beneficio, es, por tanto, un compromiso que hay que fomentar. Al igual que ya ocurre con el aumento de la sensibilidad social en el ámbito medioambiental o del respeto de la dignidad del trabajo, la atención a la protección efectiva de los menores y la lucha contra la pornografía deben estar cada vez más presentes en las finanzas y la economía del mundo digital. El crecimiento seguro y saludable de los jóvenes es el noble propósito por el que vale la pena trabajar y vale mucho más que el mero beneficio económico obtenido incluso con el riesgo de perjudicar a los jóvenes.
En un mundo como el nuestro, en el que las fronteras entre los Estados se ven continuamente superadas por la dinámica creada por el avance digital, nuestros esfuerzos deben asumir la dimensión de un movimiento global que se una a los compromisos más nobles de la familia humana y de las instituciones internacionales para la protección de la dignidad de los menores y de cada persona. Es un reto difícil que nos plantea nuevas preguntas: ¿cómo defender la dignidad de la persona y del menor en la era digital, cuando la vida y la identidad de la persona están indisolublemente ligadas a los datos que la identifican y de los que nuevas formas de poder intentan apropiarse constantemente? ¿Cómo podemos formular principios y requisitos que deben ser respetados por todos en el mundo digital globalizado? Se trata de preguntas que nos exigen una profunda solidaridad con todos aquellos que trabajan con paciencia e inteligencia por esta causa en el mundo de las relaciones y las normas internacionales.
La creatividad y la inteligencia del hombre son maravillosas, pero deben orientarse en la dirección positiva del bien integral de la persona a lo largo de toda su vida, a partir de la infancia. Todo educador, todo padre de familia lo sabe muy bien y debe ser ayudado y apoyado en su servicio por el esfuerzo concertado de una nueva alianza de todas las instituciones y fuerzas educativas.
A ello contribuye no sólo la sana razón ética, sino también la visión y la inspiración religiosas, que tienen un alcance universal, porque fundamenta el respeto de la dignidad humana en la grandeza y la santidad de Dios, su Creador y Salvador. Por lo tanto, es bienvenida la presencia entre vosotros de numerosos y autorizados líderes religiosos que se proponen abordar estos problemas en un espíritu de solidaridad y corresponsabilidad. Los saludo con gran respeto y les doy las gracias sinceramente. La causa de la protección de los menores en el mundo digital, es decir, en nuestro mundo de hoy y de mañana, debe vernos unidos, como testigos del amor de Dios por cada persona, comenzando por la más pequeñas e indefensas, para que la atención, el cuidado y la conciencia crezcan en todos, en todas partes del mundo y en cada confesión religiosa. Queremos desterrar de la faz de la tierra la violencia y todo tipo de abusos contra los menores. Mirémoslos a los ojos: son vuestras hijas y vuestros hijos, debemos amarlos como obras maestras e hijos de Dios. Tienen derecho a una vida buena. Tenemos el deber de hacer todo lo posible para que la tengan.
Os doy las gracias e invoco sobre todos vosotros la bendición de Dios.
Gracias.
Tailandia: El Papa agradece su “promoción de la armonía” y la paz
(15 nov. 2019).- Como nación “multiétnica y diversa” que posee ricas tradiciones espirituales y culturales, describe el Pontífice, Tailandia “ha trabajado mucho para promover la armonía y la coexistencia pacífica, no solo entre su gente sino en toda la región del sudeste asiático”.
Así lo señala el Papa Francisco en un video mensaje dirigido a los fieles del país, en la víspera de su viaje apostólico, que comenzará el próximo martes, 19 de noviembre, en el que saluda “con todo afecto” a quienes aguardan a su llegada, a través de un video mensaje, difundido hoy, 15 de noviembre, por la Santa Sede.
“Altentarlos en la fe”
“En este mundo que con demasiada frecuencia experimenta discordia, división, exclusión –indica Francisco–, este compromiso de forjar una unidad respetuosa de la dignidad de todo hombre, mujer y niño puede servir de inspiración para los esfuerzos que las personas de buena voluntad en todo el mundo llevan a cabo para promover un desarrollo grande, verdadero de nuestra familia humana en solidaridad, en justicia y viviendo en paz”.
“Son tailandeses y deben trabajar por su patria”, les dice. Durante su viaje, el Papa tendrá la oportunidad de reunirse con la comunidad católica de Tailandia para “alentarlos en la fe” y “en el aporte que ellos hagan a toda la sociedad”, aclara.
Hermanos budistas
El Santo Padre afirma en este mensaje que espera “fortalecer los lazos de amistad que compartimos con numerosos hermanos y hermanas budistas que dan testimonio elocuente de los valores de la tolerancia y de la armonía que son tan características de vuestro pueblo”.
Así, confía en que su visita contribuya a poner de relieve “la importancia del diálogo interreligioso”, señala, “el entendimiento mutuo” y “la cooperación fraterna”, especialmente en el servicio a los pobres, a los más necesitados y en el servicio a la paz: “en este momento necesitamos trabajar tanto por la paz”, ha destacado.
Por último, el Papa no ha querido dejar de agradecer a las personas que preparan su visita: “En estos días, los llevo a todos, queridos amigos, en mis oraciones. Pido por ustedes, por sus familias, por su patria; y por favor les pido que también recen por mí. Muchas gracias”.
El Papa inaugura un centro de hospitalidad nocturna y diurna para los pobres
En el Vaticano
(16
nov. 2019).- En la tarde del viernes, 16 de noviembre, vísperas
del Día
Mundial de los Pobres,
el Papa Francisco inauguró con su visita un nuevo centro de
hospitalidad diurno y nocturno para los sin techo, informó la
Oficina de Prensa del Vaticano en un comunicado.
La
estructura, a pocos metros de la columnata de la Plaza de San Pedro,
ocupa todo un edificio de cuatro plantas (casi 2.000 metros
cuadrados) propiedad del Vaticano, en la zona extraterritorial.
Todas
las obras, realizadas por un grupo de personas sin techo y empresas
especializadas, han sido seguidas y financiadas por la Limosnería
Apostólica, a través de las ofertas que provienen de la
distribución de pergaminos con la Bendición Apostólica y con
generosas contribuciones particulares, informa la Santa Sede.
La
Limosnería, junto con la Comunidad de San Egidio, se compromete a
apoyar financieramente toda la actividad del centro.
Gestionado
por San Egidio
Ocupado
hasta hace pocos meses por una congregación religiosa femenina que
ha cambiado de sede, el Pontífice ha decidido utilizarlo para esta
obra de caridad a favor de las personas necesitadas y con
dificultades. Por lo tanto, la Administración del Patrimonio de la
Santa Sede lo ha confiado en préstamo de uso a la Limosnería
Apostólica y será gestionado por la Comunidad
de San Egidio.
El
nuevo centro de hospitalidad diurna y nocturna, llamado Palazzo
Migliori,
lleva el nombre de la familia que lo poseía y lo vendió a la Santa
Sede en 1930. Se trata de un edificio construido a principios del
siglo XIX, con interiores de gran elegancia equipado con un ascensor
para permitir el acceso a las personas mayores y a los
discapacitados. En el primer piso hay una gran capilla, reservada
para la oración personal y comunitaria de los voluntarios y los
huéspedes.
Las
habitaciones para el descanso nocturno ocuparán la tercera y cuarta
planta y podrán acoger, tanto hombres como mujeres, hasta 50
personas, número que puede aumentar en el período de emergencia
por frío.
Cocina
del Centro
Las
personas alojadas por la noche pueden disfrutar de desayunos y cenas
preparados en el refectorio del segundo piso.
La
cocina del Centro, bien equipada, también será utilizada por un
grupo de voluntarios y diáconos permanentes de la diócesis de Roma
para preparar más de 250 comidas calientes, que desde hace varios
años, por la noche, se distribuyen a los pobres en las principales
estaciones de tren de la ciudad: Termini, Tiburtina y Ostiense.
Servicio
diurno
Las
plantas primera y segunda se utilizarán para un servicio diurno,
gestionado y animado por voluntarios, con salas dedicadas a la
escucha y la conversación, para el uso de ordenadores, lectura y
recreación y para otras actividades educativas y culturales
17.11.19
Ángelus: “Rezar con amor por la persona que nos odia”
Palabras
del Papa antes de rezar
(17
noviembre 2019).- “Cuando nos sentimos odiados, (debemos) orar con
amor por la persona que nos odia”, dijo el Papa Francisco en el
Ángelus este domingo, 17 de noviembre de 2019.
Desde
una ventana del Palacio Apostólico del Vaticano que da a la Plaza de
San Pedro, el Papa introdujo la oración mariana al meditar sobre “la
actitud del cristiano”: “la esperanza en Dios, que permite no
dejarse abatir por los acontecimientos trágicos”.
Los
cristianos “no pueden seguir siendo esclavos de temores y
ansiedades; por el contrario, están llamados a habitar la historia,
para detener la fuerza destructiva del mal “, dijo. “Nuestra vida
no se puede perder porque está en sus manos”, aseguró.
“El
tesoro más preciado” es responder “al odio con el amor, al odio
con el perdón”, dijo el Papa a la gente refugiada bajo un bosque
de paraguas.
***
Palabras
del Papa antes del Ángelus
Queridos
hermanos y hermanas, ¡buenos días!
El
Evangelio de este penúltimo domingo del año litúrgico (cf. Lc
21,5-19) nos presenta el discurso de Jesús sobre el fin de los
tiempos, en la versión propuesta por San Lucas. Jesús lo pronuncia
delante del templo de Jerusalén, un edificio admirado por el pueblo
por su grandeza y esplendor. Pero Él profetiza que de toda esa
belleza y grandeza “no quedará piedra sobre piedra que no sea
destruida” (v. 6). La destrucción del templo anunciada por Jesús
es una figura no tanto del final de la historia como del fin de la
historia, del objetivo de la historia. En efecto, frente a los
oyentes que quieren saber cómo y cuándo ocurrirán estas señales,
Jesús responde con el típico lenguaje apocalíptico de la Biblia.
Utiliza
dos imágenes aparentemente contrastantes: la primera es una serie de
eventos que dan miedo: catástrofes, guerras, hambrunas, disturbios y
persecuciones (vv. 9-12); la otra es tranquilizadora: “Ni siquiera
un solo cabello se perderá….”. (v. 18). En la primera, hay una
mirada realista de la historia, marcada por calamidades y también
por la violencia, por traumas que dañan la creación, nuestro hogar
común, y también la familia humana que vive allí, y la propia
comunidad cristiana. Pensamos en tantas guerras de hoy, en tantas
calamidades de hoy.
La
segunda imagen – adjunta en la seguridad de Jesús – nos dice la
actitud que debe tomar el cristiano al vivir esta historia,
caracterizada por la violencia y la adversidad. Y, ¿cuál es la
actitud del cristiano?. Es la actitud de esperanza en Dios, que nos
permite no dejarnos abrumar por los acontecimientos trágicos. Más
bien, son “una oportunidad para dar testimonio” (v. 13). Los
discípulos de Cristo no pueden seguir siendo esclavos de los miedos
y las ansiedades; en cambio, están llamados a vivir en la historia,
a frenar la fuerza destructiva del mal, con la certeza de que para
acompañar su buena acción siempre está la ternura providente y
tranquilizadora del Señor. Esta es la señal elocuente de que el
Reino de Dios viene a nosotros, es decir, que la realización del
mundo se acerca como Dios lo quiere. Es Él quien dirige nuestra
existencia y conoce el propósito último de las cosas y los eventos.
El Señor nos llama a colaborar en la construcción de la historia,
convirtiéndonos junto con Él, en agentes de paz y testimonios de
la esperanza en un futuro de salvación y resurrección.
La
fe nos hace caminar con Jesús por los caminos sinuosos de este
mundo, con la certeza de que la fuerza de su Espíritu doblegará a
las fuerzas del mal, sometiéndolas al poder del amor de Dios. El
amor es superior, es más allá de la misma potencia, porque es
Dios, porque Dios es amor. Hay ejemplos de mártires cristianos,
mártires cristianos de nuestro tiempo, que son más que los mártires
del principio, que a pesar de la persecución, son hombres y mujeres
de paz, nos dan un legado para ser preservado e imitado: el Evangelio
del amor y de la misericordia. Este es el tesoro más precioso que se
nos ha dado y el testimonio más efectivo que podemos dar a nuestros
contemporáneos, respondiendo al odio con amor, a la ofensa con
perdón, porque en la vida cotidiana cuando nos sentimos ofendidos,
sentimos dolor, pero cuesta perdonar. Hay que perdonar con el
corazón, cuando nos sentimos odiados, rezar con amor por la persona
que nos odia.
Que
la Virgen María sostenga con su intercesión materna nuestro camino
de fe diaria, para seguir al Señor que guía la historia.
Palabras
del Papa después del Ángelus
Queridos
hermanos y hermanas!
Ayer
en Riobamba, Ecuador, fue proclamado Beato el Padre Emilio Moscoso,
sacerdote mártir de la Compañía de Jesús, asesinado en 1897 en el
clima de persecución contra la Iglesia Católica. Que su ejemplo de
religioso humilde, apóstol de oración y educador de la juventud,
sostenga nuestro camino de fe y de testimonio cristiano.
Aplaudamos al nuevo Beato!.
Hoy
celebramos la Jornada Mundial de los Pobres, que tiene como tema las
palabras del salmo “La esperanza de los pobres nunca será
defraudada” (Sal 9, 19). Mi agradecimiento a todos los que trabajan
en las diócesis y parroquias de todo el mundo, han promovido
iniciativas de solidaridad para dar esperanza concreta a las personas
más desfavorecidas. Agradezco a los médicos y enfermeras que han
servido en estos días en el Centro Médico aquí en la Plaza de San
Pedro. Agradezco a tantas iniciativas en favor de la gente que
sufre y los necesitados y esto debe testimoniar la atención que
nunca debe faltar a estos hermanos y hermanas. He visto recientemente
algunas estadísticas de pobreza, ¡que hacen sufrir!. La
indiferencia de la sociedad hacia los pobres.
Saludo
a todos los peregrinos que han venido de Italia y de diferentes
países. En particular, saludo a la Comunidad Ecuatoriana de Roma,
que celebra a la Virgen del Quinche;a los fieles de New Jersey
y a los de de Toledo, España; las Hijas de María Auxiliadora
procedentes de varios países y la Asociación Italiana de
Acompañantes a los santuarios marianos en el mundo. Saludo a los
grupos de Porto d’Ascoli y Angri; y a los participantes en la
peregrinación de las Escuelas Lasalianas de Turín y Vercelli para
la clausura de la tercera centenario de la muerte de San Juan
Bautista de La Salle.
El
próximo martes comenzaré el viaje a Tailandia y Japón, les pido
por favor que oren por mi, por este viaje apostólico
Les deseo a todos un feliz domingo. Y por favor, no se olviden de rezar por mí. Bueno almuerzo y adiós!
Les deseo a todos un feliz domingo. Y por favor, no se olviden de rezar por mí. Bueno almuerzo y adiós!
18.11.19
Francisco: Las religiones, fuente para impulsar una “cultura del encuentro”
Al Instituto para el Diálogo
Interreligioso (Argentina)
(18
nov. 2019).- “Nuestras tradiciones religiosas son una fuente
necesaria de inspiración para fomentar una cultura del encuentro. Es
fundamental la cooperación interreligiosa (…), indicó el Papa
Francisco.
Hoy,
18 de noviembre de 2019, el Santo Padre recibió en audiencia a los
participantes en el encuentro promovido por el “Instituto para el
Diálogo Interreligioso de la Argentina” (IDI), dedicado
al Documento
sobre la Fraternidad Humana firmado
en febrero en Abu Dhabi.
Construir
puentes
Al
principio de su discurso, Francisco se mostró satisfecho con el
hecho de que este documento, de carácter universal, se difunda en
las Américas, “convencido de que la particularidad y la
sensibilidad de países y continentes diferentes puedan contribuir
verdaderamente a una lectura detallada de este Documento y a una
mayor y eficaz comprensión del mensaje que transmite”.
Colaboración
Así,
para él, la cooperación interreligiosa, “basada en la promoción
de un diálogo sincero, respetuoso, que va hacia la unidad sin
confundir, manteniendo las identidades” es fundamental. Y se trata
de una unidad “que trasciende el mero pacto político” porque
esta actitud “va al diálogo entre lo trascendente, crea
fraternidad (…)”.
Discurso
del Santo Padre
Señoras
y señores:
Me
alegra darles la bienvenida a todos ustedes, que participan en el
encuentro que se ha centrado sobre el documento: «Fraternidad humana
por la paz mundial y la convivencia común», firmado en Abu Dhabi el
4 de febrero pasado.
Agradezco
a todos los organizadores de este encuentro, promovido por Su
Excelencia el señor Rogelio Pfirter, Embajador de la República
Argentina ante la Santa Sede, con el auspicio del Consejo Pontificio
para el Diálogo Interreligioso, y en colaboración con el Instituto
del Diálogo Interreligioso de Buenos Aires.
Me
complace constatar que este Documento, de carácter universal, se
esté difundiendo también en las Américas. Estoy convencido de que
la particularidad y la sensibilidad de países y continentes
diferentes puedan contribuir verdaderamente a una lectura detallada
de este Documento y a una mayor y eficaz comprensión del mensaje que
transmite.
Como
había dicho durante la Conferencia Mundial de la Fraternidad Humana:
«No hay alternativa: o construimos el futuro juntos o no habrá
futuro. Las religiones, de modo especial, no pueden renunciar a la
tarea urgente de construir puentes entre los pueblos y las culturas».
Ha llegado el momento en que «las religiones se empeñen más
activamente, con valor y audacia, con sinceridad, en ayudar a la
familia humana a madurar la capacidad de reconciliación, la visión,
la esperanza y los itinerarios concretos de paz» (4 febrero 2019).
Nuestras tradiciones religiosas son una fuente necesaria de
inspiración para fomentar una cultura del encuentro. Es fundamental
la cooperación interreligiosa, basada en la promoción de un diálogo
sincero, respetuoso, que va hacia la unidad sin confundir,
manteniendo las identidades. Pero una unidad que trasciende el mero
pacto político. Una vez, a propósito de este Documento, al inicio
de febrero pasado, un hombre muy sabio, un político europeo muy
sabio, me dijo: “esto trasciende la metodología del pacto para
mantener el equilibrio y la paz, que es muy buena, pero estos
documentos van más allá”. Y me dijo este ejemplo: “pensemos en
el fin de la segunda guerra mundial, pensemos en Yalta; en Yalta se
hizo un equilibrio para salir del impasse,
un equilibrio débil pero posible. Se repartieron la torta, y se
mantuvo un periodo de paz, pero estos documentos, esta actitud que va
al diálogo entre lo trascendente, crea fraternidad, supera los
pactos, supera lo político; es política en cuanto que es humano,
pero la supera, la trasciende, la hace más noble”. Este es el
camino. Y mientras tanto, sí, a nivel político hacer lo que se puede,
porque también es importante.
El
mundo nos observa a nosotros, los creyentes, para comprobar cuál es
nuestra actitud ante la casa común y ante los derechos humanos;
además nos pide que colaboremos entre nosotros y con los hombres y
mujeres de buena voluntad, que no profesan ninguna religión, para
que demos respuestas efectivas a tantas plagas de nuestro mundo, como
la guerra, el hambre, la miseria que aflige a millones de personas,
la crisis ambiental, la violencia, la corrupción y el degrado moral,
la crisis de la familia, de la economía y, sobre todo, la falta de
esperanza.
La
intención del Documento es adoptar: la cultura del diálogo como
vía; la colaboración común como conducta; el conocimiento
recíproco como método y criterio. De ahora en adelante se puede
afirmar que las religiones no son un sistema cerrado que no se puede
cambiar, sino que con su propia identidad. Y esto es clave: la
identidad no se negocia, porque si vos negociás la identidad ya no
hay diálogo, hay sometimiento. Con su propia identidad están en
camino.
La
fraternidad es una realidad humana compleja, a la cual se debe
prestar atención y tratarla con delicadeza. Cuando Dios nos
pregunta: «¿Dónde está tu hermano?», la primera pregunta sobre
la fraternidad que está en la Biblia «¿Dónde está tu hermano?»,
nadie podrá responder: No sé, no soy el custodio de mi hermano
(cf. Gn 4,9)
. Entonces surgen distintas preguntas: ¿Cómo cuidarnos
recíprocamente en la única familia humana de la que todos somos hermanos?
¿Cómo alimentar una fraternidad para que no sea teórica, para que
se traduzca en fraternidad? ¿Cómo podemos hacer prevalecer la
inclusión del otro sobre la exclusión en nombre de la propia
pertenencia? ¿Qué podemos hacer para que las religiones sean
canales de fraternidad en lugar de barreras de división? Un poquito
de historia nos tiene que espantar: las guerras religiosas, las
cristianas, pensemos en la de los 30 años, solamente pensemos en la
noche de San Bartolomé. El que no siente espanto adentro que se
pregunte por qué.
Es
importante demostrar que los creyentes somos un factor de paz para
las sociedades humanas y así responderemos a quienes injustamente
acusan a las religiones de fomentar odio y ser causa de violencia. En
el mundo precario de hoy, el diálogo entre las religiones no es un
signo de debilidad. Este encuentra su propia razón de ser en el
diálogo de Dios con la humanidad. Se trata de cambiar actitudes
históricas. Me viene como símbolo una escena de la Chanson de
Roland, cuando los cristianos vencen a los musulmanes y los ponen
todos en fila delante de la pila bautismal, y uno con una espada. Y
los musulmanes tenían que elegir entre el bautismo o la espada. Eso
hicimos los cristianos. Era una mentalidad que hoy no podemos
aceptar, ni comprender, ni puede funcionar más. Cuidemos los grupos
integristas, cada uno tiene lo suyo. En Argentina hay algún
rinconcito integrista por ahí. Y tratemos con la fraternidad ir
adelante. El integrismo es una peste y todas las religiones tienen
algún primo hermano integrista ahí, que se agrupa.
Espero
que este Mensaje de Fraternidad sea recibido por la comunidad
internacional, para el bien de toda la familia humana, que debe pasar
de la simple tolerancia a la verdadera convivencia y coexistencia
pacífica. Sigan trabajando.
Y,
por favor, no se olviden de rezar por mí, que lo necesito. Gracias.
Células Parroquiales: El encuentro con Cristo, “senda principal de evangelización”
Discurso del Santo Padre
(18
nov. 2019).- El Papa Francisco destacó que es necesario recuperar
“la necesidad del encuentro para llegar a las personas”, pues, si
hemos encontrado a Cristo, “es determinante que compartamos esta
experiencia también con los demás; esta es la senda principal de la
evangelización”.
Hoy,
18 de noviembre de 2019, el Santo Padre se reunió en audiencia
con los miembros del Servicio de las Células Parroquiales de
Evangelización, que celebran el 30° aniversario de su fundación.
Células
Parroquiales de Evangelización
El
Sistema de Células Parroquiales de Evangelización (SCPE) es un
organismo internacional al servicio de la promoción, desarrollo y
difusión de este sistema parroquial de evangelización en distintos
países del mundo.
Su
misión es atender a cualquier parroquia que quiera poner en marcha
esta metodología de Nueva Evangelización en sus comunidades.
Llamada
a dar fruto
Haciendo
referencia a los más de treinta años al servicio de la
evangelización de estas células parroquiales, Francisco recordó en
su discurso que “Jesús dejó a sus discípulos una enseñanza
exigente cuando les dijo: ‘Os he destinado para que vayáis y deis
fruto, y que vuestro fruto permanezca’ (Jn 15,16). Ir, dar fruto y
permanecer”.
Y
esta es “la llamada a la que no se puede escapar cuando se
encuentra al Señor y se es conquistado por su Evangelio”. Jesús
“no les dijo a sus discípulos que verían los frutos de su
trabajo. Sólo les aseguró que los frutos permanecerían. Esta
promesa también es válida para nosotros. Es humano pensar que
después de tanto trabajo se quiera ver el fruto de nuestro
compromiso; sin embargo, el Evangelio nos empuja en una dirección
diferente”, describió.
Después,
en esta línea, el Pontífice habló sobre la fecundidad de las
Células Parroquiales de Evangelización, que se manifiesta en la
multiplicación de las mismas, ahora presentes en muchas partes del
mundo.
Reavivar
la vida parroquial
También
los animó a no cansarse nunca de seguir los caminos que el
resucitado pone en sus vidas: ”¡Cuando se es discípulo misionero,
nunca puede decaer el entusiasmo! Qué en la fatiga os sostenga, la
oración dirigida al Espíritu Santo, que es el Consolador; en la
debilidad, sentid la fuerza de la comunidad, que nunca permite ser
abandonado a su suerte”, apuntó.
Asimismo,
les incitó a reavivar la vida de las comunidades a través de las
actividades parroquiales, algo que será posible “en la medida en
que se conviertan, sobre todo, en lugares para escuchar la Palabra de
Dios y celebrar el misterio de su muerte y resurrección. Sólo
partiendo de ello se puede pensar que la obra
evangelizadora se vuelva eficaz y fecunda, capaz de dar fruto”.
Dar
testimonio
Por
último, el Obispo de Roma recordó que siempre, al encontrarse con
una persona, entra en juego “una historia verdadera que puede
cambiar la vida de una persona. Y esto no es hacer proselitismo, es
dar testimonio”, como cuando Jesús vio a Pedro, Andrés, Santiago
y Juan y transformó sus vidas.
Esto
mismo, indica el Papa, ocurre ahora: “cuando el encuentro es fruto
del amor cristiano, cambia la vida porque llega al corazón de las
personas y las afecta profundamente. ¡Qué vuestro anuncio se
convierta en un testimonio de misericordia, que evidencia que toda
atención prestada a uno de los más pequeños se presta al mismo
Jesús, que se identifica con ellos”.
A
continuación reproducimos el discurso completo del Papa.
***
Discurso
del Santo Padre
Queridos
hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Me
alegro de que hayáis decidido volver a Roma para celebrar el
trigésimo aniversario de vuestra historia. Agradezco a Don
Piergiorgio Perini
la incansable obra de evangelización que ha realizado en estos
decenios. Ahora puede admirar algunos frutos que el Señor le ha
concedido con su gracia. ¡Y doy las gracias por el testimonio de
estos 65 años de sacerdocio y 90 de edad! Le he pedido la receta
¿qué hace para estar así?
El
Señor Jesús dejó a sus discípulos una enseñanza exigente cuando
les dijo: “Os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que
vuestro fruto permanezca” (Jn 15,16). Ir, dar fruto y permanecer.
Esta es la llamada a la que no se puede escapar cuando se encuentra
al Señor y se es conquistado por su Evangelio. Ciertamente, Jesús
no les dijo a sus discípulos que verían los frutos de su
trabajo. Sólo les aseguró que los frutos permanecerían. Esta
promesa también es válida para nosotros. Es humano pensar que
después de tanto trabajo se quiera ver el fruto de nuestro
compromiso; sin embargo, el Evangelio nos empuja en una dirección
diferente.
Jesús
no hizo ningún descuento a sus discípulos cuando habló de la
radicalidad con la que debemos seguirle. Les dijo: “Cuando hayáis
hecho todo lo que os fue mandado, decid: “Somos siervos inútiles;
hemos hecho lo que debíamos hacer”. (Lc 17,10). Sin embargo,
si nuestro esfuerzo para proclamar el Evangelio es total y estamos
siempre listos, entonces la perspectiva cambia. Otra parábola nos lo
recuerda, cuando Jesús dice: “Dichosos los siervos que el señor
al venir encuentre despiertos: yo os aseguró que se ceñirá, los
hará ponerse a la mesa y, yendo de uno a otro, los servirá” (Lc
12,37). ¡Vemos de cerca tantas veces lo grande e infinito que es el
amor de Dios por nosotros! Si somos fieles y vigilantes, Él también
nos concede, entonces, ver los frutos de nuestro trabajo.
Vuestra
historia como Células
Parroquiales de Evangelización se
puede insertar fácilmente en este contexto. La fecundidad de vuestro
compromiso se refleja en la multiplicación de las Células que ahora
están presentes en muchas partes del mundo. No os canséis nunca de
seguir los caminos que el Espíritu del Resucitado pone ante
vosotros. Qué no os frene ningún miedo de lo nuevo y que vuestro
paso no aminore por las dificultades que son inevitables en el camino
de la evangelización. ¡Cuando se es discípulo misionero, nunca
puede decaer el entusiasmo! Qué en la fatiga os sostenga, la oración
dirigida al Espíritu Santo, que es el Consolador; en la debilidad,
sentid la fuerza de la comunidad, que nunca permite ser abandonado a
su suerte.
Nuestras
parroquias están invadidas por muchas iniciativas que, sin embargo,
a menudo no repercuten en profundidad en la vida de las personas.
También a vosotros se os confía la tarea de reavivar, sobre todo
en este período, la vida de nuestras comunidades parroquiales. Esto
será posible en la medida en que se conviertan, sobre todo, en
lugares para escuchar la Palabra de Dios y celebrar el misterio de su
muerte y resurrección. Sólo partiendo de ello se puede
pensar que la obra evangelizadora se vuelva eficaz y fecunda, capaz
de dar fruto. Desafortunadamente, por muchas razones, muchos se han
alejado de nuestras parroquias. Es urgente, por lo tanto, que
recuperemos la necesidad del encuentro para llegar a las personas
allí donde viven y trabajan. Si hemos encontrado a Cristo en
nuestras vidas no podemos guardarlo sólo para nosotros mismos. Es
determinante que compartamos esta experiencia también con los demás;
esta es la senda principal de la evangelización.
No
lo olvidéis: cada vez que encontráis a alguien, hay en juego
una historia verdadera que puede cambiar la vida de una persona. Y
esto no es hacer proselitismo, es dar testimonio.Ha sido siempre así.
Cuando Jesús, pasando a la orilla del lago, vio a Pedro, Andrés,
Santiago y Juan trabajando fijó su mirada en ellos y transformó sus
vidas (cf. Lc 5,1-11). Lo mismo se repite en nuestros días, cuando
el encuentro es fruto del amor cristiano, cambia la vida porque llega
al corazón de las personas y las afecta profundamente. ¡Qué
vuestro anuncio se convierta en un testimonio de misericordia, que
evidencia que toda atención prestada a uno de los más pequeños se
presta al mismo Jesús, que se identifica con ellos! (cf. Mt 25, 40).
Os
acompaño con mi bendición y os pido, por favor, que no os olvidéis
de rezar por mí.Gracias.
19.11.19
Francisco: Los jóvenes, “terreno fértil” que Dios “regala a las comunidades”
Encuentro
Latinoamericano de Pastoral Juvenil
(19
nov. 2019).- Para el Papa Francisco, los jóvenes constituyen “el
terreno fértil y nuevo que Dios regala a las comunidades
cristianas”.
El
Santo Padre ha enviado un mensaje a los participantes en el XX
Encuentro Latinoamericano de Pastoral Juvenil en curso en Lima,
(Perú) en la Casa de Convivencia Juan Pablo II, del 18 al 23
noviembre 2019 y dedicado al tema “Los jóvenes somos tierra
sagrada, el ahora de Dios”.
Acompañar
a la juventud
En
este mensaje, remitido a Mons. Alfredo Vizcarra Mora, vicario
apostólico de Jaén y presidente de la Comisión Episcopal para
Laicos y Juventud, Francisco habla sobre el trabajo en la pastoral
juvenil a sus responsables, definiéndolo como un servicio “que no
se puede descuidar”.
Los
jóvenes, “nos hacen caer en la cuenta de las luces y sombras de
nuestra comunidad, y con su entusiasmo nos animan a dar respuestas
acordes a nuestro tiempo”, agrega.
Asimismo,
el Pontífice recuerda a los que se encargan de esta pastoral su
compromiso con la labor de acompañar a la juventud “con respeto y
mansedumbre en el camino de su maduración personal, para que se
afiancen en la fe y, con la gracia del Señor, den frutos de amor y
esperanza”.
“El
ahora de Dios”
Por
otra parte, el Obispo de Roma expuso que en América, “continente
de esperanza”, como en todo el mundo, “los jóvenes son
el ahora de
Dios” porque su Hijo Jesús, “que es manifestación de su bondad,
camina y permanece con ellos, y a través de Jesús, el Padre
continúa hablándonos en el lenguaje de su amor”.
Finalmente,
el Papa Francisco los invita a profundizar “en el
conocimiento de la persona de Jesús, para que viviendo en la
intimidad de su corazón, puedan transformarse en discípulos
misioneros y testigos de su ternura, y otros jóvenes puedan
acercarse a Él, el eternamente joven, experimentar la alegría de su
amistad y llevar una existencia fundada en la fraternidad y la
solidaridad cristianas”.
20.11.19
Viaje a Tailandia: El Papa Francisco llega a Bangkok
Recibimiento
en el aeropuerto
(20
nov. 2019).- Hoy, 20 de noviembre de 2019, el Papa Francisco ha
llegado a Bangkok, Tailandia, primera parada de su 32º viaje
apostólico internacional en el que también visitará Japón.
El
Santo Padre llegó al aeropuerto de Bangkok, capital del país, en
torno a las 12:05 hora local (06:05 h. en Roma). El avión A330 de
Alitalia, partió desde el aeropuerto internacional de Roma-Fiumicino
a las 19:16 horas de la capital italiana.
El
Santo Padre llega a Tailandia para celebrar junto a los católicos el
350 aniversario del establecimiento del Vicariato Apostólico de
Siam, erigido en 1669.
Durante
el vuelo a Bangkok, al sobrevolar Croacia, Bosnia y Herzegovina,
Serbia,
Montenegro,
Bulgaria, Turquía, Irán, Afganistán, Pakistán, India y Myanmar,
la Antigua República Yugoslava de Macedonia y sus Estados miembros,
Francisco envió mensajes telegráficos a los respectivos jefes de
Estado.
Bienvenida
La
arquidiócesis de Bangkok ostenta 121.039 fieles católicos, su
arzobispo es el cardenal
Francis Xavier Kriengsak Kovithavanij.
En
ella hay 55 parroquias, dos iglesias, 148 sacerdotes regulares
diocesanos, 10 seminaristas. Los institutos religiosos masculinos
tienen 251 miembros y los femeninos 424. Además, existen 134
institutos de educación, 40 de beneficencia y en el último año la
cifra de bautizados ha sido de 1.284 personas.A
su llegada a la nunciatura, el Obispo de Roma fue acogido por
algunos seminaristas, novicios y religiosos y por algunos jóvenes de
la parroquia de al lado de la Nunciatura Apostólica que
realizaron una danza con trajes tradicionales.
En
el día de hoy, el Santo Padre tiene previsto almorzar en la
Nunciatura Apostólica, donde celebrará la Misa y también cenará.
Todos estos eventos son de carácter privado.
Tailandia
De
acuerdo a los datos proporcionados por el Gobierno de España,
Tailandia es un país situado en el sureste asiático. Limita al este
con Camboya y Laos, al oeste con Myanmar y el mar de Andamán, y al
sur con el Golfo de Tailandia y Malasia.
La
población total de la nación es de 68,10 millones. Bangkok, capital
del país, es una de las ciudades más pobladas del mundo, que cuenta
con 8,2 millones de habitantes según estimaciones de 2017, 15
millones incluyendo la zona metropolitana.
La
segunda ciudad del país es Chiang Mai, que presenta 1,5 millones de
habitantes. Otras ciudades relevantes son: Chiang Rai, Pattaya,
Nakorn Ratchasima, Chantaburi, Rayong, Songkla y Phuket, aunque
Francisco solo acudirá a Bangkok en esta ocasión.
Forma
de Estado, lengua y religión
Tailandia
es una monarquía constitucional. El jefe del Estado y comandante en
jefe de las Fuerzas Armadas es, desde el 1 de diciembre de 2017, el
Rey Maha Vajiralongkorn Bodindradebayavarangkun, décimo rey de la
dinastía Chakri.
La
lengua oficial es el tailandés. En ciudades y centros turísticos se
utiliza el inglés para el comercio, los negocios y los servicios,
pero su conocimiento es limitado entre la población. El uso de otros
idiomas occidentales, entre ellos el español, es muy escaso.
En
cuanto a la religión, la más extendida es el budismo Theravada, que
profesa el 94% de la población. Existe una minoría musulmana en el
sur (5%) y una comunidad cristiana de un millón de personas, de los
cuales unos 300.000 son católicos.
Las
relaciones entre cristianos y budistas son el resultado de un diálogo
que se viene manteniendo desde hace cientos de años. Hasta la fecha
hay once diócesis y archidiócesis en el país.
Archidiócesis
de Bangkok
La
arquidiócesis de Bangkok ostenta 121.039 fieles católicos, su
arzobispo es el cardenal
Francis Xavier Kriengsak Kovithavanij.
En
ella hay 55 parroquias, dos iglesias, 148 sacerdotes regulares
diocesanos, 10 seminaristas. Los institutos religiosos masculinos
tienen 251 miembros y los femeninos 424. Además, existen 134
institutos de educación, 40 de beneficencia y en el último año la
cifra de bautizados ha sido de 1.284 personas.
21.11.19
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